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Etiqueta: Félix Madariaga Leiva

80 años de la Gran Guerra Patria Soviética: Reserva moral contra el negacionismo y el olvido

Félix Madariaga Leiva
Periodista

El acontecimiento mundial más importante de este año es la conmemoración del 80º aniversario de la victoria soviética en la “Gran Guerra Patria” y su importancia en la derrota nazi-fascista.

El próximo 9 de mayo no sólo el pueblo ruso conmemorará lo que fue la gran hazaña, conocida como la “Gran Guerra Patria”, lucha que encabezó la Unión Soviética para librarnos de lo que fue, sin duda, el principal enemigo de la humanidad en el siglo XX, el nazismo. También desde este sur del mundo saludamos la derrota de la ideología nazi/fascista, que aunque derrotada logró sembrar su germen en América Latina en los años que vendrían.

No soy historiador, y no les voy a contar la historia de la segunda guerra mundial y el rol del ejército soviético, esa la pueden encontrar en cualquier enciclopedia, pero sí quiero – humildemente – rememorar y analizar lo que significó para millones de personas la derrota de la Alemania nazi, y no como lo cuentan las películas de Hollywood en el cine o como lo cuenta la propaganda de los “vencedores”, en la que obviamente ellos son los héroes y los protagonistas, tergiversando los hechos para cambiar a su conveniencia la historia.

A 80 años de finalizada la guerra más despiadada que haya vivido la humanidad, surgen voces, imágenes, archivos, testimonios, verdades que cuestionan una realidad establecida como tal, porque Estados Unidos se declaró el vencedor, utilizando para ellos todos los medios a su disposición.

De hecho, finalizada la II Guerra Mundial, la Unión Soviética fue vista como uno de los principales protagonistas en la derrota del nazismo y el fin de la guerra. Pero con el paso de los años, su papel se fue empequeñeciendo en favor de los Estados Unidos, el último de los aliados que ingresó en el conflicto. Por lo mismo hoy no soy neutro, y quiero reconocer a los verdaderos vencedores.

Los ejemplos son innumerables, desde el descubrimiento y conquista de América, con el exterminio de sus pueblos originarios, los procesos de industrialización con el empobrecimiento de campesinos y el saqueo de los recursos naturales, las frágiles democracias a cambio de pactos de silencio, la justicia en la medida de lo posible, las amnistías para los violadores de derechos humanos y la apertura salvaje al capitalismo, tantas historias contadas a medias, tantos actores excluidos de su rol.

La Unión Soviética hizo la mayor contribución a la victoria sobre el nazismo, destruyendo más del 80% de los soldados y oficiales enemigos y el 75% del equipo militar total en el Frente Oriental. Como resultado de la guerra, la URSS se convirtió en una de las dos principales potencias mundiales

¿Fue importante el desembarco en Normandía? Sí, ese 6 de junio de 1944 marcó un hito importante en el posterior desarrollo de la guerra, pero no hay que olvidar que el punto de inflexión fue la batalla de Stalingrado, finalizada un año antes, que frenó la ofensiva alemana en territorio soviético debilitado las fuerzas del Eje.

La percepción generalizada sobre el desembarco en Normandía es que esa victoria se debió únicamente al poderío militar de Estados Unidos, sin embargo, fue un esfuerzo conjunto de los aliados, bajo el liderazgo británico. Recordemos que la entrada de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial fue en diciembre de 1941, tras el ataque a Pearl Harbor y 6 meses después de la Unión Soviética.

Es muy fácil reducir la victoria soviética contra la ofensiva alemana en su territorio al efecto de los duros inviernos, es una reducción perversa que despoja de toda trascendencia al ejército rojo, los líderes y al valiente pueblo ruso que combatió y contra todo pronóstico derrotó al ejército nazi.

Reivindicando roles

A partir de un breve recuento de las extraordinarias victorias alcanzadas por la Unión Soviética en las batallas de Moscú, Stalingrado y Kursk, así como en las grandes ofensivas de los años 1944 y 1945, que liberaron a un numeroso grupo de países y condujeron a las acciones decisivas en Berlín, se fundamenta el protagonismo de los soviéticos en el desenlace de la contienda y se refutan las interesadas falsificaciones de la verdad histórica occidental.

¿Qué hacían las otras potencias occidentales en Europa mientras la Unión Soviética detenía el avance alemán en Moscú y Leningrado?

Prácticamente nada. A pesar de la insistencia de Stalin de abrir un segundo frente, los aliados dejaron a Rusia sola: el desembarco en Sicilia se produjo el 10 de julio de 1943, cuando los soviéticos habían vencido en Stalingrado el 2 de febrero, fecha de rendición de los alemanes y en la batalla de Kursk a mediados de julio. El tan esperado desembarco de Normandía no se realizó hasta el 6 de junio de 1944, cuando los primeros soldados soviéticos ya estaban cruzando el río Vístula y entrando en Polonia el 16 de julio del mismo año y el 22 de junio iniciaron la operación Bragation que destruyó el grupo del ejército centro alemán, entre 25 y 28 divisiones, 350.000 hombres en total, su más grande derrota en la guerra.

El precio pagado por el pueblo soviético para librar a la humanidad del nazismo fue enorme: 27 millones de muertos entre combatientes y civiles, 2 millones de desaparecidos y casi 20 millones de heridos, muchos con incapacidad total; la desaparición de más de 80 mil ciudades y poblados y cientos de miles de kilómetros de vías férreas, carreteras y puentes destruidos. Esto es una verdad histórica, que se ha manipulado a propósito con el pasar de los años. Las casualidades no existen y ha sido un largo trabajo de inteligencia en el que han gastado ingentes recursos económicos, esos que no gastaron en la guerra para librarnos del nazismo, y el responsable sabemos quién es, una de las naciones más poderosas del mundo, que tiene la capacidad de crear y ocultar verdades.

No hay vergüenza en el reconocimiento de la verdad, eso deberíamos tenerlo claro en Chile. En un país en el que después de 50 años seguimos buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas, en un país en que después de 50 años no hay verdad, justicia ni reparación; reconocer el rol del Estado soviético en la derrota del nazismo es una reserva moral para seguir luchando, para no olvidar, para combatir cualquier forma de glorificación del nazismo que intente instalarse en nuestras aún frágiles democracias.

Ecuador y su futuro más allá de los resultados electorales

Félix Madariaga Leiva
Periodista

Según los últimos cómputos oficiales (CNE), Daniel Noboa habría ganado las elecciones en Ecuador con un 55% de las preferencias, contra el 44,38% de los votos obtenidos por la candidata del pueblo Luisa González (RC), quien con coraje y dignidad se ha atrevido a denunciar fraude electoral.

Sí, porque hoy en Ecuador hay que tener coraje y dignidad para hacerlo. En un país donde la violencia es pan de cada día, donde a 24 horas de las elecciones, el presidente/candidato decreta estado de excepción (suspendiendo los derechos y garantías constitucionales de la población) a 7 provincias y donde militares armados, en las calles y en los centros de escrutinio, estuvieron presentes durante toda la jornada electoral.

Luisa González y sus aliados – entre ellos el expresidente Rafael Correa – desconocen los resultados por una serie de situaciones irregulares en el proceso electoral del pasado 13 de abril, que van desde lo grotesco a lo matemático.

En primer lugar, Correa cuestionó, a través de X, los resultados afirmando que “son imposibles”, explicando que “Todos saben que estos resultados son imposibles. Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más”.

También, a través de X, Luisa González difundió lo señalado por Correa, en cuanto a que se implementó una trampa con los bolígrafos para que sus votos pasaran a Noboa, basándose en un informe de la misión de observadores de la OEA, que advierte que, durante el cierre y escrutinio, la tinta utilizada para marcar las papeletas se transfería entre opciones políticas al doblarlas, lo que generó confusión e incluso anulaciones en ciertos casos.

Este fraude electoral tendrá consecuencias, en primer lugar, para el pueblo ecuatoriano. Como afirma González “Ante mi denuncia de megafraude y su desesperación por callarnos, se viene más persecución”, refiriéndose a las declaraciones emitidas por el Ministerio de Gobierno de Ecuador en el comunicado «La venganza de los malos perdedores», refiriéndose a un supuesto plan de “magnicidio” contra Noboa, atribuido “sicarios mexicanos” y “sectores políticos derrotados”.

Frente a estas acusaciones la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum desmintió categóricamente una acusación tan burda, que tal vez se deba a que ella decidió esperar antes de reconocer el resultado de las elecciones, y a días de ellas, ha señalado que no va a reanudar sus relaciones con Ecuador.

Otro ejemplo de claridad y valentía, Sheinbaum no corrió a reconocer un triunfo – que millones de ecuatorianos cuestionan – lo mismo habríamos querido de parte de otros mandatarios. No nos extrañan las rápidas felicitaciones de parte de Estados Unidos y Europa, sí nos desilusiona nuevamente que nuestro gobierno chileno corra a congratularse y felicitar a un presidente elegido bajo serios cuestionamientos.

Solidarizamos con el pueblo ecuatoriano y con su derecho de elegir a sus representantes y con su derecho de construir su futuro democráticamente y no bajo estados de excepción, represión y amenazas.

Fuentes:

https://www.emol.com/noticias/Internacional/2025/04/14/1163459/boric-felicitaciones-noboa-ecuador.html

https://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador/luisa-gonzalez-vuelve-hablar-de-fraude-tras-informe-preliminar-oea.html

https://www.telesurtv.net/expresidente-rafael-correa-cuestiona-resultados-de-la-segunda-vuelta-en-ecuador/

https://elpais.com/mexico/2025-04-16/sheinbaum-no-tendremos-relaciones-con-ecuador-mientras-noboa-ejerza-el-cargo-de-presidente.html

Ucrania-Rusia: Las “tierras raras” y el fin del conflicto

Félix Madariaga Leiva
Periodista

Desde hace meses se comenta, a través de la prensa, columnistas y comentaristas internacionales, el posible fin del conflicto entre Ucrania y Rusia, el que vería a Estados Unidos como garante. De hecho, se han realizado varias reuniones en busca de acuerdos, incluso en la Casa Blanca, donde el otrora incondicional aliado Donald Trump recibió no muy amablemente a Volodímir Zelenski, acusándolo de hacer “un trabajo horrible” y “permitir” el inicio de la guerra.

Las preguntas surgen rápidamente, ¿qué está buscando Estados Unidos con este cambio de posición? En medio de deportaciones extrajudiciales, cierre de oficinas públicas de ayuda internacional, congelación de fondos a universidades estatales, es difícil creer que el país del norte busque simplemente la paz entre las dos naciones, sin peros ni condiciones. No somos ilusos, detrás de sus acciones se va dibujando un escenario favorable para Estados Unidos.

Así lo confirman, por ejemplo, las declaraciones del Canciller de Ucrania Andrii Sybiha, quien señala que Ucrania está decidida a firmar un acuerdo «que satisfaga mutuamente los intereses nacionales tanto de EE.UU. como de América«. Nos queda claro que Estados Unidos de América es el actor principal.

A estas declaraciones, le sumamos las que recientemente hizo la primer viceministra y ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, cuando anunció que “Nos complace anunciar la firma, con nuestros socios estadounidenses, de un Memorándum de Intenciones, que allana el camino para un Acuerdo de Asociación Económica y el establecimiento del Fondo de Inversiones para la Reconstrucción de Ucrania”. Y agregó “Es muy importante que el documento recoja el deseo del pueblo estadounidense de invertir junto con el pueblo ucraniano en una Ucrania libre, soberana y segura”.

¿Cuánto le costará a Ucrania el fin de la guerra?

Para poner más presión a la firma del acuerdo que permitirá a Estados Unidos acceder a los minerales raros de Ucrania*, el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio afirmó que “Si no es posible poner fin a la guerra en Ucrania, debemos avanzar”, añadiendo que “Tenemos que determinar rápidamente ahora, y estoy hablando de una cuestión de días, si esto es factible o no en las próximas semanas”.

Desde una perspectiva geopolítica, el acuerdo es una jugada maestra de Washington. Ofrece a Ucrania ayuda para su reconstrucción a cambio de acceso a minerales estratégicos, permitiéndole reducir su dependencia de China y fortalecer su industria local de baterías y tecnología avanzada.

Se estima que Ucrania posee alrededor de 2,5 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente, con una ley superior al 1% de óxido de litio, lo que lo convierte en un recurso altamente atractivo. Estados Unidos sabe que el futuro de su industria depende de estos minerales y que no puede depender de China con quien ha iniciado una guerra arancelaria.

Algo que debería preocupar a Chile, ya que, si estos depósitos comienzan a explotarse con el respaldo de Norteamérica, afectará claramente a nuestra economía futura. Un nuevo actor, con el respaldo financiero y tecnológico de Estados Unidos logrará consolidar una cadena de suministro de minerales provenientes desde Ucrania y reducirá sustancialmente la competencia.

¿Qué podría pasar entonces? Si Estados Unidos consolida estos acuerdos, primero, podría mantener y fortalecer una hegemonía financiera mundial desplazando a China, lo que ha sido un objetivo para ellos desde hace muchos años. Controlar la economía mundial a través de sus aranceles.

Desde el punto de vista de la guerra podría instalar bases militares propias en Ucrania, con el objetivo de mantener sus intereses económicos protegidos de cualquier enemigo externo.

El pueblo ucraniano seguirá pagando los costos y podría convertirse en un satélite más dentro de la órbita mundial de influencia de Estados Unidos y ahí sí, comenzará la verdadera guerra, una que no tendrá fin, una guerra guiada por los intereses de la potencia que se disfraza de protector.

Si el acuerdo con Estados Unidos se firma, será muy tarde para Ucrania dar marcha atrás, como ejemplo, basta recordar el caso de Chile, cuando en los años ‘70 Salvador Allende nacionalizó el cobre, la respuesta fue clara y contundente, financiar el golpe de Estado de 1973, asesinando, torturando y desapareciendo chilenos y chilenas. Han pasado 52 años y aún no han pedido perdón, aún vivimos con las heridas abiertas, los abrazos robados y el silencio cómplice que no nos ha dado justicia y verdad.

*Término colectivo para 17 elementos químicamente similares que se utilizan en tecnología y la industria modernas. Son cruciales para la fabricación de teléfonos inteligentes, computadoras y equipos médicos, entre otros. Se trata del escandio (Sc), el itrio (Y), el lantano (La), el cerio (Ce), el praseodimio (Pr), el neodimio (Nd), el prometio (Pm), el samario (Sm), el europio (Eu), el gadolinio (Gd), el terbio (Tb), el disprosio (Dy), el holmio (Ho), el erbio (Er), el tulio (Tm), el iterbio (Yb) y el lutecio (Lu).

Fuentes:

https://www.eltiempo.com/mundo/europa/acuerdo-de-minerales-entre-ucrania-y-ee-uu-kiev-se-retracta-y-anuncia-dialogos-para-un-nuevo-documento-3440343

https://x.com/Svyrydenko_Y/status/1912969519326241043?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1912969519326241043%7Ctwgr%5E78b161217a0d53661f5788b0faa13cbc0b11d61e%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.france24.com%2Fes%2Feuropa%2F20250417-ee-uu-y-ucrania-firman-un-memorando-que-allana-la-vC3ADa-para-un-acuerdo-sobre-minerales

https://www.france24.com/es/programas/invitad-del-d%C3%ADa/20250227-acuerdo-de-tierras-raras-el-%C3%BAltimo-recurso-de-zelenski-para-atraer-el-apoyo-de-trump

https://www.bbc.com/mundo/articles/ce8vj79e238o

https://www.eltiempo.com/mundo/europa/acuerdo-de-minerales-entre-ucrania-y-ee-uu-kiev-se-retracta-y-anuncia-dialogos-para-un-nuevo-documento-3440343

Lada y Kamaz en la historia de los 100 años de Colo Colo

Félix Madariaga Leiva
Periodista

Quizás sólo sea nostalgia, quizás sea el horror ante una campaña presidencial que está sacando lo peor de unos candidatos que claramente no están a la altura de las necesidades de este país, quizás sea la rabia y la impotencia ante la muerte de dos jóvenes atropellados por un zorrillo durante el partido de Colo Colo con Fortaleza. Quizás, por todo eso me vino en mente este pedacito de historia que quiero contar.

Cada cual recuerda a su manera. En 1990 comenzó el fin de la dictadura civil y militar en Chile, dando paso a lo que se llamó “transición a la democracia”. La alegría duró poco, justo el tiempo de darnos cuenta de que pocas cosas cambiarían. El gobierno de la Concertación, cuidando la fragilidad de la nueva institucionalidad – terminó con las movilizaciones, persiguió a los últimos movimientos revolucionarios, encarceló a sus combatientes y cerró puertas y ventanas para no escuchar el clamor por justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición.

También en 1990 se restablecieron las relaciones diplomáticas con la entonces URSS reabriendo la Embajada chilena con Clodomiro Almeyda como Embajador, un socialista muy respetable, un socialista de otra época. Con esa apertura comenzaron a comercializarse en Chile productos soviéticos ¿y cómo olvidar?, quizás, los más significativos: los autos LADA y los camiones Kamaz. Sí, un auto le cambio la cara a un pueblo.

Al igual que los camiones Kamaz, la principal característica de los LADA era su accesibilidad para el bolsillo del chileno que hasta ese entonces no se imaginaba poder comprar un auto. Es así como los rusos – que el próximo mes conmemorarán los 80 años de la Gran Guerra Patria – les cumplieron el sueño a muchas familias chilenas, tener su primer auto, lo que representó un importante cambio social y económico, símbolo de progreso y movilidad. Yo seguí soñando por muchos años hasta tener mi primer auto.

Pero más allá de ese hecho, se cumplen 100 años de la fundación de Colo Colo – el equipo de mis amores – y para los hinchas la camiseta más querida es la del año 1991, sí esa que tuvo como patrocinador la marca de autos rusos LADA en el pecho y la de los camiones Kamaz en la espalda (1990-1992). Con esa camiseta Colo Colo ganó la Copa Libertadores en 1991, la Recopa Sudamericana y la Copa Interamericana en 1992.

Aunque la marca desapareció del mercado chileno en 1998, en 2018 regresó a Chile con algunos modelos, y yo la recuerdo por lo que significó para miles de chilenos, que después de 17 años de horror, oscuridad y pobreza, comenzaron a atreverse a soñar de nuevo, la recuerdo porque eran años en que el futbol se vivía en los estadios, sin miedo a perder la vida.

Elecciones en Ecuador: La esperanza tiene rostro de mujer

Félix Madariaga Leiva
Periodista

A menos de 15 días para que el pueblo ecuatoriano vuelva a las urnas con la esperanza de retomar la senda de la libertad y la democracia, la candidata del pueblo, Luisa González, suma cada día más adherentes a su campaña presidencial. Con el apoyo del Movimiento Indigenista, se ha roto el empate técnico del cual fuimos testigos en las elecciones de febrero. Los ciudadanos están cada vez más convencidos en los cambios que González traerá, dejando atrás un mal gobierno, conducido por el empresario Daniel Noboa.

El domingo 23 de marzo se realizó el último debate presidencial en Ecuador, previo a las elecciones presidenciales del próximo 13 de abril. Luisa González, representante del movimiento Revolución Ciudadana (RC), y el actual presidente, Daniel Noboa, del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), se enfrentaron en lo que prometió ser un momento decisivo para el futuro político de ese país.

La segunda vuelta se vive en un momento complejo para Ecuador, con una profunda crisis de inseguridad, donde los asesinatos, extorsiones y robos son pan de cada día, lo que ha llevado a miles de ecuatorianos ver en la emigración la única solución a sus problemas.

En un escenario bastante viable, la candidata Luisa González se perfila como la primera mujer presidenta de Ecuador, destacando por su preparación y seriedad ante su adversario Daniel Noboa. Durante todo el debate presentó argumentos y cifras que su contrincante no pudo explicar o que simplemente desconocía, dedicándose a defender su nefasta administración con mentiras, cayendo siempre en el juego de denostar a su oponente. Sin duda le faltaron argumentos sólidos, se le vio nervioso y timorato, leyendo respuestas – seguramente preparadas por sus asesores – desconectado de la realidad de su país, algo recurrente en los candidatos de derecha, atacar, menospreciar y negar, intentando confundir al electorado.

Desde el primer minuto, Luisa González – que cuenta con el apoyo del expresidente Rafael Correa – se mostró segura de sí misma, respondiendo francamente todo lo que se le preguntó. Estamos seguros de que quienes ya estaban decididos a votar por ella reforzaron su compromiso, y quienes estaban indecisos, se han acercado a sus posiciones. Mujer valiente que no tuvo miedo de encarar a Noboa, quien está haciendo uso de todo el aparato del Estado para dar vuelta una situación que no lo ve ganador.

El quién es quién

Noboa representa a los sectores oligarcas de Ecuador con apoyo político, diplomático y mediático de potencias europeas y mayoritariamente de la administración de Donald Trump. Con casi ninguna experiencia política, es cercano a los sectores empresariales y grupos económicos dominantes, lo que no es de extrañar, siendo hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, quien postuló sin éxito a la presidencia de Ecuador en cinco ocasiones.

Noboa fue electo como presidente el 15 de octubre de 2023, tras competir con la actual candidata Luisa González en las elecciones anticipadas que se desarrollaron en Ecuador luego de que el entonces presidente Guillermo Lasso disolviera la Asamblea Nacional.

Noboa ha señalado que un nuevo período presidencial le permitirá controlar de mejor forma la escalada de criminalidad y violencia, fortaleciendo la fuerza pública para el combate al crimen organizado. Hecho sumamente preocupante, ya que la lucha contra la delincuencia en el país se ha visto cuestionada por las violaciones a los derechos humanos de la población civil.

En vísperas del examen de Ecuador ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, Amnistía Internacional señalaba su preocupación ante el deterioro de la situación de los derechos humanos en ese país, afirmando que:

Frente al aumento de la violencia, el presidente ha optado por un enfoque de mano dura en cuanto a las políticas de seguridad, y ha calificado a las organizaciones dedicadas al narcotráfico de “terroristas”, declarado la existencia de un “conflicto armado interno” y prorrogado contantemente estados de excepción en el marco del denominado Plan Fénix. Amnistía Internacional considera preocupantes las denuncias existentes sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en este contexto – como las miles de detenciones llevadas a cabo con escasa evidencia de garantías procesales, actos de tortura y otros malos tratos dentro de las prisiones, y ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas – , presuntamente perpetradas por las fuerzas armadas durante las operaciones de seguridad. Estas actividades se han realizado con opacidad, y las personas defensoras de los derechos humanos que han denunciado los abusos se han visto estigmatizadas por las autoridades de alto nivel, incluido el presidente”.

Luisa González, candidata oficial del Movimiento Revolución Ciudadana, es una abogada y ex asambleísta de 47 años, se convirtió en la primera mujer en pasar a una segunda vuelta electoral en el país, con vasta experiencia, ocupó varios cargos públicos durante la presidencia de Rafael Correa y su consigna es “Revivir Ecuador”, afirmando que “La Revolución Ciudadana es un proyecto de Patria, buscamos la justicia social, la vida en armonía, paz, y el día de hoy revivir un país que agoniza por la falta de empleo, salud, de educación, devolver la esperanza y la alegría de días mejores”.

Apoyada por grupos, partidos y movimientos progresistas y de izquierda, se sumó en las últimas semanas, el movimiento indígena que “frente al avance de una derecha violenta y antidemocrática, es momento de dejar diferencias de lado y actuar juntos por un país más justo”, anunció el partido Pachakutik, brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), al entregarle su apoyo a la candidata.

González se ha comprometido en temas claves para Ecuador como la defensa del seguro social y los derechos laborales, la salud pública y trabajar en las consultas populares del Yasuní (zona del Ecuador rica en recursos petrolíferos y con gran cantidad de indígenas), y detener la pérdida de soberanía en relación a la presencia militar de Estados Unidos en suelo ecuatoriano (que había terminado bajo el gobierno del ex presidente Rafael Correa quien cerró la base militar de Manta y se expresó constitucionalmente con la imposibilidad de crear nuevas bases extranjeras).

Al contrario, Noboa – con la idea de fortalecer el control interno ante posibles alzamientos sociales – y como punto de vigilancia estratégico de esa zona del Océano Pacífico, ve una posibilidad cierta la instalación de una base militar en el archipiélago de las Galápagos. En febrero del 2024 el gobierno de Noboa firmó un Tratado de cooperación militar con Estados Unidos, que establece que “buques, personal militar, armamento, equipamiento y submarinos podrán instalarse en ese archipiélago declarado Patrimonio Natural de la Humanidad, por la Unesco, en 1978”. Un acuerdo político militar que interviene la soberanía ecuatoriana sobre las Galápagos, territorio a 965 kilómetros de la costa continental ecuatoriana.

Hay una clara necesidad de cambio que favorece a Luisa González como lo han demostrado las últimas encuestas, 13 millones de ecuatorianos están llamados a votar el próximo 13 de abril de 2025 para elegir, en segunda vuelta, al presidente o presidenta Ecuador para el periodo 2025-2029.

Ecuador tiene derecho a construir su futuro con dignidad, libertad y democracia y no en base a la violencia, los intereses de potencias extranjeras y de los grandes grupos económicos, representados por Noboa. Confiamos en la victoria de Luisa González y del pueblo ecuatoriano junto a ella.

Fuentes:

https://www.telesurtv.net/encuesta-luisa-gonzalez-lidera-intencion-de-voto-de-cara-a-segunda-vuelta-en-ecuador/

https://confirmado.net/luisa-gonzalez-llama-a-la-unidad-para-lograr-un-pais-que-viva-en-libertad/

https://www.elindoamericano.cl/index.php/2025/03/18/ecuador-segunda-vuelta-presidencial-en-un-pais-en-crisis/ (Artículo para Hispantv)

https://www.eluniverso.com/noticias/politica/cual-es-el-plan-de-gobierno-de-luisa-gonzalez-nota/

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/ecuador-tras-un-ano-de-mandato-el-presidente-noboa-debe-impedir-abusos-y-opacidad-en-las-politicas-de-seguridad/

Fotos de Instagram: @luisamgonzalezec

Un pequeño giro hacia la paz: votación en el Consejo de Seguridad de la ONU

Félix Madariaga Leiva
Periodista

El 24 de febrero pasado podría ser considerado un día histórico: Estados Unidos votó junto con la Federación Rusa, en contra de una resolución de la ONU que condenaba a Moscú por la invasión a Ucrania. Este hecho es de enorme relevancia, ya que es una de las pocas ocasiones en que Estados Unidos ha expresado su disposición hacia la paz en un conflicto internacional.

Sin duda marcará un antes y un después en la política exterior de Donald Trump, que ha lanzado un claro mensaje: Estados Unidos no seguirá apoyando a Ucrania. La guerra debe terminar.

Tres años después del inicio del conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa, Estados Unidos sorprendió a los representantes diplomáticos votando al igual que Rusia contra la resolución promovida por Kiev y sus aliados europeos que buscaba priorizar la integridad territorial en cualquier acuerdo de paz.

La geopolítica es compleja, la diplomacia aún más. ¿Qué significa el cambio de actitud de Estados Unidos, el que fuera hasta la llegada de Trump uno de los más fuertes aliados de Zelenski? Las variables son tantas – infinitas – y es lícito dudar de las intenciones de la potencia americana. Sin embargo, las cifras están ahí, sin restas ni matices.

Los costos de un conflicto de tal envergadura son y serán siempre inconmensurables. Cada vida perdida es irremediable, los daños a las infraestructuras, a las escuelas, caminos, hospitales, fuentes de energía, viviendas, etc. significan recursos y años de esfuerzos para su recuperación. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) hasta febrero de 2025 se había confirmado la muerte de más de 12.600 civiles y más de 29.000 heridos en Ucrania. Entre las víctimas hay al menos 2.400 niños.

Según el Statista “Estados Unidos es, con gran diferencia, el país que más se ha involucrado económicamente con la nación dirigida por Zelenski. En concreto, hasta el 31 de diciembre de 2024, su contribución humanitaria, financiera y militar a Ucrania ha alcanzado los 114.150 millones de euros”, y con la nueva política Trump, esa por sí sola, sería una razón suficiente para terminar una guerra – que según los expertos – podría prolongarse por años.

Es lógico y humano agotar todas las instancias que permitan detener el conflicto y la aprobación de la Resolución 2774 presentada por Estados Unidos y aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU es un paso en esa dirección: “Lamentando la trágica pérdida de vidas durante todo el conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania,

Reiterando que el propósito principal de las Naciones Unidas, expresado en la Carta de las Naciones Unidas, es mantener la paz y la seguridad internacional y arreglar pacíficamente las controversias,

1. Implora que se ponga un rápido fin al conflicto e insta además a que se logre una paz duradera entre Ucrania y la Federación de Rusia”.

La resolución recibió 10 votos a favor (incluidas Rusia, Estados Unidos y China), 0 votos en contra y la abstención de Francia, Reino Unido, Dinamarca, Grecia y Eslovenia. Es la primera vez que este organismo alcanza una decisión conjunta sobre este tema.

Ese mismo día, la Asamblea General de la ONU adoptó dos resoluciones frente al conflicto ruso-ucraniano, que no tienen carácter vinculante como la anterior. Uno de los textos fue presentado por Ucrania con el apoyo de los países europeos y la segunda, fue la resolución presentada por Estados Unidos (aprobada en el Consejo de Seguridad) que luego de las enmiendas introducidas por la Asamblea, significó su abstención.

La primera fue aprobada con 93 votos a favor, 18 en contra y 65 abstenciones y exigía que la Federación Rusa retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio ucraniano, reafirmando el compromiso con la “soberanía, independencia, unidad e integridad territorial del país”. Como en otras ocasiones, encabezados por Paula Narváez, Chile votó a favor. ¿estamos cambiando de socio comercial en Chile? ¿El Gobierno de Gabriel Boric, al apoyar a Ucrania, está en contra de la paz?. Es una pregunta a la que hoy no intentaremos dar respuesta.

No somos expertos, pero si tenemos opinión: este conflicto – y llámelo como quiera guerra, invasión, como prefiera – debe terminar, y debe terminar ahora y para lograrlo es necesario el compromiso de todos los Estados. Las palabras crean realidades, y parece que, para muchos en el seno de la ONU, lo importante son precisamente las palabras y no las acciones.

Nosotros no queremos ser parte de las decisiones que toma un gobierno endureciendo un discurso, y no somos ilusos, sabemos que la posición de Estados Unidos responde a sus propios intereses, también sabemos que la Unión Europea ha invertido demasiado y no aceptará ser un jugador de segundo plano – por no decir perdedor – en un conflicto que los ha visto involucrados desde el día 1.

Entonces, ¿qué hacemos? estamos frente a una disyuntiva: continuar la guerra o alcanzar la paz por la vía del diálogo diplomático y la negociación política. Las Naciones Unidas nacieron después del mayor conflicto bélico de la historia para garantizar la paz y la seguridad internacional, su mayor éxito ha sido evitar una tercera guerra mundial. Eso es lo que esperamos que hoy logren.

Fuentes:

https://es.statista.com/estadisticas/1294251/guerra-rusia-ucrania-tipo-ayuda-militar-enviada-a-ucrania-por-cada-pais-en-2022/

https://cnnespanol.cnn.com/2025/02/24/mundo/eeuu-usia-resolucion-onu-ucrania-trax

https://cronicadigital.cl/2025/03/10/la-primavera-ha-llegado-a-rusia-celebracion-de-la-maslenitsa/

https://webtv.un.org/es/asset/k13/k1386gd0l9

Mercenarios y contratistas civiles: el negocio sucio de las guerras. Segunda parte

Félix Madariaga Leiva
Periodista

Mucho más allá de lo legal

No son tantos los casos conocidos públicamente – pero son suficientes para preocuparnos – en que estas empresas y sus contratistas civiles, han estado envueltos en escándalos y excesos, con altos costos de vidas en las más diversas latitudes del planeta, violando el derecho internacional humanitario.

El 16 de septiembre de 2007, personal de la empresa estadounidense Blackwater Worldwide (actualmente Academi) utilizó armas de fuego mientras escoltaba un convoy en Bagdad, lo que terminó con la muerte de 17 civiles y 24 heridos iraquíes. Las investigaciones concluyeron que abrieron fuego injustificadamente contra civiles desarmados, sin embargo, a pesar de que 5 contratistas fueron procesados, en 2009 todo quedó en nada.

En noviembre de 2024, un jurado federal ordenó a la empresa CACI Premier Technology a pagar 42 millones de dólares por daños y perjuicios a tres hombres iraquíes que fueron torturados en la cárcel de Abu Ghraib. Sentencia que llegó después de 16 años.

En su informe de octubre de 2023, el Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación, se señalaba que “Para el Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios, resulta evidente que el reclutamiento, el adiestramiento, la financiación y la utilización de mercenarios y agentes afines sigue siendo un problema sistémico creciente que atraviesa regiones, países concretos y múltiples conflictos armados. El Grupo de Trabajo ha advertido en repetidas ocasiones que la utilización de mercenarios y agentes afines prolonga los conflictos armados, socava los procesos de paz, desestabiliza las regiones y, lo que es más preocupante, acarrea y agrava la comisión de violaciones graves de los derechos humanos, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra la población civil. El grado de utilización de esos agentes y las atrocidades que cometen en todo el mundo han llegado a cotas nunca antes vistas”.

En ese marco no parece imposible que miembros de estas organizaciones puedan estar interviniendo en cualquier lugar del mundo para su propio beneficio o de un tercero sin ningún tipo de control. ¿Quién podría asegurar que no han intervenido en operaciones de gran envergadura, que podrían incluso desestabilizar un gobierno, como el secuestro de Ronald Ojeda en nuestro País?

Grandes problemas, pequeñas soluciones

La problemática ligada a este mercado de guerra alternativo tiene muchas facetas, sólo señalamos dos: la falta de mecanismos de control y regulación de sus actividades; la segunda, el capital humano ocupado ¿quiénes son? ¿de dónde vienen? ¿Quién se hace cargo de ellos y sus acciones durante y finalizados sus contratos?

El Documento de Montreux (finalizado en 2008, apoyado actualmente por 59 Estados y 3 Organizaciones Internacionales), busca proporcionar un plan para que los gobiernos regulen efectivamente las EMSP, destaca las responsabilidades de los Estados y reafirma las obligaciones existentes en virtud del derecho internacional y en particular, el derecho internacional humanitario (DIH) aunque no es un tratado legalmente vinculante.

Aunque han surgido a lo largo de los años varias iniciativas que intentan regular este mercado, todas con muy buenas intenciones, en la práctica tienen poca eficiencia. Por ejemplo, el Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y de obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación, creado por la ONU en 2005, tiene jurisdicción para monitorear las actividades de las EMSP para asegurarse de que respeten los derechos humanos, pero no tiene autoridad para imponer a los Estados sus recomendaciones.

En 2012, el Departamento de Seguridad y Vigilancia de la ONU emitió el Sistema de Gestión de Seguridad para acompañar a las directrices sobre el uso de los servicios de seguridad; en 2017 el Parlamento Europeo aprobó un informe que insta a regular las EMSP y recomienda únicamente la contratación de EMSP establecidas en la UE para evitar paraísos contractuales.

La guerra entre Rusia y Ucrania se ha convertido en una suerte de imán para los combatientes extranjeros de numerosos países. En el caso de Ucrania, algunos de los mercenarios provienen incluso de varios países latinoamericanos como Argentina, México, Ecuador y mayoritariamente Colombia. De hecho, el presidente Volodímir Zelenski, dijo a principios del año pasado que unas 20.000 personas de 52 países del mundo llegarían a ayudar.

A mediados del 2022, después de que Kiev formara su Legión Internacional de Defensa, ya se habían unido 20.000 “voluntarios”, según el gobierno ucraniano, número que se ha reducido a un estimado de 2.000 a 3.000 personas, lo que a juicio de los expertos es un número muy menor para hacer una diferencia en la guerra. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado en numerosas ocasiones que en el territorio ucraniano se registran contratistas de más de 80 países, esto pese a que las leyes de una gran cantidad de Estados prohíbe la actividad mercenaria.

¿Qué sucederá con esos combatientes cuando termine la guerra o sus contratos? La respuesta no es fácil, muchos de ellos ofrecen sus servicios por las expectativas de buenos sueldos y otros beneficios, sin embargo, la realidad choca con las expectativas. En el caso de Ucrania, después de viajar miles de kilómetros, muchos han quedado varados a la espera de ser reclutados y combatir en el frente; algunos se encuentran desaparecidos y muchos ven desvanecerse los sueños de poder radicarse en Europa finalizado el conflicto.

Los ex militares de Pinochet

¿Y cuál es la realidad chilena? Para hacernos una idea, veamos sólo 1 caso. En octubre de 2003, el diario La Tercera publicaba un aviso de la empresa con sede en Washington DC, Red Táctica, en el que se buscaban exoficiales “preferentemente de fuerzas especiales, con salud compatible y con dominio del inglés”. La empresa explicó más tarde que la búsqueda era para tareas de consultoría portuaria. Sin embargo, el presidente de Blackwater, Gary Jackson, decía otra cosa en diario británico The Guardian: “Vamos hasta el fin del mundo en busca de profesionales y los comandos chilenos son muy profesionales y se ajustan al sistema de Blackwater”. El sistema de Blackwater es simple: contratan soldados retirados en el tercer mundo, los entrenan muchas veces en sus mismos países – a veces incluso con ayuda de las fuerzas armadas locales– y los colocan como agentes de seguridad privada en lugares de alto riesgo, como embajadas o bases militares extranjeras en Irak.

En Chile, este esquema de reclutamiento se descubrió por primera vez en 2003, cuando un centenar de oficiales retirados fueron reclutados para hacer tareas de vigilancia en Irak y Afganistán. Según denuncias que la Justicia Militar investigó, fueron entrenados en el país con armamento liviano que habrían entregado militares en actividad. El reclutamiento de mercenarios volvió a aparecer en los titulares a fines de 2005, cuando 105 militares retirados chilenos fueron expulsados de Honduras, donde entrenaban junto a otros latinoamericanos antes de viajar a Medio Oriente. Los exoficiales fueron repatriados a Santiago.

Según las cifras que se manejaban durante la invasión a Irak, unos 1000 exsoldados chilenos habrían trabajado como seguridad privada. Para el exsenador Alejandro Navarro, uno de los primeros en hacer pública la existencia de “mercenarios chilenos”, el número era mucho mayor. En un artículo de 2007 de Página12 señalaba que “Nuestros informes sostienen que alrededor de 2.200 han viajado a Irak y han vuelto a Chile desde la invasión”. Sus fuentes, eran “familiares de los exmilitares contratados e incluso los mismos mercenarios, que de vuelta en Chile se quejan de malos tratos y de no haber recibido los sueldos prometidos”.

Tanto los informes de Navarro como los de la ONU se centraron en Red Táctica y en la figura de su presidente, José Miguel Pizarro, un ex teniente de artillería del ejército chileno, que en 1995 decidió dejar la institución y mudarse a Estados Unidos. Allí no cambió muchos sus hábitos. Ingresó en el cuerpo de infantería de la Marina y más tarde volvió a colgar el uniforme para convertirse en un consultor. En su currículum también se destacan sus apariciones esporádicas como analista en la cadena CNN, que lo presenta como un “experto de conflictos bélicos”. Su encargado de relaciones comerciales en Santiago, Herman Brady, es el hijo de un ex ministro de Defensa de la dictadura de Augusto Pinochet.

Pizarro fue declarado culpable de infringir la Ley de Vigilantes Privados en 2011 por la Corte Suprema de Chile. Pero seguramente la historia no ha terminado allí.

Fuentes:

https://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-87890-2007-07-10.html

https://www.latercera.com/nacional/noticia/el-destino-fatal-de-un-soldado-chileno-en-ucrania/HVLXZERICRFB3HNJ2AA6IYOVKE/

https://tudpam.org/what-is-the-scope-of-activity-of-the-private-military-company-blackwater-or-academy/

https://cronicaseguridad.com/2024/07/19/mercenarios-y-companias-militares-y-de-seguridad-privada-v/

https://www.ohchr.org/en/instruments-mechanisms/instruments/international-convention-against-recruitment-use-financing-and#:~:text=the%20present%20Convention.,Article%205,provisions%20of%20the%20present%20Convention

https://razonpublica.com/ley-prevenir-reclutamiento-mercenarios-colombianos-una-buena-idea/

https://www.elradar.es/guerra-con-animo-de-lucro-implicaciones-de-la-creciente-industria-de-la-seguridad-privada/

https://izquierdarevolucionariamx.net/index.php/internacional/otros-africa/3556-contratistas-civiles-o-mercenarios-del-siglo-xxi

https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/a78535-report-working-group-use-mercenaries-means-violating-human-rights

Mercenarios y contratistas civiles: el negocio sucio de las guerras

Por Félix Madariaga Leiva
Periodista

Primera Parte.

¿Quién se hace cargo de ellos cuando termina la guerra y vuelven a sus países de origen?

El ejemplo de Colombia, es un camino que deberían comenzar a pensar los distintos países que proveen de esta mano de obra para la guerra. Crear leyes para una problemática de hoy y del futuro.

Colombia es un ejemplo que nos gustaría que siguieran muchas naciones que son exportadores de combatientes, país en el que desde hace algunos años se está buscando una solución para el grave problema de los mercenarios y las empresas militares y de seguridad privada (EMSP). El año pasado, el presidente Gustavo Petro presentó una ley para impedir el reclutamiento de mercenarios en su país. El proyecto tiene como objetivo principal evitar el reclutamiento y la participación de ciudadanos colombianos en actividades mercenarias: tipificando el delito de mercenarismo, prohibiendo el entrenamiento paramilitar para fines mercenarios, apuntando a la cooperación internacional y dando protección a los veteranos.

Colombia ha sido por años uno de los principales proveedores de mercenarios, lo que se debe fundamentalmente a la alta capacitación militar, falta de oportunidades económicas y una importante demanda global. Más de 4000 ex militares colombianos han sido contratados para servir en conflictos internacionales, principalmente en Oriente Medio y África, lo que demuestra también cómo el capital humano entrenado con recursos estatales se está usando para producir utilidades privadas.

Es evidente que el mercado de los mercenarios y contratistas privados, como les gusta hacerse llamar, crea problemas tanto internos como externos. La participación de ellos en conflictos ajenos puede dañar la imagen y la reputación internacional de un país, además de ser una forma involuntaria de exportación de violencia y criminalidad.

El mercenarismo debe prohibirse y se deben establecer mecanismos internacionales efectivos que controlen, persigan y castiguen a las empresas militares y de seguridad privada que reclutan personas e intervienen de manera poco transparente a lo largo de todo el planeta.

Aplaudimos el esfuerzo de Colombia, y esperamos que inspire a otros países como Chile, donde algunos diputados nos comentaron en off the record que no hay iniciativas ni proyectos en ese sentido. Esto nos preocupa, y nos preocupa de verdad, porque vemos cómo la inseguridad se hace parte de nuestra sociedad, y curiosamente hace un año fuimos testigos, a través de los informativos de TV, del actuar de un grupo de choque paramilitar, con armamento sofisticado, chalecos antibalas y uniformes, secuestrando a un ex militar venezolano desde un edificio de Santiago, para posteriormente asesinarlo y hacerlo desaparecer. No cualquiera tiene la capacidad de realizar una operación militar de esa envergadura. El secuestro del coronel venezolano fue estudiado y planificado con mucha antelación y podríamos pensar que los que actuaron, podrían entrar perfectamente en el perfil de mercenarios ahora convertidos en delincuentes.

El compromiso con la paz y la legalidad no puede encenderse y apagarse a conveniencia

A pesar de la falta de regulación y de los problemas éticos y políticos que comporta, el mercado de las empresas militares y de seguridad privada continúa creciendo viento en popa, con grandes beneficios económicos para las compañías, que obtienen mucha de su mano de obra desde África y Latinoamérica, mano de obra, mejor dicho, carne de cañón. Sí, porque en general, las posiciones especializadas son cubiertas por expertos de los ejércitos oficiales, y al frente de batalla, van, más o menos preparados los pseudo-soldados, que por unos cuantos dólares arriesgan sus vidas en conflictos lejanos, muy lejanos.

Según el Centro de Ginebra para la Gobernanza del Sector de la Seguridad (DCAF), se calcula que actualmente existen más de 450 compañías militares privadas que operan en más de 50 países, empleando a 5 millones de personas en África, 2,5 millones en América Latina y el Caribe y a 2 millones en Europa, aunque es difícil estimar un número exacto ya que existen muchos operadores que actúan en zonas grises o negras del mercado. Económicamente, el valor de este negocio asciende conservadoramente a unos 244.000 millones de dólares.

Los cuatro países que encabezan esta “industria”, con aproximadamente el 70% del mercado son Estados Unidos, Reino Unido, China y Sudáfrica, lógicamente en Estados Unidos se concentran las mayores EMSP siendo también un importante cliente de ellas.

¿Y dónde está el problema?

La participación de este tipo de empresas en conflictos armados no es nueva ni novedosa, aunque por muchos años haya pasado desapercibida a la opinión pública. Las guerras de Irak y Afganistán fueron el punto de inflexión para su crecimiento acelerado. Miles de soldados privados fueron contratados por Estados Unidos para “apoyar” sus operaciones militares.

El problema está en lo que se ha denominado “privatización” de la guerra, las EMPS están asumiendo cada vez más roles y funciones en los conflictos en desmedro de la soberanía de los Estados y su monopolio sobre el uso de la fuerza, con contratistas que en demasiadas ocasiones han demostrado falta de ética y respeto hacia los derechos humanos.

Dentro de las actividades oficialmente declaradas por estas compañías se encuentran, por ejemplo, apoyo logístico, mantenimiento del armamento y los sistemas de defensa, inteligencia, desminado y limpieza de Elementos Explosivos Sin Detonar (UXO´s), asesorías y consultorías en áreas tan diversas como reconstrucción, estabilización, reorganización de fuerzas armadas y policiales, entrenamiento en capacidades específicas y quizás las más polémicas, la seguridad para la protección de instalaciones y personas y la participación en combates.

Y quiénes son los contratistas que llevan a cabo estas funciones, en general, las EMSP utilizan una fuerza de trabajo flexible que seleccionan de acuerdo con sus habilidades. Muchos son exmilitares, en ocasiones de grupos especiales, con experiencia en temas de seguridad, amantes de las armas y la disciplina militar.

Como ejemplo, según un artículo publicado por Izquierda Revolucionaria durante la guerra de Irak había 122 ex militares chilenos “que sirvieron a las órdenes de Pinochet, los reclutaron a través de un anuncio aparecido en el periódico chileno El Mercurio (12/10/03) en el que se invitaba a exmilitares, preferentemente con experiencia en instrucción de comandos y dominio del inglés, para prestar sus servicios de seguridad en el exterior cobrando 18.000 dólares por seis meses de trabajo, al anuncio respondieron 400 infantes de marina y antiguos “boinas negras” (fuerzas especiales del ejército chileno). Estos mercenarios fueron contratados por una de las principales empresas del sector, Blackwater Security, filial de Halliburton (vinculada al vicepresidente estadounidense Cheney)”.

Por decir lo menos, siniestro.

En la ONU: 53 votos contra la resolución que condena la glorificación del nazismo

Félix Madariaga Leiva
Periodista

El pasado 17 de diciembre en la Asamblea General de la ONU se votó, como todos los años, la moción contra la glorificación del nazismo, que además de condenar y rechazar el horror que provocó, busca evitar el renacimiento de grupos que busquen ensalzar, difundir y reconocer el legado de esa ideología.

Desde 2005 la Federación Rusa presenta esta resolución ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la que, a pesar del constante voto en contra de Estados Unidos, siempre ha sido aprobada mayoritariamente. En 2024 – ante la incredulidad de muchos – 119 países votaron a favor, 10 se abstuvieron y 53 países la rechazaron, número no menor si consideramos que entre las abstenciones y los rechazos se encuentran varios países fundadores de la ONU, es más, también se encuentran varios países que vivieron en carne propia el horror de la II Guerra Mundial.

La glorificación del nazismo es una forma de racismo e intolerancia que se combate en gran parte del planeta, nos parece lo mínimo en un mundo que se declara civilizado. En el caso de América, Latina se está observando – deberíamos con temor – el surgimiento de movimientos y organizaciones que escondidos detrás de una “democracia liberal” que todo lo soporta, promueven un nacionalismo extremo. Como ejemplo Chile, con las ideas del diputado Joanes Kayser que a 360º (radio, tv y diarios) invita y seduce a sus seguidores con proclamas contra los extranjeros, contra el voto de las mujeres y contra las diversidades sexuales con la justificación de “salvar la nación”.

De mal en peor

El consenso sobre la valoración internacional del nazismo y el fascismo como ideología totalitaria, sanguinaria, capaz de genocidio, se alcanzó en 1945 como resultado del trabajo del Tribunal de Nuremberg, y en ese momento histórico, fue absolutamente aceptado por el peligro que representó para la humanidad. Casi 80 años después, frente al rechazo de Estados Unidos y varios países de la Unión Europea a la moción, nos preguntamos qué razones hay detrás de sus votos: ¿un cambio en la ética, intereses geopolíticos, superficialidad? Cualquiera sea la respuesta, nos parece peligrosa, porque de una forma u otra, sugiere que quieren cambiar la historia, que se olvidaron o quieren olvidar lo que fue el nazismo, y sus consecuencias.

Dentro de los 53 países que votaron en contra se encuentran Estados Unidos, Ucrania, Canadá, Italia, Polonia, Austria, Alemania, Bélgica, Australia, Dinamarca, Francia y Finlandia, Irlanda y Japón, entre otros. Curiosamente, en muchos de ellos, hoy gobiernan políticos de derecha o de extrema derecha. Quizás por ello, la memoria se ha vuelto tan corta.

Quizás por eso hoy escuchamos declaraciones egoístas e interesadas de parte del presidente electo de Estados Unidos, quien ha dejado claro que los intereses de su País están por sobre el resto. No cuentan los compromisos ni las alianzas cuando ellos tienen mucho que ganar. Así hemos visto a Trump declarando con mucha soltura que en sus planes podría estar el control de Groenlandia, la anexión de Canadá y recuperar el control del Canal de Panamá. Nada más y nada menos mostrando que a él no le complica el expansionismo de su país, sólo le preocupa el de los demás.

En este juego de simplificaciones, de grandes y pequeños, de buenos y malos, de vencedores y vencidos, ya casi nada parece sorprender, pero aún hay algunos que sienten vergüenza frente a países ayer enemigos y hoy aliados contra un “enemigo” común. Cuesta entender, por ejemplo, que Polonia parece haber olvidado el verano de 1943, cuando el Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), fundado por los partidarios de Stepán Bandera inició una masacre en las regiones de Volinia y Galitzia Oriental (en ese entonces parte de la Polonia ocupada por Alemania), asesinando se calcula a unos 100.000 civiles.

Ejemplos hay muchos, demasiados para nuestro gusto, incluso en el fútbol. Sí, sucedió hace unas semanas en Italia durante un partido de la segunda división italiana, donde Romano Floriani Mussolini marcó el gol de la victoria para su equipo la Juve Stabia contra el Cesena. Los hinchas celebraron haciendo gestos fascistas en honor a Benito Mussolini, bisabuelo del jugador, este los manda a callar

Y no es de tontos graves preocuparse por lo que pasa en los estadios, es irresponsable no entender que el nazismo nunca ha dejado de estar presente en nuestras sociedades. Y los votos en contra de la resolución de la glorificación del nacismo – que es de sentido común – sólo demuestran la incapacidad de los gobiernos y de las instituciones internacionales de frenar el descontento frente a una realidad internacional que no es capaz de integrar, acoger y asegurar un futuro cierto a sus ciudadanos.

Y entonces es simple, es fácil, es de perogrullo que surjan discursos de odio hacia el extranjero, hacia las diversidades, hacia el progresismo, hacia el cambio. Se necesita un enemigo al que culpar por la falta de oportunidades, por el estancamiento de la economía, por la falta de servicios… la lista es interminable y el enemigo será siempre el más débil.

Chile lo vivió con la dictadura de Pinochet, Chile dio refugio a fugitivos nazis, Chile permitió que nuestro Sur se manchara de una Colonia Dignidad, Chile también sufrió en carne propia el odio hacia el que no pensaba como el sistema; y hoy, hoy sólo podemos afirmar y reafirmar nuestro compromiso con los derechos humanos, exigiendo a nuestro gobierno de turno, votar una y otra vez, hasta el cansancio e incluso en soledad, contra la glorificación del nazismo. ¡Lo exigimos, como exigimos que Nunca Más!

Boris Johnson en Chile: Una visita poco deseada

Félix Madariaga Leiva

Por Félix Madariaga Leiva
Periodista

Hay personajes en la historia, que a pesar de haber tenido en sus manos el poder de cambiar su curso, para mejor, sólo han dejado un triste y vergonzoso recuerdo. Cada cierto tiempo reaparecen, buscando revalidarse de alguna manera, escribiendo libros, dictando charlas, visitando países lejanos para revivir esos buenos tiempos, en los que su opinión y sus acciones habrían podido, por ejemplo, detener el conflicto entre Ucrania y la Federación Rusa, evitando muertes inútiles, destrucción y la desestabilización de todo un planeta.

Estamos hablando del ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, quien es acusado de boicotear – apenas iniciada la guerra – la posibilidad de un acuerdo de la paz entre Ucrania y Rusia, defiendo los intereses de occidente y el imperialismo; y sí, hablamos de él porque ha sido invitado a Chile para participar el próximo17 de octubre en el XII Seminario Picton – El Mercurio, conferencia en la que se referirá a Rusia, Ucrania, Estados Unidos y China, entrevistado por el ex embajador de Chile en Reino Unido David Gallagher y por el abogado Gerardo Varela.

Boris Johnson es periodista, autor de “The Churchill Factor”, actualmente colabora con el Daily Mail de Londres, entre otros medios de comunicación. Ingresó al Parlamento el 2001, fue alcalde de Londres por dos períodos, entre 2008 y 2016, Primer Ministro del Reino Unido desde julio de 2019 hasta el 5 de septiembre de 2022, cuando tuvo que renunciar a su cargo debido a una serie de escándalos que lo vieron involucrado. Su jefe de bancada, Chris Pincher, fue acusado de acoso sexual, y aunque Johnson intentó resistir el duro golpe, la renuncia de más de 50 ministros y altos funcionarios de gobierno, que alegaron haber perdido la confianza en el ex primer ministro, lo obligaron finalmente a dar un paso al costado.

Durante meses, Johnson se vio enfrentado a una serie de críticas sobre su conducta y la dirección de su Gobierno, incluidas las fiestas ilegales que se organizaron en sus oficinas de Downing Street durante la pandemia del Covid-19 y por las que él, su esposa y otros colaboradores fueron multados.

Pero lo peor de su accionar se registró durante el intento de negociaciones entre Rusia y Ucrania. El acuerdo negociado a fines de marzo de 2022 en Estambul estaba listo para ser firmado y establecía, entre otras cosas, la neutralidad militar de Ucrania. Sin embargo, el entonces primer ministro británico, Boris Johnson, que actuó como embajador del Occidente político, no permitió que Ucrania pusiera fin a la guerra. “La preservación del Estado ucraniano y su futura expansión territorial dependen hoy, sobre todo, de cuánto dure la guerra».

Como señala Ariel Umpierrez, economista e historiador especialista en geopolítica, “quien boicoteó la paz en Ucrania con Rusia fue Boris Johnson”.

Hay muchas fuentes, de distintos sectores, que afirman que los ingleses fueron los principales actores en aniquilar la posibilidad de la paz, obviamente con la aprobación de Estados Unidos; y también hay muchas fuentes que afirman que fue Boris Johnson el que destruyó el borrador que el representante de Ucrania estaba dispuesto a firmar y en el que se establecían ya una serie de puntos de acuerdo. Sin duda la negociación estaba avanzada, lo reconoció el ex primer ministro de Israel, Naftali Bennett, quien ha señalado en diversas entrevistas que “ambas partes deseaban fervientemente un alto el fuego”. Entonces la paz era más que necesaria en ese momento, “porque Zelenski sabía que iban hacia el suicidio, pero Johnson le aseguró que contaría con el apoyo de occidente, le dijo quédate tranquilo, te enviaremos armas, bombas y seguiremos entrenando a tu gente, enviaremos expertos militares, por eso la OTAN es parte de esta guerra”, explica Umpierrez.

¿Quién está detrás de esta invitación a Chile?

La última vez que Johnson visitó Chile en calidad de primer ministro se reunió, en mayo de 2018, con el ex presidente Sebastián Piñera y el ministro de relaciones exteriores Roberto Ampuero para discutir sobre una mayor colaboración en materias de seguridad internacional, defensa y oportunidades comerciales post-Brexit. Y no sorprende que detrás de esta poco deseable invitación esté el diario El Mercurio, reconocido medio de comunicación golpista y tendencioso, que recibió millones de dólares de Estados Unidos para derrocar el gobierno de Salvador Allende en 1973.

El otro anfitrión, Picton, es menos conocido, fundada en 2011, tiene oficinas en Santiago (en la comuna de Las Condes), Costa Rica y Colombia, y lo poco que sabemos de ellos es que son “asesores y gestores de inversiones enfocados en las necesidades de clientes institucionales y altos patrimonios en Latinoamérica”, como se describen en su página web (www.picton.cl).

Fundada por Gregorio Donoso, ingeniero comercial de la UC; Matías Eguigurren, ingeniero comercial de la UDP, fue asesor directo del ministro del Interior en 2011, durante el primer gobierno de Sebastián Piñera; Augusto Undurraga, ingeniero comercial de la Finis Terrae y José Miguel Ureta, ingeniero civil industrial de la UC.  También organizan un seminario anual que reúne personajes controversiales y muy cercanos al capitalismo y la política occidental. Entre sus invitados se cuentan el ex presidente de Argentina Mauricio Macri, y para celebrar sus 10 años, el invitado fue el ex primer ministro británico, el conservador David Cameron.

¿Pero, porqué invitar a Johnson a Chile?

No comprendemos muy bien el objetivo de la visita de Boris Johnson a Chile y no nos gusta, pero nosotros no nos manejamos en las altas esferas de las finanzas ni en los meandros de la geopolítica internacional, sólo vivimos en el país real, ese que nos golpea en la cara con su desigualdad, ese país real que el capitalismo ha enfermado convirtiendo a las personas en consumidores, que intenta negar la historia y nuestra memoria. Y no, no nos gusta que por nuestras calles camine uno de los principales responsables del fracaso de los acuerdos de paz entre Rusia y Ucrania. Y no, no nos gusta porque la lección que aprendimos en 1973, aún nos duele, esa que vio como empresarios, medios de comunicación y potencias extranjeras, eran capaces de destruir los sueños de un pueblo para defender sus intereses.

Fuentes:

https://www.gov.uk/government/news/visit-to-chile-by-foreign-secretary-boris-johnson.es-419

https://cnnespanol.cnn.com/2022/07/07/por-que-renuncio-boris-johnson-trax

https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=0NoXEcKoKCQ

https://ctxt.es/es/20230201/Politica/42198/Fabian-Scheidler-israel-Putin-Zelenski-Ucrania-Rusia-Naftali-Bennett.htm

https://picton.cl/team/#:~:text=GREGORIO%20DONOSO%2B%2B%2B,patrimonio%20entre%201994%20y%202011

https://www.uppers.es/economia-y-dinero/por-que-volodomir-zelenski-aparece-papeles-pandora_18_3313020382.html