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Etiqueta: elecciones nacionales

La historia se repite

“Los trabajadores hacen huelga el lunes, porque suben el pan; el martes se manifiestan porque ganan poco, el miércoles protestan porque faltan libertades, pero el domingo, votan por las derechas” (F. Mitterrand)

Manuel Hernández Venegas

Volverán cientos de empleados públicos, a votar por uno y otro partido, que han destruido las libertades colectivas de los trabajadores y derrumbado el Estado Social y Democrático.

En las urnas electorales quedarán enterradas, para el olvido, la política extrema de devaluación salarial, el congelamiento y el estancamiento a largo plazo de los salarios, la prohibición de la huelga y la negociación colectiva.

La democracia quedará redimida.

Un pueblo anestesiado, que perdió la memoria y que sufre enajenación de rebaño.

Un pueblo sin memoria está condenado a repetir el pasado.

El juego “Matarile rile ro” político

Vladimir de la Cruz

De niños jugábamos y cantábamos muchas canciones asociadas a juegos, una de ellas era “Matarile rile ro”. Se trataba de escoger un paje al que se le asignaba un trabajo o un oficio, que por escogido, se decía que ese oficio no le gustaba, hasta que llega a la “boda”, que supuestamente si le gustaba y se “festejaba”. Era un juego orientado a escoger principalmente oficios para niñas, para mujeres, pero también se podía asociar a niños, a varones, o a ambos cuando jugábamos niños y niñas. Si no le gustaba “hacer mandados” se le podía dar “un coscorrón”, se decía en la canción.

Las elecciones próximas me recordaron ese juego de barrio. Estamos con las elecciones donde se escogerá una persona cuyo oficio es ser “Mandatario”, depositante de la voluntad de los “mandantes” o electores, que le encargan a ese Mandatario gobernar bien, en interés del pueblo, nunca contra él, procurando la mayor felicidad posible y las mejores condiciones de vida, material, intelectual y emocional.

Comparativamente, el juego político es escoger ese Mandatario. Si no nos gusta su escogencia podemos darle “el coscorrón”, que a la tica es criticarlo lo más que se puede, movilizarse en protestas ciudadanas contra acciones que impulse desde el Poder Ejecutivo o conjuntamente con el Poder Legislativo, cuyos miembros, los diputados, también son mandatarios legislativos, encargados de hacer leyes, que no deben ser leyes contra el pueblo.

La Constitución Política de 1844 permitía la resistencia política contra el mal gobierno y su destitución. Esto hay que volverlo a recuperar constitucionalmente, lo que podría ser hoy la revocatoria de mandato, de lo que se habla con alguna frecuencia. La revocatoria de mandato se expresa en los procesos electorales cuando se trata de cambiar al partido político que ha venido gobernando, si no gusta su gestión, o de mantenerlo si gusta, de no reelegir el partido, porque el gobernante es obligatorio cambiarlo cada cuatro años.

Oficialmente en el registro electoral ya hay 28 partidos políticos de carácter nacional, que son los que llevan candidatos presidenciales. Todavía hay varios partidos que no han terminado sus trámites ni escogido sus candidatos, pero que posiblemente los concluyan satisfactoriamente.

A continuación, coloco la lista de partidos políticos inscritos, en orden alfabético, sin su candidato, sin decir cual identificación política o ideológica tienen, sin indicar si son de derecha, centro o izquierda…al vacío.

Usted, querido lector podrá escoger, a modo de encuesta, por cual partido votaría, de acuerdo a su información, conocimiento, simpatía o adherencia política ideológica.

Los 28 partidos nacionales inscritos y en trámite final de inscripción son los siguientes, en orden alfabético, en grupo y en lista.

Haga su selección solo con el nombre del Partido sin fijarse en su candidato, para que aprecie la dificultad que habrá para la inmensa mayoría de votantes su escogencia, para buscar ese paje de la canción que quiera ser de oficio por cuatro años Mandatario, en el supuesto que a todos los partidos y sus candidatos les guste llegar a ser Mandatarios.

En grupo estos partidos, en orden alfabético, son:

Accesibilidad sin Exclusión, Acción Ciudadana, Alianza Demócrata Cristiana, Alianza Patriótica, Avance Nacional, Centro Democrático y Social, Costa Rica Justa, De los Trabajadores, Encuentro Nacional, Frente Amplio, Fuerza Nacional, Integración Nacional, Liberación Nacional, Liberal Progresista, Movimiento Libertario, Movimiento Social Demócrata Costarricense, Nueva Generación, Nueva República, Patria Nueva, Progreso Social Democrático, Renovación Costarricense, Republicano Social Cristiano, Restauración Nacional, Unidad Social Cristiana, Unidos Podemos, Unión Costarricense Democrática, Unión Liberal y Unión Nacional.

En lista son los siguientes:

Accesibilidad sin Exclusión,
Acción Ciudadana,
Alianza Demócrata Cristiana,
Alianza Patriótica,
Avance Nacional,
Centro Democrático y Social,
Costa Rica Justa,
De los Trabajadores,
Encuentro Nacional,
Frente Amplio,
Fuerza Nacional,
Integración Nacional,
Liberación Nacional,
Liberal Progresista,
Movimiento Libertario,
Movimiento Social Demócrata Costarricense,
Nueva Generación,
Nueva República,
Patria Nueva,
Progreso Social Democrático,
Renovación Costarricense,
Republicano Social Cristiano,
Restauración Nacional,
Unidad Social Cristiana,
Unidos Podemos,
Unión Costarricense Democrática,
Unión Liberal
Unión Nacional.

De todos estos partidos ya inscritos, y en proceso final de su inscripción, 17 tienen su candidato definido. De igual modo los coloco alfabéticamente por su nombre, en grupo y en lista, para que Usted, apreciado lector, considere cuál de ellos podría ser el de su preferencia. Tres de estos partidos los escogieron por Convención Nacional, Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana. Al momento de escribir este artículo no estaba definido el ganador de la Convención del Partido Acción Ciudadana, entre Carolina Hidalgo y Welmer Ramos.

En grupo los candidatos presidenciales son:

Carlos Valenciano Kamer, Eliécer Feinzaig Mintz, Fabricio Alvarado Muñoz, Federico Malavassi Calvo, Greivin Moya, José María Figueres Olsen, Lineth Saborío Chaverri, Natalia Díaz Quintana, Oscar Campos, Oscar López Arias, Rodolfo Piza Rocafort, Rodolfo Hernández Gómez, Rodrigo Chaves Robles, Rolando Araya Monge, Sergio Mena, Vivian Quesada.

En lista los candidatos presidenciales son:

Carlos Valenciano Kamer
Eliécer Feinzaig Mintz
Fabricio Alvarado Muñoz
Federico Malavassi Calvo
Greivin Moya
José María Figueres Olsen
Lineth Saborío Chaverri
Natalia Díaz Quintana
Oscar Campos
Oscar López Arias
Rodolfo Piza Rocafort
Rodolfo Hernández Gómez
Rodrigo Chaves Robles
Rolando Araya Monge
Sergio Mena
Vivian Quesada

Sin definir candidato están los siguientes 11 partidos: Alianza Patriótica, Avance Nacional, Centro Democrático y Social, Alianza Demócrata Cristiana, De los Trabajadores, Frente Amplio, Integración Nacional, Patria Nueva, Renovación Costarricense, Restauración Nacional, Unión Nacional.

De igual manera, para su posible escogencia, la lista de partidos con sus respectivos candidatos ya definidos es la siguiente:

Accesibilidad sin Exclusión, Oscar López Arias
Acción Ciudadana, Carolina Hidalgo o Welmer Ramos
Alianza Demócrata Cristiana, SIN DEFINIR aún.
Alianza Patriótica, SIN DEFINIR aún.
Avance Nacional, SIN DEFINIR aún.
Centro Democrático y Social, SIN DEFINIR aún.
Costa Rica Justa, Rolando Araya Monge
De los Trabajadores, SIN DEFINIR aún.
Encuentro Nacional, Oscar Campos
Frente Amplio, SIN DEFINIR aún.
Fuerza Nacional, SIN DEFINIR aún.
Integración Nacional, SIN DEFINIR aún.
Liberación Nacional, José María Figueres Olsen
Liberal Progresista, Eliécer Feinzaig Mintz
Movimiento Libertario, Carlos Valenciano Kamer
Movimiento Social Demócrata Costarricense,
Nuestro Pueblo, Rodolfo Piza Rocafort
Nueva Generación, Sergio Mena,
Nueva República, Fabricio Alvarado Muñoz
Patria Nueva, SIN DEFINIR
Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves Robles
Renovación Costarricense, SIN DEFINIR aún.
Republicano Social Cristiano, Rodolfo Hernández Gómez
Restauración Nacional, SIN DEFINIR aún.
Unidad Social Cristiana, Lineth Saborío Chaverri
Unidos Podemos, Natalia Díaz Quintana
Unión Costarricense Democrática,
Unión Liberal, Federico Malavassi Calvo
Unión Nacional. SIN DEFINIR aún.

En todos los procesos electorales hay también candidatos que suenan posibles, a modo de paracaidistas políticos, para encabezar algún partido que se les presta o alquila, o los invitan para darle vida a esos partidos aprovechando el nombre del posible candidato, donde partidos y candidatos, de este tipo, se presentan casi como franquicias electorales en cada campaña electoral.

La prensa, los medios, los periodistas y encuestadores toman en cuenta a estos paracaidistas políticos, les dan pelota y hasta los colocan en puestos destacados de sus trabajos informativos. Hasta los encuestadores universitarios caen en esta trampa, o en este juego de impulsar candidatos, aún no oficiales y “candidatos” o personajes sin partido.

Interesante para la salud pública política sería que solo tomen en cuenta a los que están debidamente nominados por sus partidos. El escenario del resultado de las encuestas podría alterarse, hacia arriba o hacia abajo, sin esos candidatos paracaidistas o aun no nominados, en la visión de los ciudadanos.

Los partidos nacionales participan, de igual manera, con candidatos a diputados en todas las provincias. Así sumamos a estos 28 partidos nacionales 26 partidos provinciales más, que solo están inscritos para elegir diputados. Así, en las candidaturas a diputados tenemos 54 partidos distribuidos en las siete provincias, en unas habrá más partidos que en otras.

En el juego “Matarile rile ro” político presidencial podremos llegar a tener 28 candidatos que quieren ser los Mandatarios y a nivel legislativo habrá un total de 3.078 candidatos.

De todos estos candidatos a diputados probablemente destacarán publicitariamente los dos o tres que encabezan las listas de diputados por cada provincia…los demás van de relleno, sin ofender ni disminuir su importancia.

A nivel de las candidaturas presidenciales la papeleta coloca el color de la bandera y la cara del candidato presidencial, que puede ayudar al votante, o mandante a su escogencia. En la lista de diputados solo se coloca el color de la bandera en la casilla de votación, donde serán 54 banderitas muchas muy parecidas por el uso y mezcla de colores de cada partido.

Querido lector prepárese, como en el juego, “Matarile rile ro”, para dar el coscorrón correspondiente.

Una fiscalía general para una Costa Rica convulsa

Foro de Justicia invita al foro virtual “Una fiscalía general para una Costa Rica convulsa” a realizarse el 18 de agosto del 2021 a las 4:00 p.m., en donde se reflexionará en torno a la próxima elección. 

Costa Rica atraviesa uno de los escándalos de corrupción más complejos de su historia reciente, en medio del cual el Ministerio Público ha sido cuestionado por su efectividad e independencia. En este contexto, la Corte Suprema de Justicia abrió el concurso para el cargo de la Fiscalía General, y con ello inicia uno de los procesos de nombramientos más relevantes para la administración de la justicia. ¿Cuál es el perfil idóneo de la persona que ocupe la Fiscalía General? ¿Qué criterios técnicos e internacionales deben guiar su selección? ¿Cómo asegurar que se alcancen los máximos estándares de publicidad e involucramiento de la ciudadanía?

El Foro de Justicia le invita a conversar al respecto con especialistas nacionales e internacionales.

Se trasmitirá por medio de Facebook Live ForodeJusticiaCR

Enlace de la invitación: https://www.facebook.com/events/362582005357120/?ref=newsfeed

Candidaturas y dobles candidaturas

Vladimir de la Cruz

Se ha ido afinando el panorama electoral presidencial hacia febrero del 2022. Ya los partidos que han completado sus trámites de inscripción electoral se acercan a la docena, con sus propios candidatos.

Liberación Nacional con José María Figueres y la Unidad Social Cristiana con Lineth Saborío, que son los candidatos que hasta ahora van solos con esa candidatura, la presidencial. Es natural que así sea en estos dos partidos, por su tradición de ser partidos que han gobernado, y de elegir no pocos diputados, donde prácticamente esta situación de doble candidatura ni siquiera se plantea, ni se tiene en su agenda política, ni en su hoja de ruta.

Del resto de los candidatos que hasta hoy han anunciado sus candidaturas presidenciales algunos han dicho que van en la doble postulación, es decir, que van aspirando a ser, al mismo tiempo candidatos a diputados por alguna de las provincia, en caso de no ser electos Presidentes.

Ellos son: Natalia Díaz, del partido Unidos Podemos, que ya fue diputada del Movimiento Libertario, hoy con su propio partido, Rodolfo Hernández, del partido Republicano Social Cristiano, Rodolfo Piza, del partido Nuestro Pueblo, quien fue dos veces candidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiana, Fabricio Alvarado, de Nueva República, quien fuera candidato presidencial finalista de las últimas elecciones por el partido Restauración Nacional, quien va con nuevo partido.

Estos candidatos se sabe que postularán su candidatura por la Provincia de San José, mientras Federico Malavassi lo hará por Cartago, ya que Otto Guevara lo intentará por San José, sin aspirar a la candidatura presidencial, que en este caso Malavassi repite la candidatura presidencial, que ya lo fue en 1998 por el Movimiento Libertario, además de que también ya fue diputado de ese partido.

Los que no han dicho ni han negado que van en la doble candidatura son Eli Feinzaig, del partido Liberal Progresista, Rodrigo Chávez, del partido Progreso Liberal, Carlos Valenciano Kramer, del partido Movimiento Libertario. Ninguno de estos ha sido candidato a la presidencia ni han sido diputados anteriormente.

Todavía quedan por definir candidatos presidenciales de los partidos Frente Amplio y Acción Ciudadana, que tienen diputados, y que han cogobernado en esta Administración de Carlos Alvarado Quesada, pero que van con candidaturas separadas, como lo fueron en la campaña anterior, llevando el Frente Amplio a su exdiputada y una de sus principales dirigentes, Patricia Mora Castellanos, al Ministerio de la Mujer, en este Gobierno de Acción Ciudadana, por tres años. Por ahora no están definidos sus candidatos presidenciales ni sus principales aspirantes a diputados.

En el Frente Amplio hay tres personas que se mencionan como posibles candidatos presidenciales y en Acción Ciudadana hay cuatro candidatos. Ninguno de estos dos partidos acepta la doble postulación a candidato presidencial y a la vez a diputado. Veremos si se rompe, en el Frente Amplio, ese compromiso que hasta la última campaña sostuvieron a sangre y fuego, por las disputas que hubo en ese sentido con el actual diputado José María Villalta.

En un escenario solitario, pero con grandes interrogantes de su posible participación, está también Rolando Araya Monge, que ha sido un alto dirigente liberacionista, haciendo una larga carrera dentro de ese partido hasta la candidatura presidencial en el 2002, del cual se separó y participó como candidato presidencial en las elecciones del 2010, con el partido Alianza Patriótica, regresando de nuevo a Liberación Nacional, donde aspiró a la candidatura presidencial en la Convención interna convocada este año, 2021, a cuyo resultado, después de haber quedado en segundo lugar, de no sentir satisfecha su negociación, con José María Figueres y su grupo, para trabajar por esa candidatura, optó por retirarse con posibilidad de aspirar nuevamente a la candidatura presidencial con otro partido político, en proceso de inscripción.

Con esta docena de candidatos la campaña no se siente caliente aún. Hay un ambiente nuboso políticamente. Pareciera que la gente espera que se definan, de una vez por todas, las candidaturas de todos los partidos que podrían pasar de los 15 con aspirantes presidenciales.

Alrededor de todos estos partidos se mueve un cardumen de pequeños partidos, algunos todavía en procesos de inscripción, otros que acabaron sus procesos pero el Tribunal Supremo de Elecciones les limita su participación en ésta campaña, por las trabas que impone a los pequeños partidos que están en ese proceso de inscribirse, cuando el Tribunal debería ser un instrumento colaborador de inscripciones partidarias, para contribuir de esa manera con la mayor participación de ciudadanos en la luchas electorales.

Históricamente el Tribunal se distinguió por obstaculizar la participación de los pequeños partidos, y de partidos de determinados signos político-ideológicos, como actuó hasta 1969. Todavía arrastra esas cadenas del pasado no muy remoto. Hay que ver las exigencias que les ponen a algunos partidos, violando incluso todas las normas de igualdad con los restantes, u obligándolos por sus Estatutos a usarlos cuando la nueva legislación agiliza en muchos aspectos la inscripción, lo que debería aplicarse en su beneficio, como es la exigencia de realizar asambleas distritales, en sodas, restaurantes, sitios públicos, que hay pagar, que no siempre hay en algunos distritos, impidiendo hacer asambleas distritales en casas con los cuidados sanitarios que impone la pandemia, más allá de esos estatutos internos, siempre y cuando se apeguen a la legislación actual. Eso es lo que tenemos.

En el partido Acción Ciudadana están pidiendo algunas personas y activistas postergar su Convención convocada para los primeros días de agosto. Grave error de ese partido, que ya debería estar en fila al menos con Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, que han sido los partidos gobernantes. Lo que ya no sumaron algunos precandidatos quizá ya no sumen más, porque la gente también se va identificando con lo que ya existe.

Todavía no han surgido candidatos populistas de ningún signo, aunque alguno de ellos, de los existentes, lo intenta por sus spots publicitarios que distribuye de exabruptos políticos que realiza, como mala copia de otros candidatos que han habido, que tenían su estilo, tenían clase y estilo, para decir las cosas y llamar las cosas por su nombre. Pueden salir todavía esos candidatos. Es como sacar conejos de un sombrero de mago.

Si esto no sucediera la campaña va a ser aparentemente muy plana y hacia noviembre diciembre de todos estos tendremos un pelotón de unos seis candidatos, para decantarse a finales de diciembre y principios de enero a unos tres o cuatro, entre los que se definiría la final. Para algunos de ellos, particularmente, el de Liberación Nacional es de vida o muerte ganar en primera ronda.

Por ahora esto es lo que voy viendo.

Ciclo de conversatorios virtuales de la Gran Logia de Costa Rica – edición con Vladimir de la Cruz

SURCOS comparte la siguiente información:

La Gran Logia de Costa Rica en conjunto con la IEM (Iniciativa de Empleabilidad Masónica) abren el espacio para conversar sobre las propuestas de los partidos y sus candidaturas, así como el análisis de temas país, de cara a contribuir y promover un voto informado en febrero 2022.

En esta ocasión, la transmisión contó con la participación del historiador y analista Vladimir de la Cruz de Lemos. Phillippe Quesada Jassoud, gran maestro de la Gran Logia de Costa Rica, hizo la moderación.

Le invitamos a reproducir y difundir el video que se encuentra en el canal de Youtube de Gran Logia de Costa Rica:

Algo sobre las próximas elecciones

Óscar Madrigal

En estos días conversaba o simplemente “peloteaba” con algunos amigos sobre las próximas elecciones. Reúno de manera esquemática mis opiniones:

1-. A Figueres con los votos obtenidos en la convención del PLN no le alcanza para ganar en primer vuelta. El resultado que obtuvo fue inferior al de Álvarez Desanti hace cuatro años y con ello no logró llegar ni siquiera a segunda ronda. La salida de Rolando Araya debilita aún más su candidatura.

La gente visible que rodea a Figueres, o son los mismos de siempre que no están en capacidad de producir ningún cambio, o igual o peores de neoliberales que el actual equipo económico gubernamental.

2-. La derecha ortodoxa o más ultra se muestra muy fragmentada por intereses personales y usufructo del erario público. Están Linet, Piza, Chávez, Eli, movimiento libertario, el grupo de Natalia Díaz y algunos más. A menos que una fuerza externa los obligue a unirse irán sin fuerza determinante a las elecciones.

3-. Los neopentecostales se encuentran divididos lo que los irá a neutralizar. Si bien Avendaño y su grupo manejarán la deuda política, Fabricio cuenta con el apoyo del poder mediático y financiero de las iglesias internacionales que son muy poderosas. La división les restará toda posibilidad.

4-. La influencia del PAC dependerá de quién sea el candidato o candidata. Si es la preferida del presidente Alvarado, Carolina Hidalgo, se hundirá; si eligen a Welmer podrían tratar de recomponerse con algún sector del llamado progresismo. Sin embargo, el desgaste del PAC por un gobierno entregado al PUSC y PNL, por su traición a los sectores sociales y los escándalos de corrupción, lo ponen en una situación electoral con poco futuro.

5-. Las fuerzas sociales populares deben llenar el vacío que quedará en el centro izquierda del espectro político electoral. La disputa principal será por llenar ese hueco.

José María Villalta es el candidato mejor posicionado en las encuestas que representa la alternativa popular. Villalta es como candidato mucho más que el Frente Amplio y así debería ser; tal vez una de sus debilidades sea el partido, pero su candidatura debería trascenderlo. Para ello debe lanzar casi que de inmediato su candidatura y presentarla junto a muchas otras fuerzas y movimientos populares.

La izquierda debe entender que para estas elecciones sus intereses se unen en la candidatura presidencial del candidato que esté mejor posicionado electoralmente y que, además, reúna condiciones de honestidad, valentía y compromiso y cambio verdadero. La unidad de la izquierda no se limita a ella; eso sería miope políticamente. La unidad de la izquierda tiene sentido si aglutina a su alrededor a las fuerzas populares de amplios sectores que deseen una transformación del injusto sistema tributario y defensa del Estado de Bienestar, en primer lugar, a los trabajadores y trabajadoras y pequeños y medianos productores del campo y la ciudad.

Hasta el momento quien puede reunir esas condiciones y características es el diputado Villalta. Su candidatura debería ser la del pueblo contra los grandes poderes económicos, financieros y mediáticos del país.

6-. Todo parece indicar que habrá segunda vuelta para elegir el presidente. En estas circunstancias los candidatos que pasen a una segunda ronda podrían hacerlo obteniendo alrededor de un 20% de los votos. Con un gran trabajo, inteligente y tesonero, la candidatura del polo popular podría colarse a la segunda vuelta y disputar por primera vez la presidencia de la república.

Las condiciones pueden estar dadas.

Coalición para el Cambio

Vladimir de la Cruz

Con este nombre se ha anunciado la participación de dos partidos políticos, Alianza Demócrata Cristiana y el Liberal Progresista, que se presentarán unidos, bajo la forma de una coalición, que llevará el nombre de COALICIÓN PARA EL CAMBIO, con una bandera combinada con los colores azul y anaranjado.

Las coaliciones políticas son una oportunidad que brinda la legislación electoral para que dos o más partidos puedan unirse, sin perder cada uno su identidad, en una tercera opción con otro nombre, como en este caso “Coalición para el Cambio”.

Es una manera de unir fuerzas electorales, por pequeñas que sean, para mejores opciones de participación y de ganar procesos electorales, como ha sucedido en tres ocasiones en el país, en 1958, cuando triunfó Mario Echandi Jiménez, en 1966, cuando José Joaquín Trejos Fernández derrotó a Daniel Oduber Quirós y en 1978, cuando Rodrigo Carazo se hizo con la Presidencia de la República. La sola unidad en una coalición da una idea de mayor tamaño.

Históricamente hemos tenido las siguientes experiencias de coaliciones políticas.

En las elecciones de 1953 participaron solo dos partidos políticos sin ninguna coalición, ganando la Presidencia de la República José Figueres Ferrer, con 64.71%.

En las elecciones de 1958 se unieron los partidos Unión Nacional y el Republicano Nacional, triunfando con un 46. 42 % de votación, Mario Echandi Jiménez.

En las elecciones de 1962 participaron 4 partidos sin ninguna coalición, ganando la elección Francisco Orlich Bolmarcich con 50.29%.

En las elecciones de 1966, en un ambiente muy tenso, con solo dos candidatos, la oposición a Liberación Nacional se organizó con la coalición Unificación Nacional, que postuló a José Joaquín Trejos Fernández, quien obtuvo el 50.48% de la votación. La Unificación nacional reunió a los partidos Republicano Nacional y el Unión Nacional.

En las elecciones de 1970 participaron 9 partidos políticos sin ninguna coalición, obteniendo el triunfo José Figueres Ferre con 54.79%.

En las elecciones de 1974, participaron 12 partidos, entre ellos el primer partido cristiano no católico, Alianza Nacional Cristiana, que impulsó una coalición, de tres partidos que al final se redujo a dos, el Unión Popular que se plegó al de Rodrigo Carazo, Renovación Democrática, ganando la Presidencia de la República Daniel Oduber, con un 43.44%.

En las elecciones de 1978 participaron 15 partidos, entre ellos dos coaliciones, la UNIDAD y Pueblo Unido. La Unidad reunió los partidos Renovación Democrática, Unión Popular, Demócrata Cristiano, Republicano Calderonista, y Unión Nacional. Por su parte, Pueblo Unido fue la primera coalición de partidos de izquierda después de la Guerra Civil de 1948, y luego de que en 1975 se eliminaran las trabas legales para que participaran partidos de izquierda en elecciones. Pueblo Unido reunió a Vanguardia Popular, al Socialista Costarricense y al Movimiento Revolucionario del Pueblo, ganando las elecciones Rodrigo Carazo con 50.51%.

En las elecciones de 1982 participan seis partidos políticos, dos de ellos en coaliciones, la UNIDAD y Pueblo Unido nuevamente, ganando las elecciones Luis Alberto Monge, con 58.80%. La Unidad en este caso reunió a los partidos Unión Popular, Democracia Cristiana y Republicano Calderonista.

En el gobierno de Luis Alberto Monge los partidos que constituían la Coalición Unidad se fusionaron dando origen, desde entonces, al Partido Unidad Social Cristiana.

Cuando los partidos se fusionan desaparecen haciendo surgir la nueva organización. En las coaliciones mantienen su independencia orgánica partidaria, y existen como coaliciones solo para efectos electorales.

En las elecciones de 1986 participaron 13 partidos políticos, manteniéndose la coalición Pueblo Unido. En esta ganó la Presidencia de la República Oscar Arias Sánchez con 52.34%.

En las elecciones de 1990 participaron 14 partidos, manteniéndose la coalición Pueblo Unido. Ganó la Presidencia de la República Rafael Ángel Calderón Fournier, con 51.51%.

En las elecciones de 1994 participaron 15 partidos sin ninguna coalición, ganando la Presidencia José María Figueres Olsen con 49.62%.

En las elecciones de 1998 participaron 13 partidos sin ninguna coalición, ganando la Presidencia de la República Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, con un 46.96%.

En las elecciones del 2002 participaron 13 partidos, entre ellos la coalición Cambio 2000, que incluyó al Socialista Costarricense, Pueblo Unido y al Acción Democrática Alajuelense. Ganó la Presidencia Abel Pacheco con 38.58% en una segunda vuelta electoral.

En las elecciones del 2006 participaron 14 partidos políticos, entre ellos una coalición, Izquierda Unida, que reunió a los partidos Movimiento Autónomo del Pueblo Unido (MAPU), Movimiento de Trabajadores y Campesinos, partido provincial limonense, Partido del Pueblo Costarricense, el Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT), el Socialista de los Trabajadores y Vanguardia Popular. Ganó las elecciones Oscar Arias Sánchez con 40.92%.

En las elecciones del 2010 participaron nueve partidos políticos sin ninguna coalición, ganando la Presidencia de la República, Laura Chinchilla Miranda, primera mujer en asumir la Presidencia de la República, con un 46.91%.

En las elecciones del 2014 participaron 13 partidos políticos, sin ninguna coalición, ganando la Presidencia de la República, en segunda vuelta electoral, Luis Guillermo Solís Rivera, con 30.64%.

En las últimas elecciones del 2018 participaron 13 partidos políticos sin ninguna coalición, ganando la Presidencia de la República Carlos Alvarado Quesada, en segunda vuelta electoral, con 21% de votos.

De 17 procesos electorales desde 1953 hasta el 2018 ha habido coaliciones en 10 procesos, 1958, 1966, 1970, 1974, 1978, 1982, 1986, 1990, 2002 y 2006, y en tres de ellos han ganado las elecciones, 1958, 1966 y 1978.

Desde el 2010 no se presenta ninguna coalición nacional. De allí la importancia que han anunciado Mario Redondo y Eli Feinzaig, de constituir esta Coalición Alianza para el Cambio, para las próximas elecciones del 2022.

Soy de la idea que la cultura y la práctica política nacional debe avanzar hacia coaliciones más desarrolladas y compactas, alrededor de Programas Políticos sólidos y de doctrinas, teorías e ideologías políticas compartidas, o en su lugar, de partidos más poderos y grandes, que permitan mejorar la administración pública.

Desde hace tiempo lo he venido señalando como una posibilidad de lograr mejores acuerdos políticos nacionales para una mejor gobernabilidad o gobernanza. Sé que no es fácil avanzar en esa línea. Muchos pequeños intereses, más personales, que políticos se cruzan para evitar las coaliciones.

En las coaliciones se tienen que ceder espacios de figuración y de posibilidades de elección. Mezquindades políticas, prejuicios políticos, vanidades `personales y egos hiper inflados impiden muchas veces constituir estos esfuerzos unitarios. Para ello se requiere madurez y cultura política, sensatez, sentido de la realidad, inteligencia emocional política, visión nacional, seguridad en sí mismos, tolerancia sólida de reconocerse y unirse en las diferencias, en saber que lo más importante es lo que une y no lo que divide, que sobre las diferencias está la unidad en la acción. Es distinguir lo principal político de lo accesorio, de saber unir, sumar y multiplicar más que restar y dividir en política. Diversidad de opinión con Unidad de acción es lo que distingue una buena coalición.

La coalición lograda en esta etapa del proceso electoral por Mario Redondo y Eli Feinzaig, por su naturaleza reúne esas condiciones, de estos dos políticos, inteligencia, sensatez, intereses comunes alrededor de las propuestas que trabajan como oferta de Gobierno, equipos de trabajo alrededor de una plataforma común.

Mario Redondo es de tradición socialcristiana, primero del Partido Unidad Social Cristiana y luego de un partido cristiano no católico, quien fuera Presidente de la Asamblea Legislativa y uno de los más distinguidos diputados que ha habido cuando le ha tocado desempeñarse en esa Tribuna del Pueblo. Con serenidad política ha aceptado aliarse a Eli Feinzaig en este proyecto común siendo Eli por  formación económica un Liberal, que a sí mismo se considera Progresista y desarrolla su liberalismo progresista como una corriente atractiva, en política y en economía, sin amenazar violentamente la organización del Estado Social de Derecho que se ha venido construyendo desde 1943, hoy bastante golpeado por los sectores ultraliberales que campean por toda la institucionalidad política nacional, en incrustados en todos los partidos que han venido gobernando.

Desde el punto de vista religioso Eli, de tradición judía, y Mario, desde el cristianismo no católico, son igualmente una amalgama de respeto y tolerancia especial de resaltar.

La posibilidad de una coalición como la que impulsaba Miguel Ángel Rodríguez con la Unidad Social Cristiana como motor, la mataron en la Asamblea Nacional de ese partido Pedro Muñoz y los suyos, sin entender la inteligente posición de Miguel Ángel, en ese sentido, y sin tener la profundidad de miras del Presidente Rodríguez, que llegó a proponer una coalición centro humanista como terminó llamándola, o en la misma visión, procurando una coalición, como lo propició Rafael Ángel Calderón, con su partido como vértice de una posible coalición de centro derecha, como originalmente la llamó, y la siguió intentando hacer con Rodrigo Chaves Robles, el exministro de Hacienda de este Gobierno del PAC, cometiendo el error de tenerlo no como un verdadero aliado sino como un monigote que asomar, motivo por el cual le fracasó el esfuerzo unitario que impulsaba.

Por su parte, Rodrigo Chaves, a todos los efectos, es una mezcla más que de liberalismo puro, por haber trabajado en organismos internacionales, detestados por la izquierda, de distintos matices de corrientes socialdemócratas, según se puede desprender de sus opiniones sobre diversos problemas nacionales.

En mi opinión hay que ponerle atención al planteamiento liberal progresista de Eli Feinzaig, en general, como al de Rodrigo Chaves para atacar ciertos males nacionales.

En el campo liberal son trasnochados, para mí, los liberales que se mantienen atrincherados en el viejo Movimiento Libertario, que ya no es la bandera de Otto Guevara ni de Federico Malavassi, ni de Natalia Díaz Quintana.

Otto y Federico en su campo, nos gusten o no, han sido buenos diputados, saben hacer su trabajo. Natalia es de otro estilo. Ella sola no va a tener espacio donde relucir, con tantas alternativas liberales. por lo demás, en este momento, está más concentrada en su trabajo profesional que en el político, donde pretende presentarse solita con su partido “Unidos Podemos”.

Los grupos cristianos no católicos van separados sin posibilidad de unirse con Fabricio Alvarado, que ya anunció su plancha presidencial y toda la lista de diputados, aprobados por su Asamblea Nacional, lo que significa que va solo. En el anuncio de su propuesta de candidatos dio el primer golpe. Anunció a todos los 57 diputados, retando con ello a todos los partidos a que hagan lo mismo. Todos los 57 candidatos son profesionales, con estudios universitarios. Aprendió la lección de escogencia de diputados. Otro reto para todos los partidos políticos, la nominación y escogencia de sus diputados.

Los cristianos no católicos al margen del partido Nueva República, de Fabricio Alvarado Muñoz, pareciera que están muy desarticulados. Por ahora no se sienten en su organización electoral hacia el 2022.

La izquierda que ha tenido experiencias de coalición no apunta en esa dirección. En este momento no hay ni existen partidos de izquierda inscritos en posibilidad de coaligarse. No se puede hablar de coalición de grupos de personas, que no existen como partidos inscritos, alrededor de un partido que sí existe inscrito. En este caso es tan solo un llamado a votar por un partido.

Hay grupos y movimientos pequeños de ciudadanos de izquierda. Muy divididos entre sí. Todavía arrastran los dolores del parto que significó la división de la década de 1980. Tienen muchos resentimientos. Su heroico pasado histórico lo enfrentan y valoran de manera hipercrítica, exaltando más los errores, o lo que se consideran errores, que aquello que produce una gloria de reconocimiento en la Historia nacional. El peor de los defectos de estos militantes que andan sueltos orgánicamente es su sectarismo para tratar a otros militantes de izquierda, o personas de izquierda en general. Hay todavía quienes se sienten poseedores de la Verdad política absoluta con solo denominarse de izquierda o exmilitantes. Como decía Fidel Castro en la década de 1960, criticando algunos grupos de izquierda, que hay gente que se siente águila sin tener una sola pluma en su pecho.

La izquierda hoy, en el 2021, tiene que replantearse en todos sus aspectos. La izquierda es hoy un espectro más amplio que en 1980. La desintegración del Sistema Mundial Socialista no acabó con el socialismo ni con el comunismo, como teoría o doctrina política, ni siquiera como utopía política. Acabó con sistemas mal administrados, con prácticas corruptas de gobernabilidad, y con sistemas que no supieron organizarse con prácticas más democráticas de ejercicio de gobiernos, y de ejercicio de derechos y libertades.

Mientras existan los problemas de hambre, desempleo, de pobreza y pobreza extrema, de inequidades sociales y de brechas sociales cada vez más amplias, de mayor concentración de la riqueza, de menores oportunidades y posibilidades de ascensos sociales, de exclusión y marginación de sectores sociales, de destrucción y empobrecimiento de las clases medias, siempre habrá banderas socialistas y comunistas que levantar…y existirán quienes las levanten, por más utópicos o idealistas que parezcan.

El Frente Amplio es observado por estos grupos de manera muy crítica. El mismo Frente Amplio se percibe como un gran complejo de culpa de sus actuaciones. No exhibe por ahora banderas importantes atractivas para los electores. La defensa a ultranza que han hecho de los gobiernos y gobernantes de Nicaragua, y de la Venezuela cabello madurista, es su Talón de Aquiles, que no les ha contribuido a proyectar un modelo socialista para Costa Rica, si tienen por espejos a esos modelos mal llamados socialistas, que tienen prácticas de gobierno corruptas muy enraizadas.

Los esfuerzos unitarios convocados por el ex Secretario General de Vanguardia Popular, Lenin Chacón, en la búsqueda de una coalición, por ahora son gritos en un desierto. No tiene interlocutores válidos.

Estudiar a fondo la historia de Vanguardia Popular es una tarea política para las personas de izquierda que quieren revivirse en las luchas sociales y políticas de este momento.

Coalición para el Cambio como lo proponen Mario Redondo y Eli Feinzaig, es un concepto válido para todos los que quieran impulsar cambios en la Costa Rica actual.

Llaman la atención algunas de las personas que están apoyando a Mario y a Eli, gente preparada, profesionales destacados en sus campos. Con ellos están construyendo sus equipos de trabajo y de plan de Gobierno, entre otros, Fabián Volio Echeverría, Denis Meléndez, Alberto Trejos, Rafael Brenes, Randall Brenes, Juan Enrique Muñoz, Marcela Trejos, Erick Lonis, Gilberto Campos, Walter Niehaus y Laura Fernández.

No han definido aún candidaturas. Alguno de ellos, seguramente, Mario o Eli irá encabezando la papeleta presidencial. Podrían ir los dos, a la vez encabezando provincias, Cartago y San José, como candidatos a diputados, acompañados, de la misma forma, y en la misma fórmula presidencial, de Laura Fernández, gran conocedora del engranaje político institucional, asesora parlamentaria, excelente cuadro político.

Por ahora valoro positivamente este esfuerzo de Mario Redondo y Eli Feinzaig. Es un ejemplo de lo que se puede hacer.

Aplicación de un Nuevo Concepto de “Destino Manifiesto” y “Enclave” en Honduras

Por Marlin Óscar Ávila
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25 de junio de 2021

Hasta ahora los pueblos y gobiernos de América Latina han derramado sangre defendiendo los territorios donde nacieron; cada metro cuadrado del país ha sido defendido con mucho coraje, patriotismo y gallardía. No obstante, últimamente las fuerzas internacionales del obscurantismo neoliberal están experimentando con uno de los países más pobres y gobernado por narco traficantes tan corruptos, como traidores a su patria, la entrega de un tercio o más del territorio a fuerzas empresariales extranjeras. Todo con la mirada indiferente de sus “gloriosas Fuerzas Armadas”.

Contexto

Honduras “ocupa el segundo lugar en extensión territorial, después de Nicaragua, en Centroamérica con un perímetro de 2401 km y una extensión de 112.492 km²”[1] (61,392 km2 más que Costa Rica), es considerado por muchos peyorativamente, a nivel internacional, como “Banana Republic”, con un territorio de 112.492 km².

Los servicios básicos de energía y agua están privatizados, así como los servicios de educación y salud, se ha llegado a su privatización en un muy alto porcentaje. Asistir a un centro de salud clínica u hospital públicos, es apenas para atención médica, donde los insumos (medicinas e insumos), los debe comprar el paciente. El transporte público es privado en su totalidad y las principales carreteras del país han sido concesionadas, predominando compañías colombianas. En ese, naturalmente rico territorio de Honduras, hay una población mayor a los 9.5 millones de habitantes[2]. Más del 70% vive bajo la línea de la pobreza y arriba del 53.4% de ésta se encuentra en la miseria. Hay una considerable brecha entre ricos y pobres, la clase media tiende a desaparecer y un reducido porcentaje logra pasar la educación superior. El 55% de la oferta en educación superior, en 2018, era del sector público y un 1.7 del total era para sacar doctorado,[3] lo que seguramente se ha reducido en este período de la plandemia SARS-CO2. De la considerada población con ingresos medios (clase madia para muchos), ha sufrido un proceso de pauperización en los últimos dos años que se llega a confundir con el sector que vive bajo la línea de la pobreza, aun con su esfuerzo de aparentar estar en una escala superior.

Por las evidencias existentes, no solamente el gobierno central del poder Ejecutivo ha sido calificado como de mayor corrupción de su historia, pero todo el andamiaje institucional del Estado, junto a sus tres poderes e instituciones descentralizadas, con la complicidad de las elites de los cuerpos armados. Esto se agrava con los resultados de las investigaciones jurídicas realizadas por la Corte Suprema de Justicia de los EUA, donde se ha confirmado el involucramiento de un numeroso grupo de funcionarios de alto nivel en el tráfico de estupefacientes y lavado de activos, logrando que el Congreso dominado por el Partido Nacional, blinde a los corruptos y narcotraficantes con leyes y reformas constitucionales, acrecentando los niveles de impunidad y el cinismo sin precedentes. La desconfianza popular ha ido creciendo constantemente, sin dejar un área e institución pública en donde se llegue a considerar como viable para algo de gobernabilidad. Concluido el segundo período continuo del actual presidente, pero el tercero del Partido Nacional, se prepara las elecciones para noviembre próximo.

Los Enclaves

Luego de la implantación desde finales del siglo XIX al XXI, de una economía de enclave[4] por empresarios estadounidenses. Para el hondureño común, ese período fue de un auge económico que únicamente y parcialmente se puede comparar, posteriormente, con la industria vinculada a la textilería e industria para prendas de vestir y de partes de autos que ha predominado desde la década de los ochentas, principalmente en la zona norte del país. Algunos historiadores piensan que la industria minera también ha utilizado el modelo de “enclave”, más que todo por la compañía Rosario.

Fue a partir de estos enclaves que surgen nuevos ricos, muchos de origen turco, árabe e israelita, y se establecen algunas empresas industriales, como las azucareras, de bebidas (ejem. Cervecería Nacional Hondureña) y financieras como los bancos Atlántida y FICOHSA. Los enclaves bananeros y mineros provocaron la reestructuración de las propiedades de tierra, pequeños y medianos propietarios desaparecieron, como en su momento sucedió con el cultivo y la industria del aceite de palma africana en la zona Atlántida, en el período de la década de los setenta, subsidiado por el gobierno de turno (gobiernos militares). A excepción de los enclaves mineros, el auge de las economías citadas, se han asentado, principalmente en la zona del litoral Atlántico hondureño (671 Km de longitud), que inicia en la frontera con Guatemala y termina en la frontera con Nicaragua, pasando por el gran valle de Sula que cubre 17 municipios, en una extensión territorial de 7,384.6 km2 de adonde se extrae el 63% del PIB nacional y habita un 27% de toda la población[5]. Además, es donde se considera que está la mayor reserva de petróleo aun sin explotar[6].

Sabemos que los enclaves modernos tienen nuevas exigencias y características. La índole de su inversión es diversificada, incluye diferentes compañías y empresas, como su mercado es diversificado. Todo lo que se produce y procesa es para los mercados extranjeros. Sus inversores y empleados no tienen ningún interés en la población que habita en su entorno, excepto por su fuerza laboral. Es una población que no tiene arraigo alguno en los territorios que ocupan. Son tratados como extraños o extranjeros, con la única función de servir a la empresa que lo contrata, bajo condiciones establecidas por los dueños del enclave, sin intermediación de un gobierno o agencia defensora de los derechos laborales. Los enclaves son completamente comandados por sus dueños.

Las ZEDES en Honduras

La oposición política está bastante fraccionada, luchando sin estrategia unificada, en los últimos once años y medio. El Partido Nacional (que de nacionalista no tiene más que el nombre) quiere continuar gobernando después de estar en el poder por los últimos once años[7]. En caso de fracasar en sus pretensiones, sea que gane o pierda, el grupo gobernante tiene una cuartada para seguir enriqueciéndose con la explosión de los recursos del país mediante el proyecto de ZEDES (Zonas de Empleo y Desarrollo Económico). Proyecto que ha gestado desde la sombra durante todos esos años, presentándolo ocasionalmente a la asamblea de diputados para reformas jurídicas y aprobaciones, últimamente por parte de la Corte Suprema de Justicia, a conveniencia de sus beneficiarios. A diferencia de las Zonas Libres de impuestos, para la inversión extranjera en áreas industriales establecidas en la década de los noventas, cubriendo áreas de hasta 15 hectáreas de terreno, las ZEDES son áreas territoriales de varios miles de hectáreas del territorio nacional donde se pueden instalar diversas compañías para explotar todos los recursos naturales, fuerza laboral, infraestructura e instituciones públicas y privadas con autonomía política, jurídica, de seguridad, libre de impuestos, con manejo fiscal y comercial autónomo, estableciendo y utilizando los medios de comunicación y transporte que mejor les convenga. Esos territorios pueden estar ocupados por poblaciones y asentamientos humanos originarios, pueden incluir zonas urbanas y rurales, las que pueden ser expropiadas por los nuevos inversionistas. Las políticas de contratación, administración y gestión de negocios serán establecidas por los inversionistas. Estas ZEDES, hasta ahora están definidas para cubrir una tercera parte del espacio territorial hondureño, particularmente adonde están los espacios con mayor potencial económico como son las costas del Atlántico y del Pacífico, formando una especie de encierro geográfico a los territorios que, por el momento, no están en oferta, ubicadas en la zona central o, interior del país, sin que eso pueda asegurárseles ser intocables en el futuro.

Esos espacios geográficos que hasta el momento tienen divisiones políticas denominados departamentos y municipios, estructura y jurisdicción definidas en la Constitución, cubre 39 mil 331 kilómetros cuadrados. La compra venta de estos espacios territoriales ya entraron al mercado y desde ahora se inicia la expropiación de sus dueños hondureños para ser transferidos a los nuevos dueños extranjeros y nacionales que hayan decidido invertir en ellos. Para los procedimientos el gobierno actual ha permitido el formal establecimiento de una nueva “constitución” con la normativa y reglamentación en cienes de páginas escritas, firmadas y selladas por los tres poderes de la República de Honduras.

Es algo así como ha venido ocurriéndole a Palestina, donde los israelitas sionistas han ido ocupando su territorio paulatinamente, sin importar quienes habitaron y compraron o se establecieron en esos bienes raises por décadas anteriores. Solamente que, en Honduras, es el mismo gobierno o Estado quien ha gestionado la entrega en venta a firmas y personas extranjeras con algunas nacionales particularmente a empresas con orientación muy conservadora.

Mientras escribimos este artículo, una comisión del gobierno, que incluye a lideres religiosos evangélicos, esta en visita oficial en Israel. Todas las señales nos dicen que detrás de este proyecto ha estado la asesoría constante del gobierno sionista de Israel. Y, coincidiendo con esto, podemos notar el apoyo del gobierno de los EUA, desde el golpe de estado al expresidente Manuel Zelaya Rosales, en 2009, pasando los años del gobierno de Trump, hasta el actual de Joe Biden. Ya es sabido que el actual presidente Joe Biden se declaró sionista en noviembre de 2016, cuando en Nueva York afirmo: “Soy sionista, pero para esto no hace falta ser judío”[8]

El Concepto “Destino Manifiesto” y Grandes Conflictos por Territorialidad

Lo que actualmente ocurre en Honduras, puede llevarnos a recordar el “origen del concepto del «Destino Manifiesto» [el cual] se podría remontar a la época en que comenzaron a llegar los primeros colonos y granjeros desde Inglaterra y Escocia al territorio de lo que más tarde serían los Estados Unidos” [de Norte América]. Bajo ese concepto se justificaba el uso de cualquier medio para alcanzar este objetivo, desde la adquisición por compra, hasta la vía militar.16​ Fue así que el filibustero estadounidense, William Walker, médico y abogado, armó a un grupo de reclutas conocidos como «Los Inmortales», para invadir, en 1855, Centro América, tomándose por las armas a Nicaragua y luego, invadió la provincia de Guanacaste, en Costa Rica, de donde fuera expulsado. Más tarde es aprendido y fusilado en Trujillo, Honduras, el 12 de septiembre de 1860.[9]

En nuestra historia es casi inexistente un país de América Latina que no haya tenido o no tenga conflictos fronterizos por la delimitación fronteriza y no haya defendido hasta con los dientes su territorio usurpado por terceros países, normalmente vecinos. Para ejemplo, los más mencionados en este tiempo son Bolivia con su acceso al mar y sus derechos en disputas con Chile por décadas. También están los conflictos entre Paraguay y Brasil en las riberas del río Paraná.

En el siglo XIX, entre 1846 y 1848, cuando las tropas estadounidenses entraron a la ciudad de México, hasta la formalización de la cesión por medio del Tratado de Guadalupe Hidalgo, suscrito el 2 de febrero de 1848, cuando México traspasó el 119% de su territorio actual a los EUA.[10]

Afuera de nuestro continente, se distingue el caso de Palestina. Cada año, a partir de 1948, Israel ha venido ocupando, contra la voluntad de Palestina, más y más territorio de su país, con centenas de muertos en un conflicto que la misma ONU no ha sido capaz de intermediar adecuadamente, porque el lobby israelita sionista en Washington es tan fuerte que EUA siempre ha vetado las decisiones del Consejo de Seguridad para favorecer a Israel.[11]

Las preguntas obligadas ahora son:

  1. ¿Está y, ha estado, el sionismo israelita detrás de las autoridades y algunos empresarios hondureños?
  2. ¿La tolerancia de la administración de la Casa Blanca ante los abusos de autoridad, crimen organizado, lavado de activos, violación constante de los derechos humanos y destrucción del Estado de Derecho por parte del gobierno de Honduras durante la última década, se debe al padrinazgo sionista y al uso de su territorio como plataforma contra otros países de América del Sur?
  3. ¿La compraventa de buena parte de Honduras en pedazos bajo el título de ZEDES, obedece a una estrategia de posesionar a las grandes corporaciones de territorios dentro de un Estado constituido como el hondureño, aun violentando su Constitución, para luego de aprender de este experimento, pasar luego a otros países bajo el principio ya actualizado de “Destino Manifiesto”?

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%C3%ADa_de_Honduras

[2] https://www.swissinfo.ch/spa/honduras-pobreza_la-pobreza-en-honduras-subi%C3%B3-a-70—en-2020-por-culpa-de-eta–iota-y-la-covid/46581382

[3] https://des.unah.edu.hn/servicio-al-usuario/estadisticas

[4] Desde el concepto más tradicional de monocultivo para exportación, además de control territorial, el poder político interno y administrativo, sin generar beneficios económicos nacionales, más que la mano de obra barata y alguna infraestructura residual Marlin Oscar Avila

[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Valle_de_Sula

[6] https://criterio.hn/en-honduras-hay-petroleo-pero-el-gobierno-mantiene-el-tema-en-secreto/

[7] http://library.fes.de/pdf-files/bueros/fesamcentral/16510.pdf

[8] ” https://www.hispantv.com/noticias/opinion/493847/coalicion-netanyahu-israel-gabinete

[9] https://es.wikipedia.org/wiki/William_Walker

[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Cesi%C3%B3n_mexicana

[11] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54162476

Rolando Araya Monge, un Gran Ganador

Vladimir de la Cruz

Rolando Araya Monge es ligeramente unos pocos meses menor que yo. Lo conozco desde que éramos jóvenes en las lides de la Universidad de Costa Rica. Yo nací en 1946 y él en 1947, de modo que llevamos unas cuantas décadas al hombro.

Así hemos coincidido en espacios, el político, el académico, el de escritor, el de participación en medios, él como conductor de Programas de opinión, reflexión y análisis de distintos temas.

En el campo político ambos hemos sido activistas, con distintas intensidades, encontrándonos en el escenario de las elecciones del 2002, como candidatos presidenciales, él representando a Liberación Nacional, yo a Fuerza Democrática, haciéndole oposición como parte del bipartidismo que criticábamos desde las elecciones de 1998. Luego en las elecciones del 2006 donde de nuevo nos enfrentamos, él por otro partido, yo en la última participación electoral que tuve, con Fuerza Democrática, donde pasadas esas elecciones cerré mi participación político electoral, muy rica en lo personal para mí, sin renunciar a ver la Política, como escenario de encuentro de las distintas fuerzas y ciudadanos, pero ya desde una perspectiva más analítica desde los periódicos que me abrieron espacios semanales, desde 1998, para mantener una columna de Opinión.

Antes de estas participaciones políticas Rolando había destacado en el escenario político desde joven, cuando desarrolla su carrera política que lo llevó a ser Presidente de la Juventud Liberacionista, cuando yo también era dirigente estudiantil universitario. En la Universidad fue miembro del Consejo Universitario. También fue director del periódico Combate, del Partido Liberación Nacional. En 1978 es electo Vicepresidente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas. Luego siguió en el Gobierno de Luis Alberto Monge, 1982-1986, como Ministro de Obras Públicas, Superintendente de FERTICA, Diputado, Ejecutivo Municipal de San José, Secretario Internacional del Partido Liberación Nacional, donde llegó a ocupar los puestos de Secretario General y Presidente de ese Partido.

En la campaña electoral del 2006 se alejó de Liberación Nacional. Hizo casa aparte, con una aspiración presidencial con el Partido Alianza Patriótica en el 2010 y luego con una candidatura a diputado con otro partido. Así participó en otras luchas políticas y, finalmente, volvió a Liberación Nacional, hace pocos meses.

Su regreso, sin ser yo militante liberacionista, lo celebré públicamente. Dije que me parecía muy bien para Liberación, porque por su condición de ex Candidato Presidencial, que fue, tenía un puesto asegurado en el Directorio Político de ese Partido, y me parecía que por su condición de activista político, que era, le haría muy bien a ese Directorio y al Partido, porque además, era un cuadro político formado y curtido en la teoría, doctrina y práctica socialdemócrata, que se había abandonado en Liberación Nacional.

Como Secretario de Asuntos Internaciones de Liberación Nacional se proyectó en el campo internacional de la socialdemocracia continental y europea, participando como Vice Presidente Internacional Socialista y en la Comisión Felipe González para replantear la socialdemocracia, con vista a los desafíos del mundo surgido después de 1990 y del Siglo XXI. Fue también presidente y vice presidente la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina.

En el 2004 Rolando Araya fue elegido Presidente del Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, SICLAC.

Desde esos escenarios se proyectó Rolando Araya, como Consultor y conferencista internacional en Energía, Medio Ambiente, Política y Economía, formando parte, en este campo internacional, como pocos líderes de Liberación Nacional lo han hecho, en esas otras dimensiones, don Pepe Figueres, Luis Alberto Monge, Daniel Oduber, Oscar Arias, y José María Figueres en estas últimas dos décadas. Cada uno de ellos con sus particulares cualidades, participaciones y reconocimientos internacionales.

En la lucha social estuvo en los frentes oposicionistas a la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en los años 2006 y 2007.

En el espacio académico, en que coincidimos, yo me fui por los estudios en Derecho e Historia, dedicándome a la docencia en Historia, desde 1973. Rolando Araya se fue por la Ingeniería Química, ambos graduados de la Universidad de Costa Rica. Más tarde Rolando hizo estudios en la Universidad de La Salle, donde se doctoró en Educación. Desde 1984 ha sido Profesor universitario.

Como escritor ha hecho 8 libros sobre política, economía y filosofía. Uno de sus libros “El socialismo cuántico”, el Presidente Hugo Chaves se lo publicó en Venezuela. Yo he publicado un poquillo más que recogen, especialmente, artículos publicados en periódicos, revistas, transcripciones de entrevistas y discursos.

A Rolando se le puede considerar un inquieto intelectual, serio, un pensador político de los pocos que como líderes partidarios se han dedicado a publicar lo que piensan, un socialdemócrata preocupado por la situación de los partidos socialdemócratas en este momento del siglo XXI.

En el campo de la participación en medios, él lo ha hecho como conductor de Programas de opinión, reflexión, análisis de distintos temas, yo de participante, invitado especialmente, incluso en sus propios programas, que realiza con la periodista Iris Zamora.

Rolando ha incursionado como empresario en desarrollo urbanístico. Desde hace algún tiempo se ha dedicado a estudiar la física cuántica, el Yoga y la filosofía oriental, de lo que da cursos regularmente algunos fines de semana.

Fui sorprendido cuando anunció su precandidatura presidencial por Liberación Nacional, pero me pareció interesante ver cuál sería su resultado, ya que había abandonado Liberación y había regresado. Tenía en ese sentido un camino asegurado, porque Antonio Álvarez Desanti había hecho lo mismo en el 2006, había regresado y fue candidato presidencial en el 2018, enfrentando, en la lucha interna a José María Figueres, a quien derrotó en ese momento, como Rolando participó el pasado 6 de junio, tratando de derrotarlo, logrando un resultado muy favorable de un segundo lugar, a escasos 10 puntos porcentuales de José María Figueres.

El Partido Liberación Nacional históricamente les dio oportunidad a los líderes históricos, cuando siendo candidatos presidenciales perdieron, de repetir una candidatura. Así fue Francisco Orlich que perdió en 1958 y repitió victorioso en 1962, Daniel Oduber que perdió en 1966 y repitió ganador en 1974, como lo fue también Luis Alberto Monge en 1978 y asumió la Presidencia en 1982. Después de ellos a ninguno de los candidatos presidenciales que perdieron se les dio oportunidad de repetir candidatura, Carlos Manuel Castillo en 1990, José Miguel Corrales en 1998, Rolando Araya en el 2002, Johnny Araya en el 2014 y Antonio Álvarez Desanti en el 2018. Pero, sí se produjo un fenómeno muy curioso e interesante en Liberación Nacional de permitir que dos liberacionistas que se habían ido a formar otro partido para enfrentar a Liberación volvieran y se les abrieran las puertas para representar a Liberación Nacional, como son los casos de Antonio Álvarez y de Rolando Araya. Ambos tenían dos antecedentes muy lejanos, cuando en 1958 Jorge Rossi lo había hecho participando con el Partido Independiente, y en 1962 lo hizo Enrique Obregón Valverde con el Partido Acción Democrática Popular, habiendo regresado ambos a Liberación Nacional. Don Pepe reivindicó a Jorge Rossi en la campaña presidencial de 1970 cuando lo llevó de segundo Vicepresidente, mientras Enrique Obregón a sus 95 años se mantiene como el gran atalaya de la socialdemocracia liberacionista, como la conciencia lúcida de ese planteamiento en Liberación, y como un Pepito Grillo al que todos quieren consultarle, como Gran Zeus político que es. Estas candidaturas de Antonio y la de Rolando son un parteaguas en el Liberación del siglo XXI.

El Resultado de Rolando en la Convención del pasado 6 de junio, sin lugar a dudas, lo coloca como el gran victorioso, le dio mucho músculo político que José María Figueres necesita, y quienes rodean a José María no lo pueden ignorar ni marginar.

Si la alianza que hicieron José María Figueres y Antonio Álvarez, que apartó a Antonio de la lucha interna directa, significó, en ese momento, que ellos sumaran el 62% de intención de voto interno, que se materializó en el 40% de votos para José María el pasado 6 de junio, en este momento, la necesaria alianza real y efectiva, entre José María y Rolando, significaría el 65% de los votos de la Convención, y, potencialmente, contribuiría más a procurar el 40% de los votos nacionales para la elección del 6 de febrero.

Si a ello suman los porcentuales, por alianzas reales y efectivas con Roberto Thompson, Carlos Ricardo Benavides y Claudio Alpízar, más asegurarían esa posibilidad de porcentaje, porque ese escenario electoral va a ser muy difícil, por mayor fortaleza que en este momento presente José María Figueres.

Figueres, quiéralo o no Liberación Nacional, se va a convertir en el Talón de Aquiles de la campaña electoral. Todos los partidos políticos, y sus graderías de sol y chusmas politiqueras, le van a poner más atención a José María Figueres que a cualquier candidato que presente el Partido Acción Ciudadana procurando su tercer gobierno consecutivo, que es al que hay que derrotar.

La Campaña contra José María, como intentaron hacerlo en la Convención llamando a votar contra él, con cualquiera de las opciones que en Liberación había, la pueden convertir de manera inconsciente, y algunos hasta conscientemente, en el gran Caballo de Troya para garantizar el triunfo de nuevo del Partido Acción Ciudadana. ¡Cuidado!, con esta equivocada estrategia. Entre más palo le den a José María más facilitan el triunfo de cualquier candidato de Acción Ciudadana. No se fortalecen los otros partidos, individualmente cada uno, en esa lucha contra Liberación con la candidatura de Figueres. Todos se debilitan ante Liberación Nacional y el mismo Acción Ciudadana, que más se fortalece con los ataques a Liberación Nacional. Ese es el desenlace que puede tomar este planteamiento político.

Para asegurar la posibilidad de ganar en primera ronda, el 6 de febrero Liberación Nacional tiene que ir lo más sólido posible, lo más unido posible, sin fisuras de ninguna especie, con objetivos claros de campaña, y con un gran programa político que entusiasme y enamore a la gente, al pueblo electoral en sus distintos componentes sociales, lo que es además de un gran reto, una gran tarea política, y desde ya haciendo sentir que es el Partido que va a gobernar en el 2022. Esto es igualmente válido para todos los partidos políticos, como si fueran en una carrera de caballos, en que no pueden ver al lado.

Es natural que en la política se produzcan acuerdos entre distintos partidos políticos y actores políticos, desde y en el Poder Ejecutivo, y dentro de la Asamblea Legislativa. Todos los días se producen estos acuerdos.

De igual manera tienen que producirse, en el interior de los partidos políticos, cuando se definen estas candidaturas presidenciales.

El grupo de José María Figueres tiene que entender la importancia de estos acuerdos para asegurar, antes que cualquier candidatura adicional, o distribución posible de futuros puestos, el triunfo electoral del 6 de febrero. No se puede dejar de lado a los otros participantes, especialmente a Rolando Araya. Eso es músculo político para la campaña que tienen que enfrentar.

Rolando Araya es Rolando Araya. No es una fuerza “fantasma” foránea a Liberación, que resultó de los que no quisieron que José María fuera el candidato oficial, o de los no liberacionistas que así se manifestaron.

Las conversaciones que se deban hacer con Rolando Araya no son con los que “votaron” desde fuera de Liberación por él, si así se piensa. Él es ahora la fuerza, es parte de Liberación Nacional y hasta miembro destacado de su Directorio Político.

Rolando Araya participó pobremente en la Convención desde el punto de vista organizativo, participó con la fuerza moral que él mismo representa, procurando rescatar un partido, que según Rolando perdió su sentido de misión política, que perdió su vínculo y compromiso con el pueblo, llamando a que el Partido vuelva al compromiso con el país, con el pueblo y no con el mismo partido.

Es con ese Rolando Araya que hay que hablar y pactar lo que corresponda. Esa es la primer tarea política. La segunda, lograr la mayor unidad posible. La tercera, ganar las elecciones. ¿Está preparado Liberación Nacional para esta tarea? ¿Lo entenderán los dirigentes de Liberación Nacional en sus distintas estructuras, las que están en estos momentos en la organización del Partido y en la preparación organizativa de la campaña, así como los líderes de las otras candidaturas que disputaron la candidatura oficial?

Lo veremos en las próximas dos o tres semanas. Esto no puede durar mucho…

Discurso de José María Figueres Olsen en la Casa Liberacionista el 6 de junio del 2021

Como insumo para el análisis, SURCOS comparte el discurso de José María Figueres Olsen en la Casa Liberacionista al conocerse los resultados de la Convención Nacional del PLN.

Rumbo a la Costa Rica del bien-vivir

6 de junio de 2021

¡Infinitas gracias costarricenses! Por su confianza. Su entusiasmo. Su participación. Gracias por creer en el porvenir de la patria. En los valores democráticos que nos unen. Y los ideales que dan vida al Partido Liberación Nacional.

A los estimables compañeros, Rolando González, Antonio Alvarez, Fernando Zamora y Guillermo Constenla, que se unieron a esta causa, así como a los apreciados Carlos Ricardo Benavides, Claudio Alpízar, Roberto Thompson y Rolando Araya, personas que también aman a Costa Rica, y que participaron conmigo en esta ejemplar gesta cívica, a ellos les manifiesto mi admiración y reconocimiento, por sus ideas y su contribución al engrandecimiento del partido y de la democracia. Los invito a sumar fuerzas, a integrarse de lleno en nuestra campaña por el rescate de Costa Rica, la causa que nos une y nos inspira.

Agradezco de corazón a cada persona que, con desprendimiento y generosidad, trabajó sin descanso en este proceso electoral. Mi honda gratitud al equipo de campaña, y a la dirigencia que trabajó para motivar la participación de la familia liberacionista. Y por supuesto mi agradecimiento especial a cada persona que depositó en este servidor, su confianza para liderar la transformación de Costa Rica.

Reconozco también la valentía de la Asamblea Nacional, del Comité Ejecutivo y del Directorio Político del partido, por su acertada decisión de realizar las elecciones este domingo, siguiendo los más estrictos protocolos sanitarios aprobados por el Ministerio de Salud. Demostraron que el sufragio se puede ejercer en tiempos de pandemia, siempre y cuando se cuide con esmero la salud de las personas. Asimismo, felicito al Tribunal de Elecciones Internas por una excelente jornada electoral.

A mi esposa Cinthya y a su hija Melisa, a mis hijos, José María y Eugenia, a mi nieto José María y hasta a Laica, les debo muchísimo. Su apoyo incondicional y entusiasta en todo el proceso, y su incesante amor que me sustenta, son fuente de fortaleza espiritual, inyección de ánimo y energía ante los avatares de la política.

La elección del 6 de febrero de 2022 no es una elección más. Está en juego algo mucho más grande que la Presidencia de la República. Está en juego el rescate de la patria, la reconstrucción de una sociedad devastada por la pandemia, la improvisación y la falta de rumbo. Vivimos la mayor debacle social y económica de los últimos cuarenta años. Un millón y medio de costarricenses en pobreza, casi un millón trabajando en la informalidad, más de cuatrocientos mil sin empleo, y miles de empresas cerradas. Un Estado quebrado, ineficiente y obstaculizador, a pesar del arduo esfuerzo que realizan la mayoría de los empleados públicos. Un sistema de seguridad social exhausto en lo humano y lo financiero. Una educación en ruinas, con una generación completa de niños y jóvenes que llevan casi cuatro años aprendiendo a medias. Una distribución inaceptable de ingresos, que nos convierte en una de las sociedades más desiguales del mundo, hecho que me duele profundamente. Un país amedrentado por el narcotráfico y el crimen organizado, cuyos tentáculos se mueven libremente por los pasillos del poder. Nos encontramos divididos por nuestras creencias religiosas o nuestras preferencias sexuales, un pueblo menos tolerante y menos comprensivo del prójimo. Esta es dolorosamente la Costa Rica de hoy, una Costa Rica que urge cambiar, que urge curar.

Por eso la elección de febrero de 2022 es trascendental. Tenemos el deber histórico de ofrecer soluciones innovadoras, inclusivas y valientes. Ocupamos al mejor equipo de mujeres y hombres al frente de una cruzada nacional para ganar y transformar. Para ganar la competencia de talento, creatividad e innovación. Para ganar la lucha contra la inequidad, la exclusión y la pobreza. Para ganar la batalla contra el cambio climático. Para transformar el temor en esperanza, el desaliento en optimismo. Para retomar la senda del desarrollo con equidad.

Hay una frase, de Isaac Felipe Azofeifa, que sintetiza magistralmente el momento que vive hoy Costa Rica: “De veras, hijo, ya todas las estrellas han partido. Pero nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer”. De las crisis más profundas, Costa Rica siempre ha sacado fuerzas para dar los saltos más grandes hacia adelante. Nuestra historia así lo confirma. Después de la crisis de los 40 experimentamos treinta años de robusto crecimiento y progreso social, gracias a las valientes reformas de aquella época. Después de la crisis de los 80 fuimos capaces de acelerar reformas para profundizar la inserción de Costa Rica en la economía internacional. De la presente crisis saldremos también fortalecidos.

¿Por qué me siento tan seguro de un futuro muy positivo para Costa Rica? Porque tengo confianza absoluta en las capacidades y el temple de ustedes, compatriotas. Además, porque tengo años de trabajar en el ámbito internacional, estudiando lo que hacen las naciones exitosas y comprendiendo las grandes tendencias imperantes afuera. El mundo está cambiando muy rápidamente. Extraordinarias oportunidades se abren para nuestro país.

La revolución tecnológica, el cambio climático y la transición demográfica, desencadenaron grandes transformaciones en la forma de vivir, consumir y producir. En este nuevo mundo, Costa Rica tiene condiciones excepcionales para ganar. En 200 años de vida independiente, varias generaciones de costarricenses lucharon con determinación por anhelos compartidos: la libertad, la justicia, la solidaridad, la educación, la cultura, el progreso material, la inclusión y la protección de nuestro planeta. Esta vía costarricense al desarrollo nos da una sólida base para construir la plataforma de despegue hacia un futuro mejor.

Sin embargo, el éxito no es producto del azar, es el fruto de una visión clara y del trabajo tenaz. Eso es lo que ofrezco queridas amigas y amigos. Forjar una visión compartida de futuro, y unir las mejores mentes y voluntades en torno a un proyecto ambicioso para asegurar la recuperación nacional, con la persona, las familias y la comunidad como protagonistas. Nuestra misión será contribuir al bien-vivir de las personas en nuestra patria. Trabajar sin descanso para ampliar las capacidades y las alternativas de cada persona, para aspirar a una vida más plena, una vida en equilibrio consigo mismo, los demás y la naturaleza.

El bien-vivir no es una utopía. Es nuestro más sentido anhelo y nuestro firme compromiso con el pueblo de Costa Rica.

Bien-vivir es tener casa digna para la familia, con servicios de calidad, y con internet de banda ancha para conectarse al mundo.

Es tener acceso a una educación que prepara no solo para el trabajo, sino para la vida, facilitando a cada persona alcanzar su máximo potencial. Es comprender los desafíos como parte de la vida, y desarrollar el temple para superarlos.

Bien-vivir es alimentar el espíritu con los frutos de la cultura y las artes, para trascender las necesidades básicas y disfrutar a plenitud de nuestra condición humana.

Es vivir de forma saludable, y con un sistema de seguridad social solidario y eficiente, capaz de velar por nosotros en todas las etapas de nuestras vidas.

Bien-vivir es tener empleo de calidad, bien pagado, con derechos laborales y protección social.

Es vivir sin miedo, vivir sin rejas en la casa. En comunidades seguras, luminosas, y limpias, con árboles y espacios para el deporte y la recreación.

Bien-vivir es ser libres para soñar y emprender, para transformar nuestras ideas en empresas exitosas y sostenibles

Bien-vivir es también cuidar nuestra parte del planeta, con amor y devoción, como se cuida lo más querido.

Es contar con sistemas modernos e integrados de movilidad, desde ferrocarriles hasta ciclo vías, utilizando solo energías limpias.

Bien-vivir es ser solidario con las personas que más nos necesitan, es involucrarse en la comunidad y sumarse a las causas nobles que procuran el mejoramiento de la colectividad.

Es pagar lo que nos corresponde al Estado, exigiendo a cambio servicios eficientes y de calidad.

Bien-vivir es también actuar con ética, en lo público y lo privado, combatiendo sin reparos la corrupción.

Es respetar todos los derechos de las personas, las creencias y las preferencias de los demás, convencidos que el respeto cambia la vida y que esos derechos son irreversibles.

Bien-vivir es reconocer la invaluable contribución de la mujer al bienestar colectivo y garantizarle las oportunidades y los derechos que merecen.

El bien-vivir es nuestro norte, la estrella que guiará nuestras decisiones y nuestras acciones. Esta es mi promesa solemne al pueblo de Costa Rica esta noche.

Esta será la misión del próximo gobierno de Costa Rica.

Documento compartido con SURCOS por Vladimir de la Cruz.

Imagen: https://www.vozyvoto.org