Problemas como la pobreza, la inseguridad, la desigualdad y la falta de creación de empleos debilita la democracia en Costa Rica, una de las más antiguas en América Latina.
La Escuela de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) contribuye a generar cambios en la discusión sobre la democracia, viéndola más allá del ejercicio del sufragio y de elecciones cada cierto tiempo, para integrar en el tema la perspectiva feminista.
Esto se logra por medio de la incorporación y visibilización de las voces de las mujeres como parte de la perspectiva teórica y su inclusión en los cursos, así como con el desarrollo de publicaciones que permiten visiones políticas más globales e igualitarias.
María José Cascante Matamoros, Vicerrectora de Vida Estudiantil y profesora de la Escuela de Ciencias Políticas, es una de las académicas que se ha enfocado en analizar la democracia desde esta nueva perspectiva en áreas como: partidos políticos, estado de derecho, género y la participación política de las mujeres.
Cascante ha participado en dos libros que contribuyen al nuevo conocimiento: Los límites de la democracia costarricense: perspectivas feministas de la Elección 2018; a esto se suma recientemente, un capítulo del libro El Populismo en América Central publicado en conjunto con el investigador Juan Manuel Muñoz.
Populismo en América Central
El libro Populismo en América Central consta de capítulos por país para describir este fenómeno en la región, y cómo ha tenido relevancia en la actualidad, tanto en la academia como en los medios de comunicación. Maria José Cascante y Juan Manuel Muñoz, son los autores del capítulo que reflexiona sobre el populismo en Costa Rica y su posible presencia a través de la historia.
Juan Manuel Muñoz Portillo, docente e investigador de la Escuela de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, comenta que esta obra se hace las siguientes preguntas: “¿En Centroamérica tenemos fenómenos parecidos a este populismo que estamos viendo en países como Estados Unidos o Europa o el que se veía en América Latina anteriormente? ¿Vemos eso en América Central o estamos viendo un fenómeno distinto?”
Por su parte, Cascante Matamoros explica que este análisis es la pieza que faltaba para entender esta problemática en la actualidad; porque al observar la construcción de los discursos populistas y cómo se plantean desde una perspectiva actual, se empieza a descubrir cómo algunas élites políticas plantean o condicionan el tipo de vínculos que deben darse con grupos como los feministas y la población LGBT.
Para profundizar un poco en los hallazgos, la investigadora indicó que en el caso costarricense hay un semillero fuerte para la construcción de los discursos populistas ya que se ha dado un desarrollo desigualitario entre el Valle Central y las regiones periféricas (costas y las fronteras).
“Esta desigualdad en lugar de asegurarse en buscar derechos y mayores posibilidades para todas las personas, ha construido polarizaciones que nos hacen atacarnos entre nosotros y vernos como enemigos; así florecen los discursos populistas”, señaló la investigadora.
El interés por contribuir con el fortalecimiento de los propios procesos democráticos del país motiva al cuerpo docente a investigar estos temas. Desde la investigación, se dan pasos para entender y reflexionar sobre la propia realidad y la de nuestra región; como una forma de continuar fortaleciéndonos como una sociedad soberana y una de las democracias más estables del continente.
¿Qué es la democracia?
La palabra democracia proviene etimológicamente del griego “demos” que significa pueblo y “kratos” que se refiere al poder del pueblo. Si se toma en cuenta esta definición básica podemos concluir que democracia significa “participación en los asuntos públicos”.
“Tenemos una visión pluralista de la democracia que usualmente se relaciona con democracia liberal pero es más que eso, y a veces debemos cuestionarnos y reflexionar sobre este concepto”, explicó Juan Manuel Muñoz Portillo, docente e investigador de la Escuela de Ciencias Políticas.
La democracia no se reduce al modelo liberal, sino que algunos autores se refieren a que esta implica conflicto, contrastar diferentes ideas, el diálogo y la deliberación para resolver asuntos públicos. Además de participación, Muñoz define la democracia como control y rendición de cuentas de los procesos de toma de decisión y de las esas personas que toman decisiones.
¿Cuál es el reto de la democracia en la actualidad?
Para Muñoz, uno de los retos de la democracia en la actualidad tiene que ver con el surgimiento de opciones autocráticas (lo contrario a la democracia). Al respecto explica que las autocracias pueden ser dictaduras militares o familias que concentran el poder y de manera dinástica se lo heredan a otras personas, careciendo de control y rendición de cuentas sobre estas personas y los asuntos públicos.
“Uno de los mayores retos que tienen las democracias viene a partir de que estas alternativas se presentan como opciones viables para tomar decisiones importantes que competen a las sociedad y que las democracias se han visto desafiadas e imposibilitadas para tomar decisiones definitivas y efectivas para resolver problemas a la ciudadanía, como pobreza, desigualdad e inseguridad ciudadana”, Juan Manuel Muñoz Portillo, docente e investigador de la Escuela de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR.
Por lo tanto, ante estos problemas surgen liderazgos autoritarios que amenazan la institucionalidad democrática de fondo, hay abusos de poder y corrupción, llevando así a que se debilite el aparato institucional.
Katzy O`neal Coto Comunicadoras de la Facultad de Ciencias Sociales, UCR
Cualquier tipo de actividad marina o costera que se realice en el golfo de Nicoya contará con información actual y detallada. Esto permitirá mejorar los resultados y propiciar un desarrollo en armonía con el medio ambiente.
La explotación de los recursos naturales debe ir de la mano del conocimiento científico, el cual certifique que cualquier actividad comercial, industrial o turística responde a los conceptos relacionados con el desarrollo sostenible. Por ejemplo, la conservación del entorno natural y la protección de las especies que allí habitan.
Al mismo tiempo, para que dichas actividades tengan éxito y mantengan esa constancia a lo largo del tiempo, sus desarrolladores o responsables necesitan información y datos actualizados que les permitan conocer las características de la zona en donde trabajan, para así adaptar sus labores de manera adecuada.
Precisamente, una de las áreas de mayor potencial de desarrollo es el golfo de Nicoya, en donde un equipo de especialistas de la Universidad de Costa Rica (UCR) llevan a cabo el proyecto Caracterización de variables hidrodinámicas y fisicoquímicas de la sección interna del golfo de Nicoya.
La Unidad de Ingeniería Marítima, de Ríos y de Estuarios (Imares), del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII), tiene a cargo esta iniciativa, en conjunto con el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) y la Escuela de Ingeniería Civil (EIC).
Los especialistas que están inmersos en esta tarea son el Dr. Felipe Calleja Apéstegui, investigador del INII y docente en la Escuela de Ingeniería en Biosistemas; el Dr. Eddy Gómez Ramírez, experto del Cimar y de la Escuela de Química; y el Dr. Rafael Murillo Muñoz, especialista del INII y director de la EIC.
Paciencia, constancia y tecnología
El objetivo principal del proyecto es medir las variables hidrodinámicas y fisicoquímicas del golfo de Nicoya, específicamente en su sección interna, que va desde la desembocadura del río Tempisque hasta cerca de la isla San Lucas, con la finalidad de actualizar la información que existe. El propósito es recopilar más datos, tanto en términos de duración de los registros como en la resolución temporal y espacial de las mediciones.
“La información resultante podrá ser utilizada en futuros proyectos de gestión del espacio marino, estudios de calidad de aguas, maricultura, navegación, ingeniería costera, entre otras actividades. No pretendemos realizar un análisis dirigido a ninguna aplicación en particular, sino medir y poner a disposición de los interesados los datos que obtengamos. De esa forma, los usuarios podrán sustentar sus decisiones con datos confiables y rigurosos”, declaró Calleja.
A la fecha, este trabajo se encuentra en la etapa de procesamiento y análisis preliminar de los datos. Los resultados finales estarán disponibles para el público en general a finales del 2023 y se publicarán en internet.
“Se han encontrado datos interesantes, por ejemplo, en cuanto a las velocidades de las corrientes se observó que, en ciertas zonas del golfo de Nicoya, las corrientes máximas pueden alcanzar valores de más de 1.2 m/s. Además, se nota cómo la corriente suele moverse en dirección a lo largo del eje longitudinal del golfo (como es de esperarse), y las corrientes máximas se alcanzan en media marea bajante. Esto parece indicar que este golfo tiene más facilidad para vaciarse que para llenarse”, destacó el investigador.
En cuanto al nivel del mar y la propagación de la onda de marea, este estudio refleja que existe una diferencia de pocos minutos en cuanto al tiempo de la marea entre los márgenes este y oeste. A pesar de que Puntarenas (margen este) y Playa Naranjo (margen oeste) están en una latitud muy similar, la marea llega primero a Puntarenas, lo cual deja en evidencia el cambio de dirección que realiza el flujo mareal al momento de entrar al golfo de Nicoya.
Estos especialistas de la UCR identificaron que el desfase temporal de la marea aumenta a medida que el agua se mueve hacia el norte, con un desfase máximo de aproximadamente 25 minutos entre la Estación Interinstitucional Cipancí, cerca de la desembocadura del río Tempisque, y Puntarenas.
En relación con la batimetría (topografía submarina), en general los datos históricos de la profundidad del golfo de Nicoya continúan siendo acertados, afirmó Calleja, pues no hay cambios importantes en la profundidad con respecto a la carta náutica.
No obstante, cerca de la isla San Lucas sí existe un área de mayor profundidad que la reportada por la carta náutica. Esto podría tener implicaciones importantes en la hidrodinámica del golfo y la forma en que entra y sale el agua del estuario.
“Dichos análisis son preliminares y deben considerarse con cautela. Se requieren más mediciones para confirmar las hipótesis derivadas de este estudio y preferiblemente la implementación de herramientas numéricas, calibradas con datos medidos en campo, para entender mejor la hidrodinámica de la sección interna del golfo de Nicoya”, apuntó.
Aporte al desarrollo sostenible
Por su parte, el Dr. Gómez recalcó que la relevancia principal de este proyecto es que generará una base de datos bastante completa, sobre una lista de variables fisicoquímicas que fueron medidas, tanto in situ, como en un laboratorio.
En el laboratorio se analizaron muestras superficiales de agua, para cuantificar los materiales en suspensión, la clorofila y otros nutrientes como fosfato, silicato, nitrato, nitrito y amonio. Asimismo, en el sedimento colectado se cuantificó el tamaño del grano, el contenido de materia orgánica y el de carbonato.
“Es la primera vez que se hace una campaña de muestreo que incluya tantos sitios dentro de la zona interna del golfo de Nicoya. En este momento, se están depurando los resultados, pero hay algunos que son evidentes, como la marcada estacionalidad en variables como salinidad y materiales en suspensión; los cambios en los niveles de concentración en los nutrientes, según la época del año; y los cambios que existen en cuanto al tamaño del grano del sedimento, en un mismo sitio y entre épocas diferentes”, detalló Gómez.
Para el análisis de campo, este proyecto contó con el apoyo de la Universidad Nacional (UNA), por medio de la Estación Nacional de Ciencias Marinas (Ecmar), que se ubica en Punta Morales; del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Instrumentos tecnológicos utilizados en las mediciones
Dispositivos
Ubicación
Misión
Correntímetros acústicos marca Nortek, modelos Aquadopp y AWAC.
Se colocan en el fondo del mar.
Miden la magnitud y la dirección de la corriente del agua; permiten caracterizar el oleaje.
Sensores de presión, de las marcas Nortek, Keller, Global Water y RBR.
Se fijan en estructuras de puertos o atracaderos.
Se configuran para medir, cada cierto tiempo, el nivel del mar.
Ecosonda y perfilador de corrientes, equipo acústico marca SonTek.
Desde la superficie del mar.
Miden la batimetría o topografía submarina y los perfiles de la velocidad de las corrientes. Trabaja en conjunto con un GPS externo.
Sonda multiparamétrica.
En toda la columna de agua.
Realiza mediciones de variables fisicoquímicas del agua, como temperatura, conductividad, turbidez y pH.
Draga mecánica para extracción de sedimento.
En el fondo del mar.
Extrae el sedimento que posteriormente es caracterizado, según el tamaño del grano.
Equipo de laboratorio químico.
Se usa para los análisis de laboratorio.
Se emplea para tareas de filtrado y medición de variables, como nutrientes disueltos en el agua o contenido de clorofila.
Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
San José, Alajuela y Cartago concentran los asentamientos humanos irregulares con mayor riesgo de desastre.
En Costa Rica, centenares de familias habitan, trabajan y viven en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica. Se estima que en nuestro país existen más de 700 asentamientos humanos informales, conocidos popularmente como precarios, barrios marginales y tugurios.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), en la Gran Área Metropolitana (GAM) hay un total de 296 asentamientos humanos informales, que acogen a más de 132 000 personas. Es decir, esta zona urbana engloba el 40 % de este tipo de establecimientos en el país.
Alrededor de estos asentamientos informales también coexisten tres cuartas partes del total de la población costarricense en solo el 14 % del territorio nacional, cifra que confirma la alta densidad poblacional de la GAM.
Aunada a la alta concentración poblacional en las zonas urbanas, se presentan otros factores como la inequidad, la falta de acceso al suelo, la inmigración y la pobreza extrema, que han provocado que dichos sitios sigan consolidándose a lo largo y ancho del país.
Este fenómeno es común en Latinoamérica y se espera que, en las próximas décadas, crezca aún más la cantidad de personas que viven en barrios marginales, como resultado de la desigualdad social.
Esta situación implica que miles de personas en nuestro país vivan expuestas al riesgo de desastre (incendios, inundaciones y deslizamientos), debido a que los barrios y lugares que habitan se encuentran ubicados en áreas que no cumplen con las condiciones adecuadas de ordenamiento territorial. Sumado a ello, persiste el hecho de que Costa Rica —al ser un país tropical y en vías de desarrollo— se ve afectada por amenazas hidrometeorológicas o climáticas.
Es así como, con el propósito de ofrecer una solución y una herramienta para calcular la peligrosidad, la exposición y la vulnerabilidad de las personas que viven en estos lugares, el Dr. Adolfo Quesada Román, geógrafo e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), creó un índice de riesgo para los asentamientos informales de la GAM.
A mayor informalidad, mayor riesgo
El estudio Evaluación del riesgo en asentamientos informales en el Sur Global determinó que aquellos cantones con el mayor número de asentamientos informales de la GAM también concentran los asentamientos con mayor riesgo de desastre, por inundación, deslizamientos e incendios.
Entre los resultados destaca que las provincias con mayor cantidad de asentamientos informales son San José con un total de 181 establecimientos informales (61,14 %); Cartago con 51 unidades (17,22 %); Alajuela con 40 asentamientos (13,51 %) y Heredia con 24 establecimientos de este tipo (8,1 %).
Para elaborar el índice de riesgo de cada asentamiento informal, Quesada utilizó las variables de amenaza (se tomó en cuenta los valores de pendiente media y la distancia con respecto a los ríos), exposición (se observó y se midió la densidad de la población, la cantidad de viviendas y el área de construcción por cada asentamiento) y, por último, la vulnerabilidad (se tomó como base el Índice de Desarrollo Social del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan)). Al respecto, véase la tabla uno.
Por otra parte, se determinó que los asentamientos informales con mayor riesgo de desastre de la GAM se encuentran en San José con un total de 49 asentamientos informales y un porcentaje de riesgo de 22,45, Desamparados con un total de 28 barrios marginales y un porcentaje de riesgo de 21,43, y Alajuela con un total de 25 asentamientos humanos irregulares y un porcentaje de riesgo de 24,00. En esta lista también destacan los siguientes lugares: la Unión, Curridabat, Goicoechea, Tibás, Cartago, Alajuelita y Heredia, tal y como se observa en la tabla dos.
Bajo índice de desarrollo social
Tras analizar estos resultados, el investigador vislumbró que los diez cantones que concentran las unidades de mayor riesgo también tienen como característica habitual una alta densidad de población, que ronda los 2 000 habitantes por kilómetro cuadrado, así como un bajo promedio en el índice de desarrollo social, en comparación con otras localidades vecinas.
Desde su perspectiva, en este último punto de índice de desarrollo social se puede observar cómo muchas de las comunidades con alto riesgo de desastre tienen niveles de abstencionismo en su participación electoral y también cuentan con problemáticas de inseguridad, violencia y criminalidad.
“Esto refleja que la gente está desencantada con la política, porque hay una desatención gubernamental en estos lugares, en todos los niveles y por esto es que la gente no participa y no ejerce su derecho al voto”, expresó Quesada.
Bethel, el barrio de Mayrene
El canto de los pájaros y el estar rodeado de árboles y mucha vegetación caracterizan al barrio Bethel, ubicado en San José de la Montaña de Barva de Heredia.
Contrario a la realidad de muchos asentamientos informales de la Gran Área Metropolitana, Bethel se percibe como un lugar seguro y tranquilo, en donde las decenas de casas existentes no contrastan de manera abrupta con el tipo de construcción de la comunidad que lo acoge.
Durante más de tres décadas, en este asentamiento humano irregular se han establecido alrededor de 28 familias. Su fundación como precario se dio en 1989, cuando las autoridades capturaron al dueño de la propiedad, el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero. De esta forma, algunas personas aprovecharon el momento para construir sus viviendas.
Con el paso de los años, algunas vendieron sus lotes a la mayoría de los vecinos que actualmente habitan Bethel, quienes adquirieron las propiedades de manera formal. Según datos de la Sección de Catastro de la Municipalidad de Barva, la mayor parte de las viviendas de este asentamiento cuentan con los planos y los títulos de propiedad correspondientes, de acuerdo con la ley.
Además, el escenario confirma que son escasos los ranchos en malas condiciones que aún permanecen en este precario, la mayoría de las viviendas son casas de cemento y bien edificadas, con acceso a todos los servicios básicos, alumbrado público y calle asfaltada con acceso a la carretera principal 114.
Mayrene Méndez Quirós de 41 años, madre de dos hijos y secretaria ejecutiva de profesión, forma parte de las personas que habitan en Bethel. Ella y su familia viven en este asentamiento desde hace más de 20 años.
Méndez recuerda que se establecieron en este lugar, luego de que su padre decidiera vender un lote pequeño que le fue heredado y utilizar ese dinero para comprar uno más grande en Bethel. Actualmente, dicha propiedad acoge a tres viviendas: la de Mayrene, de uno de sus hermanos y de sus padres.
“Mi papá tomó la decisión de venirse para este lugar porque el lote se lo ofrecieron en un precio muy cómodo y además era cuatro veces más grande que el que a él le heredaron. Como somos una familia muy numerosa, nos servía más tener una propiedad grande, por eso él vendió el otro lote y nosotros compramos aquí. Nos vinimos a vivir en los años noventa”, comentó Méndez.
En su opinión, Bethel es un barrio donde la mayoría de las personas vecinas conviven en armonía. En cuanto a la geografía del terreno, Méndez considera que el asentamiento es seguro, ya que son terrenos planos con pocas pendientes.
Sin embargo, Bethel se ubica en el puesto número 38 del Índice de riesgo de asentamientos humanos informales elaborado por la UCR, que fue catalogado como el de mayor riesgo de la provincia de Heredia.
En este sentido, Méndez infiere que el alto riesgo del asentamiento está asociado a que existe un sector del lugar que se encuentra en las cercanías de un río.
“La verdad no sabía que este lugar era de alto riesgo, desconocía el estudio, nosotros vivimos en el lado izquierdo de la calle donde no hay riesgo de nada, ni de deslizamientos ni de inundaciones. Quizás por eso nos sentimos seguros. Pero sí hay otros vecinos que están del lado derecho de la calle, que están muy cerca de un río, bueno le llamamos río, pero es un zanjón profundo. A ellos esto del riesgo sí les puede afectar mucho más”, dijo.
El autor del estudio, Adolfo Quesada Román, confirmó que el alto riesgo de este asentamiento se da debido a que se encuentra ubicado en una zona que naturalmente es peligrosa y en donde no deberían residir personas. Además, es un lugar con un alto nivel de amenaza, al tener una topografía con pendientes altas y al estar localizado en las cercanías de un río.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), en Bethel habitan 77 personas, distribuidas en un total de 28 viviendas ubicadas en un área de 3722 metros cuadrados.
Además, como parte de la investigación, también se logró ubicar a un nivel más específico los asentamientos informales de mayor riesgo. Esta lista la encabezan barrios como Los Higuerones de Alajuela, Calle Valderramos de Río Azul de la Unión, El Muro de Concepción de Alajuelita, Los Ángeles de Guadalupe de Cartago, Barrio la Pista Sur- Guachipelín de San Rafael de Escazú, Nuevo Milenio de San Felipe de Alajuelita, entre otros, tal y como se aprecia en la tabla tres.
Por último, los resultados confirman que existe una correlación entre los cantones en los cuales ocurrieron los desastres históricos de Costa Rica y los municipios donde se ubican los asentamientos informales más riesgosos de la GAM.
“Este es un dato muy relevante en cuanto al tema de gestión del riesgo, porque se ve que los cantones que han sufrido el mayor número de desastres en los últimos 50 años son los mismos que también tienen asentamientos informales de mayor riesgo en la GAM: el cantón central de San José, el cantón central de Alajuela, Desamparados, el cantón central de Heredia y Cartago”, explicó Quesada.
En su opinión, este tema de gestión del riesgo en los asentamientos informales no ha sido atendido desde la política pública por diferentes razones, entre las cuales destaca la voluntad política para establecer una ley para el ordenamiento territorial.
“En el país destaca un discurso que se da en el contexto de las campañas electorales, que es el de no desalojar a las personas que viven en asentamientos informales de alto riesgo, ya que la promesa de no desalojo de esta población representa votos a nivel de gobierno y municipalidades”, señaló el investigador.
Por otro lado, destacó el hecho de que estos lugares tienen garantizado el acceso a los servicios básicos, como agua y luz, por un tema de que son derechos humanos fundamentales. Sin embargo, “la falta de regulación ha permitido muchas situaciones con este tipo de asentamientos irregulares, desde la posibilidad de alquilarlos, venderlos, cederlos. Por esto, urge que las autoridades líderes y rectoras de esta materia empiecen a trabajar en el tema del ordenamiento territorial”, agregó Quesada.
Ordenamiento territorial
El estudio Evaluación del riesgo en asentamientos informales en el Sur Global forma parte del trabajo de investigación que realiza la Escuela de Geografía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, con el objetivo de aportar conocimiento a los diferentes actores: tomadores de decisiones, instituciones públicas y ciudadanía en general, sobre los temas más urgentes del país.
Esta investigación fue publicada en el 2022 por la revista científica internacional Sustainability, un espacio interdisciplinario y abierto a publicaciones sobre sostenibilidad ambiental, cultural, económica y social.
Son pocas las investigaciones a nivel regional, dedicadas a estudiar el fenómeno del riesgo en los asentamientos informales ubicados en contextos urbanos. Por lo tanto, el propósito del estudio consiste en aportar una solución para gestionar y prevenir el riesgo de los miles de costarricenses que habitan en barrios marginales en la GAM.
Según Quesada, cada año, el país invierte entre un 1 % y un 2 % del producto interno bruto (PIB) en materia de reconstrucción y rehabilitación de infraestructura por desastres. Tal monto se podría reducir a la mitad si el país decidiera trabajar desde un enfoque de prevención del riesgo.
Desde esa perspectiva, dicho estudio y sus resultados son una herramienta útil para que las instituciones públicas encargadas de la gestión del riesgo, tales como universidades, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias, el Ministerio de Planificación y Política Económica, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Cuerpo de Bomberos, Gobierno, municipalidades, entre otras, puedan tomar decisiones más certeras en esta materia.
Asimismo, Quesada rescató que el tema de gestión del riesgo en los asentamientos informales toma aún más relevancia si se toma en cuenta que el desarrollo inmobiliario en Costa Rica se ha venido dando de acuerdo con lo que propone el mercado, y no por una ley que contemple los elementos vitales en materia de ordenamiento territorial. Por eso, persisten en el país problemáticas en cuanto a una alta concentración poblacional en la GAM, un inadecuado manejo de aguas y residuos, carencias en el aspecto vial, entre otros.
“Si nos ponemos a observar la lógica por medio de la cual se ha constituido y ha crecido la GAM, nos damos cuenta de que es una respuesta económica, no una respuesta ordenada de dónde naturalmente sería más adecuado construir, y es ahí donde vemos zonas muy forzadas. Por eso, desde las universidades hemos insistido en que es urgente la creación de una ley de ordenamiento territorial para regular que no se construya en lugares donde hay riesgo”, mencionó Quesada.
Por otra parte, se puede concluir que las condiciones de riesgo de los asentamientos informales en Costa Rica son muy similares a las que se viven en decenas de países pertenecientes al Sur Global o en desarrollo. Por tanto, los resultados de este estudio se convierten también en un ejemplo útil para todos los actores de la reducción del riesgo de desastres a nivel mundial.
Mujeres científicas crean metodología de investigación feminista para analizar el enfoque de género en la producción científica de la UCR
¿Alguna vez nos hemos detenido a reflexionar si las producciones científicas y los libros con los que nos hemos educado han sido permeados por la brecha de género? ¿Hemos analizado por qué la mayor parte del conocimiento ha sido producido por hombres y por qué son pocas las mujeres que han destacado históricamente en la ciencia?
Esta es una problemática que ha sido poco estudiada en nuestro país, razón por la cual, un grupo de mujeres científicas y docentes de la Universidad de Costa Rica, de las áreas de Ciencias Básicas, Artes y Letras, Salud y Ciencias Sociales, se propuso investigar el tema y brindar una solución para erradicar la brecha de género en la producción científica de nuestra Alma Mater.
Se trata del proyecto Generizar, liderado por un colectivo de mujeres investigadoras y científicas de la UCR, quienes desde un enfoque transdisciplinar, trabajan en la creación de una metodología de investigación feminista para el análisis de género en la producción científica- académica del área de Ciencias Básicas.
Las investigadoras que conforman el grupo de Generizar han sido parte de diversas iniciativas institucionales para acortar la brecha de género en Ciencias Básicas, sin embargo, los aspectos relacionados a la producción del conocimiento académico desde la perspectiva de género no habían sido abordados, por lo que se dieron a la tarea de estudiar y trabajar esta problemática por medio de Generizar.
Mariela Porras Chaverri, una de las coordinadoras de la iniciativa explicó que, el objetivo principal del proyecto Generizar es la construcción colectiva de una metodología que permita abordar la problemática de la violencia epistémica hacia las mujeres investigadoras. Es decir, los sesgos de género que permean no sólo las dinámicas sociales de la investigación, sino también las preguntas de investigación y metodologías que se desarrollan, y por tanto, los productos de la investigación académica en general.
“El abordaje de un problema tan complejo como la violencia epistémica requiere no sólo de un equipo de trabajo multidisciplinar, sino también de personas investigadoras que combinen el conocimiento de sus áreas disciplinarias, en este caso de diversas áreas de Ciencias Básicas, con formación en metodologías de investigación de las Ciencias Sociales y las Letras” expresó Porras
Asimismo, señaló que mediante la formación de este personal de investigación con conocimientos híbridos se busca, a largo plazo, potenciar un cambio en los paradigmas de investigación en las Ciencias Básicas, así como en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Además, el proyecto pretende que, a través de diferentes productos y materiales, se impulse la reflexión y la discusión alrededor de este importante tema, así como contribuir a la sensibilización y capacitación de docentes del área de Ciencias Básicas en torno a la metodología y epistemología feminista, la relación género- ciencia y la pedagogía crítica. También se espera que la iniciativa contribuya al desarrollo de proyectos futuros en los que se estudie la producción de conocimiento en áreas distintas a las Ciencias Básicas o hacia otros grupos poblacionales menos representados en diversas áreas.
Como parte de las acciones que se desarrollan en el marco del proyecto Generizar destaca la elaboración de un diagnóstico de necesidades de formación y de inquietudes de aprendizaje de las docentes del área de Ciencias Básicas, en torno al enfoque de género y la generación de conocimiento en la ciencia. Además se realizan talleres de sensibilización y capacitación a docentes en este tema, y se está trabajando la creación de un manual pedagógico para la formación en enfoque de género y ciencia de docentes del área de Ciencias Básicas de la UCR.
Tatiana Carmona Rizo
Periodista de la Oficina de Comunicación Institucional
Conmemoración de la Semana Internacional del Acceso Abierto
Una reflexión respecto a dos movimientos que se han convertido en herramientas, para visibilizar la problemática de la desigualdad en el acceso a la información: el acceso abierto y la ciencia abierta
A propósito de la Semana Internacional del Acceso Abierto, en este espacio se hace una reflexión respecto a dos movimientos que se han convertido en herramientas para visibilizar la problemática de la desigualdad en el acceso a la información: el acceso abierto y la ciencia abierta. Y sobre cómo ambos movimientos deben estar presentes en la gestión del conocimiento de la Universidad.
El concepto de acceso abierto (AA) comenzó a acuñarse con la Declaración de Budapest el 14 de febrero del 2002, con la idea de promover el acceso a la información digital para todas las personas de forma gratuita, y al uso de esta sin ningún tipo de restricción legal, tecnológica o económica.
Es decir, que esa información (documentos de texto, bases de datos, multimedia, audio, vídeo, imágenes, software, entre otros) pueda leerse, descargarse, copiarse y distribuirse de forma libre.
Aunque podría hablarse de que antes de este momento, ya venían desarrollándose movimientos alrededor del mundo que impulsaban esta idea. Hoy en día, más de 20 años después, el movimiento se ha fortalecido, principalmente desde la región Latinoamericana, que ha sido una de las grandes impulsoras y asumió la bandera de su promoción, en aras de buscar ese acceso libre a la información y hacer visible los grandes aportes a la ciencia que esta región realiza.
Este concepto surge, en alguna medida, para hacer frente a la problemática surgida del negocio de las grandes casas editoriales, que generan miles de millones de dólares de ganancias al año, vendiendo la producción generada y condicionando el acceso mediante el pago de una suscripción.
Con la aparición del movimiento AA, si bien se han realizado aportes para evitar que esa situación se dé y se ha visibilizado la importancia de los recursos, desde las mismas instituciones productoras de conocimiento, para disponer de esa producción de forma libre.
Por ejemplo, con la promoción de repositorios institucionales o incentivando la publicación en revistas de AA, el mercado también ha querido hacerse participe y no perder, buscando modelos en el que liberan del pago al usuario final del documento, pero direccionan ese pago a la persona autora o bien a la institución (que ya había financiado la investigación), lo que desvirtúa el espíritu del concepto y condiciona igualmente el acceso a la posibilidad de que alguien en la cadena pague por ello.
En consideración a lo anterior, se vuelve visible que la transferencia del conocimiento tiene un problema de desigualdad. Mencionar el tema de la transferencia del conocimiento no significa que se considere que la publicación o el artículo científico sea la única forma de generar conocimiento y difundirlo.
Se reconoce en ella ese valor, pero también habita en espacios de encuentros con comunidades, grupos de trabajo o técnicos, exposiciones, simulaciones y diversas actividades de intercambio. Es en este punto en el que es preciso comenzar a hablar del movimiento de ciencia abierta, que involucra estas otras formas de difusión y divulgación científica.
Con este movimiento se busca igualmente la apertura, pero más allá de la publicación científica de todo el proceso y sus resultados, es decir, de la investigación, desde los métodos, los datos y ante todo los beneficios, para que de esta forma la ciencia esté al alcance de la sociedad, posibilitando su participación en la producción del conocimiento.
Pero, ¿cómo concebir estos dos conceptos a lo interno de la gestión de instituciones generadoras de conocimiento como las universidades?
En el caso de la Universidad de Costa Rica, es una parte fundamental entender que sugestión sustantiva tiene como razón de ser atender las necesidades de la sociedad, en el marco de la docencia, la acción social y la investigación.
Esto hace que la institución esté inmersa en el día a día de las comunidades, en las que las aulas, los laboratorios y las bibliotecas no siempre llegan de forma física, sino en la gestión de investigaciones y sus resultados, así como de las personas que conforman a la comunidad académica, para servir en una dinámica distinta a la que puede contarse desde un artículo científico, pero igualmente vital para la transferencia del conocimiento y haciéndolo más democrático.
Sin duda, teniendo claro este panorama de la actividad de la Universidad, estos dos movimientos son claves para los procesos de gestión del conocimiento, y son impulsores de una cultura más justa y equitativa para acceder a ese saber.
Pero es necesario que se entienda que estas prácticas no son casuísticas, deben ser también acciones consecuentes a un plan que conciba la variedad de las disciplinas, el quehacer científico, y la multilingüe actividad de difusión y divulgación.
Además, se debe buscar promover el AA de forma pertinente en el tiempo, el recurso, la infraestructura y el alcance; es decir, que no tenga que esperar resoluciones de embargo de años, pagos exorbitantes, espacios deficientes y dispuestos para ciertos grupos.
Resulta fundamental que estas acciones surjan sustentadas en el objetivo mismo: dar acceso al conocimiento, pero también que sean guiadas por políticas institucionales que promocionen la ciencia abierta, y acompañen su gestión en la docencia, la acción social y la investigación.
A todas luces se describe como una tarea compleja, sin lugar a dudas lo es, en el entendido que debe darse en convergencia con todos los actores claves a lo interno de las instituciones, considerando la normativa institucional; la infraestructura de espacios para disponer de la información y que garantice su preservación, seguridad, trazabilidad y acceso; el recurso humano con conocimiento en temas técnicos y legales; las instancias administrativas que brindan apoyos; y la comunidad universitaria o externa a ella que en su demanda de información, y en su participación de los procesos, valida y fortalece el sistema.
Asimismo, se requiere de un trabajo en concordancia con los movimientos internacionales que promuevan las mejores prácticas, y fortalezcan la visión y necesidad de indicadores y modelos de evaluación ajustados a este contexto.
El acceso y la ciencia abierta deben ser vistos como principios de la gestión, y como herramientas para disminuir las desigualdades que se permean en las sociedades y debilitan el desarrollo.
Andrea Marín Campos Socióloga y Gestora de Calidad de la Vicerrectoría de Investigación, UCR
Desde 1972, Costa Rica cuenta con un centro de investigación único que aporta al desarrollo del sector agroalimentario costarricense y a la buena alimentación de los consumidores
La evaluación de la calidad de las semillas y de los granos es una actividad fundamental para la seguridad alimentaria de un país. El Centro para Investigación de Granos y Semillas (Cigras) creado en 1972, por acuerdo de la entonces Facultad de Agronomía de la Universidad de Costa Rica (UCR), realiza esta importante labor desde hace cincuenta años.
Este centro, fundado por el Dr. Ronald Echandi, cumple con dos funciones esenciales otorgadas por Ley de la República. La Ley N° 5029 lo denomina Laboratorio Oficial para realizar los análisis de calidad de las semillas y la Ley N° 5079 le otorga a la UCR el mandato de analizar la calidad de los granos que se comercializan en el país. Además se complementa con las áreas de investigación en micotoxinas y biotecnología y la acción social en comunidades productoras.
Su trabajo permite determinar el valor de las semillas para la siembra y contribuye a que las personas consumidoras adquieran granos básicos como el arroz y los frijoles de buena calidad y seguros para su alimentación. Todo ello, bajo estrictos controles de calidad (con ensayos acreditados bajo la norma ISO17025) y utilizando modernas técnicas de análisis.
El laboratorio le provee información confiable a la Oficina Nacional de Semillas (OSN) que es el ente encargado de la regulación y aseguramiento de la calidad de las semillas.
«Para los agricultores, el análisis de semillas: garantiza que las semillas satisfagan las normas mínimas de calidad en cuanto a la pureza física y el porcentaje de germinación; •reduce al mínimo el riesgo de pérdida de cosechas; y evita los problemas derivados de la utilización de semillas contaminadas con malezas nocivas, semillas infestadas de enfermedades o insectos, y semillas poco viables», según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO).
Por otra parte, el análisis de la calidad de los granos que se realiza en el Cigras brinda un beneficio directo a los consumidores. Allí se analizan los frijoles y el arroz que son alimentos de consumo masivo en la población costarricense siendo una de las principales fuentes de proteína y calorías.
Para la comercialización y consumo de estos granos es de suma importancia cumplir con los estándares de calidad requeridos para garantizar que el producto posee los atributos para satisfacer las necesidades nutricionales y los gustos del consumidor.
Desde 1974, el Cigras también realiza investigaciones relacionadas con procesamiento de semillas, almacenamiento de granos con alta humedad y micotoxinas en arroz y otros granos. El análisis de micotoxinas aporta a la prevención de enfermedades causadas por la ingesta de alimentos que podrían venir contaminados, ya sea desde el campo o durante largos periodos de almacenamiento.
“Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos de forma natural por algunos tipos de mohos. Los mohos productores de micotoxinas crecen en numerosos alimentos, tales como cereales, frutas desecadas, frutos secos y especias. Las micotoxinas pueden tener diversos efectos negativos en la salud y suponen un grave peligro para la salud humana y del ganado. Dichos efectos pueden ser de carácter agudo (intoxicación) o crónico (inmunodeficiencia y cáncer)”, según advierte la Organización Mundial de la Salud.
Este laboratorio procesa las muestras tomadas por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) en los cargamentos de arroz, frijoles, maíz y otros granos que entran al país para revisar si contienen aflatoxinas. Con sus resultados, que son altamente confiables, los entes reguladores que son el SFE y el Ministerio de Salud deciden si eso se comercializa o no.
Desde su creación, hace 50 años, el Cigras ha contribuido con el desarrollo del sector agroalimentario y con la sociedad costarricense mediante la realización de diversas investigaciones, muchas de ellas, con el propósito de brindar soluciones a problemas agrícolas del país. Allí se desarrollan investigaciones con técnicas y equipamiento modernos y con personal altamente calificado.
En el 2022 este centro de investigación tiene la meta de alcanzar los 300 trabajos publicados. Entre sus principales temas de investigación están: la germinación de semillas, el cultivo y regeneración de plantas in vitro.
Actualmente, el Cigras ha incursionado en la investigación de temas como almacenamiento y procesamiento de semillas y granos, métodos de propagación clonal in vitro y caracterización de compuestos con propiedades nutracéuticas y funcionales. Además, se trabaja en la caracterización de plantas y otros organismos utilizando técnicas moleculares, genómicas, histología e imágenes digitales.
En complemento a sus actividades de investigación y docencia, este centro contribuye en proyectos de acción social, con lo cual lleva a los agricultores y población en general los resultados de la investigación que desarrolla.
Por medio de un Trabajo Comunal Universitario, el centro y los estudiantes ofrecen conocimientos a las personas producturas sobre cómo almacenar adecuadamente, tanto los granos para su consumo o venta, como las semillas que guardan para siguientes ciclos de producción. De esta forma, también apoyan la seguridad alimentaria en las zonas rurales y la salud al evitar posibles infestaciones en los granos y semillas almacenadas.
En este 2022, el Cigras cumple sus 50 años y lo celebrará con una gran feria titulada «Granos y semillas de calidad: seguridad alimentaria para la comunidad». La actividad se realizará el vienes 30 de setiembre en la Facultad de Ciencias Agroalimentarias. Para ver el programa presione este enlace: Feria Cigras.
Katzy O`neal Coto, Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Entre los principales hallazgos que resalta el equipo de investigación que colaboró con en este artículo se encuentra que medidas como la restricción vehicular, el uso de mascarillas y los protocolos sanitarios como el lavado de manos y el distanciamiento social fueron fundamentales para evitar una expansión mayor y más rápida de la pandemia en el país.
Lo anterior fue posible gracias a la creación de un modelo estadístico, surgido de la correlación entre las variables que presentaba el país durante la evolución de la enfermedad y los efectos producidos por las políticas sanitarias de contención para evitar los contagios.
Con este instrumento, la UCR ofreció resultados que fueron interpretados por las autoridades gubernamentales para una mejor toma de decisiones sanitarias y económicas.
En este sentido, hay que destacar que las universidades públicas también forman parte del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo, por lo que su colaboración con el país en situaciones de emergencia está garantizada.
Romero detalló que muchas medidas tuvieron “su momento” de mayor efectividad durante toda la pandemia. Es decir, que algunas han sido implementadas en momentos estratégicos con gran éxito, pero que con el transcurrir de la pandemia y con nuevas variables sanitarias y sociales, estas dejaron de ser tan relevantes para dar paso a otras. Algunas pocas, como el distanciamiento social y el lavado de manos, han sido las más necesarias durante toda la pandemia.
Investigador Rodolfo Romero: medidas anti Covid-19 fueron más efectivas en momentos determinados
El experto señaló que para la coyuntura actual y los meses que se avecinan, las prácticas anti COVID-19 más efectivas serán el uso de la mascarilla en espacios cerrados donde se acumule una cantidad importante de personas, el asegurarse que la mayor cantidad de la población posible esté al día con el esquema completo de vacunación, el correcto lavado de manos y el distanciamiento por burbujas.
El valor del estudio
Más allá de la importancia que significó evaluación de las diferentes políticas de salud pública implementadas para atenuar la pandemia, Romero señaló otras bondades que revisten a esta publicación.
Una de ellas es mostrar que es posible desarrollar un instrumento de este tipo “sobre la marcha”, o sea, de una manera pragmática y empírica, ya que el contexto ameritaba la urgencia de esta herramienta. El objetivo final se cumplió con efectividad y en poco tiempo: brindar a las autoridades sanitarias información valiosa para la toma de decisiones que salvaran vidas y, a la vez, evitaran un daño mayor a la economía nacional.
Con estapublicación, se genera además un referente de monitoreo para los sistemas de salud pública cualquier país del mundo y para otras universidades extranjeras, afirma el experto.
Investigador Rodolfo Romero: publicación de OPS sitúa a UCR como referente mundial
Modelar y responder a las preguntas de las autoridades del Ministerio de Salud fue muy desafiante, según los investigadores
La modelación matemática de situaciones específicas de la pandemia realizada por especialistas de la Universidad de Costa Rica (UCR) durante más de un año y medio ha dado muy buenos frutos. Primero, esta labor ha sido decisiva para las autoridades costarricenses durante la crisis sanitaria y, segundo, la experiencia se recoge en una publicación de una revista científica de gran renombre internacional.
El pasado 10 de febrero, la revista Scientific Reports, de Nature, publicó el artículo titulado «Projecting the impact of Covid-19 variants and vaccination strategies in disease transmission using a multilayer network model in Costa Rica».
El artículo trata del trabajo realizado en el 2021, en el que se analizó qué pasaría ante la presencia de posibles nuevas variantes, como delta, y no se tenía una proporción suficiente de la población vacunada o si se contaba con una tasa alta de vacunación. Ese análisis se hizo conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los resultados se presentaron al Ministerio de Salud.
Desde el inicio de la pandemia, un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa), de la UCR, ha colaborado en la toma de decisiones de los jerarcas del Ministerio de Salud, al proporcionarles información y proyecciones sobre las tendencias a corto plazo de dicha enfermedad.
El seguimiento a la realidad epidemiológica del país se hizo con la ayuda de herramientas computacionales que utilizan y procesan información día a día mediante modelos probabilísticos estocásticos (incluye tanto acciones predecibles como elementos aleatorios).
Una de las situaciones de mayor relevancia que los investigadores lograron predecir y acertar fue el decrecimiento del número de casos y de enfermos ingresados a las unidades de cuidados intensivos (UCI), por los efectos de la vacunación, en un momento en el que los contagios iban en aumento.
Para los investigadores, los resultados alcanzados se deben en gran parte a que el modelo elaborado es muy robusto y este tipo de herramientas ya han sido probadas en ejercicios académicos y para conocer la dinámica de diferentes enfermedades.
“Este modelo de redes que se desarrolló trata de hacer una caricatura de la realidad, en el sentido de que la dinámica de transmisión de la enfermedad está incorporada, con cinco millones de nodos o personas y distintos tipos de capas o personas”, explica el Dr. Fabio Sánchez Peña, coordinador del grupo de investigadores.
Los académicos se encuentran muy complacidos de que una revista científica como Nature haya acogido el artículo enviado, ya que pudieron superar los filtros rigurosos que existen para el proceso de recepción y de revisión del texto.
“La aceptación del artículo en esta revista tan prestigiosa constituye un gran logro para el equipo y, a nivel profesional para cada uno de nosotros, porque valida el trabajo realizado”, expresó Sánchez.
Según la Dra. Yury E. García Puerta, otra de las investigadoras, el valor de este trabajo es que las autoridades de salud fueron las primeras en conocer los resultados. “Quienes nos dedicamos a las matemáticas aplicadas proponemos soluciones, pero muy pocas veces estas llegan hasta los tomadores de decisiones”, señaló.
La aplicación de sus conocimientos matemáticos en un trabajo que incide en la calidad de vida de la población de Costa Rica es para el Dr. Juan Gabriel Calvo Alpízar, especialista en análisis numérico, un reto y un aprendizaje.
“El uso de datos ayudó que pudiéramos explorar este modelo. Sin esta información sobre contagios, mortalidad, hospitalizaciones y vacunación, el estudio posiblemente hubiera sido solo de interés teórico y no se hubiera podido aplicar a la toma de decisiones. Porque no solo es importante tener datos, sino también que sean datos de calidad”, aseguró.
Modelo adaptado a Costa Rica
El modelo de redes multicapas se adaptó a la situación epidemiológica de Costa Rica, con el objetivo de determinar las probabilidades de propagación del COVID-19, a partir de las interacciones diarias de cinco millones de personas.
Se hace una distinción entre las relaciones con la familia, amigos, colegas de trabajo y contactos esporádicos. Cada una de estas «capas» tiene diferentes características y tasas de transmisión.
Además, el modelo contiene información sobre personas enfermas, hospitalizadas, vacunadas, en cuidados intensivos y sobre defunciones.
Todos estos datos, de carácter público, fueron suministrados por el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
“Ese alto nivel de detalle y la información sobre la dinámica de la enfermedad contribuyó a que el modelo sea más cercano a la realidad”, destacó Sánchez.
Sin embargo, estas herramientas tienen limitaciones. La principal es que requieren mucho poder computacional para lograr que los programas corran y se necesita tiempo. En contraste, los investigadores tuvieron que trabajar en circunstancias particulares y bajo mucha presión.
Durante la presente pandemia se han desarrollado modelos similares en otros países, pero más que todo en el ámbito académico. El caso de Costa Rica es único, por la relación tan directa entre los científicos, las instituciones y las autoridades de salud pública.
Valor científico
Uno de los aspectos que fortalecieron y enriquecieron la investigación científica es el trabajo interdisciplinario, de acuerdo con los especialistas.
El equipo está conformado por profesionales de diferentes disciplinas, no solo participaron los matemáticos de la UCR, sino también especialistas de salud pública, de medicina y de economía de la salud. Esto permitió una gran retroalimentación que enriqueció el trabajo, porque los resultados que se presentan en el artículo no son solamente un modelo y unos números, sino que hay un análisis del contexto epidemiológico del país.
“En el artículo no solamente se dice que la curva va a bajar o va a subir, sino también qué representa eso para el país en términos económicos y para salvar vidas”, resaltó García.
El hecho de contar con otros especialistas -añadió- hace que el lenguaje matemático se traduzca a otras disciplinas y sea accesible para las autoridades de salud.
De acuerdo con Sánchez, el valor científico de esta modelación radica en el hecho de que “se pudo predecir con certeza y a corto plazo el efecto que iba a tener la taza de vacunación en Costa Rica, lo cual se puede extrapolar a otras realidades, asumiendo que se disponga de la información que nosotros teníamos”.
Además de los tres matemáticos mencionados, el grupo de investigación lo conforman el estadístico Dr. Luis Barboza Chinchilla y la especialista en salud pública, M. D. Paola Vásquez Brenes, también de la UCR. Asimismo, participaron el Dr. Gustavo Mery Valdovinos, funcionario de la OPS, y la M. D. Tania Rivas Chaves, del Ministerio de Salud.
Patricia Blanco Picado Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Esta investigación servirá de base para el desarrollo sostenible de las zonas de estudio que se ubican en Costa Rica y Panamá
En conjunto con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Ministerio de Ambiente de Panamá (MIAMBIENTE), un equipo de profesionales del Programa de Desarrollo Sostenible (ProDUS UCR) concluyeron laEvaluación Ambiental Estratégica(EAE) para ocho áreas silvestres protegidas que abarcan territorio de Costa Rica y Panamá.
Este trabajo será expuesto ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), con el objetivo de que ambos países mejoren la gestión de dichas zonas.
Las ocho áreas silvestres protegidas que fueron analizadas conforman el Sitio Patrimonio Mundial declarado precisamente por la UNESCO, y la idea es asegurar el desarrollo sostenible y fomentar el crecimiento socioeconómico centrado en la conservación a largo plazo.
Las zonas en cuestión son: Parque Nacional Barbilla, Parque Nacional Chirripó, Reserva Biológica Hitoy Cerere, Parque Internacional La Amistad, Zona Protectora Las Tablas, Reserva Forestal Río Macho, Parque Nacional Tapantí-Macizo Cerro de la Muerte, y Reserva Biológica del Bicentenario Pájaro Campana. En el sector de Panamá, el Patrimonio Mundial corresponde al Parque Internacional La Amistad.
Nuestro país cuenta con tres sitios declarados como Patrimonio Mundial Natural: la Isla del Coco, el Área de Conservación Guanacaste, y el Sitio Reservas de la Cordillera de Talamanca, dentro de la cual se ubican dichas áreas protegidas.
Costa Rica tiene además la denominación de Patrimonio Cultural de la Práctica del Boyeo y las Carretas, y los Asentamientos Cacicales del Valle del Diquís.
Conclusiones importantes
Los resultados que aporta la EAE para el área que atañe a Cota Rica se dividen en cuatro acciones estratégicas; la primera es dinamizar el desarrollo socioeconómico sostenible de las comunidades aledañas al Sitio Patrimonio Mundial.
“Las políticas públicas del Estado deberán centrarse en fomentar temas como el ecoturismo de base comunitaria, el etnoturismo, la producción agropecuaria sostenible y de bajo impacto ambiental, los empleos verdes, entre otros. Así mismo, en el reconocimiento del valor de los servicios ecosistémicos que las comunidades indígenas y no indígenas generan al mundo, por medio de la protección al medio ambiente que se realiza en estos territorios”, explicó el M.Sc. Félix Zumbado Morales, investigador de ProDUS UCR y coordinador del EAE.
La segunda acción estratégica es el fortalecimiento de la gestión participativa de la toma de decisiones y desarrollo de proyectos en el Sitio Patrimonio Mundial.
“En este tema se plantean acciones e indicadores que marquen la línea de acción del Estado costarricense, para lograr una mayor integración de las comunidades indígenas y no indígenas que rodean el Sitio Patrimonio Mundial. Por medio de la gobernanza participativa se logrará que las comunidades sean participes en la toma de decisiones y se incremente el impacto de los esfuerzos que se realizan en pro de dicho lugar”, indicó Zumbado.
Este especialista agregó que la dinamización socioeconómica va de la mano del fomento de proyectos de educación ambiental, monitoreo participativo, fortalecimiento de programas para la protección de recursos, entre otros. “Los ejes anteriores ya han sido desarrollados parcialmente por proyectos que necesitan reforzarse y asegurar su continuidad en el tiempo”, ahondó Zumbado.
La tercera acción se centra en fortalecer el sistema de gestión del Sitio Patrimonio Mundial, en referencia a los ejes de administración, financiamiento y tecnología.
“Es necesario realizar acciones concretas que logren un cambio en el sistema actual, buscando acercar el Sitio Patrimonio Mundial y su zona de influencia al escenario deseado que se planteó dentro de la EAE”, dijo Zumbado.
Los ejemplos de estas acciones estratégicas son:
Aumentar en dos plazas la cantidad de personal asignado del SINAC, en cada una de las ocho áreas silvestres protegidas que conforman el Sitio Patrimonio Mundial. Por el contrario, sería casi imposible lograr los objetivos planteados en la EAE.
Se debe dar mayor presupuesto y mejora en la infraestructura de las áreas silvestres protegidas, para mejorar el tema de vigilancia y control, educación ambiental, y servicios turísticos y de atención a las necesidades de las comunidades ubicadas en los alrededores.
Desarrollar un programa de fortalecimiento tecnológico en el Sitio Patrimonio Mundial, dando un mayor uso a sistemas de información geográfica, drones, etc.
Como parte de los resultados, se propone la creación de una Comisión de Gestión del Sitio Patrimonio Mundial, conformada por el personal que administra cada una de las ocho áreas silvestres protegidas. Está comisión será la encargada de la coordinación con las autoridades de Panamá, proponiéndose reformar el alcance de la actual unidad de gestión a la que se le denomina UTEB-PILA.
La cuarta y última acción es promover el ordenamiento territorial en las zonas que se ubican alrededor del Sitio Patrimonio Mundial.
“La gestión integral de los territorios es una necesidad urgente, si se quiere fomentar el desarrollo sostenible a largo plazo. Para el caso de los cantones que rodean el Sitio Patrimonio Mundial, no se cuenta con planes reguladores, lo que conlleva una situación de amenaza para la integridad del Sitio Patrimonio Mundial. Por tanto, resulta urgente la elaboración de los planes de ordenamiento territorial, con la incorporación de los lineamientos estratégicos de los planes de gestión de los corredores biológicos y de los planes de manejo de las áreas silvestres protegidas”, sentenció Zumbado.
Todo lo anterior se incluye dentro de las acciones estratégicas que plantea la EAE, y para cada una de ellas se especificaron los indicadores respectivos y los responsables de ejecución de cada una.
“Este proyecto permitió conocer que estos lugares tienen la categoría de Patrimonio Mundial, por tanto es necesario inculcar el amor por la tierra y que se tenga el conocimiento para lograr preservar toda esta zona a futuro”, manifestó Ana Lorena Porras Brown, quien es miembro de la comunidad indígena Suretka y participó en uno de los talleres realizados por ProDUS UCR.
Estos talleres sirvieron para el correspondiente intercambio de saberes, entre las y los pobladores de las comunidades indígenas que colindan con las áreas protegidas, “son excelentes oportunidades para evacuar dudas, como por ejemplo qué significa la denominación Patrimonio Mundial. Es muy importante dar a conocer que se tiene como vecina del territorio indígena una zona así declarada, para lograr preservar la naturaleza que es vida para toda la comunidad. Además, resulta fundamental que el Estado aporte fondos para nombrar personal permanentemente bajo la figura de guarda recursos indígena, que es una persona que se encarga del monitoreo de bosques, educación ambiental y otras actividades, siempre trabajando de la mano con el SINAC”, subrayó Eugenio Leck, representante de la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Talamanca Cabécar (ADITICA).
Por su parte Jeimmy Carranza, administradora del Parque Internacional La Amistad, sector Caribe. Añadió que llevar a cabo la EAE era una necesidad que planteó la UNESCO, tanto para Costa Rica como para Panamá, y ahora resta que se apliquen las conclusiones a las que se llegaron.
“La EAE permitió incorporar la opinión de los grupos indígenas que han venido trabajando por la preservación del Sitio Patrimonio Mundial. En estos momentos la participación de las comunidades depende de las voluntades personales, por lo que el SINAC debería de institucionalizar la participación comunal y la gobernanza compartida con las comunidades vecinas de las áreas silvestres protegidas, para lograr fortalecer y amplificar el impacto que se tiene en estos temas”, declaró Carranza.
Finalmente, el M.Sc. Félix Zumbado comentó que con los resultados que arrojó la EAE se reiterara el valor excepcional que tienen el Sitio Binacional Patrimonio Mundial Reservas de la Cordillera de Talamanca y el Parque Internacional La Amistad.
“Exponemos nuestra esperanza para que los estados costarricense y panameño logren superar sus grandes retos, en cuanto a la gestión de este espacio que es único en el mundo, y puedan lograr el cumplimiento de todos los objetivos planteados dentro de la EAE, que buscan la implementación de la gestión sostenible”, concluyó Zumbado.
El equipo interdisciplinario de ProDUS- UCR que tuvo a su cargo el desarrollo de la EAE lo integraron, además, de Félix Zumbado, el Dr. Jonathan Agüero Valverde; Dr. Rosendo Pujol Mesalles; Licda. María Fernanda Murillo Mesén; Licda Jéssica Álvarez López; Dr. Eduardo Pérez Molina; Ing. Dario Vargas Aguilar; los biólogos marinos Marco Retana López y Luis Madrigal; además de varios estudiantes asistente de diferentes carreras de la UCR.
Otto Salas Murillo Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Se cumple uno de los principales objetivos de esta Universidad, que es la inversión en una infraestructura que respalde y maximice la investigación, la docencia y la acción social
La Sede del Caribe cuenta con un nuevo espacio dedicado a la ciencia, se trata del Laboratorio de Investigación en Ecología Animal e Impacto del Turismo, que viene a fortalecer el área de investigación con un espacio físico para realizar estudios manipulativos de alto nivel, relacionados con aspectos de la conducta de animales silvestres, vertebrados e invertebrados.
La frase que el director de la Sede del Caribe, Dr. Juan Diego Quesada Pacheco, utilizó al abrir su discurso en el acto oficial de apertura, que se realizó el lunes 15 de noviembre, fue “cerrar el enseñadero y abrir la academia”.
“Con esto reconocemos que se había llegado a un punto en el que ciertamente se había alcanzado un crecimiento aceptable en infraestructura, oferta académica, población estudiantil y cuerpo docente, pero el rezago del área de investigación representaba un peso que la Sede cargaba. Debido a esto tomamos medidas y giramos directrices que promovieran y potencializarán la investigación. Ahora este nuevo laboratorio es la punta de una lanza que fomentará la cultura investigativa”, subrayó Quesada.
En esta actividad también participaron el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta; MAG. Julio Brenes Arroyo, asesor de la Rectoría; la Dra. María Laura Arias Echandi, vicerrectora de Investigación; M.Sc. Luis Serrano Franceschi, coordinador de Administración de la Sede del Caribe; MBA. Walter Anderson Rivera, coordinador de Investigación de la Sede del Caribe; y Dr. Marco Barquero Arroyo, coordinador de la carrera de Turismo Ecológico de la Sede del Caribe.
“Uno de los pilares de esta Universidad es la investigación y dependiendo de ella recibimos una calificación y al ver la inauguración de este laboratorio, pero sobre todo el gran compromiso que tienen ustedes, se siente muy positivo respecto a lo que va a ser la investigación a corto y mediano plazo”, resaltó María Laura Arias.
Un análisis expuesto por la Vicerrectoría de Investigación indicó que el crecimiento de laSededel Caribeen el área de investigación ha sido estadísticamente significativo en los últimos dos años, con la presentación de 16proyectos nuevos, cuatro de ellos en el 2020 y12en el 2021.
“Actualmente somos la Sede con mayor investigación y queremos hacer más fuerte este concepto en el Caribe, y por su puesto este laboratorio viene a cumplir con esta gran meta gracias a una inversión de ₡9.650.000”, explicó Luis Serrano.
Refuerzoal quehacer de la Sede del Caribe
El nuevo laboratorio busca promover el contacto entre académicos, tanto nacionales como extranjeros, interesados en realizar proyectos de investigación y que requieran de un espacio físico para llevar a cabo la recolección de datos.
El Dr. Gutiérrez Espeleta reconoce que el camino no ha sido fácil para la Sede del Caribe, “para la Rectoría el apoyo a este proyecto ha significado un alto compromiso desde la parte económica, como todo lo que conlleva la regionalización. Confiamos en que este sea un mensaje contundente de apoyo a la investigación desde y por las Sedes Regionales que esperamos que tome mucho impulso en los próximos años”.
Por su parte Marco Barquero, quién propuso el proyecto de crear este laboratorio que hoy es una realidad, añadió que, “se trata de una meta cumplida a partir de una propuesta que había planteado desde hace siete años y que, bajo las administraciones actuales, tanto de la Dirección de la Sede del Caribe como de la Rectoría, se pudo concretar”, afirmó Barquero.
Este nuevo laboratorio cuenta con un equipo de trabajo que está conformado por Raúl Rojas, Julio Brenes y Wendy Rojas de la Sede del Caribe; Viviana Arguedas de la Sede del Atlántico; e investigadores de otras instancias como Randall Arguedas y Lizbeth Ovares.
“Se busca incentivar la participación de estudiantes en proyectos de investigación, que les permita adquirir habilidades esenciales en el desarrollo de técnicas de recolección, manejo y análisis de datos”, indicó Barquero.
Este laboratorio estará conformado por cuatro secciones principales:
Biomecánica, rendimiento físico y fisiología.
Cognición y uso del hábitat.
Sistemas de comunicación y aprendizaje.
Interacción con seres humanos.
Al conocer el peligro que enfrenta actualmente la biodiversidad en el mundo y el actual estado de muchos animales e insectos en peligro de extinción, lo que se quiere es hacer investigación sobre especies silvestres para generar conocimientos específicos en las líneas de estudio mencionadas anteriormente.
La idea es conocerhacia dónde se extienden las especies, cómo lo hacen, cuál es el sitio que escogen para habitar,sabersi presentan enfermedades y cómo reaccionan ante ellas, descubrir cuál es su desarrollo físico y cómo se comunican los organismos entre ellos.
Luego de identificar y relacionar toda esta información, se procederá a descubrir los posibles impactos que tienen los seres humanos sobre estas especies silvestres.
El laboratorio cuenta con las condiciones especiales para tener desde todo tipo de insectos, hasta animales pequeños. El propósito es lograr desarrollar experimentos y descubrir recomendaciones que se puedan implementar, para que las especies puedan sobrevivir al enfrentarse a los efectos antropogénicos. Todos estos estudios brindaránun bastoconocimiento sobre la biodiversidad de Costa Rica, con énfasis en la Región Caribe.