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Etiqueta: identidad afrodescendiente

El descubrimiento de algo nuevo en Costa Rica: el orgullo de ser afrocostarricense

Bernardo Archer Moore, presidente de ACUDHECA.

Por Bernardo Archer Moore

Para muchos de nuestros hermanos y hermanas, ser negro fue durante décadas motivo de incomodidad o incluso de vergüenza.

Por ello, algunos optaron por no transmitir a sus hijos la historia de su herencia, y otros intentaron diluir el peso del color mediante relaciones interétnicas. (El blanqueamiento de la sangre, esa idea absurda de “borrar” el color de la piel como si se tratara de un defecto).

Hoy, cuando la negritud ha alcanzado un nivel de aceptación social nunca antes visto, vemos a muchos abrazarla con un entusiasmo desbordado. Pero ese fervor —comprensible tras una vida de silencios, exclusiones y confusión identitaria— a veces oscurece lo esencial:

Se sustituyen las acciones concretas por símbolos vacíos, y se confunde la satisfacción del ego con el poder real de exigir, con serenidad y firmeza, la reparación histórica y la restitución de derechos ancestrales.

Las leyes que nos protegen ya existen.

Lo que corresponde ahora es aprender a utilizarlas, facilitar su cumplimiento, y estar preparados para denunciar su violación o exigir su aplicación ante las instancias jurídicas competentes.

Por eso, quedarse atrapado en discusiones estériles sobre quiénes serían los “esclavos negros de la casa” versus los “esclavos negros del campo” es una distracción tan superficial como inútil.

Esa fue una realidad propia de la historia reciente de los negros en Estados Unidos; no fue la nuestra – para realidades diferentes, soluciones diferentes.

Es un debate que nada aporta a nuestras urgencias actuales y que solo desvía la atención del tema central: la implementación efectiva de la Consulta Tribal Afrocostarricense, instrumento jurídico y político fundamental para la defensa de nuestros territorios, nuestra cultura y nuestros derechos individuales, privados y colectivos.

Necesitamos unirnos como uno solo.

Irónicamente, cuando no teníamos voz ni poder, nuestra tolerancia hacia las opiniones de los demás estaba en su punto más alto.

Pero ahora, en cuanto una chispa de esperanza toca a nuestra puerta, nos hemos vuelto intolerantes frente al disenso dentro de nuestras propias filas.

Nos estamos olvidando que “unidos permanecemos firmes y divididos caemos”, por más alto o fuerte que uno crea ser.

Por algo será que la soberbia es considerada un pecado mortal.

En palabras de Marcus Garvey, principio que sigue vigente para nuestra realidad afrocaribeña:

ONE GOD, ONE AIM, ONE DESTINY.

Limonal de CAHUITA, 04/12/2025.

La educación como herramienta de liberación para la comunidad afrodescendiente

Marco Levy Virgo

A todos los afrodescendientes, dentro y fuera de Costa Rica

Soy Marco Levy Virgo, y me dirijo a ustedes con un análisis preciso y un llamado directo a replantear nuestras prioridades colectivas. En un contexto donde la opresión se manifiesta de manera sutil, es imperativo reconocer que la falta de visión y estrategia en muchos de nuestros líderes afrodescendientes ha perpetuado un enfoque equivocado: el privilegio del asistencialismo social por encima de la educación transformadora. Esta dinámica no es casual; históricamente, ha servido para mantenernos en situaciones de dependencia, instrumentalizados incluso por miembros de nuestra propia comunidad que, al momento de reclamar derechos y proponer soluciones, optan por lo accesorio en lugar de lo esencial.

El asistencialismo, aunque ofrece alivio inmediato, no resuelve las raíces de la desigualdad; al contrario, refuerza ciclos de opresión al limitar nuestra autonomía y capacidad de innovación. Nuestros líderes, en su miopía estratégica, han priorizado intervenciones paliativas que distraen de la verdadera empoderación. Es hora de invertir esa ecuación: la educación debe ser el pilar fundamental de nuestra lucha. Una educación integral, accesible y culturalmente relevante, que fomente el pensamiento crítico, el emprendimiento y la preservación de nuestra identidad, nos equipará para reclamar no solo derechos, sino también el control sobre nuestro destino.

Este enfoque no es un lujo teórico; es una necesidad urgente. Al fomentar la educación por encima del asistencialismo, rompemos las cadenas de la dependencia sutil y construimos una comunidad resiliente, capaz de generar soluciones sostenibles. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de exigir y promover programas educativos que prioricen nuestra historia, habilidades y potencial, dejando atrás las propuestas superficiales que nos mantienen en la periferia.

Hago un llamado vehemente a que nos unamos en esta transformación: apoyen iniciativas educativas, presionen a líderes para redirigir recursos hacia la formación, y participen activamente en el desarrollo de estrategias que nos liberen de verdad. La pasividad ante esta falta de visión nos condena; la acción educativa nos eleva.

Con determinación y claridad estratégica.

Imagen con fines ilustrativos de UNFPA.