Ir al contenido principal

Etiqueta: COVID-19

La UCR concluye con éxito la última etapa para seleccionar a sus mejores médicos residentes

La CCSS definió un total de 127 plazas para la UCR
Las y los admitidos solo serán aquellos que tengan el rendimiento más sobresaliente

Para conformar la prueba se cuenta con un equipo técnico integrado por personal académico del área de psicología, educación, filología y estadística. También, se tiene el apoyo de especialistas de las diversas ramas de la medicina que aportan criterios basados en los últimos avances de la Medicina, así como datos de epidemiología nacional. Foto: Karla Richmond, UCR.

En medio de la pandemia ocasionada por el COVID-19, y después de la aprobación de un estricto protocolo sanitario, el Programa de Posgrado en Especialidades Médicas de la Universidad de Costa Rica (PPEM-UCR) concluyó con éxito la segunda etapa para seleccionar al cuerpo estudiantil que iniciará su aprendizaje en una de las 24 especialidades médicas más requeridas por el país.

El proceso no ha sido sencillo. En febrero de 2020 (antes de la pandemia), la UCR llevó a cabo la primera fase basada en una prueba escrita.

Dicho examen estuvo orientado a evaluar los conocimientos en medicina general y cirugía de los aspirantes con un total de 150 ítems distribuidos en seis áreas de conocimiento: Cirugía, Ginecología y Obstetricia, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Interna, Pediatría y Psiquiatría. Todas las preguntas debían ser contestadas en un tiempo máximo de tres horas.

Ahora, diez meses después de grandes cambios ocasionados por el COVID-19, y un estricto proceso de la UCR, las y los aspirantes que superaron favorablemente la primera etapa se enfrentaron, finalmente, al segundo examen. Quienes lo aprueben de forma favorable y pasen la valoración de los atestados podrán comenzar su preparación en el 2021.

«Si hay algo de lo que el país puede estar seguro, es que las personas admitidas han tenido un escrutinio de muy alta calidad. Es decir, que los estándares que cumplen son muy altos y que los residentes escogidos atenderán a la población con la más alta rigurosidad académica. Esto, incluso, ya la población lo ha notado. En esta pandemia, ‘¿en manos de quién hemos estado?’ La mayoría son médicos formados por la UCR como los especialistas de Cuidados Intensivos o Medicina Interna”, ahondó la Dra. Flory Morera González, jefa de Ginecología del Hospital México y directora del Programa de Posgrado en Especialidades Médicas de la UCR.

De igual forma, añadió: “la calidad de la UCR se ha mantenido en años anteriores y se seguirá manteniendo, porque para eso estamos: para proteger la salud de todo un país”.

La cantidad de espacios en los campos clínicos ya fue definido por el Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

En esta ocasión, la CCSS habilitó 127 espacios. Las especialidades con más campos clínicos para el 2021 son Medicina Interna con 15, Anestesiología y Recuperación (10) y Neonatología (10), de acuerdo con las necesidades expresadas directamente por la CCSS. Otras especialidades son Geriatría y Gerontología, Pediatría, Medicina Crítica y Terapia Intensiva, entre otras.

“La Caja tiene la responsabilidad de asignar y distribuir las plazas para el ingreso a residencias médicas, en concordancia con sus necesidades y prioridades institucionales. Por su parte, la Universidad tiene el deber de llevar a cabo un proceso de admisión, que garantice la participación e ingreso de las personas con las competencias idóneas para conformar el cuerpo médico de cada especialidad, mediante mecanismos acordes con la igualdad de oportunidades, la transparencia y el rigor científico”, aseguró Landy Chavarría Garita, coordinadora de la primera etapa y equipo técnico de las pruebas de admisión del PPEM.

Los admitidos serán quienes alcancen una nota mínima de 7 en una escala de 0 a 10. Las plazas se asignarán a los aspirantes elegibles académicamente según la nota obtenida, siguiendo el orden de mayor a menor.

En otras palabras, quienes desarrollen una especialidad en la UCR son las personas con las notas más sobresalientes, siempre y cuando cumplan con los requisitos y regulaciones propias de la CCSS.

“La selección que realiza la UCR se basa en altos estándares de calidad, con el fin de lograr un único objetivo: dotar al país de las personas especialistas en los diferentes campos de la Medicina, con los más altos niveles académicos y humanísticos”, indicó Chavarría.

Riguroso proceso

La aplicación de la segunda etapa estaba programada del 03 al 29 de agosto del 2020. Sin embargo, por la situación de emergencia nacional, el Posgrado construyó un protocolo para aplicar el examen. Ese protocolo fue revisado por el Centro de Coordinación Institucional de Operaciones (CCIO), y avalado por el Consejo del Sistema de Estudios de Posgrado, el Consejo de Rectoría y el Ministerio de Salud.

Al lograr todos los consentimientos, la aplicación logró realizarse del miércoles 02 al 14 de diciembre del presente año con algunas variaciones. Por ejemplo, en convocatorias previas algunas de las especialidades realizaban entrevistas.

No obstante, para este año, y por única, vez se otorgó este rubro a todos los aspirantes por igual, sin necesidad de llevar a cabo esa evaluación. Por otra parte, cada especialidad evaluó contenidos en la segunda etapa mediante un único examen escrito cuyo valor fue del 83 %.

“Se suspendió la aplicación de pruebas orales o prácticas, por esto, cada Especialidad deberá evaluar los contenidos en segunda etapa mediante un único examen escrito con valor de 83 %. Adicional a ese rubro también se contempla si la persona postulante realizó publicaciones científicas, ha procurado tener una educación médica continua y si maneja un segundo idioma”, dijo Chavarría.

La persona residente de la UCR tendrá una experiencia única de aprendizaje bajo la tutela de sus docentes y a través del contacto directo con las personas usuarias de la CCSS. Ese acercamiento les abrirá las puertas para aprender haciendo y tener acceso al conocimiento de diversas patologías, diagnósticos, tratamientos y procedimientos médicos de vanguardia. Foto: Karla Richmond, UCR.

Mediante el Sistema de Estudios de Posgrado de la UCR, el Programa de Especialidades Médicas se abasteció de los materiales e insumos para cumplir con el protocolo sanitario, como alcohol en gel, desinfectante, cloro, entre otros.

Además, gracias al permiso que otorgó el decanato y la jefatura administrativa de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica, se estableció esa facultad como el único lugar de aplicación para el control y resguardo de las personas aspirantes, así como del personal administrativo y docente que llevó a cabo el proceso. En años previos se habían utilizado hospitales, aulas universitarias y las instalaciones del Cendeisss.

“En la subárea de administración de posgrados, campos clínicos e internados estamos haciendo más presencia para el control de las pruebas de primera y segunda etapa. Nosotros hicimos la supervisión de pruebas como invitados especiales y pude observar un excelente cumplimiento del protocolo sanitario. Por auditorio había casi catorce estudiantes, uno de por medio. Todos los muchachos estaban bajo una supervisión directa. En general, todo estuvo muy bien y se hizo de manera correcta. Les doy un 10 y les corresponde una merecida felicitación”, manifestó el Dr. Eduardo Zamora Méndez, coordinador de las residencias médicas del Cendeisss.

Esa felicitación no es para menos. El PPEM estableció horarios de entrada escalonados para evitar aglomeraciones, publicó lineamientos específicos para el ingreso y la permanencia en el campus (uso de mascarilla, protocolos de lavado de manos, entre otros).

Asimismo, se capacitó sobre el protocolo al personal docente y administrativo que participó en las aplicaciones y, por último, se estableció por aula la cantidad de aspirantes según el aforo permitido en el contexto actual.

“Tuvimos un proceso muy largo para cumplir con todos los protocolos sanitarios, hacer los trámites pertinentes y efectuar cambios. No tuvimos ningún problema y, desde el punto de vista académico, las pruebas llevaron todo un trámite de validación para que cumplieran con todos los criterios internacionales de una prueba de alto estándar. Como UCR estamos muy orgullosos de haber cuidado a nuestra población estudiantil y cumplir los estándares académicos”, expresó la Dra. Morera.

La prueba forma parte de la “Comisión interinstitucional para la construcción de estándares que garantizan la validez”, por lo tanto, es una prueba estandarizada que cumple con las normas estipuladas para las pruebas de altas consecuencias.

Retos del 2021

Para el 2021, a los y las residentes admitidos les corresponderá seguir afrontando el reto de la pandemia y atender un sistema de salud que actualmente se encuentra en la primera línea de atención del COVID-19. Por lo tanto, tendrán que adaptarse al contexto y desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje.

“Como población mundial, la pandemia nos puso contra la pared para hacer cambios. Cosas que no pensamos que se podían lograr en un plazo muy corto se lograron: cursos en línea, virtuales y las rotaciones con medidas para que los jóvenes logren cumplir. Al final, la práctica es casi el 60 % de lo que ellos necesitan para seguir formando desde el ‘aprender haciendo’”, enfatizó la Dra. Morera.

Además, agregó: «La población también debe conocer que algunas especialidades tuvieron un receso, pues por la pandemia no podían continuar. Ese receso lo hicimos con un único propósito: mantener la calidad. Pudimos haber seguido todo virtual pero, al final, ¿qué clase de profesional tendría el país? Costa Rica merece lo mejor», resaltó la doctora.

La nota inicial de los admitidos se dará a conocer el 7 de febrero 2021. Los y las aspirantes tienen la posibilidad de interponer recursos de revocatoria y apelación, por lo que la nota final estará el 14 de marzo de 2021.

Se proyecta que el primer grupo de residentes ingrese a la CCSS en el primer y segundo semestre del 2021.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Cultura indígena Brorán celebrará su danza ancestral

Uriel Rojas R.

La Danza del Toro y la Mula es una antigua tradición que se celebra en la comunidad indígena de Térraba de Buenos Aires, del 24 al 02 de enero.

Su origen data de fechas inmemoriales y a pesar de los embates propios de la modernidad es una tradición que se fortalece, encarnándose en las actuales generaciones que levantan su voz para resaltar su orgullo ancestral.

Su realización es un espacio que construye la comunidad para reafirmar el compromiso colectivo con su identidad cultural, la defensa de sus valores, territorialidad y visión cosmogónica. Es una manera de revitalizar su identidad de pueblo que comparte una cultura en común.

De acuerdo a Elides Rivera, líder femenina de la comunidad indígena de Térraba, “esta tradición es muy importante porque permite transmitir la esencia de la cultura, a través de la espiritualidad y cosmogonía de los mayores para la preservación de la humanidad y la vida, manteniendo el vínculo entre el hombre y la naturaleza”, resaltó Rivera.

Esta tradición inicia este 24 de diciembre y se extiende hasta el 02 de enero del año nuevo, con la particularidad que solo se juega en horas de la noche.

Según Asdrúbal Rivera, miembro de la Comisión Organizadora, “los broranes danzan para el deleite de los grandes espíritus, para sanar el pueblo, para limpiar sus cuerpos, danzan con gente o sin gente y danzan de noche para los grandes espíritus”.

La Danza del Toro y la Mula, que en idioma local se llama Sögra Cuomgrá, es una tradición anual que busca revitalizar los valores culturales de la cultura brorán, honrando en la praxis la memoria de sus antepasados.

De acuerdo a sus organizadores, es una actividad que toma con rigurosidad los lineamientos y protocolos establecidos por el Ministerio de Salud, para evitar concentraciones masivas y conductas que pudiesen facilitar el contagio del Covid-19, por lo que reiteran su llamado a ser consciente con los compromisos de cuidar sobre todas las cosas, la salud de la comunidad en general.

El poblado de Térraba se ubica 20 km al Norte de Buenos Aires de Puntarenas.

Para más detalles queda a su disposición el 8419 0156.

 

Fotografías: Facebook de Sögra Cuomgrá

La CCSS y el sistema de seguridad social trasladan pacientes de COVID-19

En días recientes la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ha realizado mega traslados de pacientes con COVID-19 desde Liberia hasta San José para mantener la capacidad de los servicios de hospitalización en el hospital Enrique Baltodano Briceño.

Antonieta Fernández del Frente Nacional por la Seguridad Social (FRENASS) comentó «solo un modelo de seguridad pública, solidaria y universal, es capaz de brindar este servicio. Sólo la Caja puede hacerlo».

En este video puede encontrar más detalles.

Fiestas tradicionales del Sögra-Cuongrá en territorio Bröràn: “instamos a la población local y a los visitantes a resguardar su integridad sanitaria”

En el marco de la Danza Tradicional del Toro y la Mula realizadas en el territorio indígena Bröràn (Térraba) del 24 de diciembre al 02 de enero, la Comisión de Fiestas Tradicionales Bröràn insta a la población local y a los visitantes a resguardar su integridad sanitaria, mencionó Asdrual Rivera en un comunicado.

Aquí puede observar el comunicado completo.

Izquierdas del mundo, ¡únanse! y otros ensayos

Boaventura de Sousa Santos

El texto Izquierdas del mundo, ¡únanse! y otros ensayos; es una obra elaborada por Boaventura de Sousa Santos junto a otros autores y autoras bajo el sello de CLACSO y está disponible en la plataforma digital para descarga gratis.  Este material pone en evidencia la situación de crisis que se vive a nivel mundial y que se ha atenuado con la pandemia del COVID-19, mediante este recurso lo que se propone es reflexionar y construir una alternativa progresista, abarca los siguientes apartados:

Capítulo 1. El nuevo interregno
Capítulo 2. La articulación entre fuerzas de izquierda: el caso portugués
Capítulo 3. Brasil: la fractura del desgaste de gobernar
Capítulo 4. Colombia: la fractura de la lucha armada bajo la vigilancia del imperio
Capítulo 5. México: la fractura entre la institucionalidad y la extrainstitucionalidad
Capítulo 6. España: la fractura de la identidad nacional

Además, en el texto se incluyen otros ensayos sobre la realidad latinoamericana tales como:

Ecuador: del centro al fin del mundo
Evo Morales: el indio fuera de lugar
La nueva Guerra Fría y Venezuela
Soplan vientos favorables desde España
Las venas abiertas de Nicaragua
Carta abierta al presidente Iván Duque
Para alimentar la llama de la esperanza

El prólogo del texto está a cargo de Karina Batthyány (Secretaria Ejecutiva, CLACSO) y Nicolás Trotta (Ministro de Educación, Argentina); y expresa lo siguiente:

La pandemia del COVID-19 evidenció la imperiosa necesidad de construir una nueva alternativa progresista ante una crisis social y ambiental de una extraordinaria gravedad y que no tiene precedentes en la historia de la humanidad.

Frente a esta situación terminal, la tarea crucial y más urgente para los partidos y frentes políticos progresistas y las redes comunitarias y colectivos de cientistas sociales críticos consiste en construir horizontes allí donde hoy hay abismos. Si la ideología dominante postula que, ante el modelo de acumulación capitalista neoliberal no hay alternativas, nuestra tarea es fabricar bisagras políticas y conceptuales que articulen el pasado con el presente, enhebrando narrativas capaces de proyectar una nueva agenda social organizada en torno a, por lo menos, tres tareas: un trabajo de reconceptualización y profundización de la justicia social –que no es otra cosa que colocar por encima de los intereses sectoriales una política del bien común–; el reconocimiento y la sanción de nuevos derechos –especialmente dirigidos hacia grupos históricamente excluidos: las mujeres y las disidencias sexuales, las infancias y juventudes, las afrodescendencias, los pueblos originarios–, y una política orientada al cuidado y preservación del ambiente en el que vivimos –es decir, la casa de todos y todas–.

Los desafíos que estamos llamados a enfrentar tienen lugar en un momento histórico inédito cuyo principal actor venía desplegándose con toda su fuerza hasta la pandemia: las fuerzas neoliberales han hegemonizado la agenda global con el propósito excluyente de acelerar la concentración de la riqueza. Bajo los auspicios del capital financiero global, como nunca antes, un grupo reducido de personas ha concentrado un volumen de riqueza extraordinariamente grande; nunca antes, tampoco, las economías de los países estuvieron tan a merced de poderosos grupos financieros como lo están ahora, poniendo en jaque la soberanía política y la independencia económica, herramientas imprescindibles para el desarrollo sostenible de una sociedad.

Ante este escenario global, el mapa de América Latina se encuentra en un estado de reconfiguración permanente. En los dos últimos años se sucedieron de manera vertiginosa acontecimientos políticos que pueden ser hilados con la calma de quienes reconstruyen trozos del pasado, pero para quienes vivimos y palpitamos el ritmo diario de la gestión deben ser rápidamente enumerados: la victoria de Andrés Manuel López Obrador –poniéndole fin a un largo ciclo de gobiernos neoliberales en el país azteca–; el triunfo de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner hacia fines del 2019 –cuyo enorme desafío consiste en poner de pie un país devastado por las políticas neoliberales impulsadas por la coalición Cambiemos–; la libertad de Lula tras 19 meses de detención arbitraria, los estallidos sociales que irrumpieron en octubre en Ecuador y entre octubre y febrero de 2020 en Chile y que dieron lugar posteriormente al referéndum histórico que dejará atrás la Constitución pinochetista –dando cuenta de la enorme vitalidad de los movimientos populares en todo el continente–; el golpe de Estado en Bolivia y el triunfo por la vía democrática de los candidatos del MAS Luis Arce y David Choquehuanca –que permitió el retorno tras el exilio a Evo Morales. Son algunas postales de nuestra historia reciente que invitan a la esperanza y nos recuerdan que la historia es tornadiza y no puede ser digitada por oscuros intereses desde los centros del poder.

Dicho sea de paso: no está en nuestro ADN político cultivar el pesimismo; quienes escribimos estas líneas venimos de tradiciones políticas y del pensamiento que se han forjado al calor de infatigables luchas por la construcción de sociedades más justas. Y no han sido pocas y pocos los que dejaron la vida en ello. Creemos que este momento reaccionario global debe enfrentarse con convicción e inteligencia, con una estrategia de integración política y una profunda creatividad. Las encrucijadas del presente demandan conciliar las bases y fundamentos de nuestras identidades políticas con la capacidad de maniobrar en un mundo convulsionado. Hay que aprender –y este es uno de los grandes méritos de este libro– que los problemas comunes que enfrentamos nos dejan aprendizajes globales que debemos identificar y estudiar, para no repetir errores.

Precisamente por eso, y en más de un sentido, este volumen constituye una pieza fundamental para la construcción colectiva de ese horizonte que ya ha comenzado a vislumbrarse. El conjunto de ensayos que reúne este nuevo libro de Boaventura de Sousa Santos es un texto imprescindible para comprender las características del interregno histórico en el que vivimos, analizar las fuentes de donde brotan las desigualdades que nos preocupan y –sobre todo– trazar una hoja de ruta y una estrategia para consolidar proyectos políticos que contribuyan a construir otros mundos posibles, más justos y más igualitarios.

Frente a ese desafío, ¿quién mejor que Boaventura de Sousa Santos para orientar la mirada y la imaginación hacia la construcción de escenarios sociales alternativos? El gran sociólogo portugués es una de las referencias mundiales en el campo de las ciencias sociales y las humanidades; fundador de las epistemologías del Sur, Boaventura de Sousa Santos ha construido una mirada sobre el presente que combina de un modo magistral el análisis incisivo con la capacidad (propia de los grandes maestros) de formular grandes ideas orientadoras, imprescindibles en estos tiempos.

De los libros se espera que sean capaces de contar buenas historias, una cierta cortesía compositiva, indispensable claridad y precisión argumental. Pero hay libros que, además, movilizan, inquietan, azuzan e instalan preguntas.  Izquierdas del mundo, ¡únanse! Es uno de esos textos.

En sus páginas se nos propone una lectura desde las nervaduras políticas del presente identificando las potencias que tienen los partidos y movimientos progresistas para construir nuevas hegemonías políticas frente al modelo geopolítico de dominación neoliberal.

En un libro clásico del pensamiento crítico, Raymond Williams afirmaba que el problema inicial siempre es la perspectiva desde donde se mira. Junto con situar un problema, hay que definir el punto de vista desde dónde abordarlo. Siguiendo al autor de Marxismo y literatura, ¿cuál es el enfoque que asume este nuevo ensayo del sociólogo portugués? El propio Boaventura de Sousa Santos responde a la pregunta: su perspectiva es la de quien se propone realizar un análisis no coyuntural del presente. A diferencia de los enfoques a los que nos tiene habituados –las lecturas de mediano y largo plazo– Boaventura calibra la mirada en el corto plazo para realizar desde allí un análisis de fondo tanto sobre las dificultades como sobre las enormes posibilidades que tienen las fuerzas progresistas y las izquierdas en el siglo XXI para desplegar una alternativa que reviva las tradiciones del internacionalismo progresista y le ofrezca a la humanidad rumbos acordes con los principios rectores de un humanismo crítico que coloque en el centro de sus reflexiones un nuevo contrato social y ambiental.

Si siempre es difícil contar el presente, Boaventura de Sousa Santos lee este tiempo histórico bajo el signo de un interregno. Entre la caída del Muro de Berlín treinta años atrás y la crisis financiera que se desató entre 2008 y 2011 tuvo lugar un tiempo que no ha terminado de configurarse y para el cual no ha aparecido aún su relevo. Una certeza: las ideas e intereses asociados a la “nueva normalidad” más que nombrar un “tiempo nuevo” buscan naturalizar las desigualdades preexistentes, agudizadas por la crisis desatada por la pandemia. Se sabe: la palabra “nueva” es la más vieja del diccionario.

Analizar coyunturas es mucho más que atisbar lo efímero. Es un ejercicio de interpretación de los tiempos y ritmos políticos, de las palpitaciones y de las oportunidades que abren las crisis y de cómo puede ser más apropiado y potente orientar los esfuerzos. Frente a realidades que cambian vertiginosa y permanentemente, leer entre coyunturas es construir oportunidades para la generación de alternativas. Al mismo tiempo, y lejos de ser un libro que lanza advertencias e identifica peligros, Izquierdas del mundo es una cantera de aprendizajes basados en acontecimientos que han tenido lugar en la historia reciente.

Las experiencias que aborda este volumen –a los casos de Brasil, Colombia, México, Portugal y España, hemos incorporado en esta nueva edición los de Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela– cifran también una expectativa que podríamos pensar bajo el signo de un aura pedagógica: incrementar el interconocimiento de las fuerzas progresistas para desarrollar aprendizajes globales que permitan construir alternativas políticas plurales frente al modelo del pensamiento único reaccionario desplegado a escala global.

Partamos de la tesis que hace de andamio de este potente conjunto de ensayos: la principal fuerza histórica que recorre nuestro tiempo es el discurso neoliberal configurado como una fuerza transnacional poderosa y profundamente antidemocrática. Si una imagen caracteriza este tiempo es el de las democracias secuestradas por fuerzas antidemocráticas. Sutiles a veces, extremadamente alevosas en otros casos, nuestro tiempo se caracteriza por la enorme fragilidad y la amenaza permanente de la democracia como forma de vida. Frente a ello, uno de los modos de leer este tiempo que nos propone Boaventura de Sousa Santos es la tensión entre articulaciones y fracturas dentro de los partidos y grupos progresistas y de izquierda.

Dos notas, complementarias: los primeros cinco capítulos hacen referencia a procesos de crisis: las fracturas de las izquierdas en España, Colombia, México y Brasil, del que solo queda exceptuada la articulación del caso portugués. Pero Boaventura de Sousa Santos no piensa las fracturas como quiebres irreversibles sino como oportunidades para pensar nuestros puntos flacos, una vía de interpretación que habilita modos de leer las dinámicas como tramas abiertas, en permanente construcción.

Es indispensable identificar esos puntos débiles de las alternativas progresistas para trabajar allí donde se evidencian las dificultades. La tensión creativa y las divergencias constructivas son siempre bienvenidas y necesarias sobre todo cuando estamos frente a un tiempo y una crisis que nos demanda construir fuerzas y políticas de izquierda que desbordan la idea tradicional de partido.

Al mismo tiempo, Boaventura señala que estas grandes orientaciones deben ir acompañadas de una “sabiduría pragmática” que sepa construir alternativas reales para gobernar. La otra cuestión indispensable es partir de la identificación de una irreversible contradicción entre democracia y capitalismo. Si –como estamos convencidos y convencidas– el horizonte emancipador es la democracia, los derechos humanos y la dignidad, tres lecciones se desprenden de este nuevo libro de Boa (como afectuosamente lo llamamos sus amigos y amigas): el futuro es público; sin el Estado no se puede, pero solo con el Estado no alcanza, y el papel de los movimientos sociales es cada vez más vital.

Izquierdas del mundo, ¡únanse! invita –finalmente– a un modo de lectura no coyuntural de la coyuntura en estado de actualización permanente. Tal es así que, por primera vez, se incorporan a este libro un conjunto de ensayos que actualizan y amplían los problemas abordados en la primera edición. Un libro –nos atrevemos a decir– escrito para lectores y lectoras interesados en participar de las luchas por sociedades más justas y equitativas; sociedades que deberán ser –por definición–, anticoloniales, antipatriarcales, antineoliberales. No importan tanto los nombres de las tradiciones políticas en las que se inscriban para alcanzar ese fin; su diversidad hablará de la riqueza que el campo progresista tiene para alcanzar esas metas, su capacidad de articularse dará cuenta de la inteligencia con la que sepan moverse en un escenario reaccionario global.

Ensanchar la convocatoria a todas y todos los que deseen contribuir con una democracia que debe encolumnarse en la defensa de la humanidad y del ambiente a través de la radicalización de la democracia es el propósito fundamental de este volumen. Revolucionar la democracia y democratizar las revoluciones precisas de mapas que nos ayuden a armar los recorridos, a establecer prioridades, a identificar los problemas que no pueden esperar. Este libro nos habla de cómo alcanzar la indispensable convivencia dentro de la divergencia, la imprescindible construcción de equilibrios, el diálogo como ejercicio permanente, señales irrefutables no solo de que los partidos progresistas y de izquierdas tienen la capacidad de gobernar, sino

de que son la única alternativa viable frente a la crisis terminal que atravesamos.

Entre Buenos Aires y Montevideo,
noviembre de 2020

 

Imagen tomada de El País.

Compartido con SURCOS por Óscar Jara.

Documento: “Mujeres por Costa Rica ante el COVID-19: medidas para superar la crisis y su impacto en las mujeres”

La Fundación Friedrich Ebert publicó el documento “Mujeres por Costa Rica ante el COVID-19: medidas para superar la crisis y su impacto en las mujeres” de las autoras Ana Leonor Ramírez Montes, psicóloga, docente universitaria e investigadora; Elizabeth Fonseca Corrales, historiadora y ex diputada de la República; Margarita Bolaños Arquín, antropóloga y productora agrícola orgánica; Olga Marta Sánchez Oviedo, socióloga y ex Ministra de Planificación y Política Económica; y Olga Marta Sánchez Oviedo, socióloga y consultora adhonoren de grupos de mujeres.

El documento invita a reflexionar acerca de las condiciones que deben cumplirse para la reactivación económica, la generación de empleo decente, el combate a la pobreza y su impacto en las mujeres. Dichas condiciones son:

  1. “Reconocer que los problemas estructurales del actual estilo de desarrollo económico, causante de una creciente desigualdad social y territorial, ya mostraba una clara tendencia a la desaceleración. Además, evidenciaba un incremento del desempleo, en particular en mujeres y jóvenes, una disminución de la inversión privada y pública, un crecimiento de la deuda pública, entre otros indicadores relevantes”
  2. “El actual estilo de desarrollo ya no estimula el crecimiento y profundiza la inequidad. El crecimiento económico es fundamental, pero para que active transformaciones estructurales debe estar orientado a generar las bases materiales de un desarrollo que combata la desigualdad, avance en la igualdad de género e igualdad territorial, y a la vez, que sea compatible con la sostenibilidad ambiental”
  3. “Debe destacar un robusto sistema educativo que permita incidir en la capacidad creadora y productiva de las personas, pero también en la forja de la identidad personal y colectiva, y en el desarrollo de competencias ciudadanas”

SURCOS invita a consultar el documento a continuación:

UCR: Una política fiscal que minimice su efecto entre los más pobres

Propuestas de la UCR para la reconstrucción de la Costa Rica pospandemia

Bajar el Impuesto al Valor Agregado y modificaciones en los tramos del impuesto de renta podrían generar montos significativos de recaudación

Según el IICE de la UCR, una reducción de la Canasta Básica Tributaria acompañada de la disminución del Impuesto al Valor Agregado puede generar una significativa recaudación adicional que aliviaría las finazas públicas. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

La pandemia por COVID-19 ha obligado a todo el mundo a someterse a períodos de cuarentena en los que la actividad económica disminuye significativamente, con sus efectos directos en el empleo y en la recaudación de impuestos. Costa Rica debe sumar a esta situación global su propia historia reciente en relación con los tributos. Luego de muchos años de intentos infructuosos para contar con una reforma tributaria, el actual Congreso aprobó la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas que, a criterio de propios y extraños, no alcanza para llenar las crecientes necesidades del Presupuesto Nacional de la República.

Con vacunas o sin ellas, la pandemia parece que se quedará por mucho más tiempo con la humanidad y, con ello, las consecuencias adversas en la actividad productiva y en el erario público. Es por ello que el Gobierno de la República realizó una propuesta de financiamiento mediante el Fondo Monetario Internacional y la instauración de nuevos impuestos que, en primera instancia, fue rechazada por diversos sectores sociales. A partir de ahí, se propusieron mesas de diálogo para explorar vías alternas al endeudamiento externo para sobrellevar la crisis fiscal.

Ante esta coyuntura, el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se dio a la tarea de valorar escenarios relacionados con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el impuesto sobre la renta, con la finalidad de realizar un aporte a la discusión nacional sobre el tema tributario. Para realizar el análisis, el equipo de estudio se estableció dos requisitos fundamentales: progresividad y minimización del efecto sobre los sectores de menores ingresos.

Bajar el IVA, no aumentarlo

En torno al IVA se analizó el impacto de modificar su porcentaje, tanto hacia arriba como hacia abajo, y de transformar la canasta básica tributaria que utiliza el Ministerio de Hacienda, dado que entre sus 189 productos hay algunos que tienen poca participación en el consumo de los deciles de menores ingresos del país.

De acuerdo con el documento generado por el IICE, “la modificación aplicada por el IICE consiste en excluir de dicha canasta los bienes que consume menos del 5% de los hogares de los primeros tres deciles de ingreso”. De esta manera, quedarían 77 productos a los que se les agregaron la telefonía celular e internet y el corte de cabello. Además, en todos los escenarios estudiados, la educación privada pagaría la totalidad del IVA y los productos y servicios que se mantienen dentro de la Canasta Básica Reducida siguen pagando el 1% del IVA.

Con estas condiciones dadas, el grupo investigador asegura que se puede recaudar 240 mil millones de colones adicionales si se mantiene el IVA en 13%. Esa recaudación adicional sería de 150 mil millones de colones reduciendo el IVA al 12% y de 58 mil millones de colones si este impuesto se disminuye al 11%.

A simple vista, pareciera que el mejor camino es mantener el IVA en 13% reduciendo la canasta básica tributaria e incluyendo a la educación privada en el pago completo de este gravamen. Sin embargo, el análisis realizado por el IICE se inclina más por la reducción del IVA al 12% o al 11% porque el impacto es menor entre los grupos de menores ingresos.

“La mejor combinación de progresividad y mínimo impacto sobre los grupos de menores ingresos se logra con el escenario del IVA al 11% con canasta básica reducida. Un efecto más negativo sobre los grupos de menor ingreso surge de la propuesta IVA al 12% con canasta básica reducida, aunque con la ventaja de que logra una mayor generación de ingresos fiscales (casi el doble que la opción IVA al 11%)”, destaca el documento.

Esto queda más claro al observar el siguiente gráfico, donde la población está distribuida en 5 grandes grupos de acuerdo con sus niveles de ingreso. Estos grupos se denominan quintiles. Si bien en todos los casos los quintiles con mayores ingresos (azul y amarillo) aportan más a la recaudación adicional, el efecto sobre los quintiles con menores ingresos (rojo y naranja) es menor al aplicar un IVA del 11%.

Cortesía de Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica.

Impuesto sobre la renta

De acuerdo con el documento, las modificaciones planteadas para el impuesto sobre la renta buscan un mayor nivel de progresividad, de forma que la mayor contribución al aumento en la recaudación proceda de los estratos de mayores ingresos.

Es así como se propusieron dos escenarios: uno donde se aplica una tasa de 30% a los ingresos por encima de los 5.5 millones de colones y donde se agrega un tramo para ingresos en exceso de 7 millones de colones, sobre los que se cobraría una tasa del 35%. Esta modificación generaría una recaudación adicional de más de 19 mil millones de colones.

El otro escenario aplica una tasa de 25% a ingresos superiores a 3 244 001 colones y hasta un total de 4 325 000 colones. Ingresos superiores a este último monto y hasta 5.5 millones de colones pagarían un 30%. A ingresos superiores a 5.5 millones de colones se les aplicaría una tasa del 35%. Esto generaría una recaudación adicional anual de más de 35 mil millones de colones.

Cortesía del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica.

De esta manera, al combinar un IVA del 11% con una Canasta Básica Reducida y el segundo escenario del impuesto de renta, el Estado obtendría más de 94 mil millones de colones de recaudación adicional. Esa cifra podría duplicarse si se mantiene la segunda propuesta del impuesto sobre la renta unida con un IVA del 12%.

“El IICE comprende que la tarea de manejar un país en las actuales condiciones de pandemia constituye una labor totalmente inédita y que acarrea dificultades de enormes proporciones. También el IICE tiene claro que el proceso actual ha generado consecuencias lamentables para una parte importante de la población y que el establecimiento de nuevos impuestos puede afectar a algunos sectores de la población. Sin embargo, la opción de reducir el IVA genera un beneficio considerable para un sector amplio de la población”, concluye el documento.

Puede consultar el documento de propuestas en este enlace: http://ucr.cr/r/INYu

Fernando Montero Bolaños
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Derechos de las personas de la región en el 2020: ¡De mal en peor!

En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, SURCOS comparte la siguiente declaración de la Red de Organizaciones de Personas con Discapacidad de Centroamérica y El Caribe (REDODICEC):

Declaración de REDODICEC en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad

Derechos de las personas de la región en el 2020: ¡De mal en peor!

La Junta Directiva de la Red de Organizaciones de Personas con Discapacidad de Centroamérica y El Caribe (REDODICEC), con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, emite la siguiente Declaración:

1) Considerando que Centroamérica ha enfrentado en este año 2020 una situación muy dura, difícil y desafiante como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, los huracanes y otros eventos meteorológicos.

2) Estimando que todo indica que el cambio climático, cuya responsabilidad mayor recae en los países más ricos e industrializados, ha mostrado su peor rostro en las costas y territorios de los países centroamericanos, a través de la sucesión de eventos meteorológicos, que han generado devastación, dolor y muerte así como mayor pobreza y exclusión social.

3) Considerando asimismo que los huracanes Eta e Iota han dejado una marca devastadora y trágica, particularmente en Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, pero también han generado daños en Panamá, Belice y Costa Rica, y que han afectado directa y severamente a alrededor de 4 millones de personas, que unas 400.000 personas han tenido que ir a albergues, que las pérdidas económicas podrían alcanzar los 5.000 millones de dólares, que han ocasionado casi tres centenas de muertes, que han destrozado viviendas, puentes y otras edificaciones, y que han anegado y dañado extensos campos de cultivo y cosechas, entre muchos otros de los daños ocasionados.

4) Valorando que la pandemia de la Covid-19 ha generado una prolongada y severa crisis sanitaria en Centroamérica y República Dominicana, con más de seiscientas mil personas contagiadas y más de 15 mil personas fallecidas, y que todavía no tiene un horizonte definido con respecto a su finalización.

5) Analizando que la combinación entre pandemia y huracanes, han tenido y tienen un peligroso efecto en la multiplicación de los contagios de la Covid-19, por obligar a millares de personas a hacinarse en refugios, que no presentan las mejores condiciones para el distanciamiento físico y la higiene.

6) Asumiendo que esta devastadora suma de factores han agravado la crisis económica que han venido enfrentando los países de la región centroamericana y el Caribe, y han empujado a más personas a la pobreza y extrema pobreza, y ha acentuado peligrosamente la desigualdad social.

7) Teniendo presente que dentro de este marco desolador de efecto combinado entre pandemia y huracanes, cientos de miles de personas con discapacidad, especialmente, de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, han visto agravada su situación de exclusión y aislamiento social.

8) Estimando que el aislamiento histórico que ha afectado a las personas con discapacidad de la región, se ha profundizado y ampliado como consecuencia de la pandemia, que ha puesto en evidencia la enorme brecha digital que enfrentan las personas con discapacidad y que tiene efectos en el acceso a la educación virtual, el teletrabajo y todos los servicios que se ofrecen exclusivamente en línea.

9) Teniendo en cuenta que las recomendaciones emitidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante la situación de mayor vulnerabilidad de las personas con discapacidad ante la pandemia, particularmente, en lo referente a consulta y participación, no han sido tomadas en cuenta, en forma efectiva, por los Estados de la región.

10) Concluyendo que la preocupante situación de los derechos de las personas con discapacidad de los países de la región centroamericana y caribeña, reflejada en distintos informes previos a la pandemia, sin duda se agravará al cerrarse este año 2020, como consecuencia de la falta de compromiso y decisión política de los Gobiernos y Estados de la región para convertir las normas de derechos humanos en políticas públicas inclusivas.

Ante esta situación y el conjunto de argumentos y razones expresadas, REDODICEC:

  1. Demanda que los gobiernos apliquen, con rigor, las recomendaciones de la ONU relacionadas con las personas con discapacidad, que son las siguientes:
  2. Asegurar la incorporación de la discapacidad en todas las actividades de respuesta a la Covid-19 y recuperación posterior, junto con medidas específicas.
  3. Asegurar la accesibilidad de la información, las instalaciones, los servicios y los programas en la respuesta a la Covid-19 y la recuperación posterior.
  4. Celebrar consultas sustantivas con las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan y asegurar su participación activa en todas las fases de la respuesta a la Covid-19 y la recuperación posterior.
  5. Establecer mecanismos de rendición de cuentas para asegurar la inclusión de la discapacidad en la respuesta a la Covid-19.
  6. Solicita vehementemente a los países desarrollados, que incrementen la cooperación para los países de Centroamérica y el Caribe, con el fin de que puedan atender la difícil situación económica y social, generada por los huracanes y la pandemia, priorizando a las personas en situación de pobreza y exclusión social, particularmente a las personas con discapacidad.

III. Solicita asimismo a la ONU que realice un pronto y eficaz ajuste a la Agenda 2030-ODS, en el plano general, con respecto a los devastadores efectos económicos y sociales de la pandemia para los países del sur y, particularmente, para las personas con discapacidad, cuya situación de exclusión y pobreza, se ha incrementado significativamente.

  1. Pide al Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que elabore y aplique un amplio plan de contingencia para apoyar a los países centroamericanos y a República Dominicana, que coadyuve en sus esfuerzos y acciones para enfrentar los graves efectos sociales que deja la pandemia.
  2. Exige a los Gobiernos de los países de la región que no conviertan a la pandemia de la Covid-19, en una justificación para eliminar o reducir la asignación de recursos presupuestarios destinados a programas sociales, al acceso a los servicios de salud y de rehabilitación, a la educación, a la promoción del empleo y al apoyo a las personas con discapacidad y sus familias, particularmente las que viven bajo condiciones de pobreza y extrema pobreza.
  3. Solicita a los Estados de la región que establezcan un impuesto a las grandes empresas y a las grandes fortunas para que contribuyan a atender las necesidades de las personas pobres, particularmente, las personas con discapacidad, asegurando un Ingreso Básico Universal (IBU).

VII. Pide igualmente a los países de la región que con recursos propios y de la cooperación internacional, desarrollen acciones inmediatas para reducir la brecha digital, que afecta severamente a las personas con discapacidad, sometiéndolas a situaciones de aislamiento y desventaja para su desarrollo e inclusión social.

VIII. Demanda a los Estados de la región que no debiliten sus esfuerzos en cumplir la normativa (nacional e internacional) en materia de los derechos de las personas con discapacidad, ya que de hacerlo se ampliaría la de por si amplia brecha en discriminación y exclusión social.

  1. Solicita, por último, a los Estados y Gobiernos de Centroamérica, que en el 2021, año del Bicentenario de la Independencia, realicen el mayor de los esfuerzos para impulsar políticas inclusivas, que aseguren una vida más digna, independiente y más justa para las personas con discapacidad.

¡Sin acción, no hay derechos!
Junta Directiva, Red de Organizaciones de Personas con Discapacidad de Centroamérica y El Caribe (REDODICEC)

 

Compartido a SURCOS por Luis Fernando Astorga.

Encíclica “Hermanos todos”: Palabras justas y potentes del Papa Francisco

Luis Fernando Astorga Gatjens,
luferag@gmail.com

El 3 de octubre del año en curso, el Papa Francisco dio a conocer su tercera encíclica bajo el título: “Hermanos todos” (“Fratelli Tutti”). Se trata de una bocanada de aire fresco en estos difíciles tiempos que corren en nuestro país y en todo el mundo.

Como lo indica el Papa en su esclarecedora encíclica, “cuando estaba redactando esta carta, irrumpió de manera inesperada la pandemia de Covid-19 que dejó al descubierto nuestras falsas seguridades”. Nunca antes en tiempo cercanos, la humanidad se ha mostrado tan frágil, en ofrecer una respuesta unificada, basada en la colaboración. “Más allá de las diversas respuestas que dieron los distintos países, se evidenció la incapacidad de actuar conjuntamente. A pesar de estar hiperconectados, existía una fragmentación que volvía más difícil resolver los problemas que nos afectan a todos”, diagnosticó el Pontífice latinoamericano. El individualismo le ha estado ganando la partida al esfuerzo solidario.

En varios de los 287 numerales que componen el documento, el Papa Francisco critica las políticas neo-liberales, que han posibilitado la concentración de la riqueza en pocas manos al mismo tiempo que mayorías se empobrecen y se hacen más amplias las desigualdades sociales. “El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente”, advierte sabiamente el Papa.

Esta idea que venía preconizando el Papa antes de la pandemia, ha cobrado mayor sentido en estos días de grave emergencia sanitaria. Las políticas neo-liberales destruyeron completamente o debilitaron los sistemas de salud pública en muchos países. Y ahora ante la emergencia, esos países han contado con bases más débiles para enfrentar la devastadora epidemia universal.

Si en Costa Rica, se hubiesen impuesto este tipo de políticas en el campo de la salud, la Caja se hubiera convertido en una institución menor, en peligro de extinción, mientras tanto hubieran ganado protagonismo empresas privadas vendedoras de seguros, convirtiendo la salud no en un derecho para todas y todos sino en un artículo meramente lucrativo. Independientemente de las políticas adecuadas o erradas del Gobierno para la atención de la pandemia, el contar con la Caja es clave para salir adelante en el horizonte de incertidumbre que tenemos por delante y una vez que sea superada la emergencia sanitaria.

La encíclica exhorta a los gobiernos y a los gobernantes a impulsar políticas y acciones, basadas en la fraternidad y la hermandad. Sólo juntos podemos salir adelante como pueblos, es el mensaje del Papa. Lo que dice esta voz sabia, potente y sensata, ante la grave crsis que enfrenta el país, debe ser tomado en cuenta por el Ejecutivo, por las y los diputados, y por el sector empresarial, particularmente, por aquellos empresarios que han venido eludiendo y evadiendo el pago de impuestos.

Es seguro que, si hubieran pagado con rigor y puntualidad, el país no estaría obligado a acudir a préstamos como los que se le han solicitado el FMI. El Gobierno y el Ministerio de Hacienda deben echar mano a la lo que dice la ley y aplicar acciones para erradicar estas prácticas evasivas y elusivas. Por su parte, la Asamblea Legislativa debe analizar a fondo este tema, para determinar si las herramientas legales existentes deben mejorar para erradicar la evasión y la elusión fiscal; más allá de la falta de voluntad que ha prevalecido en diferentes administraciones, para atender el problema.

Un gobierno que no ha hecho lo que debe para obligar al pago de impuestos existentes, propone nuevos tributos en el marco de negociación de los préstamos con el FMI. Mientras tanto, empresarios que eluden y evaden su pago, levantan la voz exigiendo no más impuestos y pretenden seguir imponiendo sus ideas neo-liberales de reducir al máximo el Estado, aunque eso signifique la desaparición o debilitamiento de programas sociales que hoy, con la pandemia, son más necesarios que nunca antes.

Realmente, para que los países puedan impulsar su desarrollo se requiere el contar con impuestos que se paguen dentro de un esquema de justicia tributaria, progresiva y justa, que tanto las personas como empresas, paguen en arreglo a sus ingresos reales, de manera transparente y eficiente. Se trata de políticas que aseguren la redistribución de la riqueza como un componente clave para la estabilidad y la paz social del país.

“El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día”, es un oportuno y atinado consejo de la encíclica papal, en estos días donde el pesimismo doblega a la esperanza, donde el egoísmo somete a la fraternidad.

Nos unimos al clamor mundial del Premio Nobel de la Paz a la brigada médica cubana Henry Reeve

Los abajo firmantes; trabajadoras, trabajadores, educadores, organizaciones sociales, líderes y lideresas costarricense solicitamos al Comité del Noruego del Premio Nobel de la Paz 2020. Para que en esta oportunidad le sea otorgado a la Brigada Médica Cubana Henry Reeve por su entrega generosa de servicio y solidaridad sin fronteras. Principalmente en esta gran cruzada humanitaria contra la pandemia del Coronavirus-COVID-19 y otros desastres naturales.

Cabe destacar que, “…con más de ocho mil profesionales en las ciencias de la salud, se han hecho presentes en 22 países, a nivel mundial, en los que 28 brigadas han enfrentado los efectos de inundaciones, huracanes, terremotos y epidemias”. Igualmente, con gallardía, solidaridad y un gran espíritu humanista, han estado enfrentado el ébola en Liberia, Sierra Leona y Guinea en 2014, méritos suficientes para que la humanidad entera le rinda tributo a estos hijos de Cuba, otorgándoles el Premio Nobel de Paz, hoy solo nos sobra decir la “La solidaridad es la ternura de los pueblos” y el pueblo cubano con su Brigada Médica Henry Reeve, es la ternura de la solidaridad

  1. Sindicato de empleadas(os) de la Universidad de Costa Rica-SINDEU
  2. Movimiento pedagógico “Lápiz sin permiso”
  3. Alfonso Pardo Martínez – Educador – Periodista
  4. MBA- Ana Lucia Miranda Carballo- educadora
  5. Trino Barrantes Araya, Profesor Pensionado
  6. Ana Cecilia Jiménez Arce, Presidenta Asociación Costarricense de Derechos Humanos – ACODEHU
  7. Óscar Venegas Méndez, Artista Plástico
  8. Annegrete Franzen, Internacionalista y Defensora Derechos Humanos

 

Enviado a SURCOS por Trino Barrantes.