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Etiqueta: crisis

Crisis en Finca Dos de Guácimo: familias afectadas por temporal y abandono institucional

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

Desde Finca Dos de Guácimo nos reportan la grave situación que enfrentan las familias debido a los recientes temporales. Las afectaciones en la producción agrícola y el deterioro de su calidad de vida reflejan una realidad alarmante, marcada por la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable.

El principal problema es la contaminación de los pozos, que ha dejado a las familias sin una fuente segura de agua. Las alternativas para conseguir agua potable son extremadamente limitadas: los caminos inundados dificultan el traslado y los ríos cercanos están contaminados. Aunque la opción más cercana es acudir al centro de Guácimo, esta resulta inviable para la mayoría debido a la distancia y las precarias condiciones de las vías.

Conflicto de tierras y falta de apoyo institucional

La situación se complica porque las tierras están en conflicto legal y no están inscritas formalmente. Esta irregularidad impide que las instituciones brinden ayuda, dejando a las familias en un estado de desprotección.

A pesar de los esfuerzos de líderes comunitarios, como las gestiones realizadas ante la Municipalidad de Guácimo para mejorar los caminos, el impacto del temporal ha retrasado los avances logrados.

Este conflicto no es nuevo. Desde hace 25 años, las autoridades competentes, incluyendo el Poder Judicial, han postergado una resolución sobre el estatus de estas tierras. Mientras tanto, la incertidumbre pone en riesgo la vida y el sustento de quienes dependen de estas parcelas para sobrevivir.

Los más afectados

Las familias campesinas que trabajan y viven en Finca Dos Ríos son las principales perjudicadas. Su esfuerzo por mantener la producción agrícola choca contra un panorama desolador: no tienen acceso a agua potable, carecen de electricidad, enfrentan caminos intransitables y no reciben el apoyo necesario para hacer frente a emergencias.

Es urgente que las instituciones tomen medidas concretas para resolver el conflicto de tierras y brindar asistencia inmediata a quienes más lo necesitan. La vida y el bienestar de estas familias no pueden seguir en el limbo.

La Cuarta Teoría Política: Un faro para reencontrar la vía costarricense

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Mauricio Ramírez Núñez.

Como docente e investigador en el área de Relaciones Internacionales, ha sido un honor tener la oportunidad de entrevistar hace un tiempo al profesor, geopolítico y filósofo ruso Alexandr Dugin, uno de los intelectuales más influyentes del mundo no occidental. Sus ideas no solo han moldeado el pensamiento político de la Rusia contemporánea, sino que también han impactado a numerosos pensadores a nivel global, incluido en Occidente. Paradójicamente, en estas tierras que se proclaman defensoras de la libertad de expresión y de conciencia, su obra ha sido objeto de censuras que contradicen estos principios.

Uno de los aportes más importantes del profesor Dugin, a quien además tuve el agrado de conocer personalmente en Moscú, es su célebre Cuarta Teoría Política, una propuesta disruptiva y audaz que desafía el pensamiento político moderno occidental y sus tres grandes ideologías: comunismo, fascismo y liberalismo. Dugin sostiene que, ante el evidente desgaste de estas corrientes y sus inclinaciones totalitarias, es imprescindible una nueva teoría política que supere las limitaciones de una modernidad atea, materialista y marcada por un nocivo complejo de superioridad. Este modelo ha sido la herramienta central para consolidar la hegemonía política, ideológica y económica de Occidente durante los últimos 500 años, un dominio que su teoría invita a cuestionar radicalmente.

La Cuarta Teoría Política se fundamenta en la premisa de que la modernidad atraviesa una profunda crisis. Esta crisis se refleja en la pérdida de valores tradicionales, reemplazados por un sistema centrado en el materialismo, el consumo desmedido y la ausencia de propósito existencial. El nihilismo actual así lo demuestra en todos los campos. Se traduce, además, en la desintegración de las comunidades, el incremento de la desigualdad social y un vacío antropológico que despoja al ser humano de su conexión con los principios fundamentales que rigen el universo y la existencia misma. En esencia, la crisis de la modernidad es una crisis de sentido, un colapso de las bases éticas y espirituales que históricamente han dado dirección y significado a la vida de la civilización Occidental.

Esta teoría plantea la identidad como fundamento central de la organización política. Esta identidad se entiende como la pertenencia a una comunidad, una cultura y una historia compartidas. El profesor Dugin incorpora el concepto del Dasein o «ser-ahí», desarrollado por el filósofo alemán Martin Heidegger, reinterpretándolo en clave geopolítica para vincularlo al «ser-ahí» de cada pueblo y su desarrollo dentro del espacio y contexto que le son propios. La identidad, según esta visión, no solo nos define como seres humanos, sino que también nos otorga un sentido de pertenencia auténtico, en oposición a ideas impuestas desde posiciones de enunciación que se autoproclaman superiores. Cada pueblo posee su propio logos (racionalidad) y ethos (esencia cultural), los cuales deben ser respetados como expresión única de su devenir histórico y espiritual.

Las tres grandes ideologías de la modernidad han tenido como base sujetos históricos que, en última instancia, niegan a la comunidad y al pueblo como tal. En el fascismo, el sujeto histórico es el Estado o la raza; en el comunismo, la clase proletaria; y en el liberalismo, el individuo. Sin embargo, Dugin sostiene que estos paradigmas son insuficientes para enfrentar los desafíos contemporáneos, ya que fragmentan la esencia colectiva de las sociedades.

Por eso, el planteamiento de este filósofo ruso propone una simbiosis en la que el Dasein de cada pueblo, como sujeto político, sea el eje alrededor del cual giren tanto el Estado como el mercado. Todo ello debe estar fundamentado en las tradiciones y creencias genuinas de cada sociedad, capaces de resistir la manipulación y las imposiciones ideológicas de actores externos. La meta es que cada pueblo encuentre su propio camino hacia el desarrollo, respetando su identidad propia y fomentando relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo y la cooperación.

Dugin aboga por un verdadero mundo multipolar, donde las diferentes civilizaciones puedan coexistir sin la dominación de hegemonismos, y en el que la diversidad de creencias, culturas, saberes y filosofías se valore como una fortaleza que enriquezca a la humanidad en su conjunto. A continuación expongo un pequeño extracto de la entrevista que hice al profesor Dugin donde se refiere a la Cuarta Teoría Política:

“La Cuarta Teoría Política es precisamente la crítica radical del liberalismo y al mismo tiempo no tiene nada que ver ni con comunismo ni con fascismo, es la invitación para despertar la imaginación de los pueblos, de las sociedades, para imaginar, crear y proponer alguna cosa más allá del status quo. En las relaciones internacionales, este proyecto de la Cuarta Teoría Política, corresponde orgánicamente a la Teoría del Mundo Multipolar, donde América Latina debe fungir como un polo independiente y soberano, hay que pensar en la integración de los pueblos de toda América Latina basándose en su identidad profunda, tradicional y común para poder crear este polo de la multipolaridad para llevar a cabo esta tercer fase de la liberación latinoamericana que empezó con Bolívar y otros héroes de la región.

Esta es hoy la necesidad porque no es posible superar la unipolaridad actual con socialismo que no provoca ya el entusiasmo popular, o el sobre racionalismo por otro lado, que opone a unos pueblos contra otros y ayuda a los liberales a manipular a la gente. Hay que clarificar esa visión continentalista para desarrollar de manera más clara y transparente esta visión de un futuro común, que es más o menos, lo mismo que el euroasianismo en Rusia, porque en Rusia nosotros queremos juntar los pueblos euroasiáticos alrededor de un destino común. Lo mismo tiene que suceder en América Latina, donde pueda desarrollar su sentido de destino común diferente al de América del Norte, de Europa, de Rusia, del mundo Islámico, no es tampoco necesariamente pro ruso, la Teoría del Mundo Multipolar es objetiva, no sirve a los intereses de unos u otros, porque se trata de crear y defender esta identidad propia de cada civilización”.

Después de estas palabras del profesor Dugin, surgen muchas preguntas y un cúmulo de ideas que invitan a reflexionar sobre cada una de sus afirmaciones, especialmente en relación con el caso costarricense y la coyuntura histórica que enfrentamos. En un contexto de creciente polarización política y odio, la Cuarta Teoría Política se presenta como un llamado a redescubrir la vía costarricense, esa trayectoria histórica que ha hecho de nuestro país un lugar único, con una identidad y una historia propias.

Hechos como el Pacto de Ochomogo, el «comunismo a la tica”, las Garantías Sociales y la abolición del ejército son expresiones del ser-ahí profundo del pueblo costarricense, caracterizado por su solidaridad y su sentido de pertenencia a una matriz común. Estas lecciones del pasado nos recuerdan que nuestro desarrollo debe basarse en nuestra identidad, en nuestros valores, y no en modelos ni modas impuestas desde fuera. La reflexión de Dugin nos invita a pensar críticamente en nuestro propio camino, a fortalecer nuestra identidad y a retomar las raíces que han definido nuestro proyecto nacional. Es tiempo de construir un modelo que honre nuestra historia y proyecte a Costa Rica hacia un futuro auténtico y solidario, en armonía con nuestra propia historia, así como con nuestra esencia como pueblo.

Reflexiones acerca del ensayo Grupos de Presión en Costa Rica, tesis de grado (1967) del Dr. Oscar Arias Sánchez y la Costa Rica del Siglo XXI (2025)

MBA Lic. Luis Gilberto Martínez Sandoval, UTN.

Luis Gilberto Martínez Sandoval MBA Lic. Bach.
Académico Universitario Titular
Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera
Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales,
MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y
Negocios Internacionales.
Exfuncionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y, América Latina,
Escritor, Directivo JD SSN ANEP UTN, Científico Social
Contácteme: luis.martinez.sandoval@gmail.com
Cel. 506 62 76 41 33

Otto Arroyo Quesada

Otto Arroyo Quesada
Posgraduado en Marketing Harvard Busines School. Maestria en Alta Gerencia
Licenciado en Gestión de Empresas, Docencia y Pedagogía
Cerficado de Formación de Emprendedores e Innovación
Académico, Gestor de Tecnología y Emprendimientos,
Empresario Agroindustrial Ganadero
Amplia experiencia en gerencia con empresas transnacionales
dentro y fuera de Costa Rica
Contácteme: otto.arroyo66@gmail.com
Cel. 506 88239924

Fue la Tesis de grado de don Oscar Arias para optar por titulo de licenciado en Derecho, Universidad de Costa Rica. Estamos en la Costa Rica de setiembre de 1967 (hace 57 años). Un ensayo que se recomienda para publicar como libro en la Editorial Costa Rica en 1971. Con un preámbulo de Don Alberto Cañas que consideró un aporte valioso al estudio de la vida costarricense y de sus características.

Este valioso ensayo expone la inevitabilidad de los grupos de presión en el juego democrático, la aceptación y la generalización en Costa Rica en 1967. Se fundamenta la distinción entre grupo de presión y grupo de interés asi también los partidos políticos. “El partido pretende la conquista del gobierno y el grupo de presión los intereses específicos.” Con anterioridad a 1844 no existieron grupos de presión en Costa Rica. La producción y exportación de café generó el primer grupo de presión. Plantea el autor la primera premisa: “es indispensable,(…) reforzar la autoridad gubernamental, un Poder Ejecutivo vigoroso, una Asamblea Legislativa independiente y un un sistema de partidos fuertes y eficientes, constituyen la mejor garantía contra el peligro desintegrador que encierra el grupo de presión” Solo ello permitió a los legisladores, sustraerse a las presiones de las minorías organizadas. De alli, “ la necesidad de un adecuado liderazgo nacional de partidos que nos permita abandonar el personalismo característico de nuestra historia.”

La diferencia entre grupos de presión y los partidos políticos – sugiere el autor- que en nuestra realidad deben ser algo más “que simples clientelas agrupadas alrededor de un personaje influyente”. De allí que “no concebimos nuestra democracia sino en función de una fuerte competencia de partidos”.

En ese sentido, se pregunta (1967) el autor: “¿Qué es un partido político? El partido es, ante todo, un intento organizado de alcanzar el poder, su finalidad es gobernar. Y un grupo de presión se transforma en partido político cuando decide presentar candidatos a las elecciones con miras a la obtención de la función de tomar decisiones. Es posible pertenecer a más de un grupo, pero no a más de un partido político. La diferencia entre grupos de presión y partidos políticos, es muy clara en los regímenes bipartidistas pero pierde su sentido donde existe múltiples partidos.”

Para el autor, hay una proliferación de grupos de presión e interés. De allí la pregunta: ¿desde cuándo existen los grupos de interés en nuestro medio? Y entra de lleno a realizar un breve análisis de la historia costarricense abordando la raíz histórica de grupo de presión en Costa Rica que no se desarrolló sino hasta 1808 cuando el gobernador don Tomás de Acosta introdujo el café en Costa Rica. Surgiendo el grupo cafetalero y sus familias exportadores y comerciantes importadores y con ello el advenimiento del grupo cafetalero al poder convirtiéndose en el primer grupo de presión de Costa Rica. Antes de 1844 ningún sector de la población pudo acumular riqueza suficiente para la capitalización que los llevo a consolidar su posición económica a través de prerrogativas, monopolios, leyes proteccionistas, precios altos, salarios bajos. Incluyendo el derrocamiento de Juan Rafael Mora Porras y Alfredo González Flores.

Ha habido – nos dice el autor- una expansión de la administración pública costarricense y la creación de un Estado empleador que generó una enorme burocracia, nuevo fértil campo donde se ejerce influencia y donde hay una gran trabazón cada vez más compleja de intereses por parte de los grupos de presión e interés.

En ese escenario (1967) se preguntaba el autor: ¿Qué prefiere Costa Rica? Nosotros – él como representante en esa época del poder cafetalero y azucarero- “nos inclinamos por un sistema de partidos fuertes y disciplinados. Consideramos más democrático un país regido por partidos que uno regido por grupos.” “¿Y acaso no es el partido político un grupo? – se pregunta el autor- y responde: Advirtámoslo una vez más: preferimos una democracia de partidos políticos a una democracia de grupos de presión. Estos tienen derecho a ser oídos, pero no a gobernar.”

En cuanto a los grupos de presión y la opinión pública. Nos aclara: “la opinión pública no es más que la opinión privada de aquellos que tienen poder para difundirlo” por ello sugiere el autro “un régimen político de partidos fuertes en el cual los grupos cumplen únicamente una función complementaria.”

Finaliza el ensayo exponiendo la inevitabilidad de nuestros grupos de presión como un movimiento de reacción natural pero que esta en deuda con el campesino que desconoce la organización. Y nos da un dato fundamental: nuestros grupos de presión (1967) no reúnen sino a un porcentaje muy reducido de la masa total de interesados. Por ello, reitera es necesario un Poder Ejecutivo vigoroso, una Asamblea Legislativa independiente y un sistema de partidos políticos fuertes y eficientes para enfrentar a los grupos de presión o de interés. los partidos políticos son un poder de equilibrio y contrapeso que evita la anarquía caso contrario iríamos hacia un neofeudalismo de grupos de interés todopoderosos. “El personalismo político que por tanto años nos ha caracterizado, es producto directo del marcado individualismo que define el costarricense. Al pueblo le seducen los caudillos y tras de ellos ha ido desde la Independencia. En ese sentido preferimos- nos dice- una lucha de ideas a una pugna de personalidades.

Existe desde 1967 una inevitabilidad de los grupos de presión en el juego democrático y su aceptación en Costa Rica al amparo de nuestra idea de libertad. La democracia de hoy (1967) es una democracia de grupos. Es el grupo y no el individuo, el que posee ahora virtualidad suficiente para ser sujeto político. En nuestros días (1967) la política es una gran feria en que el grupo más fuerte y hábil compra mayor cantidad de mercancías: leyes, decretos, reglamentos etc. Hemos llegado a un grado de complejidad en que los grupos se hacen invisibles e imposibles de determinar. El poder en Costa Rica si puede ser localizado y medido. La democracia de hoy (1967) la llenan los PARTIDOS y los GRUPOS DE PRESIÓN. Y el dialogo ya no es de individuos si no de grupos y partidos. Y ello profundizó la democracia en Costa Rica.

Continuando con éste análisis permítasenos hacer una extrapolación. De 1967 a 2024 han pasado 57 años. Costa Rica construyo el Estado Benefactor (1948 – 1980) y del Modelo de Sustitución de Importaciones viramos hacia el Modelo Orientado a la Exportación con Régimen de Zonas Francas, TLC, Apertura Comercial y Desregulación Arancelaria (1980 a la fecha) Se da un marcado agotamiento del sistema político tradicional – bipartidismo tradicional-, el impulso al modelo neo liberal y el ascenso del multipartidismo con la llegada del PAC.

Releyendo el texto del Dr. Oscar Arias Sánchez en nuestros días podemos argumentar algunas ideas. La Generación del 48 se extingue con la muerte de don Pepe, don Daniel Oduber, don Luis Alberto Monge, entre otros que fueron socios fundadores del Partido Liberación Nacional con fecha 12 de octubre de 1951 en la finca “ La Paz” , de San Ramón. Fue en el mes de octubre 1975, cuando don Daniel Oduber nombra al joven Ministro de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica al Dr. Oscar Arias Sánchez, doctarado en la Escuela de Economía de Londres – que no era parte de la Generación del 48–

Recordemos que don Daniel Oduber pierde las elecciones 1966 – 1970. Precisamente por los grupos de interés y de presión en una campaña guiada por la táctica de la Gran Mentira, la irresponsabilidad de las afirmaciones y la lentitud de mecanismos para restablecer la verdad conducida por el partido político Unificación Nacional y el periódico – grupo de presión e interés- La Nación liderada por los gemelos hermanos Vargas Gené y el radioperiódico La Palabra de Costa Rica. Como también los principales señores del capital costarricense que se decantaron por don Mario Echandi afín a sus intereses. La propaganda antiliberacionistas fue brutal contra Liberación Nacional y don Daniel Oduber. Fue una técnica de intoxicación.Con información falsa. Algo similar ocurre en nuestros días de la internet y redes sociales.

Costa Rica desde 1951 es en parte guiada por la hegemonía del Partido Liberación Nacional – partido fuerte, disciplinado y vigoroso- hasta 1990 – Primer Gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez-. Y a partir de este último gobierno empieza el debilitamiento orgánico del Partido Liberación Nacional que llega con el Segundo Gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez, luego Laura Chinchilla y cierra con el hijo del caudillo: José María Figueres Olsen. La oposición sigue un mismo camino, primero Unificación Nacional, luego Coalición Unidad, posteriormente Partido Unidad Social Cristiana que se hunde con el hijo del otro caudilllo Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia: Lic. Rafael Ángel Calderón Fournier -– que no era parte de la Generación del 48-.

¿Qué tenemos hoy 2024 – 2026?

PRIMERO Un debilitamiento de los partidos políticos ideológicos, fuertes y eficientes dentro del anterior marco del Bipartidismo: Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana. Nuestros partidos tradicionales van rumbo a la disolución, desintegración o destrucción. Un nuevo multipartidismo en crisis generado por la emergencia del Partido Acción Ciudadana, PAC, que esta en profunda crisis, estado de coma y posible disolución orgánica. Tenemos partidos testimoniales con candidaturas testimoniales que solo llegan como diputados a la Asamblea Legislativa y su aporte es nada significativo.

SEGUNDO Aquí esta el problema sustancial de nuestra democracia costarricense del año 2024 rumbo a elecciones 2026. Nos referimos al auge y ascenso ante el vacío de poder que están tomando los grupos de presión e interés en nuestros días, altamente peligroso para el juego democrático representativo de partidos políticos que tienen el monopolio de la representación electoral.

Bien lo expuso en 1967 el Dr. Oscar Arias Sánchez: “es indispensable,(…) reforzar la autoridad gubernamental, un poder ejecutivo vigoroso, una asamblea legislativa independiente y un un sistema de partidos fuertes y eficientes, constituyen la mejor garantía contra el peligro desintegrador que encierra el grupo de presión” De allí, “ la necesidad de un adecuado liderazgo nacional de partidos que nos permita abandonar el personalismo característico de nuestra historia.” “Los grupos de presión deben tener límites.” De allí que “no concebimos nuestra democracia sino en función de una fuerte competencia de partidos”. Y, “eso frena que un grupo de presión se transforme en partido político cuando decide presentar candidatos a las elecciones con miras a la obtención de la función de tomar decisiones”. En nuestros días asistimos al nacimiento de grupos de presión o interés que se están transformado en PARTIDO POLÍTICO UBER – Con un Socio Conductor – llamémosle Financista- que se encuentra cerca de ti, acepta tu solicitud de viaje y te lleva a donde quieras ir, de forma fácil, cómoda y segura.- En sustancia no son verdaderos partidos políticos con trayectoria sino un vehículo para asaltar el poder político y solo irían por un fin único el del grupo de presión o interés.

Se estiman 47 partidos inscritos o en proceso de inscripción en el TSE CR para las elecciones del 2026. Nos preguntamos: ¿Son grupos de presión o de interés buscando camuflarse como partidos políticos para tomar el poder? O ¿Son nuevos partidos políticos del tipo UBER descrito supra?. El Tribunal Supremo de Elecciones debería intervenir para estabilizar el sistema político electoral de cara 2026. Hay que cambiar el Código Electoral de Costa Rica.

TERCERO En el actual escenario (2024) nos preguntamos: ¿Qué prefiere Costa Rica? Nosotros nos inclinamos – igual que lo expuesto (1967) por el Dr. Oscar Arias Sánchez- por un sistema de partidos políticos por que consideramos más democrático un país regido por partidos políticos que uno regido por grupos. En ese sentido, Costa Rica requiere con urgencia dos grandes bloques de partidos políticos que estabilicen el sistema político electoral costarricense. Preferimos una democracia de partidos políticos a una democracia de grupos de presión para evitar la ANARQUÍA hacia un neofeudalismo de grupos de interés todopoderosos que destruirán nuestra democracia social que ha costado siglos de construcción. No debemos dejar de lado que los sistemas políticos pasan por tres fases: estables, inestables y caóticos.

El debilitamiento de los partidos tradicionales y emergentes: PLN, PUSC, PAC a generado un vacío de poder que nos esta llevando hacia CAOS, CONVULSIÓN, CRISIS Y NUEVA GUERRA CIVIL EN COSTA RICA. Estamos a un paso de guerra civil en un nuevo escenario de economía digital virtual guiada por el poder de las redes sociales y el individuo no partidario dado el deterioro de la base institucional costarricense o en las amenazas al sustrato democrático del sistema político: los partidos políticos. Es por ello que se hace necesario un conglomerado – clúster político partidario– donde estén el PLN, PAC, FA, los centros izquierdas o izquierda modera o extrema y otro conglomerado – clúster político partidario – donde se integren los centros derechas, derecha, derecha extrema o bien ultraderecha. Dos grandes clúster políticos partidarios para sostener la estabilidad del sistema político, cultural, económico y social de Costa Rica en el Siglo XXI. Tienen la palabra los distintos líderes de esas agrupaciones políticas citadas.

CUARTO Con la llegada al planeta en los 90s de World Wide Web (WWW), y en nuestros días las redes sociales asistimos a la muerte de las democracias y las dictaduras. Estamos en la era del final de la democracia. Son tiempos apocalípticos para las democracias. Para todos los partidos politicos tradicionales son una amenaza y un debilitamiento de sus estructuras. La inestabilidad y caos es el nombre del juego junto a liderazgos caudillistas, personalistas, populistas que llevaran a desaparecer a nuestra democracia. Agreguemos que el objetivo a cuestionar por los grupos de presión e interés es la separación de poderes, entonces estamos a un paso del abismo dado que nuestra democracia apostado históricamente por la separación de poderes. Lo anterior, esta en la agenda de los GRUPOS DE PRESIÓN E INTERÉS en Costa Rica.Hay premeditación de parte de estos grupos. Esto esta siendo conducido. Recordemos la campaña la GRAN MENTIRA que le aplicaron a don Daniel Oduber en su primera candidatura. Algo similar pero más profundo dado el uso de las redes sociales esta sucediendo en el lado oscuro de Costa Rica.

La manera de hacer política ha cambiado. Las redes sociales reúnen a la gente y la concentran en grupos de presión e interés: Facebook, Tik Tok, WhastApp, Twiteer. Y allí todo es verdad y nadie puede estar en oposición o desacuerdo. El ‘Me gusta’ o los “Likes” es más importante que el análisis científico, los datos y los hechos concretos. Informar ya no interesa. Hoy se “trata de enganchar a la gente”. Todo es manipulable. Y quienes buscan destruir nuestra democracia usan sin asco las redes sociales generando polarización política, cultural , económica y social. Las generaciones Z – nacidos en los 90s- que no vienen de la Generación del 48, ni que vivieron el Bipartidismo, quizás una cola del multipardismo en Costa Rica son mas propensas a la manipulación dado su aislamiento tecnológico del mundo exterior. Ningún Directorio Político o Comité Ejecutivo del PLN, PUSC, PAC, FA otros la vio venir. Encerrados en su torre de marfil, su arca de la alianza, su santo grial, su atalaya, y dada su actitud de dioses y diosas del Olimpo no percibieron que la realidad concreta dio un giro de 360 grados de 1990 a la fecha.

A MODO DE CONCLUSIÓN

La Costa Rica del Siglo XXI, específicamente la sociedad actual va rumbo al caos, convulsión, crisis y una nueva guerra civil (2025-2026) muy diferente a la Guerra Civil de 1948 – que en sustancia se dio por el respeto al sufragio electoral-. Y, esto no lo para ninguna Asamblea Nacional Constituyente – organismo colegiado que tiene como función reformar o redactar la Constitución.- Sería altísimamente peligroso convocarla dado que la infiltración de grupos de presión e interés – partidos políticos UBER- serían las personas o representantes del pueblo que tendrían a su cargo dictar la ley fundamental de organización de un Estado o modificar la existente». Sin partidos políticos no se puede convocar a ninguna Asamblea Nacional Constituyente.

Como bien lo dejó por escrito el Dr. Oscar Arias Sánchez, en su tesis de grado 1967 y vigente para la Costa Rica del 2025: “Necesitamos un sistema de partidos políticos fuertes y eficientes para enfrentar a los grupos de presión o de interés. los partidos políticos son un poder de equilibrio y contrapeso que evita la anarquía caso contrario iríamos hacia un neofeudalismo de grupos de interés todopoderosos.”

La peligrosa trampa de los liderazgos mesiánicos y autocráticos

Henry Mora Jiménez

Un líder mesiánico es una persona que se presenta o es percibida como un salvador o redentor, capaz de resolver todos los problemas y traer prosperidad, justicia y armonía a una sociedad.

En el ámbito político (el que aquí nos interesa) un líder mesiánico y autocrático suele surgir en momentos de crisis y desesperanza, utilizando retóricas populistas y demagógicas para ganarse el favor popular, presentándose como la única solución viable para los problemas de la sociedad.

Estos líderes a menudo prometen cambios radicales y soluciones milagrosas, apelando a las emociones y esperanzas de la gente y buscando constantemente chivos expiatorios para descalificar e inculpar.

Para entender la aparición de un líder mesiánico en el contexto político de un país como Costa Rica hay que analizar cómo este tipo de liderazgo influye y es influido por la dinámica social y política. Algunos puntos clave que deben considerarse son los siguientes:

Contexto de crisis: Los líderes mesiánicos suelen emerger en tiempos de crisis económica, social o política, sean estas crisis abiertas o prolongadas. La desesperación y el descontento de la población crean un terreno fértil para que estos líderes ganen apoyo. En Costa Rica enfrentamos una prolongada crisis social desde inicios del siglo XX, marcada por el fuerte crecimiento de la desigualdad y la inexistencia de opciones de ascenso social para la población más desfavorecida (aunque sí para aproximadamente un quinto de la población), lo que fue profundizado por los efectos de la Covid-19 y la escasa respuesta de los gobernantes de turno a temas como empleo y pobreza. Además, desde hace al menos 20 años vienen creciendo la frustración social y las esperanzas repetidamente malogradas.

Retórica populista y demagógica: los líderes mesiánicos utilizan un lenguaje sencillo y emocional que resuena en sectores significativos de la población. Prometen soluciones rápidas y radicales a problemas complejos, lo que puede ser muy atractivo para aquellos que buscan un cambio inmediato. A menudo, estos discursos también apelan a valores conservadores aceptados por buena parte de la población.

Centralización del poder: la promesa de soluciones radicales a menudo viene acompañada de propuestas que pretenden concentrar el poder en sus manos, acusando y debilitando a las instituciones democráticas y a los mecanismos de control y el equilibrio de poderes, lo que no siempre se percibe como el camino hacia un gobierno autoritario.

Polarización social: otro rasgo central de estos líderes es que necesitan dividir a la sociedad en “nosotros” contra “ellos”, creando enemigos internos o externos para unificar a sus seguidores y desviar la atención de los problemas internos que, a fin de cuentas, casi nunca logran resolver. Estos enemigos creados pueden ser instituciones (que algunas veces, en efecto, no cumplen bien su papel) o representantes de sectores sociales que ven como un obstáculo para su cometido: líderes sindicales, ecologistas, dirigentes políticos, etc.

Carisma personal: Suelen ser individuos carismáticos que inspiran lealtad y hasta devoción entre algunos de sus seguidores. Su personalidad desgarbada, chabacana y confrontativa y su constante presencia pública en los medios y en las comunidades son fundamentales para mantener el apoyo popular alcanzado. En ocasiones, algunos medios de comunicación sirven de trampolín para este propósito.

Chivos expiatorios: en su batalla de “nosotros” contra “ellos” muchas veces recurren a chivos expiatorios a los que culpan por los males de la sociedad y que sólo “barriéndolos” sería posible hacer cumplir sus promesas. Es frecuente que se refieran públicamente a estos chivos expiatorios como élite, casta, zánganos, corruptos, idiotas, dinastía, etc. Y aunque es harto frecuente que en las sociedades actuales existan vividores de la política, lo que estos líderes no dicen es que cambian una élite por otra y a unos corruptos por otros.

Enfrentar a un líder mesiánico que goza de popularidad puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que resultan posibles:

Fortaleza de las instituciones democráticas: Cuando las instituciones democráticas son fuertes y funcionan correctamente es más sencillo confrontar a los líderes mesiánicos y autócratas. Esto incluye, entre otros, un poder judicial independiente y eficaz, órganos contralores con credibilidad, medios de comunicación libres y plurales y una sociedad civil activa frente a la amenazas. Si estas instituciones presentan importantes debilidades o han sido cooptadas por poderes centrales o grupales, es imperativo impulsar su reforma para garantizar su idoneidad y credibilidad.

Educación y conciencia pública: Promover la educación y la conciencia sobre los peligros del mesianismo político es esencial. Esto pasa por informar fehacientemente a la población sobre la importancia de las instituciones democráticas y los riesgos de concentrar el poder en una sola persona. Se puede recurrir, por ejemplo, a experiencias de otros países que hayan caído en la trampa del mesianismo político y que hayan pasado por experiencias traumáticas.

Fomentar el debate y la participación ciudadana: Crear nuevos espacios para el debate abierto y la participación ciudadana, empoderando a la ciudadanía. Esto puede incluir foros comunitarios, debates públicos y plataformas en línea (un simple chat de WhatsApp por ejemplo) donde las personas puedan expresar sus opiniones y preocupaciones sobre el curso del país o sobre temas específicos. Los medios de comunicación alternativos son fundamentales para este propósito, ya que la prensa tradicional suele representar intereses que a veces concuerdan con los de los líderes mesiánicos. Y desde luego, la activa participación en redes sociales resulta fundamental.

Transparencia y petición de cuentas: Cuando el líder mesiánico ya está instalado en el gobierno, es importante exigir transparencia y rendición de cuentas, incluyendo mecanismos para que los ciudadanos puedan supervisar y evaluar las acciones del gobierno. Estos líderes muchas veces viven en permanente campaña política y abierta o solapadamente ignoran su responsabilidad de rendir cuentas.

Promover liderazgos alternativos: Promover nuevos liderazgos democráticos alternativos que contrarresten el liderazgo mesiánico y que representen soluciones creíbles y sostenibles a los problemas del país. Estos nuevos liderazgos deben ser capaces de inspirar confianza y ofrecer una visión positiva y constructiva, alejada del populismo y la demagogia.

Desmontar el discurso populista y demagógico: es fundamental contrarrestar el discurso populista y demagógico con hechos y argumentos racionales, desmintiendo los cantos de sirena sin sustento real y los pobres o nulos resultados de un gobierno conducido por un líder mesiánico y autocrático. Sin embargo, hay que tener siempre presente que el lado emotivo de la conducta humana siempre juega un papel fundamental.

Fortalecer las distintas instancias de la Sociedad Civil: apoyar con hechos a las organizaciones de la sociedad civil que luchan en la defensa de los derechos humanos, la democracia y la justicia social. Tomar conciencia de sus propuestas, valorar positivamente sus esfuerzos y reconocer sus luchas, por lo general ignoradas o vilipendiadas por los representantes del poder autocrático.

Fomentar la unidad en la diversidad: es imperativo trabajar para reducir la polarización y fomentar la unidad de los sectores que adversan el camino mesiánico. Esto puede incluir iniciativas que promuevan el dialogo y la cooperación entre diferentes grupos sociales y políticos, incluidas las alianzas electorales. A veces una sola idea fuerza puede catapultar la unidad, pero por lo general esta unidad debe fraguarse en la diversidad de intereses y credos.

UCR: Una fuerza multisectorial alza su voz para defender la educación pública y los derechos sociales en Costa Rica

Marcha nacional: “Educación hoy, paz mañana”

Ante la dramática crisis educativa que vive el país, miles de personas marcharon este 28 de agosto por las calles de San José, en respuesta al llamado de más de 70 organizaciones sociales y productivas, así como de las universidades públicas, por un Pacto Nacional por la Educación

Con una movilización nacional multisectorial por las calles de la capital este 28 de agosto, las organizaciones agrupadas en la Mesa Nacional de Diálogo y otros sectores de la sociedad civil dan de nuevo la lucha por reactivar el proceso del Pacto Nacional por la Educación Pública. Este proceso inició el 20 de junio del 2023, con el objetivo de mejorar las condiciones del sistema educativo del país y, además, promover cambios sociales urgentes y una transformación tributaria justa.

Por medio de esta nueva movilización, la Mesa Nacional de Diálogo advierte una vez más que la actual crisis educativa es parte de una crisis más amplia que afecta los servicios de salud, el sector agroalimentario, el abastecimiento de agua potable, la seguridad ciudadana, el medio ambiente y los derechos humanos, sociales y laborales en todo el país.

El lema «Educación hoy, paz mañana» fue la consigna bajo la cual marcharon miles de personas en la capital, del Parque de la Merced a la Plaza de la Democracia y del Pretil de la Universidad de Costa Rica a la sede central de la Universidad Estatal a Distancia en Sabanilla, a las 8:00 a. m.

El comunicado oficial de los organizadores indicaba que “se busca incorporar una agenda amplia que incluya diversas demandas territoriales y locales, y demostrar que la más grande tarea cívico-política de nuestro tiempo es la transformación tributaria estructural para atacar de raíz el principal problema de la actualidad: la desigualdad”.

Por tanto, las movilizaciones convocadas para este 28 y 29 de agosto no se limitan a una lucha en defensa del sistema educativo costarricense, pues aglutinan una agenda social muy amplia. Entre las principales demandas está el cumplimiento del mandato constitucional de destinar el 8 % del PIB a la educación pública.

Todos los sectores se reunieron en la Plaza de la Democracia, donde presentaron a la Asamblea Legislativa la propuesta del Pacto Nacional, en el contexto de la discusión del presupuesto para la educación nacional, el cual en este 2024 se ve en manos de los legisladores, tras la imposibilidad del Poder Ejecutivo de llegar a un acuerdo con las universidades públicas.

Documento del Pacto Nacional por la Educación,dirigido a la Asamblea Legislativa, Poder Ejecutivo y Defensoría de los Habitantes

Estudiantes de primaria, secundaria y de universidades públicas  entregaron al presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, y a varios legisladores presentes, un documento con las principales demandas y propuestas para reactivar el proceso de diálogo y concertación que permita alcanzar un Pacto Nacional por la Educación Pública.

En el documento dirigido al presidente de la República, a la Asamblea Legislativa y a la Defensoría de los Habitantes, los organizadores de la movilización manifiestan que “Urgen soluciones ante las distintas causas y manifestaciones de la actual crisis educativa”.

El documento continúa señalando que “la inversión en educación se redujo en el 2023 a un 5,2 % del PIB, a pesar de que la Constitución Política es clara en que debe destinarse el 8 % del PIB al sistema educativo en todos sus niveles. Esta reducción  significa un retroceso de casi 20 años. Si no se cambia el actual rumbo, se continuará profundizando el deterioro, no solo en todos los niveles del sistema educativo, sino que también disminuirá la productividad, la calidad en el talento humano y el bienestar de la sociedad en general, empeorando así la desigualdad, la exclusión social, la violencia y el autoritarismo”.

Rodrigo Arias Sánchez

El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, recibe a los marchistas de este 28 de agosto. Marcha Educación hoy, paz mañana.

Las organizaciones agrupadas en la Mesa Nacional de Diálogo proponen un mecanismo de enlace ciudadano que acompañe la discusión del presupuesto para educación en la Asamblea Legislativa. También lanzarán una consulta ciudadana a través de un formulario en línea, en el cual personas y organizaciones de todo el país podrán proponer sus ideas para fortalecer el sistema educativo.

La movilización nacional continuará este 29 de agosto con acciones regionales, culturales y propositivas en Limón, Río Frío, Liberia, Nicoya, Pérez Zeledón, El Palmar, Ciudad Neily, San Vito, San Carlos, Upala, Puntarenas, Quepos y San José.

María Encarnación Peña Bonilla
Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR

¿Crisis o tragedia?

Por Arnoldo Mora

Arnoldo Mora

Bien hacen los que, en gesto patriótico, desenmascaran a quienes, desde el poder, atropellan las instituciones democráticas que sustentan nuestro Estado de Derecho. Los apoyo de corazón. Pero esto no basta. La tragedia que Costa Rica, estupefacta, está viviendo ante los desmanes del actual residente de Zapote – el apelativo honroso de “presidente” de una nación democrática, le queda muy pero muy grande a este improvisado que hoy (des)gobierna a nuestra querida Patria – debe ser analizada a la luz de nuestra historia. Eso da para escribir un libro entero; aquí tan sólo pretendo esbozar sus grandes líneas.

La forja de una nación se da en tres etapas. Nace como “pueblo”, se desarrolla como “nación” y se institucionaliza formalmente con la creación del Estado Nacional. Con una madurez impresionante, Costa Rica lo logró antes que otras naciones del entorno y por medios – lo cual es aún más impactante- eminentemente políticos, es decir, con un mínimo de derramamiento de sangre fratricida. Veamos. En el s. XVII gracias al mestizaje, nacimos como pueblo (el homo sapiens es una especie de mamíferos que vive en manada). En las décadas finales del s. XVIII e inicios del XIX, bajo la influencia de las reformas borbónicas impulsadas por Carlos III, nos convertimos en “nación”, es decir, adquirimos conciencia de nuestra identidad colectiva; este proceso fue hegemonizado por las nacientes ciudades del occidental del Valle Central, San José y Alajuela, triunfadores de la Batalla de Ochomogo (1823) que creará la Costa Rica liberal y republicana. En el siglo XIX, luego de nuestra independencia, forjamos el Estado Nación, gracias al espíritu visionario de Braulio Carrillo, al heroísmo patriótico de Juanito Mora y a la firmeza de los liberales de la década de los 80. Con la reforma de la educación de D. Mauro Fernández, se pusieron las bases de lo que será lo que los costarricenses entendemos por “democracia”, el Estado social de derecho. Esa fue la labor del siglo XX, llevada a cabo en tres etapas. La creación del Estado de derecho fue liderada por la generación del Olimpo, en especial por ese gran político que fue Ricardo Jiménez. En la década de los 40 se forja el Estado Social; fue una década especialmente violenta que culminará con la guerra civil de 1948 y el nacimiento de la Costa Rica contemporánea. Allí se da un pacto social entre los diversos sectores sociales con un protagonismo de los nacientes sectores medios, liderados por el recién creado Partido Liberación Nacional; todo en búsqueda de la trasformación del país gracias a un proceso de modernización, iniciado en el gobierno de Francisco J. Orlich (1962-66).

La crisis que hoy vive Costa Rica proviene de la obsolescencia que, de ese modelo de nación, como lo prueba la decadencia (¿irreversible?) del partido que hegemonizó la vida política del país durante toda la mitad del siglo pasado, Liberación Nacional. Se ha creado con ello un vacío de poder en un país que, como en todos los países de cultura latina, urge de un caudillo como en el pasado fueron Juanito Mora, Ricardo Jiménez, Rafael Ángel Calderón Guardia, Manuel Mora y José Figueres. Hoy ya no basta administrar el Estado para, introduciendo algunas reformas, mantener el statu quo. El proceso burgués de modernización ha traído como consecuencia el debilitamiento de los sectores agrícolas y el surgimiento de sectores urbanos que hoy constituyen la mayoría política, económica y cultural de la población. Actualmente nuestra economía se basa no en la producción agraria, sino en la exportación de artefactos, hechos por profesionales salidos de nuestras universidades, empleados de las grandes empresas transnacionales instaladas en las zonas francas en constante crecimiento. En segundo lugar, nuestra economía se basa en el turismo, el cual está llamado a convertirse en el primer factor de producción de nuestras riquezas a mediano plazo. Costa Rica no tiene productos estratégicos para insertarse en el mercado mundial, como es el petróleo como materia prima y fuente de la energía que mueve a la economía mundial, o los cereales en el campo agrícola, para suministrar alimentos a una población de 8 mil millones de seres humanos. La riqueza de Costa Rica está en su biodiversidad, cuyo disfrute posibilita el desarrollo del turismo, el cual se nutre de nuestras bellezas naturales y de la gentileza de nuestras gentes. Pero el turismo requiere de paz local, lo cual sólo se logra gracias a un Estado que aplique la justicia en los tribunales, a una policía que dé seguridad ciudadana y a un sistema político basado en la justicia social; ya que los pueblo sólo son felices si tienen un presente que les garantice seguridad económica y un futuro para sus hijos gracias a una excelente educación, todo sustentado en un sistema de servicios baratos que provea de salud a toda la población. Motor de este proceso es el avance en el desarrollo científico-tecnológico, que sólo se logra gracias a la consolidación de una educación superior pública que promueva la investigación de punta, puesta al servicio de las mejores causas.

Lo dicho sólo se logrará cuando el pueblo tome conciencia de su condición de sujeto de su propio destino y se organice políticamente para lograrlo. La crisis ha sido agravada por el actual gobierno, si bien se ha venido sistemáticamente incubando desde décadas atrás, debido a que gobiernos anteriores debilitaron el Estado Social de Derecho. Pero hay que enfatizar que esta crisis debe ser vista, no como una tragedia irremediable sino como una crisis que anuncia una nueva etapa de nuestra hermosa historia patria, gracias a un pueblo que, en sus momentos más álgidos, ha dado muestras de una impresionante madurez política. La crisis de los partidos políticos debe servir para dar el salto de una democracia representativa a una democracia directa y popular, sin por ello debilitar la institucionalidad democrática vigente. Todo lo cual sólo se logrará por etapas, como todo en la vida individual y de los pueblos. En concreto, debemos aprovechar las próximas elecciones, cuyos aires ya han comenzado a soplar en el ambiente político doméstico, para debatir sobre estos temas. Por ahora, no nos preocupemos por forjar líderes; esto se los dará el propio pueblo cuando la coyuntura política lo requiera. De nosotros depende que la crisis actual no degenere en tragedia.

Desafíos que enfrenta la seguridad social

Dr. Rodrigo Cabezas Moya
Especialista en Cirugía de Tórax

¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la Seguridad Social para contar con los especialistas que el país requiere y no solo la C.C.S.S.?

Muy apropiada la formulación de la pregunta pues se deben formar los especialistas que requiere todo el país y no solo una institución o el sector privado.

Antes de discutir el tema se debe discutir la enseñanza de la medicina en Costa Rica, que impacta directamente el tema en discusión sino también la salud que recibe la población. En otros países, al final de la fase preclínica (anatomía, fisiología, embriología, etc.) se hace un examen de competencia y quien no lo aprueba no continua en la carrera, ahorrándoles dinero a los padres de familia y orientando al estudiante a otras actividades acordes con su aptitud y capacidad.

Como se ha hecho en Costa Rica la formación de especialistas durante muchos años no es la manera adecuada pues ellos deciden quienes y cuántos se forman al ser ellos quienes designan los exámenes,  las preguntas y los califican, siendo de hecho juez y parte del proceso. Incluso en algunas especialidades dejan por fuera a estudiantes calificados para favorecer a familiares de médicos.

En un artículo reciente puse de ejemplo el país donde me formé como especialista, Estados Unidos.

Ahí quienes lo hacen son las universidades que tienen su propio hospital universitario o en algunos casos, tienen un contrato para encargarse de la enseñanza en ellos, por ejemplo Hospitales de Veteranos u Hospitales Públicos de la ciudad, sin que participen en el manejo financiero. El plan de estudios lo hace un ente nacional que representa la especialidad ( American Board of Medical Specialist ) decide si el hospital tiene la capacidad para hacerlo y en el caso de especialidades quirúrgicas, el tipo y número de casos que cada residente debe hacer para concluir el programa. Al final del programa, la universidad certifica las fechas en que la persona fue residente de la especialidad. El título de especialista lo otorga el ente nacional de esa especialidad después de un riguroso examen escrito y oral.

Como se puede deducir, los especialistas no influyen en el número que se forman ni controlan el mercado, muy distinto a la manera como se hace en Costa Rica.

El tema que se pregunta es los desafíos para contar con los especialistas que el país requiere.

En este momento de crisis, la formación pasa a un segundo plano simultáneo con una directriz temporal  para importar  especialistas extranjeros con toda la oposición que eso acarrea.

Se deben buscar especialistas con un programa de formación similar al aprobado por la Universidad de Costa Rica. Se debe anticipar la oposición del Colegio de Médicos cuya principal función es proteger a sus miembros. Para eso se debe involucrar a la Asamblea Legislativa y a la Sala Constitucional y convencerlos de la naturaleza crítica de la situación. Hay países con programas de estudio similares en donde los especialistas ganan menos, como Colombia y Argentina.

Una vez superada la fase crítica en que estamos, se debe planear la formación en Costa Rica de especialistas, involucrando a todas las partes interesadas y manteniendo a la Universidad de Costa Rica como rectora de los programas de estudio. Otras universidades que no tienen hospitales universitarios no deben participar excepto en casos muy calificados. No se debe descartar la formación de especialistas en el extranjero, lo cual podría costar lo mismo o menos que formarlos aquí.

Una vez superada la crisis, se debe reevaluar el sistema de atención. Cuando haya suficientes especialistas, debe haber tres turnos con salarios  globales adecuados y  proporcionales a la complejidad de la especialidad y el tiempo requerido para lograrlo. Excepto en casos calificados, no debería haber guardias ni disponibilidad.

Como he dicho en otras ocasiones, para superar la etapa en que nos encontramos se requiere de los más altos valores éticos para el beneficio de Costa Rica.

Dicha exposición es parte de la conferencia «Desafíos de la seguridad y previsión social, escasez de médicos especialistas, juego entre la vida y la muerte», que se realizó como parte del Foro Diálogo Nacional de Alto Nivel. Aquí el enlace del foro: https://surcosdigital.com/conferencia-desafios-de-la-seguridad-y-prevision-social-escasez-de-medicos-especialistas-juego-entre-la-vida-y-la-muerte/

Imagen ilustrativa.

La crisis que nos negamos a enunciar

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En esta columna, durante mucho tiempo, hemos hecho referencia a la pérdida de contrato social en Costa Rica. Eso se expresa en muchos órdenes de la vida social, cultural e institucional del país.

Pero un indicador claro, contundente, que refleja ese nivel de caducidad del proyecto horizontal e igualitario de la sociedad en su conjunto, es la ausencia absoluta de presente y horizonte para un sector de nuestra población.

En febrero del año en curso, en menos de una semana, tres adolescentes entre 15 y 16 años fueron abatidos en presuntos hechos relacionados con el sicariato.

Las reglas del juego de la inclusión social le fueron arrebatadas a mecanismos de movilidad como la educación y la cultura misma.

En su lugar, grupos del crimen organizado se han encargado de mostrar a las personas jóvenes que con menos esfuerzos y con niveles de compromiso inéditos hacia la acción delictiva, podrán escalar posiciones, mejorar ingresos y construirse un nombre, una identidad en medio de una crisis profunda de legitimación en todas las dimensiones.

Hace poco un medio nacional hacía referencia a una estadística demoledora: cada 12 días es asesinada una persona menor de edad en Costa Rica, lo que significa que entramos a una crisis sin retorno en la destrucción de las posibilidades para estas nuevas generaciones.

Hablamos poco en el país de este hecho. No lo entendemos o no lo queremos enunciar, verbalizar. Las cifras son orientadoras de que algo está pasando: 2023 fue el año más violento de la historia y para el caso que nos ocupa, desde 2018 no se habían producido tantas muertes (42) de personas menores de edad.

Algo de verdad está pasando. Nos bajamos del proyecto colectivo y entre las víctimas colaterales, directas más bien, se encuentran niños, niñas y adolescentes que hoy por hoy son la primera línea de los ataques sistemáticos del modelo social y económico impuesto en este país hace más de 40 años.

Hablemos. Accionemos. No volvamos a perder una década de esta manera.

Conferencia: La transmodernidad como alternativa a la crisis civilizatoria

Este martes 9 de abril se celebrará la conferencia: “La transmodernidad como alternativa a la crisis civilizatoria» a las 4:00 pm hora costarricense, y las 9:00 pm en Panamá. La reunión estará a cargo del Dr. Abdiel Rodríguez Reyes y presentación de la Dra. Nancy Piedra Guillén. El evento será transmitido en vivo en la cuenta de Facebook y YouTube de la web TV de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.

Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo acuerpa la lucha de las comunidades de Cartago y la Zona de Los Santos por un nuevo Hospital

  • Un hospital bien equipado y moderno no sólo mejoraría la atención médica sino también la calidad de vida de las personas en Cartago.

  • Mesa hace llamado a acuerpar la lucha de la comunidad.

En Costa Rica, persiste la reducción en la inversión pública, lo que afecta el acceso a servicios básicos como el agua potable y el funcionamiento de instituciones educativas. Esta política ha generado crisis en el sistema de salud pública y ha llevado a la contracción de la inversión social pública (ISP). Según el Informe del Estado de la Nación (2023), esto puede afectar el bienestar de las personas en el futuro, ya que se prioriza el pago de la deuda pública sobre la política social.

En Cartago y Zona de Los Santos, la falta de un hospital de calidad ha dificultado el acceso a atención médica oportuna, generando preocupación y dificultades para quienes necesitan servicios médicos especializados. Esto refleja la necesidad de abordar de manera integral y colaborativa las necesidades de salud en la provincia, desde la infraestructura hospitalaria hasta la atención primaria, medicamentos, recursos humanos y salud mental. Un hospital moderno mejoraría la calidad de vida de los habitantes y garantizaría un sistema de salud más efectivo.

Un hospital bien equipado y moderno no sólo mejoraría la atención médica sino también la calidad de vida de los cartagineses, que por veinte años han esperado por la promesa del nuevo hospital. En los últimos años, la población ha experimentado un crecimiento significativo y, sin embargo, los recursos de atención médica no han seguido el mismo ritmo; esta situación se ha traducido en tiempos de espera prolongados y falta de acceso a servicios básicos, lo que ha puesto en riesgo la salud de las personas en Cartago, teniendo como consecuencia que muchos han perdido su vida por falta de una atención oportuna.

También, se ha registrado que desde administraciones anteriores se le han realizado numerosos estudios a la iniciativa de un nuevo hospital en Cartago, estudios que han requerido sumas millonarias, junto con la compra del terreno. Todos los estudios anteriores han demostrado que el terreno adquirido reúne las condiciones para la construcción del Nuevo Hospital para Cartago; sin embargo, ésta no se ha aprobado por fines políticos, ya que técnicamente se ha demostrado que el terreno sí cumple con lo necesario para la construcción del mismo.

Por tanto, la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo acuerpa el movimiento comunitario por la construcción del hospital en Cartago y hacemos un llamado para que las instituciones y responsables políticos vinculantes den una respuesta pronta y democrática ante las demandas de esta población.