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Etiqueta: educación pública

¡Pasacalle! Caminata cultural y pacífica 

El próximo 27 de junio se llevará a cabo el ¡pasacalles! una caminata cultural y pacífica, en defensa del ICE, la educación pública y las instituciones públicas.
Este tiene como punto de encuentro el costado Norte del edificio central del BCR, que se encuentra sobre el boulevard de Avenida Central, con rumbo hacia la Asamblea Legislativa, a las 4:00 p.m.

SEC: Nuestra educación no es negociable, defendamos su presupuesto

El martes 28 de mayo el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) informa al Magisterio Nacional, como también a las madre y padres de familia que poseen estudiantes en el programa educativo, que han hecho llegar una carta a la señora Ministra de Educación en donde realizan una protesta y manifestación por el motivo de preocupación debido a que ya se ha iniciado a elaborar el presupuesto de la Educación Pública del 2025.

Mismo que se está viendo afectado debido a una solicitud del Ministro de hacienda se debe hacer un recorte en 65,000 millones de colones, lo que dejaría el presupuesto de la Educación Pública en 4.7%, esta acción violenta nuevamente los establecimientos de la constitución política, en el respectivo artículo 78, en el que se establece que el presupuesto para la Educación Pública debe ser el total a un 8% del Producto Interno Bruto (PIB).

Estas acciones estarían violentando pronunciamientos de la Sala Constitucional de la Procuraduría y de la Contraloría, donde se especifica y señala que se debe cumplir con el 8% del Producto Interno Bruto, es por esto que se hace un llamado a la sociedad costarricense, a las madres y padres de familia, estudiantes, a las organizaciones magisteriales, se ensamble una organización para luchar y defender el presupuesto de la educación pública.

Le invitamos a escuchar el video con la declaración del presidente del SEC, Gilberth Díaz.

¿Cuándo fue que se jodió este país?

Adriano Corrales Arias

Adriano Corrales Arias

Hasta hace muy pocos años jamás pensé que en este, “mi país”, escaseara el agua o se tuviese precaución a la hora de tomarla directamente del tubo, porque podría estar contaminada. O que no se pudiera salir por la noche con la seguridad de la que siempre gozamos en nuestra loca juventud cuando, chicas y chicos, deambulábamos a pie, hasta la madrugada, sin preocupación ni zozobra; o en nuestra niñez, cuando jugábamos en potreros, terrenos baldíos, parques, calles, callejones, alamedas, hasta altas horas de la noche. Mucho menos que hubiese apagones ni asaltos o crímenes en la vía pública y a plena luz del día.

Y hubiese jurado que la seguridad social –seguro universal y gratuito– crecería y gozaríamos de ella para siempre, cada vez con mayor eficiencia y más oportuna; que, por ejemplo, las ciudades capitales de cada región contaran con un hospital como el México o el Calderón Guardia, asunto para nada inalcanzable si no se hubiese desfinanciado a la Caja (CCSS). Lo mismo con la educación pública, gratuita y costeada por el estado, con estándares de calidad semejantes a cuando cursaba mis estudios secundarios en el otrora prestigioso Liceo San Carlos, el cual, para entonces, por la calidad de sus docentes, no tenía nada que envidiar a cualquier colegio privado de San José. O que las telecomunicaciones y la electricidad podrían exportarse a toda Centroamérica y más allá, contando con una institución como del ICE, por mucho tiempo la mejor empresa en su línea en América Latina y con las tarifas más baratas. (Recuerdo, en mis épocas de hippie, cuando un profesor francés que me hizo raid hasta Sámara, Nicoya –se daba el lujo de vacacionar en Costa Rica y alquilar un auto con su salario– me asegurara que estábamos mejor que en París puesto que, con unas cuantas monedas y sin la mediación de una operadora, podía llamar desde una cabina en la playa directamente a su casa en Lyon). Tampoco podía imaginar un banco privado, o decenas de universidades privadas atacando a las públicas en pos del presupuesto estatal que se les asigna(ba), aunque el estado no cumpla a cabalidad con el mandato constitucional. A pesar de ello, continúan siendo las más prestigiosas, solventes y eficientes; las únicas que aún pueden llamarse “universidades”.

En fin, presumía, con amigos y conocidos latinoamericanos, usamericanos y europeos, porque generalmente ocupábamos los primeros lugares del continente en cuanto a salud –atención médica, erradicación de enfermedades, campañas de vacunación, prevención–, educación –eliminación del analfabetismo, nutrición escolar, infraestructura escolar, cobertura nacional–, vivienda popular, agua potable, telecomunicaciones y electricidad –cobertura nacional–, distribución del ingreso, producción agrícola –con el orgullo de los estancos del CNP–, eliminación de la pobreza, etc. Casi siempre al lado de los también buenos índices de Cuba. (Hoy, vergonzantemente, somos el país más desigual del mundo).

Trato de decir que el Estado Social de Derecho erigido a finales de la década del cuarenta del siglo pasado, luego de una cruenta guerra civil (1948) y de un pacto social inédito (oligarquía, clase media y trabajadores, representados por socialcristianos, socialdemócratas, iglesia católica y comunistas), parecía alzar vuelo y funcionar al margen de la guerra fría, de las dictaduras y de las guerras civiles que asolaban a Centroamérica y al resto del subcontinente. Un estado que, a pesar de errores y corruptelas, se presentaba como el proyecto político más logrado y solvente de la región prometiendo mayor estabilidad social en un marco geopolítico sumamente violento y de agudas contradicciones sociales. ¡Pero llegó la contrareforma!

Luego de la lúcida defensa de dicho estado y de la soberanía nacional por parte de Rodrigo Carazo Odio (1978-1982), misma que le fuera cobrada sin indulgencia por parte del FMI y el BM, hincándonos con la devaluación de la moneda, lo que provocó ira en el pueblo costarricense (pero no contra el FMI o el BM, desafortunadamente, sino contra el gobierno defensor de la soberanía, ¡habrase visto!), sobrevino el gobierno de Luis Alberto Monge Álvarez (1982-1986) que implementa los primeros planes de ajuste estructural (PAEs), iniciando así la contrareforma neoliberal y la ruptura de un estado que, hasta entonces, operaba –mal que bien– con un rostro humano y sin tanta sangría social, ofreciendo oportunidades para los sectores sociales más desprotegidos.

Más tarde los neoliberales, con Óscar Arias a la cabeza, asaltan el Partido Liberación. Nacional (PLN), trastocando lo que aún le quedaba de socialdemócrata. Con un “bazoocazo constitucional” –paradoja: así lo bautizó Luis Alberto Monge Álvarez– y sin oposición, logran reelegir al susodicho. Igual sucede con el partido Social Cristiano (PUSC) con la llegada del junior –Calderón Fournier–, quien, junto al otro junior –Figueres Olsen– firmarán un pacto para repartirse el pastel tratando de cerrar y privatizar instituciones. El segundo logra quebrar y eliminar el Banco Anglo Costarricense, entre otros desmanes concertados. Dicho de otra manera, el bipartidismo se alía y conforma un sólo partido –que, cual máscara de Jano, intercambiará el mangoneo del gobierno: el PLUSC. Cuando el jueguito se les agota, entonces deciden crear el Partido Acción Ciudadana (PAC) dilapidando muy pronto su caudal electoral, ya que los dos gobiernos que logran posicionar –atizando la hoguera del fundamentalismo y embobando a izquierdistas parlamentarios y progresistas pro derechos humanos– aceleran la contrareforma de manera agresiva, ganándose la animadversión de una masa ya confundida e intoxicada con el discurso único de esa entente y de la globalización bajo esquema neoliberal administrada por USA. Entonces, ya casi desesperados, inventan una nueva candidatura y envían por un desconocido ávido de poder y de riquezas. Solo que, al parecer, les salió un poco careto aliándose con nuevos ricos y fuerzas espurias. Lo demás lo estamos padeciendo.

Es este un recuento, grosso modo –quizás de manera harto gruesa– para comprender el galopante proceso de desmontaje del Estado Social de Derecho y el avance de la contrareforma neoliberal dirigido por la plutocracia nacional –con sus contradicciones interclase (grupos de poder que reclaman su tajada), claro está– agenciada por franquicias políticas cada vez más de derecha rayanas en un alarmante y criollo proto fascismo. Es lo que hay. Lo que se lamenta es que el período de desmontaje y deterioro del estado y de la república en general, haya sido tan vertiginoso y virulento; tanto que todavía nos preguntamos cuándo fue, exactamente, que empezó a joderse este paisito. Lo peor: con el apoyo de miles de fanáticos que aplauden dicho desmontaje desconociendo la gravedad del asunto, toda vez que serán ellos los más castigados cuando esta ínsula se privatice en absoluto y pase a ocupar la vanguardia en términos de concentración de capital en pocas manos, bancarrota social y violencia criminal. Lo que se avizora es más que patético. A no ser que demos un golpe de timón y enderecemos la barca en busca de los principios que hicieran de este país un ejemplo mundial en la segunda mitad del siglo XX; algo así como el trapito de dominguear de las democracias capitalistas, una rareza en una Centroamérica convulsa y desangrada. ¿Tendremos los arrestos espirituales, políticos y socioculturales para ello todavía? ¿Será posible la conformación de un verdadero frente político y social que enfrente la, hasta ahora, imparable contrareforma?

Foro: La Educación Necesaria en Costa Rica” ¿Cuál es la educación requerida en un mundo en transformación?

​​La Universidad de Costa Rica (UCR), a través de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) y la Fundación Friedrich Ebert en Costa Rica (FES), mediante el Proyecto en América Central Transformación Social Ecológica, le invitan al Foro “La Educación Necesaria en Costa Rica” ¿Cuál es la educación requerida en un mundo en transformación?”

Históricamente la educación pública ha logrado posicionar a Costa Rica como un país de un “alto índice” de desarrollo humano y ha encadenado el desarrollo económico a partir del crecimiento del sector productivo y de la atracción de inversión extranjera.

Pero las desigualdades en el nivel de aprendizaje se incrementaron debido a la pandemia por COVID-19 y sus consecuencias. Estudiantes de familias de condición socioeconómica más baja se vieron afectados de manera desproporcionada por la pandemia.

Además, es urgente construir una visión de la educación necesaria para consolidar un escenario futuro del país que posicione en el centro la transformación social ecológica de la economía y del mundo del trabajo por el desarrollo humano de la sociedad.

Día: martes 14 de mayo 2024

Hora: 3:00 p.m. a 5:00 p.m.

Lugar: Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica, UCR

Mini auditorio 1 de la Facultad de Ingeniería, primer piso de la Facultad de Ingeniería   

Inscripciones: https://nextcloud.fes.de/nc/apps/forms/s/CQHy8FLXSZdnNW4AQ4xRXfTz 

La educación necesaria en Costa Rica: https://library.fes.de/pdf-files/bueros/fesamcentral/20657.pdf 

Defender la alegría

Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

Durante la conferencia “Aportes de las ciencias sociales a la sociedad costarricense”, dictada por la Académica Jubilada, Dra. Arlette Pichardo, se reescribió una frase inspiradora, útil para los tiempos que vivimos. 

Y es que, siguiendo con las frases dichas y contundentes, aquello de que debemos salir a defender lo obvio cada vez en una constante. Decía Arlette que las ciencias sociales costarricenses y particularmente las desarrolladas desde la Universidad Nacional en Costa Rica, han hecho significativos aportes a una sociedad tan compleja como la costarricense. 

Pero también señalaba los caminos por recorrer, ahora bajo las amenazas de la anticiencia, los peligros que acechan el camino de las universidades públicas en su funcionamiento y financiamiento y el descrédito al que las ciencias sociales por combativas y constantes, se han sometido por parte de sectores regresivos y conservadores en su pensamiento y acciones.  

Defender la alegría es para mí, hoy, un testimonio de vida.  Soy producto absoluto de la educación pública costarricense desde mi formación como artista en el Conservatorio de Castella, mi base sociológica y mi posgrado en la Maestría Académica de Comunicación en la Universidad de Costa Rica y más recientemente, reconocido con uno de los grados máximos otorgado a una tesis doctoral en el Programa de Doctorado de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional. 

Defender la alegría es sostener estos pilares que nos forman. Tener gratitud por las oportunidades recibidas y aprestarse a devolver, desde el corazón, lo recibido.

Quiso la historia individual que así fuera, entrelazada con los procesos y devenires de esta sociedad que nos necesita tanto. Continuamos entonces, ahora desde las trincheras de la alegría como razón de vida.  A ella vamos y nos aferramos. Si.

UCR: Encuentro universitario congrega a docentes para fortalecer la lectoescritura en Costa Rica

Un total de 38 personas representantes de 23 proyectos participaron en la actividad. Foto: Francis Cuaresma.

Encuentro se realizó el 29 de febrero y reunió a representantes de más de 23 proyectos que se desarrollan a lo largo del país

Laura Rivera Alfaro 

La Universidad de Costa Rica (UCR), a través de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) realizó el pasado jueves 29 de febrero el “Encuentro Universitario de TCU para el Fortalecimiento de la Lectoescritura en Costa Rica”. Este evento, congregó a representantes de proyectos de Trabajos Comunales Universitarios (TCU), de otras modalidades de acción social, así como personas que realizan investigación en la materia, quienes compartieron experiencias y conocimientos en el ámbito de la lectoescritura.

El encuentro arrancó con un panel titulado “Experiencias desde la acción social y la investigación para el desarrollo de las habilidades de comprensión y producción de textos” en el que participaron la Dra. Ana María Carmiol Barboza, investigadora del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP); la Dra. Magda Sandí, decana de la Facultad de Educación, las profesoras Mag. Ginette Guillén Jiménez, colaboradora y Mag. Iria Briceño Álvarez, coordinadora del TC-689 Proyección social de las unidades de información a partir de la gestión de la información, la alfabetización digital y el fomento de la lectura, la investigación y la cultura; y finalmente, la Dra. Catalina Ramírez Molina, investigadora del Instituto de Investigación en Educación (INIE).

La actividad contó con la participación de 38 personas representantes de 23 proyectos, lo que refleja el interés y la relevancia del tema abordado, así como el compromiso de la comunidad universitaria con el fortalecimiento de la educación pública nacional.

La Dra. Catalina Ramírez exhortó a las personas coordinadoras de TCU a que exploren nichos de acción que son de carácter urgente como lo son la lectura y la escritura: “El país no se puede quedar con personas que no leen, que no escriben, que no logran comunicar de forma clara y articulada, cuando hablan y escriben (…) los TCU pueden ser esa respuesta para combatir el rezago en tareas de lectura y escritura. Cada TCU puede incluir una práctica que ayude a mejorar el desarrollo de estas competencias. No necesitamos un TCU aislado de lectura y escritura, necesitamos que en todos los TCU existan componentes y acciones de lectura y escritura” indicó la experta.

El encuentro tuvo lugar en el Auditorio del Edificio de Educación Continua (EduCon) de la UCR, durante la mañana del jueves 29 de febrero.

En un segundo momento, las personas participantes tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y buenas prácticas en el campo de la lectoescritura, en un ambiente de colaboración y aprendizaje mutuo. Se destacaron las diversas metodologías empleadas por los proyectos de TCU, así como los desafíos y oportunidades identificados en el proceso de fortalecimiento de esta habilidad fundamental en niñas, niños y personas adolescentes.

Este encuentro fue un espacio enriquecedor que permitió fortalecer la red de colaboración entre los proyectos de TCU y promover el intercambio de conocimientos en beneficio de la educación pública nacional. De esta manera, la UCR reafirma su compromiso continuo con el desarrollo social y educativo del país, hecho al que se refirió la señora Vicerrectora de Acción Social, Mag. Patricia Quesada al realizar el cierre de la actividad.

Volver al futuro

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Es verano de 1987. Mis padres hacen esfuerzos para que conecte con la vida universitaria. Cumpliendo los mandatos de Don Arnoldo, me lanzan a la aventura de dejarme algo para el futuro. Y me llevan al encuentro de un enorme Joaquín Gutiérrez en un curso libre de ese verano, sobre literatura costarricense. Años más tarde, la obra de Gutiérrez sería encriptada en un necesario debate acerca del racismo en la narrativa doméstica. Me pregunto si es la obra o el autor. Entonces me lleno de perplejidad y cuestiono.

Ese verano, el primer día de clases en mi vida universitaria, iría a mi encuentro con la vida. Colmado de nervios, dudas y preguntas. Para acallarme en mis incertidumbres, entré a un café que por entonces dominaba la escena sanpedrana, revestido de un nombre de historieta latinoamericana, que aún hoy resuena en mi inconsciente. Un café y un arreglado serían mis armas para combatir la angustia de esa tarde.

Y entonces entro a mi primera clase de universidad, con el infortunio de toparme con alguien que decía ser docente, de arte, de teatro. Nunca olvidaré la vulgaridad de su pedagogía. Nunca estaría más claro para mí decirme a mí mismo que si sería docente alguna vez en la vida, no repetiría las imbecilidades de aquel mal profesor universitario.

Y fui y soy docente y sigo aprendiendo.

Todas estas cosas las pienso en el presente mientras recibo, ahora como vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional, estudiantes de primer ingreso el día de apertura del primer ciclo lectivo de 2024.

Desfilan ante mis ojos proyectos de vida que recién comienzan. Pienso en el contexto de un mundo post pandemia, acechado por los reacomodos de las hegemonías militares a nivel global. Pienso en el cardumen de las violencias, la imposición de los conservadurismos, el destino de los apátridas, la hora de la ingobernabilidad en una Costa Rica que no reconozco.

Pienso en todo eso mientras una joven proveniente de Río Frío de Sarapiqui, comunidad ubicada al norte del país, se nos acerca y nos pregunta a la decana Marta Sánchez y a mí persona, por el número de aula que le corresponde y porqué hace tanto frío una mañana de febrero.

Es la puerta al futuro la que se divisa para ella.

Entonces me apresuro a desdibujar el continente de dudas, para llegar a un puerto seguro. Una tarde de marzo de 1987 me incliné a la pregunta. Y aún hoy sigo esperando la respuesta.

La educación pública es un bien histórico, que hay que salir a defender sí o sí. Las armas de la integración social están allí, en esa joven de Río Frío o en el muchacho que se acercó tímidamente a preguntar por su futuro en la carrera de Comercio Internacional: ¿dónde está?, preguntó.

Pienso, por un momento, en esas cuatro clases de verano de 1987 que me desafiaron como persona y me delinearon el camino.

“Para adelante”, le dijimos. “El futuro está adelante”.

Día Mundial de la Educación: Retos educativos en Costa Rica

Susana Jiménez Sánchez
Vicedecana del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE-UNA)

En el marco del Día Mundial de la Educación, es imperativo reflexionar sobre la trascendencia de la educación en la vida de quienes hemos nacido y crecido en Costa Rica. La educación ha sido un pilar fundamental que ha moldeado nuestro desarrollo individual y colectivo. Sin embargo, en este momento histórico, nos enfrentamos a desafíos significativos que requieren una revaluación profunda de la educación pública.

La situación actual en el sistema educativo costarricense revela preocupantes rezagos, como la pérdida de aprendizaje equivalente a dos años, según datos del Banco Mundial y la UNICEF. Este fenómeno, destacado en el Noveno Informe del Estado de la Educación, plantea la posibilidad de una generación de estudiantes por debajo de las competencias mínimas en lectura y matemáticas. Además, el recorte presupuestario para la educación pública en 2024, representando solo el 5.2% del PIB, amenaza con afectar la cobertura, calidad y pertinencia de los programas de equidad, impactando a más del 40% del estudiantado en centros educativos públicos.

En este contexto crítico, es esencial que los líderes políticos en Costa Rica reconozcan la educación como una inversión social primordial. La asignación de recursos económicos adecuados se vuelve imperativa para garantizar el óptimo funcionamiento del sistema educativo y para contrarrestar las desigualdades estructurales que persisten. La educación no solo moldea individuos competentes, sino que también se erige como una estrategia vital para disminuir la violencia y la criminalidad, cerrando las brechas sociales y proporcionando oportunidades equitativas a todos los sectores de la sociedad.

Frente a estos retos, es crucial implementar estrategias que nos conduzcan a transformar nuestras diversas realidades. Desde el Centro de Investigación y Docencia en Educación dela Universidad Nacional (CIDE-UNA), enfatizamos la importancia de mejorar la formación docente continua, permitiendo a quienes están en las aulas actualizar sus conocimientos y mejorar sus prácticas pedagógicas. Es esencial que la sociedad costarricense reconozca que la educación es responsabilidad de todos, individuos y organizaciones por igual, y que nuestra participación activa es fundamental para mejorar la situación actual.

En este sentido, estas acciones, respaldadas por un aumento significativo en la inversión educativa, tienen el potencial de revertir los rezagos en la educación básica y media en Costa Rica en 2024. Al unir esfuerzos y trabajar en conjunto, podemos sentar las bases para un futuro educativo próspero y equitativo, donde cada estudiante tenga acceso a una educación de excelencia. ¡Feliz Día Mundial de la Educación!

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Imagen: UCR.

Las municipalidades deben asumir un rol más protagónico en el campo de la educación pública

José Luis Pacheco Murillo

Si en algo se diferenció Costa Rica en el siglo pasado fue en el tema de la educación. El dedicar tiempo y presupuesto para la educación fue vital para que el desarrollo económico y social se diera de la forma en que se dio. La educación pública, gratuita y obligatoria significó la posibilidad del desarrollo individual y colectivo.

Desgraciadamente a partir de los años 80s el interés de los dirigentes políticos por la educación decayó y eso ha significado un retroceso que de igual manera es individual y colectivo.

Eso ha significado también que las consecuencias de ese abandono educativo se vean reflejadas hoy en lo que es delincuencia, indigencia, drogadicción, sicariato, hogares destruidos, violencia a todo nivel y en todos los rincones. Una verdadera crisis desde todo punto de vista.

Creo importante que las municipalidades asuman un rol más protagónico en el campo de la educación pública, en el apoyo a las instituciones educativas y a los estudiantes, niños, jóvenes y adultos a través de becas. Es urgente que la educación tome su protagonismo para el desarrollo de los cantones y del país.

Es necesario que retomemos responsabilidad en los hogares en cuanto a darle estímulo a los niños y jóvenes para que la educación sea la prioridad y que a ella se sume la formación en valores éticos y morales.

Si es posible volver a sembrar esa semilla de la educación y la formación para que en el país tengamos asegurado un mejor futuro. También apoyar a los educadores para que puedan ejercer su vocación y profesión sin las presiones de leyes que les amenazan un día si y otro también con su destitución tan solo por querer disciplinar.

Dios quiera que entendamos que sin una educación y formación adecuadas nuestro futuro está comprometido y de igual forma el del país. Hagamos lo posible por recuperar lo perdido en el campo de la educación, será beneficioso para todos.