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Etiqueta: discurso político

El chavismo, un discurso sin patria y sin historia

José Luis Amador.

Por José Luis Amador MSc.

Una de las características del discurso chavista es la negación y tergiversación de la historia y los valores patrios. Proclamar que el país es una dictadura y convencer a la ciudadanía de que nada existe y hay que empezar de cero, es apenas un ejemplo. Esto le permite atacar las instituciones y debilitar los poderes de la República que le estorban en sus pretensiones autocráticas.

Para ello tiene a su haber la desinformación histórica que campea en gran parte de la población y especialmente en algunos sectores de su base social. Cosechamos el resultado de años de ausencia de educación cívica de la ciudadanía y un vacío enorme en el fortalecimiento de memoria histórica.

Súmese a ello que los partidos políticos tradicionales habían venido haciendo una utilización abusiva y superficial de la historia y la tradición, cuando no era que habían echado por la borda los valores de patria y solidaridad, a cambio de una visión economicista y utilitarista del país. “Mi partido y mi patria son mis amigos y mis negocios”.

No menos impactante fue el trabajo de erosión interna, generado desde ciertos sectores académicos, que, en nombre de la crítica científica, terminaron socavando la figura de héroes nacionales como Juan Santamaría o Juanito Mora. Esa visión fue interpretada por el pueblo como una negación de la existencia misma de estos héroes.

Así, el edificio ideológico que sostiene la identidad nacional quedó descuadrado, y el terreno abonado, abriendo espacio para un discurso chavista, a-histórico, carente de luces ciertamente, pero con un poder mediático descomunal, capaz de atacar viralmente la base de nuestra identidad y cohesión social.

En el espacio político, ya teníamos antes una derecha apátrida, que optó por los negocios y convirtió los partidos en maquinarias electorales, pero que se valía del discurso patrio para ganar adeptos, ahora tenemos una derecha ignorante, ayuna de todo interés real en nuestra historia y nuestra ancestralidad.

Nos toca ahora retomar las tareas de re-construcción de la nación y la identidad. Son las viejas tareas de Omar Dengo, Carmen Lyra, García Monge y tantos otros, “para recordarles a los que vienen que no son hijos de las peñas, que tienen precursores abnegados e ilustres y una tradición estimable que conocer, respetar y proseguir” (García Monge al pie del Monumento Nacional. 15 de setiembre, 1921).

En este momento, son pocos y quizá demasiado dispersos los actores sociales, (políticos, artistas, académicos, religiosos, periódicos, formadores de opinión) que alimentan un discurso de revitalización de los elementos de identidad patria y procuran enfrentar y neutralizar el discurso de negación histórica de la arremetida chavista.

Es urgente que los sectores humanistas del arte, la política y la intelectualidad, unan esfuerzos para enfrentar esta visión negacionista de la historia y la cultura, a efecto de trabajar juntos en la reconstrucción del edificio ideológico y espiritual de la patria, fundamentados en la solidaridad humana y no en otra cosa

Cabe señalar que este es casualmente, el talón de Aquiles del discurso chavista: No tiene concepto de Patria, no tiene sentido de solidaridad, no conoce la costarriqueñidad, es un discurso improvisado desde la ideología de un funcionario de tercera del Banco Mundial, que solo sabe servir a sus financistas y a unos cuantos empresarios.

El supuesto líder chavista no tiene las luces para generar un concepto de patria, mucho menos esa Tercera República, de la que habla. No tiene la consistencia ideológica y espiritual que eso requiere y esperamos, no la obtenga jamás.

El discurso chavista pretende haber abolido la historia, pero cuidemos que no nos robe nunca la misión sagrada y permanente de construir la patria, el futuro y la esperanza.

El filibustero William Walker huye ante la acción de las Repúblicas Centroamericanas lideradas por Costa Rica. Ilustra un momento heroico y luminoso de nuestra historia, pero hay muchos, la mayoría de ellos, anónimos.

¿Realmente nos están hablando? Discurso político o manipulación

Observatorio de Bienes Comunes

En los últimos años, pareciera que los discursos confrontativos y denigrantes, son una apuesta segura para la popularidad de la clase gobernante. Asumimos que es lo que las personas quieren escuchar y que recopilan para así toda la indignación de la política que se ha dejado de hacer, en beneficio de un sector de privilegiados que han extorsionando a nuestra sociedad.

Normalmente estos discursos y acciones se plantean como formas disruptivas del sistema político, como sujetos ajenos a esa sociedad política contaminada por la corrupción.

De esta manera, tenemos el acceso a personas que sí combaten los males de la sociedad, que si tiene el valor de plantar cara.

Visto así, pareciera que reúne elementos que sí justifican su utilización y presencia en los discursos públicos de nuestra clase política.

Sin embargo, si nos detenemos  a repensar esta tendencia, cabe la posibilidad de preguntarnos ¿Realmente nos están hablando? 

No será que la utilización de ciertos discursos, representan más bien, formas de manipulación, es decir, modos mediante los cuales nos quieren persuadir para aceptar medidas que de otra forma nos parecen dañinas para nuestra convivencia y defensa de derechos.

Por esta razón, queremos invitarles a repensar estas figuras que hoy asotan las redes sociales y han llegado a cargos de gobierno, incluido la presidencia, para reflexionar sobre la presencia de estos discursos y las implicaciones que tienen desde una perspectiva de manipulación.

Aprovechamos el artículo de Noam Chomsky «Diez Estrategias de Manipulación Mediática» para problematizar diversas estrategias de manipulación.

Pueden descargar las infografías aquí:

Infograría 1 ImagenPDF

Infografía 2 ImagenPDF