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Etiqueta: investigación universidades públicas

Monitoreo tectónico y volcánico peligran ante falta de presupuesto

Aprobación de proyecto de ley en Asamblea Legislativa garantizará recursos permanentes al Ovsicori-UNA

La adquisición de herramientas necesarias para la construcción y mantenimiento de instrumentación sismológica y geodésica, materiales para el abordaje tectónico y volcánico en Costa Rica, así como el desarrollo de los sistemas de alerta temprana de sismos, podrían dejar de funcionar dada la suspensión en 2023 del giro de recursos económicos provenientes del Fondo Nacional de Emergencias al Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) de la Universidad Nacional (UNA). Lo anterior debido a la caducidad del Transitorio I de la Ley N.8488.

Dicha ley garantizaba que esos recursos no se destinarán a la contratación de personal, ni a la participación de funcionarios de OVSICORI-UNA, en congresos o reuniones científicas, sino, únicamente al mantenimiento y expansión de las redes de monitoreo, es decir a la instrumentación.

Con la finalización del Transitorio que permitía el financiamiento, a través del Fondo Nacional de Emergencias, no existe un mecanismo de financiamiento estable. De mantenerse esta situación, se interrumpirán las labores de monitoreo y estudio de las amenazas naturales a cargo del OVSICORI-UNA, lo que repercutirá negativamente en la respuesta ante emergencias y en la coordinación con otras instituciones del Estado y gobiernos locales.

Aportes a la sociedad

Esteban Chaves, director del OVSICORI-UNA, destacó los logros y contribuciones directas al pueblo de Costa Rica, mediante los recursos del Transitorio de la Ley de Emergencias, entre ellos: el seguimiento a la actividad eruptiva del volcán Turrialba durante la segunda mitad de la década de 2010, la anticipación del terremoto de Nicoya, ocurrido el 5 de septiembre de 2012.

Ocho años atrás, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) se basó en los datos de monitoreo del OVSICORI-UNA, para cerrar el parque nacional volcán Poás 18 horas antes de una erupción que destruyó varios equipos de vigilancia y causó daños al mirador de visitantes. Asimismo, en 2019, pese a las emisiones de ceniza, se habilitó el acceso de los turistas al Poás, gracias a la vigilancia constante y al aprendizaje que se impartió sobre los procesos volcánicos proporcionados por el observatorio.

Algo similar sucedió en 2024, cuando el instituto anticipó con éxito los escenarios de actividad en el Poás, alertando a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y al SINAC con cuatro meses de antelación, lo que permitió tomar decisiones informadas sobre la seguridad y consideraciones económicas. No obstante, el parque permaneció abierto.

El sismólogo resaltó que el logro más reciente corresponde al sistema de alerta temprana de terremotos, manejado con la red sismológica digital y la transmisión de datos en tiempo real. A través de esta iniciativa, los usuarios de celulares con sistema operativo Android™ o iOS™ reciben alertas sobre terremotos inminentes, con 30 segundos de aviso, antes del arribo de las ondas sísmicas causantes de los mayores daños.

Chaves precisó que para completar la red de instrumentación geodinámica y asegurar una cobertura adecuada en el territorio nacional, aún se requieren más instrumentos y construir sitios de monitoreo, lo cual permitirá al OVSICORI-UNA y al país contar con vigilancia en tiempo real de los volcanes activos de Costa Rica (Rincón de la Vieja, Poás, Irazú y Turrialba), estaciones sísmicas, geodésicas, analizadores de gases volcánicos y cámaras web, entre otros.

En la actualidad los científicos de OVSICORI trabajan en la anticipación de otro terremoto, con magnitud entre 7,2 y 7,4, el cual ocurriría en un futuro cercano en la península de Osa.

Rescate en camino

A las puertas de un colapso del monitoreo tectónico y volcánico, el OVSICORI-UNA, se vio en la necesidad tocar las puertas de la Asamblea Legislativa; en este caso, el instituto contó en primera instancia con el acompañamiento de la legisladora Rosaura Méndez Gamboa, representante del Partido Liberación Nacional (PLN), por la provincia de Cartago, la cual redactó el proyecto de ley: “Adición del artículo 46 ter a la Ley Nacional de Emergencias y Prevención del Riesgo N.8488, para establecer un financiamiento permanente a las redes de monitoreo geodinámico y meteorológico”, presentado a la secretaría del Directorio Legislativo en diciembre pasado.

El pasado 18 de febrero de 2025, el proyecto de ley ingresó al orden del día de la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa.

El texto, presentado bajo el expediente 24.738, propone que el OVSICORI-UNA, la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR), así como el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), se financiarán de manera permanente del aporte del 0.60% (cerca de ¢2.000 millones) de todas las primas de seguros de vida, salud, incendios y líneas afines que se vendan en el país. En ese sentido el OVSICORI percibiría un 35% (alrededor de ¢600 millones anuales) de los fondos recaudados para la adquisición de equipos sísmicos y volcánicos, necesarios para realizar las actividades de monitoreo en Costa Rica.

En caso de existir algún remanente, estos fondos se destinarán al equipamiento y fortalecimiento de la investigación en amenazas sísmicas y volcánicas.

Oficina de Comunicación

Universidad Nacional, Costa Rica

El Ovsicori-UNA cuenta con la red de instrumentación geodinámica permanente más grande y moderna de toda América Latina.

Desarrollan prueba para diagnosticar paragonimiasis en humanos

Dra. María José Zúñiga.
  • Instan a la población a reportar la presencia de cangrejos de agua dulce para obtener más cantidad de muestras y así mapear con mayor precisión la distribución del parásito.

Elaborado por: Johnny Núñez Z.
Periodista-O.C-UNA
jnunez@una.cr

Investigadores del Laboratorio de Zoonosis y Entomología de la Escuela de Medicina Veterinaria (EMV) y Laboratorio de Biotecnología de Plantas de la Escuela de Ciencias Biológicas (ECB) de la Universidad Nacional (UNA) trabajan desde hace cinco años en el diseño de un antígeno de alta sensibilidad y especificidad, para diagnosticar de forma más precisa la paragonimiasis, enfermedad producida por el consumo de cangrejos y otros crustáceos de río sin cocinar o en ceviche.

María José Zúniga, investigadora de este procedimiento y quien realiza su tesis doctoral bajo la tutoría del especialista Frank Solano, comentó que su investigación denominada: “Búsqueda de antígenos para el inmunodiagnóstico de la paragonimiasis en Costa Rica: una zoonosis alimentaria que puede ser letal”, tiene como objetivo secuenciar el genoma completo de Paragonimus mexicanus e identificar antígenos específicos para desarrollar una prueba diagnóstica.

Zúniga explicó que esta investigación, pionera en América Latina, surgió porque la prueba actual, que consiste en analizar muestras de heces al microscopio, no es fiable. “Resulta que cuando el gusano adulto está en pulmón no libera huevos a diario, lo que puede causar falsos negativos y dificulta la detección. Además, en casos de paragonimiasis cerebral es imposible detectar los huevecillos en heces. De ahí que buscamos desarrollar un antígeno recombinante para detectar anticuerpos en el suero que pueda diagnosticar este padecimiento”, agregó Zúniga.

La tesiaria dijo que en la actualidad la paragonimiasis es una enfermedad zoonótica desatendida, que afecta a mamíferos como especies silvestres y mascotas, mientras que en las personas suele confundirse con tuberculosis.

Cabe destacar que dicha investigación es respaldada con recursos del Fondo Especial para la Educación Superior (Fees) y el Consejo Nacional de Rectores (Conare) con apoyo de la Universidad de Costa Rica (UCR) y Estatal a Distancia (UNED).

Paragonimus en Costa Rica

La investigadora Gaby Dolz resaltó que estudios hechos en colaboración con los investigadores Edith Ulate, Roderico Hernández, Gerardo Rojas, Ana Jiménez e Ingo Wehrtmann evidenciaron que, en el país, desde 1968, la paragonimiasis se había reportado en 28 personas.

En el 2000, una prueba intradérmica reveló la presencia del agente infeccioso en 23 de un total de 100 estudiantes de la escuela de Alto Katsi de Talamanca, mientras con una técnica inmunoenzimática se estableció infecciones activas en 10 niños. El último caso de paragonimiasis cerebral reportado fue un menor indígena Ngäbe en 2013.

En 2015, los investigadores mencionados capturaron y examinaron 347 cangrejos de agua dulce, de los cuales 44 (12.6%) fueron positivos con metacercarias de Paragonimus spp en ocho sitios (Limón, Guácimo, Sarapiquí, Talamanca, Upala, Parrita, Buenos Aires, Coto Brus). Además, se extrajeron 588 metacercarias  de P. mexicanus y 11 de P. caliensis.  

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la paragonimiasis como una enfermedad pulmonar causada por la ingestión de varias especies de metacercarias (parásitos) del género Paragonimus.

Oficina de Comunicación

Universidad Nacional, Costa Rica