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Etiqueta: encuestas de opinión

¿Las encuestas de opinión representan el sentir ciudadano?

Juan Huaylupo[1]

Las preocupaciones por las previsiones políticas sobre el futuro gubernamental a través de las encuestas de opinión revelan diversas consideraciones, no siempre explicitadas, algunas de cuales es necesario reflexionar.

  1. Primeramente, habría que decir que es prematura esta preocupación ciudadana, dado que las encuestas de opinión son el resultado de una especulación cuantitativa sobre la cual se desconoce o se oculta su representación cuantitativa de la población electoral, de la forma como ha sido estimada la población a ser entrevistada, del método o métodos usados, de las personas que han sido entrevistadas y en qué espacios se efectuaron las entrevistas de recolección de datos. Asimismo, se desconoce la o las características, que restringen o posibilitan las entrevistas de opinión, o cuáles fueron las preguntas que se hicieron y la codificación de las respuestas para inferir o conocer la opinión de las personas consultadas. Si, esta información es importante para conocer la pertinencia de los resultados obtenidos, los cuales tampoco serán probables, determinantes ni absolutos.
  2. Las expresiones grotescas y petulantes del presidente de la República, así como su manifiesta ignorancia y falsificación de hechos que regularmente hace en público, busca representar el creciente descontento por el deterioro de las políticas públicas del gobierno que, siendo intencionalmente culpable, paradójicamente responsabiliza a la institucionalidad pública y a la división de poderes del Estado. De este modo, el culpable, culpabiliza, así como el victimario se victimiza, y los oponentes son insultados y difamados. Así, se confunde y engaña con la enfermiza agresividad y repudio contra el pueblo, su cultura e historia. La violencia en todas sus formas es el fin de la igualdad jurídica y la democracia.
  3. La contratación de los medios, de los troles y encuestadores, así como el empleo de estúpidos u oligofrénicos argumentos de pseudos opositores, para favorecer publicitariamente a determinadas acciones gubernamentales y candidatos, son modos como expresan el desprecio a los electores que imaginan ser ignorantes y objetos del acontecer político, sin pensamiento, experiencia ni decisión propia, los cuales pueden ser controlados y dominados a su antojo.
  4. El contexto mediático y social e incluso internacional han convertido a la violencia como una normalidad cotidiana, donde el razonamiento, la moral, la normatividad cultural, las leyes que amparan derechos sociales, la ley de leyes o la Constitución de la República, se convierten en letras muertas, que son irrespetados por los poderes, del Estado y de los conglomerados económicos, con la complicidad de los entes que deben fiscalizar el cumplimiento de las leyes y la constitucionalidad. Este gobierno, es un agudo destructor del Estado Social de Derecho de nuestra sociedad, siendo su conductor, un cavernario fascista que solo admite su imposición y los salvajes gritos.
  5. Asimismo, la intencionada especulación cuantitativa que pretende hacer creer que la manipulación numérica, puede predecir los eventos futuros. Ello no es otra cosa que el fomento de la ignorancia, desde el siglo XVI, con el mecanicismo tautológico de la matemática y hoy, con las matemáticas financieras privatizan los recursos públicos, las riquezas de pueblos y de la ciudadanía nacional y global. Nos engañan con números con el uso de las técnicas cuantitativas, sin oposición y con la corrupta complicidad de pseudos científicos en la regresividad cognoscitiva contemporánea. Ninguna técnica cuantitativa posee la capacidad de comprender ni explicar alguna realidad, menos aún tener la posibilidad de predecir el futuro.
  6. La pretensión de las encuestas de opinión sobre el voto no es saber las orientaciones políticas de las personas, el propósito es condicionar la preferencia del voto ciudadano en favor de quien paga por la manipulación de los resultados. En una sociedad que pondera el triunfo, el éxito, los negociantes de los números infieren que los votos favorecerán al supuesto ganador de las encuestas de opinión. Esas prácticas y sus ingenuos creyentes ignoran que los costarricenses, tienen en su voto el medio, el arma, para condenar a ineptas y corruptas autoridades y sus partidos políticos. Quienes consideran que nuestros ciudadanos pueden ser controlados con falsedades y como desconocedores de las fechorías y violaciones gubernamentales y sus organizaciones, muestran fehacientemente su ignorancia de las peculiaridades históricas y culturales del ser costarricense.

[1] Catedrático. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica.

Las encuestas y el sentido crítico

José Luis Pacheco Murillo

Hace unos días volvieron a salir encuestas de opinión sobre la labor del gobierno y la imagen del presidente Chaves, y si bien es cierto ha habido un leve descenso, en general las calificaciones altas se mantienen en favor del señor Chaves Robles.

Lo que me llamó la atención sobre las informaciones de dichas encuestas fueron los titulares que se utilizaron en algunos medios de información, -de los pocos que se refirieron a esas encuestas-, y es que el titular de la noticia pretendía dar una justificación sobre esas calificaciones, pero con el propósito de descalificarlas. Por ejemplo: “la mayoría de las opiniones es de gente de baja escolaridad”, “se reducen altas calificaciones al gobierno y a Chaves”, “a quienes les gusta Chaves son los que tienen actitudes dictatoriales o de violencia”; sin embargo, a la hora de leer la noticia y ver las calificaciones, no coinciden con lo que el titular indica.

Hay muchos sectores que no han soportado y no soportan que se den esas calificaciones y abogan, de muchas formas para que las mismas caigan, máxime cuando nos acercamos a un año de gobierno y el fenómeno de esas calificaciones nunca se había dado. Para esos sectores, eso no lo quieren y pareciera que incluso desean que le vaya muy mal al presiente y al gobierno, sin tomar en cuenta que ese ir mal nos sucederá a todos.

No todo ha sido color de rosa, y no todo ha sido lo que esperábamos, pero que ha habido cambios y que el modo de gobernar es diferente, es evidente y quizá eso haya ayudado.

Otro titular muy simpático fue el de: “Rodrigo Chaves el segundo más popular pero muy distante de Nayib Bukele”. Como si con eso se descalifica su popularidad en Costa Rica. La realidad es una y tanto Chaves como el gobierno han tenido el favor de la opinión pública.

Soy del criterio de que entre mejor hagan las cosas mejor para todos incluidos quienes aún no soportan el dolor de una derrota y no desean lo mejor para Chaves y por ende lo mejor para el país.

Dios quiera que en el futuro tanto el presidente como el gobierno hagan un excelente trabajo. Que enfrente con hidalguía y coraje la corrupción y que hagan lo necesario para que mejoren las condiciones de vida de los costarricenses, en general.