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Etiqueta: ejercicio físico

La actividad física y el ejercicio físico: pilares fundamentales de nuestra salud

Dra. Sofía Chaverri Flores
Especialista en Medicina Física y Rehabilitación
Invitada de ACANAMED

La actividad física y el ejercicio físico forman parte de los pilares fundamentales para gozar de una buena salud. A ellos se le suman el tener una alimentación saludable; la calidad de nuestro descanso, así como una adecuada higiene del sueño; controlar nuestros niveles de estrés y gestionar nuestras emociones de forma apropiada; tener contacto con la naturaleza por lo menos una vez a la semana y el socializar.

Aunque los términos actividad física y ejercicio físico se asemejan, son conceptos diferentes. La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por la contracción de un músculo que incrementa el gasto energético basal. Es decir, cualquier actividad que hagamos desde que nos levantamos en la mañana, puede ser considerada como una actividad física; por ejemplo, lavarnos los dientes, ir al trabajo o hacer las labores del hogar. No obstante, hay distintos niveles de actividad física y lo importante es optimizarla diariamente y evitar el comportamiento sedentario durante el día.

Por otro lado, el ejercicio físico, es una subcategoría de una actividad física, pero esta debe de ser planeada, estructurada y repetitiva, con el propósito de mejorar o mantener uno o más de los componentes de la aptitud física, como son: la composición corporal, la resistencia aeróbica, la fuerza y la resistencia muscular, así como la flexibilidad. Según el Colegio Americano de Medicina del Deporte y la Asociación Americana del Corazón, para adultos sanos de 18 a 65 años de edad, se recomienda realizar ejercicio aeróbico de moderada intensidad 5 veces por semana de 30 minutos o más, con el fin de alcanzar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana; o ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa, 3 veces por semana en sesiones que sobrepasen los 20 minutos, para alcanzar al menos 75 minutos por semana.

Un ejercicio de moderada intensidad es aquel en el que se puede mantener una conversación pero no es posible cantar, mientras que un ejercicio de intensidad vigorosa se define como aquella actividad en donde una conversación no puede ser mantenida sin interrupción y solo es posible decir algunas palabras. Durante una misma sesión de ejercicio, se pueden combinar ejercicios de ambas intensidades.

Es importante recalcar que los 150 minutos de ejercicio moderado y los 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana, son duraciones mínimas recomendadas, ya que se han encontrado efectos benéficos adicionales al ejercitarse más tiempo (300 minutos por semana de ejercicio moderado o 150 minutos por semana de ejercicio vigoroso). No obstante, si una persona no tiene tiempo para hacer una sesión de 20 o 30 minutos, la sesión se puede fraccionar, incluso en duraciones menores a los 10 minutos, ya que está demostrado que sesiones de corta duración también generan beneficios. Además, se recomienda incluir ejercicio de fuerza, por ejemplo ejercicios con peso, de 2 a 3 veces por semana y que involucren los principales grupos musculares, así como ejercicios de flexibilidad.

En personas físicamente inactivas, no se deben de dar estas recomendaciones en un plan inicial. Se prefiere iniciar con sesiones mucho más cortas y de menor intensidad e ir haciendo las progresiones muy paulatinamente hasta alcanzar el objetivo.

En resumen, para gozar de una buena salud y de un bienestar físico y emocional, debemos de tener niveles óptimos de actividad física a lo largo del día (movernos más y sentarnos menos) y realizar ejercicio físico regularmente. Estas medidas previenen y pueden ser parte del tratamiento de múltiples enfermedades crónicas, como por ejemplo la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia, las enfermedades cardio y cerebro vasculares, las enfermedades metabólicas, las enfermedades neurodegenerativas; así como de algunos tipos de cáncer.

Una esperanza en el ejercicio físico y la terapia

Por: Johnny Núñez Zúñiga
Periodista
Oficina de Comunicación-UNA

Una investigación realizada por la Escuela de Ciencias de Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA) analizó el efecto del ejercicio físico y la terapia complementaria “conciencia plena” en la función ejecutiva (atención) de pacientes que han sufrido por trauma o enfermedad cerebral, con el fin de generar mejora en las condiciones físicas y cognitivas de los pacientes.

Jorge Salas, subdirector de dicha escuela y uno de los investigadores, explicó que el uso de terapia “conciencia plena” contribuye a reducir el impacto que generan las intervenciones médicas. Para ello se utiliza la medicación como forma de abordaje, pues ralentiza el deterioro cognitivo y permite un mejor control en la conducta. Aspectos que refuerzan este tipo de intervenciones son la tolerancia del paciente, la relación coste- eficacia de estas y las funciones ejecutivas.

Agregó que actualmente el uso de terapias complementarias colabora con el desarrollo en las mejoras de pacientes que presentan problemas cerebrovasculares por enfermedad o por algún traumatismo, lo que permite la recuperación progresiva de la atención y conciencia que trae resultados en la calidad de vida.

Logros evidentes

En relación con los resultados obtenidos en los valores del instrumento MAAS de esta investigación, Salas detalló que se evidencia una mejora muy importante de un 33 % en los pacientes que fueron sometidos a la terapia “conciencia plena” dos veces por semana durante ocho semanas de intervención a diferencia del grupo control, los cuales mejoraron en 11%. Los beneficios que se logran en las respuestas conductuales relacionadas con la atención a través de la práctica de la terapia “conciencia plena” básicamente es la mejora de tres subcomponentes específicos: atención, orientación y control del conflicto.

Esta investigación estuvo a cargo de los académicos Evanny Calvo, Camila Rivera, Paula Villalobos, Melissa Hernández, Daniel Rojas y Jorge Salas y utilizó la población que asiste al proyecto de rehabilitación integral craneoencefálica de Ciemhcavi-UNA. Se escogió una muestra a conveniencia de 12 usuarios, de los cuales se realizó una división de 6 personas para ser el grupo experimental y 6 personas para ser parte del grupo control. La muestra estuvo compuesta por 6 hombres y 6 mujeres, con edad promedio de 30 años.

Todos los participantes completaron el instrumento de propiedades psicométricas de la versión española de la escala Mindful Attention Awareness Scale (MAAS). Este instrumento evalúa, de manera global, la capacidad de una persona de estar atento y consciente de la experiencia en el momento presente en su vida cotidiana. Una vez completado este documento, el grupo experimental realizó la terapia “conciencia plena” dos días a la semana durante 8 semanas que inició con 15 minutos hasta lograr completar 30 minutos continuos.

El grupo fue dirigido por un encargado de trabajar con ellos en el proyecto. Por su parte, el grupo control solamente completó el instrumento MAAS, tanto al inicio como al final de las 8 semanas de intervención.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica