Taller Comunicación Estratégica y Divulgación Científica
Más de 40 investigadores de la Universidad Nacional participaron en el Taller: «Comunicación Estratégica y Divulgación Científica» a cargo del Dr. Alejandro Ruiz Balza, experto en comunicación y Director Ejecutivo del Instituto Internacional para el pensamiento complejo-Buenos Aires Argentina.
Esta actividad académica se llevó a cabo este martes 7 de marzo y fue organizada por la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Nacional, con el apoyo delCentro de Estudios Generales y la Rectoría.
La conversación inició con la pregunta ¿Para qué sirve la investigación universitaria?, Después de escuchar las opiniones de los asistentes, se recordó que en una región como América Latina, donde aún existen distintas necesidades sin satisfacer, la investigación puede saciar esos vacíos.
Otro aspecto relevante que se relaciona con la pregunta es la responsabilidad social, un elemento de vital importancia para todas las organizaciones en la actualidad; de modo que una manera de responder en este ámbito es investigando temas de interés para la sociedad.
Para el expositor lo anterior, se encuentra estrictamente ligado con la reputación. En términos de comunicación es imprescindible adelantarse a los hechos y anticiparse a los riesgos de comunicación. Por lo tanto, se debe contar con una estrategia que contenga distintos elementos significativos, para así de manera progresiva ir construyendo esta imagen que se desea de la Universidad. Es decir, se debe organizar el sistema de investigación de comunicación.
Otro elemento importante que deben aprovechar los investigadores es la divulgación científica a través de las redes sociales, por el nivel de penetración y la inmediatez ante eventualidades, por ello, la comunicación estratégica obliga a contar con una comunicación sistematizada, permitiendo entre los investigadores y la población una fluidez en la información, siendo esto de provecho para ambas partes.
Al taller asistieron investigadores, funcionarios, académicos, estudiantes, todos interesados en aprender más sobre el tema. Por lo tanto, se pudieron externar preguntas, inquietudes y comentarios.
Este tipo de talleres y conferencias son parte del programa de capacitación y comunicación que impulsa la Vicerrectoría de Investigación, con el fin de brindarles a los investigadores herramientas útiles para informar a la ciudadanía del impacto de sus investigaciones en la vida cotidiana y en el desarrollo del país.
Actividad realizada en la Sala de Exrectores de la Biblioteca Joaquín García Monge.
Colaboración:
Dayanne Nájera Matarrita
Estudiante RI-UNA
Fotografía:
Eliecer Berrocal Sánchez
Oficina de Relaciones Públicas UNA
Enviado a SURCOS por MSc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.
Unidad de promoción de la Salud logró posicionar 166 ENLACES-OBS
Karol Alfaro Ceciliano, Periodista Promoción de la Salud
Mónika Valverde Luna, Periodista Promoción de la Salud
La Oficina de Bienestar y Salud brinda apoyo técnico a las diferentes unidades de trabajo de la UCR (foto: Prensa Unidad de Promoción de la Salud).
El programa ENLACES-OBS está dirigido a todos los docentes y administrativos de las sedes y recintos de la Universidad de Costa Rica. Su meta principal es crear una Red para el Abordaje de la Promoción de la Salud en los ambientes laborales.
De acuerdo con la Máster Fabiola Fernández, encargada del Programa ENLACES-OBS en la Universidad existen más de 200 unidades de trabajo; aproximadamente 9.500 funcionarios y un total de 166 ENLACES-OBS.
Para 2016, la UPS pretende avanzar en una propuesta más participativa en el diagnóstico de las condiciones de salud (foto: Unidad de Promoción de la Salud).
Añadió que “los principales objetivos para 2016 van encaminados en la misma línea del 2015. Siempre en los ejes de divulgación; actividades educativas; diagnóstico de las condiciones de salud; capacitación de ENLACES-OBS y el apoyo que se le da al programa de inducción al nuevo trabajador de la Oficina de Recursos Humanos”.
Como parte de las actividades educativas la UPS implementa el módulo de nutrición y actividad física en espacios laborales (foto: Unidad de Promoción).
En el diagnóstico de las condiciones de salud se quiere avanzar en una propuesta más participativa. «Vamos a mantener las tres capacitaciones en temas de salud laboral y; también, el apoyo en la inducción al nuevo trabajador de la Oficina de Recursos Humanos. Asimismo, continuaremos con las actividades educativas que incluye: Las intervenciones de las temáticas de salud en las unidades de trabajo, las finanzas saludables, el módulo educativo de nutrición y actividad física en espacios laborales, los talleres de cardiobaile y muy probablemente estamos trabajando con alimentación saludable en la Navidad”, concluyó la Máster Fabiola Fernández.
Antecedentes
Fue en el año 2004 cuando se inició un proceso especial con las jefaturas y direcciones para designar personal de cada unidad académica y administrativa como: ENLACES-OBS. Durante más de 11 años, el programa ha crecido en cinco áreas específicas: divulgación de las temáticas de salud; diagnóstico de la salud en las áreas de trabajo; y promoción de la salud en espacios laborales; capacitación para el personal que trabaja en la UCR; apoyo al programa de inducción al nuevo trabajador en conjunto con la oficina de Recursos Humanos.
En el foro se abogó por un contacto más directo de los estudiantes con las ciencias, así como una mejor capacitación científica por parte del Ministerio de Educación Pública (foto archivo ODI).
La ciencia desde una perspectiva más democrática, el papel fundamental de los bibliotecólogos, científicos y comunicadores en el proceso de difusión y el fomento de una cultura científica fueron los temas principales en el foro La divulgación de la ciencia mediante la comunicación científica realizado en el marco de las IV Jornadas de Investigación de la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La actividad contó con la presencia del Dr. Carlos de la Rosa, director de la Estación Biológica La Selva de la Organización de Estudios Tropicales (OET), quien tuvo a cargo la conferencia inaugural.
Una de las principales críticas realizadas fue la escasa divulgación de las investigaciones científicas realizadas en el país, así como los altos precios de las publicaciones especializadas, lo que provoca una desigualdad en el consumo de la información.
“Este es el país que se vanagloria de tener biodiversidad, pero el periódico más vendido solo publica una página sobre ciencia y tecnología”, expresó De la Rosa, quien abogó por una mejor distribución del conocimiento científico en las zonas rurales y un acceso más equitativo a través de las nuevas tecnologías, para disminuir la brecha tecnológica e informativa presente en el país.
Recalcó además la necesidad de invertir en la publicación de los resultados de las investigaciones científicas de una manera más clara y amigable, que atrape el interés de la población en general y así fomentar una “cultura de lectura” entre los costarricenses.
El Dr. Andrés Castillo expresó que «ciencia que cuenta es la que se cuenta», refiriéndose a la labor de divulgación que deben realizar los científicos (foto Archivo ODI con fines ilustrativos).
Panel de discusión sobre la divulgación científica
En la mesa de discusión, moderada por la coordinadora del Observatorio para el Conocimiento Bibliotecológico (Ocobi) Magda Sandí Sandí, participaron el Dr. Pedro León Azofeifa, presidente de la Academia Nacional de Ciencias, el Dr. Andrés Castillo Vargas, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR y el Dr. Gilberto Alfaro Varela, director ejecutivo del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes).
Los expertos analizaron temas como la comunicación de la ciencia, políticas públicas relacionadas con la divulgación de la información científica, el papel de las universidades estatales en el proceso y estrategias para una mayor equidad en la comunicación.
El Dr. Castillo explicó que desde la esfera cognitiva muchos científicos están conscientes de la importancia y los beneficios que implica la correcta divulgación científica; sin embargo, esa consciencia no es llevada a la práctica. Castillo inició su intervención con la frase “ciencia que cuenta es la que se cuenta”, refiriéndose a la labor de divulgación de sus investigaciones que deben realizar los científicos.
En el foro se discutió la poca criticidad con que los alumnos digieren la información científica que reciben, y la necesidad de modificar los métodos de enseñanza (foto archivo ODI).
Al respecto el Dr. León agregó que el investigador que no publica sus trabajos “no está haciendo nada” y planteó que los tres públicos a los que los científicos deberían dirigirse son la comunidad científica, personas tomadoras de decisiones y a la población en general.
Sobre la educación, el Dr. Alfaro afirmó que el Ministerio de Educación Pública (MEP) debe fortalecer la capacitación científica en los estudiantes, ya que en este momento el sistema educativo funciona únicamente para que los jóvenes memoricen y repitan la información que se encuentra en los libros, aun cuando esta se encuentra desactualizada. Alfaro se refirió también a la poca criticidad con la que los alumnos digieren la información científica que se les da en escuelas, colegios y universidades.
Por otro lado, Castillo expuso los resultados de un estudio sobre las Actitudes hacia la difusión y la divulgación de la ciencia en la investigación académica, que visibiliza las deficiencias existentes en la comunicación científica en algunos departamentos universitarios.
Para este estudio se realizaron encuestas electrónicas al personal investigador en 25 institutos de Ciencias Básicas y Ciencias Sociales de la UCR. De 171 personas que contestaron la encuesta, el 48,5 % reporta que en el centro de investigación para el que trabaja no existe ningún proyecto que promueva la divulgación científica, y el 70,2% no posee capacitación en redacción de artículos científicos y otros documentos de comunicación dirigidos a la comunidad científica.
Los expositores recomendaron ciertas acciones para los encargados de la divulgación de la información, como compartir el valor de la ciencia en contextos educativos, escribir de manera que la información científica pueda ser comprendida por la población y una mayor difusión por parte de las editoriales sobre las investigaciones científicas publicadas en el país.
Estrella Burgos, divulgadora científica y editora de la revista ¿Cómo ves?: La ciencia es vital si queremos que ayude a transformar para bien a nuestras sociedades (foto Laura Rodríguez).
Estrella Burgos Ruiz es editora de la revista ¿Cómo ves? de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), proyecto en el que ha estado desde su gestación en 1998.¿Cómo ves? se distribuye en todo el país y lleva ya 200 ediciones. Muy pronto lanzará su versión digital.
Por más de 30 años, Burgos se ha dedicado a la divulgación de la ciencia, principalmente en medios escritos, radio y televisión. Como especialista en comunicación de la ciencia, ella sabe cómo adaptar los contenidos científicos para que sean entendidos por la gente común. “La divulgación de la ciencia no es la mera traducción de un discurso científico al lenguaje común”, advierte. “Es recreación. Hay que recrear el mundo de la ciencia. Hay que dar un contexto para las cosas”, aclara.
Burgos visitó el país para participar en el XVII Congreso Nacional de Ciencia, Tecnología y Sociedad, realizado el 27 y 28 de agosto, y ofreció la charla La ciencia es de todos en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Conversamos con Burgos y a continuación les ofrecemos un extracto de la entrevista.
-¿Cómo analiza la divulgación científica en nuestro continente? ¿Es un área muy desarrollada o aún su desarrollo es incipiente?
-Varía mucho, es muy heterogénea. Por ejemplo, Estados Unidos tiene mucha tradición en el periodismo científico y en el campo de la divulgación fueron pioneros en los museos interactivos. Tienen grandes periodistas científicos y divulgadores de la ciencia. También hay mucha investigación sobre la comunicación de la ciencia: cómo la gente recibe los productos, si la comunicación es eficaz y cierta forma de comunicar la ciencia. En Suramérica ha habido muchos esfuerzos. Chile tiene muy buen periodismo científico. Brasil invirtió mucho en comunicación de la ciencia, han tenido revistas muy bonitas y tienen programas de posgrado en periodismo científico en varias universidades. En México la UNAM fundó desde 1980 un centro de comunicación de la ciencia. Tenemos más avance en divulgación que en periodismo científico, que no se limita solo a la UNAM, pues muchas otras universidades del país han dedicado recursos y esfuerzos en este campo. Falta unificar un poco los criterios, porque lo que uno considera que es divulgación para otro no lo es, todavía hay mucha discusión. En Centroamérica solamente conozco la experiencia de Costa Rica, veo que hacen muchos esfuerzos.
-Háblenos de la experiencia exitosa de la UNAM. ¿Qué fue lo que esta universidad hizo para desarrollar un proyecto serio de divulgación científica?
– La universidad necesita la voluntad de decir ‘este tema es estratégico’ y no solamente importante. Para cualquier país es estratégico comunicar la ciencia a toda la población, para que esa población apoye el desarrollo de la ciencia y se destine presupuesto a esta. Es estratégico también porque mejora la vida de los ciudadanos y ayuda a que la ciencia sea tomada en cuenta en las políticas públicas. La ciencia es vital si queremos que ayude a transformar para bien a nuestras sociedades.
Las universidades tienen una vocación y una responsabilidad social muy importantes, ya sean públicas o privadas. En esa responsabilidad cabe la divulgación de la ciencia, porque la ciencia es parte de la cultura.
¿Qué se requiere? Se requiere gente formada en esta materia e implementar programas de comunicación de la ciencia para públicos amplios. También que haya voluntad de las autoridades universitarias y participación de sus académicos y sus estudiantes.
La editora y escritora de ciencia mexicana ofreció la conferencia La ciencia es de todos, en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico de Costa Rica (foto Laura Rodríguez).
El papel de las universidades es hacer modelos de la comunicación de la ciencia, para que otros que están fuera del ámbito universitario puedan tomarlos, reproducirlos y mejorarlos.
-¿Cómo involucrar a los científicos en la divulgación de la ciencia? ¿Son todos buenos divulgadores? ¿Deben todos divulgar la ciencia?
-Hay de todo. Hay algunos, poquitos, que tienen la capacidad de comunicar, que no sé cómo la aprendieron y hay otros que no tienen la menor idea. Por eso tenemos que tener varias opciones, tener espacios para quienes comunican bien y para quienes no tienen esa capacidad, están los divulgadores. El investigador está investigando, no tiene por qué saber comunicar, porque nadie le enseñó eso. Además, a él lo van a evaluar en función de lo que investigue y no de lo que comunique. Quizás esto es un problema del sistema. Los divulgadores somos los intermediarios, somos los intérpretes. Estamos entre el público y quienes hacen la ciencia.
¿Cómo atraerlos? Un argumento muy pragmático es que cuando se hace una investigación y hay una repercusión social que puede ser muy directa, esa investigación, científico o grupo de científicos reciben más financiamiento. Por otro lado, tengo la obligación de decirle a la gente qué hago si investigo con dinero que pone la gente.
También hay que trabajar con los científicos para que entiendan qué son los medios de comunicación social y cómo funcionan. En cuanto se entiendan hay mucha más disposición de ambos lados para colaborar.
Nuestros sistemas universitarios lo que recompensan es la investigación, lo cual es un problema. Pero cuando alguien que hace ciencia conoce al público, ve la reacción de este y logra provocar emociones, se fascina.
-¿Cómo llegó usted al campo de la divulgación científica?
-Mi formación es en ciencias. Cuando yo era estudiante de Química ofrecían un trabajo en el entonces Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia para traducir notas de una revista que se llama New Scientist y, como necesitaba ganar dinero, fui e hice una prueba. Me dijeron que me probaban tres meses y me quedé diez años. Entonces, llegué por casualidad.
Hubo algo que para mí fue muy importante. Cuando estudiaba yo me decía: ‘esto qué sentido tiene’, ‘por qué tengo que aprender esto’. Y cuando empecé a trabajar con los divulgadores de la ciencia le encontré el sentido, porque ellos lo que dan es el contexto de las cosas. Entonces me pareció fascinante. Me tocó en un momento en el que arrancaba un proyecto muy importante en la UNAM.
Aprendí mucho en una revista universitaria en la que me tocó trabajar con los científicos en el plano de la edición editorial, para que los materiales fueran entendibles. Nos dimos cuenta que no era nada más de pedirles un texto, sino que este había que adecuarlo para que se dieran a entender, y a veces era muy difícil ponerse de acuerdo con ellos.
A mí me gusta mucho la literatura y allí encontré cómo fusionar todos esos intereses. Porque la gente piensa que la ciencia está muy lejos del arte o de las humanidades, y para nada, se pueden llevar de maravilla.