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Etiqueta: humildad

Rumbo, velocidad y dirección, es talento, decisión y valentía (II y final)

Caryl Alonso Jiménez

Nunca dejes que la soberbia gobierne tu destino. ¡Haz de la humildad, tu virtud!

Caryl Alonso Jiménez

En el entramado institucional y en el dinamismo del mercado, las crisis son el principal témpano que puede alterar el curso de colisión.

Edward Smith, capitán del Titanic la noche del 12 de abril de 1912, entendió tarde que las decisiones son de quien lleva el timón… al reconocerlo. Decidió hundirse esa noche con su nave. ¡Vaya, eso es honor propio…! Los errores tienen consecuencias… El presidente Allan García lo sabía, y optó al final por un honor trágico.

Adriana Ríos, estudiante del curso Modelos Políticos de desarrollo sostenible, me expresó, más en tono filosófico, que en momentos de crisis vale recordar a Henry Ford (1863-1947), que se repetía, “cuando todo va en contra de uno, hay que tener presente que los aviones despegan contra el viento”. Contrario a lo que pueda creerse, esa acción evita riesgos de accidentes al despegar y aterrizar…

Y ya traducido a la realidad, significa que el control de riesgos es cuestión, a veces, de ir a contracorriente… Insistir en el control de ruta advierte riesgos de colisión. No hacerlo, para el político es poner al menor ratio la confianza y riesgos electorales… En el mercado es perder posicionamiento y acumulación.

En el vector de rumbo, las colisiones políticas o empresariales, al no anticiparlas ya por resaca ganancial… o, incapacidad de reaccionar frente a imponderables de coyuntura, son la principal causa de derrotas electorales y pérdidas en el foco del escenario.

Dos casos son emblemáticos: el cambio anticipado de imagen de mercado sin estudios suficientes; y, acciones contrarias a demandas sociales, que pueden convertir un acto cualquiera, pero alabado por embusteros triunfalistas, en derrotas y expulsión del escenario. Y eso ya no se recupera, por más intensificación de olas en redes….

Hoy en día resulta una omisión de proporciones gigantescas abandonar el uso de instrumentos de análisis. Las metodologías de escalpelo para vincular series de variables que pueden proporcionar elementos para construir trayectorias temporales, siempre permiten alarmas que decodifican mensajes externos que confunden escenarios.

Uno de los peligros son las fantasías de embusteros (arropados de analistas, esos que solo cruzan saludos con generadores de decisión y esgrimen después conexiones teatrales, pero apantallan lo suficiente para persuadir incautos…), quienes, con razones humorísticas, todavía intentan estar por encima del bien y el mal…

En la estabilidad del mercado existe larga tradición… los modelos de planificación para estrategias de expansión dependen de mediciones de campo y análisis de tendencias, aunque no siempre son reales… En casos como la política, se definen trayectorias basadas en la matemática ciudadana de la demanda. Hacerlo produce mejor claridad. Y eso, aunque lo dude el embustero, es inteligencia estratégica.

Esas dinámicas quedaron confirmadas por mediciones periódicas que hacen dependencias del gobierno de USA. Realizados por expertos en el campo social que revisan la temperatura de satisfacción ciudadana, conocido como valor público, instrumento de aplicación en el estudio de las Políticas Públicas.

Mucho del tamaño del entusiasmo en decisiones matemáticas tiene que ver con talento y en eso, John Boyd (1927-1997), coronel y piloto aviador de la Fuerza Aérea de USA, supo combinar pensamiento y cálculo. Sus principios son hoy adaptaciones para estrategias de combate aéreo de aviones F-16 y estrategias de maniobras.

Seguramente Guillermo Villalobos, tico/panameño, experto en estrategia y gestión pública, en un reciente y extenso mensaje, reconoce que una de las virtudes más universales de todos los tiempos…es la inspiración y pasión. Esa fuerza capaz de superar lo terrenal sin perder la realidad, y eso lo atribuye al misterio de lo trascendente.

Elevarse por encima de la realidad sin perder los hilos pedestres que mueven la verdad pura y dura del día a día, demanda el uso de instrumentos capaces de ubicar el punto de referencia y trazo de objetivos… Pero solo si saben usar instrumentos para calcular trayectorias… me dijo un experimentado piloto aviador, de otra forma los riesgos son mayores. Es allí donde se pone a prueba talento y estrategia… lo otro es teatro.

Los instrumentos para emprender el vuelo son parte de la tarea del Capitán, que traza la ruta, ubica el rumbo e impone velocidad de trayectoria. El mapa de vuelo constituye el instrumento para trazar rumbo y dirección, pero ¿realmente estamos usando los instrumentos en momentos oportunos…? La sabiduría es esa mezcla de confianza y humildad para conducir la nave… pero la combinación de soberbia y poder, obnubila…

No cabe duda el tamaño de la razón de don Quijote (1605), en aquella gigantesca expresión que recoge los valores más altos del comportamiento humano, “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte, y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio”. ¡Vaya sabiduría!, ¿Por qué hacer lo contrario?

Honrar la vida

Discurso de graduación Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional (noviembre 2024)

Por Memo Acuña

Cerramos un año relevante para la Facultad de Ciencias Sociales, al celebrar nuestros primeros 50 años de vida, aportando al desarrollo de la sociedad costarricense en su conjunto. Por eso, esta graduación es muy significativa toda vez que ustedes serán recordados, queridos y queridas estudiantes, como la generación que acompañó a nuestra Facultad en esa hermosa celebración.

En marzo anterior, al iniciar con una clase inaugural la programación de actividades que nos acompañaría a lo largo del año, nuestra querida Arlette Pichardo nos recordaba el valor de la alegría como motivación constante en un mundo vertiginoso, lleno de cambios y desafíos en el que las Ciencias Sociales son absolutamente pertinentes, indispensables, necesarias.

Hoy, la alegría se manifiesta en la culminación de un esfuerzo que deberá recordarse siempre y será la emoción que guie su caminar en su vida personal, familiar y laboral. Eso, la alegría de permanecer y transcurrir.

Debo permitirme en este día, en este acto significativo, hacer un reconocimiento a las familias de quienes están hoy aquí recogiendo el fruto de su esfuerzo. Son ustedes, ese núcleo importante, los que sostienen el afán y el maravilloso acto de transitar en el conocimiento y la formación. Mi admiración profunda y sincera.

Para hacer este homenaje, tanto a ustedes graduandos y graduandas como a sus familias y amigos, quisiera convocar de manera muy especial a Sandra Mihanovich. Tal vez ese nombre no les diga mucho, pero si les cuento que es la autora de esa hermosa canción “honrar la vida”, ya sabrán el significado que para mí tiene hablar con su letra, utilizarla también para hacer un sencillo pero sencillo homenaje a quienes en este momento no están con nosotros por alguna razón.

Su energía, su paz, su esfuerzo rondan también esta sala a la que hoy acudimos con entusiasmo. Para ellos, ellas, mi pensamiento, mi abrazo.

Dice la autora que “eso de durar y transcurrir, no da derecho a presumir, porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida”. La vida se honra en cada acto de nobleza, en cada acción dignificante, en cada gesto de humildad.

Con este título en sus manos, el primer mandato que quiero solicitarles es que sus acciones sean ejemplo de nobleza, dignidad y sobre todo y ante todo, humildad. Sean humildes para transitar, permanecer, honrar la vida.

Continúa Mihanovich diciéndonos: “Hay tantas maneras de no ser, tanta conciencia sin saber adormecida”. A lo largo de todos estos años de estudio, ustedes queridos graduandos, queridas graduandas, fueron construyendo una memoria, un ritual de la constancia, pero sobre todo un hacer consciente del mundo que les tocó vivir.

Por eso, la segunda solicitud que les hago es que continúen siendo a través de una actitud vigilante, despierta, cuestionadora.

“Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas, es una virtud es dignidad y es la actitud de identidad más definida” nos advierte Sandra. Si. Eso es. No es desde el silencio que construiremos una mejor sociedad.

Esta solicitud es quizá la más aguda que les formulo. Vivimos tiempos difíciles, en los que hemos visto el flagelo de la violencia campear sin control; este año, como ningún otro, el narcotráfico y el crimen organizado nos han arrebatado a niños y niñas que quizá nunca regresen al sistema educativo. La desigualdad y la pobreza permean el proyecto de sociedad que somos.

Por eso, persistir en hacer notar la injusticia es un acto de resistencia. Les solicito entonces su voz, su acompañamiento: en silencio nunca más. Eso, queridos y queridas graduandos y graduandas, es, definitivamente un acto de amor, un acto para seguir honrando la vida.

Hoy, al salir con su título ya en sus manos y al salir a esta sociedad que les necesita con urgencia, piensen en la hermosa circunstancia, el gran privilegio que les hizo ingresar a esta universidad, permanecer, persistir, nunca darse por derrotados y derrotadas. Ese es el principal valor de un acto como el de hoy: la resistencia, permanencia y logro.

Estimadas y estimados señores que nos acompañan hoy en este auditorio. Este año las graduaciones de nuestra facultad serán especiales porque coinciden en tiempo y espacio con las celebraciones de los 50 años. Celebramos entonces.

Celebramos que nuestra Facultad gradúa 606 nuevos profesionales en distintos campos de las Ciencias Sociales. No debemos olvidar que desde las Ciencias Sociales se acompaña los desafíos que nos impone la sociedad costarricense y que ustedes hoy asumen al convertirse en los nuevos profesionales que le entregamos a nuestro querido país.

Por ello, como lo hemos dicho reiteradamente, salgan y contribuyan con su trabajo y su forma de ver la vida, a construir una nueva arquitectura de país, que es tan urgente en estos momentos. Pero en particular, permanezcan, perduren, persistan: honren la vida.

De mi parte y de parte del señor vicedecano: ¡Felicidades y muchos éxitos!