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Etiqueta: historia

La propuesta del grupo socialdemócrata. (Un episodio de Historia Constitucional)

Walter Antillón

En memoria de Fernando Baudrit Solera y Fernando Fournier Acuña,
paladines de la independencia judicial

Hoy día casi nadie en Costa Rica recuerda que en el año de 1949, apenas convocada la Asamblea Constituyente, un grupo de intelectuales cercano a la Junta Fundadora de la Segunda República (gobernaba de facto desde hacía algunos meses) propuso oficialmente un Proyecto de Constitución moderadamente social-demócrata; un Proyecto que la aplastante mayoría conservadora de la Asamblea desechó in limine con argumentos deleznables, optando por utilizar la vieja Constitución de 1871 como modelo a seguir en la redacción de la nueva Carta.

Ello a la postre constituyó, indudablemente, una gran pérdida, porque dicho Proyecto era mucho más moderno y amplio que la vieja Constitución, y que la actual; y en particular, su Titulo VIII, dedicado al Poder Judicial, desarrollaba en 17 enjundiosos artículos, una concepción más racional y garantista que la de las Constituciones anteriores; siendo que éstas, entre otros vicios, en el mecanismo del nombramiento de los Magistrados, colocaban a la Corte Suprema de Justicia en riesgo de sufrir la politización y el sometimiento a las cúpulas políticas y fácticas del País.

Así por ejemplo, en lo que atañe al nombramiento de los magistrados, los artículos 153 y 157 del Proyecto Socialdemócrata aportaban una mejora sustancial con respecto al sistema de la Constitución de 1871, pues proponían la elección a partir de ternas escogidas por la Corte, y planteaban la inamovilidad de los magistrados en sus cargos. Veamos los textos:

Artículo 153. Los Magistrados serán elegidos por la Asamblea Legislativa, necesariamente de entre los candidatos que le presentará la Corte Suprema de Justicia, en número de tres por cada uno que deba nombrarse. La integración de las ternas se hará por voto secreto no inferior a la mitad más cualquier fracción total de los Magistrados que componen la Corte; en la designación se procurará dar preferencia a los funcionarios del Poder Judicial; pero, en todo caso, uno de ellos debe figurar siempre en cada terna.”

Artículo 157. Los Magistrados tendrán derecho a conservar su puesto, mientras dure su buen desempeño y no hubieren cesado en sus funciones, y a gozar de pensión de retiro en los términos que fije la ley, salvo en el caso de destitución. No podrán ser suspendidos sino por declaratoria de haber lugar a formación de causa o por los otros motivos legales dentro del régimen disciplinario respectivo; en este último caso, por acuerdo de la Corte Suprema de Justicia, votando en secreto por no menos de dos tercios del total de sus miembros.”

Del análisis del artículo 153 del Proyecto extraemos las siguientes disposiciones:

  1. La Asamblea legislativa tiene una potestad limitada en la elección de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, para evitar que su intervención no se traduzca en influencia política que socave la independencia de aquellos.

  1. La limitación de dicha potestad consiste en que la elección que haga la Asamblea debe recaer necesariamente en uno de los tres nombres contenidos en una terna escogida por la Corte. El acto de elección de los magistrados por la Asamblea se convierte así en una mera solemnidad, como corresponde en obsequio de la paridad entre dos poderes supremos.

  1. La Corte, un colegio de jueces expertos en la función jurisdiccional, tiene la potestad de designar, con buen criterio, las personas que integrarán la terna que se someterá a la Asamblea.

  1. La Corte integrará la terna mediante el voto secreto de la mayoría absoluta de los Magistrados, para garantizar a éstos una plena libertad de elección.

  1. En la designación de los candidatos, la Corte ‘procurará dar preferencia’ a los jueces en propiedad pertenecientes al Poder Judicial, pues se considera que ellos están mejor calificados, porque presuntamente dominan mejor el oficio de juzgar.

  1. Por lo menos uno de los integrantes de la terna será necesariamente un juez en propiedad perteneciente al Poder Judicial. De hecho, la Corte podría colocar dos o tres jueces en la terna; pero la regla comentada sirve para asegurar en cualquier caso su presencia.

En cuanto al artículo 157, de su análisis se desprende la intención de la Comisión redactora del Proyecto Socialdemócrata de otorgar a los Magistrados de la Corte la inamovilidad en sus cargos ‘mientras dure su buen desempeño’. Se trata de una disposición que hoy es una regla de oro que, en los países civilizados, atañe a todos los jueces, fiscales y defensores del sistema de Justicia.

Ahora bien ¿por qué motivo estas propuestas más que razonables no llegaron a formar parte de nuestra Constitución vigente?

La discusión del Título relativo al Poder Judicial consta en las Actas números 139-148 de la Asamblea Nacional Constituyente de 1949, de las cuales extractaremos las piezas pertinentes a nuestro propósito.

  1. Acerca de la inamovilidad de los Magistrados

En el Acta No. 139 del 29 de agosto de 1949 encontramos la propuesta del artículo ‘de la inamovilidad’, redactado por la Fracción Socialdemócrata, y presentada al pleno por el diputado Fernando Fournier Acuña, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Veamos el Acta:

“ …En relación con el artículo ciento veintitrés, la fracción Social Demócrata presentó moción para que se lea así:

Los Magistrados tendrán derecho a conservar su puesto, mientras dure su buen desempeño y no hubieren cesado en sus funciones y a gozar de pensión de retiro en los términos que fije la ley, salvo en el caso de destitución. No podrán ser suspendidos sino por declaratoria de haber lugar a formación de causa o por los otros motivos legales dentro del régimen disciplinario respectivo; en este último caso, por acuerdo de la Corte Suprema de Justicia, votado en secreto por no menos de dos tercios del total de sus miembros”.

El Licenciado FOURNIER explicó que el artículo anterior pretende establecer lo que la ciudadanía ha venido anhelando por espacio de muchos años: la inamovilidad de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, con el objeto de ponerlos al margen de los vaivenes de la política. Luego indicó que todo el título del Poder Judicial del Proyecto del cuarenta y nueve, se basó fundamentalmente en el similar de la Carta de mil ochocientos setenta y uno. Añadió que su Partido -el Social Demócrata-, ha pensado que la independencia del Poder Judicial se garantiza decretando la inamovilidad de los Magistrados.

El Diputado FOURNIER hizo uso extensamente de la palabra, conceptos que se reproducen en el acta. Manifestó que, en su concepto, de no aprobarse la inamovilidad, todo el edificio constitucional que estamos creando, quedaría desquiciado. La inamovilidad, como una de las mayores conquistas democráticas de los pueblos, es la condición esencial para disfrutar de una Corte Suprema de Justicia bien integrada, que sea una verdadera garantía para todos los ciudadanos, sin discriminaciones de ninguna clase, libre de influencias extrañas. La Corte viene a ser -de acuerdo con el nuevo texto constitucional- algo así como el contrapeso de los otros Poderes, que garantiza la justicia por igual de todos los costarricenses. Hay que tener presente que la Corte no sólo va a resolver los conflictos de carácter particular, sino también otros de gran importancia planteados entre los particulares y el Estado. Si las disposiciones de la Corte van a estar tachadas de politiquería, todas esas garantías que hemos creado para los costarricenses -como por ejemplo, el recurso de Hábeas Corpus y el de Amparo- vendrán a quedar por el suelo, y en su calidad de simples principios teóricos, inoperantes en nuestra realidad. Tampoco debe olvidarse que la Corte va a nombrar a los miembros del Tribunal Supremo de Elecciones, bajo cuyo patrocinio se van a efectuar los procesos electorales. Si la Corte va a estar integrada con un carácter político, la pureza electoral se habrá esfumado también de nuestro medio, pues el partido político mayoritario, a través de la Asamblea Legislativa, decidirá en la integración de aquélla. La Corte, entonces, vendrá a ser un reflejo de los intereses políticos que imperan en la Asamblea Legislativa. Ahí está precisamente el peligro. Para evitar ese peligro, es fundamental decretar la inamovilidad de los Magistrados, para que éstos no estén sometidos a los vaivenes de la política.

En apoyo de la moción de FOURNIER acudió don Fernando Baudrit Solera, quien fue también Profesor y Decano de la Facultad de Derecho, Rector de la Universidad de Costa Rica y finalmente Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

El Representante BAUDRIT SOLERA se pronunció en términos que íntegros se publican en “La Gaceta”. Manifestó que en ocasión anterior, había expuesto las razones por las cuales la Comisión Redactora del proyecto del cuarenta y nueve había adoptado el sistema de la inamovilidad de los Magistrados. En el seno de la Comisión se discutieron extensamente los beneficios e inconvenientes de ese sistema, que son, estos últimos, los señalados por el señor Arias y aun otros más. El sistema, es claro, tiene sus desventajas. Pero si colocamos sus inconvenientes frente a los del sistema actual, que deja en manos de un cuerpo político, como es el Congreso, la integración de la Corte, llegamos a la conclusión de que es fundamental adoptar el sistema de la inamovilidad de los Magistrados. Agregó que prácticamente el país ha venido viviendo este sistema de la inamovilidad, pues algunos buenos Magistrados han sido reelectos sucesivamente, salvo contadas excepciones y aun cuando tales reelecciones hayan tenido a veces origen político. En cuanto a la idea del señor Arias (don Juan Rafael) de alargar el período a los señores Magistrados, no le parece conveniente por las razones que pasó a exponer. Un abogado electo Magistrado tendrá que abandonar su bufete. Si a él vuelve pasados diez años, por ejemplo, le será muy difícil, si no imposible, recuperar su clientela. Eso le obligaría a acudir al Congreso para influir en el ánimo de los señores Diputados con el propósito de lograr su reelección. Siendo que muchas veces los Diputados abogados tienen asuntos pendientes en los tribunales, tal procedimiento vendría a acarrearnos grandes males, pues aquellos también tratarían de influir en el ánimo de los miembros de la Corte. Por esa y otras razones, fue que en el seno de la Comisión Redactora -continuó diciendo el señor Baudrit-, propuso que los representantes en la Asamblea Legislativa que fueran abogados mientras durasen en sus funciones, no pudiesen ejercer su profesión, moción que cree sólo contó con su voto. Insiste en que el mejor sistema es el de la inamovilidad, que ha dado tan buenos resultados en los países que lo han adoptado, como Brasil, Chile, Argentina, Cuba y los Estados Unidos. Si en esos países el sistema ha dado tan buenos resultados, ¿por qué razón no adoptarlo entre nosotros, máxime si el sistema actual permite abusos, que ya se han cometido? Aclaró el Licenciado Baudrit que la inamovilidad de los Magistrados se mantiene, mientras cumplan a cabalidad su función y no es absoluta. El mismo proyecto del cuarenta y nueve, en sus artículos ciento cincuenta y nueve y ciento sesenta, establece las causales de cesación y de destitución. Agrega que un artículo transitorio del Proyecto de mil novecientos cuarenta y nueve, dijo que le corresponderá a la próxima Asamblea Legislativa integrar la Corte Suprema de Justicia. Debemos pensar que la Cámara procederá en la mejor forma, a efecto de integrar una Corte que merezca la más absoluta confianza a todos. Concluyó el orador diciendo que mantener el sistema actual le parece un gravísimo error.

Muchos otros constituyentes se sumaron a la tesis de la inamovilidad, recordando situaciones en las que se demostraba la influencia politiquera que acarreaba el régimen de la Constitución de 1871. Aduzco como ejemplo, entre muchos, el testimonio del Diputado don Manuel Antonio González Herrán, prestigioso abogado litigante de San José:

“ …El Diputado GONZALEZ HERRAN declaró que su voto será favorable a la moción planteada. La razón fundamental que lo mueve a otorgar la inamovilidad a los Magistrados, es la de preservar al Poder Judicial de toda influencia extraña, para que se maneje con absoluta independencia. Añadió que no fue a partir de 1940 que se operó la intervención de la política en el Poder Judicial. Ya antes aun cuando el Presidente no influía poderosamente en el nombramiento de los Magistrados los abogados nos dábamos cuenta de lo difícil que era litigar contra un Diputado. Para el país es de muy graves consecuencias que los Diputados, supremos electores de los integrantes de la Corte, tengan juicios pendientes con la justicia. De ahí que opina que a los Altos Jueces que integran la Corte, debe colocárseles al margen de toda posibilidad de quedar bien o mal con los que son sus electores. Los intereses políticos privaban en la elección de los Magistrados cada cuatro años. Es por estas razones, que no puede aceptarse el sistema vigente, que tan pésimos resultados ha dado en nuestro medio, especialmente en los últimos años. Si no se consagra la inamovilidad -concluyó el señor GONZALEZ HERRAN-, nos estaremos exponiendo a padecer los inconvenientes de Magistrados interesados en conseguir los votos de una mayoría parlamentaria. Mientras los Altos Jueces que integran la Corte cumplan con sus obligaciones, deben mantenerse en sus puestos.

La moción de Fournier y Baudrit recogió muchas adhesiones como la que acabo de transcribir, y no tantas opiniones contrarias, pero a la hora de votarla, sorpresivamente fue rechazada. Esa mayoría contraria no contaba en realidad con muchos argumentos; pero parece ser que el desconocimiento de la materia y el miedo a todo lo que es nuevo en muchos de los constituyentes; o el mero espíritu de contradicción; o la conveniencia que les reportaba el sistema vigente a aquellos que ejercían la ‘abogacía política’, etc., hicieron su trabajo.

La tragedia estuvo en que ninguno de los tenaces opositores, como por ejemplo el cartago Mario Alberto Jiménez o el herediano Fernando Vargas, propuso alternativas al sistema que criticaban, de modo que cuando hicieron fracasar la propuesta socialdemócrata, lo que quedó finalmente aprobado fue una versión de la impresentable fórmula de 1871, que irónicamente ninguno de ellos recomendaba, ni nadie en la Asamblea había defendido.

En el Acta de la Sesión No. 141 del 31 de agosto citado, don Fernando Baudrit presenta y razona su moción de revisión del rechazo de la propuesta socialdemócrata sobre la inamovilidad, con abundancia de argumentos y referencias, y presenta una carta del Presidente de la Corte, don Gerardo Guzmán, en apoyo de la inamovilidad.

“ …Artículo 2º.- El Representante BAUDRIT SOLERA presentó moción de revisión sobre la ponencia rechazada en la sesión anterior de la fracción Social Demócrata en relación con la inamovilidad de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. El mocionante expuso las razones que lo llevan a solicitar la revisión planteada. Empezó diciendo que sus convicciones de mucho tiempo, así como el hecho de desempeñar en nuestra Escuela de Derecho la Cátedra de Derecho Procesal, desde la cual siempre ha abogado por la tesis de la inamovilidad judicial, lo movían a agotar todos los recursos como lo expresó en la sesión anterior para que en la Constitución de 1949 se incorpore el principio de la inamovilidad de los integrantes de la Corte, que estima necesario y saludable para la vida institucional del país. Por otra parte, la votación de ayer no es un reflejo exacto de la mayoría de la Cámara, ya que la moción respectiva se desechó por un solo voto. Por estas razones considera que es necesario ahondar el debate para ver si es posible llevar al ánimo de los señores Representantes la necesidad y conveniencia del sistema de la inamovilidad. Para corroborar su tesis, el señor Baudrit dio lectura a las siguientes opiniones de conocidos tratadistas de la materia, que se pronuncian en un todo de acuerdo con la inamovilidad del Poder Judicial: Francis Lieber, expositor americano, en su libro “On Civil Liberty and Self Government” [1853] página 204, nos dice: “La independencia de los jueces es un concepto de la vieja raigambre de los escritores de la filosofía política de nuestra lengua. Pero debe hacerse observar que la independencia del Poder Judicial, por la cual se entiende generalmente aquella posición del juez independiente del Poder Ejecutivo, (en los Estados Unidos el Presidente nombra los Magistrados sometiendo su aprobación al Senado), sólo es factible si su nombramiento es de por vida y se les respalda con la prohibición de que sus salarios no deben ser disminuidos, después de que su nombramiento ha tenido lugar”. Y reafirmando ese concepto en la página 220, agrega: “La independencia del Derecho y de la Administración de Justicia, requiere esa independencia del Juez”. El tratadista don Fernando Mellado, en su obra Derecho Político, página 780 expone: “La independencia, la inamovilidad y la responsabilidad de los jueces, completan el cuadro de la autoridad judicial. La independencia, porque sin ella los jueces no pueden obrar libremente, ni conforme a Justicia, sino que subordinarían sus sentencias o disposiciones materiales o morales extrañas por completo a lo que debe ser la autoridad judicial. La inamovilidad conduce inmediatamente a la independencia a que acabamos de referirnos; la seguridad por parte del juez de que obrando rectamente no se le ha de seguir perjuicio alguno en el ejercicio de su cargo, facilita que obre con la independencia debida, ajustando todas sus disposiciones a los preceptos de la ley, según los comprenda, los desarrolle y analice su propia conciencia”. El profesor Felipe Tena Ramírez (Derecho Constitucional, página 421), defendiendo el mismo principio y doliéndose de que en México no haya sido respetado en las últimas constituciones políticas, cita la opinión de Rabasa (expuesta en su tratado Organización Política de México), que dice: “La inamovilidad del Magistrado es el único medio de obtener la independencia del tribunal… El nombramiento puede ser del Ejecutivo, con aprobación del Senado, que es probablemente el procedimiento que origina menores dificultades y promete más ocasiones de acierto… Las ligas de origen se rompen por la inamovilidad, porque el Presidente que confiere el nombramiento no puede revocarlo ni renovarlo; el Magistrado vive con vida propia, sin relación posterior con el que tuvo la sola facultad de escogerlo entre muchos, y que no vuelva a tener influencia alguna ni en sus funciones, ni en la duración de su autoridad”. Sobre esta misma materia -continuó diciendo el señor Baudrit- recabó la opinión de don Gerardo Guzmán, actual Presidente de la Corte, con quien los costarricenses tienen contraída una gran deuda. Piensa que el pueblo costarricense, representado en el seno de esta Asamblea, tiene la obligación de conocer y pesar la opinión del gran patricio, don Gerardo Guzmán, el reo de los calderocomunistas, arrancado a su vida hogareña, después del triunfo de la revolución libertadora, para ponerlo al frente del Poder Judicial que ya él había honrado con su vida honesta puesta al servicio de la justicia nacional. El más alto representativo del Poder Judicial está absolutamente de acuerdo con nuestra tesis. Ninguna persona más autorizada para opinar respecto a la inamovilidad que el señor Guzmán. Y no puede de ninguna manera pensarse que don Gerardo esté interesado en este asunto, ya que él tendrá que abandonar la Corte por razones de edad. Terminó el orador dando lectura a la siguiente carta que le enviara el señor Guzmán, advirtiendo que la realidad debió comenzar con la lectura de ese documento.

CARTA DEL PRESIDENTE DE LA CORTE DON GERARDO GUZMÁN QUIRÓS.

“ …San José, 31 de agosto de 1949.

Señor Licenciado don Fernando Baudrit.

S. D.

Muy estimado colega:

En vista de su deseo de obtener mi opinión en cuanto a los bases fundamentales sobre las que debe descansar el Poder Judicial de la República, según la Constitución que ahora se proyecta, con el propósito de estabilidad y prestigio y de que constituya una garantía efectiva para los ciudadanos que a él ocurren en demanda de justicia, me es muy grato complacerlo externando mi parecer en la forma siguiente:

La experiencia de los puebles más cultos los ha llevado al convencimiento de que es indispensable rodear a la administración de justicia de efectivas garantías, a fin de ponerla al abrigo de extrañas y funestas influencias que a veces se dan, pudiendo enturbiar su actuación, y de ahí que en tales países se haya colocado a la judicatura en condiciones especiales y, puede decirse, hasta de ventaja sobre los demás cargos de la Nación, más todo esto, bien se comprende, no con la mira interesada o injusta de favorecer a los ciudadanos que desempeñan las funciones de Magistrados, sino en beneficio directo de todos los habitantes de la República. Relativamente a este punto hay que recordar un yerro del pasado que es preciso rectificar, la Constitución de 1871 fijaba un corto período para el ejercicio de la Magistratura y atribuía la elección de los Magistrados, sin contralor alguno, a un cuerpo esencialmente político, como lo es el Congreso; éste, además, tenía la facultad irrestricta de fijarles sueldo, de aumentárselos o disminuírselos, a su arbitrio. No se concibe una base más deleznable y a todas luces resulta inconveniente por el peligro manifiesto que entraña, y debe reconocerse que la Constitución aludida ofreció amplio campo a los otros Poderes para falsear el Judicial, con quebranto de su prestigio, todo lo cual, indudablemente, debe ser impedido en la nueva Carta Fundamental.

Todo plan para el establecimiento del Poder Judicial bien organizado debe basarse, según lo demuestra la experiencia, en la inamovilidad de los jueces, mientras desempeñen sus funciones con entera dedicación y honradez. Esta idea no es nueva, pues el principio de la inamovilidad de los jueces se halla incorporado, desde hace muchos años, en varias constituciones de otros países y, progresivamente, se ha ido incluyendo en las de otros de avanzada cultura jurídica. En cuanto a las vacantes que ocurran debiera atribuirse al Congreso la facultad de llenarlas, pero escogiendo dentro de las ternas que le envíe la Corte, la cual queda en absoluta liberta de integrarlas, procurando siempre el ascenso, si éste fuera posible. La bondad de este sistema resulta innegable, si se tiene en cuenta que el único interés que podría privar en la Corte, al formar la terna respectiva, sería el de mejor servicio público, sugiriendo como candidatos a la Magistratura a profesionales que por su probidad reconocida, preparación, cultura y esfuerzo personal, fueran idóneos para el desempeño de tan delicadas funciones en un tribunal colegiado. Un procedimiento semejante debiera adoptarse para la elección de Magistrados suplentes, mediante el envío que hiciera la Corte al Congreso de una lista de candidatos, dentro de la cual este último elegiría a dichos funcionarios; y, asimismo, las vacantes también debieran llenarse por medio de ternas enviadas por la Corte al Congreso.

Nuestra Ley Orgánica de 1888 (derogada) contenía la prohibición de rebajar los sueldos de los funcionarios que administraran justicia durante el período para el cual hubieran sido nombrados. Al incorporar esa garantía -que en otros países existe en sus respectivas constituciones- en el estatuto orgánico del Poder Judicial de nuestro país sin duda se tuvo el propósito de evitar represalias de otros poderes que, aun cuando muy improbables, tampoco serían imposibles en momentos de extraordinaria exaltación política. Disposiciones semejantes a la que contenía nuestra Ley Orgánica de Tribunales de 1888, y a la cual me he referido, existían desde hace muchos años en las más avanzadas constituciones políticas de otros países por estimarse como indispensable complemento de la inamovilidad judicial. En cuanto a lo que se conoce como autonomía económica, sea de un poder o de una institución del Estado semiautónoma, debo decir que durante más de medio siglo en el presupuesto general de gastos del Estado, se le reconoció a la Corte y se le estuvo asignando una modesta partida para cubrir los alquileres de locales destinados a oficinas judiciales que, en su mayoría, se alojan en edificios de propiedad particular, compra y reparación de mobiliario, papelería y otros gastos menudos, no habiendo ofrecido ese sistema ningún tropiezo; sin embargo, desde la promulgación de las leyes llamadas de organización fiscal, ya no es el Presidente de la Corte quien gira contra la respectiva partida sino el Ministro de Hacienda, previos dilatados trámites, todo lo cual acarrea pérdida de tiempo y entorpecimiento en el pago de esos pequeños desembolsos, lo cual indica que es conveniente autorizar en la nueva Constitución a la Corte para manejar esa pequeña partida girando contra ella el Presidente de la Corte, sin más requisito que el pago esté debidamente justificado. Las anteriores reformas las había estimado indispensables la corte, en otra oportunidad, para asentar al Poder Judicial sobre bases inconmovibles, ideal que se ha venido intentando durante muchos años, sin que hasta ahora se haya incorporado, como sería de desear, en la Constitución de la República.

Agradezco a Ud. la distinción que se ha servido hacerme al solicitar mi modesto parecer al debatirse la organización del Poder Judicial al cual he servido durante tantos años y por cuya mejora siento el más vivo deseo; aprovecho la ocasión para renovarle las muestras de mi consideración muy distinguida.

GERARDO GUZMÁN

Entre otros colegas, el Diputado Ricardo Esquivel Fernández adujo los siguientes argumentos para apoyar la moción de revisión del Diputado Baudrit:

“…Mucho se ha escrito, en España y fuera de ella, en defensa de la inamovilidad de la magistratura. Resumiremos ahora los principales argumentos aducidos por los partidarios de este principio, a un tiempo orgánico, judicial y político.

Si la inamovilidad se ha dicho es una condición de que deberán gozar todos los servidores del Estado, claro es que no puede dejar de establecerse en favor de aquellos que tienen a su cargo los servicios judiciales, esto es, los jueces y magistrados, y aun con más motivo en cuanto a éstos, no porque tengan a ella mejor derecho, sino por la mayor gravedad de los intereses que se les confían.

Los legisladores de Cádiz conocieron ya la necesidad de declarar inamovibles a los funcionarios judiciales. “Cuando la integridad de los jueces -expone la comisión encargada de extender el proyecto de la Constitución del año 1812- es el requisito más esencial para el buen desempeño de su cargo, es preciso, asegurar en ello esta virtud por cuantos medios sean imaginables. Su ánimo debe estar a cubierto de las impresiones que pueda producir hasta el remoto recelo de una separación violenta. Y ni el desacuerdo del monarca, ni el resentimiento de un Ministro han de poder alterar en lo más mínimo la inexorable rectitud del juez o magistrado. Para ello nada es más a propósito que el que la duración de su cargo dependa absolutamente de su conducta, calificada en su caso por la publicidad de un juicio …”.

“ …El Diputado FOURNIER hizo uso extensamente de la palabra, conceptos que se reproducen en el acta. Manifestó que, en su concepto, de no aprobarse la inamovilidad, todo el edificio constitucional que estamos creando, quedaría desquiciado. La inamovilidad, como una de las mayores conquistas democráticas de los pueblos, es la condición esencial para disfrutar de una Corte Suprema de Justicia bien integrada, que sea una verdadera garantía para todos los ciudadanos, sin discriminaciones de ninguna clase, libre de influencias extrañas. La Corte viene a ser -de acuerdo con el nuevo texto constitucional- algo así como el contrapeso de los otros Poderes, que garantiza la justicia por igual de todos los costarricenses. Hay que tener presente que la Corte no sólo va a resolver los conflictos de carácter particular, sino también otros de gran importancia planteados entre los particulares y el Estado. Si las disposiciones de la Corte van a estar tachadas de politiquería, todas esas garantías que hemos creado para los costarricenses -como por ejemplo, el recurso de Hábeas Corpus y el de Amparo- vendrán a quedar por el suelo, y en su calidad de simples principios teóricos, inoperantes en nuestra realidad. Tampoco debe olvidarse que la Corte va a nombrar a los miembros del Tribunal Supremo de Elecciones, bajo cuyo patrocinio se van a efectuar los procesos electorales. Si la Corte va a estar integrada con un carácter político, la pureza electoral se habrá esfumado también de nuestro medio, pues el partido político mayoritario, a través de la Asamblea Legislativa, decidirá en la integración de aquélla. La Corte, entonces, vendrá a ser un reflejo de los intereses políticos que imperan en la Asamblea Legislativa. Ahí está precisamente el peligro. Para evitar ese peligro, es fundamental decretar la inamovilidad de los Magistrados, para que éstos no estén sometidos a los vaivenes de la política.

¿Cuáles fueron los principales argumentos de los impugnadores de la inamovilidad? Como antes lo indiqué, el más tenaz opositor fue el Diputado Fernando Vargas Fernández, cuyas razones, así como las del notorio iconoclasta Mario Alberto Jiménez Quesada y las del honesto pero despistado Ramón Arroyo Blanco pesaron para que la mayoría de los constituyentes terminaran instaurando, por la vía de la inercia, el actual sistema que, en realidad ninguno pretendía o se atrevía a defender abiertamente. Veamos el Acta:

“ …El Diputado VARGAS FERNANDEZ usó de la palabra extensamente en términos que se publican en “La Gaceta”. Indicó que se mantenía firme en su criterio anterior opuesto a la inamovilidad de los Magistrados, ya que durante la revisión no se han expuesto nuevos argumentos por parte de los defensores de la tesis contraria. Por esas razones, no votará la revisión planteada. Agregó que ha estado en desacuerdo con esa inamovilidad tan especial que se propone y que ampara sólo a los Magistrados, y no a los Jueces y Alcaldes. Dichosamente el señor Solórzano se ha dado cuenta de esta injusticia y ha presentado una moción para que se incorpore la frase final del artículo 123 de la Constitución del 71. Piensa que el problema no está en la inamovilidad. La base del problema está en el nombramiento de los Magistrados, que anteriormente hacía el Congreso y en el futuro la Asamblea Legislativa. Conceptúa que todas las deficiencias que se la han apuntado al sistema estriban en la falta del establecimiento de la carrera judicial en Costa Rica. Mientras no se establezca, estaremos expuestos siempre a llevar advenedizos a la Corte. Establecida la carrera judicial, los ascensos se operarán automáticamente. Cuando la limpia credencial de un juez sea factor para llegar a la magistratura, coronación de la carrera judicial, entonces sí se podrá estar seguro que en el nombramiento de los Magistrados no intervendrán los factores políticos. ¿Qué se pretende con la inamovilidad si antes no se crea la carrera judicial? Que cualquier litigante que no ha sido funcionario del Poder Judicial, de la noche a la mañana, sin tener quizás credenciales para ello, sea nombrado Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, en evidente perjuicio de quienes por muchos años han venido laborando en funciones judiciales. El caso del Juez don Alfonso Barrantes, ya citado aquí, constituye argumento para el establecimiento de la carrera judicial, pero no para esta inamovilidad por la que se está abogando. Si esa inamovilidad hubiera estado establecida en esa oportunidad, el señor Barrantes habría podido quedarse sin alcanzar la magistratura, no así si la carrera judicial lo hubiera estado. Las opiniones de los tratadistas están muy divididas.

El Diputado ESQUIVEL nos leyó las opiniones favorables a la tesis de la inamovilidad que transcribe la Enciclopedia Jurídica española. Pero en la misma Enciclopedia se transcriben, seguidamente, las opiniones contrarias. Todo esto nos demuestra que en materia tan compleja las opiniones son muy diversas. La tesis tiene sus defensores e impugnadores. Para terminar, el señor Vargas Fernández dio lectura a las opiniones contrarias a la inamovilidad que leyó de la Enciclopedia Jurídica española. Esas opiniones son las siguientes:

2.- OPINIONES CONTRARIAS A LA INAMOVILIDAD JUDICIAL.

El principio de la inamovilidad de la Magistratura ha tenido y tiene también impugnadores, que lo combaten fundados en diversas consideraciones y desde diferentes puntos de vista.

Verdad es que los jueces, siendo inamovibles -dice Meunier- no pueden descender, pero nada les impide el ascenso con tal que satisfagan y contenten al Jefe del Estado; y con el mismo sentido afirma Vaulabelle que la inamovilidad no logra destruir la ambición, el espíritu de intriga y el deseo de aumentar el sueldo. La justicia se administra constantemente -sostiene Comte- según el modo como se haya hecho el nombramiento de los jueces, y la inamovilidad puede ser muchas veces la permanencia de la ineptitud, de la venalidad o del fanatismo. Tal vez por esto haya creído Stuart Mill que nadie podía negar que la inamovilidad de la magistratura fuese un mal. Pues ¿qué? dice Fasy-, ¿no será posible destituir a un juez incapaz o parcial, y el público habrá de soportar continuamente tales defectos? Y sin negar este autor ciertas ventajas que ha producido la inamovilidad, opina que sólo puede servir como una garantía contra los gobiernos monárquicos, que están facultados para proveer los cargos judiciales”.

Se ha objetado también que, dado el modo de ser del espíritu humano, su tendencia al reposo y la facilidad con que el envanecimiento de los altos cargos lo ciega, cuando el Juez o Magistrado se cree seguro en su oficio para toda su vida, esa seguridad engendra el descuido, y a la larga hasta las naturalezas más activas se tornan perezosas, la práctica degenera en rutina, y la jurisprudencia se hace caprichosa y personal. “Una vez resuelto un caso determinado, el Magistrado, aplica en los análogos la propia doctrina como verdad indiscutible, sin preocuparse por hacer nuevos estudios, de modo que un error varias veces repetido acaba por convertirse en axioma, en verdad infalible. Está en la miseria del corazón humano la tendencia a sostener sus actos y opiniones, encaprichándose en ellos con tanto mayor empeño, cuanto mayor grado de humildad se requiere para volver atrás, o para confesar el error; difícilmente cede el de arriba ante el que cree abajo… La jurisprudencia es una ciencia que adelanta día por día, y como las locomotoras, al que no va con ellas lo deja atrás, cuando menos piensa, como inútil rezagado. Los Magistrados que se sienten seguros en sus puestos, se limitan por lo regular a despachar con las luces y la práctica que ya tienen, las muchas cuestiones concretas, la mayor parte semejantes, que diariamente entran a su estudio, sin cuidarse de la jurisprudencia abstracta y general que avanza y cambia con la rapidez de la civilización, y que sin sospechar se les escapa. De ahí que a veces los hechos vengan a desmentir la fama de sabios de algunos viejos jurisconsultos, porque confiados en su acopio de conocimientos y engreídos con antiguos triunfos, se han quedado, sin saberlo ellos mismos, sentados sobre sus laureles a la vera del camino por donde vuela el tren de la ciencia”.

Finalmente, se ha señalado como otra desventaja de que los cargos judiciales sean inamovibles, la de imponer a los pueblos cual insacudible yugo, la obligación de soportar “a individuos gastados, ignorantes o morosos, sólo porque su conducta es buena y su hogar respetable. Contra esos Magistrados perniciosísimos, no por lo malo que hacen, pues de ello son incapaces, sino por lo bueno que no hacen, debe dejarse a la sociedad al menos el consuelo de esperar en su reemplazo al fin de un período”; y es peligroso “no dejar más medios de salir de ellos que los trastornos públicos, la muerte o la escandalosa promoción a mejores puestos que merecen todavía menos”.

Don Fernando Baudrit, al salir al paso de dichos argumentos, indicó

“ … que parecía deducirse de las afirmaciones del compañero Vargas Fernández, que se estuviera propiciando la llegada de advenedizos a la Corte. Semejante suposición carece por entero de fundamento. El mismo Proyecto del 49 contempla el caso de las vacantes que serán llenadas por la Asamblea Legislativa, escogiendo de una terna que le enviará la Corte; se establece allí que, cuando menos, uno de los integrantes de las ternas, ha de ser funcionario del Poder Judicial. En otra disposición del mismo Proyecto se establece que la ley, en aquello que no está previsto en la Constitución, indicará las condiciones que deben reunir los funcionarios y empleados del Poder Judicial, la duración de sus cargos y la manera de nombrarlos, procurando establecer el sistema de ascenso por méritos. El principio de la carrera judicial está consignado en el Proyecto, que ha sido presentado en forma de mociones a la consideración de la Asamblea. De aprobarse esa disposición de nuestro Proyecto, la futura Ley Orgánica del Poder Judicial tendrá que venir a establecer el sistema de ascenso por méritos. Terminó diciendo que si bien era cierto que la tesis de la inamovilidad contaba con muchos impugnadores, pero frente a los resultados del sistema contrario, es indispensable incorporarla a la nueva Constitución, para acabar de una vez para siempre con la intromisión de la politiquería en las Cortes, a través de cuerpos eminentemente políticos, como son nuestros Congresos y aun del Presidente de la República. Si todos aceptan que la politiquería ha influido en mayor o menor escala en la integración de la Corte, ¿cómo, entonces, empeñarse en mantener un sistema que tan funestos resultados ha dado en nuestro medio?

A pesar de la abundancia de razones a favor de la revisión y de la inconsistencia de los argumentos en contra, la Asamblea la rechazó por dos votos. Lo cual motivó que en el Acta No. 142 del primero de setiembre siguiente, en su última intervención sobre el tema de la inamovilidad, el diputado Baudrit manifestara lo siguiente:

“… que parecía desprenderse de la discusión habida en torno de este asunto en las sesiones anteriores que el escollo principal para establecer la inamovilidad era que ese sistema, a juicio de algunos Diputados, no dejaba abierta la puerta para que la representación nacional ejerciera una especie de contralor en la Corte. Pero hoy -añadió- con gran sorpresa noto que quiere crearse ambiente favorable en la Cámara para mantener el sistema actual de elección de Magistrados, aumentando simplemente el período a diez años. Pero con diez o con ocho años, indiscutiblemente volveremos a tener la politiquería metida en la Corte. La Asamblea Legislativa, bien podrá llevar al seno del Supremo Tribunal de Justicia a cualquier advenedizo. ¿Cómo es posible, señores Representantes, que nos olvidemos tan rápidamente de lo ocurrido en Costa Rica hace apenas muy pocos años? Es cierto que debemos tener confianza en los gobernantes del futuro, pero eso no nos libra de la obligación de evitar, en lo posible, que se abran las puertas para la intromisión de la politiquería en el Poder Judicial. Agregó que se mantenía dentro de su tesis, esto es, que la única forma de poner coto a aquel mal, era estableciendo la inamovilidad de los Magistrados. Fiel a su pensamiento, agotará todos los esfuerzos posibles para que la nueva Constitución incorpore ese principio que juzga imprescindible. Durante la revisión final, volverá a insistir en su tesis aun cuando sólo cuente con su voto. Si ésta es de nuevo rechazada, al menos le quedará la satisfacción moral de haber cumplido hasta el último momento con su deber; no quiere cargar con la responsabilidad histórica de lo que aquí se haga en contra de aquella tesis…”

  1. Acerca de las ternas

El artículo 153 del Proyecto, relacionado con el mecanismo de las ternas a proponer por parte de la Corte Suprema a la Asamblea Legislativa, reintroducido al debate por moción del Diputado Ramón Arroyo (ver Acta 143 citada), no suscitó una discusión tan prolongada como el de la inamovilidad, y perdió fuerza cuando éste fue rechazado. En todo caso, su defensa corrió a cargo del infatigable don Fernando Baudrit. Veamos:

“ …El Representante BAUDRIT SOLERA expresó que la exigencia de las ternas venía a completar el sistema de transacción, que se ha visto obligado a aceptar, al desechar la Cámara la moción que creara la inamovilidad del Poder Judicial. La terna es de todo punto de vista conveniente. La Corte la integrará con los elementos más capaces ¿Quién sino la Corte, va a estar más capacitada para escoger a los miembros que van a integrar esa terna? Añadió que en la práctica, aun cuando no se ha establecido la carrera Judicial, la mayoría de los Magistrados ha pasado previamente por las posiciones inferiores del Poder Judicial. Las ternas, a no dudarlo, vendrán integradas cuando menos por dos elementos del Poder Judicial. Luego expresó que no existía tal contradicción entre la atribución otorgada a la Asamblea Legislativa de nombrar a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y la moción en debate. En el primer caso se indicó que la Asamblea Legislativa elegiría a los Magistrados, pero no se dijo en qué forma. Ahora en cambio se vienen a establecer las condiciones de esos nombramientos, la forma en que habrá de operar la Asamblea…”

Dichos argumentos fueron secundados por el Diputado Ramón Arroyo Blanco, en los siguientes términos:

“ …se justifica que al Poder Judicial se le otorguen más garantías por cuanto es de los tres Poderes el que más garantías requiera para cumplir su cometido. Hamilton, en su libro “El Federalista” nos dice que el Ejecutivo tiene en sus manos la fuerza pública; el Legislativo dicta las leyes; el Poder Judicial solamente se concreta a dictar el derecho. De ahí que todas las legislaciones, teniendo en cuenta esta debilidad del Poder Judicial, que lo coloca en una situación de inferioridad con respecto a los otros Poderes, lo ha reforzado. Montesquieu expresó que la esencia de las Democracias estaba en la independencia del Poder Judicial. Piensa en consecuencia, que se está desarrollando ese principio, colocando al Poder Judicial en una situación de amparo frente a los otros dos Poderes. El simple hecho de que estemos rodeando de garantías al Poder Judicial -concluyó el señor Arroyo- no debe alarmar a nadie, si se toman en cuenta sus palabras anteriores…”

Sin embargo, la moción del Diputado Arroyo sufrió modificaciones que desvirtuaron su sentido original y finalmente fue desechada sin pena ni gloria (penúltimo apartado del Acta 143).

Y de esa manera, la innovadora propuesta de la Fracción Socialdemócrata, alabada por tirios y troyanos en los debates de la Constituyente, fue derrotada en sus partes más esenciales; mientras que el vetusto sistema de las Constituciones del Siglo XIX (las de 1859, 1869 y 1871), que todos criticaron y nadie defendió, fue emergiendo incólume, como producto impensado (¿indeseado?) de los mil ajustes y reajustes, dudas y asertos, propuestas y contrapropuestas del conjunto de los integrantes de la Asamblea, trayendo irónicamente a la memoria el chiste de la definición del camello: ‘el producto de una comisión que se proponía producir un caballo’.

En un momento crucial para el futuro de la Judicatura y del País, es impostergable el deber de todos de reflexionar acerca de lo que apostamos y perdimos los costarricenses en el campo judicial, durante los trabajos de la Asamblea Constituyente de 1949, y acerca del camino a seguir.

Otro mundo es posible.

Abierta recepción de nominaciones – II Semestre 2022: Únase a AICA y revolucione la cultura

AICA Costa Rica abrió la segunda etapa de recepción de solicitudes de membresía tanto para la sección nacional como internacional, anunció la primera vicepresidente de AICA, Inés Trejos Araya.
«Esta es una invitación abierta a mujeres y hombres residentes en el país, que aportan decisivamente con su pensamiento y acción mediante la producción literaria sobre arte, la crítica, la historia, la curaduría y la gestión cultural y desean revolucionar el entorno artístico-cultural», enfatizó Trejos Araya.

Este proceso de recepción se realiza solo dos veces al año, de enero a marzo y luego de mayo a julio, para cumplir con los plazos de evaluación de los candidatos, labor que se realiza primero localmente y luego internacionalmente, explicó Trejos Araya.

La sección costarricense representa a la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) que reúne a más de 5.000 críticos de arte de 95 países organizados en 63 secciones nacionales y una sección abierta.

Mediante el VLOG AICA CR No 05-22 se presenta un resumen del alcance, los beneficios y los requisitos para ser miembro nacional e internacional de AICA con 1ra vicepresidenta, Inés Trejos Araya y la vocal de junta directiva, Orietta Oreamuno Gómez quien estuvo a cargo de la presente producción audiovisual.

En el enlace adjunto podrán conocer los requisitos y más información https://vimeo.com/71966427

De la manipulación mediática y de la historia contemporánea rusa. Versión ampliada

Jiddu Rojas Jiménez

(Notas ampliadas sobre el llamado «Revisionismo» de la historia, el habitual embrutecimiento mediático del pueblo en el caso de la Guerra entre Rusia, Ucrania y la OTAN, y la nueva Rusofobia).

No podría dejar de expresar mi asombro por la Entrevista televisada que el Señor Ignacio Santos, –periodista en jefe de Telenoticias Canal 7—, le realizó a un tal señor Rustan Spirin, Ex-Embajador de Ucrania en México y Costa Rica, y que frente al público costarricense, reinventaron sin más, la historia de la Segunda Guerra Mundial, sin eruptar…

En esa Entrevista, dejaron entrever que los Rusos (les recuerdo que la Federación Rusa no existía hasta 1991) fueron incluso, «aliados» de los Nazis. Esto insulta nuestra inteligencia.

Entre 23 y 28 millones de muertos tuvo la URSS contra los Nazis. Muchos no sólo Rusos, sino Ucranianos obviamente.
Esto no se puede olvidar ni tergiversar.

Dicho lo anterior, debo compartir algunas brevísimas reflexiones históricas y críticas a partir de lo escuchado en televisión, y que he ampliado en mi indignación personal y cavilaciones nocturnas:

Balbucearon el periodista cubano/costarricense de Canal 7, y el ex- diplomático Ucraniano invitado virtualmente desde Kiev, que los Rusos (los Soviéticos sería), bombardearon una ciudad que antes era de Polonia y ahora es de Ucrania.
Sólo podemos decir que sin el Ejército Rojo, en Polonia y en Este de Europa (con la excepción partisana de Yugoslavia), hablarían ahora Alemán.

Claro lo que sí es cierto, es que las fronteras de la República Socialista de Ucrania, fueron ampliadas por la URSS, con partes de Polonia después de la Segunda Guerra Mundial; la cual compensó con territorios del Este de Alemania y corriendo su frontera con este país hasta el Río Oder. También creció Ucrania con la parte norte de Bucovina, antes parte de Rumanía. Rumanía perdió también Moldavia, que pasó a ser la República Socialista de Moldavia dentro de la URSS. Y Hungría le cedió a Rumanía, Transilvania y otros territorios. Y la Voivodina húngara pasó a control de Yugoslavia.

Así mismo la URSS victoriosa sobre el Nazismo, se quedó como compensación Geoestratégica, con el nuevo enclave de Kaliningrado en el Báltico, antes Prusia Oriental (incluido Konigsberg ciudad prusiana y cuna del filósofo Kant).

Estonia, Letonia y Lituania, ahora independientes, quedaron con autonomía dentro de la URSS como Repúblicas Socialistas, y la URSS con una salida extendida al Mar Báltico.
Sin hablar del Pacto de Varsovia.
Ahora que son independientes estas Repúblicas Bálticas, al interno, tienen políticas racistas que privan de sus derechos ciudadanos a la población de origen ruso.

En fin, para bien o mal, así funcionaba el llamado «Socialismo Histórico» (categoría de Helio Gallardo) en Europa del Este, en términos Geopolíticos.

No podemos olvidar cómodamente a las invasiones de Hungría en 1956 y el asesinato de Imre Nagy, y luego, la invasión a Checoeslovaquia de Alexander Dubcek en 1968. Tampoco la de Afganistán y su cruel guerra (1979-1989).

Estados Unidos con Bush, Jr., no fue muy original en Afganistán. En realidad, la brutalidad militar norteamericana, ya se había practicado en Corea, en Cuba con Bahía Cochinos, con la larga Guerra de Vietnam, las Invasión de Grenada, de Panamá, e Irak con Bush, padre la primera vez. (Sólo para mencionar el despliegue de tropas uniformadas, sin mencionar sus múltiples Golpes de Estado, sabotajes, bloqueos ilegales, asesinatos selectivos, etc.

Lo último puede sonar como lugares comunes, pero lo cierto es que parecemos olvidar esta dramática faceta de la historia. No construimos memoria histórica colectiva.

Hay que reconstruir racionalmente una, o mejor varias, miradas históricas historizadas y sistémicas, para entender críticamente estos complejos hechos históricos.

En consecuencia, debemos recordarles entonces a los «expertos» del medio citado y a muchos otros más que pululan, –por ejemplo–, que la República de Polonia (Independiente) citada con total superficialidad, sólo existe gracias a los Revolucionarios Bolcheviques, Lenin y Trotsky, o sea después de la Revolución del 26 de Octubre (o del 7 de Noviembre en nuestro Calendario) de 1917.

En particular con la firma y la negociación de la Paz en Best- Litovsk (hoy Bielorrusia), y su dura negociación en Octubre de 1918 con los Imperios Centrales (Alemania, Austro-Hungría, Imperio Otomano) durante la Primera Guerra Mundial (1914-1919). Hecho que legitimó posteriormente la agresión comercial, política y militar, de las potencias Imperialistas occidentales vencedoras, sobre la naciente Revolución Socialista.

«Pan, Paz y Trabajo» fue la promesa de los Bolcheviques originales a sus pueblos, –y la cumplieron–, cuando se alzaron el 7 de Noviembre (26 de Octubre en su calendario) contra el Gobierno provisional de Kerenski, fruto de la primera Revolución de Abril de 1917, contra la autocracia Zarista y su Guerra interimperialista.

El Imperio Zarista de Rusia, había derrotado a las otras Revoluciones polacas anteriores, así como había castigado a las revueltas populares Ucranianas.
Es la Revolución Socialista en Rusia ( Nov. 1917), la firma del Armisticio (Dic. 1917); y la firma del Tratado formal de Paz (1918) contra una brutal carnicería inter-imperialista, la que permite las condiciones de la Independencia de Polonia.

Justo es decir, que la primera Rada Ucraniana, y la República Popular Ucraniana, no sólo habían firmado antes la paz con el Imperio Alemán en Enero del 1918 (y a regañadientas con el Imperio de Austro-Hungría), sino que –y esto se kes olvida a los Nacionalistas Ucranianos–, se comportaron como un Estado satélite alemán, y adversaron tanto al Gobierno provisional ruso de Kerenski, como al posterior Gobierno de Consejos (Soviets) de Obreros, Campesinos, y Soldados. Acaparando así, la venta de granos y la alimentación en contra de la Revolución Bolchevique y a favor de Alemania y en especial del Imperio de Austro-Hungría.

También se detuvo en Ucrania, la Reforma Agraria. Cuando estalló el descontento popular Ucraniano, la Rada no titubeó en llamar a tropas de Ocupación del Imperio del Káiser de Alemania para reprimir. Cae la frágil primera República Popular de Ucrania, y se sustituye por el contrarrevolucionario régimen del «Hetmanato» del “Hetman» o Caudillo, el aristócrata y Dictador Pavló Skoropadski, –luego amigo y colaborador del Nazi Ucraniano Stepán Bandera–, que murió obviamente asilado en la Alemania Nazi en 1945.

A su vez el «Hetmanato» fue derrocado por un levantamiento popular Ucraniano, creándose un caos organizado bajo el Directorio, caldo de cultivo de la Guerra Civil.

Este nuevo Directorio nacionalista, fue liderado por Simon Petliura (1879 -1926) todo un personaje, digno del peor populismo.

Si primero el Hetman Skoropadski, –era una vulgar reminiscencia del Zarismo ruso convertido al súbito nacionalismo de de derechas Ucraniano, y devino pro- Alemán–, en cambio, Simon Pietlura que primero fue supuestamente Socialdemócrata, o sea del POSD de Ucrania, devino en un furibundo anticomunista y antiruso. De hecho su breve gobierno fue reaccionario y persiguió a líderes sindicales y populares, además de racista, obviamente anticomunista y antisemita.

El Ejército Ucraniano Blanco, estaba dividido entre el Hetman y el Directorio, imponiéndose este último. Así que Simon Pietlura, antes revolucionario anti-zarista, y pro – occidental (o sea anti – Alemán), permitió terribles Progromos antisemitas. Hubo verdaderas brutalidades contra la población judía en Ucrania (estamos hablando de casi 20 años antes de los Nazis). Y la razón era que, según él, la población judía apoyaba a los Bolcheviques. Así que el racismo no era exclusividad del Hetman.

El 21 de abril de 1920, el populista ucraniano, Simon Petliura, firma un acuerdo con el Dictador militar polaco Jozef Piltsudski, para atacar a la Rusia Soviética (la URSS no existía); cede territorios frente a una Polonia con deseos de expandirse, a cambio del reconocimiento a su Ucrania. Ambos junto a tropas aliadas de Rumanía, son derrotados militarmente por el Ejército Rojo.

Finalmente por la ofensiva Bolchevique en Ucrania, Simon Pietlura se exilió en Francia (no en Alemania), donde fue asesinado con una bala con cianuro… Pero no por la temida «Cheka» comunista y soviética, sino por un judío, Sholom Schwartzbard en 1926, y quien fue absuelto en 1927, por los Tribunales de Francia por los motivos expuestos de su acto, a saber, los Progromos autorizados en Ucrania por el Directorio entre 1919 y 1920, donde se estima que entre 35000 y 50000 judíos y judías, perdieron la vida.

Esto puede dar una explicación general de la génesis del moderno Nacionalismo Ucraniano, aún décadas antes de S. Bandera y de su colaboración con la invasión Nazi a la URSS.

Así, la Rusia Bolchevique se vio cercada de enemigos desde su nacimiento hasta la victoria en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Esto creó una compleja guerra civil en Ucrania y el resto de Rusia (pues atacada por todos los frentes, desde Siberia y el Ártico, hasta el Pacífico Norte).

En Ucrania convergieron en batalla, desde enormes Divisiones contrarrevolucionarias de Ejército Blanco Ruso reorganizadas bajo el temible militar zarista Antón Denikin (continuador del zarista Kornilov con apoyo de los llamados «Kadetes»), siempre apoyadas por las Potencias Occidentales Imperialistas (una vez derrotada Alemania y destruido el Imperio de Austria-Hungría), y unidas a diferentes Nacionalistas Ucranianos, hasta campesinos autogestionados armados dirigidos por Néstor Majno (ó Machkno), contra tropas del naciente Ejército Rojo.

Analicemos otra figura del Nacionalismo populista Ucraniano, al Ataman Nífikor Grigóriev (1885-1919). Sabido es que un oficial anarquista de Majnó (quien participó en el Directorio de Simon Petliuski) mató al líder militar cosaco Nikífor Grigóriev (y a su Estado Mayor), después de una reunión para unificar tropas con «Ejército Negro» (Anarquista) contra los Bolcheviques (Rojos).
En principio, Majnó (o Makhno) lo mandó a ajusticiar por los Progromos judíos en Elisavetgrado y otras ciudades tomadas, o sea por las masacres de la población judía ordenados, y por el asesinato colectivo de pobladores no sólo judíos, sino griegos en la toma de Odessa.

Repasemos a la figura histórica del Ataman Grígoriev, –primero oficial zarista, luego con la República Popular de Ucrania y su Rada, después pasa por el apoyo al Golpe de estado del Hetman pro- alemán, luego apoya al Directorio nacionalista; desilusionado del no reparto de tierras y el gobierno reaccionario de Petliuski, incluso dio un breve apoyo militar al General Pavel Dybenko del Ejército Rojo en Ucrania, contra la Ocupación francesa de algunas ciudades; por supuesto iba a ser sancionado ( o sea ejecutado) por Dybenko por sus crímenes; y termina combatiendo a Rojos y Blancos; finalmente es detenido y fusilado por el Ejército Negro del anarquista Majnó, cuando intenta una alianza militar y política.

Sin embargo, su lema era:
«¡Ucrania para los Ucranianos libre de Bolcheviques y judíos!» (sic)
Éstas son las raíces racistas y populistas del Nacionalismo Ucraniano, anterior incluso a la ocupación Nazi.

De hecho Michel Foucault en su texto traducido al Castellano como «Genealogía del Racismo», señala al Báltico y al Este de Europa como los lugares de origen del racismo moderno, asociado a la extrema derecha.

Hago la aclaración pública, de que ese Antisemitismo atávico, se parece muchísimo al actual Sionismo Revisionista imperante en Israel y Palestina Ocupada. La víctima histórica, se convirtió en victimario. Y el racismo antisemita, se convirtió en la legitimidad del actual «Apartheid» Sionista. (Bueno, por eso son ahora aliados).

¿Se extrañan entonces, de la reinvindicación del fascista Batallón Azov, o del del Nazi Bandera elevado a Héroe Nacional después de la «Revolución Naranja» y su ultra-nacionalista Presidente Víctor Yúshchenko? ¿O del papel militar y cultural de los demás grupos Neonazis y de Extrema Derecha actuales apropiándose del legado del Nacionalismo de Ucrania?

Mientras el Partido Comunista de Ucrania y sus sindicatos son ilegalizados, junto a otras organizaciones Progresistas.

No hablemos de los Derechos Humanos de la población LGTBIQ+, porque son peores en Ucrania que en Rusia. En ningún caso se justifican.
¿Qué dicen al respecto Occidente y sus medios? ¿Realmente creen que a EEUU y a la OTAN le interesan los Derechos Humanos?

Continúamos con la historia del cosaco Grigóriev, pues su fiel lugarteniente, Yuri Tyutyúnik, siguió su guerra en menor escala en los campos de Kiev y Volinia, hasta que fue derrotado y ejecutado por los Bolcheviques en 1921.

Aclaro, –siguiendo el testimonio de la brillante comunicadora rusa Inna Afinogenova, antes con su programa cancelado, «Aquí les va» de RT–, que la manipulación con fines militares o políticos, de los hechos, de un lado y del otro, durante esta guerra, es una moneda muy frecuente. Esto incluye a la Rusia de Putin.

[Nota bibliográfica sobre el anterior tema del personaje Grigóriev:
Ver 1) Brovkin, Vladimir (2015).» «Behind the Front Lines of the Civil War: Political Parties Social Movements in Russia, 1918- 1922.»
2) Bullock, David (2012 a) «The Russian Civil War: 1918-1922). Westminster; Colchester: Osprey Publishing.]

Prosigamos con la reflexión histórica de la inexistente URSS y de su satanización, en el imaginario colectivo de Occidente y de su periferia:

El Ejército Rojo, en fin, prevaleció en esa Guerra Civil brutal de 1918 a1921, contra todos los demás bandos.

También hubo represión Bolchevique no sólo contra las fuerzas reaccionarias, sino contra Socialdemócratas Mencheviques que no se unificaron con los Bolcheviques, contra los Social – Revolucionarios (Eseristas o Populistas de Izquierda), y contra Anarquistas (Kronstadt, 1921). No como con Stalin, pero sí la hubo.

Fanny Kaplán una supuesta Eserista (SR), –quien también había sufrido antes como muchos Bolcheviques, la represión Zarista, trabajos forzados, cárcel y destierro a Siberia–, le disparó una bala a Lenin aparentemente con cianuro, en agosto de 1918. Y este atentado terrorista marcó el rumbo de la Dirección Bolchevique.

A duras penas sobrevivió Lenin; quedando con muchas dificultades físicas, los pocos años que le sobrevivió. Y poco a poco la conducción del proceso Bolchevique pasó de los Soviets (Consejos populares) al Partido y sus diferentes facciones, y de las manos de Trotsky, Kamenev, Zinoviev, Radek, Kolontai, M. Tomski, Bujarin, Rykov, etc., a Stalin y Beria. (No sobra decir, que todos los citados a excepción de la Kolontai marginada, fueron acusados, purgados, asesinados luego, por Stalin).

Con los llamados «Social- Revolucionarios» arriba mencionados, y quienes en su mayoría apoyaron la carnicería de la Primera Guerra Mundial, –y a veces idealizados como luchadores populares–, estuvo desde 1905 otro personaje, aliado de Grigóriev, el también Ataman cosaco Ucraniano Danilo Terpilo (1886-1919), quien aunque al principio simpatizó brevemente con la Revolución de Febrero de 1917, traicionó rápidamente a los Bolcheviques (llegados al poder después de Noviembre de 1917), iniciando una serie de Progromos contra judíos acusados de simpatizar con los Bolcheviques. Así que el populismo Ucraniano también fue claramente racista y antisemita, y anticomunista.

Entiéndase también, el contexto de la agresión exterior militar, diplomática y económica de las potencias Imperialistas contra la Rusia Soviética, y la severa crisis económica impuesta a toda Rusia.

Justo es reconocer, que muchos de estas facciones de Izquierda, incluidos Anarquistas, se unieron luego al PCR y al posterior PCUS. Incluso las cartas entre el líder anarquista Kropotkin y Lenin son conocidas.

Pero recordemos que hasta 1922 se crea formalmente la URSS. Que incluye la creación de las Repúblicas de Ucrania, Bielorrusia, Kazajstán, etc., dentro de la URSS. Polonia se mantiene independiente, y las Repúblicas del Báltico hasta la Segunda Guerra Mundial.

Así, la URSS nunca fue una mera extensión de la Federación Rusa. Entre 1917 y 1922, se creó la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR) con representantes de los consejos populares de todos las nacionalidades. Tras el triunfo comunista en la cruel Guerra Civil, se crea formalmente la URSS.

Los Bolcheviques originales, –con otros graves defectos políticos de autoritarismo–, creían firmemente en la Autodeterminación de los Pueblos.

Por eso la URSS era una gran confederación de pueblos y nacionalidades, con un modelo federal de República. Podemos achacarles a los Bolcheviques muchos defectos reales, pero el nacionalismo no.

Pero ese «Gran Rusismo», ese Chovinismo, ese Nacionalismo era muy perseguido dentro del POSDR- Bolchevique (también en la olvidada facción Menchevique), luego PCR y luego PCUS, en la URSS.

Ahora los y las Rusos /as, en este tipo de discurso como el de Spirin, son deformados/as como literalmente, peor que animales (sic). Eso es un ejemplo de la nueva Rusofobia.

No extrañan este tipo de declaraciones de superioridad étnica, en un Mundo donde artistas talentosos no pueden expresarse artísticamente, sólo por ser Rusos o Rusas. Como si todo el pueblo ruso fuese equivalente a su gobierno.

Contrastemos sin embargo, el discurso oficial ruso actual, con los temores de los y las Bolcheviques originales de la URSS, era el llamado “Gran-Rusismo».

Desde luego, el llamado «campo socialista» y su solidaridad estratégica, ya no existe.

Tampoco sus regímenes burocráticos, con sus luces y sombras. «Estados Obreros Degenerados burocráticos», les endilgó Trotsky. «Capitalismo de Estado», Raya Dunayeskaya y otros disidentes. «Campo socialista», le decía Fidel. «Socialismo real» los Conservadores de izquierda y derecha.

No existe más, ese supuesto aliado estratégico de los pueblos del Mundo. Al menos, ese tipo de aliado estratégico.

¿Tal vez existe para muchos y muchas nostálgicos/as con otra realidad Geopolítica en la Federación Rusa? Después de esta guerra, no creo que sea tan fácil. Más allá del tema de las BRICS siempre atinente.

Tampoco existe el viejo, y tal vez más sensato, equilibrio mundial de la Guerra Fría. Por otra parte, entre el poderío económico chino, y el poderío militar ruso actual, pareciera que hay una contención parcial del Imperialismo occidental.

¿Podrá mantenerse esta contención Antimperialista con las sanciones económicas occidentales sobre Rusia?

Desde la caída del «Bloque Socialista» y de la URSS (incluidas obviamente Rusia y Ucrania), sólo habíamos presenciado durante tres décadas, el despliegue arrogante y depredador del Imperialismo Norteamericano y Europeo occidental.

La OTAN, creada después de la Segunda Guerra Mundial, y su agresivo crecimiento militar después aún de la caída de la URSS y su Bloque, es un hecho innegable.

¿Qué excusa había para despliegue militar y Geoestratégico gratuito de la OTAN?
Y este dato estratégico, es invisibilizado por los medios hegemónicos.

Hay un desconocimiento histórico absoluto, sino es que es sólo mala fe y desinformación adrede.

La alianza estratégica entre Rusia y China es más que evidente. Lo que el «Socialismo Histórico» no lo logró, lo lograron los intereses Geopolíticos y económicos frente a la rapacidad de las economías centrales capitalistas occidentales.

Recordando a la URSS, –posiblemente llena de graves defectos estructurales–, hay que puntualizar que aún con su brutalidad totalitaria, Iósif Stalin y Lavrenti Beria, ni siquiera eran Rusos, eran de Georgia, y llegaron a dirigir la URSS. (Eso no les exime de sus crímenes políticos, aún contra los viejos Bolcheviques).

Sigamos recordando… Después de Stalin, el reformador comunista pero anti-stalinista, Nikita Jhrushov era de origen Ucraniano.
Crimea, –que siempre fue una unidad nacional y pluricultural diferente –, se incorpora con autonomía a la República Socialista de Ucrania. Repetimos, pero con total autonomía, durante su Gobierno, a la Ucrania Socialista. (Es con la disolución de la URSS que queda otra vez bajo control Ucraniano completo). Se suponía que esas luchas intestinas nacionalistas estaban superadas en la URSS.

Volvamos a un análisis comparativo del llamado «Campo Socialista»:
Si en Rusia existió el peligro del «Gran-Rusismo», eso era lo que en China Popular, –su contraparte y rival comunista de entonces–, se llamaba «Gran – Hanismo» . Por la gran mayoría china «Han».
El Tíbet, Mongolia Interior, Manchuria y Sinkiang, son terrenos fértiles para este tipo de conflicto en China Popular. Incluso en Taiwán, más allá del conservador y anticomunista Kuomintang actual estaba bajo dominio Han. Aclaramos que el revolucionario Kuomintang original del Dr. Sun Yat-sen (1866-1925), al principio fue aliado del PCCH, hasta la posterior traición, y la masacre de Comunistas de Shangai en 1927, dirigida por Chiang kai-shek.

Después de la muerte de Stalin, y sobre todo durante la «Revolución Cultural», China devino enemiga estratégica de la URSS (aún siendo otra potencia comunista).

El Pacto de China con EEUU se realizó con Nixon y Henry Kissinger. China incluso fue admitida en la ONU y en el Consejo de Seguridad con derecho a veto. Así es la Geopolítica de cínica.

Para la China Popular de entonces, o al menos para el PCH, la URSS era «Social-Imperialista», y eran «Revisionistas» del supuesto modelo «Marxista- Leninista» (Este nefasto término no es ni de Marx ni de Lenin. Es un invento de un «Manual» atribuido a Stalin).

Sin embargo, el torpe rescate de la figura de Stalin por el Maoísmo, oscurece cualquier discurso propio chino. Sin hablar del terrible Pol-Pot en Camboya (derrocado con el apoyo del Vietnam socialista), o del tardío delirio de Sendero Luminoso en Perú.

La «Revolución Cultural» de 1966, y su intento de desburocratización fue un total fracaso. Su apología de lo peor de la burocracia soviética no ayudó tampoco. El líder militar Lin Piao o Lin Biao, muere tratando de escapar a la URSS en 1971. En 1976 muere Mao. Pronto caen la «Banda de los Cuatro» dirigida por la viuda de Mao, Jian Qing, acusados de crímenes y brutalidades, durante la Revolución Cultural. Son juzgados y ejecutados.

Zhou Enlai, rehabilita a Deng Xiaoping (cuyo hijo, familia, amigos y él mismo habían sufrido tortura y castigos brutales), Hua Guofeng toma el poder junto al Ejército Popular en contra de los Guardias Rojos. El camino de la reformas económicas (aunque no políticas) en China, está echado.

El tema económico se resolvió en la China post- Tiannanmen (1989), con la introducción y reconocimiento del valor de cambio dentro de una Economía «Socialista».

Para algunos de trata de Capitalismo de Estado.
De cualquier forma, –y sin entrar a hacer otro tipo de consideraciones internas–, China Popular se convirtió en una superpotencia económica.

Lo cierto es que el éxito económico de China Popular, es el verdadero enemigo del Imperialismo Norteamericano y Occidental. Y la alianza entre China y Rusia (con su gran Ejército Rojo) resulta amenazante para EEUU y su Hegemonía.

Volviendo a la antigua URSS, –para historizar el conflicto–, la Ucrania Socialista diseñada por la URSS, se queda primero con el Donbass rusoparlante, y luego con Crimea (en tiempo de Nikita Jhrushov). La misma Ucrania era bilingüe.

Volviendo a la Entrevista citada al inicio, –y que se convirtió en un pretexto reflexivo–, acotamos que la URSS, no se menciona prácticamente. Desaparece. Sin embargo, al mismo tiempo, se juega con el temor atávico anticomunista y antisoviético. Se habla de Rusia como si fuese la URSS, y se juega con el «peligro comunista». Sólo que el viejo Anticomunismo, se transforma en Rusofobia.

Es momento de volver a citar la frase del escritor francés Albert Camus: «El Anticomunismo es el comienzo del Fascismo».

Se pretende en este tipo de narrativa, reescribir la historia. Supongo que así era inevitable que harían referencia en la Entrevista, al Pacto Ribbentrop – Molotov (1939), y que permitió que una parte de Polonia no fuese tomada por los Nazis (sino por la URSS), y además ganar tiempo para modernizar al Ejército Rojo. Claro, reconozcamos que era la URSS bajo el control brutal de Stalin, y no del proyecto original Bolchevique.

No quiero sonar como haciendo apología fanática de Putin, o del accionar del actual Ejército Rojo (que conserva el nombre).

Estoy en contra de la lógica de la guerra. Y soy hijo de una cultura costarricense sin Ejército, imperfecta y violenta, pero sin Ejército permanente, y con una Proclama de Neutralidad Perpetua.

El actual gobierno nacionalista pero conservador, de Putin, tampoco me representa políticamente. Lo digo con toda claridad.

Pero tampoco podemos de forma simplista, negar sus brillantes méritos Geopolíticos, o su legitimidad interna en Rusia. Nos guste o no.

Tampoco podemos ignorar la contención estratégica Geopolítica de Putin y China Popular, frente a la voraz rapiña del Imperialismo Norteamericano y del Occidente Capitalista.

Debemos así, de intentar analizar y pensar con más objetividad. Éste es el tema de fondo de los medios hegemónicos, sean locales o globales.

Por otra parte, entiendo las razones Geopolíticas de Rusia, y personalmente me disgusta el Expansionismo de la OTAN, así como la hipocresía y la avaricia capitalista de Europa Occidental, Japón, Israel, Australia, Canadá, y del Imperialismo Norteamericano y «Anglosajón» en general.

Reconozcamos algo, si realmente queremos posicionarnos contra la «lógica de la guerra» (término usado por Habermas), debemos entender que la guerra en la zona, comenzó hace ocho años al menos. No reconocer esto es parte del sesgo mediático.

No abogo por un pacifismo a ultranza, en abstracto, absoluto. Eso no se sostiene. Sino Hitler en Europa, o William Walker en Centroamérica, habrían triunfado.

Me conformo con un país neutral como Costa Rica. O como lo fueron Suecia y Finlandia en la Guerra Fría. (Antes de lamentablemente pedir ingreso recientemente a la OTAN).

Hay que rehistorizar la reflexión sobre este cruel acontecimiento bélico actual, cuyas víctimas principales son la población civil de Ucrania y antes del Donbass, y que puede desembocar en una tragedia humana incluso nuclear. Advertidos estamos.

Creo finalmente, que el periodismo de los medios de comunicación hegemónicos de Costa Rica, Latinoamérica, y del Mundo en general, es realmente enfermizo. Tal cual. Es puro Tánatos (Freud) disfrazado de trivial irresponsabilidad.

Mienten y distorsionan la realidad social, deliberadamente. Y no creo que tenga nada que ver con la «Libertad de Expresión», un supuesto «derecho» a manipular, deformar y ocultar la información objetiva sobre este tema Geopolítico candente.

Al contrario, se oponen a la verdadera y auténtica Libertad de Información.

Hay quienes sostienen que el papel de los medios trascendió al de la propaganda belicista típica de otros tiempos, y se convirtió en causa y efecto de las llamadas «Guerras Híbridas».

Pareciera que desde la Primera Invasión a Iraq por George Bush, Senior, esto último es descaradamente cierto.
Si le sumamos a este clima global, el campo de lucha informática, y desinformación en las redes sociales, la tendencia mundial es francamente totalitaria.

Si tienen duda de lo anterior, fíjense en la forma de informar de estos medios respecto del tema estrictamente militar. Según estos medios prácticamente Rusia ha sido derrotada militarmente. Eso es no sólo falso sino irracional.

Escuchen sino a Ignacio Santos en Telenoticias, pero igualmente si escuchan REPRETEL, CÑÑ o Fox News. Esa es la norma, no la excepción.

Mientras, el pobre pueblo Ucraniano es tomado como «carne de cañón». Y el sucio complejo militar- industrial norteamericano y de otros países, se reactivan cin grandes ganancias.

Esta desinformación organizada y sistematizada, sólo prolonga y legitima un conflicto brutal y fratricida.
Insulta nuestra inteligencia y envenena a las masas.

La ignorancia de los pueblos produce fanatismo, permite la corrupción, y eso es letal para la democracia.

Esos Noticieros locales y regionales hegemónicos, –siempre serviles del discurso hegemónico Imperialista Norteamericano y Europeo Occidental–, son profundamente tóxicos, y no conocen un mínimo equilibrio informativo, o algún prurito ético.

Recomiendo sinceramente, tomar total distancia crítica de ellos, salvo para reflexionar críticamente sobre los mismos.

Chomes y sus raíces

Este año los Chomeños vamos a celebrar:

«500 años de Chomes en la historia de Costa Rica»

Campaña para embellecer el icónico templo.

Chomes es un distrito de la provincia de Puntarenas, ubicado en la costa del océano Pacífico. Este hermoso pueblo, lleno de calidez y cultura, este año hace una remembranza de sus raíces y la historia que ha recorrido.

La primera mención de este territorio fue realizada por Gil González Dávila, colonizador y capitán español. En 1522, hace ya 500 años, recorrió el Pacífico de Costa Rica, describiendo el Golfo de Nicoya y diferentes poblados. Según sus escritos, Chomi era el nombre de un cacique aborigen, y de ahí proviene su nombre.

Chomes fue oficialmente sometida por los españoles con el nombramiento del corregidor de Nicoya, Pedro Ordóñez de Villaquirán, en 1554. Por su ubicación fue un punto de partida para iniciar el avance hacia el interior del país, ganando relevancia para los conquistadores españoles. Los aborígenes de Chomes fueron descritos como gente pacífica y buenos servidores, lo que animó a los colonizadores a proveer al pueblo de iglesia, sacerdotes y ornamentos.

Esto se convirtió en una realidad en 1554, cuando Ordóñez de Villaquirán mandó a edificar una iglesia en Chomes para los chorotegas de Chomes y Abangares.

Hoy en día, los vecinos de Chomes abrazan sus raíces y a la iglesia que los ha acompañado a lo largo de la historia de su comunidad. Es por esto, que han iniciado con una campaña para conmemorar la celebración de los 500 años de la primera presencia española en el territorio.

Para ello necesitan de su apoyo. La campaña «Un rojo por Chomes», busca hacer una recaudación para embellecer el antiguo templo y actual icono de su pueblo. Para la restauración se necesita de toda su ayuda.

Donaciones al Sinpe Móvil 8813 9461 (Franciny González Q.)

¡Gracias por su apoyo!

Referencias:

Fernández-Guardia, R. (1927). Cartilla Histórica de Costa Rica. 5ta Ed. Librería Lehmann, San José, Costa Rica. 133 páginas.

Molina-Montes de Oca, C. (1993). Garcimuñoz: La Ciudad que Nunca Murió. Los Primeros Cien Días de Costa Rica. 1ra Ed. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, Costa Rica.

Thiel y Hoffmann, B. A. (2011). Monografía de la población de la República de Costa Rica en el siglo XIX. Población y Salud en Mesoamérica, 9(1), 1-54.

PRIMERO DE MAYO: ORIGEN y SIGNIFICADO 1886 – 2022

Trino Barrantes Araya

CE: tbarrantesa@gmail.com

San José, 1 de mayo de 2022

INTRODUCCIÓN

El sábado 1 de mayo de 1886, (en el marco del santoral de la iglesia católica, dedicado al santo San José Obrero, según lo oficializó la Iglesia Católica, en 1955 bajo el papado de Pío XII), en el distrito industrial en Chicago, Estados Unidos, estalla una huelga, cuya reivindicación más importante era la promulgación, a favor de la clase trabajadora respecto de la jornada laboral de las ocho horas.

Debemos recordar en este espacio que, la jornada laboral no estaba regulada y los trabajadores, de igual forma mujeres y niños(as) estaban expuestos a largas jornadas de trabajo entre de 12 a 18 horas.

Leo Hubermann en su excelente texto: Los bienes terrenales, señala que, en el contexto industrial de las grandes fábricas del siglo XIX, tanto en Europa como en los Estados Unidos, los mecanismos de extracción de plusvalía, de explotación de la clase trabajadora, no conocía límites.

Este desarrollo industrial en los Estados Unidos, lleva aparejado un crecimiento sostenido de la clase obrera y consecuentemente del movimiento obrero como tal. Por eso, bajo las experiencias que se habían suscitado en otros continentes, el movimiento sindical comenzó a ser suya la lucha reivindicativa por los tres ochos, ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de ocio”.

En esa coyuntura, vale señalar que, ya para el año de 1868, el presidente Andrew Johnson introdujo la Ley Ingersoll, la cual expresamente aprobaba la jornada de ocho horas para los trabajadores de obras públicas y los empleados de oficinas laborales. No obstante, esta Ley no incorporó en sus alcances a los trabajadores de las fábricas, conquista que se logrará más tarde.

El autor Jaime Montes, refiere a este momento histórico señalando lo siguiente:

“…La ley contó con el rechazo de los patrones y algunos estados establecieron cláusulas que permitían aumentar la jornada laboral. Por ello, la creciente importancia del movimiento obrero se materializó el 1 de mayo de 1886, cuando se

convocaron 307 manifestaciones a las que se unieron 88.000 trabajadores en Chicago, en ese momento segunda ciudad más poblada del país…”

(https://as.com/diarioas/2021/04/30/actualidad/1619786978_267002.html)

La chispa que encendió la pradera encontró suelo fértil, pero también las fuerzas represivas tuvieron su justificación para acelerar los procesos de violencia estructural contra la clase obrera. Es copiosa la información historiográfica que refiere a los sucesos del 4 de mayo, que culminaron con el asesinato a mansalva de 8 personas y la detención bajo cargos de “falsos positivos” de los mártires de Chicago a saber: el tipógrafo George Engel, el carpintero Louis Lingg (quien se suicidó en su celda antes de la horca) y los periodistas Adolf Fischer, Albert Parsons y August Spies.

Sobre ese juicio amañado, las crónicas de José Martí, se convierten en un texto de lectura obligatoria, por la forma magistral en que refiere los sucesos.

I.- Las internacionales comunistas y el 1 de mayor

1.1.- La primera Internacional;

Ante las crecientes demandas del movimiento obrero mundial, se funda en Londres el 28 de septiembre de 1864 la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) ó Primera Internacional Obrera. La AIT será, al menos en sus objetivos, la primera tentativa consciente y coherente de organizar a la clase obrera a nivel internacional, para luchar contra el sistema económico capitalista. Agrupó inicialmente a los sindicalistas ingleses, anarquistas y socialistas franceses e italianos republicanos. Sus fines eran la organización política del proletariado en Europa y el resto del mundo, así como un foro para examinar problemas en común y proponer líneas de acción. Colaboraron en ella Karl Marx y Friedrich Engels. En 1872 el Consejo General de la AIT se traslada desde Londres, donde estuvo ubicado desde sus inicios, a Nueva York, disolviéndose oficialmente en 1876.

La Primera Internacional fue fundada el 28 de septiembre de 1864, en Londres, por los sectores más avanzados del movimiento obrero europeo. La integración de diversos cuadros del movimiento socialista permitiría incorporar a Karl Marx, quien era un destacado intelectual y organizador del movimiento obrero. El autor nos dice en extenso: La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), también conocida como Primera Internacional fue un esfuerzo de múltiples tendencias políticas pertenecientes a la clase obrera que se aglutinaron para formar la primera organización de los trabajadores que se apostó a trascender las fronteras nacionales para unir a los explotados en una sola voz.( Rafael Ar Escalante: https://www.laizquierdadiario.com/La-fundacion-de-la-Primera-Internacional-Marx-como-organizador-del-proletariado ) En ese sentido, destacó el papel que jugaron Karl Marx y Friedrich Engels, tanto como intelectuales del movimiento, pues buscaron darle claridad ideológica al mismo y dotarlo de un programa claro, así como ser organizadores del proletariado para alcanzar sus fines, es decir, pusieron todo su empeño para que esta asociación funcionara para defender a los trabajadores.

En la página “El Socialismo Hizo” (https://www.socialhizo.com/politica/la-primera-internacional-obrera) , leemos puntualmente lo siguiente:

“…La I Internacional no surgió de un momento para otro como algo acabado. Las tres organizaciones más importantes que dieron origen a la Internacional fueron: la Sociedad de Demócratas Fraternales, fundada en 1845 por Julián Hamey en Londres, que organizaba a los refugiados políticos de toda Europa. Esta fue la primera organización internacional de la clase obrera. La segunda fue la Liga Comunista que se creó basada en el trabajo de Marx y Engels, el Manifiesto Comunista (1948), y que dio al movimiento obrero su primer programa científico. La tercera fue el Comité Internacional organizado por Ernest Jones en Londres, quien con mítines y manifiestos mantuvo viva la tradición del internacionalismo durante los reaccionarios años de 1850…”

En Marx, sus ideas y enseñanzas se forjaron a partir de la militancia política revolucionaria al interior del movimiento obrero, sacando las mejores lecciones de las batallas cotidianas para alcanzar la victoria del socialismo en el futuro. Es así que comprende la necesidad de impulsar la máxima unidad entre las filas de los asalariados para luchar contra la burguesía, para crear organizaciones propias con independencia de clase que se apostaran a ser la dirección que los trabajadores necesitaban, pues, si la burguesía había formado asociaciones internacionales para defender sus intereses, era tarea del proletariado hacer lo propio para defender los suyos.

1.2.- La Segunda Internacional:

Esta tarea se desarrolló en un contexto de crecimiento de la clase obrera moderna, el cual se encontraba en buena medida restringido a los países de la Europa Occidental y Estados Unidos pues, incluso en países como Francia, España o Italia, el artesanado aún tenía mucho peso. Fue un periodo en el cual si bien ya comenzaba a expresarse el carácter reaccionario del capitalismo aún podía desarrollar fuerzas productivas, como se vio en la expansión imperialista desatada a partir de la Comuna de París de 1871 que superó con creces el largo lapso de crecimiento sin revoluciones entre 1848 y 1871.

En 1889 se creó en París la Segunda Internacional. Fue otro intento por formar una organización internacional de obreros. Ya no estaban ni Marx ni Bakunin. Este nuevo intento fue dirigido por los partidos socialistas y laboristas. Nuevamente los obreros debían definir cuáles serían sus principales objetivos. Esta Segunda Internacional fue mucho menos radical que la primera. La nueva propuesta ya no era la revolución socialista sino llegar al poder mediante el voto popular. También se discutió sobre la huelga general y se resolvió que no era una herramienta adecuada para lograr los objetivos del movimiento obrero. La ambición imperialista de los países europeos y las guerras instalaron el debate dentro de la Internacional. Se discutió si los obreros debían apoyar o no a sus respectivos países. Aunque eligieron la paz y la unidad del movimiento obrero, finalmente las guerras los dividieron y cada asociación de trabajadores apoyó la causa de su país. Ese fue el fin de la Segunda Internacional.

(http://contenidos.ceibal.edu.uy/fichas_educativas/_pdf/historia/mundo/061-la-primera-y-la-segunda-internacional.pdf).

Nuevamente citando a Jaime Montes, el cual refiere que la fecha del 1 de mayo, en conmemoración a los mártires de Chicago y de la clase trabajadora se debe a los acuerdos de la Segunda Internacional Comunista, cuando indica que solamente a tres años de los sucesos de Chicago, en 1889, la Segunda Internacional Socialista,

estableció el 1 de mayo como el día en el que se conmemoraba la jornada de ocho horas y las demandas del movimiento obrero.

En España, se vino celebrando oficiosamente desde comienzos del siglo XX, aunque no se estableció como festivo hasta 1931, durante el régimen de la II República. Franco abolió el festivo tras el golpe de estado.

En España, el festivo se restableció con la llegada de la democracia. En otros países, sin embargo, se ha trasladado de fecha. En Estados Unidos y en Canadá se celebra el 1 de septiembre con el nombre del ‘Labor Day’ (día del trabajo)…” (https://as.com/diarioas/2021/04/30/actualidad/1619786978_267002.html)

1.3.- La tercera Internacional:

La «Tercera Internacional» fue fundada como Internacional Comunista en marzo de 1919, en la ciudad rusa de Moscú, con el proyecto de romper definitivamente con los elementos reformistas que, a juicio de los socialistas revolucionarios, habían «traicionado a la clase trabajadora» y provocado la «bancarrota moral» de la SEGUNDA INTERNACIONAL.

Daniela Spencer en su artículo: Las vicisitudes de La Internacional Comunista, argumenta lo siguiente:

“…Por iniciativa de Vladimir Ilich Lenin, la Tercera Internacional o Internacional Comunista se fundó en 1919 para que bajo el liderazgo de los bolcheviques promoviera la revolución mundial.1 Después de múltiples cambios de objetivos y formas de organización Josef Visarionovich Stalin la disolvió durante la Segunda Guerra Mundial. En la lucha por preservar la seguridad de la URSS el dirigente ruso necesitaba demostrar a sus aliados en el combate total contra el nazifascismo que el gobierno de la Unión Soviética se disociaba de una organización cuyo objetivo había sido derrocar el régimen burgués y el sistema capitalista. En la comunicación oficial a los partidos comunistas nacionales el vocero de Stalin en el Komintern, Georgi Dimitrov, alegó que la organización internacional fue disuelta para otorgarles a los partidos una autonomía y fortaleza mayores…

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2001000200009

Para América Latina el surgimiento de la Tercera Internacional, está muy ligada al origen de los Partidos Socialistas y comunistas de este continente, el autor Víctor Augusto Piemonte, refiere con especial énfasis la influencia de la III Internacional de esta manera:

“…El Secretariado Sudamericano (SSA) de la Internacional Comunista (IC) fue creado a comienzos de 1925, con el objetivo de reforzar los lazos entre los movimientos obrero y campesino de Sudamérica y Moscú. De gran relevancia para el desarrollo del comunismo en la región, el SSA no resultó destinatario de estudios específicos que lo tuvieran como centro del análisis. Este artículo propone que, si bien la IC se propuso desde un principio ejercer una marcada injerencia sobre el Secretariado, los partidos sudamericanos se mostraron orgullosos de sus márgenes de independencia respecto de Moscú y forjaron una relación de competencia con los agentes que enviaba la IC. La reconstrucción analítica de los términos teórico-prácticos en que tuvo lugar la recepción de la orden de bolchevizar los partidos comunistas integrados en el SSA permite dar cuenta de esta situación compleja”. (http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-16172017000200101).

II.- 1 de mayo día internacional de la clase trabajadora

2.1.- Los orígenes del Primero de mayo. Una aproximación

Los orígenes de la celebración del PRIMERO DE MAYO, como día internacional de la clase trabajadora, está históricamente ligado a la lucha por la jornada de las 8 horas de trabajo, iniciadas en 1869 principalmente por los empleados, en los Estados Unidos.

Sin embargo, el primer 1 de mayo de 1886, precisamente en el corazón de los distritos industriales de los Estados Unidos, la humanidad vive uno de los momentos más importantes de la conciencia de clase, toda vez que la clase trabajadora norteamericana, precisamente en esa fecha hacen un llamado a la huelga general. Se calcula que unos 5.000 centros industriales y fabriles y unos 350.000 obreros paralizaron sus labores y exigieron negociar nuevas relaciones en sus contratos de trabajo. Obviamente una de sus principales reivindicaciones es la incorporación de la jornada de las ocho horas de trabajo.

El carácter que asumen estos acontecimientos, permitió a la represión crear una serie de falsos positivos y consecuentemente la represión contra los principales dirigentes.

Será, empero, en 1890 que en definitiva se va a institucionalizar el 1 de mayo, como el día Internacional de lucha de la clase trabajadora. Desgraciadamente, la narrativa de los le ha venido expropiando ese sentido de clase y lo ha convertido en un día de fiesta y asueto.

2.2.- Primero de mayo en Costa Rica

Las tendencias mutualistas (organizaciones obrero/patronales) surgidas en Costa Rica en 1852 y las sociedades de trabajadores desarrolladas posteriormente, dan lugar a un movimiento popular cada vez más avanzado en términos de conciencia política y social.

Al iniciar el siglo XX, el perfil de la clase trabajadora (obrero/campesina) es más definida. Por una parte, la inversión extranjera en la construcción del ferrocarril, la aparición del enclave bananero, la concentración de talleres y un lento y sostenido desarrollo industrial incipiente, amplían el horizonte para que la clase obrera y trabajadora amplíen su horizonte político y de conciencia de clase.

De esta suerte de recorrido histórico es obligatorio mencionar que fue hasta el año de 1913, bajo la dirección del Centro de Estudios Sociales Germinal, en la dirección de Joaquín García Monge, Omar Dengo, José María Zeledón y Carmen Lyra, que celebramos el Primer 1 de mayo en Costa Rica.

A partir de 1968 el movimiento popular costarricense experimentó un gran avance, un paso decisivo, precisamente el 1 de mayo de ese año, se inician las manifestaciones de esta fecha de manera unitaria. Esto no fue una casualidad, al contrario, era la respuesta orgánica a la grave crisis que afectaba a Costa Rica. El movimiento obrero, sindical, los campesinos y el movimiento comunal unificó sus consignas y marchó contra el bipartidismo y el modelo. Estos intentos unitarios han sido sostenidos a lo largo del siglo XX y lo que va de estas dos décadas del siglo XXI. En memoria a estos procesos unitarios, es obligatorio recordar que ya para la década de 1928-1942, el Partido Vanguardia Popular, el Comité Sindical de Enlace, la Unión Nacional Campesina, la Confederación de Trabajadores de Costa Rica-CTCR, habían propuesto la unidad en la lucha y la celebración del 1 de mayo en forma unitaria.

III.- Breve examen actual de la coyuntura política

3.1.- Las masas a la calle, tiembla la democracia en Costa Rica

3.1.1.- La lucha contra el FMI: Se rompe el espectro social

El pueblo se cansa, las mentiras ejecutivas indisponen y el carácter draconiano de las leyes del poder legislativo indisponen la conciencia popular. Se gesta un extraño pacto neoliberal, capitalista y antipopular que quieren arrasar con más de 100 años de historia de conquistas sociales.

Sin ningún pudor, rompen la memoria histórica y condicionan las efemérides a un simple antojo, pretextando absurdos históricos.

Se prohíben las huelgas, destruyen las 8 horas laborales, exigen la reducción de la jornada, establecen el salario único y arrebatan las pensiones sin ningún pudor. Pero aún más grave que todo lo anterior; llevan a la agricultura a un sostenido empobrecimiento, sin capacidad de generar una alternativa autogestionaria, darle al país la soberanía alimentaria, es reconquistar la independencia del país. A la par de estas arteras medidas, abandonan a los pueblos del mar y cercenan el salario de las y los trabajadores.

Todo lo anterior forma el caldo de cultivo para que la explosión social que vivió el país entre los días 30 de setiembre al 16 de octubre, pusieran al mapa costarricense en los ojos de la prensa internacional.

Pero existen dos puntos tan álgidos como los anteriores que constituyeron la chispa que encendió la pradera. En primer lugar, los proyectos impositivos que querían establecerse contra el pueblo de Costa Rica, bajo una lógica de impuestos regresivos, que profundizaban aún más los efectos de la reciente ley aprobada de “Modernización de la Finanzas Públicas-Combo Fiscal”, que mantuvo al país paralizado del 10 de setiembre hasta el 25 de diciembre del año 2018.

3.1.2.- Lucha de clases y articulación de nuevos actores

El movimiento magisterial, principalmente en las organizaciones de la Asociación Nacional de Educadores-ANDE, el Sindicato (Asociación) de Profesores de Segunda Enseñanza-APSE, el Sindicato de Educadores(as) Costarricense-SEC, El Sindicato Patriótico de Educadores 7 de Agosto-SINPAE y la Federación de Sindicatos de Trabajadores(as) de la Educación Superior-FESITRAES, articulados actualmente al Movimiento Social y Sindical Costarricense y al Bloque Unitario Social y Sindical Costarricense-BUSSCO, inició su participación activa y combativa de lucha, a partir del mes de setiembre, en el marco de la coyuntura actual.

Inicialmente con las caravanas patrióticas de relevos, las cuales recorrieron el país de frontera a frontera y de costa a costa, con el objetivo de concienciar al pueblo de Costa Rica, de las repercusiones nefastas de las políticas neoliberales del actual gobierno y la dirección político empresarial con la cual se dirige el actual proceso gubernamental, que sitúa a nuestro país, como el noveno país más desigual del mundo y uno de los más caros de América Latina.

Un segundo gran eje o aspecto que merece toda la discusión del caso, es que el resultado actual de la crisis fiscal, no responde a la naturaleza generada por el sector público de empleados, sino como resultado concreto de seis factores que han sido claramente expuestos y analizados, por especialistas. A saber:  Elusión, evasión, exoneraciones, privilegios fiscales, corrupción, lavado y narcotráfico.

El carácter regresivo del Plan Fiscal, en sus cuatro grandes capítulos: Impuesto al valor agregado (Impuesto de Venta); Impuesto de la renta global, al empleo público y la regla fiscal, no resuelven en esencia el problema fundamental de esta crisis, como tampoco el endeudamiento estructural que supone la negociación con el Fondo Monetario Internacional. Aquí estamos frente a la cereza que la burguesía apátria le puso al pastel.

Aunado a la profunda crisis fiscal que vive el país; se suma la embestida de la pandemia, producida por el COVID-19, y los proyectos e iniciativas de las élites político empresariales que tienen, entre otros objetivos, privatizar la Caja Costarricense del Seguro Social, desfinanciar a las universidades públicas, desmantelar el Estado mediante la venta de sus activos e instituciones emblemáticas: Fábrica Nacional de Licores, Consejo Nacional de la Producción, Instituto Costarricense de Electricidad, entre otras.

3.1.3.- Violación a los derechos humanos

El 30 de octubre 2021, el surgimiento de nuevos actores sociales, sacude a la opinión pública y pone en un estrecho margen de negociación al actual presidente Carlos Alvarado Quesada.

Independientemente del carácter espontáneo y tal vez con un marco de inorganicidad que le brindó a la conducción de este estallido social el Movimiento Rescate Nacional, lo cierto es que puso en la palestra política a una serie de nuevos actores sociales: Traileros, Pymes, medianos y pequeños empresarios, pescadores artesanales, jornaleros, campesinos sin tierra, indígenas, estudiantes, y un buen sector de las iglesias. Digámoslo de una forma política. Las clases populares más proletarizadas lograron un gran avance en su conciencia de clase.

Tendríamos que hacer aquí un capítulo aparte sobre la ausencia del Estado costarricense respecto a la política indigenista. Su negligencia, su incapacidad de dar una ley de autonomía a los territorios indígenas y garantizar así su territorialidad, cultura e idiosincrasia y actuar deslegitimando los Convenios Internacionales del OIT, dibujan de manera transparente la ausencia de políticas en esta materia.

Independientemente del examen, más profundo y crítico, que posteriormente hagamos de esta coyuntura, si es necesario dejar constancia sobre su debilidad orgánica; lo espontaneo rebasó lo político. Aunque no ha sido nada despreciable el salto de calidad en la lucha popular que se ha ganado en este momento y los diferentes métodos de lucha que puso en juego el movimiento popular.

El movimiento sindical y el sector magisterial, interpretando correctamente el papel de estos nuevos actores sociales, bajo la Dirección de APSE, del BUSSCO, y la Central Juanito Mora, establecieron una inteligentemente y clara política de alianzas, por medio de una correcta interpretación de la unidad en la acción.

Bajo esa política de alianzas, formada por cuatro grandes bloques: Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense; Patria Justa, las Centrales y Confederaciones y el Magisterio en Acción, y el Movimiento Rescate Nacional, auguramos un buen norte en la lucha popular que se dio en nuestro país.

3.1.4.- Criminalización de la protesta social

Todo comité de lucha debe tener un punto de inflexión, un punto de quiebra, a fin de hacer la lectura correcta de la coyuntura en que se inscribe el movimiento popular. La mesa de diálogo nos estancó en nuestras más justas aspiraciones, mientras que en la Asamblea Legislativa en una acelerada carrera, se siguieron aprobando los proyectos ley antipopulares y antiobreras.

Son muchas las enseñanzas que debemos hacer más pausadamente de estos acontecimientos. Uno de los resultados, inéditos por lo demás, fueron los bloqueos sostenidos a lo largo de todo el país, en un ritmo de casi 25 tomas de puntos estratégicos diarios, hubo un momento, en que 91 puntos del país, fueron tomados simultáneamente.

Lo anterior, sin embargo, dio lugar a que los aparatos represivos, la prensa mediática y la derecha recalcitrante a través de sus cámaras, lograra recomponerse rápidamente. Lo que llevó a cerca de más de 90 activistas sociales judicializados. Esto significa una ruptura al modelo democrático. Pese a ser la protesta social un derecho humano fundamental, se le criminaliza y se le judicializa.

Algunas recomendaciones generales

La unidad en la acción, la unidad popular como elemento histórico permanente en las luchas que la clase obrera, las y los trabajadores y el sector magisterial ha venido desarrollando históricamente, debe ser revisada concienzudamente.

Cada 1 de mayo, existen una serie de factores coyunturales muy propios y otro conjunto de aspiraciones reivindicativas de carácter estructural, pero, el movimiento sindical y popular, no ha podido cuajar una verdadera alternativa.

Tenemos ante nosotros y nosotras una gran tarea, o múltiples tareas, cada una tan importante como la otra. Pero nuestra preocupación esencial es llamar a la clase obrera, a los sectores de la clase trabajadora, al campesinado, los artesanos, pescadores, pequeños productores, amas de casa, la juventud, a los grupos feministas y las minorías a organizarnos.

Seguimos bajo la aspiración de que nuestra principal lucha popular para este 1 de mayo, es sentar las bases para una convocatoria hacia un Proyecto País, nacido desde las necesidades básicas de las clases populares.

Frente al gobierno neoliberal, es necesario una clase obrera combativa y organizada. Es urgente una Central Única de trabajadores y trabajadoras, para enfrentar correctamente ese amplio abanico de aspiraciones y reivindicaciones clasistas que tenemos como objetivo inmediato.

Enumeremos, sucintamente algunas de nuestras tareas urgentes: Respeto al Patrimonio de los territorios ancestrales, proyecto de titulación, igualdad, promoción y defensa de los Derechos Humanos, no a las políticas impositivas, “paz, pan, trabajo y tierra”, políticas de empleo digno y seguridad social, “techo, trabajo y erradicación la pobreza”, “lucha frontal contra la elusión, la evasión, y facturación, luchar por un verdadero proyecto que abrace las grandes demandas de los pueblos del mar, los territorios costeros, deben ser parte del patrimonio étnico, productivo y cultural de sus propios pobladores, internet gratuito, universal, de alta calidad y como derecho humano para todas y todos los estudiantes y docentes. Salud popular e infraestructura educativa adecuada, el agua como derecho universal inalienable.

Nuestro país necesita un nuevo sur, o una nueva rosa náutica, en donde el sol alumbre para todas y todos bajo el velo de una verdadera democracia participativa, inclusiva y popular.

LO QUE SE NOMBRA, ES

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En días pasados estuve en medio de una interesante reflexión sobre lenguaje, significados y procesos políticos, a propósito de las distintas formas mediante las cuales se nombra, renombra y reconoce a la región centroamericana.

Esta discusión, desarrollada en el marco de una red regional sobre movilidades humanas, apuntaba a la necesidad de “desescalar” (palabra de moda) algunas nociones que desde fuera de la región se erigen.

En concreto conversábamos sobre el tan llevado y traído concepto de “triángulo norte” utilizado para designar a los tres países que conforman justamente la parte norte Centroamericana: Guatemala, El Salvador y Honduras.

Bajo este concepto, se ha impulsado la idea de que se trata de países violentos, ingobernables, institucionalmente débiles y con altos niveles de impunidad y corrupción.

Sin embargo, obvia la noción que los tres países cuentan con poblaciones, historias, conocimientos, geografías culturalmente vivas, presentes y ciertas. Los saberes ancestrales en la región centroamericana son quizá su mayor activo, su principal patrimonio y se basan justamente en una idea de circularidad que rompe cualquier estructura piramidal con la que suelen identificarse.

El origen de esta idea de triángulo norte, tiene en realidad un sustento material cargado de violencia y extracción. Se trata del exterminio de tres comunidades de la etnia ixil a manos del ejército guatemalteco ya que se les ligaba con la guerrilla en aquel país.

Luego su uso derivó en tantas otras acepciones, homogenizando realidades distintas, convirtiéndolas en una sola idea, cuando tienen particularidades históricas, culturales y poblacionales ricas y diversas. Incluso las formas de nombrar la región están cargadas de un intenso sentido negativo qué hay que discutir.

Entre el triángulo norte y el “ shithole countries” utilizado por el expresidente Trump para referirse a algunos de nuestros países hay discursos que deben ser desmontados, incluso desde la academia.

Es importante dar este paso. Plantearse nuevas formas de nombrar lo que es, recuperando su naturaleza inicial y no la aberración discursiva con que suelen nombrarse nuestras realidades.

CURRÉ/YÍMBA estrenará libro sobre su propia historia

Uriel Rojas

Este jueves 27 de enero de 2022, a las 6pm, en el Rancho de los Diablitos Curré, será la presentación oficial de un nuevo libro que contiene toda la información relacionada con la historia de la comunidad indígena de Rey Curré o Curré/Yímba desde su época precolombina hasta nuestros días.

Publicado en un material de alta calidad, sus páginas trasladan al lector a tiempos de la historia antigua, invita a conocer sus modos de vida, su gente y aterriza lentamente al siglo XX hasta detenerse en nuestros días.

Utiliza fotografías aéreas inéditas e impresionantes ilustraciones que hacen de su lectura, momentos confortables y de mucha formación histórica en este encuentro con nuestras propias raíces identitarias.

Curré/Yímba: Su larga y profunda historia: el nuevo libro sobre esta comunidad indígena, realizado por los autores Francisco Corrales Ulloa y Uriel Rojas Rojas, con el apoyo ilustrativo de Eusebio Lázaro Ortiz.

Para más información al 87093735.

CURRÉ/YÍMBA. Su larga y profunda historia

Un precioso libro sobre la comunidad indígena de Curré/Yímba que recoge el bagaje histórico de este lugar desde la época prehispánica hasta nuestros días.

Una obra minuciosa de alta calidad realizada por los autores Francisco Corrales Ulloa y Uriel Rojas Rojas, con apoyo ilustrativo de don Eusebio Lázaro Ortiz.

Se estará haciendo su presentación oficial y entrega a la comunidad el jueves 27 de enero, en el contexto inicial del Tradicional Juego de los Diablitos Curré/Yímba 2022.

Más detalles al 87093735.

Estreno de radionovela “Los Hijos del Pueblo”

Producción forma parte de las actividades conmemorativas de la UNED, en el año del Bicentenario de Independencia de Costa Rica

E 6 de diciembre, la Universidad Estatal a Distancia (UNED) estrenó por los 96.7 FM de Radio Universidad la radionovela “Los Hijos del Pueblo”, una historia que construye una serie de personajes para imaginar cómo era aquella sociedad de 1821, en la Costa Rica de la Independencia.

La producción expresa la complejidad y el reordenamiento de fuerzas a lo interno de la provincia de Costa Rica durante el proceso independentista, que se proyecta como una transformación, estructuras del viejo régimen que se adaptaron y mezclaron tanto con la realidad de la cotidianidad como con las nuevas ideas sobre autonomía y republicanismo, indicó Katia Grau, productora. 

La historia está formada por cinco capítulos de aproximadamente 30 minutos cada uno. Se estrenarán la semana del 6 a 10 de diciembre, todos los días, a las 8:00 a.m. por la frecuencia 96.7 F.M. de Radio Universidad. Además, luego del estreno en la emisora, la radionovela quedó habilitada en las plataformas Soundcloud.com/Audiovisuales Podcast UNED y audiovisuales.uned.ac.cr

La historia de la radionovela se basa en la investigación “1821: El papel de los municipios en Costa Rica establecidos a raíz de la llegada de la declaración de independencia de la Capitanía General de Guatemala – Análisis y contextualización de los municipios en su posición ante la llegada de la carta de independencia”, realizada por el Instituto de Formación y Capacitación Municipal y Desarrollo Local (IFCMDL), de la UNED. 

El elenco de actores y actrices se compone por Fedra Rodríguez, José Montero Peña, Johanny Hernández, Carmen Chinchilla, Ana Saravia, Johnnie Obando, Karina Mora, José Víquez, Melvin Jiménez, Arie García, Karen Mora, Andrey Ramírez, Fernando Fallas, Maureen Salas, Luis Thomas, Luis Diego Quesada, Leonardo Perucci, Nereo Salazar, Luis Diego Solórzano, Alejandra Portillo, Andrés Chacón, Andy Gamboa y Fernando Montero.

“La historia cuenta con personajes de todo tipo: desde la élite económica y política, hasta aquellas personas más humildes, algunas eran campesinos analfabetos, otros en condición de servidumbre y esclavitud. Esta variada composición social enfrentó la llegada de las actas de independencia y resolvió el destino de Costa Rica, interactuando en el contexto del rol de la iglesia y la dinámica de los cabildos”, indicó Grau. 

Historias. En “Los Hijos del Pueblo”, conoceremos a Juan de Dios, un hidalgo viejo de Cartago, quien no imaginó que esas cartas que llegaban desde Guatemala y León le iban a traer más libertad, pero también un gran dolor. Desde Alajuela, se revivirán momentos entre cañales protagonizados por Salvador, Chus y Nicolasa, de pies descalzos y analfabetas.

La radionovela también rescata a historia de Juan Mora Fernández y a Gregorio José Ramírez, figuras mencionadas en la historia oficial, por su destacada participación en el proceso de Independencia, y de Isidro, un sirviente en condición de esclavitud, quien no estaba dispuesto a luchar por la Corona española.

Para más información: audiovisualesinfo@uned.ac.cr

Grandioso este día el 1 de diciembre que recuerda la Abolición del Ejército, que nos permite cantarle a la vida y al buen y respetuoso trato de los niños y adolescentes

(Intervención de Vladimir de la Cruz, Historiador, en el acto inaugural de la Exposición “Lo que dijeron los medios de prensa relacionados con la Abolición de la Pena de Muerte, la Abolición del Ejército y del castigo físico infantil”, en la Asamblea Legislativa, en el Salón de Jefes de Estado y Presidentes de la República, el miércoles 1 de diciembre del 2021”

Ciudadana
Presidenta de la Asamblea Legislativa
Silvia Hernández
Ciudadana
Directora Biblioteca Nacional
Laura Rodríguez
Ciudadano compositor
Carlos Guzmán
Ciudadanos Diputados
Ciudadanos Directores y funcionarios del Poder Legislativo
Ciudadanos y ciudadanas presentes en este acto.

Nos reúne este día la celebración de tres acontecimientos que enaltecen a la Nación costarricense, a la Democracia Nacional y a los Poderes Públicos, y altas Autoridades del Estado y del Gobierno que de distinta manera participaron y contribuyeron en su gestación. Son la celebración de la Abolición de la Pena de Muerte, la Abolición del Ejército y la eliminación de castigos físicos y humillantes de los niños y niñas de Costa Rica.

La adición al Capítulo II del Código de la Niñez y la Adolescencia, con el Artículo 24 bis, que establece claramente la prohibición de castigos físicos, corporales, y trato humillante o degradante, a los niños que se ha aprobado por este Congreso, enriquece las políticas que sobre niñez y adolescencia se han ido dando en Costa Rica desde hace muchos años, y que fortalece las decisiones nacionales que se han hecho al firmar gran cantidad de Tratados y normas internacionales similares, que han hecho que Costa Rica se distinga en el ámbito internacional por los Derechos Sociales, las Libertades individuales y por los Derechos Humanos, que como un gran paraguas hoy cubren prácticamente todas las esferas de la vida de los habitantes y ciudadanos de Costa Rica, de su niñez y adolescentes, que obligadamente se les debe tratar como las personas humanas que son, señalando también esa corresponsabilidad de crianza y educación, con estos parámetros, a las madres, a los padres, a los responsables de la guarda y crianza, así como de los encargados y el personal de los centros educativos, de salud, de cuido, penales juveniles o de cualquier otra índole, para evitar que sobre niños y adolescentes se puedan realizar castigos físicos corporales o de trato humillante, y que por sobre todas las cosas se garantice su integridad física, su dignidad de personas humanas y la felicidad con que deben criarse, para asegurar con ello también la mejor convivencia social y procurar la sociedad más feliz posible.

La exaltación de la abolición de la pena de muerte es otro hecho que distingue a Costa Rica, desde mediados del siglo XIX, cuando los Presidentes y Beneméritos de la Patria, el Dr. José María Castro Madriz y el General Tomás Guardia Gutiérrez, inaplicaron la Pena de Muerte, y el General Guardia tomó la decisión de eliminarla, de abolirla y declarar el derecho a la vida como un bien inviolable. Del continente americano solo Venezuela se nos anticipó, cuando la abolió en 1863. Nosotros en el Gobierno de Tomás Guardia lo hicimos en 1882, lo que se publicó en La Gaceta el 27 de abril de 1882, como Artículo 15 de la Constitución, que se reformó en este sentido.

La pena de muerte constituye la expresión más brutal de todos los castigos, el más extremo, el más cruel. Con ello también hemos firmados Tratados internacionales que aseguran que la pena de muerte no podrá restablecerse jamás y mucho menos podrá aplicarse en delitos considerados políticos, lo que fortalece el ambiente de una sociedad tolerante en este campo.

En 1981 en Costa Rica se realizó, para celebrar el Centenario de la abolición de la Pena de Muerte, el Primer Congreso Mundial de Derechos Humanos, que culminó con la Carta de Alajuela, en la que se estableció que “la pena de muerte es una práctica jurídica, o no, que atenta contra el Derecho Humano superior de la vida. Por ende debe suprimirse”.

Esta decisión, de la Abolición de la Pena de Muerte, tomada en 1882 ha sido también uno de los ejes de política exterior del país, junto con la defensa de los regímenes democráticos y de los derechos humanos, entre otros valores, que distinguen al país en el ámbito internacional.

La razón fundamental que llevó al Presidente Guardia a abolir la Pena de Muerte, fue el dolor que le causaba el recuerdo del Asesinato de Estado que se realizó contra el Presidente Juan Rafael Mora Porras y, especialmente, contra el General José María Cañas Escamilla, ambos héroes, de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos que querían esclavizar a los pueblos centroamericanos y acabar con la Soberanía, la Independencia y la Libertad de nuestras naciones.

El fusilamiento del General Cañas afectó más al Presidente, porque en esa gloriosa y heroica guerra, el General Guardia había combatido bajo las órdenes del General Cañas, a quien admiraba, y le sentía un profundo respeto, admiración y a quien le tenía un gran afecto. En ese sentimiento le acompañó su señora esposa, la distinguida Dama Emilia Solórzano Alfaro, a quien también se le reconoce la decisión de la abolición de la pena de muerte.

Al momento de recordar esta memorable decisión de la abolición de la pena de muerte, recuerdo a los señores Diputados que está pendiente realizar el Funeral de Estado al Presidente Benemérito de la Patria Juan Rafael Mora Porras, y al General José María Cañas Escamilla.

Hace bien la Asamblea Legislativa, señores Diputados, de celebrar hoy, 40 años después del Primer Congreso de Derechos Humanos, realizado en nuestro país, estas fechas, que culminan en este acto con la celebración y exaltación de la abolición del ejército como institución permanente.

Celebramos el 1 de diciembre como la fecha en que, en 1948, se abolió el Ejército de Costa Rica. Alrededor de esta fecha se discutió en el 2019, en la Asamblea Legislativa, la decisión de aprobarla como día feriado de pago obligatorio nacional, lo que se hizo, siendo este año 2021 cuando se puso en vigencia.

Las fechas patrias y efemérides nacionales, en preciso, como las fechas de la Independencia el 15 de setiembre, la de la Anexión de Nicoya, el 25 de julio, la de la Virgen de los Ángeles, el 2 de agosto, la del Día de la Madre, el 15 de agosto, la del día del Niño, el 9 de setiembre, la del encuentro de culturas, el 12 de octubre, las de la Campaña Nacional contra los filibusteros, especialmente la del 20 de marzo, la Batalla de Santa Rosa, el 10 de abril, la Batalla de Sardinal, el 11 de abril, la Batalla de Rivas y la del 22 de diciembre, la Batalla de la Trinidad, que son las que más se celebran, tienen bien asentado su día de conmemoración y recuerdo, pero de ellas destacan en celebración la de Santa Rosa y la de Rivas.

La fecha del 29 de octubre, asociada a la Independencia de Costa Rica, no se celebra oficialmente, aunque este año, 2021, inevitablemente tuvo que hacerse, y el propio Presidente Carlos Alvarado en Cartago tuvo que reconocer que allí, en esta fecha, hace 200 años, se había proclamado la Independencia de Costa Rica.

Hoy se celebra el día de la Abolición del Ejército con este rango de distinción, haciéndolo feriado y de pago obligatorio, con un día movible a otro día de la semana lo que debilita su efeméride.

Otras fechas alusivas a eventos y sucesos nacionales pueden igualmente celebrarse, con mayor pomposidad que como se recuerdan. Algunas fechas pueden ser discutibles desde el punto de vista de historiadores, y especialistas, y hasta se podrían tener varios eventos para significar, destacar y celebrar esas fechas, como es el caso de la fecha de Independencia que se tienen el 15 de setiembre y el 29 de octubre, y como alrededor de la Abolición del Ejército se podrían tener diferentes momentos de celebración de la abolición del Ejército, destacando la fecha del 1 de diciembre de 1948.

En materia militar estuvieron vigentes, hasta el Código Militar de Tomás Guardia Gutiérrez, de 1871, las ordenanzas generales del Ejército expedidas por el Rey Carlos III, en el siglo XVIII, que quedaron abolidas con la promulgación de este Código Militar.

Con ello, el Ejército era parte de la institucionalidad oficial del Estado y del Gobierno, que se regulaba desde el Código Militar de 1871 con sus respectivas reformas.

En el Artículo 22 de la Constitución Política de 1871, vigente hasta 8 de mayo de 1948 se establecía que el Ejército, era una fuerza militar que estaba subordinada al Poder Civil, que es esencialmente pasiva y jamás debe deliberar, y en el Artículo 109 de los deberes y atribuciones del Poder Ejecutivo, en sus incisos 15, 16 y 17 se establecía que era competencia del Presidente: “Librar los títulos respectivos a los individuos a quienes el Congreso hubiere investido de alguno de los grados militares que le corresponde conferir. Conferir grados militares hasta el de Teniente Coronel inclusive, y proveer cualesquiera empleos, cuya provisión no reserve la ley a otra autoridad, y conceder retiro a los Jefes y Oficiales del ejército y admitir o no las dimisiones que los mismos hagan de sus destinos.”

Así al suspenderse la Constitución de 1871, el 8 de mayo de 1948, se suspendió el Ejército, se le quitó el sustento constitucional de su existencia. Bien podría tenerse, por este motivo, la fecha del 8 de mayo de 1948 como una fecha de abolición del Ejército, sin embargo, la Junta de Gobierno mantuvo el Ejército e hizo varios Decretos Leyes relacionados con este cuerpo militar.

Institucionalmente en la década de 1940-1948 el Ejército, como estructura organizativa del Estado, era muy débil, y para la guerra civil de 1948 era una institución casi inexistente.

En junio de 1947 los diputados Fernando Volio Sancho y Fernando Lara Bustamante propusieron eliminar el Ejército suprimiendo partidas para la compra de armas y mantenimiento de los cuarteles.

La Guerra Civil de 1948 puso en tensión militar el país, tanto por las fuerzas militares organizadas y dirigidas por José Figueres, su Ejército de Liberación Nacional, y la Legión Caribe, que le acompañaba, como por el Ejército Nacional, la institución militar que tenía que enfrentar la insurrección militar figuerista, a la que prácticamente no le ofreció ninguna resistencia importante, ni ninguna batalla o enfrentamiento militar importante le ganó.

Acabada la Guerra Civil, luego de las Conversaciones de Ochomogo, ratificadas en el Acuerdo o Pacto de la Embajada de México, y obligado Otilio Ulate a firmar el Pacto con Figueres, postergando su asunción al Poder Ejecutivo, asumió por la fuerza la dirección del Estado y del Gobierno, José Figueres, prácticamente, con un Golpe de Estado contra Otilio Ulate, desde el 8 de mayo de 1948 hasta el 7 de noviembre de 1949, período en el que se constituyó el Gobierno de Facto de la Junta Fundadora de la Segunda República.

Es durante el ejercicio de este Gobierno de Facto donde se toma la decisión con firmeza de abolir el Ejército Nacional.

El primer acto fue con la suspensión o abolición de la Constitución Política de 1871, que era la vigente, lo que se realiza el 8 de mayo de 1948. Al suspender la Constitución Política se suspendió con ella al Ejército Nacional del Estado que era reconocido oficialmente como una institución de Derecho.

La fuerza militar que acompañó a Figueres en el ejercicio de su Gobierno de Facto fue la propia, con la que había ganado la guerra, que sustituyó, en ese sentido, al Ejército Nacional, en todas sus funciones. Sin embargo, por Decreto No. 1 de la Junta fundadora de la Segunda República, del Ministerio de Seguridad Pública, de 8 de mayo de 1948, José Figueres “asume el Mando en Jefe del Ejército y de las fuerzas armadas de la República, en calidad de Comandante en Jefe”.

A partir de allí el Ejército Nacional fue desintegrándose en la institucionalidad nacional. En distintos actos y acuerdos de la Junta de Gobierno se le dio apoyo a su Ejército de Liberación Nacional. En la Reunión No. 5 del 25 de mayo de 1948 se señaló la existencia del Ejército como necesaria “en la actualidad”, “como medida de emergencia”, y se estableció el Departamento de Defensa del Ejército, dependiente del Ministerio de Seguridad.

La Junta Fundadora convocó a elecciones, a afínales de 1948, para integrar la Asamblea Nacional Constituyente la cual se instaló, en enero de 1949, para realizar su trabajo, durante el año de 1949.

El 13 de diciembre de 1948, por el Decreto Ley No. 302, la Junta Fundadora de la Segunda República, “creó la Tesorería del Ejército para atender aquellos gastos de la presente emergencia de guerra, cuyo pago debe de hacerse de inmediato…”

En el Proyecto de Constitución Política, presentado por la Junta, a la Asamblea Nacional Constituyente, el 3 de febrero de 1949, en su Artículo 10, se establecía declarar oficialmente disuelto el Ejército Nacional, que aunque no se acogió este Proyecto de Constitución, la idea de la abolición prendió en el alma de los constituyentes, lo que empezó a discutirse en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente. Ese 3 de febrero de 1948 se hizo oficialmente el primer anuncio de querer abolir el Ejército. Esta es una fecha que puede tenerse también para celebrar su abolición.

El 4 de julio de 1949 los diputados del Partido Unión Nacional, Ricardo Esquivel Fernández, Juan Trejos Quirós y Enrique Montiel Gutiérrez, proponen suprimir el Ejército (Actas 101, de 4 de julio, la 169 de 18 de octubre, y la 178 del 31 de octubre, de la Asamblea Nacional Constituyente). Estas son otras fechas que contribuyen para celebrar su abolición.

Así, el 18 de octubre de 1949 la Asamblea Nacional Constituyente revisa lo aprobado en las discusiones hasta ese momento, con relación a la eliminación del Ejército, y el 31 de octubre de 1949 fue cuando se aprobó oficialmente, o ratificó, la Abolición del Ejército, en la Asamblea Nacional Constituyente, lo que podría ser la fecha más precisa por cuanto ya quedaba aprobada la abolición. Seguía la aprobación definitiva de la Constitución como un todo, lo que se hizo el 7 de noviembre de 1949.

El 11 de octubre de 1949 la Junta Fundadora de la Segunda República, por Decreto No. 749, acuerda “imprimirle a la estructura política del Estado una fisonomía netamente civil, confiándose la defensa del orden y la seguridad interna a las fuerzas regulares de la Policía Nacional, llamada a partir de ese momento, Guardia Civil”, y traspasó el Cuartel Bella Vista a la Universidad de Costa Rica, con el objetivo de desarrollar el Museo Nacional.

En el seno de la Junta de Gobierno el Plan de la supresión, o abolición del Ejército, había sido presentado por el Ministro de Seguridad, Coronel Edgar Cardona Quirós, por lo que, como reconocimiento, se le otorgó el título de Coronel Efectivo de las Fuerzas Armadas de Costa Rica.

El 25 de noviembre de 1948 la Junta de Gobierno había acordado aceptar el Plan de Supresión del Ejército.

El 27 de noviembre se anunció la desmovilización de la Legión Caribe, y se les agradeció lo que habían hecho por Costa Rica, especialmente al General Miguel Ángel Ramírez Alcántara, considerado, por los miembros de la Junta de Gobierno, Héroe de la Revolución.

Cuatro días después, el 1 de diciembre de 1948, la Junta realizó el acto simbólico en el Cuartel Bellavista. En presencia del Cuerpo Diplomático, se hizo el anuncio de que Costa Rica convertiría los cuarteles en centros de cultura, y se afirmó que la época de los cuarteles había quedado para la historia de la Primera República y que empezaba la era del Estado constructor de escuelas, colegios, universidades y museos.

El acto público del 1 de diciembre de 1948, fue para publicitar, de esa manera, la declaración de disolución del Ejército Nacional, que se había hecho el 31 de octubre en la Asamblea Nacional Constituyente.

Así, el acto del 1 de diciembre tan solo fue el acto teatral del anuncio, no el acto oficial en el cual se había abolido. Este día hablaron José Figueres Ferrer, como Presidente de la Junta de Gobierno, Edgar Cardona, Ministro de Seguridad Pública y Uladislao Gámez Solano, Ministro de Educación Pública.

Para esta ocasión, 1 de diciembre de 1948, se reunieron las autoridades del Gobierno en el Cuartel Bella Vista donde José Figueres dio unos mazazos, en una de sus almenas, para simbolizar la abolición del Ejército. Allí hubo un desfile de militares y de escolares.

El entonces Magistrado de la Sala Constitucional, Rodolfo Piza Escalante señaló que ese 1 de diciembre José Figueres no abolió el ejército y tan solo pronunció un discurso, como efectivamente lo hizo.

Este acto teatral es el que se conoce como la Ceremonia del Mazazo, porque José Figueres golpea una muralla, en una de sus almenas, con un mazo, para indicar que, de igual manera, era golpeada y destruida la estructura militar.

Como parte de la ceremonia, el Ministro de Seguridad entregó al de Educación, una llave simbólica señalando que era el acuerdo firme de la Junta de Gobierno disolver el Ejército. Así simbólicamente este día, 1 de diciembre, se inmortalizó como la fecha de la Abolición del Ejército.

El Ministro de Educación expresó: «La luz que irradiaron las espadas del 12 de marzo, aludiendo al acto insurreccional que dio origen a la Guerra Civil ese mes, hoy se transforman en antorcha de libertad y del decoro que entonces proclamaron.»

La Abolición del Ejército quedó consagrada en el Artículo 12 de la actual Constitución Política, aprobada el 7 de noviembre de 1949.

Con ella, los diputados constituyentes de 1949 definieron claramente, en los artículos 12 y 140 de la Constitución Política, el carácter civilista del Estado costarricense y la finalidad de integrar a la fuerza pública dentro del modelo de Estado.

En el gobierno de Oscar Arias Sánchez, 1986-1990 por el Decreto No. 17357-P-SP-EP-C-RE, del 26 de noviembre de 1986, se dispuso Declarar el 1 de diciembre de cada año como “Día de la Abolición del Ejército”, invitando a todos los costarricenses y extranjeros radicados en el país, como a las instituciones públicas y privadas, a reflexionar sobre este hecho fundamental de la Historia Patria y a celebrarlo con la dignidad y el decoro que merece esta fecha. El día de celebración así está establecido. Lo que se hizo finalmente por el Congreso de la República y sus diputados fue hacerlo feriado obligatorio y de pago obligatorio.

En concordancia con la Abolición del Ejército, en el Gobierno de Luis Alberto Monge Álvarez, el 17 de noviembre de 1983, anunció la Declaratoria de la Neutralidad Perpetua Activa y No Armada, del Estado costarricense, ante cualquier conflicto bélico, como prolongación del proceso de desarme unilateral y voluntario iniciado en 1949. En el siguiente período gubernativo, el Presidente Oscar Arias Sánchez, por Decreto No. 17645-P-SP-G, dispuso, el 24 de julio de 1987, suprimir los rangos militares que hasta ese momento ostentaban y tenían vigentes los miembros activos de la Guardia de Asistencia Rural, de la Dirección de Inteligencia y Seguridad nacional, la DIS, y de todos los cuerpos de policía, en todas sus estructuras y programas, estableciendo la nomenclaturas de Inspector de Policía 1, 2, 3, de Oficial de Policía 1 y 2 y de Comisionado de Policía 1, 2 y 3. Los rangos militares fueron restablecidos nuevamente en el Gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier, 1990-1994 y eliminados de nuevo por el Presidente Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, 1998-2002. Durante el Gobierno del Dr. Abel Pacheco, con motivo de la adhesión que él hizo a la guerra de Irak desarrollada por Estados Unidos, firmando internacionalmente dicha acción militar, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, le llamó la atención señalando que en razón de la abolición constitucional del Ejército, nosotros como país, no podemos formar parte de ninguna fuerza colectiva de tipo militar ni de participar en acciones militares de esa naturaleza, obligándolo a retirar la firma de apoyo a esa guerra.

Así, hoy celebramos con júbilo nacional esta gloriosa fecha que hace que ninguna familia sufra de la circunscripción obligatoria del servicio militar de ninguna de sus hijos o miembros, ni sufre por movilizaciones militares del Estado o del Gobierno que produzcan la muerte de costarricenses. Y, celebramos también que no haya gastos militares en el mantenimiento de una fuerza militar totalmente parasitaria, y que esos fondos puedan destinarse a otras necesidades estatales y de la Administración Pública al servicio de la ciudadanía y los habitantes del país.

Grandioso este día el 1 de diciembre que nos recuerda la Abolición del Ejército como institución permanente, que nos ha permitido cantarle a la vida y al buen y respetuoso trato de los niños y adolescentes.