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Etiqueta: extractivismo

UNA CAMISETA: DOS MIL LITROS DE AGUA

Freddy Pacheco León

Henry David Thoreau, filósofo trascendentalista, ecologista del siglo XIX, quien decía solo sentirse pleno viviendo en comunión íntima con la naturaleza, relativamente lo logró por dos años, refugiado en una pequeña cabaña en la ribera de la laguna Walden Pond, en el histórico Concord, Massachusetts. Sus otros 43 años le fueron, como a todos nosotros, “diseñados” por el entorno en que subsistimos LOS QUE VIVIMOS EN COMUNIDAD. Si se quiere, presos en comunidad. Y es que pretender una adecuada calidad de vida para nosotros, nuestras familias, y demás habitantes de una región o una nación, sin “tocar” la naturaleza, es una utopía que en un sueño idílico sería posible, pero que ante el peso de la realidad es imposible. Así ha sido desde que los predecesores del Homo sapiens empezaron a reunirse en las cavernas, obligados por las circunstancias, para subsistir. Por eso el que se considera precursor del ecologismo, el filósofo Thoreau, no tuvo más remedio que dedicarse a la fabricación de lápices de grafito, para subsistir.                             
Igualmente, todos los individuos de nuestras sociedades, desde su nacimiento, no podemos más que ser cómplices de la huella de carbono que hasta una sencilla camiseta de algodón ha dejado tras de sí. Prenda común de algodón que al llegar a nuestras manos HA CONSUMIDO EN EL CAMINO UNOS DOS MIL LITROS DE AGUA. “Mejor no me hablen de ello”, dirán algunos para falsamente liberarse de la culpa, porque saben que no se trata solamente de una camiseta.                          
Citamos a Thoreau, movidos por unos estimables comentarios en contra de la propuesta de EXTRAER EL ORO que se encuentra en el subsuelo en la localidad de Crucitas, bien al norte de la provincia de Alajuela. Por nuestra experiencia de muchos años trabajando en el área de la conservación y protección ambiental, recibimos con respeto, pero no podemos compartir los criterios de que tal riqueza aurífera, ha de quedarse allí enterrada para siempre (o mientras tanto…) porque “la naturaleza es sagrada”.  Que más bien habría que buscar la manera de recuperar el bosque destruido en ese remoto lugar de Costa Rica. Que quizá, incluso, podría erigirse como un «atractivo turístico», algo así como «un museo» geológico en el que, extrañamente, no habría nada que exhibir. Y es que parece que lo dicen de buena fe, sin detenerse a pensar al menos un instante, en que esa riqueza perteneciente a todos los costarricenses, podría muy fácilmente CAER EN MANOS DE TRANSNACIONALES muy dispuestas a explotarla para su egoísta beneficio. Oro que todos conocen dónde se encuentra y que, con una injustificada modificación al Código de Minería, lo podríamos perder irremediablemente.              
Ante esa alternativa, invitamos muy respetuosamente a considerar la que creemos es más razonable. Como en toda evaluación ambiental, se trata de poner en una balanza los pesos y contrapesos: en un plato el impacto ambiental que el proyecto produciría (podría ser una carretera, por ejemplo) y en el otro, LOS BENEFICIOS SOCIALES Y ECONÓMICOS derivados del mismo, dentro de un contexto en que se consideran, por supuesto, las necesarias medidas de mitigación del impacto sobre el ambiente.            
En este caso, se trata de extraer el oro que tenemos en medio km2, muy degradado por cierto, de la totalidad del territorio nacional. Hablamos pues del 0,001% de una parte muy valiosa en recursos minerales de nuestro suelo. Explotación que, cabe aclarar de una vez, sería ejecutada POR EL ESTADO costarricense para su propio beneficio, por lo que no requiere siquiera derogar la prohibición legislativa que se aprobara hace una década en forma unánime, que impide otorgar concesiones obviamente a entes privados.                 
El sustento y motivación de esa idea que habría de evolucionar a proyecto si fuere acogido por nuestros gobernantes, es la población creciente de Ciudadanos de Oro. Esos CIENTOS DE MILES DE VIEJITOS que ya antes de la pandemia que parece interminable, ocupaban más del 65% de las camas hospitalarias y espacios en los centros de atención primaria, que por más de un millar tiene la CCSS por todo el país, para los cuales ya son insuficientes los recursos financieros, materiales y humanos.  En muy pocos años,  dicha población superará el millón de personas, y aunque hasta los expertos de la OCDE han reconocido que será IMPOSIBLE PARA LA CAJA atender las necesidades sanitarias de quienes las demandarán inevitablemente, los mismos analistas NO pudieron identificar una sola fuente de financiamiento. Nosotros sí hemos hecho la propuesta financiera, aunque para ello hemos de “tocar” la Madre Tierra., en circunstancias tales que seguramente el admirado Thoreau aprobaría, así como los ambientalistas que lucen camisetas de algodón… que cuestan dos mil litros de agua.
Como ilustración, ese medio km2 que se intervendría, corresponde a un área menor al del Parque Metropolitano de La Sabana. Es, en términos comparativos, un área insignificante que no está definida como área de conservación. Visto a través de una lupa de cristal fino, de esos que no distorsionan la imagen, se trata de una oportunidad, de una respuesta inteligente, de UNA SOLUCIÓN, a un gravísimo problema que tiene que ver con algo tan sensible como lo es el DOLOR HUMANO, el sufrimiento inmerecido de los que después de haberse sacrificado por Costa Rica y sus hijos, nietos, bisnietos y otros, demandan de una MANO AMOROSA para los últimos años de su vida terrenal. El desarrollo de UN SISTEMA HOSPITALARIO INTEGRAL, donde la medicina preventiva y el acompañamiento familiar sean parte importante, estaría garantizado con ese oro nuestro.       
El que hemos llamado HOSPITAL DEL ORO se regiría por esos principios. A diferencia de otros proyectos de indiscutible trascendencia, este bebé lleva «el bollo de pan bajo el brazo», como le escuchábamos decir a nuestro amado abuelito Juan León. No requiere de la venta de ninguna institución pública ni de ningún nuevo impuesto. Pero de lo que sí requiere es de la comprensión de los que prefieren usar una lupa que distorsiona las imágenes, en tal forma, que ven el Hospital del Oro cual si se tratara de un proyecto destructor de la naturaleza que se propone con fines electorales por quienes lo han acogido. A ellos, a los detractores, les pedimos, casi que les rogamos, que por lo menos no le pongan obstáculos en el sendero que, por fin, después de tres años del nacimiento de la idea, parece abrirse camino. ¡Démosle ese regalo a nuestros viejitos, a esos que usted y yo tenemos en nuestras familias!

 

Fotografía: Laguna Walden Pond.

La Movida Global por los Ríos y los Pueblos frente al mito de la hidroelectricidad como energía “limpia y sostenible”

Alberto Gutiérrez Arguedas[1]

Entre los días 7 y 24 de setiembre de 2021 se llevó a cabo el Congreso Mundial de Hidroelectricidad; en principio, Costa Rica iba a funcionar como sede del Congreso, sin embargo, finalmente el mismo se desarrolló de manera virtual. Dicho evento es organizado por la Asociación Internacional de Hidroelectricidad (IHA), una agencia que representa y reúne a diferentes actores de la industria hidroeléctrica global, cuyo principal objetivo es promover e impulsar el desarrollo de este tipo de energía alrededor del mundo. De acuerdo con la página web oficial, el Congreso “reúne a líderes intelectuales, responsables de la toma de decisiones e innovadores de todo el planeta”, los cuales “explicarán por qué es urgente realizar inversiones en este momento para desarrollar la infraestructura energética inteligente, resistente y limpia del futuro”. Además de ser un espacio de reunión y articulación de gobiernos, empresas, grandes ONG y organismos internacionales, el Congreso tiene como propósito hacer propaganda y dar legitimidad ideológica a la industria hidroeléctrica, la cual es promocionada como una fuente de energía “limpia y sostenible”, en el contexto de la crisis climática. Las propuestas y perspectivas de este sector quedaron plasmadas en un documento titulado la “Declaración de San José sobre Hidroelectricidad Sostenible”.

No es casualidad que Costa Rica haya sido propuesta como sede de este evento. En las últimas décadas este país ha ganado notable visibilidad y prestigio internacional como un supuesto ejemplo en materia de gestión ambiental y sustentabilidad, dentro del cual ocupa un lugar central el tema energético. Para ser más precisos, Costa Rica se ha convertido en una vitrina mundial del capitalismo verde, el cual podemos definir como una corriente o paradigma de pensamiento ambiental que busca hacer compatible la cuestión ecológica con la economía de mercado capitalista. Según esta perspectiva, es posible proteger el ambiente y revertir la crisis climática sin cambiar el modelo de desarrollo dominante, que tiene como fundamentos la acumulación de capital, el crecimiento económico ilimitado y la privatización de bienes públicos y comunes. Los agentes detrás de este discurso son los mismos que se reúnen en este Congreso: organismos internacionales, think tanks, gobiernos nacionales y asociaciones de negocios, los cuales han logrado exitosamente desviar la atención de las verdaderas causas y responsables de la crisis climática y ecológica, a través de conceptos de moda y sin rigor científico, como “desarrollo sostenible” o “crecimiento verde”.

Desde la perspectiva del capitalismo verde y el ambientalismo de mercado, se habla de energías “limpias y sostenibles” como sinónimo de energías renovables, es decir, aquellas que no provienen de combustibles fósiles. Esta es una definición bastante imprecisa, pues las energías renovables también pueden provocar impactos sociales y ambientales negativos, como lo es el caso de la hidroelectricidad. Tal como consta en una amplia documentación a nivel mundial, las represas hidroeléctricas han provocado graves daños socioambientales, entre los que se puede mencionar: modificación abrupta en los caudales, sedimentación, pérdida de biodiversidad, contaminación del agua, desplazamiento de comunidades, pérdida de tierras para uso agrícola y pesquero, acaparamiento y privatización de las aguas, entre otros. Inclusive, contrario a lo que se pensaba hasta hace poco, se ha observado que los embalses hidroeléctricos contribuyen al calentamiento global, debido a la emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo metano, mucho más potente que el dióxido de carbono. Para completar el cuadro, en muchas ocasiones el impulso de proyectos hidroeléctricos ha venido acompañado de represión, persecución e inclusive asesinatos de activistas ecologistas y comunitarios/as que defienden sus ríos y sus territorios. Por lo tanto, está muy lejos de ser una energía verdaderamente limpia.

En el caso de Costa Rica, el país se ha posicionado en la última década como un “referente” en esta materia debido a que posee una matriz de generación de energía eléctrica basada mayoritariamente en fuentes renovables, en donde ocupa un lugar central la hidroelectricidad. Si bien las represas han jugado un papel importante en la vida nacional, el cual es justo reconocer, también han provocado una serie de impactos socioambientales negativos, que han suscitado la conformación de una multiplicidad de resistencias comunitarias y de un movimiento social en defensa de los ríos a escala nacional. Además del daño que este tipo de obra provoca sobre los ríos, ecosistemas y sobre las estrategias de reproducción de la vida en las comunidades, en Costa Rica las represas hidroeléctricas han sido un botín a partir del cual un conjunto de empresas privadas se han asegurado negocios millonarios, provenientes de una masiva transferencia de recursos públicos. Desde las leyes de cogeneración de los años 1990 hasta la fecha, la presión privatizadora ha sido constante, como lo podemos ver actualmente a través del trámite de varios proyectos de ley impulsados por el gobierno, que buscan ampliar los privilegios al sector privado en este campo (expedientes No. 22.601 y 22.606), poniendo en riesgo un sistema eléctrico nacional público y de acceso casi universal, construido a lo largo de décadas. Por lo general, el discurso de las energías “limpias y renovables”, a nivel nacional e internacional, viene de la mano con una perspectiva privatizadora.

Frente a esta coyuntura, se ha conformado la Movida Global por los Ríos y los Pueblos, una iniciativa surgida desde un conjunto de organizaciones y movimientos socioambientales, tanto de Costa Rica, como de otros países de Centro, Latinoamérica y el resto del mundo, como una respuesta crítica al Congreso Mundial de Hidroelectricidad. El principal objetivo de la Movida ha sido denunciar y visibilizar la injusticia socioambiental que caracteriza a la industria hidroeléctrica global, así como problematizar el discurso tendencioso e incoherente de la hidroelectricidad como energía “limpia y sostenible”, tal como ha sido planteado desde el capitalismo verde. Para ello, durante las últimas semanas se han facilitado espacios de encuentro e intercambio de experiencias y conocimientos en relación con este tema, desde la perspectiva de los pueblos que defienden sus ríos y/o que han sido agraviados por este tipo de proyectos. Al calor de la Movida, se han compartido y socializado una gran cantidad de materiales, tanto escritos como audiovisuales, los cuales nos relatan, desde diferentes partes del mundo, cómo las represas hidroeléctricas han provocado graves secuelas en sus territorios y sus comunidades, a partir de las propias voces de sus protagonistas.

Asimismo, más allá de las luchas en defensa de los ríos y los territorios frente al extractivismo hidroeléctrico, a través de la Movida se ha procurado abrir un diálogo y una reflexión alrededor de la posibilidad de construir alternativas de producción y gestión de la energía, desde la perspectiva de los bienes comunes. Frente un problema tan grave y complejo como la crisis ecológica y climática, las energías renovables podrían representar una valiosa alternativa, sin embargo, esta se torna insuficiente –e inclusive, contraproducente- si no se revisan al mismo tiempo el modelo de desarrollo, los patrones de consumo y las relaciones de poder dominantes, que han colocado al planeta y la humanidad en riesgo. Una transición energética verdaderamente justa no se trata solamente de sustituir fósiles por renovables, sino que implica otras formas de organizar, producir y consumir energía, menos oligopólicas y más comunitarias, menos consumistas y más modestas.

Si desea informarse o participar en la Movida Global por los Ríos y los Pueblos, puede buscar la página de Facebook (https://www.facebook.com/movidaglobal/).

[1]Geógrafo, docente e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Foro Social Panamá II: Minería, Ambiente y Desarrollo Social

A partir del próximo jueves 21 de octubre del 2021, hasta el viernes 23 de octubre se llevará a cabo Foro Social Panamá II, el cual será desarrollado bajo la modalidad virtual.

El foro se desarrollará en tres fechas. Para el jueves 21 a las 5:00 p.m. se desarrollarán conferencias internacionales que vinculen a los participantes a la experiencia latinoamericana; los temas a desarrollar son:

  • Desarrollo Social, con la participación de Jaime Borda, (República del Perú), Secretario Ejecutivo de la Red Muquí
  • Agua y la minería metálica a cielo abierto, con Rodolfo Calles, de la República de El Salvador, Miembro del Foro Nacional de Salud de El Salvador 
  • Las afectaciones por contaminación, con la participación de Karen Luque de la República del Perú, Bióloga con especialidad en microbiología y laboratorio clínico 

La transmisión será vía streaming: por medio del canal de YouTube https://youtu.be/cHt08NaM9hg o por Facebook Live en:  Bayano digital / bayanodigital.com

El viernes 22 a las 5:00 p.m., se desarrollarán conferencias nacionales que fijarían posiciones desde lo económico político y ambiental, con los temas:

  • El agua como fuente de vida, con la participación de Alfonso Waterman
  • Carácter de la sociedad y del Estado en relación con la explotación minera en Panamá, con la participación de Guillermo Castro Herrera
  • Afectaciones Ambientales, con la participación de Evidelio Adames
  • Impacto de la minería metálica en la Salud Pública, con la participación de Carlos Gálvez  

Véalos en streaming: por medio de la plataforma de YouTube:  https://youtu.be/cHt08NaM9hg o por Facebook live en Rayano digital / bayanodigital.com

El sábado 23, a partir de las 8:30, se desarrollará el tema de la minería metálica y Desarrollo Humano Sostenible, con la participación de Juan Antonio Jované. Se llevarán a cabo 4 mesas temáticas:

Mesa 1: Ambiente y extractivismo de minería metálica

  • Subtemas:
    • Biodiversidad
    • Agua 
    • Cambio Climático
    • Seguridad y Soberanía Alimentaria 

Mesa 2: Economía y extractivismo de minería metálica. 

  • Subtemas:
  • Desarrollo Económico
  • Control Soberano de Recursos Económicos
  • Tecnología Limpia 
  • Energía 

Mesa 3: Desarrollo Social. Cultural y extractivismo de minería metálica 

  • Subtemas:
  • Salud
  • Educación
  • Desarrollo Sociocultural
  • Empleos Dignos 

Mesa 4: Política y extractivismo de minería metálica

  • Subtemas.
  • Refundación de la República.
  • Democracia participativa
  • Movimientos sociales.
  • Gobiernos y comunidades locales 

Para realizar las inscripciones a las mesas, contactar a los correos: 

  • Mesa 1: forosocialpanana2mesa1 @gmail.com
  • Mesa2: forosocialpanana2mesa2@gmail.com
  • Mesa 3: forosocialpanana2mesa3 @gmail.com
  • Mesa 4: forosocialpanana2mesa4 @gmail.com

Rozar la epidermis

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Terminaba un año atípico en la historia de la humanidad y en Centroamérica se dimensionaba la tragedia de haber experimentado uno de los embates de la naturaleza más impactantes que se recuerde.

Con una o dos semanas de diferencia y como contando, los huracanes Eta e Iota provocaron una devastación sin precedentes en las ya de por sí frágiles pieles de países como Honduras y Guatemala, donde la cifra de personas fallecidas alcanzó casi las doscientas y cerca de nueve millones de personas damnificadas, muchas de ellas desarraigadas de sus contextos familiares y comunitarios.

En un reportaje en caliente sobre la tragedia, la filial de la BBC para América Latina mostraba una imagen de cientos de personas hondureñas pernoctando debajo de un puente. No tenían adónde ir. O en el peor de los casos, consideraban la migración como recurso, como estrategia de salvación para ellos mismos y sus familias.

De forma casi coincidente, simultánea, en Estados Unidos se celebraba quizá una de las más importantes elecciones presidenciales de la era moderna, al enfrentar supuestamente dos visiones contrapuestas sobre varios temas, entre ellos la migración. Al ya consabido estilete dicharachero y confrontativo, racista y discriminador del expresidente Trump, se le oponía un enfoque más laxo, aparentemente progresista y conciliador en esta materia representado en la dupla Biden-Harris.

De hecho, una de las principales premisas del candidato demócrata en campaña había sido “adecentar” las restricciones fronterizas entre Estados Unidos y México, casi que con un tono humanitario. Pero claro, eso fue en campaña.

Iniciando junio de 2021 la región recibió dos visitas emisarias por parte de dicha administración.

A Costa Rica llegó el Secretario de Estado Antony Blinken en su primera salida a América Latina y días más tarde le tocó a Guatemala recibir a la Vicepresidenta Kamala Harris. En ambos casos, el discurso sobre la gestión migratoria adoptó tonos quizás menos optimistas que los expuestos alegremente por Biden antes de ser electo.

Blinken lanzó la retórica diplomática acerca de los derechos humanos, la cooperación y la necesidad de fortalecer las democracias, el buen gobierno, la seguridad y el medio ambiente en la región. Una agenda «lugar común» en todo caso, a la que sumó la necesidad de colaboración con Costa Rica para que continúe su labor de recepción migratoria para países como Nicaragua y Venezuela. Esto, como una transacción a cambio de donaciones de vacunas anunciadas por Washington en aquellos días. El 50% del trato aún no ha sido confirmado.

Valga recordar que, en efecto, el territorio costarricense es destino y tránsito y presenta enormes desafíos para atender la nuevas dinámicas migratorias, entre los cuales el remozamiento de la institucionalidad que atiende estos temas debe impulsarse con prontitud.

En medio de la visita del secretario de Estado, la bisoña democracia costarricense fue salpicada por un escándalo de intromisión del narcotráfico en uno de los poderes de la República. Desde luego ese tema no apareció en agenda, como tampoco el aumento de la desigualdad, la exclusión y el despojo desde la élites económicas coludidas con la administración central del país. Nada de eso se dijo y la agenda de la vista emisaria del secretario de Estado entonces fue algo más que un orden del día común y corriente.

En Guatemala Harris fue más puntual y certera. En su primer viaje al exterior como Vicepresidenta de Estados Unidos, emitió ese “no vengan” como premisa disuasiva que, valga decirlo, no dista mucho al “no queremos aquí a peligrosos y delincuentes potenciales” emitida por su predecesor en su diplomacia del tweet.

Otra vez un represente de Casa Blanca repitió un guión discursivo altamente conocido: Harris habló de cambiar las condiciones estructurales, mejorar el desarrollo económico y fortalecer la lucha anticorrupción como factores para detener el flujo de personas migrantes hacia su país.

Otra vez la retórica de lo estructural tocada, rozada superficialmente con un anuncio de dotación de 4.000 millones de dólares para invertir en la región. Entre la cartera de inversionistas, Microsoft y Mastercard se “comprometieron con el desarrollo económico de la región”.

En una reciente conversación televisada con dos queridos colegas polítologos costarricenses hablábamos de esa epidermis de la región expuesta y la presencia del elefante en la sala, metáfora con la que se suele reconocer el peso de Estados Unidos en las determinaciones de política centroamericana. Una vez más el elefante ya llegó y se sentó entre nosotros.

La temporada de huracanes 2021 ha sido anunciada y sus efectos probablemente serán de vuelta sentidos en una territorialidad frágil, despojada y aniquilada por la barbarie del mercado y el extractivismo rampante.

En consecuencia, muchas personas seguirán saliendo y entonces esas premisas de disuasión y esa frase de cajón repetida en palacio y en organismos internacionales que demandan “una migración regular, segura y ordenada” serán sólo cosmética ante una avasallante realidad histórica que no solo roza la epidermis regional, sino que profundiza su alergia convertida en desigualdad, expulsión y miseria.

Parafraseando al maestro guatemalteco Edelberto Torres Rivas, Centroamérica no tiene hoy en día piel que la cubra. Debemos reinventarla de una nueva forma de convivencia y distribución equitativa de los recursos. Para que entonces regenere en otra cosa. En una cosa nueva. sin tanto elefante en la sala. No en esto en que la hemos convertido.

 

Imagen: https://realidadsocialencentroamerica.wordpress.com

Reflexiones sobre el Día Mundial del Ambiente: ¿Hablamos el mismo “idioma”?

El pasado miércoles 2 de junio el programa voces y política transmitió el conversatorio: reflexiones sobre el Día mundial del ambiente: ¿Hablamos el mismo “idioma”?

En este espacio se contó con la participación de Nery Chaves García especialista en temas internacionales, con quien se conversó sobre algunas de las dimensiones del ambiente que se encuentran en disputa. Desde una mirada crítica se abordó sobre los intereses extractivistas y tensiones entre las comunidades, Estados, las megacorporaciones (las tecnológicas, las petroleras/mineras o las agroindustriales).

La transmisión del programa la puede encontrar el Facebook de Kioscos Socioambientales en Voces y Política o en el siguiente enlace:

https://fb.watch/5Vhi0ehmEb/

Taller Socio-Teológico 2021: “Economía de la pandemia: entre cuidados, trabajo y bienes comunes”

DEI Departamento Ecuménico de Investigaciones

Inicio: 1° de junio al 20 de julio

Modalidad virtual

El Departamento Ecuménico de Investigaciones, DEI, convoca a organizaciones basadas en la fe, movimientos sociales, organizaciones comunitarias y socio-culturales, activistas independientes y colectivos, a participar del Taller Socio-Teológico 2021: «Economía de la pandemia: entre cuidados, trabajo y bienes comunes».

El espacio se desarrollará de manera virtual, siguiendo la apuesta epistémica institucional, buscando posibilitar mediante herramientas digitales procesos de diálogo de saberes y construcción colectiva de conocimientos.

Al hablar sobre economía de la pandemia, se desea hacer referencia a la diversidad de significados que pueden ser asignados a esta palabra. Desde el primero de los términos, que hace referencia trabajo del hogar, pasando el análisis de los procesos de producción, distribución y consumo de mercancías, hasta la economía de la salvación; este término espera articular el diálogo entre las personas y organizaciones participantes del Taller.

Sesiones y horario

El Taller Socio Teológico iniciará el martes 1 de junio, las sesiones principales se desarrollarán los días martes, en el siguiente horario:

Centroamérica

15:00 horas

Venezuela, Cuba, República Dominicana, Chile y Bolivia

17:00 horas

Ecuador, México, Perú, Colombia y Panamá

16:00 horas

Argentina y Brasil

18:00 horas

Las sesiones serán de un total máximo de dos horas y media. El trabajo en los círculos de estudios posee otra modalidad, donde cada grupo buscará su propia forma de organización en diálogo con la coordinación del taller.

Metodología

La contextualización y el trazo mapeo de las experiencias de las personas participantes, será la base para generar procesos grupales de discusión de análisis de coyuntura.

Las temáticas abordadas durante el Taller serán: economía feminista, teología de los cuidados, ecofeminismo, extractivismo y resistencias comunitarias, eclesiología y migraciones y desplazamientos.

Las personas participantes se integrarán en alguno de los siguientes círculos de estudio:

  1. Teología y fundamentalismos
  2. Género y luchas antipatriarcales
  3. Tierra y Territorio: Pueblos originarios, afrocedescendientes, racismos y luchas anticoloniales
  4. Migraciones y desplazamientos forzados

Política de participación

– Se prioriza personas y organizaciones con experiencia en procesos eclesiales, sociales, de activismo político o compromiso comunitario, dispuesta a dialogar en un espacio colectivo desde los aportes de diversos enfoques de pensamiento crítico, espiritualidades liberadoras y teologías de la liberación.

– Para realizar la postulación para participación en el Taller Socio Teológico, se debe ingresar y llenar al formulario de inscripción

– Se espera que las personas participantes tengan disposición para participar durante las 8 sesiones generales y las establecidas en círculos de estudio.

– La aprobación de las solicitudes con las indicaciones más detalladas del taller, será enviada a partir del 20 de mayo.

Deseamos que este sea un espacio de encuentro entre nuestras organizaciones y movimientos. Que en un tiempo marcado por la desigualdad y la muerte, nos inspiremos mutuamente y busquemos nuevos caminos y nuevas relaciones que fortalezcan la lucha por la justicia, los derechos y vida con dignidad para los pueblos y comunidades.

Para participar debe inscribirse en el siguiente formulario https://forms.gle/x9BzXurMUjgfzzba6

Posteriormente se realizará un proceso de selección y se avisará el resultado a partir del día 20 de mayo.

IDELA: Extractivismo en América Latina

El curso “Ambiente y ecosistema culturales desde América Latina de la Maestría de Estudios Latinoamericanos del IDELA invita a participar a una clase abierta: “Del extractivismo en América Latina” con Emiliano Teran Mantovani, Sociólogo de la Universidad Central de Venezuela y Máster en Economía Ecológica por la Universidad Autónoma de Barcelona. Miembro fundador del Observatorio de Ecología Política de Venezuela. Hoy a las 5:00 pm hora de Centroamérica en la página del IDELA:

https://www.facebook.com/IDELAoficial

Sentires y saberes: defensoras y defensores ambientales, ¿quién les cuida?

El Observatorio de Bienes Comunes: Agua y Tierra, publicó su segundo boletín acerca de las y los defensores ambientales, y propuso tres ejes de reflexión adicionales: extractivismos, participación ambiental y lobbies empresariales.

El contenido del boletín incluye preguntas y reflexiones acerca del Acuerdo de Escazú, las y los defensores de bienes comunes en Costa Rica, el resguardo de los bienes comunes, derecho constitucional del agua, conflictos socioambientales, recuento de las deudas ambientales en Costa Rica y otros temas de interés.

Puede consultar el boletín aquí

Areneros artesanales de Tempisque bajo amenaza de desplazamiento

  • Denuncian concesión para extracción mecanizada de gran magnitud

  • Geología y Minas no les renovaría sus concesiones

FECON. La Asociación de Areneros Artesanales del Valle del Tempisque ha denunciado el martes el otorgamiento de una concesión a la empresa Agregados de Filadelfia S.A. El sitio de extracción se accede por la calle que comunica a Filadelfia con el Ingenio del Viejo.

Dunia López, presidenta de Areneros, expresa que la Dirección de Geología y Minas, representada por Junior Ramos en su condición de geólogo coordinador de la Regional Chorotega, les quiere aniquilar dando esta concesión de gran magnitud en río Tempisque, que ya ha estado ambientalmente en cuidados intensivos.

López cuenta que la organización empezó cuando la arena no tenía el valor que le dan hoy las mega construcciones, que estarían detrás del boom extractivo mecanizado. Fue resultado de formalizar una actividad que tiene 100 años de existir, desde nuestros abuelos, areneros del Tempisque.

Sin embargo, cada vez se han venido desplazando, dándose concesiones a personas físicas y jurídicas, con especial acento en la concesión aprobada en mayo a la empresa de Filadelfia, justo en medio de donde la Asociación de Areneros Artesanales tiene sus dos tramos con derecho de extracción desde el año 2001.

Vale señalar que, para la actividad artesanal, constan dos concesiones, Una con derecho para extraer 10 metros cúbicos (m3) diarios de arena (equivalen a 300 mensuales) y otra para 2000 m3 anuales (equivalen a 5.5 diarios). Mientras que la concesión mecanizada de Agregados de Filadelfia S.A. está recibiendo más de 10 mil m3 mensuales (130 mil anuales).

En resumen, a la Sociedad Anónima con sus pocos beneficiarios se le está permitiendo extraer 30 veces más arena que a la Asociación, de la que dependen más de 100 familias, según indicó su presidenta Dunia López. Esto se agrava aún más al conocerse extraoficialmente que podrían no renovarse las concesiones a los artesanales, desconociendo y menospreciando su fuente de trabajo histórica.

Con esta situación, se expone una vez más la visión preferencial de la Dirección de Geología y Minas hacia la gran empresa por sobre el trabajo organizado de las comunidades locales, y el favorecimiento al extractivismo a gran escala por sobre prácticas que pueden convivir con el ambiente y distribuir beneficios, contrario al acaparamiento que practican las personas físicas y jurídicas con gran capital. 

La Federación Ecologista (FECON) rechaza la complicidad de las instituciones como Geología y Minas con el crecimiento de las desigualdades socioeconómicas que sufre el país. Denunciamos el menosprecio ambiental hacia el río Tempisque por parte de las instituciones ambientales del Estado en general, y hacemos un llamado a apoyar a las personas que denuncian esta nueva injusticia ambiental.

FECON: Llamado al ecologismo costarricense

La crisis mundial y nacional actual (con sus componentes político, económicos y sanitarios) nos presenta enormes retos y nos brinda también posibilidades. Saldremos de ella, implementando una agenda ecologista, social justa y solidaria, y no una agenda capitalista neoliberal, patriarcal y extractivista.

Por lo tanto, proponemos:

1) Apoyar la re-activación de un amplio Movimiento Nacional, constituido por sectores sociales y políticos que impidan la destrucción de las conquistas sociales del pueblo costarricense, alcanzadas a un alto precio y con muchos esfuerzos. La unidad y las alianzas son imprescindibles ante enemigos poderosos.

2) La base de la reactivación económica debe ser la seguridad y soberanía alimentaria, rescatando las propuestas milenarias de pueblos ancestrales. Hemos visto con crudeza, pero también con claridad en estos meses, qué es lo estrictamente necesario para sobrevivir. Proponemos abandonar la economía de supuesta abundancia que significa acumulación en pocas manos, para centrarnos en una economía de la sobrevivencia, donde lo primordial sea la satisfacción de las necesidades más esenciales para todas las personas: techo, trabajo, alimento y agua pura en cantidad y calidad suficiente, tanto para la humanidad como para los seres animales y vegetales que coexisten en nuestro planeta.

3) Tierra para quien que quiera trabajarla y producir alimentos: Con extrema urgencia el campesinado sin tierra debe recibirla, además, se debe reconocer el derecho a la tierra de las mujeres que la están habitando y trabajando, construyendo redes de apoyo mutuo, en producción y comercialización, fortaleciendo relaciones campo-ciudad, de manera bidireccional.

4) No es el monocultivo, plagado de pesticidas y uniforme, el que nos garantizará la sobrevivencia. Debemos impulsar de manera masiva la producción agroecológica de alimentos, tanto en la ciudad como en el campo, considerando las necesidades humanas y las de seres polinizadores y dispersores (insectos, aves, mamíferos). Debemos proteger y dispersar nuestras semillas nativas, criollas, y fomentar el intercambio de conocimiento de prácticas agroecológicas. Producir lo que comemos y comer lo que producimos, reduciendo progresivamente las cadenas de dependencia alimentaria del exterior.

5) Esta crisis sanitaria nos ha mostrado que nuestras posibilidades de sobrevivencia se reducen si no contamos con buena salud. Se debe rechazar de manera radical todo lo que nos enferma y nos condena: comidas y bebidas basura, que son origen de diversas patologías y factores de riesgo como diabetes e hipertensión, sobrepeso, obesidad, etc.

6) No es solo con una producción y un consumo más racional y más local que sobreviviremos, sino que también es necesaria otra realidad de producción y consumo basada en la economía social solidaria, en la autogestión de los recursos verdaderamente cooperativa, basada en la organización local, tanto rural como urbana.

7) Debemos conducirnos hacia un modelo de verdadera democracia participativa y de control y defensa del territorio local y nacional, incluido el de nuestros propios cuerpos. Existe una necesidad de constituir unidades locales de poder real para la toma de decisiones políticas sobre los usos del territorio y sus recursos, para potenciar un bienestar integral y distribuido equitativamente, por sobre los procesos de acumulación por desposesión que trata de validar el desarrollismo globalista, amparado en estructuras institucionales centralizadas y con jerarquías complejas cooptadas por el poder hegemónico.

8) Nos comprometemos a luchar contra la implementación del programa neoliberal que propone esta administración, basado en el desmantelamiento de las conquistas sociales de nuestro pueblo, el ultra-endeudamiento y la venta de activos estatales y empresas públicas. Todo abuso, todo privilegio insultante debe ser eliminado. Aspiramos a una sociedad caracterizada por la ecosuficiencia, la ecoeficiencia y una distribución social de la riqueza que asegure una vida digna a todas las personas y no opulenta para unas pocas.

9) Rechazamos la falsa premisa que el desarrollo minero y petrolero será una solución económica para los problemas del país y sus pueblos. No es con más destrucción y más contaminación que lograremos una sociedad ambientalmente sana y socialmente justa. Urge un diálogo real sobre la matriz energética que necesitamos. El futuro no es el oro ni el petróleo.

10) El pueblo debe tener acceso a una renta básica universal, como derecho humano. La riqueza, inmoralmente súper acumulada durante las décadas pasadas en manos de una pequeña élite, debe ser redistribuida. Un nuevo pacto social se hace necesario. Es la única forma de evitar un derrotero violento.

11) Nos unimos al llamado de otros movimientos sociales de impulsar una Ley de Contingencia Fiscal Progresiva y Solidaria.

12) Con los pueblos indígenas, hacemos un llamado a sumarse respetuosamente a sus agendas de trabajo en pro de la recuperación y defensa de sus tierras y territorios, el empoderamiento del recurso hídrico, el respaldo a las prácticas culturales de producción e intercambio de trabajo, apoyo a los sistemas de uso tradicional de los recursos naturales (para alimento, medicina, materiales), a las fincas multicultivos (por su diversidad de productos), y al manejo comunitario de los bosques desde su cosmovisión.

Imagen UCR.

13) Es momento de hacer rupturas claras con el orden impuesto que por más de 30 años ha corroído la institucionalidad del Estado. Las dificultades del gobierno para atender en lo económico las necesidades más básicas de la población en media pandemia, es una clara muestra de los efectos nocivos del desmantelamiento institucional y el sobreendeudamiento público. Sin resolver las condiciones básicas para la estabilidad social en el país, es políticamente inviable iniciar un diálogo.

14) Como movimiento ecologista creemos que el diálogo es necesario y urgente, pero con condiciones claras: requerimos de espacios transparentes, respetuosos, efectivos, participativos, que lleven soluciones en distintos niveles (corto, mediano y largo plazo), y no con agendas definidas con anterioridad y a la medida de los grandes grupos de poder económico. Un diálogo que nos lleve a disminuir las desigualdades históricas, y camine hacia una justicia social, ambiental y de género.