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Etiqueta: José Guillermo Jiménez Montero

Obesidad: problema de salud pública

4 de marzo

Día Mundial de la Obesidad

Dr. José Guillermo Jiménez Montero, FACE
Endocrinólogo
Miembro Correspondiente

La obesidad fue reconocida de interés desde la época de Hipócrates constituyéndose en un problema de salud en los últimos 50 años. La obesidad se define como una enfermedad crónica cuya prevalencia va en aumento en adultos, adolescentes y niños a nivel mundial. Nuestro país no escapa de esta epidemia de obesidad y representa un problema de salud pública.

El tejido adiposo es un extenso órgano que tiene muchas funciones en nuestro cuerpo. Este tejido juega un papel en el balance energético, guarda colesterol y es un reservorio de la vitamina D. Le sirve al cuerpo como cojín y contribuye a mantener la temperatura corporal. Sin embargo, el exceso de tejido adiposo y, en particular la distribución de la grasa en la región del abdomen tiene serias consecuencias para la salud. La grasa abdominal se relaciona con el desarrollo de numerosas enfermedades destacando la diabetes tipo 2 (elevación del azúcar en la sangre), las enfermedades del corazón, artritis, apnea de sueño, que se manifiesta como falta de oxigenación mientras se duerme. Además, la obesidad favorece la acumulación de grasa en el hígado, hepatitis, la formación de piedras en la vesícula y eleva el riesgo de ciertos cánceres. Es importante considerar que las personas obesas presenta frecuentemente ansiedad, depresión y la obesidad se vincula con rechazo social. En el contexto de la pandemia debido al virus SARS-CoV-2, la obesidad incrementa la posibilidad de complicaciones severas y muerte.

El mantenimiento del peso corporal está determinado por intrincados mecanismos que involucran nuestros genes, el sistema nervioso, las hormonas, el sistema digestivo y las bacterias intestinales. Más aún, otros factores que favorecen el desarrollo de obesidad son la exposición a ciertos medicamentos como los antidepresivos, medicamentos que regulan la glucosa en la sangre y algunas enfermedades endocrinológicas. La exposición a químicos – bisfenoles provenientes de biberones de plástico que se usaron en décadas pasadas – pueden alterar algunas funciones del sistema endocrino, inducir quistes ováricos y tienen un efecto potencial de impactar el peso corporal desde la infancia. A pesar de los innumerables factores asociados al desarrollo de la obesidad, la principal causa de la obesidad es el exceso de ingesta de alimentos de alto valor energético y la disminuida utilización de la energía, como resultado de la inactividad física. En consecuencia, el aumento en la prevalencia de obesidad a nivel mundial tiene su principal origen en los cambios en los estilos de vida de la población.

En Costa Rica la poca educación nutricional y el patrón alimentario caracterizado por una baja frecuencia del consumo de frutas, vegetales, leguminosas, lácteos y carnes blancas particularmente el pescado, así como una elevada frecuencia de la ingesta de carnes rojas grasosas, embutidos, bebidas con azúcar agregado y alimentos procesados (golosinas, snacks, comidas rápidas y repostería/galletas) constituyen los principales factores de riesgo para el desarrollo de obesidad y eventualmente de enfermedades crónicas no transmisibles en la edad adulta. El papel de la industria alimentaria no regulada y la mala información son elementos que han incidido sustancialmente en el consumo de alimentos con alto contenido en energía. Por eso, en años recientes la Organización Panamericana de la Salud, alertó a nuestras instituciones de salud a tomar acciones recomendando mejorar el etiquetado de los alimentos como una medida que contribuiría en la reducción de la obesidad. Finalmente, es notorio en Costa Rica la carencia de áreas seguras para practicar actividad física como se demostró en la Encuesta Colegial de Vigilancia Nutricional y Actividad Física, que junto con el incremento de la tecnología (teléfonos celulares, computadoras), han favorecido el sedentarismo y la obesidad.

El tratamiento de la obesidad reviste un abordaje complejo que toma en cuenta un plan nutricional, actividad física y ciertos medicamentos que controlan el apetito. Existen muchos tipos de dieta y todas producen pérdida de peso. La mayoría de las personas obesas pierden peso cuando hacen dietas muy restrictivas, pero éstas son difíciles de mantener a largo plazo y por lo general, la persona obesa en dieta de reducción, presenta recaídas y ganancia de peso después de algunos meses.

En la práctica clínica se recomienda una vigilancia continua para lograr resultados positivos. Las visitas periódicas con el profesional de la salud (médico, nutricionista, psicólogo, entrenador físico) deberán ser programadas para vencer las barreras y plantear los siguientes pasos en el plan. Si la pérdida de peso es menor al 5 % en los primeros seis meses se debe tratar otras alternativas.

En conclusión, la obesidad es un problema de salud pública de considerable magnitud por las complicaciones asociadas y los resultados del tratamiento. Las principales acciones que debe tomar nuestro sistema de salud es promover cambios en el estilo de vida – adecuada nutrición y actividad física regular– para prevenir el desarrollo de la obesidad.


  1. Trends in adult body-mass index in 200 countries from 1975 to 2014: a pooled analysis of 1698 population-based measurement studies with 19·2 million participants. NCD Risk Factor Collaboration (NCD-RisC). Lancet. 2016;387(10026):1377.
  2. Maffeis C, Pietrobelli A, Grezzani A, Provera S, Tato L. Waist circumference and cardiovascular risk factors in prepubertal children. Obes Res 2001; 9:179-87.
  3. Snijder MB, Dekker JM, Visser M et a. Associatiosn of hip and thigh circunferences independent of waist circunference with the incidence of type 2 diabetes: the Hoorn Study. Am J Clin Nutri 2002; 77:1192-1197.
  4. Bray G. Medical consequences of obesity. J Clin Endocrinol Metab, June 2004, 89(6):2583–2589.
  5. Huang C,Wang Y, Li X, Ren L, Zhao J, Hu Y, et al. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. Lancet 2020;395:497–506.
  6. Gauthier, MSR émi Rabasa-Lhoret R, Prud’homme, D et al. The Metabolically Healthy But Obese Phenotype Is Associated With Lower Plasma Levels of Persistent Organic Pollutants as Compared to the Metabolically Abnormal Obese Phenotype. J Clin Endocrinol Metab, June 2014, 99(6):E1061–E1066
  7. Encuesta Colegial de Vigilancia Nutricional y Actividad Física.
    Costa Rica, 2018

Día Mundial de la Diabetes 2022

Dr. José Guillermo Jiménez Montero, FACE
Endocrinólogo
Miembro Correspondiente

La diabetes afecta a más de medio billón de personas en el mundo, de las cuales la mitad desconocen que tienen esta condición. En América Latina se estima que habrá 42 millones de personas viviendo con diabetes en el año 2045.

El aumento en el número de personas que viven con diabetes impone un aumento en la necesidad de atención médica debido a las complicaciones crónicas de esta enfermedad como son las cardiopatías, la ceguera, problemas de pie diabético y falla renal, entre otras.

La diabetes se clasifica en varios tipos.  La tipo 1, se debe a déficit de la insulina debido a un fenómeno que destruye las células productoras de insulina. Por lo tanto, las personas con diabetes tipo 1 presentan elevaciones de la glucosa en sangre y requieren tratamiento insulínico. La diabetes del adulto, clasificada como diabetes tipo 2, se relaciona con la obesidad. En esta condición disminuye la acción de la insulina y también se da una disminución en la producción de esta hormona. Las personas con diabetes tipo 2 pueden tratarse con agentes orales al inicio de la enfermedad pero frecuentemente terminan requiriendo insulina como parte del tratamiento.

Muchas de las complicaciones de la diabetes se relacionan con la elevación de la glucosa en sangre y a la obesidad. En diabéticos tipo 2 con obesidad co-existente, se puede presentar un tipo de daño hepático que va desde el hígado graso hasta, cirrosis hepática y el cáncer de hígado.

El panorama actual de la diabetes con el aumento importante del número de personas con esta enfermedad  y complicaciones obliga que los sistemas de salud desarrollen estrategias de prevención de la diabetes y que aquellos con la enfermedad establecida, prevengan las complicaciones. Esto es posible mediante el abordaje integral que incluye educación en diabetes y el tratamiento con diversos medicamentos como los que aumentan la excreción de glucosa por el riñón, o que actúan estimulando la producción de insulina del páncreas que evitan las complicaciones cardio-renales y muerte prematura.

La educación en diabetes constituye una poderosa herramienta que orienta a las personas diabéticas para que conozcan sobre su condición y puedan tomar acciones para su control y prevención de complicaciones.

En el presente, la diabetes tipo 1 no puede ser prevenida. Sin embargo, en personas con diabetes tipo 2,  la modificación del estilo de vida mejorando la alimentación y practicando actividad física, representan acciones que favorecen la pérdida de peso y pueden inducir la remisión de la diabetes.

Los avances en el conocimiento de la diabetes, prevención de complicaciones y remisión de la enfermedad representan noticias alentadoras para las personas con diabetes.