De la manipulación mediática y de la historia contemporánea rusa. Versión ampliada

Jiddu Rojas Jiménez

(Notas ampliadas sobre el llamado «Revisionismo» de la historia, el habitual embrutecimiento mediático del pueblo en el caso de la Guerra entre Rusia, Ucrania y la OTAN, y la nueva Rusofobia).

No podría dejar de expresar mi asombro por la Entrevista televisada que el Señor Ignacio Santos, –periodista en jefe de Telenoticias Canal 7—, le realizó a un tal señor Rustan Spirin, Ex-Embajador de Ucrania en México y Costa Rica, y que frente al público costarricense, reinventaron sin más, la historia de la Segunda Guerra Mundial, sin eruptar…

En esa Entrevista, dejaron entrever que los Rusos (les recuerdo que la Federación Rusa no existía hasta 1991) fueron incluso, «aliados» de los Nazis. Esto insulta nuestra inteligencia.

Entre 23 y 28 millones de muertos tuvo la URSS contra los Nazis. Muchos no sólo Rusos, sino Ucranianos obviamente.
Esto no se puede olvidar ni tergiversar.

Dicho lo anterior, debo compartir algunas brevísimas reflexiones históricas y críticas a partir de lo escuchado en televisión, y que he ampliado en mi indignación personal y cavilaciones nocturnas:

Balbucearon el periodista cubano/costarricense de Canal 7, y el ex- diplomático Ucraniano invitado virtualmente desde Kiev, que los Rusos (los Soviéticos sería), bombardearon una ciudad que antes era de Polonia y ahora es de Ucrania.
Sólo podemos decir que sin el Ejército Rojo, en Polonia y en Este de Europa (con la excepción partisana de Yugoslavia), hablarían ahora Alemán.

Claro lo que sí es cierto, es que las fronteras de la República Socialista de Ucrania, fueron ampliadas por la URSS, con partes de Polonia después de la Segunda Guerra Mundial; la cual compensó con territorios del Este de Alemania y corriendo su frontera con este país hasta el Río Oder. También creció Ucrania con la parte norte de Bucovina, antes parte de Rumanía. Rumanía perdió también Moldavia, que pasó a ser la República Socialista de Moldavia dentro de la URSS. Y Hungría le cedió a Rumanía, Transilvania y otros territorios. Y la Voivodina húngara pasó a control de Yugoslavia.

Así mismo la URSS victoriosa sobre el Nazismo, se quedó como compensación Geoestratégica, con el nuevo enclave de Kaliningrado en el Báltico, antes Prusia Oriental (incluido Konigsberg ciudad prusiana y cuna del filósofo Kant).

Estonia, Letonia y Lituania, ahora independientes, quedaron con autonomía dentro de la URSS como Repúblicas Socialistas, y la URSS con una salida extendida al Mar Báltico.
Sin hablar del Pacto de Varsovia.
Ahora que son independientes estas Repúblicas Bálticas, al interno, tienen políticas racistas que privan de sus derechos ciudadanos a la población de origen ruso.

En fin, para bien o mal, así funcionaba el llamado «Socialismo Histórico» (categoría de Helio Gallardo) en Europa del Este, en términos Geopolíticos.

No podemos olvidar cómodamente a las invasiones de Hungría en 1956 y el asesinato de Imre Nagy, y luego, la invasión a Checoeslovaquia de Alexander Dubcek en 1968. Tampoco la de Afganistán y su cruel guerra (1979-1989).

Estados Unidos con Bush, Jr., no fue muy original en Afganistán. En realidad, la brutalidad militar norteamericana, ya se había practicado en Corea, en Cuba con Bahía Cochinos, con la larga Guerra de Vietnam, las Invasión de Grenada, de Panamá, e Irak con Bush, padre la primera vez. (Sólo para mencionar el despliegue de tropas uniformadas, sin mencionar sus múltiples Golpes de Estado, sabotajes, bloqueos ilegales, asesinatos selectivos, etc.

Lo último puede sonar como lugares comunes, pero lo cierto es que parecemos olvidar esta dramática faceta de la historia. No construimos memoria histórica colectiva.

Hay que reconstruir racionalmente una, o mejor varias, miradas históricas historizadas y sistémicas, para entender críticamente estos complejos hechos históricos.

En consecuencia, debemos recordarles entonces a los «expertos» del medio citado y a muchos otros más que pululan, –por ejemplo–, que la República de Polonia (Independiente) citada con total superficialidad, sólo existe gracias a los Revolucionarios Bolcheviques, Lenin y Trotsky, o sea después de la Revolución del 26 de Octubre (o del 7 de Noviembre en nuestro Calendario) de 1917.

En particular con la firma y la negociación de la Paz en Best- Litovsk (hoy Bielorrusia), y su dura negociación en Octubre de 1918 con los Imperios Centrales (Alemania, Austro-Hungría, Imperio Otomano) durante la Primera Guerra Mundial (1914-1919). Hecho que legitimó posteriormente la agresión comercial, política y militar, de las potencias Imperialistas occidentales vencedoras, sobre la naciente Revolución Socialista.

«Pan, Paz y Trabajo» fue la promesa de los Bolcheviques originales a sus pueblos, –y la cumplieron–, cuando se alzaron el 7 de Noviembre (26 de Octubre en su calendario) contra el Gobierno provisional de Kerenski, fruto de la primera Revolución de Abril de 1917, contra la autocracia Zarista y su Guerra interimperialista.

El Imperio Zarista de Rusia, había derrotado a las otras Revoluciones polacas anteriores, así como había castigado a las revueltas populares Ucranianas.
Es la Revolución Socialista en Rusia ( Nov. 1917), la firma del Armisticio (Dic. 1917); y la firma del Tratado formal de Paz (1918) contra una brutal carnicería inter-imperialista, la que permite las condiciones de la Independencia de Polonia.

Justo es decir, que la primera Rada Ucraniana, y la República Popular Ucraniana, no sólo habían firmado antes la paz con el Imperio Alemán en Enero del 1918 (y a regañadientas con el Imperio de Austro-Hungría), sino que –y esto se kes olvida a los Nacionalistas Ucranianos–, se comportaron como un Estado satélite alemán, y adversaron tanto al Gobierno provisional ruso de Kerenski, como al posterior Gobierno de Consejos (Soviets) de Obreros, Campesinos, y Soldados. Acaparando así, la venta de granos y la alimentación en contra de la Revolución Bolchevique y a favor de Alemania y en especial del Imperio de Austro-Hungría.

También se detuvo en Ucrania, la Reforma Agraria. Cuando estalló el descontento popular Ucraniano, la Rada no titubeó en llamar a tropas de Ocupación del Imperio del Káiser de Alemania para reprimir. Cae la frágil primera República Popular de Ucrania, y se sustituye por el contrarrevolucionario régimen del «Hetmanato» del “Hetman» o Caudillo, el aristócrata y Dictador Pavló Skoropadski, –luego amigo y colaborador del Nazi Ucraniano Stepán Bandera–, que murió obviamente asilado en la Alemania Nazi en 1945.

A su vez el «Hetmanato» fue derrocado por un levantamiento popular Ucraniano, creándose un caos organizado bajo el Directorio, caldo de cultivo de la Guerra Civil.

Este nuevo Directorio nacionalista, fue liderado por Simon Petliura (1879 -1926) todo un personaje, digno del peor populismo.

Si primero el Hetman Skoropadski, –era una vulgar reminiscencia del Zarismo ruso convertido al súbito nacionalismo de de derechas Ucraniano, y devino pro- Alemán–, en cambio, Simon Pietlura que primero fue supuestamente Socialdemócrata, o sea del POSD de Ucrania, devino en un furibundo anticomunista y antiruso. De hecho su breve gobierno fue reaccionario y persiguió a líderes sindicales y populares, además de racista, obviamente anticomunista y antisemita.

El Ejército Ucraniano Blanco, estaba dividido entre el Hetman y el Directorio, imponiéndose este último. Así que Simon Pietlura, antes revolucionario anti-zarista, y pro – occidental (o sea anti – Alemán), permitió terribles Progromos antisemitas. Hubo verdaderas brutalidades contra la población judía en Ucrania (estamos hablando de casi 20 años antes de los Nazis). Y la razón era que, según él, la población judía apoyaba a los Bolcheviques. Así que el racismo no era exclusividad del Hetman.

El 21 de abril de 1920, el populista ucraniano, Simon Petliura, firma un acuerdo con el Dictador militar polaco Jozef Piltsudski, para atacar a la Rusia Soviética (la URSS no existía); cede territorios frente a una Polonia con deseos de expandirse, a cambio del reconocimiento a su Ucrania. Ambos junto a tropas aliadas de Rumanía, son derrotados militarmente por el Ejército Rojo.

Finalmente por la ofensiva Bolchevique en Ucrania, Simon Pietlura se exilió en Francia (no en Alemania), donde fue asesinado con una bala con cianuro… Pero no por la temida «Cheka» comunista y soviética, sino por un judío, Sholom Schwartzbard en 1926, y quien fue absuelto en 1927, por los Tribunales de Francia por los motivos expuestos de su acto, a saber, los Progromos autorizados en Ucrania por el Directorio entre 1919 y 1920, donde se estima que entre 35000 y 50000 judíos y judías, perdieron la vida.

Esto puede dar una explicación general de la génesis del moderno Nacionalismo Ucraniano, aún décadas antes de S. Bandera y de su colaboración con la invasión Nazi a la URSS.

Así, la Rusia Bolchevique se vio cercada de enemigos desde su nacimiento hasta la victoria en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Esto creó una compleja guerra civil en Ucrania y el resto de Rusia (pues atacada por todos los frentes, desde Siberia y el Ártico, hasta el Pacífico Norte).

En Ucrania convergieron en batalla, desde enormes Divisiones contrarrevolucionarias de Ejército Blanco Ruso reorganizadas bajo el temible militar zarista Antón Denikin (continuador del zarista Kornilov con apoyo de los llamados «Kadetes»), siempre apoyadas por las Potencias Occidentales Imperialistas (una vez derrotada Alemania y destruido el Imperio de Austria-Hungría), y unidas a diferentes Nacionalistas Ucranianos, hasta campesinos autogestionados armados dirigidos por Néstor Majno (ó Machkno), contra tropas del naciente Ejército Rojo.

Analicemos otra figura del Nacionalismo populista Ucraniano, al Ataman Nífikor Grigóriev (1885-1919). Sabido es que un oficial anarquista de Majnó (quien participó en el Directorio de Simon Petliuski) mató al líder militar cosaco Nikífor Grigóriev (y a su Estado Mayor), después de una reunión para unificar tropas con «Ejército Negro» (Anarquista) contra los Bolcheviques (Rojos).
En principio, Majnó (o Makhno) lo mandó a ajusticiar por los Progromos judíos en Elisavetgrado y otras ciudades tomadas, o sea por las masacres de la población judía ordenados, y por el asesinato colectivo de pobladores no sólo judíos, sino griegos en la toma de Odessa.

Repasemos a la figura histórica del Ataman Grígoriev, –primero oficial zarista, luego con la República Popular de Ucrania y su Rada, después pasa por el apoyo al Golpe de estado del Hetman pro- alemán, luego apoya al Directorio nacionalista; desilusionado del no reparto de tierras y el gobierno reaccionario de Petliuski, incluso dio un breve apoyo militar al General Pavel Dybenko del Ejército Rojo en Ucrania, contra la Ocupación francesa de algunas ciudades; por supuesto iba a ser sancionado ( o sea ejecutado) por Dybenko por sus crímenes; y termina combatiendo a Rojos y Blancos; finalmente es detenido y fusilado por el Ejército Negro del anarquista Majnó, cuando intenta una alianza militar y política.

Sin embargo, su lema era:
«¡Ucrania para los Ucranianos libre de Bolcheviques y judíos!» (sic)
Éstas son las raíces racistas y populistas del Nacionalismo Ucraniano, anterior incluso a la ocupación Nazi.

De hecho Michel Foucault en su texto traducido al Castellano como «Genealogía del Racismo», señala al Báltico y al Este de Europa como los lugares de origen del racismo moderno, asociado a la extrema derecha.

Hago la aclaración pública, de que ese Antisemitismo atávico, se parece muchísimo al actual Sionismo Revisionista imperante en Israel y Palestina Ocupada. La víctima histórica, se convirtió en victimario. Y el racismo antisemita, se convirtió en la legitimidad del actual «Apartheid» Sionista. (Bueno, por eso son ahora aliados).

¿Se extrañan entonces, de la reinvindicación del fascista Batallón Azov, o del del Nazi Bandera elevado a Héroe Nacional después de la «Revolución Naranja» y su ultra-nacionalista Presidente Víctor Yúshchenko? ¿O del papel militar y cultural de los demás grupos Neonazis y de Extrema Derecha actuales apropiándose del legado del Nacionalismo de Ucrania?

Mientras el Partido Comunista de Ucrania y sus sindicatos son ilegalizados, junto a otras organizaciones Progresistas.

No hablemos de los Derechos Humanos de la población LGTBIQ+, porque son peores en Ucrania que en Rusia. En ningún caso se justifican.
¿Qué dicen al respecto Occidente y sus medios? ¿Realmente creen que a EEUU y a la OTAN le interesan los Derechos Humanos?

Continúamos con la historia del cosaco Grigóriev, pues su fiel lugarteniente, Yuri Tyutyúnik, siguió su guerra en menor escala en los campos de Kiev y Volinia, hasta que fue derrotado y ejecutado por los Bolcheviques en 1921.

Aclaro, –siguiendo el testimonio de la brillante comunicadora rusa Inna Afinogenova, antes con su programa cancelado, «Aquí les va» de RT–, que la manipulación con fines militares o políticos, de los hechos, de un lado y del otro, durante esta guerra, es una moneda muy frecuente. Esto incluye a la Rusia de Putin.

[Nota bibliográfica sobre el anterior tema del personaje Grigóriev:
Ver 1) Brovkin, Vladimir (2015).» «Behind the Front Lines of the Civil War: Political Parties Social Movements in Russia, 1918- 1922.»
2) Bullock, David (2012 a) «The Russian Civil War: 1918-1922). Westminster; Colchester: Osprey Publishing.]

Prosigamos con la reflexión histórica de la inexistente URSS y de su satanización, en el imaginario colectivo de Occidente y de su periferia:

El Ejército Rojo, en fin, prevaleció en esa Guerra Civil brutal de 1918 a1921, contra todos los demás bandos.

También hubo represión Bolchevique no sólo contra las fuerzas reaccionarias, sino contra Socialdemócratas Mencheviques que no se unificaron con los Bolcheviques, contra los Social – Revolucionarios (Eseristas o Populistas de Izquierda), y contra Anarquistas (Kronstadt, 1921). No como con Stalin, pero sí la hubo.

Fanny Kaplán una supuesta Eserista (SR), –quien también había sufrido antes como muchos Bolcheviques, la represión Zarista, trabajos forzados, cárcel y destierro a Siberia–, le disparó una bala a Lenin aparentemente con cianuro, en agosto de 1918. Y este atentado terrorista marcó el rumbo de la Dirección Bolchevique.

A duras penas sobrevivió Lenin; quedando con muchas dificultades físicas, los pocos años que le sobrevivió. Y poco a poco la conducción del proceso Bolchevique pasó de los Soviets (Consejos populares) al Partido y sus diferentes facciones, y de las manos de Trotsky, Kamenev, Zinoviev, Radek, Kolontai, M. Tomski, Bujarin, Rykov, etc., a Stalin y Beria. (No sobra decir, que todos los citados a excepción de la Kolontai marginada, fueron acusados, purgados, asesinados luego, por Stalin).

Con los llamados «Social- Revolucionarios» arriba mencionados, y quienes en su mayoría apoyaron la carnicería de la Primera Guerra Mundial, –y a veces idealizados como luchadores populares–, estuvo desde 1905 otro personaje, aliado de Grigóriev, el también Ataman cosaco Ucraniano Danilo Terpilo (1886-1919), quien aunque al principio simpatizó brevemente con la Revolución de Febrero de 1917, traicionó rápidamente a los Bolcheviques (llegados al poder después de Noviembre de 1917), iniciando una serie de Progromos contra judíos acusados de simpatizar con los Bolcheviques. Así que el populismo Ucraniano también fue claramente racista y antisemita, y anticomunista.

Entiéndase también, el contexto de la agresión exterior militar, diplomática y económica de las potencias Imperialistas contra la Rusia Soviética, y la severa crisis económica impuesta a toda Rusia.

Justo es reconocer, que muchos de estas facciones de Izquierda, incluidos Anarquistas, se unieron luego al PCR y al posterior PCUS. Incluso las cartas entre el líder anarquista Kropotkin y Lenin son conocidas.

Pero recordemos que hasta 1922 se crea formalmente la URSS. Que incluye la creación de las Repúblicas de Ucrania, Bielorrusia, Kazajstán, etc., dentro de la URSS. Polonia se mantiene independiente, y las Repúblicas del Báltico hasta la Segunda Guerra Mundial.

Así, la URSS nunca fue una mera extensión de la Federación Rusa. Entre 1917 y 1922, se creó la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR) con representantes de los consejos populares de todos las nacionalidades. Tras el triunfo comunista en la cruel Guerra Civil, se crea formalmente la URSS.

Los Bolcheviques originales, –con otros graves defectos políticos de autoritarismo–, creían firmemente en la Autodeterminación de los Pueblos.

Por eso la URSS era una gran confederación de pueblos y nacionalidades, con un modelo federal de República. Podemos achacarles a los Bolcheviques muchos defectos reales, pero el nacionalismo no.

Pero ese «Gran Rusismo», ese Chovinismo, ese Nacionalismo era muy perseguido dentro del POSDR- Bolchevique (también en la olvidada facción Menchevique), luego PCR y luego PCUS, en la URSS.

Ahora los y las Rusos /as, en este tipo de discurso como el de Spirin, son deformados/as como literalmente, peor que animales (sic). Eso es un ejemplo de la nueva Rusofobia.

No extrañan este tipo de declaraciones de superioridad étnica, en un Mundo donde artistas talentosos no pueden expresarse artísticamente, sólo por ser Rusos o Rusas. Como si todo el pueblo ruso fuese equivalente a su gobierno.

Contrastemos sin embargo, el discurso oficial ruso actual, con los temores de los y las Bolcheviques originales de la URSS, era el llamado “Gran-Rusismo».

Desde luego, el llamado «campo socialista» y su solidaridad estratégica, ya no existe.

Tampoco sus regímenes burocráticos, con sus luces y sombras. «Estados Obreros Degenerados burocráticos», les endilgó Trotsky. «Capitalismo de Estado», Raya Dunayeskaya y otros disidentes. «Campo socialista», le decía Fidel. «Socialismo real» los Conservadores de izquierda y derecha.

No existe más, ese supuesto aliado estratégico de los pueblos del Mundo. Al menos, ese tipo de aliado estratégico.

¿Tal vez existe para muchos y muchas nostálgicos/as con otra realidad Geopolítica en la Federación Rusa? Después de esta guerra, no creo que sea tan fácil. Más allá del tema de las BRICS siempre atinente.

Tampoco existe el viejo, y tal vez más sensato, equilibrio mundial de la Guerra Fría. Por otra parte, entre el poderío económico chino, y el poderío militar ruso actual, pareciera que hay una contención parcial del Imperialismo occidental.

¿Podrá mantenerse esta contención Antimperialista con las sanciones económicas occidentales sobre Rusia?

Desde la caída del «Bloque Socialista» y de la URSS (incluidas obviamente Rusia y Ucrania), sólo habíamos presenciado durante tres décadas, el despliegue arrogante y depredador del Imperialismo Norteamericano y Europeo occidental.

La OTAN, creada después de la Segunda Guerra Mundial, y su agresivo crecimiento militar después aún de la caída de la URSS y su Bloque, es un hecho innegable.

¿Qué excusa había para despliegue militar y Geoestratégico gratuito de la OTAN?
Y este dato estratégico, es invisibilizado por los medios hegemónicos.

Hay un desconocimiento histórico absoluto, sino es que es sólo mala fe y desinformación adrede.

La alianza estratégica entre Rusia y China es más que evidente. Lo que el «Socialismo Histórico» no lo logró, lo lograron los intereses Geopolíticos y económicos frente a la rapacidad de las economías centrales capitalistas occidentales.

Recordando a la URSS, –posiblemente llena de graves defectos estructurales–, hay que puntualizar que aún con su brutalidad totalitaria, Iósif Stalin y Lavrenti Beria, ni siquiera eran Rusos, eran de Georgia, y llegaron a dirigir la URSS. (Eso no les exime de sus crímenes políticos, aún contra los viejos Bolcheviques).

Sigamos recordando… Después de Stalin, el reformador comunista pero anti-stalinista, Nikita Jhrushov era de origen Ucraniano.
Crimea, –que siempre fue una unidad nacional y pluricultural diferente –, se incorpora con autonomía a la República Socialista de Ucrania. Repetimos, pero con total autonomía, durante su Gobierno, a la Ucrania Socialista. (Es con la disolución de la URSS que queda otra vez bajo control Ucraniano completo). Se suponía que esas luchas intestinas nacionalistas estaban superadas en la URSS.

Volvamos a un análisis comparativo del llamado «Campo Socialista»:
Si en Rusia existió el peligro del «Gran-Rusismo», eso era lo que en China Popular, –su contraparte y rival comunista de entonces–, se llamaba «Gran – Hanismo» . Por la gran mayoría china «Han».
El Tíbet, Mongolia Interior, Manchuria y Sinkiang, son terrenos fértiles para este tipo de conflicto en China Popular. Incluso en Taiwán, más allá del conservador y anticomunista Kuomintang actual estaba bajo dominio Han. Aclaramos que el revolucionario Kuomintang original del Dr. Sun Yat-sen (1866-1925), al principio fue aliado del PCCH, hasta la posterior traición, y la masacre de Comunistas de Shangai en 1927, dirigida por Chiang kai-shek.

Después de la muerte de Stalin, y sobre todo durante la «Revolución Cultural», China devino enemiga estratégica de la URSS (aún siendo otra potencia comunista).

El Pacto de China con EEUU se realizó con Nixon y Henry Kissinger. China incluso fue admitida en la ONU y en el Consejo de Seguridad con derecho a veto. Así es la Geopolítica de cínica.

Para la China Popular de entonces, o al menos para el PCH, la URSS era «Social-Imperialista», y eran «Revisionistas» del supuesto modelo «Marxista- Leninista» (Este nefasto término no es ni de Marx ni de Lenin. Es un invento de un «Manual» atribuido a Stalin).

Sin embargo, el torpe rescate de la figura de Stalin por el Maoísmo, oscurece cualquier discurso propio chino. Sin hablar del terrible Pol-Pot en Camboya (derrocado con el apoyo del Vietnam socialista), o del tardío delirio de Sendero Luminoso en Perú.

La «Revolución Cultural» de 1966, y su intento de desburocratización fue un total fracaso. Su apología de lo peor de la burocracia soviética no ayudó tampoco. El líder militar Lin Piao o Lin Biao, muere tratando de escapar a la URSS en 1971. En 1976 muere Mao. Pronto caen la «Banda de los Cuatro» dirigida por la viuda de Mao, Jian Qing, acusados de crímenes y brutalidades, durante la Revolución Cultural. Son juzgados y ejecutados.

Zhou Enlai, rehabilita a Deng Xiaoping (cuyo hijo, familia, amigos y él mismo habían sufrido tortura y castigos brutales), Hua Guofeng toma el poder junto al Ejército Popular en contra de los Guardias Rojos. El camino de la reformas económicas (aunque no políticas) en China, está echado.

El tema económico se resolvió en la China post- Tiannanmen (1989), con la introducción y reconocimiento del valor de cambio dentro de una Economía «Socialista».

Para algunos de trata de Capitalismo de Estado.
De cualquier forma, –y sin entrar a hacer otro tipo de consideraciones internas–, China Popular se convirtió en una superpotencia económica.

Lo cierto es que el éxito económico de China Popular, es el verdadero enemigo del Imperialismo Norteamericano y Occidental. Y la alianza entre China y Rusia (con su gran Ejército Rojo) resulta amenazante para EEUU y su Hegemonía.

Volviendo a la antigua URSS, –para historizar el conflicto–, la Ucrania Socialista diseñada por la URSS, se queda primero con el Donbass rusoparlante, y luego con Crimea (en tiempo de Nikita Jhrushov). La misma Ucrania era bilingüe.

Volviendo a la Entrevista citada al inicio, –y que se convirtió en un pretexto reflexivo–, acotamos que la URSS, no se menciona prácticamente. Desaparece. Sin embargo, al mismo tiempo, se juega con el temor atávico anticomunista y antisoviético. Se habla de Rusia como si fuese la URSS, y se juega con el «peligro comunista». Sólo que el viejo Anticomunismo, se transforma en Rusofobia.

Es momento de volver a citar la frase del escritor francés Albert Camus: «El Anticomunismo es el comienzo del Fascismo».

Se pretende en este tipo de narrativa, reescribir la historia. Supongo que así era inevitable que harían referencia en la Entrevista, al Pacto Ribbentrop – Molotov (1939), y que permitió que una parte de Polonia no fuese tomada por los Nazis (sino por la URSS), y además ganar tiempo para modernizar al Ejército Rojo. Claro, reconozcamos que era la URSS bajo el control brutal de Stalin, y no del proyecto original Bolchevique.

No quiero sonar como haciendo apología fanática de Putin, o del accionar del actual Ejército Rojo (que conserva el nombre).

Estoy en contra de la lógica de la guerra. Y soy hijo de una cultura costarricense sin Ejército, imperfecta y violenta, pero sin Ejército permanente, y con una Proclama de Neutralidad Perpetua.

El actual gobierno nacionalista pero conservador, de Putin, tampoco me representa políticamente. Lo digo con toda claridad.

Pero tampoco podemos de forma simplista, negar sus brillantes méritos Geopolíticos, o su legitimidad interna en Rusia. Nos guste o no.

Tampoco podemos ignorar la contención estratégica Geopolítica de Putin y China Popular, frente a la voraz rapiña del Imperialismo Norteamericano y del Occidente Capitalista.

Debemos así, de intentar analizar y pensar con más objetividad. Éste es el tema de fondo de los medios hegemónicos, sean locales o globales.

Por otra parte, entiendo las razones Geopolíticas de Rusia, y personalmente me disgusta el Expansionismo de la OTAN, así como la hipocresía y la avaricia capitalista de Europa Occidental, Japón, Israel, Australia, Canadá, y del Imperialismo Norteamericano y «Anglosajón» en general.

Reconozcamos algo, si realmente queremos posicionarnos contra la «lógica de la guerra» (término usado por Habermas), debemos entender que la guerra en la zona, comenzó hace ocho años al menos. No reconocer esto es parte del sesgo mediático.

No abogo por un pacifismo a ultranza, en abstracto, absoluto. Eso no se sostiene. Sino Hitler en Europa, o William Walker en Centroamérica, habrían triunfado.

Me conformo con un país neutral como Costa Rica. O como lo fueron Suecia y Finlandia en la Guerra Fría. (Antes de lamentablemente pedir ingreso recientemente a la OTAN).

Hay que rehistorizar la reflexión sobre este cruel acontecimiento bélico actual, cuyas víctimas principales son la población civil de Ucrania y antes del Donbass, y que puede desembocar en una tragedia humana incluso nuclear. Advertidos estamos.

Creo finalmente, que el periodismo de los medios de comunicación hegemónicos de Costa Rica, Latinoamérica, y del Mundo en general, es realmente enfermizo. Tal cual. Es puro Tánatos (Freud) disfrazado de trivial irresponsabilidad.

Mienten y distorsionan la realidad social, deliberadamente. Y no creo que tenga nada que ver con la «Libertad de Expresión», un supuesto «derecho» a manipular, deformar y ocultar la información objetiva sobre este tema Geopolítico candente.

Al contrario, se oponen a la verdadera y auténtica Libertad de Información.

Hay quienes sostienen que el papel de los medios trascendió al de la propaganda belicista típica de otros tiempos, y se convirtió en causa y efecto de las llamadas «Guerras Híbridas».

Pareciera que desde la Primera Invasión a Iraq por George Bush, Senior, esto último es descaradamente cierto.
Si le sumamos a este clima global, el campo de lucha informática, y desinformación en las redes sociales, la tendencia mundial es francamente totalitaria.

Si tienen duda de lo anterior, fíjense en la forma de informar de estos medios respecto del tema estrictamente militar. Según estos medios prácticamente Rusia ha sido derrotada militarmente. Eso es no sólo falso sino irracional.

Escuchen sino a Ignacio Santos en Telenoticias, pero igualmente si escuchan REPRETEL, CÑÑ o Fox News. Esa es la norma, no la excepción.

Mientras, el pobre pueblo Ucraniano es tomado como «carne de cañón». Y el sucio complejo militar- industrial norteamericano y de otros países, se reactivan cin grandes ganancias.

Esta desinformación organizada y sistematizada, sólo prolonga y legitima un conflicto brutal y fratricida.
Insulta nuestra inteligencia y envenena a las masas.

La ignorancia de los pueblos produce fanatismo, permite la corrupción, y eso es letal para la democracia.

Esos Noticieros locales y regionales hegemónicos, –siempre serviles del discurso hegemónico Imperialista Norteamericano y Europeo Occidental–, son profundamente tóxicos, y no conocen un mínimo equilibrio informativo, o algún prurito ético.

Recomiendo sinceramente, tomar total distancia crítica de ellos, salvo para reflexionar críticamente sobre los mismos.