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Etiqueta: discapacidad

Auditoría Ciudadana de la Seguridad Social: Reajuste de Pensiones y la Evaluación de la Invalidez

En septiembre de 2024, la Auditoría Ciudadana de la Seguridad Social (ACSS) emitió un comunicado dirigido a las autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, así como a la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). En este, se plantea la urgente necesidad de ajustar el monto de las pensiones bajo el Régimen No Contributivo (RNC) y se solicita información relacionada con la invalidez y discapacidad en el sistema de pensiones. Este proceso resalta la lucha constante por garantizar pensiones dignas y una vida adecuada para las personas más vulnerables del país.
Desde 2010, el RNC ha sufrido una pérdida del 25% en el valor adquisitivo de las pensiones. Actualmente, más de 142.571 personas, muchas de ellas en situación de pobreza extrema, reciben un monto fijo de ¢82.000 al mes, el cual no se ha ajustado desde 2019. De acuerdo con los cálculos basados ​​en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ), el monto debería ser de al menos ¢102.500 para compensar el aumento en el costo de vida.
Este desajuste afecta a pensionados que dependen exclusivamente de estos ingresos, personas en situación de pobreza extrema o indigencia que no califican para otros regímenes contributivos de seguridad social. La Ley Integral para la Persona Adulta Mayor N° 7935 establece el derecho de las personas mayores a una vida digna, la cual claramente no está siendo garantizada en el contexto actual del RNC. La ACSS también apela al Convenio C128 de la OIT, que obliga a los países a ajustar las prestaciones cuando hay variaciones notables en el costo de vida.

En respuesta a la solicitud ACSS-007-2024, emitida por la ACSS en septiembre de 2024, la Gerencia de Pensiones de la CCSS indicó a través del Lic. Olger Pérez Pérez y el Ing. Ubaldo Carrillo Cubillo que, debido a limitaciones presupuestarias, no será posible realizar el ajuste de pensiones para el año 2024. Sin embargo , se asegura que el tema se revisará nuevamente en 2025, dependiendo de los recursos disponibles.

Otro punto importante de la solicitud de la ACSS es el reajuste de las pensiones bajo la Ley N° 7125, que otorga pensiones vitalicias a personas con parálisis cerebral profunda (PCP), autismo, y otras condiciones neurológicas graves. El documento de la CCSS menciona que, si bien no se pudo hacer el ajuste al inicio de 2024 debido a limitaciones presupuestarias, la actualización de las pensiones se realizará en la planilla de septiembre, incluyendo el pago retroactivo desde enero​.

En última instancia, la solicitud también incluyó información detallada sobre la evaluación de la invalidez bajo el RNC. Rodrigo Arias López, uno de los firmantes de la petición de la ACSS, destacó la importancia de recibir una lista clara de las enfermedades neurológicas consideradas equiparables en severidad a la PCP, el autismo y el mielomeningocele. En respuesta, el Dr. Henry Jiménez Naranjo, director de la Dirección de Calificación de Invalidez de la CCSS, explicó que la evaluación se realiza según las Guías para la Evaluación de Invalidez y Discapacidad, aprobadas por la Junta Directiva en 2019​.  Este documento establece los lineamientos médicos y técnicos para determinar el grado de discapacidad de los solicitantes y su derecho a una pensión. Dicha guía es clave para garantizar una evaluación justa y objetiva, permitiendo que las personas con condiciones neurológicas severas reciban el apoyo que necesitan

Para quienes deseen consultar más detalles, se incluye la Guía para la Evaluación de Invalidez y Discapacidad.

Auditoría Ciudadana de la Seguridad Social: Régimen No Contributivo de Pensiones (RNC) ha experimentado una pérdida considerable de valor adquisitivo desde 2010

En la información compartida con SURCOS por la Auditoría Ciudadana de la Seguridad Social (ACSS) se señala que el Régimen No Contributivo de Pensiones (RNC) ha experimentado una pérdida considerable de valor adquisitivo desde 2010.

En una nota enviada al Ministro de Trabajo y al Gerente de Pensiones de la CCSS, se solicita atender el asunto con fundamento en los artículos 9, 27 y 30 de la Constitución Política de Costa Rica y en la Ley de Regulación del Derecho de Petición.

La nota presenta una solicitud formal respaldada por un oficio firmado digitalmente por cinco miembros de la ACSS, solicitando un acuse de recibo. Se destaca la estructura clara y respetuosa de la comunicación, el respaldo legal de la petición y la importancia de asegurar una respuesta oficial.

El correo enviado es el siguiente: 

Lic. Andrés Romero Rodríguez, Ministro
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Gobierno de la República de Costa Rica

Lic. Jaime Barrantes Espinoza, Gerente.
Gerencia de Pensiones
Caja Costarricense de Seguro Social

Estimados señores,

Sirva la presente para saludarlos y hacerles la siguiente petición de conformidad con los artículos 9, 27 y 30 de la Constitución Política y la Ley de Regulación del Derecho de Petición.

Se adjunta oficio ACSS-007-2024 firmado digitalmente por cinco miembros de la ACSS.

Favor enviarnos acuse de recibo.

Saludos cordiales.

Por ACSS

Att. Rodrigo Arias López

Análisis del documento firmado.

El régimen no contributivo de pensiones (RNC) en Costa Rica ha experimentado una pérdida considerable de valor adquisitivo desde 2010. En enero de ese año, el monto de la pensión bajo el RNC era de ¢70.125. Al ajustar este monto según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que pasó de 75,10 en 2010 a 109,57 en julio de 2024, el valor equivalente de esa pensión hoy sería de ¢102.383. Sin embargo, el monto actual de la pensión es de solo ¢82.000, cifra que se ha mantenido sin reajuste desde junio de 2019, lo que implica una devaluación del 25%. Para restablecer el poder adquisitivo de la pensión, sería necesario un incremento mensual de ¢20.383, llevando el total a ¢102.500. Esto afecta a más de 142.571 personas pensionadas bajo la Ley de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares N° 5662 de 1974.

La «Ley Integral para la Persona Adulta Mayor N° 7935» de 1999 establece, en sus artículos 1 y 3, el derecho de las personas mayores a una vida digna, incluyendo el acceso a pensiones que cubran sus necesidades fundamentales. Este principio se refuerza por el Convenio C128 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual estipula que las prestaciones monetarias deben ajustarse cuando se producen variaciones notables en el costo de la vida. La pérdida de valor de la pensión del RNC en un 25% se encuentra claramente enmarcada en este concepto de variación notable y debería ser revisada conforme a lo establecido en el artículo 29 de dicho convenio.

El Cuadro N° 1 proporciona una visión detallada del estado de las pensiones del Régimen No Contributivo (RNC) en Costa Rica, desglosadas por tipo de beneficiario y monto de la pensión a junio de 2024. A continuación se presenta un análisis de los datos:

En el cuadro se observa que la mayoría de las pensiones bajo el RNC tienen un monto de ¢82.000 mensuales, lo cual afecta a 142.571 beneficiarios. Este grupo incluye a personas en diversas categorías como indigentes, personas con invalidez, orfandad, vejez y viudez. La mayor proporción de pensionados corresponde a la categoría de vejez con 93.322 beneficiarios, lo que subraya la importancia de este segmento de la población dentro del sistema de pensiones no contributivo.

Por otro lado, hay un grupo específico de pensionados que reciben una pensión más alta, de ¢352.164,91 mensuales. Este grupo se compone de 5.330 personas y se desglosa en tres categorías principales: aquellos con parálisis cerebral profunda (PCP), autismo, mielomeningocele, y otras condiciones neurológicas equiparables a PCP. La ley que regula estas pensiones establece que el monto debe ser equivalente al salario mínimo legal, el cual se ajusta de forma periódica. Sin embargo, como se mencionó en el análisis anterior, el monto pagado en junio de 2024 corresponde al salario mínimo de 2023, lo que ha generado una diferencia acumulada no pagada a los beneficiarios.

El número de pensionados por PCP (2.769 personas) es significativamente mayor que el de aquellos con autismo (1.433 personas) o mielomeningocele (325 personas). Además, 803 personas reciben pensiones bajo la categoría de «otras equiparables a PCP», lo que indica que existen otras condiciones neurológicas graves que también son consideradas dentro del mismo marco legal.

En total, el RNC cubre a 147.901 personas, de las cuales 142.571 reciben la pensión básica de ¢82.000 mensuales, mientras que 5.330 perciben una pensión mayor debido a sus condiciones de salud severas. Esto pone de relieve la gran diferencia en el monto de las pensiones, que depende en gran medida del tipo de discapacidad o condición médica que padezca el beneficiario.

El desglose del cuadro refleja la cobertura significativa que ofrece el RNC, especialmente en la categoría de vejez, aunque la falta de ajustes por inflación para la mayoría de los beneficiarios y las demoras en el ajuste de pensiones mayores constituyen un problema que debe abordarse para garantizar el bienestar económico de las personas más vulnerables.

Por otro lado, la Ley N° 7125, promulgada en 1989 y modificada en 2009, establece un régimen de pensión vitalicia para personas con parálisis cerebral profunda, autismo y mielomeningocele, siempre que estas condiciones se manifiesten durante la primera infancia y las personas afectadas se encuentren en estado de pobreza o abandono. A junio de 2024, había 5.330 pensionados bajo esta ley. La ley establece que el monto de la pensión debe ser equivalente al salario mínimo mensual legal fijado por el Poder Ejecutivo, el cual, a partir de enero de 2024, es de ¢358.609,5. Sin embargo, se ha detectado que estos pensionados continúan recibiendo el salario mínimo de 2023, que era de ¢352.164,91. Esta diferencia de ¢6.444,59 mensuales se ha acumulado durante ocho meses, lo que representa un total de ¢51.556,72 no pagados a cada pensionado. La omisión en el ajuste corresponde a un aumento del 1,83%, que es el incremento del salario mínimo en 2024.

La Ley N° 7125 es un mecanismo que beneficia a personas con condiciones neurológicas graves desde la primera infancia, pero excluye a quienes desarrollan estas afecciones después de esta etapa. Esta exclusión es vista como discriminatoria y carece de sustento constitucional. De hecho, la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica ha emitido resoluciones en las que se pone en duda la razonabilidad de esta distinción. Las condiciones de pobreza y las enfermedades neurológicas graves deberían ser el criterio principal para otorgar la pensión, independientemente de cuándo se manifiesten los síntomas.

Además, hay una falta de claridad sobre cómo la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) clasifica a los pensionados bajo el régimen del RNC por invalidez. La CCSS incluye a beneficiarios con diferentes condiciones neurológicas severas, pero no existe una lista pública que detalle las enfermedades con manifestaciones neurológicas equiparables en severidad, lo que dificulta a los potenciales beneficiarios conocer si pueden acogerse a la Ley N° 7125.

El cuadro presentado detalla la cantidad de pensiones del Régimen No Contributivo (RNC) bajo la categoría de «Invalidez RNC/PCP» según la fecha de vigencia de las pensiones. Los datos muestran una distinción entre las pensiones otorgadas antes y después del 24 de enero de 1989, fecha en la que entró en vigor la Ley Pensión Vitalicia para Personas con Parálisis Profunda N° 7125.

Antes del 24 de enero de 1989, se registran 1.575 pensiones, lo que indica que estas fueron concedidas bajo un marco legal diferente o posiblemente bajo criterios previos a la ley mencionada.

A partir del 24 de enero de 1989, con la implementación de la Ley N° 7125, el número de pensiones bajo esta categoría aumentó considerablemente, llegando a 42.843. Esto refleja la expansión del sistema de pensiones no contributivo para incluir a personas con parálisis profunda, autismo y otras discapacidades graves que cumplan con los criterios establecidos en la ley.

En total, el RNC administra 44.418 pensiones bajo la categoría «Invalidez RNC/PCP», lo que subraya la importancia de este régimen para proteger a las personas en situación de invalidez severa. La mayoría de estas pensiones fueron otorgadas después de 1989, lo que puede interpretarse como un reflejo de la efectividad de la ley para ampliar la cobertura y el acceso a beneficios para quienes padecen estas condiciones.

Por lo tanto, se solicita un reajuste del 25% en las pensiones otorgadas bajo la Ley N° 5662, llevándolas a ¢102.500 mensuales. Asimismo, se exige que las pensiones bajo la Ley N° 7125 se actualicen conforme al salario mínimo de 2024, y se cancele la diferencia acumulada desde enero de ese año. También se requiere un archivo en formato Excel con los datos de las pensiones del RNC a junio de 2024 y la lista de enfermedades neurológicas consideradas equiparables por la CCSS para la correcta aplicación de la Ley N° 7125. 

AUDITORÍA CIUDADANA DE LA SEGURIDAD SOCIAL

El documento está firmado por los siguientes integrantes de la Auditoría Ciudadana de la Seguridad Social: 

Lic. Carlos Eduardo González Arroyo.

Dr. Alfredo Ramírez Montero. 

Lic. Jorge Manuel García Araya. 

MBA. Juan Carlos Aguilar Zamora.

M.Sc. Rodrigo Arias López.

Firmado digitalmente por: 

Dr Alfredo Ramírez Montero. 

M.Sc. Rodrigo Arias López.

Referencia 

Romero Rodríguez, A., & Barrantes Espinoza, J. (2024). Petición de conformidad con los artículos 9, 27 y 30 de la Constitución Política y la Ley de Regulación del Derecho de Petición (Oficio ACSS-007-2024). Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Gobierno de la República de Costa Rica, & Gerencia de Pensiones, Caja Costarricense de Seguro Social.

UNA brinda apoyos a estudiantes con discapacidad

María José Ruíz Durán, estudiante UNA

En Costa Rica hay aproximadamente 670,640 personas con algún tipo de discapacidad, según el último censo de población; dicha cifra representa el 18.2% de la población. De ellos, 27.000 cursan primaria y secundaria, y el 3% se inscriben para realizar la prueba de admisión en las universidades públicas.

La Universidad Nacional (UNA) recibe anualmente un aproximado de 100 estudiantes con discapacidad, para ello apoya a esta población durante el examen de admisión y ofrece asistencia a quienes no solicitaron apoyo inicialmente, pero luego lo requieren durante sus estudios universitarios.

María José Ruiz Durán, estudiante de Administración y graduada del CTP de Alajuelita, recuerda cómo fue sin ingreso a la UNA: «Realicé el examen de admisión solo en la UNA porque me dieron muy buenas referencias sobre los apoyos y ajustes para personas con discapacidad. Agradezco al Departamento de Orientación y Psicología por brindarnos apoyo y  facilitarnos, con estudiantes escribientes, la información que no es visible».

La UNA reafirma su compromiso con esta población a través de la Comisión Institucional de Accesibilidad y Discapacidad (CIAD) y el Programa de Inclusión y Apoyo Estudiantil. El CIAD, adscrito a la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, supervisa el cumplimiento de las leyes y normativas relacionadas con la accesibilidad. La comisión incluye representantes de diversas instancias universitarias, como Recursos Humanos, Orientación y Psicología, y el Programa de Desarrollo y Mantenimiento de la Infraestructura Institucional (Prodemi).

El programa se actualiza continuamente para adaptarse a los avances en la sociedad, promueve una imagen inclusiva y distribuye la responsabilidad de la atención a las personas con discapacidad entre todas las instancias universitarias. Se implementan medidas para aumentar los apoyos a la población estudiantil con discapacidad y se capacita al personal docente sobre las diversas condiciones y necesidades de estos estudiantes.

Los apoyos ofrecidos por la UNA se centran en los accesos, sin alterar, de los contenidos curriculares. Esta población recibe la misma formación que los demás estudiantes, y se incluye apoyo de personas escribientes, tecnología visual como impresoras en relieve, lámparas especiales, magnificadores, calculadoras con sonido y préstamo de computadoras. Para los estudiantes con necesidades auditivas, se proporcionan intérpretes de Lengua de Señas Costarricense (Lesco) durante las clases.

Un grupo de estudiantes asistentes y voluntarios apoya a quienes requieren asistencia adicional. Además, se coordina con los padres de familia para orientar sobre los servicios disponibles para los estudiantes con discapacidad.

Jazmín Ureña Castro, orientadora del Departamento de Orientación y Psicología, destaca que la universidad asegura que los materiales producidos sean accesibles y de fácil lectura, con subtítulos e intérpretes de Lesco, para que todos los estudiantes tengan la información necesaria. Además, la UNA visita colegios y distribuye material inclusivo en zonas alejadas, para asegurar su alcance en todo el país.

Al concluir sus carreras, el Departamento de Orientación y Psicología asesora a los estudiantes en temas laborales, como la preparación para entrevistas, elaboración de currículos y conocimiento de las leyes que protegen sus derechos laborales.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Análisis de los derechos de las mujeres con discapacidad: 17 años desde la convención de la ONU

El día 8 de diciembre el programa ALTERNATIVAS  realizó el conversatorio “Análisis de los derechos de las mujeres con discapacidad: 17 años desde la convención de la ONU”, con las invitadas Ericka Alvares, Marcela Ramírez, y Itzel Hermida. El conversatorio discute y expone importantes temas sobre los derechos, imposiciones, etiquetas, luchas, así como los cambios desde el 2006 hasta la fecha y los pendientes.

Las grabaciones serán transmitidas por la emisora 107.1 FM los sábados a las 22:00 horas. Además puede ingresar al enlace para escuchar la importante discusión https://fb.watch/oPqpPxhUet/?mibextid=RUbZ1f 

Miradas investigativas en discapacidad – 17 de agosto

Jornada de Investigación Estudios Interdisciplinarios sobre Discapacidad:
Miradas investigativas en discapacidad
Universidad de Costa Rica, 17 de agosto de 2023

Objetivo General

Socializar los avances investigativos en estudios interdisciplinarios sobre discapacidad en el contexto nacional e internacional en el ámbito de la jornada.

Objetivos Específicos

  • Dialogar sobre las necesidades investigativas interdisciplinarias sobre discapacidad de las ONGs participantes en Costa Rica.
  • Indagar las líneas investigativas interdisciplinarias en discapacidad que se están desarrollando desde la institucionalidad y la academia costarricense.
  • Reflexionar sobre los vacíos interdisciplinarios investigativos en el ámbito de la discapacidad en el contexto nacional e internacional en el ámbito de la jornada.

Organizadores: Comisión del Programa de Posgrado de Estudios interdisciplinarios en Discapacidad y Programa de Educación Continua y Servicios Especiales

Inauguración: Programa de Posgrado de Estudios Interdisciplinarios sobre Discapacidad en Costa Rica

Lugar: Sala de Audiovisuales de la Facultad de Ciencias Sociales, en el primer piso, Ciudad de la Investigación

Fecha: 17 de agosto de 2023

Horario: 9 a.m. a 12 m / 1 p.m. a 4:50 p.m.

Intérprete Lesco

Formulario de reserva https://forms.gle/YUWjZmaKYDkBRRb88

Ver el programa aquí

Las personas con discapacidad estudian con más apoyo y menos barreras en la UCR

Estudiantes sin discapacidad brindando apoyo a estudiantes con discapacidad es una de las acciones del TCU. Foto: Archivo ODI, UCR

Igualdad e inclusividad

El proyecto de TCU «Tendiendo puentes» facilita apoyos como traducción a braille o LESCO a las y los estudiantes que lo requieren

Marcela Ramírez Morera requiere de más apoyos para poder realizar algunas cosas. Desde los 15 días de nacida tuvo una condición que afecta su desarrollo motor que le sitúa en la población con discapacidad. Afortunadamente, gracias a su propio esfuerzo y al apoyo que recibió del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) TC-98 Tendiendo puentes: oportunidades y estrategias de accesibilidad para la eliminación de barreras hacia la discapacidad en el ámbito intra y extra universitario, le fue más fácil transcribir las 31 entrevistas que necesitó para completar su tesis doctoral: Las condiciones asociadas a la experiencia de éxito universitario de las mujeres con discapacidad.

Ramírez, quien es Trabajadora Social con un doctorado en Educación, es la representación de que una persona estudiante con discapacidad en la Universidad de Costa Rica (UCR), puede acceder de forma efectiva al derecho a la educación, la información y el conocimiento, gracias a varias iniciativas del centro de estudios, dentro de las que destaca el proyecto TC-98.

La docente e investigadora Marcela Ramírez Morera ha recibido los apoyos del TCU y también los brindó mientras era estudiante. Foto: Cristian Araya Badilla, UCR

Según datos de la Encuesta Nacional en Discapacidad (ENADI)-2018, en el país hay 670.640 personas adultas con discapacidad (18,2% de la población), las cuales enfrentan altos porcentajes de desempleo, exclusión, desigualdad, pobreza y pobreza extrema.

Desde su niñez, esta población presenta mayores porcentajes de analfabetismo, más posibilidades de abandonar la escuela y ausentarse de clases, de sufrir discriminación y violencia en el contexto escolar y menores tasas de promoción en los sistemas educativos. Adicionalmente, tienen menor desarrollo de habilidades para insertarse en el mercado laboral y cuando lo logran, sus salarios son mucho más bajos. De ahí, la relevancia de proyectos como “Tendiendo puentes”, que buscan eliminar algunas de las barreras u obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad en el ámbito académico.

Apoyos brindados por el proyecto

Este proyecto tiene como objetivo principal brindar apoyos a instancias de la Universidad que tengan estudiantes con algún tipo de discapacidad visual, auditiva, motora o alguna condición de aprendizaje como dislexia, discalculia o déficit de atención.

Estos apoyos se manifiestan en la práctica por medio de la traducción de textos y materiales al braille (sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas), LESCO (lengua de señas costarricense para población sorda), la grabación de textos en audios para ser escuchados o el préstamos de lectores de pantallas (que facilitan la lectura a personas con problemas visuales).

La traducción a Braille es parte de los servicios y apoyos del TCU para estudiantes con alguna discapacidad visual. Foto: Yara Salazar Hidalgo, UCR

La responsable del proyecto, Eugenia García Artavia, indicó que en muchas ocasiones se trabaja en coordinación con el Centro de Asesoría y Servicios al Estudiante con Discapacidad (CASED) de la UCR, para determinar cuáles estudiantes necesitan apoyos específicos.

Incluso el proyecto brinda un servicio al personal docente con discapacidad. En el caso de la docente Ramirez, recibió la ayuda de estudiantes de este TCU en el proceso de su trabajo de investigación.

Cuando Ramirez era estudiante de la carrera de Trabajo Social, matriculó este mismo proyecto de TCU e impartió clases y charlas sobre discapacidad en el Museo de los Niños. Años después, recibió el apoyo del mismo proyecto para finalizar su tesis doctoral.

“Tendiendo puentes” nace en la década de 1970 y ha pasado por varias transformaciones, especialmente para actualizar paradigmas. Integrar a personas con alguna condición de discapacidad junto con el resto de la población es un enfoque más actual e inclusivo, en comparación a paradigmas anteriores donde se separaba a las personas y se resaltaban sus diferencias, según indicó García.

Una doble función

En el proyecto pueden participar estudiantes de todas las carreras, ya que tiene un perfil abierto. Según García, el objetivo de esta condición es ofrecer los apoyos hacia la población estudiantil con discapacidad y por otro lado, aumentar la concientización de los estudiantes y futuras personas profesionales, para que conozcan a la población con discapacidad, sus características y sus necesidades. “No se puede esperar que exista un proceso inclusivo si solo las personas [estudiantes] de Educación Especial entienden lo que es una persona con discapacidad”, finalizó García.

Fuera de la U

Mural elaborado por estudiantes del TCU para la campaña «Las llevo diferentes porque somos iguales» de la Fundación Yo puedo y ¿Vos? Foto cortesía del TCU-98, UCR

Actualmente el proyecto brinda apoyo y asesoría a 12 organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas con discapacidad. Algunas de ellas son: Patronato Nacional de Ciegos, Programa Inglés Inclusivo para el Trabajo (de la Universidad Técnica Nacional), Asociación Costarricense de Goalbol, Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad (ALAMUD) y Fundación Soy Capaz… Yo Sí Puedo, entre otras.

 

Esteban Umaña Picado

Periodista Vicerrectoría de Acción Social, UCR

Día Mundial del Síndrome de Down

José Luis Pacheco Murillo

Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, cuyo principal objetivo es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad.

Además, se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.

El Día Mundial del Síndrome de Down se celebra desde el 21 de marzo de 2012, por un decreto establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La elección de la fecha de esta efeméride es debido al proceso de división genético denominado Trisomía 21. El día 21 del mes 3 del año se usa para simbolizar esa trisomía.

El Síndrome de Down, no es una enfermedad, como la mayoría de las personas creen. Se trata de una condición o trastorno cromosómico que ocurre cuando aparece una alteración o material genético extra en el cromosoma 21, generando discapacidad intelectual. Sin embargo, muchas personas que tienen esta condición pueden desarrollar una inteligencia poco común en y para ciertas actividades, también pueden poseer grandes destrezas ya sea para el arte, la música y el deporte.

Las personas con Síndrome de Down deben gozar de los mismos beneficios y privilegios que la mayoría de las personas en la sociedad actual. Su derecho a la igualdad, oportunidad, y felicidad plena, son inalienables.

Para la Organización de las Naciones Unidas, el Día Mundial del Síndrome de Down forma parte de la Agenda 2030, como parte del plan de acción sostenible para proteger a estas personas contra cualquier tipo de abuso, atropello o discriminación.

En la celebración de esta efeméride anualmente se selecciona un tema central. Para el año 2023, el lema del Día Mundial del Síndrome de Down es «Con nosotros, no por nosotros».

Se trata de un enfoque de la discapacidad basado en los derechos humanos y no en la caridad, como tradicionalmente ha venido siendo.

Dios quiera que nuestra sociedad muestre la solidaridad y especialmente el respeto a los derechos de las personas con síndrome de Down.

UCR: PROGRAMA DE ACCIÓN SOCIAL SOBRE DISCAPACIDAD ASPIRA A TRANSFORMACIONES SOCIALES

El deporte y la recreación es derecho de todas las personas Fotografia: Archivo ODI, UCR.

Enfoque de derechos se distancia de visión asistencialista y se acerca a un modelo de equidad

Autoría: Esteban Umaña Picado (Periodista Unidad de Comunicación Vicerrectoria de Acción Social)

Según la Encuesta Nacional en Discapacidad (ENADI) del 2018 en el país hay 670.640 personas adultas con discapacidad, lo que corresponde al 18,2% de la población, las cuales presentan altos porcentajes de desempleo, exclusión, desigualdad, pobreza y pobreza extrema. 

En este sentido, la Universidad de Costa Rica (UCR) suma sus esfuerzos para contribuir en la calidad de vida de las personas con discapacidad por medio del proyecto de acción social ED-1141 Programa de educación continua en accesibilidad y discapacidad, el cual  tiene como objetivo principal democratizar el conocimiento y contribuir en la toma de conciencia sobre los derechos de esta población, declaró Esteban Chaverri, coordinador del programa.

El programa consta de 16 cursos abiertos al público general, dirigidos a capacitar a familiares de personas con discapacidad, profesionales que trabajan con esta población y miembros de las comisiones de discapacidad de las instituciones públicas. Dentro de los diferentes temas que abordan destacan: la discapacidad y el empleo, el duelo entre familiares de personas con discapacidad cognitiva, accesibilidad, comunicación inclusiva, así como recreación y turismo accesible, entre otras.

La discapacidad la define el entorno

Los nuevos enfoques de la discapacidad se  centran en las barreras, desigualdades, y exclusiones que provoca el entorno, el cual suele ser pensado, diseñado y construido para un tipo específico de personas y deja de lado a otras personas con alguna condición particular. Es decir, un enfoque de la discapacidad por el disfrute pleno de los derechos humanos, lo que significa una evolución del enfoque de la discapacidad únicamente médico y de rehabilitación, según Erick Hess, coordinador del Postgrado en Estudios Interdisciplinarios sobre Discapacidad, del que se deriva el proyecto ED-1141.

Derribar mitos

Uno de los objetivos del programa es contribuir a desarrollar una visión integral de las personas con discapacidad y destruir mitos todavía arraigados en la sociedad, que pueden afectar el disfrute pleno de sus derechos. Dentro de estos mitos se ubica principalmente: que las personas con discapacidad no pueden trabajar, producir y tener independencia económica; que siempre necesitan alguien que los asista de forma permanente; que son niños(as) eternos o que no pueden tener pareja, casarse o formar una familia.

La voz de quienes viven la discapacidad

Una de las premisas que tiene el programa, es que los docentes  de los cursos sean personas que pertenecen a la población con alguna discapacidad, “nada de nosotros sin nosotros”, declaró Chaverri quien es no vidente.

Así lo confirma Karen Rodríguez, quien forma parte del programa y del postgrado contribuyendo en el diseño de 14 de los 16 cursos y a la vez es una persona ubicada dentro del espectro autista. “No participo desde la verticalidad del especialista que estudia una población, ya que formó parte de la comunidad de personas dentro del espectro del autismo. Y eso para mí es muy importante que se resalte, porque las personas con autismo también aportamos a la sociedad y en este caso en particular a la comunidad costarricense», indicó.

Cuestionar el sistema con solo existir

«Debemos elevar la accesibilidad y la inclusión a nivel de lo político y sacarla del nivel de la empatía, de la caridad y de las buenas intenciones. Al convertir esos conceptos en derechos fundamentales del ser humano, los sacamos del ámbito privado del ámbito de la rehabilitación de la enfermedad. Con el enfoque en derechos humanos del programa sobre discapacidad se prioriza a la persona y no su condición.  Siempre va a ser más importante la persona que su diagnóstico», concluyó Rodriguez.

Hess destaca que generalmente las personas con alguna discapacidad son una población crítica de la sociedad. Ya que son excluidas, no se miran como cualquier otra persona en igualdad de condiciones, por lo que constantemente están solicitando el cumplimiento de derechos y mejoras en su calidad de vida y la forma en que son tratadas por el resto de la sociedad.

Generalmente se miran como personas totalmente marginadas por ideologías dominantes, modelos estereotipados que no toman en consideración a las personas con discapacidad tal y como son, en pocas palabras: “invitan y desafían sobre el tipo de sociedad que queremos y el  tipo de país que queremos y establecer las rutas que estamos pensando para las futuras generaciones”, señaló Hess.

El presente y futuro de la discapacidad en un contexto neoliberal

En materia de políticas públicas, Rodríguez sostiene que Costa Rica ha conquistado con mucho esfuerzo una serie de medidas y leyes que promueven y protegen derechos de la población con discapacidad, sin embargo mostró preocupación por ver lo que califica como un retroceso, especialmente con el actual gobierno.

“En un contexto neoliberal la persona en situación de discapacidad va a ser vista siempre como un gasto, va a ser vista siempre como una incomodidad, como un esfuerzo extra y probablemente [el enfoque] será asistencialista, porque es más fácil crear un Estado de asistencia que un Estado de equidad. En un contexto así es más conveniente ubicarla [a la población] en un papel asistencialista y no un papel protagónico, donde tenga derecho al trabajo, a una educación de calidad, a que se cumplan sus derechos en el ámbito de la salud y de los derechos laborales” declaró.

“Creo que peligra la situación de la persona con discapacidad, peligran los logros que habíamos obtenido como una legislación robusta; ejemplo a nivel latinoamericano” finaliza Rodríguez.

Estudiantes de la UCR ganan competencia internacional de emprendimiento social SFERA 2022

El equipo de estudiantes costarricense ganó además una beca completa para estudiar en la Universidad Camilo José Celá de Madrid, España.

La Universidad de Costa Rica representó al país en este evento

La competencia puso a prueba a 11 universidades de Latinoamérica y Europa que buscan la defensa de los derechos humanos

Un grupo de cuatro estudiantes de la Universidad de Costa Rica obtuvo el primer lugar en la segunda edición de la competencia internacional SFERA 2022, realizada la semana pasada en el Tecnológico de Monterrey en México. La competencia consiste en retar a grupos estudiantiles universitarios de Iberoamérica a crea proyectos de emprendimientos que promovieran la defensa de derechos humanos.

La comitiva triunfadora la conformaron Michelle Rodríguez Umaña, Valeria Peña Sequeira, Miguel Blanco Mora y Fabiola Torres Castillo, quienes además de formar parte de la institución, representaron al país en este concurso.

Entrega del primer lugar del Premio SFERA 2022 a estudiantes de la UCR

Este cuarteto estudiantil presentó el proyecto “Girasol”, que impulsa la alfabetización ecológica para las personas con discapacidad. Su objetivo era brindar información sobre cómo mejorar la calidad de vida de la población con respecto al ambiente, así como los esfuerzos que, desde su situación, se pueden hacer para colaborar con este fin.

El producto de este análisis fue la creación de un manual didáctico adaptado a cada tipo de discapacidad, para que las personas con estas condiciones puedan comprender de manera más completa su rol en la lucha por el cambio climático y que, a su vez, se conviertan en agentes de cambio.

El proyecto que obtuvo el primer lugar destacó ante el jurado calificador por su presentación impecable, tanto en el trabajo de investigación como en la presentación final. Esto les llevó a conseguir esa primera posición frente a un total de 50 estudiantes provenientes de 11 universidades de Latinoamérica y Europa. Además del prestigio del triunfo, este equipo estudiantil recibirá una beca completa para estudiar en la Universidad Camilo José Celá de Madrid, institución coordinadora de la competencia.

Un trabajo de seis meses

Este proceso comenzó desde enero del 2022, cuando se abrió la convocatoria interna de participación, para la que postularon 45 estudiantes. Luego, se eligieron las personas que iban a conformar la delegación de la UCR, a quienes se les brindó una serie de talleres participativos y diversas herramientas de trabajo. Las reglas del concurso planteaban que cada universidad debía conformar un equipo de trabajo con al menos cuatro estudiantes y un tutor. Este debía desarrollar una investigación para comprender el problema seleccionado y su propuesta de solución.

Durante seis meses, este cuarteto desarrolló un proyecto de innovación social que tuvo como base un problema propio del país al cual debían darle una solución alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (ODS 2030).

Una vez culminada esta etapa, los equipos de las universidades participantes presentaron sus proyectos en la sede del Tecnológico de Monterrey el pasado 7 de julio, ante un panel de jurados internacionales que evaluó cada propuesta con rigurosidad académica. Este proceso permitió al estudiantado aprender de forma integral y colaborativa, expuso Michelle Rodríguez, representante de la UCR

“Pudimos comprender las problemáticas sociales como parte de un sistema, pero lo más importante, nos convertimos en agentes de cambio por la defensa de los derechos humanos a través de proyectos de innovación y acción social”, comentó Michelle Rodríguez, integrante de la delegación de Costa Rica.

Michelle Rodríguez agradeció a la Universidad de Costa Rica y la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE-UCR) por el acompañamiento para ganar este concurso. Aclaró que sin su apoyo no hubiera sido posible generar un proyecto de tan alto impacto, desde la empatía y la creatividad.

Justamente sobre la posibilidad de brindar soluciones sociales a las realidades de sus respectivos países, el director del programa SFERA 2022, Ignacio Sell, mencionó que esta destacada participación moldea incluso la personalidad y la integridad de estos estudiantes.

Sois individuos proactivos en una sociedad que necesita con urgencia de compromiso, respeto, tolerancia, empatía y solidaridad. No puedo más que sentirme orgulloso y agradecido por contribuir con Sfera Experience como una de las plataformas en innovación y emprendimiento más relevantes y con mayor prestigio internacional” comentó el director del programa.

Por su parte, el director ejecutivo de Auge UCRDavid Ramírez manifestó: “es un orgullo para la UCR, y el país en general, demostrar cómo el talento de nuestros estudiantes puede contribuir con propuestas de emprendimiento e innovación social para atender retos en materia de derecho humanos. Esta es una muestra del potencial de la universidad en impactar a la sociedad mediante el vehículo del emprendimiento”.

El equipo costarricense fue apoyado por la Dirección de Promoción de la Innovación y Vínculo para el Desarrollo (Diprovid), a través de AUGE-UCR, quien les apoyó durante el proceso para la construcción y la guía de acompañamiento en la investigación y desarrollo del prototipo de solución presentado en la competencia.

Además, estas instancias recibieron el respaldo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y del Instituto de Investigación en Educación (INIE) de la UCR para fortalecer el proceso de preparación al cuarteto estudiantil.

Sobre Sfera 2022

“Sfera Experience Collaborative Space” es un programa de innovación social impulsado por The Edmond de Rothschild Foundations y la Fundación Camilo José Cela, que crearon una competición colaborativa en emprendimiento social.

En este programa se brindaron las bases para desarrollar investigaciones y propuestas de mejora de una problemática puntual (llamada “SFERA”) como una filosofía de vida que debe impregnar a todas las instancias del sistema en que vivimos: empresas, gobiernos y sociedad civil, ciudadanos, consumidores, inversores y comunidades.

Tal proceso es posible a través de una formación y trabajo en conjunto para afrontar retos que supongan transformaciones sociales en favor de la comunidad local o global.

SFERA busca así contribuir al impulso de una sociedad capaz de convertir los desafíos diarios en oportunidades de crecimiento que nos aproximen a una vida de autorrealización en el seno de un planeta sostenible. Según esta filosofía, cada persona es parte de esta transformación social tan necesaria.

¿Qué es SFERA?

Julián Berkovics Muñoz
Líder en comunicación de AUGE-UCR
Pablo Mora Vargas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Discapacidad y entorno socio cultural

Luis Fernando Astorga Gatjens

“La discapacidad es un concepto que evoluciona” expresa el preámbulo de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD), de Naciones Unidas y subraya “que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.

Ahora bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define “deficiencia” como “toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica”. La deficiencia es parte de la condición y el ciclo de la vida humana. Podemos adquirir alguna deficiencia, temporal o permanente, en algún momento de nuestras vidas. En mi caso particular, puedo dar testimonio de ello.

En el campo de la discapacidad se pueden identificar varios modelos. Deseo destacar tres: El modelo social, el médico-rehabilitador y el tradicional-caritativo. Estos tres modelos coexisten en nuestro entorno socio-cultural.

El modelo de la discapacidad presente en el citado tratado internacional es el social; el cual establece que el problema principal está en el entorno y en la sociedad, no en la persona. La discapacidad, consecuentemente, es un derivado de entornos “discapacitantes”. Lo que aportamos las personas con discapacidad es algún tipo de deficiencia adquirida o que la traíamos al nacer.

Esta perspectiva de la discapacidad es la más avanzada y jurídicamente vinculante para los Estados (como el costarricense) que han ratificado la Convención. Dentro de esta visión, la discapacidad está fuertemente condicionada por el entorno político-institucional, social, cultural, físico e info-comunicacional.

Como bien lo indica el Instituto Interamericano sobre Discapacidad y Desarrollo Inclusivo (IIDI): “La discapacidad es una variable que resulta de la interacción entre una variable que tiene que ver con la funcionalidad de la persona y otra variable que está relacionada con el entorno y la organización social”.

Por su parte, el modelo médico-rehabilitador centra su mirada en la condición del individuo y considera que la discapacidad es una resultante directa de la deficiencia (o deficiencias) de la persona. La discapacidad es entonces considerada fundamentalmente como un problema de salud y derivado de ello, es un asunto del ámbito médico. Dentro de esta visión, en muchas ocasiones, la discapacidad se hace sinónima de enfermedad.

Mientras tanto la mirada tradicional-caritativa visualiza la discapacidad como una condición inherente a la persona con deficiencias –físicas, sensoriales, intelectuales o psicosociales–, que limita o impide su desarrollo, y la convierte en dependiente y objeto de la caridad privada o la asistencia pública.

El llamado modelo médico conceptualiza a la discapacidad como una patología propia del individuo. Mientras tanto el modelo social se inclina a encuadrarla como una patología de la sociedad.

Alguien podría preguntarse al leer los párrafos precedentes: ¿Qué tiene que ver todo eso con la vida de las personas con discapacidad de carne y hueso, que habitamos Costa Rica? ¡Mucho! ¡Muchísimo! Porque las políticas públicas en materia de discapacidad están, inevitablemente, determinadas por el modelo que oriente a quien decida sobre ellas.

La Asamblea Legislativa, en su calidad de primer poder de nuestra República, es una fuente fundamental en la aprobación e impulso de políticas públicas. Entonces lo que piensen y digan las y los diputados tiene una enorme relevancia práctica.

Esta semana se completó la integración de la comisiones legislativas permanentes. Una de las conformadas fue la Comisión de Asuntos sobre Discapacidad y Adulto Mayor. Esta importante comisión será presidida por el diputado del Partido Nueva República, Yonder Salas Durán y la secretaría la ocupará la diputada del Partido Progreso Social-Democrático, María Marta Padilla Bonilla.

Con toda seguridad, a las y los diputados que forman parte de esta instancia parlamentaria, les anima la mejor intención para lograr avances en la lucha contra todas las formas de discriminación y exclusión social que afecta a las personas con discapacidad, mediante políticas y acciones inclusivas.

Es por ello que es imperativo que sigan los dictados de normas como la ley 7600 y la Convención de la ONU, que se guían por el modelo social, ya que ni el caritativo ni el médico dan respuesta a los problemas, necesidades y aspiraciones de la población con discapacidad. La situación que prevalece en el mundo de la discapacidad da testimonio inequívoco de tal aserto.

La diputada Padilla Bonilla, secretaria de la comisión, expresó lo siguiente, según lo consigna el diario digital CR. Hoy en su edición del 23 del mes en curso, para referirse a las personas con discapacidad: «Son seres humanos que yo digo incluso superiores al resto, porque tienen una serie de condiciones y amor que los hace más elevados espiritualmente que a nosotros, entonces lucharemos para darles el lugar de seres humanos superiores en todo sentido».

Desde luego que no puedo estar de acuerdo con este enfoque de la bien intencionada diputada. He de indicarle: Que las personas con discapacidad somos antes que nada personas. Y en el ancho y variopinto mundo de la discapacidad, las hay buenas y malas, solidarias y egoístas, generosas y mezquinas, inteligentes y no tanto, espirituales y terrenas, alegres y amargadas, reservadas y locuaces… y la lista podría seguir.

Lo que si cubre como ancha capa a todas (o casi todas) las personas con discapacidad, es la discriminación, la exclusión y la subvaloración. Somos parte de esa humanidad diversa. Somos más de mil millones en el reino de este mundo (como escribiera Alejo Carpentier) entre los más de siete mil millones que ya somos.

En discapacidad –como en todo– el lenguaje es muy importante. Las formas suelen llenarse de contenidos. He observado que muchas personas cuando hablan sobre las personas con discapacidad, dudan, titubean, no quieren herir susceptibilidades. Y se hacen un embrollo enorme. No se preocupen: La denominación correcta es persona con discapacidad, les suene o no les suene. Así aparece en la 7600, en los tratados de la ONU y la OEA, en el nombre del ente rector del país (CONAPDIS). Así que no debe existir confusión alguna.

No somos minusválidos, ni inválidos, ni mongolitos, ni cieguitos, ni sorditos, ni sordo-muditos, ni ningún otro “ito” que nos hunda en lo peyorativo. No somos tampoco especiales, ni contamos con capacidades diferentes, ni tenemos necesidades especiales. No somos lo contrario a personas normales porque eso nos convierte en anormales. No somos extraterrestres; somos simplemente seres humanos fieramente discriminados. Formamos parte de la diversidad humana y aspiramos a que se nos respete aún cuando seamos diferentes.

Para formular políticas públicas inclusivas en todas las áreas (salud, educación, empleo, vivienda, información, comunicación, recreación, cultura, deporte, etc.) es imprescindible saber cuántos somos, dónde vivimos, que necesidades tenemos. Se debe partir de una apreciación diagnóstica de la situación y realidad de las personas con discapacidad y eso pasa por evitar elevarnos a un plano de amor y espiritualidad que sin duda puede sesgar la mirada objetiva.

(28 de mayo, 2022)