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Etiqueta: escuela fisica

UCR: Con sus aportes, hoy conocemos más el clima de Centroamérica y el Caribe

Jorge Amador Astúa, catedrático de la UCR

El físico es un apasionado del estudio de los fenómenos atmosféricos

El Dr. Jorge Amador Astúa ha sido director del Programa de Posgrado en Física, del Programa de Posgrado en Ciencias de la Atmósfera, del Cicefi y del Departamento de Física Atmosférica, Oceánica y Planetaria de la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica. Foto: archivo ODI, UCR.

Ahora, más que nunca, se hace necesario el estudio y la divulgación de las predicciones del clima y los fenómenos extremos asociados al cambio climático.

Los efectos del calentamiento global se sienten en todo el planeta. Centroamérica, en particular, es una región muy vulnerable frente a este fenómeno, que ocasiona fuertes impactos sociales y económicos.

El catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Jorge Amador Astúa, físico y especialista en meteorología, es un apasionado investigador de los procesos geofísicos que influyen en nuestra vida cotidiana.

La lluvia, el viento, los huracanes, los rayos, las sequías forman parte de su objeto de estudio, en áreas como la dinámica de fluidos, el clima, la variabilidad climática y el cambio climático.

Amador también se ha interesado en otros campos científicos: los problemas de simulación y predicción numérica de la atmósfera mediante modelos matemáticos, el diseño y construcción de clústeres de computadoras, las bases de datos geofísicos y la historia de la ciencia.

Entre sus contribuciones más importantes destaca el descubrimiento en 1998 de una corriente de aire asociada a los vientos alisios del Caribe, denominada la Corriente en Chorro de Bajo Nivel del Caribe (Caribbean Low-Level Jet).

En el 2009, el Dr. Jorge Amador explicó a un grupo de diputados y diputadas que visitaron la UCR el proyecto de construcción de clústeres de computadoras para la investigación, que fue impulsado por él junto a otros académicos. Foto: archivo ODI, UCR.

Esta Corriente incide a lo largo del año en cómo se distribuye la precipitación en casi todo nuestro continente. Su hallazgo ha permitido a muchos grupos de investigación mejorar el conocimiento del clima de nuestra región.

Otro de sus aportes significativos al desarrollo científico del país es la introducción de los modelos numéricos, que actualmente son indispensables para predecir los cambios climáticos a corto, mediano y largo plazo.

El partido de fútbol del próximo domingo o los cultivos del siguiente período se pueden planificar con mayor certeza gracias a la información que aportan dichos modelos y que se alimentan de datos generados por satélites, radares, barcos y aviones.

“Los modelos numéricos nos ayudan a comprender lo que está sucediendo en el sistema Tierra, porque si el ambiente cambia, la sociedad debe adaptarse a esos cambios”, señaló el investigador.

El científico es también precursor de clústeres de computadoras para la investigación. Junto a otros colegas de la UCR, construyó los primeros, los cuales se usan para la formación de personal y para el estudio de eventos extremos del clima y el cambio climático.

Primer centro de formación para América Latina

El profesor de la Escuela de Física e investigador del Centro de Investigaciones Geofísicas (Cigefi) formó parte de las primeras generaciones de graduados de la carrera de Meteorología de la UCR y de profesores que se especializaron en reconocidas universidades extranjeras.

Amador participó como expositor en el Taller sobre la Ciencia del Cambio Climático con énfasis en Centro América y el Caribe, realizado en Guatemala, a la par de otros destacados investigadores de Estados Unidos, Suecia, Italia, México y Brasil, entre otros países. Foto: cortesía de Jorge Amador.

La responsabilidad de estos docentes era que una vez concluidos sus estudios de posgrado debían regresar a formar a los futuros profesionales en esta disciplina e impulsar la investigación.

Antes de que la UCR creara en 1968 la carrera de Meteorología, había mucho “empirismo”, recordó el catedrático. A partir de ese momento, se comenzaron a formar profesionales procedentes de muchos países latinaomericanos. “Cerca de 400 estudiantes de casi toda América Latina, desde México hasta Brasil, se han graduado de la carrera de Meteorología de la UCR”, añadió.

Este hecho, sin duda, potenció el desarrollo de este campo y le permitió a la UCR lograr un amplio reconocimiento internacional por la calidad de sus graduados.

Actualmente, los servicios meteorológicos cuentan con modelos numéricos, así como han mejorado la predicción y el manejo de la tecnología en beneficio de toda la población.

En Costa Rica, por ejemplo, instituciones como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Dirección General de Aviación Civil han contratado a personas graduadas de la UCR, que colaboran en campos como la hidrología, meteorología, el estudio de los rayos y la seguridad aérea de vuelo.

Beneficios para el país

Como líder de un grupo de investigación sobre el clima de Centroamérica, Amador realiza en promedio cuatro publicaciones al año sobre los resultados de los estudios que dirige o en los que participa, en revistas científicas de alto impacto. El factor de impacto es un indicador de calidad para medir la cantidad de veces que un artículo ha sido citado por otras revistas y autores.

Mapa ilustrativo de densidad de potencia para generación de energía eólica, elaborado para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Imagen: cortesía de Jorge Amador.

Muchos de los proyectos de investigación se realizan en colaboración con colegas y redes científicas internacionales. Esto constituye una ventaja para el país, ya que es una forma de atraer fondos externos para la investigación y la formación de personal científico en diversas disciplinas geofísicas.

A lo anterior se suma la tutoría de más de 50 tesis de grado y posgrado, tanto de estudiantes nacionales como extranjeros que han estudiado en la UCR, de países como Panamá, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, México, Brasil, Colombia, Ecuador y Paraguay.

Además, la codirección de tesis doctorales en universidades europeas y latinoamericanas, entre estas, la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido; la Universidad de Vigo, en España; la Universidad de Uppsala, en Suecia; la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Nacional de Colombia, en Medellín.

Investigación aplicada

La búsqueda de aplicaciones de la ciencia en el campo de la meteorología ha sido otro de los intereses del Dr. Amador. Por eso, desde el Cigefi contribuyó a elaborar un mapa de energía eólica del país para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). La idea era identificar las áreas potenciales del territorio nacional para instalar parques de generación de energía obtenida por el viento.

Con la empresa privada colaboró en una asesoría técnica y científica para la Corporación Bananera Nacional (Corbana), en un proyecto sobre la generación de datos y el monitoreo del clima y la variabilidad climática.

La importancia de esta investigación consistía es que las variables climáticas tienen efectos muy importantes en las plantaciones de banano, tales como enfermedades y deformaciones de la fruta causadas por la humedad, la temperatura, el viento y la lluvia.

Más recientemente, el académico coordinó una iniciativa para instalar una estación meteorológica automatizada en la comunidad indígena de Gavilán Canta, en Talamanca, que tuvo financiamiento de la Academia Nacional de Ciencias y de la UCR.

Actualmente, el investigador se encuentra estudiando aún más la corriente de aire que él descubrió, con un grupo de diez investigadores e igual número de estudiantes. Durante cinco años, buscarán profundizar en este fenómeno y su relación con la lluvia, las sequías y los huracanes en Centroamérica y el Caribe.

“Es muy importante estudiar aspectos diferentes del cambio climático de nuestra región”, insiste el Dr. Amador, para que nuestros países puedan estar preparados y adaptarse a los cambios del clima.

Logros y méritos del Dr. Jorge Amador

-Obtuvo en la Universidad de Costa Rica el bachiller en Física con honores en 1972 y la licenciatura en Meteorología con distinción en 1976. Luego realizó estudios de maestría y de doctorado en la Universidad de Reading, en el Reino Unido, sobre Dinámica de la atmósfera.

-Ha formado parte de paneles científicos internacionales, auspiciados por entidades como la Organización Meteorológica Mundial, junto a expertos de alto nivel de diversos países.

-Ha sido miembro de sociedades científicas internacionales, entre estas la Sociedad Meteorológica Estadounidense (AMS, por sus siglas en inglés), la Unión Europea de Geociencias (EGU, por sus siglas en inglés) y la Comisión Internacional de la Historia de la Meteorología.

-Ha participado como investigador principal o coinvestigador en proyectos y experimentos internacionales de la National Science Foundation (NSF), la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el Instituto Interamericano para la Investigación el Cambio Climático (IAI), entre otros.

-Es autor de cerca de 150 publicaciones científicas.

-Entre las distinciones recibidas se encuentran el Premio Nacional de Ciencia Clodomiro Picado Twight en el 2008 por el descubrimiento de la Corriente en Chorro de Bajo Nivel del Caribe; Catedrático Humboldt 2008 de la Universidad de Costa Rica y el Servicio Alemán de Intercambio Académico; el Premio Aportes a la Creatividad y la Excelencia 2009 (investigador principal) de Florida Ice and Farm Co. y el Premio al Investigador de la UCR 2011 en el Área de Ciencias Básicas.

-Miembro de la Academia Nacional de Ciencias desde el 2015.

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

»Respira UCR» realiza nuevas pruebas preclínicas de un ventilador para pacientes con COVID-19

Los procedimientos son verificados por profesionales en medicina, veterinaria, física e ingeniería

El proyecto Respira UCR, para la construcción de un ventilador mecánico, inició en abril pasado con la participación de investigadores de distintas escuelas de la Universidad de Costa Rica. Foto: Karla Richmond.

Tras un proceso de casi cinco meses de trabajo en la construcción de un prototipo de ventilador mecánico, el proyecto Respira UCR inició el 13 de agosto siete nuevas pruebas preclínicas con cerdos, con el propósito de validar el funcionamiento del dispositivo que podría constituir una alternativa de atención para pacientes con COVID-19.

Los ensayos se efectúan durante el mes de agosto en el Laboratorio de Docencia y Cáncer (DCLab) de la Universidad de Costa Rica (UCR), con la participación de especialistas en medicina de cuidados intensivos, emergencias, anestesia, medicina veterinaria y terapia respiratoria.

Para efectuar las pruebas se cuenta con la aprobación y los protocolos establecidos por el Comité Institucional para el Cuidado y Uso de los Animales (Cicua), de la UCR, con el fin de garantizar la calidad de vida de los cerdos involucrados en los procedimientos.

El coordinador del proyecto y director de la Escuela de Física, Ralph García Vindas, manifestó que, una vez concluidas las pruebas preclínicas, tienen en la mira las pruebas clínicas.

“Para esto, estamos acelerando el trabajo en conjunto con el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), así como con personal médico y de salud pública, para definir los protocolos, guías y requerimientos necesarios para validar y regular este tipo de dispositivos médicos, antes de ser aplicados en condiciones reales”, expresó García.

El Laboratorio de Docencia y Cáncer (DCLab) de la Universidad de Costa Rica es el sitio en donde durante el mes de agosto se realizan siete pruebas preclínicas de un ventilador mecánico, construido por investigadores de esta casa de educación superior pública. Foto: cortesía de «Respira UCR».

Los investigadores impulsores de la iniciativa estiman iniciar muy pronto la producción en serie de 50 dispositivos, para entregarlos a la CCSS y así incrementar la capacidad de atención del sistema de seguridad social.

Según García, a medida que aumentan las hospitalizaciones, toma relevancia el poder contar con este tipo de dispositivos en nuestro país. Por lo tanto, se torna indispensable poder construirlos localmente a bajo costo.

El Dr. Alberto Cubero, médico intensivista del Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (Ceaco), calificó el proyecto Respira UCR muy pertinente en el momento actual. “En el contexto de una pandemia, esta iniciativa es una respuesta social efectiva de la UCR a la población, en caso de que este ventilador se requiera en los contextos clínicos del manejo de los pacientes con COVID-19, dado el riesgo de desabastecimiento de este tipo de dispositivos”, resaltó.

El prototipo ha pasado por varias etapas de construcción y perfeccionamiento hasta convertirse en lo que es hoy: un dispositivo de alta tecnología, con pantallas táctiles, portátil y de fácil uso para los profesionales de la salud, aseguraron sus creadores. Además, utiliza baterías de litio, lo que garantiza su funcionamiento sin estar conectado a la electricidad y facilita su uso en el traslado de pacientes.

En Costa Rica no existe una industria de dispositivos biomédicos clase 3 (categoría en la que se ubica el prototipo de Respira UCR), razón por la cual tampoco hay legislación para inscribir equipo producido en suelo nacional para uso local. Únicamente se dispone de un Reglamento para el registro, clasificación, importación y control de equipo y material biomédico del Ministerio de Salud, que permite el registro de ventiladores importados.

Los ensayos preclínicos se están efectuando con la participación de un equipo interdisciplinario de especialistas, quienes verifican el funcionamiento del dispositivo de ventilación. Foto: cortesía «Respira UCR».

Alianzas público-privadas

La Escuela de Física y el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), de la UCR, líderes de Respira UCR, han establecido alianzas con otras dependencias académicas universitarias para el desarrollo del proyecto, como las escuelas de Ingeniería Mecánica, Artes Plásticas, Economía y Enfermería de este centro de educación superior pública. Además, con la Vicerrectoría de Investigación, el Laboratorio de Prototipado (Protolab), el CICUA, el DCLab, el Laboratorio de Fabricación (Fablab) de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y el Laboratorio Costarricense de Metrología (Lacomet).

Igualmente, el proyecto ha contado con la colaboración financiera de entidades públicas y privadas, como la Embajada de Alemania en Costa Rica, que aportó US$27 000 para la fabricación de los primeros ventiladores.

Torsten Göhler, Consejero de esta Embajada, reconoció el carácter modelo del proyecto. «En tiempos de crisis, como los que atravesamos actualmente, iniciativas como esta crean soluciones y alientan a los habitantes de Costa Rica”, subrayó.

La iniciativa ha recibido apoyo de distintas empresas privadas, entre ellas la compañía farmacéutica Roche y Elvatron. Ambas han brindado asesoría sobre componentes e insumos médicos y biomédicos; establecimiento de líneas de fabricación y producción; software; tratamiento clínico, hospitalario y animal; inscripción; materiales; autoría y patentes.

“La vinculación a Respira UCR, junto a otros actores, nos permite contribuir activamente con nuestra experiencia y voluntarios al desarrollo de innovación de la mano con la academia, como una respuesta urgente al llamado de las autoridades para fortalecer la infraestructura de atención”, explicó Álvaro Soto, gerente general de Roche para Centroamérica y el Caribe.

Se estima que el valor final de cada ventilador ronda los US$4 500, un precio muy inferior al del mercado internacional, que oscila entre US$30 000 y US$50 000 por un dispositivo de características similares. La vida útil del sistema de motorización es de aproximadamente 30 años, bajo un funcionamiento continuo.

El gerente general de Elvatron, André Sonderegger, destacó que “a través de estas alianzas público-privadas, la unión de fuerzas permitirá seguir creando en Costa Rica soluciones de interés nacional, aprovechando el gran talento humano”.

 

Departamento de Comunicación empresa Roche y redacción de la ODI.
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: Respiradores de emergencia para pacientes con COVID-19 podrían ser de fácil construcción

La UCR pone a disposición de las autoridades de salud un prototipo de respirador asistido de bajo costo para la atención primaria

El respirador para la atención de emergencias de pacientes con COVID-19 es de bajo costo y de fácil construcción. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Un grupo de ingenieros, físicos y profesores de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) logró construir un respirador de emergencia para pacientes con COVID-19. Este podría ser usado de forma libre en el país en la atención primaria.

En un tiempo récord y dedicando muchas horas al día, los especialistas empezaron a trabajar el fin de semana pasado y ya lograron obtener el primer prototipo, al que denominaron Respira UCR. Para ello, se basaron en la idea de unos jóvenes ingenieros de España, quienes construyeron de forma casera un respirador en madera.

Los impulsores del proyecto Oxygen, de Barcelona, idearon el respirador cuando descubrieron que estos aparatos escaseaban en los hospitales italianos en plena crisis del COVID-19. Los planos y las instrucciones de montaje del invento fueron liberados por sus creadores en internet para que fuera utilizado en otras partes del mundo.

Respira UCR es el nombre que los especialistas le dieron al proyecto, el cual busca poner a disposición del país un prototipo de respiradores de bajo costo y de fácil construcción, ante la actual emergencia sanitaria.

Este sistema de emergencia automatiza un respirador manual tipo ambú (especie de balón), que es controlado por una persona y se usa para la atención primaria de quienes padecen la enfermedad producida por el nuevo coronavirus.

El modelo original posee una pieza que es la que simula el ritmo de la respiración. Esta acciona el mecanismo que empuja el balón, de forma tal que logre la aspiración y la exhalación de forma periódica. Entonces, con la ayuda de la matemática, se grafica en una computadora la respiración para dar la forma a la pieza, que es similar a un riñón.

Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física de la UCR, aseguró que el objetivo del grupo de universitarios fue hacer más eficiente el aparato de respiración asistida, el cual podría ser utilizado en caso de que la situación se agrave en el país.

El Dr. Eduardo Calderón Obaldía y el Dr. Elian Conejo realizan pruebas con el prototipo de respirador asistido para la atención primaria de personas enfermas con COVID-19. El aparato fue construido en la UCR con base en un modelo creado por jóvenes ingenieros de España. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

“Si los casos continúan aumentando en el país, no todos los pacientes podrán llegar directamente a un hospital, pues primero tendrán que ser atendidos en un ebáis, donde se les evalúa su condición de salud. Este respirador entonces viene a resolver la necesidad de brindar soporte respiratorio a las personas enfermas, mientras se trasladan a un centro hospitalario, donde se les coloca un respirador artificial”, explicó García.

Sin embargo, aclaró, el dispositivo no sustituye a ningún respirador comercial.

Los expertos de la UCR vieron que se requería que el respirador fuera más liviano, autónomo y más pequeño para facilitar su transporte.

El equipo de la UCR que participó en la idea y ejecución del proyecto está conformado por el Dr. Eduardo Calderón Obaldía, Kinwan Zheng Zheng, Dr. Ralph García Vindas, Dr. Elian Conejo Rodríguez, Víctor Rodríguez Araya, Dr. Salomón Chávez Badilla y el Lic. Carlos Kidd Alvarado (ausente), de las escuelas de Física, Ingeniería Mecánica y Artes Plásticas. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Asimismo, los materiales que usaron son de fácil esterilización, principalmente cristal acrílico, que se encuentra disponible en el mercado nacional y tiene el mismo grosor, para facilitar la construcción del respirador.

Al respecto, indicaron que el dispositivo es sencillo de construir y que incluso podría ser elaborado hasta en talleres de ebanistería. Lo único que se necesita es una cortadora láser o, en su lugar, una sierra caladora.

El prototipo tiene un costo aproximado de ¢80 000 incluyendo el resucitador tipo ambú, aunque si se produjeran en serie el precio sería menor.

Los especialistas aseguraron que realizaron las consultas correspondientes a médicos del país, quienes hicieron observaciones que serán incorporadas al prototipo.

“Hemos incorporado al aparato un flujómetro, que mide el volumen de aire y, por medio de circuitos, podemos controlar cuánto volumen de aire se le puede inyectar a una persona, ya sea un niño o un adulto. Esta mejora la obtuvimos por medio de un médico”, concluyó García.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Costa Rica contará con el primer ciclotrón para el diagnóstico temprano de cáncer y de enfermedades cardiovasculares

UCR Presente

Desde la medicina nuclear y la física médica, la UCR aportará al mejoramiento de la salud pública del país

La Universidad de Costa Rica (UCR) se coloca a la vanguardia del diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de padecimientos con una alta incidencia en el país –como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares– gracias a la instalación de una moderna tecnología inexistente, hasta ahora, en los hospitales nacionales.

Se trata de un laboratorio de ciclotrón o acelerador de partículas, que se utiliza para la producción de radioisótopos (un tipo de átomo con la propiedad de emitir energía en forma de radiación ionizante), algunos de los cuales se utilizan en medicina nuclear y molecular. Ciertas de sus aplicaciones sirven para determinar la existencia de células cancerosas en el cuerpo humano, mediante un radiofármaco.

Además, la Institución adquirirá el equipo de tomografía por emisión de positrones y tomografía computada (conocida como PET-CT, por sus siglas en inglés), que representa lo más avanzado en diagnóstico por imágenes no solo de células cancerosas, sino también de otras enfermedades como las cardiovasculares y neurológicas.

El ciclotrón es coordinado por el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), conjuntamente con la Escuela de Medicina.

Este proyecto es financiado casi en su totalidad con fondos de un empréstito del Banco Mundial, para la construcción de un edificio y su equipamiento. La UCR, por su parte, asignará recursos propios para adquirir dos escáneres PET-CT.

El inmueble tendrá una extensión de 1 540 m² y estará ubicado en la Ciudad de la Investigación, en la Sede Rodrigo Facio. Se espera que esté listo en el primer semestre del 2020.

En vista de que en su interior se operará tecnología nuclear y material radiactivo, el edificio posee especificaciones técnicas especiales, afirmó el coordinador del proyecto, Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física e investigador del Cicanum.

El académico explicó que el edificio incluirá un búnker, donde se ubicará el ciclotrón, un laboratorio de producción de radiofármacos y otro de control de calidad de estas sustancias.

El Cicanum es el único en el país con más de 35 años de experiencia y con especialistas en el uso de aplicaciones seguras y pacíficas de la energía nuclear, recordó García.

El ciclotrón es un “proyecto país” porque se efectuarán allí todos los estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad

En el proyecto del ciclotrón ha participado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha colaborado en la elaboración de los estudios de factibilidad y en la asesoría y la capacitación del personal especializado en la materia.

Medicina nuclear

Como parte del proyecto del ciclotrón habrá un laboratorio de medicina nuclear y molecular a cargo de la Escuela de Medicina. En este se atenderá a los pacientes que sean remitidos por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y por hospitales privados, que requieran estudios especializados para la detección temprana de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer.

Lizbeth Salazar Sánchez, directora de esa escuela de la UCR, destacó que, en el mundo, los diagnósticos que se realizan con la tecnología PET se aplican a una gama amplia de enfermedades, no solamente al cáncer.

“Toda la parte clínica de este proyecto tiene que ser manejada por médicos, desde que el paciente llega para analizar si un estudio le compete, cuáles son las condiciones que debe tener un paciente, cuándo se le administra el radiofármaco, etc. Por todo esto, es necesario que esté presente el área de medicina”, indicó la académica.

Según Salazar, la Escuela de Medicina cuenta con personal capacitado para atender el laboratorio; entre este, dos médicos nucleares, uno de ellos es, además, radiólogo.

“Este es un esfuerzo de la Universidad de Costa Rica para la sociedad, para la salud de la población costarricense, pues se pone a disposición de todos, de manera asequible, los estudios sobre medicina nuclear. La idea de nosotros no es lucrar”, puntualizó.

El ciclotrón es un “proyecto país”, reafirmó Salazar, porque se efectuarán todos estos estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad.

Asimismo, el impacto en la parte académica es fundamental, ya que no existe una infraestructura adecuada para la formación de médicos nucleares.

“La UCR va a abrir el campo de la medicina nuclear para la formación de profesionales. Iniciamos nosotros, pero apoyaremos a las otras escuelas del área de la salud que también quieran involucrarse”, añadió.

En Centroamérica, la Escuela de Medicina de la UCR será pionera al contar con un proyecto en medicina nuclear. A nivel latinoamericano, existe uno en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otro en la Universidad de São Paulo, en Brasil, donde actualmente realiza su especialidad un médico de la UCR.

“Nuestro objetivo –agregó Salazar– es apoyar a la CCSS, pues son ellos quienes manejan y dan el tratamiento relacionado con el cáncer. Nosotros colaboraremos con diagnósticos que son necesarios para la mayoría de los pacientes con cáncer y enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en el país”.

¿Cómo actúa un radiofármaco?

El radiofármaco que se elaborará para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer está compuesto por una molécula combinada de glucosa y flúor-18, a la que se le denomina fluorodesoxiglucosa (FDG).

El flúor-18 es un isótopo radiactivo. Se administra a los pacientes mediante una inyección intravenosa. Una vez inyectado, el paciente descansa por un espacio de 30 minutos y, luego, se le realiza el diagnóstico en el equipo PET-CT. Este estudio es como una especie de radiografía en tres dimensiones, muy similar al que se efectúa con la tomografía axial computarizada (TAC).

Los órganos con tejidos cancerosos atrapan la FDG y se ven reflejados en la radiografía. Esta técnica evita que se tengan que efectuar intervenciones quirúrgicas exploratorias para conocer el estado de la enfermedad, lo cual representa un ahorro en recursos materiales y humanos, así como en una mejor calidad de vida para las personas enfermas.

“Con las sustancias radiactivas que produce el ciclotrón se puede detectar células malignas en una baja cantidad y se puede ver si la persona tiene cáncer y, así, dar un tratamiento temprano a los pacientes. También, se pueden hacer estudios de cardiología, neurología y de enfermedades infecciosas”, indicó Lizbeth Salazar Sánchez, directora de la Escuela de Medicina de la UCR.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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