Ir al contenido principal

Etiqueta: Juan Mora Fernández

Faltan nombres en el Salón de Jefes de Estado y Presidentes de la República de la Asamblea Legislativa

Vladimir de la Cruz

La Asamblea Legislativa tiene un Salón especial dedicado a exhibir en cuadros al óleo a quienes han dirigido el Estado y la República, todos pintados por grandes y reconocidos artistas.

El Salón se conocía como el de Ex Jefes de Estado y de Ex Presidentes, cada uno con una plaquita que indicaba el período de tiempo en el cual cada uno de ellos había desempeñado ese cargo.

El Salón hace poco tiempo cambió su nombre para indicar que allí se exhiben a quienes han ejercido como Jefes de Estado y como Presidentes de la República, y hoy se denomina como debe ser, Salón de Jefes de Estado y de Presidentes de la República, precisando correctamente que durante el tiempo que se señala en esas plaquitas ejercieron ese cargo, y no como equivocadamente se podía leer en la plaquita que fueron ex Jefes de Estado y ex Presidentes en el tiempo que la plaquita señalaba.

Todavía al Salón le falta destacar, al menos con dos grandes placas en donde se recojan sus nombres, la lista de quienes dirigieron el país en el período que va desde la proclamación de la Independencia, el 29 de octubre de 1821 hasta el momento que asumió como primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández.

Declarada la Independencia el 29 de octubre de 1821, se mantuvo en el cargo de jefe Político subalterno el último Gobernador colonial, Juan Manuel de Cañas, mientras la decisión tomada en Cartago el 29 de octubre se juraba y aceptaba en los pueblos. El 12 de noviembre fue desconocida su autoridad provisional que ostentaba y en su lugar hasta el 8 de setiembre de 1823 “gobiernos” colegiados, con precisas denominaciones, unos de muy corto plazo, otros de un plazo más largo, dirigieron el país.

Los gobiernos de las Juntas, en su orden, fueron los siguientes:

La Junta de Legados de los Pueblos, que gobernó desde el 12 de noviembre hasta el 1 de diciembre de 1821. Entre otras cosas actúo como Asamblea Constituyente al dejar el 1 de diciembre aprobado el “Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica o Pacto de Concordia”, conocido como la Primera Constitución Política de nuestro período independiente. Fue presidida por el Presbítero Nicolás Carrillo Aguirre.

La Junta Interina, que gobernó desde el 1 de diciembre de 1821 hasta el 5 de enero de 1822, la cual fue presidida por el Presbítero Pedro José Alvarado.

La Junta Electoral, que gobernó desde el 5 al 12 de enero de 1822, la cual fue presidida por Rafael Barroeta Castilla.

La Primera Junta Superior Gubernativa que gobernó desde el 13 de enero hasta el 31 de diciembre de 1822. Esta Junta tuvo cuatro personas que la presidieron. Ellos fueron, durante todo el año, alternando, Rafael Barroeta Castilla, Santiago Bonilla Laya, José María Peralta y José Rafael Gallegos.

La Segunda Junta Superior Gubernativa que gobernó desde el 1 de enero hasta el 14 de marzo de 1823, la cual fue presidida por José Santos Lombardo.

Le siguió la llamada Diputación Provincial o Triunvirato desde el 14 de marzo hasta el 29 de marzo de 1823, que fue presidido por Rafael Francisco Osejo.

Le siguió el período de los Comandantes Generales, desde el 29 de marzo hasta el 16 de abril de 1823, que fue presidido por Joaquín de Oreamuno desde el 29 de marzo hasta el 5 de abril y por Gregorio José Ramírez, desde el 5 hasta el 16 de abril de 1823.

Le siguió el llamado Congreso Constituyente desde el 16 de abril hasta el 6 de mayo de 1823, que fue presidido por José María Peralta.

Finalizó este período con la instalación de la Tercera Junta Superior Gubernativa que gobernó desde el 6 de mayo hasta el 8 de setiembre de 1823, la cual fue presidida por el Presbítero Manuel Alvarado.

A partir del 8 de setiembre de 1823 asumió como Jefe de Estado el educador Juan Mora Fernández, en su primer período de gobierno prolongado consecutivamente por dos períodos más hasta el 8 de marzo de 1833, siguiéndole José Rafael Gallegos, quien había presidido durante un breve tiempo la Primera Junta Superior Gubernativa.

En el conocimiento histórico general a todo este período se le resume diciéndole el período de las tres Juntas Superiores Gubernativas.

Empezamos a llamarnos Estado de Costa Rica justamente a partir de ese 8 de setiembre de 1823, cuando empezamos a participar de los gobiernos federales de toda Centroamérica, en un primer momento en las Provincias Unidas del Centro de América y en el de la República Federal del Centro de América.

Bajo la organización federal de Centro América nos mantuvimos hasta 1838, ya que este año Nicaragua, Honduras y Costa Rica se retiraron de la Federación lo que condujo a su desintegración, a pesar del intento que hizo Francisco Morazán en 1842 por restituirla.

Durante el período de la República Federal, Costa Rica participó de sus estructuras políticas institucionales. Se aceptó el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y El Poder Judicial, como estructuras superiores de gobierno para toda Centroamérica. Se impuso también la Constitución Política Federal. Estas instancias político institucionales se reprodujeron en cada uno de los países que constituían la República Federal, cada uno con su Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y cada uno con su propia Constitución Política específica.

De esta manera, en 1825 se organizó Costa Rica bajo la forma del Estado de Costa Rica, hasta el 31 de agosto de 1848, cuando el Dr. José María Castro Madriz ratificó la declaratoria que había hecho el Congreso, en ese mismo sentido, el día anterior, el 30 d agosto de 1848. Desde entonces nos reconocemos y se nos reconoce internacionalmente como República de Costa Rica.

Así, dentro de la Federación, como Estado de Costa Rica, elegimos desde 1824 hasta 1847 a los Jefes de Estado y a partir de la República en 1848, elegimos a los Presidentes de la República, como las supremas autoridades políticas nacionales. Al Dr. José María Castro Madriz desde el 8 de mayo hasta el 31 de agosto de 1848 se le llamó Presidente de Estado.

Mientras fuimos parte de la República Federal de Centroamérica tuvimos como autoridades políticas superiores, para toda la región, en el Poder Ejecutivo, a los Presidentes de la República Federal, que fueron a su vez presidentes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, como lo son hoy, por ejemplo, los presidentes de Estados Unidos de América, de México, de Venezuela o de Brasil, para los Estados que constituyen esas repúblicas o grandes países, cuyas autoridades estatales son los llamados Gobernadores.

De esta forma, nos falta en el Salón de Jefes de Estado y de Presidentes de la República, que está en la Asamblea Legislativa, la placa que también recuerde a los Presidentes de la República Federal de Centroamérica, que por esa razón fueron presidentes de Costa Rica.

Los Presidentes de la República Federal entre 1825 y 1838, fueron, en su orden: Manuel José Arce (1825), Francisco Morazán (1829), José Francisco Barrundia (un breve período de 1829), Francisco Morazán (1830-1834), José Cecilio de Valle (un breve período de 1834) y Francisco Morazán (1834-1838).

El período de la República Federal fue muy importante para toda la región. Fue la República la que era reconocida internacionalmente, y así asistió al Congreso Anfictiónico de Panamá, de 1826, representada por Antonio Larrazábal y Pedro Molina, persona muy importante para la Historia de Costa Rica en esos primeros años de Independencia hasta la Guerra contra los Filibusteros estadounidenses.

El que se reconozca a estos personajes como autoridades superiores de Costa Rica de aquellos años, contribuiría a mejorar el conocimiento de la Historia Patria, y el conocimiento de las raíces de nuestras relaciones intrarregionales, toda vez que en Guatemala, Honduras y El Salvador, particularmente, se cultiva el conocimiento de este período histórico y se exalta, de diversas formas el sentimiento unionista, centroamericanista, que se sigue enseñando y fomentando en las escuelas, colegios y en la vida cotidiana.

Recientemente asistí, para el 1 de julio, a Honduras invitado por su Ministerio de Educación, a celebrar la fecha que ahora exaltan de Independencia de Honduras, relacionándola con el 1 de julio de 1823, cuando el Congreso Centroamericano estableció que ese Día se había declarado la Independencia Absoluta de Centroamérica de España y de cualquier otro país, fecha que Honduras está celebrando nacionalmente como su fecha de Independencia.

La figura de Francisco Morazán es totalmente reivindicada, estudiada, analizada y exaltada. Ese primero de julio hicieron pública una investigación sobre el breve viaje de Morazán a Perú, antes de llegar a Costa Rica, en 1842.

La Asamblea Legislativa debe completar la lista de gobernantes costarricenses en el Salón de Jefes de Estado y de Presidentes de la República.

Compartido con SURCOS por el autor.

Efemérides que no debemos olvidar

Vladimir de la Cruz

Este año, 2024, en muchos aspectos estaremos, en Costa Rica, de manteles largos. Tenemos varias importantes celebraciones, que no podemos ni debemos dejar de lado.

El 25 de julio celebraremos el Bicentenario de la llamada Anexión del Partido de Nicoya. Su agregación, su incorporación, a Costa Rica no fue tan casual. Sus vínculos comerciales y políticos eran más importantes que con Nicaragua, que para esos días ofrecía mayor inestabilidad e inseguridad en todos los aspectos a los nicoyanos.

El Partido de Nicoya nos enriqueció como nación, como territorio, como pueblo costarricense, nos engrandeció con su historia precolombina y colonial, con su hato ganadero, base de la ganadería nacional, con sus tradiciones culturales que se han impuesto nacionalmente. No hay fiesta regional, como la del 25 de julio, que se celebre como la de la Anexión, como la fiesta nacional que es.

La Editorial Costa Rica, ECR, la del Estado, y la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, EUNED, han acordado para este año priorizar en sus publicaciones todo lo relacionado con la historia del Partido de Nicoya y de la Provincia de Guanacaste, lo que nos dará durante este año y el siguiente una rica producción histórica literaria que nos permitirá conocer más, y mejor, la historia de la región guanacasteca, del viejo Partido de Nicoya, y de la riqueza histórico, cultural, artística y folklórica que nos ha dado esa incorporación del Partido de Nicoya.

El 8 de setiembre celebraremos el bicentenario de la llegada a la Jefatura del Estado, del maestro, del educador, Juan Mora Fernández. Con él inició el período histórico de la organización política republicana, en su sentido clásico, de nuestra institucionalidad y organización política administrativa. Tres gobiernos suyos, hasta 1833, marcaron el rumbo de una institucionalidad civilista que llega hasta nuestros días. La inmensa mayoría de gobernantes del país, en el período del Estado, 1823-1848 y de la República, 1848-2024, han sido educadores, abogados, médicos, civiles en general. De excepción pocos fueron militares.

Juan Mora Fernández se había distinguido desde antes de los días de la Independencia en actividades y responsabilidades que lo vincularon a actividades empresariales y políticas, las que mantuvo cuando dejó la Jefatura del Estado. Con él surgieron nuestros primeros símbolos nacionales, Bandera y Escudo.

Este acontecimiento nos permitirá apreciar esos primeros pasos de nuestro desarrollo histórico del Estado.

El 23 de setiembre se producirá el bicentenario del Patronazgo de la Virgen de los Ángeles, el símbolo religioso más preciado del pueblo costarricense. Encontrada el 2 de agosto de 1635, según la leyenda y tradición, fue proclamada Patrona de Cartago en 1782 y en 1824 se le dio el título de Patrona de Costa Rica. El Decreto del Congreso dice: “La Virgen de los Ángeles, Madre de Dios y Señora nuestra, es y será en lo sucesivo La Patrona del Estado de Costa Rica”. Al día siguiente, el 24 de setiembre 1824, el Jefe Supremo del Estado de Costa Rica, el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, ordenó que se guarde, se cumpla y se ejecute dicho Decreto en todos sus extremos.

La Negrita, como cariñosamente se le llama, en 1924, al celebrarse su centenario de Patrona Nacional, el Congreso de la República, de nuevo le afirmó ese reconocimiento con una Declaración en ese sentido. El Congreso de la República, en 1924, al cumplirse el centenario confirmó y proclamó la Tradición de la Virgen de los Ángeles y, el 26 de noviembre, la Sagrada Congregación de Ritos de la Iglesia aprobó el nuevo oficio.

Con motivo del bicentenario del Patronazgo Nacional de la Virgen de los Ángeles, a cumplirse en setiembre, la Asamblea Legislativa, desde ahora debería, asumir el compromiso de reafirmar por segunda vez ese patronazgo y preparar desde ahora, inicio de año, con la colaboración y compromiso de la Conferencia Episcopal, las actividades correspondientes a tan importante celebración y reafirmación de la tradición religiosa costarricense.

1824, es el año también que se estructuró el Estado de Costa Rica, con su tres poderes clásicos, el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. De hecho es la celebración bicentenaria de estos poderes del Estado, así resuelto por la Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América.

Con ellos empezó a desarrollarse el Estado de Derecho hoy sólidamente estructurado en la sociedad costarricense, que garantiza la estructura y división de poderes públicos, con independencia, autonomía y funciones exclusivas, indelegables entre sí.

Del mismo modo, se estableció el camino de los gobernantes y autoridades públicas para el ejercicio de sus funciones en los poderes del Estado, de manera que quedaban regulados y obligados a realizar y cumplir lo que las leyes les establecían, sin poderse extralimitar de lo que es propio de sus funciones; sujetos a lo que la Constitución Política y la Ley les establecían, al tiempo que empezó a desarrollarse una sociedad muy rica de derechos y libertades para los ciudadanos y habitantes del país. Se creó en este sentido un andamiaje sólido y poderoso de leyes que aseguran la convivencia social y política de los costarricenses.

En el conjunto de todo esto, debemos celebrar el bicentenario de la República Federal de Centroamérica, de la cual fuimos parte integrante desde 1824 hasta 1838. Allí tuvimos Presidentes, que son muy desconocidos en la conciencia y el relato histórico nacional, que fueron simultáneamente junto a los Jefes de Estado, nuestros Presidentes; tuvimos un Congreso Federal y una Corte de Justicia Federal. En esa época, también un Ejército Federal.

Será un año para reflexionar en el significado de estas fechas y eventos, sus repercusiones histórico-institucionales, temas, entre otros, que estaré abordando en diferentes ocasiones.