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Etiqueta: espacio público

Narrativas peligrosas

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En un interesante artículo sobre los horrores de la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, la académica francesa Kathy Fourez (2021) detalla el proceso de creación artística en dos obras producidas por Jeanne Socquet, en las que se resalta la estética de la náusea como forma de expresar el ensañamiento contra esos cuerpos destruidos por la necropolitica, la industria privada del comercio, la explotación y las desiguales relaciones de poder que provocan tales violencias.

En sus reflexiones, delibera acerca de la forma como la lucha contra la violencia en esa ciudad ha transformado notablemente la vida cotidiana de los pobladores.

Señala, como ejemplo, la presencia contundente de los cuerpos policiales, ejército y militares mexicanos que en esa disputa con los actores perpetradores de la violencia, han asumido para sí el espacio público de la ciudad y han desplazado casi al ámbito privado todo tipo de actividad rutinaria. Los ciudadanos han visto comprometidos sus derechos al tránsito y el uso de ese espacio público con libertad.

Al momento que hago esa lectura, sucede que una estruendosa caravana presidencial costarricense en la zona sur del país va dejando saldos preocupantes: 3 vuelcos, 1 persona conductora fallecida en cumplimiento de su deber y un protocolo que pareciera repetirse no sólo en esa gira, sino cuando el Señor presidente transita las calles en el centro de la ciudad capital.

No puedo más que pensar en algunas semejanzas sobre una práctica y otra.

Los innumerables testimonios de la forma como ese protocolo irrumpe, se disputa el espacio público del tránsito y lo conmina a detenerse, desplazarse hacia los bordes de la carretera, dan cuenta de una peligrosa práctica que podría cobrar más víctimas si no se le introducen correctivos.

A lo anterior habría que agregar una narrativa visual por demás peligrosa: la escolta presidencial que se mostró en un video (efecto demostrativo incluido) el manejo de armas de grueso calibre, saludos militares y gestos corporales propios de un lenguaje miliciano, ausente desde hace mucho tiempo en la dinámica socio institucional costarricense.

Comprensible si se quiere, la protección en una zona administrada desde hace décadas por los poderes fácticos, allí donde justamente ese poder que ahora performatea caravanas bulliciosas y símbolos de autoridad, prefirió hace tiempo mirar para otro lado.

Las cifras de la violencia en Costa Rica siguen creciendo. Los homicidios, femicidios, asaltos y conflictos en vía pública son parte de una agenda cotidiana. Mientras tanto, las narrativas presidenciales dan cuenta de un lenguaje equivocado, poco asertivo, peligroso.

En estos tiempos donde la simbólica pareciera ganar a la retórica y la razón, conviene poner atención a los detalles y modificar las presentaciones al público de un aparente ejercicio de autoridad mal entendido.

Conviene cambiar lenguajes, tonos, velocidades.

Conviene construir.

Repensando el Barrio Colonia del Sur Desamparados: Experiencia de elaboración de mural comunitario

Observatorio de Bienes Comunes

El Observatorio de Bienes Comunes del Programa Kioscos Socioambientales y del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos agradecen a los y las vecinas del Barrio Colonia del Sur de Desamparados por su compromiso y alegría, quienes a través de su Comité de Bienestar Animal compartimos juntos un proceso de reflexión sobre las relaciones que se tejen entre la comunidad, el espacio público y la naturaleza.

Durante tres talleres que realizamos en el Salón Comunal nos reunimos para conversar sobre esas relaciones que establecemos para cuidar y proteger la naturaleza de la que somos parte, pero también de esos espacios donde compartimos y disfrutamos entre las vecinas y vecinos, pero también, fue una oportunidad para repensar aquellas situaciones que afectan estos espacios.

A partir de estos encuentros, logramos identificar algunas dimensiones y temas que reflejaron las principales intenciones que como comunidad desean profundizar para mejorar las relaciones vecinales y los espacios donde comparten. Algunas de las acciones que identificaron fueron:

  • Apropiarse de los espacios públicos con los que se cuenta.
  • Las y los vecinos  no pueden esperar que les resuelvan las cosas, sino que deben tomar iniciativa, escuchar y participar.
  • Colaborar para cuidar sus zonas verdes y procurar sembrar más.

También se compartió con la organización Río Urbano, quienes nos ayudaron a comprender la importancia que tienen los Corredores Biológicos y como estos se vinculan de muchas formas con nuestras acciones cotidianas como lo es lavar o sacar la basura, pero también la belleza que nos rodea, por ejemplo por visita de los pájaros por la mañana, entre muchas otras. Además, nos ayudaron a comprender la importancia de los Corredores Biológicos para nuestras ciudades, y esto contribuyó para tomar mayor conciencia de todas las labores que podemos hacer para el cuido de estos espacios naturales.

Una vez enriquecidos con estas reflexiones, se construyó de forma participativa los bocetos con los cuales se procuró resaltar la belleza de la naturaleza que les rodea, las situaciones que afrontan como comunidad y la relación que tienen con el Corredor Biológico del Río Tiribí.

Con el acompañamiento del pintor Ronald Porras Valverde, se intervino una pared en vía pública a partir del trabajo de todas las y los vecinos para la elaboración del mural comunitario. Esta actividad final tiene el objetivo de embellecer el barrio, pero principalmente recordar a todas las personas que transitan por el espacio la gran belleza que les rodea y la importancia que tiene disfrutarla y cuidarla.

Le invitamos a seguir el enlace para conocer y compartir más materiales comunitarios de la Colonia del Sur: https://bit.ly/3oysrGU

Programa Voces y Política. Volviendo al espacio público y la naturaleza: Experiencia del Barrio Colonia del Sur

SURCOS  comparte la siguiente información:

Hoy miércoles 15 de junio a las 5 de la tarde, el programa Voces y Política, invita al público en general al programa “Volviendo al espacio público y a la naturaleza: Experiencia del Barrio Colonia Sur”. Como persona invitada acompaña Mercedes Castro del Comité de Bienestar Animal de Barrio Colonia del Sur, Desamparados. 

Participe en este y otros programas por las redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233. 

Recuerde seguir y escuchar el Voces y Política todos los miércoles a las 5pm (Hora Costa Rica y Centroamérica).

SUBJETIVIDAD “LOCK DOWN”

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Como si ya estos tiempos posmodernos no fueran complejos y comprometieran las estructuras de las relaciones sociales y supusieran un desafío importante para la persona, su identidad, su estabilidad emocional y sus capacidades colectivas, la pandemia y lo que supuso terminó por hacer más complejos los escenarios para todos, para todas.

Los supuestos de convivencia, construcción de conjunto, capacidades para contender los riesgos y las amenazas dieron paso a la incertidumbre, el temor, el “reseteo” de las formas existentes para comportarnos de forma razonable, equilibrada, buscando el bien común.

Ciertamente muchas cosas llegaron para quedarse en estos dos años de pausa civilizatoria.

Entre ellas la posibilidad de mirar con ojos distintos a la ciencia y sus aportes, el uso de las nuevas formas comunicativas (lo virtual, lo remoto, lo asincrónico), el acercamiento de muchos públicos y audiencias a nuevas formas de conocimiento, estéticas, arte, expresividad.

Pero también llegó para permanecer de forma prolongada, la interrupción del proyecto colectivo, las rutas para fortalecer de nueva cuenta la capacidad de habla y la escucha asertiva. Pareciera que a esta hora, la humanidad toda debiera aprender a caminar de nuevo, como acto reflejo ante lo que recién inicia, pero particularmente, frente a la subjetividad clausurada y confinada que se ha instalado a toda marcha.

A la generación joven de los años ochenta se le denominó “la generación perdida” por los déficits en materia educativa. Pero el rezago que se advierte en todos los órdenes de la vida social como producto del apagón societario de los últimos dos años es inminente, si no se activan desde ya las estrategias para reescribirnos como seres humanos.

Por ello es importante reponer de nuevo la vida pública, el espacio público habermassiano, el detalle de compartir, como conversaba con mi querido profesor, compañero de trabajo y con quien he compartido caminar por la región que somos, Abelardo Morales Gamboa o impulsar procesos de “acupuntura social” como bien se lo he escuchado mencionar varias veces al artista plástico y Decano del Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística (CIDEA) de la Universidad Nacional, en Costa Rica.

Ambas propuestas son claras. Para abrir esa subjetividad clausurada, es urgente reinventarnos.

HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Las mesas pasan a un segundo plano mientras el centro de la pista se convierte en escenario donde los cuerpos se trenzan movidos por un ritmo acompasado a seis tiempos. Una voluntad colectiva explica el montaje: saltos, sincronías, movimiento.

Se trata de un tipo de baile traído a estas geografías en los viajes que transportistas hacían por las carreteras nacionales. Esta vez hago observación de lejos, porque lo mío, en realidad no es el movimiento ordenado y cadencioso. No nací para el baile. Pero disfruto ver cómo en un momento veinte, tal vez treinta personas, se sincronizan y parecieran “coreógrafearse” motivadas por la música que suena a altos decibeles.

Al llegar a nuestro país este ritmo, Costa Rica era una sociedad distinta. Eran los años de las bandas del swing estadounidense en las que Glen Miller “tocaba a morir”, como habrá dicho un exhultante Miguel Ríos en su icónico “Mientras el cuerpo aguante”. Ese ritmo, esos ritmos vinieron a nuestros territorios de alguna manera entre las llantas y las radios de los grandes camiones cargueros que transitaban por las carreteras costarricenses.

Y se quedaron entre los sectores populares. Y Aquí fueron “criollizados”.

Considerado por años un ritmo vulgar y arrabalero, el denominado swing criollo fue resignificado en las plantaciones bananeras, en las fábricas, bailado en salones populares de la capital, particularmente por actores de las clases excluidas y empobrecidas del país. Tal vez por eso recibía gestos de desaprobación de unas élites mojigatas y conservadoras, las mismas que hoy se ruborizan por la forma mediante la cual el arte toma el espacio público.

Durante mucho tiempo fue un baile prohibido, como tantas cosas que le son negadas a los sectores populares que terminan respondiendo y asignando nuevos significados a las prácticas y los consumos culturales. Su forma subterránea de practicarse fue moldeando la importancia social de un ritmo absolutamente indispensable en la antropología de las culturas (en plural) que se reproducen en la vida cotidiana nacional.

Johan Rugama, funcionario municipal recolector de basura, protagonizó hace unos días una de las escenas más refrescantes en tiempos de pandemia. A bordo de un camión recolector y observado de cerca por sus compañeros de trabajo, bailó swing criollo y así fue captado por alguna persona que lo grabó y que de inmediato convirtió su video en tendencia en redes sociales.

En tiempos de estrés permanente, preocupaciones económicas y de salud, una actitud así replantea la capacidad del ser humano para reír en la adversidad, dignificarse a partir de su gusto por el baile y la vida.

Declarado patrimonio cultural inmaterial costarricense hace algunos años, este baile prohibido debiera ser materia obligada en cursos sobre ciudadanía, sociología y arte nacional. Nos permitiría por ejemplo, reconocer la labor de investigación de Ligia Torijano durante más de 25 años para posicionar el alto valor social y cultural de este ritmo, ver el documental “Prohibido bailar swing” producido en 2003 por la cineasta Gabriela Hernández para conocer más de cerca a las figuras que durante muchas décadas construyeron con su dedicación a impulsar la práctica y permanencia del swing criollo ahí mismo, en los espacios donde las corporalidades toman sus verdaderos significados.

En la década de los años setenta muchos salones de baile capitalinos colocaban carteles donde se leía “se prohíbe bailar Swing”. Este lema inspiró años después el espectáculo “Del Swing prohibido al permitido”, presentado en el aristocrático Teatro Nacional en San José.

El arte y la cultura populares nunca pueden ser silenciados y así lo evidenció Johan a través de su baile y su gusto por la vida. Mientras observo un solo cuerpo colectivo moverse dando saltos sincronizados e improvisando sobre la marcha, pienso en el alto valor político de cualquier expresión artística.

Pienso en el swing criollo. Pienso que debemos seguir abonando las posibilidades para que nuestros cuerpos aguanten y la música siga sonándonos por dentro, como acto de posibilidad para la vida.

 

Imagen: UNA-Encuentro Popular de Baile.

Campaña de recuperación de espacio público en La Aurora

Campana de recuperacion de espacio publico en La Aurora5

Como parte de una iniciativa comunal, el pasado domingo 5 de junio, se organizó una jornada de recuperación de un lote baldío en la comunidad de La Aurora, Heredia, el cual es utilizado actualmente como botadero clandestino.

Con motivo de conmemorar el Día Mundial del Ambiente, se realizó en esta zona una limpieza del predio y la siembra simbólica de un árbol como parte de la iniciativa para impulsar la agricultura urbana en el cantón, mediante un laboratorio de huerto comunitario en un espacio público que lleva años obstruyendo el paso peatonal, con el consiguiente riesgo de caídas y accidentes de tránsito, así como nicho de posibles epidemias de dengue, proliferación de ratas y moscas.

Campana de recuperacion de espacio publico en La Aurora7

Varios vecinos y vecinas de la zona, participaron en la organización de este huerto comunitario, entre ellos el joven Alonso Coto, quien tiene experiencia práctica como voluntario del huerto.

Cada actividad fue acompañada de dinámicas y explicaciones, que les permitieron a los participantes, entender mejor el significado de la agricultura urbana, para lograr mejorar la calidad de vida en barrios, como lo es la comunidad de La Aurora, saturada de contaminación vial, visual, sónica, entre otros.

Campana de recuperacion de espacio publico en La Aurora6

El objetivo fue limpiar con picos y palas el terreno, recoger basura, sembrar árboles y poner una pequeña cerca de madera o piedras pintadas.

Algunas agrupaciones como La Calle Modelo y Brigadas de Salud se hicieron presentes, las cuales se integraron para apoyar la causa y sumar manos.

Enviado a SURCOS Digital por Lorena Salgado.

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