Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
La Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del 31 de julio de 2024, denunció que el pueblo venezolano enfrenta la manipulación mediática y política junto al acoso imperialista, la intromisión externa, y la arremetida oportunista de las oligarquías y sus representantes.
La Presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba advirtió ese mismo día en una declaración, que se había desatado, una vez más, la campaña de acoso y manipulación comunicacional contra la República Bolivariana de Venezuela.
No tardó mucho tiempo para que, como parte de la manipulación mediática y política, se intentara imponer una calumnia que aludiera a Cuba.
Sobre la base de una burda fabricación del Diario de las Américas, en consonancia con su línea editorial sobre Cuba, se citó a una fuente anónima para maliciosamente transformar el tráfico regular de vuelos entre Cuba y Venezuela, en un supuesto movimiento extraordinario de personas y documentación, ligadas a los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela desde el domingo 28 de julio.
Era de esperarse que otros medios de comunicación y cuentas en plataformas digitales, que trabajan coordinadamente en campañas de intoxicación sobre la realidad cubana, asumieran esta calumnia como una verdad, sin detenerse a comprobarla.
Las Autoridades del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba han confirmado que entre el domingo 28 de julio y el 2 de agosto de 2024, no se han producido vuelos que no sean comerciales programados previamente.
La idea maliciosa de que un vuelo fue “rentado a Turkish Airlines” para cubrir la ruta La Habana–Caracas, es una tergiversación. La línea aérea aludida realiza cuatro operaciones semanales. La ruta se inicia en Estambul los lunes, martes, miércoles y sábados, por lo que no se alquiló avión alguno especialmente para un tráfico de urgencia o cubrir una necesidad imperiosa como insinúa un eje de la campaña de mentiras.
La parada que hace esta línea en Caracas es para recibir servicios de comisaría, combustible y sus propios pasajeros. Esta semana operó en el sector La Habana-Caracas de la siguiente forma: el 29 de julio, el TK183 con la aeronave B789 saliendo de La Habana a las 12:55 y arribando a Caracas a las 16:10. El 30 de julio, el TK195 con la aeronave B789 La Habana-Caracas en el mismo horario y el 31 de julio, con el vuelo TK183 y la aeronave B789 con el mismo itinerario.
La aerolínea CONVIASA cubrió su ruta regular Caracas-La Habana-Managua-LaHabana-Caracas en sus tres frecuencias semanales. Esta semana operó en el sector La Habana-Caracas de la siguiente forma: 30 de julio, el VCV3493 aeronave A342 salida de La Habana a las 05:30 llegada a Caracas a las 08:30. El 1 de agosto, el vuelo VCV3497 con la aeronave A342 salida de La Habana a las 05:30 llegada Caracas a las 08:30. El viernes 2 de agosto, el vuelo VCV3497 operó con la aeronave A342 saliendo de La Habana a las 05:30 y llegando a Caracas a las 08:30 horas.
CONVIASA realiza quincenalmente una operación regular en la ruta Caracas-La Habana-Moscú-La Habana-Caracas. Esta ruta se inicia en Caracas los viernes. Esta semana operó en el sector La Habana-Caracas el 29 de julio, vuelo VCV con la aeronave A346 saliendo de La Habana a las 14:00 y arribando a Caracas a las 17:00.
El 1 de agosto operó la ruta regular Santiago de Cuba-Porlamar, con salida a las 14:00 horas y llegada a Porlamar a las 16:30, el vuelo de Cubana de Aviación CUB314 con la aeronave TU-204. Este vuelo trasladó a colaboradores cubanos de la salud según la planificación previamente establecida de relevos y vacaciones.
Una de las mentiras de esta calumnia incluía el supuesto de que las aeronaves trasladaron personal para custodiar y proteger a dirigentes del gobierno venezolano y a personal especializado para imprimir nuevas actas electorales, y que trajo de regreso a Cuba a parte del personal médico y otros asesores cubanos para proteger sus vidas por temor a la violencia que se había generado.
Categóricamente se puede afirmar que no viajó a Venezuela desde Cuba personal cubano vinculado a operaciones de seguridad y protección de dirigentes venezolanos ni para realizar labor alguna asociada al proceso electoral. En ningún caso se trasladaron a Cuba colaboradores cubanos que trabajan en Venezuela por preocupaciones de seguridad, por el contrario, se mantuvo el flujo normal y planificado de movimientos de los integrantes de la cooperación cubana en Venezuela.
Estas acusaciones sobre Cuba alimentan la campaña de la supuesta injerencia de Cuba en Venezuela, cuando es evidente de donde proviene la injerencia y el asedio a ese país.
Resolución del Partido Vanguardia Popular ante el proceso electoral del 28 de julio 2024.
San José, 3 de agosto de 2024
“…En Venezuela, desde que ganó Chávez en el 98, hay una batalla por el poder entre dos doctrinas: la de Bolívar y Chávez o la de la Casa Blanca (doctrina Monroe)…
El continuum golpista
“…La jornada electoral del pasado 28 de julio para la elección presidencial del período 2025-2031 mostró la entusiasta participación cívica y ciudadana del pueblo venezolano, en lo que se advierte y reafirma su decisión de que la democracia se fortalece cuando la comunidad política se pronuncia y autodetermina en la elección de su destino”. (https://www.clacso.org/el-desafio-democratico-de-venezuela/).
La intentona del golpe de Estado en Venezuela y la narrativa de posicionar un discurso mediático de que hubo elecciones fraudulentas, no es nuevo.
Las guarimbas del 2017, los tranques del 2018 en Nicaragua y el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia en el año 2019, forma parte de esta obscura novela de terror de los EE.UU. y sus testaferros locales, en contra de la afirmación de la democracia popular participativa y representativa.
Pero la República Bolivariana de Venezuela no se ha podido librar de estos ataques. Al contrario los operativos de sabotaje y de golpe de Estado contra esta triunfantes Revolución se fragua desde hace muchos años. “Los golpes suaves adquieren legitimación en una gran región que avanza hacia la unidad latinoamericana”.
Este proceso, por supuesto que no llega solo, viene acompañado por la guerra de cuarta generación y por medidas draconianas como las más de 960 sanciones contra Venezuela y el asqueroso bloqueo al cual es sometida la revolución “chavista-madurista”.
Cabe señalar, como lo hace uno de los veedores internacionales que: “La situación en Venezuela no es como la pintan en los medios /…/ Hasta ahora la oposición de ultraderecha no ha tenido la fuerza para para hacer algo de envergadura. Sus acciones son de propaganda, pequeños actos de terror, aislados y violentos, sin grandes manifestaciones. Quema de algunos edificios y ataques a policías y militares que se encuentran aislados. Un militar asesinado y varios policías e integrantes de las fuerzas armadas heridos”.
Conociendo el mundo entero que el sistema electoral venezolano está altamente blindado. Obviamente se ensaya formas sucias de ataque cibernéticos, campañas mediáticas de desinformación y redes sociales mintiendo las 24 horas. Por eso, la narrativa del fraude se les cae a cada momento
El contexto postproceso electoral
Con un nombre muy al estilo del lenguaje de las posverdad, Adam Schak habló de los golpes de Estado suave. Otros más lúdicamente crearon el término de revolución de colores. Pero lo cierto es que, después del triunfo contundente del Presidente Nicolás Maduro Moros, apoyado por el PSUV, la derecha no ha podido asumir la derrota.
Previo al voto popular dos agentes del imperialismo norteamericano, Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, habían ensayado una serie de narrativas para justificar su derrota y generar la desconfianza y el caos, en la República Bolivariana de Venezuela.
El calendario de actividades terroristas y de actos de vandalismo; desobediencia civil, enfrentamientos con las fuerzas armadas y la policía, la quema de edificios electorales, ataques de almacenamientos de alimentos, supermercados, quemas de autobuses y terminales de transporte, destrucción de hospitales, estaciones de policía y derribamiento de estatuas de Chávez, forman los ejes de una agenda perversa, alta y previamente financiada por la oligarquía reaccionaria de Venezuela y el imperialismo gringo.
Los actores de esta violenta comedia son muchos. Presidentes y expresidentes lacayos del imperio yanqui, el empresario Elon Musk, pero de igual forma “juegan un papel importante la USAID, OEA, UE el narcotráfico internacional y los dueños de las nuevas tecnologías etc.
Edmundo González Urrutia y María Corina Machado
Dos candidatos prefabricados por los Estados Unidos, pero que no fueron capaces de leer la realidad socio-económica de la Venezuela de hoy. Hoy en Venezuela tienen soberanía y autosuficiencia alimentaria, pero también ha apostado y evolucionado a favor del multipolarismo solicitando la incorporación a los BRICS. Por eso no es de extraña que China, Rusia, Irán y otros países, decididamente aceptan el triunfo de Nicolás Maduro y ofrecen su apoyo. Pero de igual forma Cuba, Nicaragua, Bolivia y Honduras, hacen público el reconocimiento a un proceso electoral que legitima la democracia participativa y da representatividad a las grande masas populares. (https://elpais.com/america/2024-07-20/venezuela-experimenta-una-recuperacion-economica-en-tiempos-de-incertidumbre-electoral.html).
Contrario ha sido el papel servil de otros países latinoamericanos, entre ellos Costa Rica. Por eso, compartimos la posición de la Comisión Nacional de Enlace-CNE, cuando argumenta lo siguiente:
“… *La Comisión Nacional de Enlace condena categóricamente la posición de la administración Chaves Robles que considera fraudulento el resultado electoral en Venezuela. Con esa posición Costa Rica manifiesta una vez más su agresión y su intervención en los asuntos internos de Venezuela. Costa Rica se suma a otros serviles del imperio como los gobiernos de Chile y Argentina que igual desconocieron el resultado y que favorecen las políticas intervencionistas del imperialismo”.
En un excelente artículo: “7 cosas básicas para entender porque Venezuela tiene este conflicto”, se demuestra de manera contundente los efectos de la guerra de cuarta generación y el papel de estúpidos serviles que le hacen. El juego como Edmundo González y M.C. Machado.
Se trata del criminal Edmundo González Urrutia, y candidato a la presidencia del principal bando opositor en estas elecciones que fue parte del Plan Cóndor un proyecto contra insurgente del también tenebroso Ronald Reagan contra el pueblo salvadoreño que tenía como fin impedir el avance de las fuerzas revolucionarias provocando y extendiendo la guerra civil con la intervención gringa.
Como lideresa creada bajo los estereotipos de la CIA y el Departamento de Estado, se reclama autoclandestina, toda vez que reconoce que sus propuestas antipatrióticas de llamar al ejército de los Estados Unidos, al Comando Sur y al ejército de Israel para que invadan su país, debe ser juzgada por sedición y traición a su nación. Por eso, como parte de sus facultades en ejercicio, el actual presidente Nicolás Maduro Mora, exige la cárcel para esa “dirigente”. Hoy ha incitado al levantamiento y a la violencia social, pero como parte de la derecha cobarde huye, a fin de no enfrentar los cargos.
RESOLUCIÓN:
Sobre el proceso electoral, pueden existir muchas y encontradas consideraciones y lecturas, nosotros por el contrario, aprobamos como resolución lo siguiente: Algunas consideraciones sobre los resultados electorales en Venezuela:
1.- Bajo la seguridad que brinda el sistema electoral de Venezuela y bajo el criterio emitido por la Comisión Nacional Electoral, decimos a la opinión pública nacional e internacional que no existió ningún fraude. El pueblo decidió entre fascismos y revolución por la paz, la soberanía y la autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela, por tanto, Maduro no tiene que salir a mostrar nada. Su mandato es legítimo.
2.- Al proceso electoral del 28 de julio 2024, le anteceden 31 procesos más. Siempre hemos tenido por parte de la derechas la narrativa del fraude, pero nunca han podido demostrar nada, precisamente por la transparencia y legitimidad del sufragio en Venezuela.
3.- Debe señalarse como lo han reconocido los voceros del PSUV que no lograron superar la abstención. En esta campaña fue del 40 % aproximadamente y el chavismo perdió millones de votos con respecto a la última contienda presidencial.
4.- Solicitamos a la opinión internacional el levantamiento de las sanciones económicas contra Venezuela. Estamos seguros de que una medida de esta naturaleza contribuiría decididamente a derrotar la migración; reconocemos asimismo que este es un hecho innegable, pero de igual forma reconocemos que este flujo migratorio ha sido VOLUNTARIO.
5.- El triunfo de Nicolás Maduro es la continuidad del proyecto que soñó Bolívar y Chávez. Es la afirmación del poder moral, del poder popular, y la afirmación de una consciencia latinoamericana que tiene como bandera el amor, la paz y la autodeterminación de los pueblos.
Finalmente:
Compartimos esta siguiente preocupación, la cual esta reunión asume como suya: “”…Llamamos a los actores políticos, afines al gobierno y a la oposición, a garantizar un clima de paz y convivencia democrática; en ningún caso se justifica el uso de ningún tipo de violencia para zanjar las diferencias sobre los resultados electorales. La paz y la democracia en la región se fortalecen con la amplia participación, el acceso ciudadano oportuno a los registros de votación y la contraloría social…”.
Hacemos nuestra también, la Declaración de los observadores internacionales en el proceso electoral ya descrito en los párrafos precedentes. (Adjuntamos).
El capitalismo mundial hoy está atravesado por profundas crisis: crisis ambiental, dificultades para convertir el dinero en capital, dificultades para convertir la fuerza de trabajo en mercancía, lo cual significa la creación de una población sobrante que ni siquiera puede ser explotada. Pero tal cosa no quiere decir que todo esto esté desembocando en procesos revolucionarios; no los hay de hecho. La derrota del campo popular (clases subalternas interesadas en la construcción de un nuevo orden que supere al capitalismo) desde hace décadas, ha sido acompañada por la disolución de las organizaciones políticas que se planteaban las transformaciones revolucionarias dentro del capitalismo; lo que aún queda está disperso y debilitado en cada país y en el campo internacional.
Lo que, si está sucediendo, ante nuestros ojos, como parte de la crisis del capitalismo sin procesos revolucionarios, es una reorganización del capitalismo mundial, que produce una gran fractura entre “oriente” y “occidente”. Estados Unidos al frente de occidente, como potencia hegemónica que no tiene ningún contrapeso en el G7, se enfrentan a dupla de China y Rusia más los BRICS (los BRICS son un grupo abigarrado que se articula para enfrentar la decadencia ya completamente palmaria del occidente hegemonizado por Estados Unidos, entre otras cosas). Esta lucha ha fracturado el capitalismo mundial, y se extiende por todas partes: Ucrania, Asia, África, Medio Oriente. El cuestionamiento al dominio imperial por potencias contra hegemónicas como Rusia y China se ha vuelto completamente explicito. La lucha es en el campo económico, militar, cultural y geopolítico.
China tiene un gran proyecto mundial para construir su propio entorno geoeconómico y se llama ruta de la Seda. Es la articulación de su propia área de influencia, que a su vez se acopla con otros procesos geoeconómicos en marcha promovidos en Asia Central, Medio oriente, Asia y África. Rusia acompaña este proceso y se vincula también directamente a la economía China. Este bloque se ha ido consolidando a partir del tenaz enfrentamiento de Rusia con Estados Unidos y la OTAN. China también ha sufrido el asedio del imperialismo en torno a Taiwán.
El imperio estadounidense no tiene nada que ofrecer, no hay ningún gran proyecto, no hay ninguna alternativa para articular el mundo capitalista en crisis, y menos aún su propia periferia. Gracias a esta debilidad de Estados Unidos, China ahora tiene una fuerte presencia en América Latina, incluso en países como Uruguay, Perú o Ecuador, gobernados por derechas que suelen ser incondicionales con los mandatos imperiales.
La estrategia imperial, como lo indican algunos analistas como Thierry Meyssan, es la estrategia del caos, que ha sido aplicada intensamente en lo que ellos denominan Medio Oriente. Tal cosa pasa por provocar un caos permanente que impida que los rivales y los países víctimas de estas acciones, puedan lograr alguna estabilidad. Siria, Irak, Afganistán son, entre otros, algunos ejemplos. Asimismo, Israel en Medio Oriente es el principal instrumento del imperio; los genocidas sionistas quieren hoy provocar una guerra total que involucre directamente a Estados Unidos contra Irán y cuyas consecuencias son imprevisibles.
Hoy el imperio no solo tiene al frente formidables adversarios (Rusia, China, Irán), sino que también profundas contradicciones internas. El estado profundo -esa estructura no visible y tampoco elegida “democráticamente”- es la que gobierna más allá de cualquier agenda partidaria. Ese estado profundo está exacerbando las contradicciones geopolíticas en aquellos lugares que considera relevantes para los intereses imperiales: Asia, África, América Latina. Mientras, por otra parte, ha reducido a Europa a una colonia sumida en un vasallaje total.
Venezuela
Desde que dio inicio el proceso bolivariano conducido inicialmente por Hugo Chávez, el imperialismo norteamericano intentó desestabilizar el proceso y sustituirlo por gobiernos vasallos como siempre lo ha hecho en América Latina. Se fue configurando también un discurso mediático contra Venezuela: Venezuela fue presentada como un modelo del mal, como una referencia de lo que no se debe hacer en ninguna parte. Esto el imperialismo siempre lo hace con sus enemigos. Esto ha llegado a un punto tal que no es necesario decir mucho contra Venezuela, lo único necesario es invocar su nombre, que se asocia con un modelo del mal. Chávez primero, Maduro después, son los jefes de ese modelo del mal que hay que extirpar. Las “masas”, la gente del común, no saben nada de Venezuela, pero no es necesario saber nada, puesto que es suficiente saber que Venezuela es un modelo del mal, con esto se obtiene un rechazo automático, que no está sujeto a ningún tipo de experiencia concreta, es un rechazo apriorístico que no está sujeto a ningún tipo de comprobación puesto que no es necesario hacerlo. Esa es la forma en que funcionan los procesos de modelación, manipulación y condicionamiento del pensamiento y la conducta, aplicados por los estrategas de la dominación.
Venezuela ha sido víctima de esto una y otra vez. Cuando hubo el golpe de estado en Honduras la gran prensa internacional no hizo mayor alboroto. No hubo un canciller gringo que le dijera a los golpistas que se tenían que ir. Los países aliados incondicionalmente de Estados Unidos guardaron silencio. Lo mismo ocurrió en Paraguay cuando echaron a Lugo. Igual pasó en Brasil con el golpe de estado que le dieron a la presidenta Vilma. Igual pasó con el golpe de estado en Perú. Esta ha sido la historia reciente.
El proceso bolivariano ha sido atacado de forma brutal por el imperio, de esto hay datos de sobra: el robo de Citgo, el robo de miles de millones de dólares que estaban en la banca de los Estados Unidos, los sabotajes, los bloqueos, el financiamiento de grupos de choque, normalmente procedentes del lumpen, que hacen un trabajo pagado. Las campañas interminables contra Venezuela. Trump lo expresó abiertamente: estuvimos a punto de derrotarlos y todo el petróleo hubiera sido nuestro.
En días atrás pude ver un video de Bukele refiriéndose a Nicolás Maduro. Decía que Maduro violaba los derechos humanos, que era un genocida, que era un dictador. Curiosamente, todo lo que dice Bukele de Maduro lo dicen sus adversarios políticos de él.
Los gobiernos bolivarianos han tratado de construir un proceso socialista en medio del asedio, y de una correlación de fuerzas francamente desfavorable. Como decía anteriormente, salvo Cuba y unos cuantos países más, las revoluciones no han sobrevivido luego de la década de 1990. Estamos en medio de una crisis capitalista sin revoluciones, y eso hay que tenerlo claro.Y no solo no hay revoluciones, sino que no existen las condiciones correspondientes para que estas sucedan, a pesar de lo terrible que es la vida para las mayorías sociales en el capitalismo actual. El factor subjetivo (el querer hacer una revolución), fundamental para cualquier revolución ha desaparecido. Hoy las grandes mayorías están sumidas en un sopor aletargante, tratando de resolver su insoportable vida cotidiana, y fascinadas con el consumo y el entretenimiento.
El proceso bolivariano asediado (y entender esto es fundamental) ha tenido una evolución cargada de contradicciones internas. Ha sido una lucha contra la parasitaria Oligarquías Venezolana, contra el imperialismo, contra sus propios errores, y contra un contexto internacional en el cual las revoluciones no existen, ni se toleran.
Hoy día este proceso mantiene una posición de tipo nacional, anti imperialista, y se pronuncia por la unidad latinoamericana. Internamente, se ha debatido en medio de una gran crisis económica que ha sido el resultado de errores propios, pero también de una política explicita de bloqueo y desestabilización impulsada sistemáticamente por Estados Unidos, apoyada por Europa y por varios países latinoamericanos, que han hecho lo imposible por tratar de derribar el gobierno bolivariano. Recuerdo cuando desde el lado de la frontera de Colombia el difunto presidente chileno y el presidente de Colombia, de aquel momento, le pedían al ejército de Venezuela que derrocara a Maduro, y al pueblo que se revelara. Ellos se fueron primero, cosas de la historia.
El Partido Socialista de Venezuela, al que pertenece Nicolás Maduro, es posiblemente el partido más grande de América Latina y uno de los más estructurados. Esto no dice necesariamente sobre su calidad, pero es sin lugar a dudas un instrumento poderoso, que la llamada oposición no tiene ni de lejos.
La oposición venezolana ha sido permanentemente un fiasco, y la corrupción y la ausencia de una visión estratégica de país la han acompañado siempre. Guaidó y María Corina, no han sido capaces de articular un discurso en el que se vislumbre alguna salida real y consistente para la crisis política inducida por el imperialismo norteamericano. Y resalto inducida: si, efectivamente, la crisis política de Venezuela no sería la misma ni a nivel local ni internacional sin la intervención de Estados Unidos, orquestando campaña mediática, tras campaña mediática contra Venezuela, manteniendo con millones de dólares a los políticos corruptos, serviles y apátridas como Guaidó o Machado, solo para citar a dos conocidos; financiando, como ahora mismo lo están haciendo, con millones de dólares, la desestabilización del gobierno Venezolano, sin tener de ninguna manera, una salida para el caos que están provocando. Esto es lo más terrible. La derrota, que tendría que pasar por una intervención militar de Estados Unidos, del gobierno venezolano, abriría un largo proceso de convulsiones sociales y guerra interna, y la destrucción completa de la economía venezolana. Esto no es una exageración, simplemente es el curso de los hechos conocidos que resultan de la intervención de Estados Unidos en donde sea.
También, hay quienes dicen que este gobierno de Maduro es represivo, bonapartista, burgués. Esto no son más que etiquetas que no están acompañadas del análisis concreto de los acontecimientos. Igualmente, cuando se habla de las masas que acompañan a la oposición ¿de qué masas estamos hablando? De las que acompañaron a Hitler, a Mussolini, a Milei en Argentina, a Shakira en el concierto del Estadio Nacional. Las masas son precisamente un conglomerado de gente que no adscribe ningún proyecto político específico. Y cuando suscriben un proyecto revolucionario dejan de ser masas para ser pueblo político, organizado, clasista, que aspira a una gran transformación social. Hoy día ese pueblo está con Maduro, a pesar de sus errores y debilidades, no con Guaidó, ni con María Corina, ni con el abuelito. Estos últimos son acompañados por un pueblo social (masa) que no es poseedor de ninguna conciencia política, ni siquiera nacional. No están ni siquiera dispuestos a defender los recursos estratégicos de Venezuela (que son muchos), porque son esa masa inconsciente que vive atrapada en la terrible alienación de la vida diaria. Que esas masas le fueron arrebatadas al Chavismo, en parte, esto puede ser cierto, pero tal explicación no hace más plausible la existencia de la oposición venezolana.
Hoy nuevamente todos los gobiernos de derecha de América Latina, las grandes cadenas de prensa internacional se vuelcan contra Maduro. Los mismos que reprimen y reproducen acríticamente el capitalismo dependiente; los mismos que siempre han puesto nuestros recursos y fuerza de trabajo al servicio de las grandes transnacionales de Estados Unidos. Nadie se plantea realmente verificar si hubo fraude o no; eso no importa, es irrelevante, el imperio y sus lacayos vienen nuevamente con todo para intentar destruir el proceso bolivariano, y hacerse con las grandes riquezas de Venezuela, y eliminar un incómodo gobierno que expresa una posición anti imperialista en el contexto latinoamericano, siempre considerado por los gringos como su patio trasero donde deben mandar ellos.
Hace unos días atrás el canciller de Estados Unidos decía que ya bastaba de seguir tolerando lo que pasa en Venezuela, y que hay que defender la democracia. Lo dice el representante del gobierno que está sosteniendo y alimentado el genocidio en Gaza. Que hoy sigue apoyando incondicionalmente al genocida y pirómano de Netanyahu, que está dispuesto a incendiar todo Oriente Medio sin tener tampoco una salida posible. Hoy el imperio se comporta demencialmente, y esa demencia y esa irracionalidad brutal también se descargan contra Venezuela.
Yo sí estoy con Maduro, sin vacilaciones. No porque crea que ahí hay una revolución perfecta. Simplemente reconozco gradaciones, y Venezuela con todas sus limitaciones es un estado de corte nacional, que defiende sus recursos estratégicos y aboga por la unidad latinoamericana, imprescindible para poder construir un futuro propio. Y todo esto sucede en un mundo en el cual hay una profunda crisis capitalista, pero sin revoluciones.
El Frente Amplio hace un llamado a que se respete ante todo la soberanía y voluntad popular expresada en las urnas, y el derecho a la autodeterminación de los pueblos. En este sentido, nos sumamos al llamado realizado por los gobiernos progresistas de México, Brasil y Colombia, para que las autoridades electorales venezolanas de forma expedita y en apego a los tiempos reglamentados, publiquen las actas electorales por cada mesa de votación.
Rechazamos la violencia en todas sus expresiones y formas como vía para salir del conflicto político, y llamamos a la búsqueda de una salida institucional, democrática y pacífica, que respete la vida y la integridad de todo el pueblo venezolano.
Reafirmamos la defensa de la democracia y el rechazo a todo tipo de autoritarismo, de cualquier expresión ideológica, ya que es la vía democrática la que históricamente ha permitido los mayores avances en las condiciones de vida de los pueblos de la región.
¿Es el proceso electoral venezolano tan deficiente y manipulable que pueda generar cuestionamientos?
¿Tiene el candidato Nicolás Maduro el respaldo popular necesario que le permite ganar?
¿La oposición tiene argumentos y poder popular como para ganar como dice el gobierno de Estados Unidos?
¿Por qué quiere EEUU que la oposición venezolana gane las elecciones en Venezuela?
Estas y más preguntas será analizadas y respondidas por nuestros invitados, Manuel Delgado, reconocido periodista y analista de la coyuntura nacional e internacional, y Ricardo Segura, analista de política internacional.
Lunes 5 de agosto de 2024, 7:00 p.m.
En Vivo por nuestros canales de Facebook y Youtube de En Voz Propia
El triunfo de las fuerzas revolucionarias en las elecciones venezolanas de este domingo tiene una significación muy especial. Será posiblemente un hito en la historia del continente y repercutirá en la política latinoamericana y mundial.
La primera razón es que se trató de una derrota de las fuerzas de la reacción, de inspiración y de financiamiento imperialistas, y solo por sí solo esa una gran cosa. Pero eso es solo el comienzo.
El triunfo del chavizmo (así con zeta, para que no se vaya a confundir nadie) es una muestra de la madurez y de la alta conciencia del pueblo de Bolívar. Cada venezolano tuvo la oportunidad de votar por Maduro o por González, y en la soledad de su mesa de votaciones y ante su conciencia, una mayoría se decantó por Maduro. Las fuerzas opositoras hicieron campaña en torno a la idea de que un triunfo de la oposición iba a ser el inicio de un cambio en las relaciones con Estados Unidos, que se iban a levantar las sanciones y los bloqueos, culpables de las incomodidades y las estrecheces del país. Bueno, esto puedo haber cambiado con ese voto ciudadano. Pero no fue así: el pueblo votó por el sacrificio, pero por la dignidad de su Patria. Lo hicieron los viejos, pero también un gran porcentaje de la juventud, que son la garantía de la continuidad revolucionaria.
En estas elecciones se ponía en juego la misma ficha que empleó el imperio en Nicaragua en 1990, cuando el pueblo votó no por Chamorro sino por acabar con la guerra. Muchos temíamos que esa misma lógica iba a prevalecer aquí: votos a cambio de levantamiento de las sanciones, pero no fue así.
Este triunfo del chavizmo representa, además, la madurez de la revolución, que se mantiene viva y pujante después de un cuarto de siglo y que en medio de tantas dificultades comienza a marcar un repunte en todos los campos, en especial en el económico.
Ni qué decir de hace 24 años, hace solo 6 años, cuando Maduro ganó las anteriores elecciones y lo único que se vislumbraba era el enfrentamiento total, el apocalipsis; la situación del mundo y de Venezuela en el mundo era muy diferente a la de hoy. Entonces, el BRICS era apenas un niño y empezaba a dar sus primeros pasos. Hoy el BRICS es una fuerza en plena adolescencia, preparada ya para irrumpir en la adultez. Ese tratado internacional y Venezuela dentro de él van a transformar el mundo y van a poner en el museo de antigüedades muchas de las artimañas del imperio. Otro mundo está a punto de nacer, y Venezuela es pieza fundamental en él. He allí la importancia histórica de este triunfo.
La última observación que quiero hacer es que la revolución consolida su continuidad. Venezuela es la segunda revolución del continente y constatar su fortaleza es una alegría. En medio de tanta pusilanimidad y tanto desconcierto, constatar eso es como un baño de agua fresca. Sí, la revolución se mantiene a pesar de todo, a pesar de los ataques imperialistas y a pesar de sus propios errores, de las incomprensiones de muchos y de cobardía de otros tantos.
Hoy todos agradecemos a Cuba sus 65 años de resistencia. Esa resistencia nos ha hecho la lucha más sencilla. Ahora también debemos agradecer a Venezuela el cuatro de siglo de la suya. Ella nos ayuda en nuestra lucha, nos hace más fuertes y redobla nuestras esperanzas.
En un comunicado el 27 de marzo del 2023, el Partido Vanguardia Popular de Costa Rica expresó su respaldo al proceso electoral en Venezuela, donde 13 candidatos compiten por la presidencia de entre 37 organizaciones políticas. Afirman que este proceso, enmarcado en los acuerdos de Barbados, refleja un paso importante hacia la promoción de derechos políticos y garantías electorales para todos los ciudadanos.
El partido hizo un llamado a todos los actores políticos venezolanos a avanzar en los temas acordados en Barbados, asegurando así el desarrollo de las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio dentro del marco constitucional y legal venezolano.
Sin embargo, en el pronunciamiento también se denunció con preocupación los intentos de magnicidio y desestabilización que han surgido en el contexto electoral. A pesar de ello, destacan que estos intentos han sido desmantelados en las últimas semanas, mencionando la garantía de un verdadero proceso democrático de participación ciudadana.
Asimismo, recalca al final su compromiso con el internacionalismo y la defensa de la democracia en la región.
En un episodio más de #LaMesaRedonda, se exploran las repercusiones de la reciente inhabilitación de la líder venezolana María Corina Machado de cara a las elecciones nacionales. Para brindar un análisis experto sobre este acontecimiento, el director del programa conversó con el destacado politólogo e historiador costarricense, Vladimir de la Cruz.
La decisión de inhabilitar a Machado ha generado interrogantes sobre la reacción que podría tener Estados Unidos ante este acto del gobierno venezolano. En el programa, se abordaron las posibles respuestas y acciones que podrían surgir por parte de la potencia norteamericana.