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Etiqueta: guerra mundial

La tercera guerra mundial, ¿comenzó el 4 de julio de 1776?

Edgar Chacón Morales

Edgar Chacón Morales
Setiembre 2023

Los viajeros del “Mayflower”, salieron el 16 de setiembre de 1620, de Plymouth, Inglaterra.

Como se sabe, muchos de éstos venían escapando de la persecución religiosa, otros iban aventurando y en pos de una nueva vida.

Soportando 66 días de incomodidades, enfermedades y molestias llegaron a América, la que posterium / posteriorum sería “para los americanos”.

Luego, después de “La guerra del té”, los abusos impositivos de Inglaterra, la masacre de Boston de 1770 y otras consideraciones y decisiones, llegó el 4 de julio de 1776, y en 1787 el gobierno republicano, representativo y federal.

El “Destino Manifiesto”

En 1845, John O´Sullivan publicó en “Democratic Review” de Nueva York un artículo apoyando la “inclusión” de Texas en Estados Unidos, en el que escribió esta sentencia.

De ahí, la extensión hasta el Pacífico y luego más allá. Esto implicó “Tratados de paz” que siempre se violaron, con las poblaciones originarias, asesinatos y exterminios sistemáticos, así como la reducción de estas poblaciones a reservaciones.

Estados Unidos es un país que tiene en la base de su expansión, la mentira y el engaño. Eso es parte del “American way of life”, del “Big stick”.

Continuadores del imperialismo inglés y de Halford Mackinder

En la historia queda Francis Drake e Isabel I de Inglaterra. Vayan a saquear el mundo para la grandeza de Inglaterra parecía ser la consigna.

“Quien domina el este de Europa, domina Heartland, quien domina Heartland, reina en la ´isla del mundo´, quien domina la ´isla del mundo´, gobierna el mundo entero” (18/1/1820), propuso este geopolítico de Gainsborough, Reino Unido, en su libro “Ideales democráticos y realidad”. ¿Ideales democráticos?

Con esta propuesta, también “el poder naval”, las “panregiones”, el Rimland” (“anillo de tierras”), “el poder aéreo”, el “equilibrio geopolítico”, el “imperialismo tropical”, la “geopolítica multipolar”, el “livingsroom”, por qué no y otras, componen estas “doctrinas” geopolíticas.

Nicholas Spykman (estadounidense), propuso su “anillo de tierras”, que comporta la “molestia” permanente, que implica no dejar en paz a quienes queden dentro del “anillo”, Eurasia, fundamentalmente la Federación Rusa y la República popular China, y tenerlos siempre en la mira.

En este marco debe entenderse la mentira y el engaño a Gorbachov, de que la OTAN no se extendería “ni una pulgada” hacia el este, luego de la disolución del “Pacto de Varsovia”, para lo que se tiene en la base la “contención” de George Kennan, y en la que debe traerse a colación a Henry Kissinger, Foster Dulles y Zbigniew Brzesinski en y en el marco de lo cual se entiende la asignación de roles a Turquía, Irán, Japón y otras zonas de Asia, a partir de la posguerra.

Ahí también están el QUAD (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral que incluye a Estados Unidos, Japón Australia e India, por ahora) y el AUKUS (Australia, Reino Unido y Estados Unidos), tratado este segundo, en cual queda la ilusión de Francia de venderle submarinos nucleares a Australia, a lo que el complejo militar industrial de Estados Unidos le dijo no y que aún mantiene molestias, que quedan dejando huellas, en el marco de la hipocresía “occidental”.

El asunto no para. “Balcanizar” a todo el mundo. “Divide y vencerás”

En toda esta visión demencial de avorazamiento del mundo, que incluye un presupuesto militar de un billón de dólares de Estados Unidos, La Federación Rusa se ve como un territorio muy grande y extenso al que hay que “hacerlo en pedacitos”.

Después del conflicto en el escenario de Ucrania, de nuevo viene “Nagorno/Caravaj”, ese conflicto fomentado entre Azerbaiyán y Armenia, en las cercanías de Rusia, que también se inscribe en las “recomendaciones” de la Corporación Rand (“Extending Russia”).

Submarinos nucleares, portaaviones, misiles hipersónicos, la fantasía de la “guerra de las Galaxias” de Reagan, todo esto se inscribe en lo impulsado por la conducta “pac-man”, de Estados unidos y el mundo anglosajón encabezando G7/OTAN, lo que como bestia del apocalipsis, por el bien de la humanidad, es deseable que se detenga.

En los preludios de la tercera guerra mundial ¿sí o no?

“Una vez más, los medios de comunicación –incluyendo las redes sociales- actuaron de forma alevosa para generar un conflicto que sólo puede beneficiar a los vendedores de armas, las petroleras trasnacionales, que son los que han atizado el conflicto. La verdad es la primera víctima de la guerra, decía el griego Esquilo hace más de 2.500 años. Hoy sabemos que la mentira es un arma de guerra.” Aram Aharonian La Mentira, principal arma de guerra en Ucrania – Rebelión 28/02/22.

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Estamos ante una inmensa tragedia que pudo ser evitada por la vía de la negociación diplomática y el compromiso de no agresión entre las superpotencias, sin sacrificar al peón ucraniano cuyos líderes se prestaron al juego de las potencias occidentales, lo que se ha hecho cada vez más evidente con el paso de las horas abriéndole las puertas a un conflicto que podría ser prolongado y podría asumir proporciones incalculables en todos los órdenes de las convivencia pacífica entre las naciones.

Por otra parte, el triunfo de una Ucrania fascista nos pondría al borde la Tercera Guerra Mundial como un resultado del escalamiento ad infinitum de un conflicto bélico, eso es algo que Rusia no permitirá jamás. Hoy más que nunca urge una solución pacífica entre las partes involucradas, de manera directa, para ello es preciso que se sienten a negociar para garantizar la convivencia pacífica de dos pueblos eslavos que tienen una larga historia en común, dejando de lado la agresiva expansión de la OTAN hacia el este europeo, la que ha venido rompiendo peligrosamente los equilibrios de poder entre las dos superpotencias más importantes del planeta.

Un siglo atrás, los líderes revolucionarios bolcheviques Vladimir Lenin y León Trotsky, ruso el primero y ucraniano el segundo, se pronunciaron a favor de la autodeterminación de los diversos pueblos que hasta la revolución de 1917 conformaban el gran imperio zarista, por lo que se puede afirmar que ellos fueron los fundadores de la Ucrania moderna. Por desgracia el proyecto de Lenin para fundar la Unión Soviética en 1922 fue derrotado por el de Stalin, quien aprovechando la enfermedad de Lenin terminó por imponer el suyo, más centralista y autoritario, según el historiador Moshe Lewin en su obra EL SIGLO SOVIÉTICO.

Para Lewin los dos programas se oponen frontalmente en 1922-1923, a propósito del debate sobre la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), un combate que termina con la enfermedad y la muerte de Lenin, en enero de 1924.

Puede decirse que había nacido el estalinismo, propiamente tal a partir de la definición del nuevo régimen, en los términos del chauvinismo gran ruso y el control centralizado del poder, mientras que el poder de las nuevas repúblicas soviéticas quedará reducido a una condición puramente nominal, lo que se contrapone a la propuesta original de Lenin y otros bolcheviques como Trotsky y Zinoviev, aún y cuando este último se coaligará contra el primero de ellos a la muerte de Vladimir Lenin. Como bien se dice, ya eso es historia pasada, pero una que sería una gran torpeza ignorar.

Volviendo a la grave encrucijada histórica en que nos encontramos, lo cierto es que los Estados Unidos y los países de la OTAN le han declarado la guerra a la Rusia postsoviética, llevándola a reaccionar militarmente en Ucrania: estamos ya en la antesala de la Tercera guerra mundial, dada la manifiesta intencionalidad de esas potencias de someter a Rusia a su dominio, so pena de destrucción de toda la estructura del comercio internacional que nos va a afectar a todos, al sacarla del sistema SWIFT que sirve para agilizar los pagos en el intercambio entre estados de bienes y servicios. Ha comenzado el bloqueo del gigante euroasiático con el cierre aéreo, al negársele el acceso al espacio aéreo europeo y al marítimo de sus buques a los puertos de los países de la Unión Europea.

Además, el envío de armas al régimen de Kiev, anunciado en horas de la tarde del domingo 27 de febrero nos pone al borde del abismo. Lo peor de toda esta pesadilla, es que mucha gente no percibe la gravedad de la situación, pues desde la crisis de los cohetes soviéticos en Cuba y el bloqueo naval estadounidense, en octubre de 1962, nunca hemos estado tan cerca de una hecatombe nuclear, la que aconteció cuando la gran mayoría de la población actual no había nacido.

Es aquí donde la realpolitik y la geopolítica con sus vastos alcances nos plantean otras vías o formas de análisis de las ominosas consecuencias que nos traerá este escalamiento bélico, con el inicio de las operaciones efectivas de combate iniciadas por las fuerzas militares rusas, a partir de la madrugada o la noche del jueves 24 de febrero, destinadas a proteger a las repúblicas populares de Donietsk y Lugansk, pero que ya venía manifestándose como una guerra de cuarta generación caracterizada por una violenta inaudita contra esas poblaciones rusófonas del Dombass y de todo el este de ese país, sobre todo a partir de los violentos acontecimientos del año 2014, con la llamada rebelión de Maidan (octubre 2013-febrero 2014) cuando los Estados Unidos promovieron el desplazamiento del presidente electo de Ucrania, Víktor Yanukóvich, quien era proclive a un entendimiento con la Federación Rusa, y al logro de una salida política democrática a la crisis de entonces, la que si bien estaba planteada entre los mismos ucranianos se distorsionó por la interferencia de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, como un hecho que resultó fatal para todos ellos.

Después de ocho años de una guerra de cuarta generación ¿estará dispuesto el establishment estadounidense a llevarnos a la Tercera Guerra Mundial, con sus temibles efectos, para salvar al senil presidente Joe Biden que busca garantizar así su reelección? De ser así, estaríamos metiéndonos en un callejón sin salida y el precio a pagar sería demasiado alto y casi sin remisión posible, todo en procura de alcanzar un objetivo tan banal, en medio de la corrupción reinante entre los centros de poder de la Casa Blanca estadounidense, conformados por unas gentes que nos quieren sacrificar en el altar de sus turbios negocios.

Estamos avisados de los alcances de lo que se nos viene encima a todos, mientras tanto el aparato mediático occidental continúa su labor destructora y disociadora, confundiendo a toda clase de gentes que no logran que establecer ¿qué está en juego en este conflicto bélico, y sobre todo en su peligroso escalamiento?, pues si bien es hasta ahora, en los últimos días de este mes de febrero de 2022, cuando que ha entrado en su fase bélica en estricto sentido, con todas sus dolorosas consecuencias, tal y como hemos venido indicando, este escalamiento del conflicto no deja de ser el resultado de una prolongada campaña mediática de hostigamiento y satanización hacia la parte rusa, lo que aún si no asumiéramos posición en favor de alguna de las partes enfrentadas, deja de ser un hecho evidente en sí mismo.