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Etiqueta: institucionalidad

BUSSCO: Golpe de Estado contra la Caja Costarricense de Seguro Social

Comunicado de prensa BUSSCO sobre Proyecto de Ley 19.685

 

Los diputados de los diferentes partidos políticos, encabezados por el Diputado Guevara Guth, aprobaron una moción privilegiada, para que se tramita por la vía rápida, un proyecto de ley que pretende modificar la Ley Constitutiva de la CCSS y derogar el artículo 63 del Reglamento de Salud (proyecto Núm. 19685).

El proyecto de ley pretende ampliar las excepciones a la base mínima contributiva (BMC), contraviniendo el acuerdo de la Junta Directiva de la propia Caja, de forma que no se aplicará a los trabajadores contratados a tiempo fijo o plazo determinado y por obra determinada, así como a los contratos laborales por tiempo indefinido.

Las organizaciones del BUSSCO condenamos esta iniciativa por cuanto:

1.- Es un golpe de Estado contra la institucionalidad de CCSS

Este proyecto violenta el artículo 73 de la Constitución Política, que le otorga a la CCSS autonomía de gobierno y administrativa, lo que implica que la ley no puede interferir en materia de gobierno.

2.- Grave impacto financiero en la sostenibilidad del Seguro de Salud

UNDECA Y BUSSCO advertimos que este proyecto de ley tendrá un serio impacto financiero en la sostenibilidad del Seguro de Salud.

Lamentablemente, este pernicioso proyecto se fundamentó en criterios de conveniencia política y económica, en beneficio exclusivo del sector patronal, sin un estudio técnico actuarial que justifique la consistencia del proyecto.

3.- El proyecto tampoco favorece a los trabajadores de los sectores de construcción, agrícolas, servicio doméstico, etc.

No se puede desconocer que buena parte de esos trabajadores está marginada de la seguridad social, pero excluida por el persistente incumplimiento de las obligaciones que impone la ley a los patronos.

De esta manera, los patronos inescrupulosos sacarán ventajas, que lerdos ni perezosos ya se estarán aprestando a reportar planillas muy inferiores a las sumas efectivamente devengadas por los trabajadores.

La sub declaración causaría un grave daño a los trabajadores que reciben subsidio por incapacidad o sobre el monto de las pensiones,

Este proyecto constituye una crónica de muerte anunciada del Seguro de Salud, que tanta aversión le tienen los políticos y sectores económicos que lucran con la salud de las personas.

4.- La vía antidemocrática y espuria de la tramitación rápida del proyecto de ley

El artículo 177 del Reglamento de la Asamblea Legislativa es utilizado por los diputados de los partidos políticos para dispensarlo de todo trámite para su aprobación a golpe de tambor en plenario, que es una vía de aprobación legislativa, cuasi clandestina, absolutamente antidemocrática y que proscribe la participación ciudadana.

BUSSCO se opone a proyectos que atentan contra la Seguridad Social, en perjuicio de toda la población costarricense.

 

*Para ampliar sobre el tema comunicarse con Marta Rodríguez González, secretaria general adjunta de UNDECA, al tel: 8398-3527

 

Imagen proporcionada por UNDECA.

Enviado a SURCOS Digital Martín Rodríguez E; Unidad de Comunicación, UNDECA.

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Claves de una derrota anunciada ¿Canto del cisne del chavismo?

Hace 17 años, el 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez, ganó las elecciones presidenciales en Venezuela por abrumadora mayoría (56.20%). El país sudamericano enterró el bipartidismo y clausuró un ciclo de pesadilla en el que la sucesión de crisis y ajustes estructurales pareció no tener fin.

Ayer, justo 17 años después, Nicolás Maduro, sucesor de Chávez en la Presidencia, perdió el control del poder legislativo que pasará a manos de la oposición. Tras 18 victorias en diversas contiendas, ésta ha sido la primera derrota de cargos electos. A partir de ahora, pase lo que pase, es posible que estemos ante otro cierre de ciclo. Pero, ¿estará el chavismo ante su canto del cisne?

En primer lugar, recordemos que se trata de unas elecciones legislativas, no presidenciales y, por tanto, el ejecutivo continúa gobernando hasta 2019.

Sin embargo, la abultada victoria de la oposición, con más de 100 diputados, le da lo que se llama “mayoría calificada” que le permitirá, entre otras cosas, aprobar o rechazar cualquier ley, dar voto de censura al vice-presidente y ministros, hacer reformas constitucionales, entre otras atribuciones legislativas.

Por otra parte, con la fuerza que ha exhibido la oposición se plantea la posibilidad de convocar un referéndum revocatorio al Presidente de la República, pero estarían obligados a recoger las firmas del veinte por ciento de los electores inscritos y superar en el referéndum los resultados que alcanzó Nicolás Maduro en 2013.

La oposición aún no tiene el gobierno pero esta victoria deja al actual gobierno debilitado ante un escenario de fuerte crisis económica, política y social.

La gran pregunta es por qué después de tantas victorias, esta vez sí ha perdido el chavismo. Para responder a esta cuestión es necesario plantearse qué ha sido y qué es el chavismo.

En sus orígenes, el chavismo pivotó sobre dos grandes columnas:

  1. Una reacción al recetario neoliberal y a la crisis de legitimidad bipartidista que no solucionaba los problemas de las grandes desigualdades dentro de una sociedad venezolana profundamente fracturada.
  2. Un proyecto político que, desde que Chávez entró en la escena política en 1992, estuvo orientado a superar la dependencia petrolera y el pésimo reparto de su renta.

¿Y qué ha ocurrido en estos 17 años? veamos algunas claves de un primer análisis del día después de una derrota.

Primera clave, enfrentamiento con EEUU

El plantear el reparto y control de la renta petrolera fue para Venezuela firmar una declaración de guerra contra EEUU que considera casi cualquier reserva energética del mundo (y más aún, las del Hemisferio Occidental) como una cuestión de Seguridad Nacional. Este enfrentamiento se tradujo en un rosario de intervenciones, mediáticas, económicas, políticas, directas e indirectas, del gigante del Norte contra Venezuela, incluyendo el Golpe de Estado de abril de 2002. 17 años después, aunque Venezuela ha diversificado compradores, ha seguido dependiendo de Washington.

Segunda clave, dependencia petrolera

El chavismo ha sido incapaz de reducir su dependencia rentista del petróleo durante estos 17 años. No ha logrado generar tejido industrial, ni recuperar la producción agrícola, ni establecer una economía de servicios medianamente competitiva. Aunque logró retener un porcentaje mucho mayor de la renta petrolera en el país, suficiente para enfurecer a diversos lobbies multinacionales, no consiguió superar la dependencia petrolera y mantuvo las consecuencias de una economía rentista.

Mientras los precios del petróleo fueron altos, el chavismo mantuvo el reparto de la renta con una fuerte apuesta social basada en programas sociales que mejoraron ostensiblemente las condiciones de los sectores más desfavorecidos, redujeron espectacularmente niveles alarmantes de pobreza y proporcionó salud y educación gratuitas a todos los sectores sociales.

Sin embargo, en los últimos años, Estados Unidos, que sigue siendo adicto a las energías fósiles, apostó por el fracking y los países productores de crudo no quisieron disminuir su producción, lo que provocó la fuerte caída de los precios petroleros que impactaron dramáticamente en la economía venezolana y en la sostenibilidad de su modelo social. Fue ahí cuando la escasez de productos de primera necesidad, la ineficiencia, el clientelismo, la corrupción y una política social desestructurada y desorganizada, comenzaron a desgastar los logros delchavismo.

Tercera clave, fracaso con los problemas endémicos

Si preguntan en la calle por qué ha perdido el chavismo estas elecciones, la respuesta es muy clara: escasez de productos, subida de precios, desabastecimiento e inseguridad. Sin embargo, estos problemas, que han generado un creciente malestar en la población, se vienen incubando desde hace años, son producto de unas inercias estructurales que el chavismo creyó poder conjurar con solo evocarlas pero que ha sido incapaz de superar. El gobierno se ha defendido argumentando que son inducidos por factores con intereses contrarios al proceso pero este argumento, en esta ocasión, no ha sido suficiente para convencer a las mayorías.

Cuarta clave, falta de institucionalidad

El chavismo fue incapaz de generar una institucionalización que asentara conquistas sociales y el diseño de un nuevo modelo de Estado que mantuviera de forma sostenible y eficiente un sistema político y económico orientado a la igualdad y a la justicia social.

Quinta clave, radicalización de la oposición

La oposición no solo es heterogénea sino que está profundamente dividida. La violencia callejera promovida a principios de 2014 por Leopoldo López y María Corina Machado, minó el liderazgo de Henrique Capriles Radonski que pretendía un acercamiento al chavismo y trataba de alcanzar unos acuerdos de mínimos en temas claves como la inseguridad. Esta división de la oposición ha permitido que durante estos 17 años los sectores radicales de extrema derecha tomaran la iniciativa política impidiendo cualquier acuerdo de Estado entre gobierno y oposición y generando un clima de ingobernabilidad constante que ha obstaculizado el desarrollo de las políticas del gobierno.

Sexta clave, heterogeneidad del chavismo

El chavismo tampoco es homogéneo. El malestar social endémico que dio origen al chavismo aglutinó en un mismo proceso distintas sensibilidades políticas, distintos sectores sociales, visiones de país, civiles y militares. Esta heterogeneidad ideológica, que ha sido fortaleza en la unidad y como bloque contra las embestidas de la derecha, sin embargo, ha impedido el diseño de políticas claras y coherentes. El chavismo se ha convertido más en un sentimiento político de unidad de sectores políticos y sociales heterogéneos frente a una clase dominante que en una doctrina política claramente definida.

Esta derrota es un toque de atención no solo al chavismo sino a la izquierda en general cuando tiene que pasar de las intenciones, del discurso por la igualdad y la denuncia de las injusticias sociales, a gobernar con políticas viables que den solución a las necesidades concretas de los ciudadanos.

Conclusión

Los resultados de la elección de ayer pueden ser engañosos. En 1972, en un librito titulado “Venezuela contemporánea, ¿un país colonial?”, el historiador Federico Brito Figueroa sostenía que su país, en buena medida como consecuencia de la producción/dependencia petrolera, era un excelente ejemplo del colonialismo posterior a la descolonización. Es verdad que hasta cierto punto Chávez acabó con la tutela extranjera pero no con la dependencia petrolera y sus nefastas consecuencias sociopolíticas. ¿Lo hará la oposición?

Aunque suene a tópico, lo cierto es que ante la fuerte polarización que vive y padece la sociedad venezolana, la oposición debe asumir su victoria con responsabilidad ante el reto que le han concedido los ciudadanos, algo de lo que hasta ahora no ha hecho gala. Su victoria se debe más al fracaso del gobierno en afrontar los problemas que azotan el país que a méritos propios como opción política que ilusione a las mayorías.

El voto a la oposición, como su nombre indica, es un voto de oposición más que un voto de construcción y no se debe olvidar que las políticas de la llamada Cuarta República, con su viejos dirigentes que siguen activos, tampoco pudieron solucionar los problemas endémicos irresueltos, dependencia petrolera, el reparto de la riqueza, las desigualdades, la marginalidad o la inseguridad.

Mientras tanto, el chavismo, que no es solo este gobierno, ha dejado una profunda conciencia política en el pueblo venezolano que ha marcado un antes y un después en la historia de este país y con capacidad y fuerza suficiente como para renovarse y generar nuevos actores y movimientos políticos que entren en la escena política venezolana y latinoamericana. Que nadie lo dé por vencido.

* Juan Agulló es sociólogo (geotlati@gmail.com); Rafel Rico Ríos es Ingeniero de Telecomunicación (@rafaelricorios).

 

Enviado a SURCOS Digital por Isabel Ducca Durán.

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Apoyo a la institucionalidad y gobernabilidad de Guatemala

El Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) ha manifestado su total apoyo a la institucionalidad y la gobernabilidad en Guatemala. No apoyamos golpes de estado contra gobiernos democráticamente electos sean del signo que sean.

 

En Guatemala culmina un nuevo proceso electoral en donde la población tiene en sus manos las posibilidades de cambiar el rumbo del país. Al mismo tiempo, el clima de corrupción, desestabilización y turbulencia se apropia de la opinión pública nacional e internacional.

Cuando asumió el actual presidente Otto Pérez Molina el STEG advirtió: nosotros no votamos por él, nosotros no lo pusimos en la silla presidencial, fueron otros. Fue la clase empresarial y oligarca de Guatemala quien apoyó a Pérez Molina por defender sus tesis elitistas y de beneficio para unos pocos.

A poco tiempo de acabar su mandato esa misma oligarquía le quita al presidente el apoyo porque Pérez Molina no se plegó a sus demandas.

Acusado de corrupción, en los tribunales se determinará su responsabilidad, le quedó fácil a ese pequeño grupo empresarial quitarle el apoyo y lograr la simpatía y unión de sectores tan disímiles de la sociedad como una parte del movimiento social y partidos de todo el espectro, el sector mediático y otros.

Ahora todos critican la presunta participación de Otto Pérez Molina en actos de corrupción, repudian los actos aparentemente demostrados de Roxana Baldetti hasta hace poco vicepresidenta, pero nadie menciona ni critica a los corruptores. ¿Quiénes son los que están del otro lado de la línea gozando de los beneficios de esos actos de corrupción? ¿por qué nadie los denuncia ni pregunta por ellos?

En 2005 el STEG denunció con nombres y apellidos a una serie de empresarios evasores y corruptos. En aquel momento los grandes medios no se hicieron eco de estas denuncias, más bien nos llovieron amenazas e insultos.

En la actual coyuntura no hemos salido a manifestarnos por la renuncia del presidente de la República. Tampoco defenderemos un presidente al que no votamos ni apoyamos, y del que advertimos de su pasado genocida y de que no contaba con un programa político de beneficio para las mayorías ni de fortalecimiento de la educación pública. Pero sí salimos a manifestarnos en defensa de la institucionalidad y la gobernabilidad y en repudio a los golpes de Estado.

La coyuntura actual fue aprovechada por una parte de la derecha para enfrentarse a otras piezas de la derecha, aprovechándose de sectores universitarios, sociales y de organizaciones no gubernamentales que le siguen el juego a las embajadas de Estados Unidos y países de la Unión Europea.

El Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) insiste en defender la institucionalidad y la gobernabilidad. No a los golpes de Estado. No podemos sumarnos al descontento de la oligarquía con sus hasta hace poco aliados en contra del pueblo.

Exigimos se investigue quiénes están detrás del intento de golpe de Estado contra el actual gobierno, que se investigue quiénes son los corruptores y que el pueblo sepa qué parte del pacto tácito entre las derechas de este país se quebró para que la oligarquía empresarial y mediática le quitara el apoyo a Otto Pérez Molina.

Apoyaremos el proceso democrático. Como maestros y maestras apoyaremos la realización de las elecciones en los centros educativos y esperamos que el pueblo sepa elegir entre tanta farsa mediática que maquilla de ovejas a lobos desalmados que quieren continuar desangrando al valiente pueblo guatemalteco.

No podemos permitir que el intento de golpe de Estado o de forzar a la renuncia de un mandatario sea puesto como antecedente en Guatemala o en países de la región en donde las oligarquías nacionales no estén de acuerdo con el gobierno democráticamente electo.

Hacemos un llamado para que el próximo domingo 6 de septiembre el pueblo soberano asista a las mesas de votación a elegir a alcaldes, diputados, diputadas, presidente o presidenta de acuerdo a sus buenas intenciones.

El STEG vela por una agenda histórica que el Estado de Guatemala y la oligarquía tradicional no han cumplido, y que está pendiente en favor de las grandes mayorías desposeídas y discriminadas que se debaten en la pobreza. Millones de ellos son nuestros alumnos y alumnas que cada uno de nuestros afiliados atiende en las escuelas públicas de nuestro país.

Por la democracia, la institucionalidad y la gobernabilidad; no a los golpes de Estado; no a la corrupción ni a los pactos de silencio entre evasores fiscales. No nos sumamos a las exigencias de la derecha oligárquica. No nos dejamos manejar por embajadas extranjeras.

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la página de Facebook de STEG.

 

Información enviada a SURCOS Digital por Gabriel Castro.

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