José María Gutiérrez Instituto Clodomiro Picado, Facultad de Microbiología, Universidad de Costa Rica Invitado de ACANAMED
El envenenamiento por mordedura de serpiente es un serio problema de salud pública a nivel global. Se estima que cada año cerca de dos y medio millones de personas sufren estos envenenamientos en el mundo, lo cual resulta en cerca de 100.000 muertes y en más de 300.000 personas que sufren secuelas físicas y psicológicas permanentes. Esta es una ‘enfermedad de la pobreza’ ya que afecta principalmente a personas en condiciones sociales y económicas vulnerables en las regiones rurales de África, Asia y América Latina.
Las serpientes venenosas se clasifican en varias familias y existe una gran variación en la composición de sus venenos, lo cual resulta en una diversidad de manifestaciones clínicas de los envenenamientos. Algunos venenos, como los de cobras, mambas y serpientes corales, inducen un efecto neurotóxico que paraliza los músculos. Otros venenos, como los de las víboras (terciopelo, cascabel, mata buey, víbora de Russell) inducen patología local (destrucción de tejido, ampollas, hinchazón) y severas alteraciones sistémicas (problemas de coagulación, sangrado, alteraciones renales). Pese a la importancia de este problema de salud, durante mucho tiempo recibió muy poca atención por parte de grupos de investigación, laboratorios farmacéuticos y autoridades de salud. Por eso el envenenamiento ofídico ha sido catalogado como una ‘enfermedad tropical desatendida’ por la Organización Mundial de la Salud.
Afortunadamente, gracias a una intensa campaña internacional en la que han participado muchos países y organizaciones, y en la cual Costa Rica ha tenido un papel de liderazgo importante, la Organización Mundial de la Salud y sus oficinas regionales le han dado más atención al tema en años recientes. En Costa Rica esta enfermedad no ha sido desatendida ya que, a lo largo de varias décadas, el país ha desarrollado recursos científicos, tecnológicos y salubristas propios que le han permitido controlar debidamente el problema, con generación de conocimiento mediante la investigación, producción y distribución de antivenenos o sueros antiofídicos, capacitación de las y los profesionales de la salud y consolidación de un sistema de salud pública robusto. Gracias a ello, el país ocupa una posición de liderazgo en este tema.
Los esfuerzos internacionales condujeron a la aprobación de una resolución sobre el envenenamiento ofídico en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2018 y a la elaboración de una estrategia global que procura reducir, en un 50% para el año 2030, el número de muertes y discapacidades causadas por estos envenenamientos ver: https://www.who.int/publications/i/item/9789241515641). Esta estrategia incluye (1) el empoderamiento y la participación de las comunidades en la solución del problema, (2) la provisión de terapias eficaces y seguras, (3) el fortalecimiento de los sistemas de salud y (4) el incremento de las alianzas multisectoriales, la coordinación y los recursos.
Como parte de estas iniciativas, en el año 2018 se estableció el Día Internacional de Concientización sobre la Mordedura de Serpiente, el cual se celebra el 19 de setiembre de cada año. En esta fecha, personas, grupos, instituciones, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil desarrollan múltiples actividades dirigidas a elevar la conciencia sobre la magnitud de este problema de salud y a promover acciones e intervenciones que reduzcan su impacto y el sufrimiento humano que representa. Costa Rica, como actor importante en el estudio y la búsqueda de soluciones al envenenamiento ofídico tanto a nivel nacional como internacional, participa en diversos eventos y acciones relacionadas con esta celebración.
¿Qué hacer y qué no hacer en caso de sufrir una mordedura de serpiente?
Lo que NO debe hacer:
NO trate de capturar o matar la serpiente que lo mordió.
NO se aplique un torniquete en la extremidad mordida.
NO intente succionar el veneno con la boca o con un aparato de succión.
NO efectúe incisiones con objetos cortantes en el sitio de la mordedura.
NO ingiera sustancias químicas o naturales.
Lo que SÍ debe hacer
Mantenga la calma y busque ayuda.
Inmovilice en la medida de lo posible la extremidad mordida.
Indague sobre la localización del centro de salud más cercano (EBAIS, clínica u hospital).
Trasládese lo antes posible al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento apropiado.
El medicamento elaborado en Costa Rica permitió que ese país africano no tuviera ningún fallecimiento en el 2024, reportó la organización internacional Gavi
“Con este antídoto, y nuestra red de rescate de serpientes, pudimos lograr algo increíble: una tasa cero de mortalidad por mordeduras de víboras”.
De esa forma lo manifestó Litschka-Koen, creadora de la Fundación Antiveneno de Eswatini (EAF), en el comunicado de prensa divulgado a nivel mundial por la organización Gavi.
De acuerdo con la información emitida por ese organismo, durante la temporada de mordeduras de serpiente 2023-2024, en Eswatini se logró, por primera vez en su historia, un hecho insólito que años atrás se consideró impensable: no perder ni una sola vida por un envenenamiento ofídico.
El triunfo se dio, en gran parte, gracias al talento científico costarricense, especialmente, del Instituto Clodomiro Picado (ICP), de la Universidad de Costa Rica (UCR).
De manera ejemplar, y mediante un proceso científico con más de 10 años de efectuarse en Costa Rica, las y los científicos del ICP-UCR adaptaron un fármaco líquido ya existente a su versión liofilizada (en polvo), a fin de que no necesitara de refrigeración para su mantenimiento. Esto fue trascendental.
El Dr. Guillermo León Montero, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR, manifestó que las dificultades existentes en Eswatini para mantener la cadena de frío durante la distribución, así como el almacenamiento de los medicamentos, hacía necesario contar con una formulación de antiveneno más estable que pudiera mantenerse en las condiciones ambientales normales de ese país, sin perder las propiedades que le confieren eficacia y seguridad.
Ante el requerimiento, el equipo científico costarricense no tardó en efectuar la adaptación en su versión en polvo. ¿Los resultados obtenidos hasta el momento? Altamente favorables.
“El año pasado recibimos 400 viales de ICP-UCR. Estamos encantados de tener una fuente confiable de antídotos efectivos en Eswatini. Antes de la llegada de este antídoto, el otro medicamento disponible tenía un alto riesgo de choque anafiláctico [reacción alérgica]”, mencionó Echo VanderWal, directora ejecutiva de la Comisión Luke (TLC) y aliada en brindar atención médica integral en regiones rurales y desatendidas de Eswatini.
Con el fármaco del ICP-UCR, agregó VanderWal, “nuestro equipo no se ha encontrado con un solo caso de anafilaxia. El hecho de que ya no nos enfrentemos a casos de anafilaxia ha sido un gran avance para la atención al paciente”. ¡En buena hora!
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Eswatini se producen entre 200 y 400 casos graves de mordeduras de serpientes anualmente. Asimismo, tan solo en el 2024, la TLC admitió cerca de 420 pacientes.
Justo por esa razón, en los últimos años ese país ubicado al sur de África se ha esforzado por robustecer una alianza con cuatro entidades, a fin de reducir esas cifras y los daños causados por el envenenamiento ofídico.
Actualmente, esta alianza la componen la EAF, la TLC, el Ministerio de Salud de Eswatini (MoH) y, por supuesto, el ICP-UCR, el gran responsable de proveer el fármaco.
Actualmente, la producción de sueros antiofídicos es del desinterés de las grandes compañías farmacéuticas, debido a que se consideran un negocio poco rentable.
El Dr. Guillermo León Montero, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR, muestra el antídoto
Gavi es un ente encargado de salvar vidas y proteger la salud de las personas mediante el uso equitativo y sostenible de las vacunas, además de posibilitar el acceso a diversos antídotos —como los sueros antiofídicos— para tratar los casos de envenenamiento por mordeduras de serpiente.
Un antídoto de años
El fármaco que recibe Eswatini es una fórmula ya existente del ICP-UCR, de hace más de 15 años, que fue adaptada a las necesidades específicas de ese país.
La solicitud se hizo al ICP-UCR en el 2023, cuando el reino de Eswatini —una de las últimas monarquías absolutistas del mundo— emitió una alerta sanitaria debido al desabastecimiento de sueros antiofídicos en su nación.
Así, llegaron a solicitar ayuda a distintos organismos, entre ellos a la Universidad de Costa Rica, para tener ese medicamento vital y lo inesperado pasó.
Al aplicar el fármaco, de forma imprevista el personal médico se dio cuenta de que el suero costarricense era más seguro, eficaz y de mejor calidad que el suero que adquirían del antiguo proveedor. Los pacientes, incluso, no convulsionaban después de la aplicación del medicamento, como pasaba con el anterior fármaco que utilizaban.
Además, notaron que el antídoto de la UCR podría tratar especies de serpientes tanto en ese país como en todo el sur de África.
“Con esto estamos muy contentos. La misión del Instituto Clodomiro Picado de la UCR es aportar a solucionar el problema del ofidismo en Centroamérica, América y otros países del mundo, de manera que contribuir con Eswatini nos da la oportunidad de cumplir con nuestra misión. Estamos muy agradecidos porque con esto reflejamos, nuevamente, que no respondemos a un interés comercial o mercantilista, sino que esto es una manifestación más del sentido humanista que impregna todas las actividades de la Universidad de Costa Rica”, expresó el Dr. León. ¡En efecto!
Esta colaboración que brinda la UCR es esperanzadora para una nación cuyos habitantes se caracterizan por enfrentar altos niveles de pobreza.
Los datos del Banco Mundial aseguran que, en el 2016, el 36,1 % de la población de Eswatini vivía con menos de $2,15 al día. Por su parte, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) señala que aproximadamente el 70 % de la población rural vive por debajo del umbral nacional de pobreza.
Lo anterior hace que muchas de las personas víctimas de un envenenamiento ofídico no puedan acceder a estos medicamentos debido a su alto costo, por lo que suelen fallecer o quedar con serias secuelas psicológicas y hasta físicas que les impide laborar. Esto exacerba su círculo de pobreza.
Ante el hecho anterior, el suero del ICP-UCR, que se brinda a un precio más accesible y es altamente eficaz, vino a ser una esperanza, y hasta un “milagro”, según lo menciona el ente internacional Gavi.
“En lugar de esperar meses o años para que se completen los pedidos de antídotos, los pedidos del nuevo proveedor [costarricense] se completan en cuestión de semanas”, resaltó VanderWal.
El Dr. Guillermo León Montero, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR, habla de la situación del ofidismo a nivel mundial
Una mujer de ímpetu
En esta historia hay una figura femenina que ha sido fundamental para el ICP-UCR. Sí, la ya mencionada Litschka-Koen.
Litschka es un pilar clave en Eswatini para garantizar la concienciación pública y la acción de respuesta rápida para el traslado de pacientes a un centro con cuidados críticos y de acceso al suero antiofídico.
Ella también ha garantizado “un suministro continuo de antiveneno, que es crucial para salvar vidas”, expresó VanderWal. Desde luego, no ha sido fácil.
En el comunicado de prensa, la organización Gavi explica que la carrera profesional de Litschka-Koen, quien antes estaba en la gestión hotelera, dio un giro cuando conoció a un niño de 18 meses que había sufrido una lesión grave por envenenamiento ofídico.
“El pie del bebé había sido mordido por una cobra escupidora de Mozambique y, prácticamente, ya ese pie estaba perdido. No podía quedarme de brazos cruzados y permitir que esto sucediera. Fue entonces cuando busqué ayuda y me conecté con el Dr. Sean Bush”, relató Litschka-Koen´s.
El Dr. Bush, un médico de emergencias estadounidense, aliado del ICP-UCR y un experto en envenenamientos por mordeduras de serpientes, intervino y logró salvar el pie del niño.
Ese momento decisivo fue un catalizador para Litschka-Koen, que a partir de entonces centró sus esfuerzos en concienciar al público y desarrollar una red de rescate de serpientes.
Su dedicación ha obtenido el apoyo de la Embajada del Reino Unido y de la Unión Europea, lo que permitió la creación de una red de más de 100 voluntarios comunitarios entrenados para retirar serpientes de manera segura de hogares y granjas antes de que generen daño.
Pero lo anterior era tan solo el comienzo. La labor de defensa de Litschka-Koen, junto con el apoyo internacional, hizo que en la UCR encontrara una esperanza de vida más.
Ella es Litschka-Koen, una líder ejemplar en Eswatini, cuya dedicación ha transformado la respuesta a las mordeduras de serpiente y ha ayudado a salvar innumerables vidas al garantizar el acceso continuo a antivenenos esenciales mediante el ICP-UCR. Foto de la organización Gavi.
En Eswatini, las serpientes que causan las mayores tasas de envenenamiento pertenecen son las mambas, las cobras y la víbora bufadora (Bitis arietans).
El siguiente paso
En estos momentos, el ICP-UCR envía más de 100 000 viales de sueros antiofídicos a distintos países.
Entre ellos están los países de Centroamérica, Ecuador, Perú, y algunas naciones del continente africano como Eswatini, Burkina Faso, Nigeria, Mali, Costa de Marfil, y algunos países en los que operan misiones de la organización Médicos sin Fronteras.
De acuerdo con el Dr. León, ahora la siguiente tarea del ICP-UCR es usar la realimentación que dan los distintos entes, con el objetivo de optimizar el fármaco para que este responda, aún mejor, a los requerimientos específicos de los territorios.
“La realimentación que nos dan los colaboradores, como la Fundación de Antivenenos de Eswatini y Médicos sin Fronteras, es fundamental para identificar oportunidades de mejora en nuestros antivenenos, tanto en términos de eficacia como de seguridad y accesibilidad. También ha sido muy importante el financiamiento concedido por Wellcome Trust, el cual fue fundamental para poder desarrollar mejoras tecnológicas en nuestro proceso de producción y llevarlas a una escala industrial”, expresó el Dr. León.
En cuanto al objetivo fijado por el reino de Eswatini, Nsindiso Tsabedze, oficial de comunicaciones del Ministerio de Salud de ese país, destacó que el programa de Eswatini aún está en crecimiento y apenas está en los pasos iniciales.
La idea es que este programa se beneficie “del intercambio de mejores prácticas y conocimientos con otros países. Todo el sistema de salud debe fortalecerse y apoyar a todos los emaSwati, inclusive en las áreas remotas. El Ministerio de Salud de Eswatini está comprometido a garantizar el acceso a medicamentos esenciales”, afirmó el ministro.
Por supuesto, en todo esto la educación es clave. Tanto Litschka-Koen como el reconocido activista Britain Watts, sobreviviente de las mordeduras de la mamba negra y de la víbora bufadora, subrayan que la concienciación comunitaria es indispensable.
“La disponibilidad de antiveneno ha salvado muchas vidas”, dice Watts. Pero la prevención también tiene un componente conductual. “Las comunidades rurales enfrentan dificultades porque sus hogares son fácilmente accesibles para las serpientes, y necesitamos educarlos para prevenir más muertes”, manifestó.
Koen y el Dr. León de la UCR están de acuerdo. “La primera línea de defensa contra las mordeduras de serpiente es el conocimiento”, comentaron ambos.
En esta línea, el ICP-UCR cumple 55 años de apoyar a solucionar el problema de accidentes ofídicos, por lo que continuará su inquebrantable compromiso de salvar vidas y dar esperanza a Costa Rica y a las naciones más vulnerables del mundo.
Jenniffer Jiménez Córdoba Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR Información de la UCR