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Etiqueta: León XIII

El Papado en el siglo XXI

Por Arnoldo Mora

La reciente desaparición del universalmente popular PAPA Francisco y la elección, como sucesor, del primer PAPA de origen estadounidense, y que ha escogido el nombre de León XIV, noticias que han acaparado la atención del mundo entero por varias semanas, ha puesto de manifiesto el nuevo rostro de la más antigua institución de Occidente, la Iglesia de Roma; ejemplo en que deberían inspirarse otras organizaciones e instituciones políticas y culturales, que pretendan sobrevivir ante los retos con que la vorágine de la época actual nos desafía. Con el inicio del tercer milenio de la era cristiana, que se caracteriza por una globalización que abarca todos los ámbitos del quehacer humano, el sujeto que constituye la vanguardia de los cambios cualitativos del devenir histórico ya no es ni una etnia ni una «raza», así sea el homo sapiens, ni una identidad cultural o políticamente articuladas, sino la humanidad en su conjunto. La humanidad toma conciencia cada vez más lúcidamente de su «singularidad». Ese sentimiento de unidad repercute en el ámbito de lo político, dramáticamente acentuada por la amenaza de una autodestrucción apocalíptica provocada, ya sea por una guerra termonuclear, o por una crisis terminal de origen ecológica que cause la destrucción de los recursos naturales.

La institución más antigua de Occidente como es el papado romano, heredero, tanto de las culturas antiguas del Mediterráneo, como del Medioevo y del Renacimiento que fueron la fragua de la modernidad, da muestras de una vitalidad que, luego de la Revolución Francesa y durante el siglo XIX, daba signos de decrepitud hasta el advenimiento de León XIII. Desde entonces, el Papado Romano no ha hecho sino crecer en influencia y presencia en la escena mundial. Ahora, con la llegada al papado de dos papas provenientes del continente americano, es decir, de la periferia de Occidente, una vez más en su dos veces milenaria historia, el papado adquiere un inusitado vigor. Por contraste, la crisis (¿terminal?) que afecta a la hegemonía multisecular de Occidente se hace cada día más evidente, como lo prueba la invasión en todas sus fronteras de multitudes provenientes de los pueblos hasta no hace mucho sojuzgados. Occidente vive el mayor proceso de mestizaje de su historia, que no es solo racial sino, ante todo, cultural. Y con ello, sus visiones de mundo se confrontan.

Esas visiones de mundo se han expresado y conservado a través del tiempo gracias al simbolismo religioso. Lo vivimos ahora, aunque de modo dramático, en las guerras del Medio Oriente, es decir, en el lugar donde surgieron las culturas que han configurado a Occidente. Las violentas confrontaciones, que han tenido como escenario la cuenca del Mediterráneo, han mostrado siempre una connotación religiosa, que remonta a inicios del milenio pasado con las Cruzadas. En ese mismo período histórico se dio la división entre las Iglesias de Oriente y Occidente. Siguió luego la división de la Iglesia Occidental con la Reforma protestante, iniciada con el grito de rebeldía de un fraile agustino alemán, Martín Lutero. El primer y trascendental paso para la superación de la división de la cristiandad al más alto nivel, se dio en el Concilio Vaticano II, que mostró un rostro ecuménico en la Iglesia Católica, la mayor y más antigua iglesia de inspiración cristiana.

Las guerras de religión, que han ensangrentado la historia, deben desaparecer; sus líderes deben ser los primeros en dar el ejemplo, sus divergencias se funden y confunden en un abrazo fraterno que borra siglos de distanciamiento. Los muros deben convertirse en peldaños, las fronteras en brazos que se extienden, las culturas en corazones que palpitan al unísono, las religiones en signos que señalan los nuevos senderos que ha de seguir una humanidad que ha entrado de lleno en el nuevo milenio, ese que —esperamos— hará por fin realidad la utopía de la fraternización de todos los pueblos que habitan el planeta.

Arnoldo Mora: «La elección del PAPA León XIV fue una escogencia con enorme madurez y sentido del poder»

El filósofo Arnoldo Mora explicó las razones estratégicas y simbólicas detrás de la elección del PAPA León XIV, destacando su conexión con América y su capacidad para enfrentar los desafíos actuales de la Iglesia católica.

«La escogencia de este PAPA queda absolutamente perfecta, es una escogencia que los cardenales hicieron con una enorme madurez y un gran sentido del poder», afirmó Mora al analizar la rápida designación del nuevo pontífice.

Según el filósofo, la elección de un PAPA americano responde a la realidad demográfica del catolicismo global. «De los cuatro países donde hay más catolicismo, tres viven en América: Brasil que tiene 220 millones de habitantes, México que tiene 115, 120 millones de habitantes, son los dos países que tienen más católicos en el mundo. El tercero es Filipinas con más de 80 millones y el cuarto los Estados Unidos que tienen más de 53 millones de católicos», explicó.

Mora destacó que la Iglesia estadounidense es «muy poderosa, no sólo económicamente sino políticamente». Mencionó que «la universidad Georgetown donde se forman todos los cuadros de la diplomacia y los cuadros políticos de los Estados Unidos es de los jesuitas». Además, señaló que «las grandes diócesis Boston, Chicago, Nueva York son extremadamente poderosas, financian el Vaticano».

El nuevo pontífice representa una conexión entre las dos partes del continente americano. «Nacido en el norte, pero desarrolló toda su pastoral, su actividad sacerdotal en el Perú, tanto que a la hora de saludar por primera vez como Papa al público lo hace citando en castellano y no en inglés», señaló Mora.

El filósofo explicó que otra razón para esta elección responde a dinámicas internas de la Iglesia. «Hay muchas tendencias, energías extra que tienden a la división. El gran peligro de la Iglesia, que históricamente siempre ha sido así, son las fuerzas centrífugas”, afirmó, añadiendo que se necesitaba «un hombre que mire hacia adentro, que concilie porque Francisco suscitó multitud de anticuerpos de los sectores más conservadores».

Mora resaltó la experiencia administrativa del nuevo PAPA. «Fue un dirigente de altísimo nivel de un dicasterio -el equivalente a un ministerio- de los obispos. A él le tocaba escoger quiénes iban a ser obispos en el mundo y hay más de 5600 obispos en todo el mundo», explicó. Esta posición «le permitió conocer a la jerarquía en todos los continentes, en el mundo entero mejor que nadie».

El filósofo subrayó la formación del nuevo pontífice como «el primer PAPA que es graduado en matemáticas, además graduado en filosofía, graduado en teología, doctor en derecho canónico», aunque advirtió que «nunca va a ser Francisco porque Francisco tenía un carisma».

Según Mora, la elección del nombre León XIV revela «una vuelta a lo tradicional». Explicó que «León XIII fue el gran creador del papado de la iglesia moderna» que abrió la institución «al mundo moderno» y publicó «la carta pastoral más importante, la Rerum Novarum, donde pone las bases de la doctrina social de la iglesia».

El filósofo concluyó que esta elección papal ocurre en un momento histórico comparable al que vivió San Agustín, “en cuyo honor se fundó a mediados del siglo XIII la orden del nuevo PAPA”. Arnoldo Mora detalló: «A él le tocó vivir el fin del imperio romano, uno de los acontecimientos históricos más importantes y ahora estamos viviendo el fin del imperio norteamericano, el fin de la hegemonía de occidente, el lanzamiento de una nueva época», finalizó Mora.

Nota del editor: Un detalle destacado por el experto Arnoldo Mora es que la palabra PAPA debe escribirse con mayúsculas, pues son las siglas de Petri Apostoli Potestamen Accipiens (que en español significa El que sucede al apóstol Pedro o Sucesor de Pedro).

León XIII Ruge con arte, esperanza y murales

El distrito León XIII de Tibás pronto tendrá 6 murales que embellecerán diferentes puntos del barrio. Las jornadas de pintura se llevarán a cabo los días 6, 13 y 20 de julio del 2024.

Por medio de la iniciativa El barrio ruge, proyecto seleccionado por el fondo Puntos de Cultura 2024 -un programa gestionado por la Dirección de Gestión Sociocultural del Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica-, vecinas y vecinos de León XIII han participado de un proceso multidisciplinario que combina el diálogo, la creación colectiva de microcuentos y la realización de murales.

El barrio ruge es llevado a cabo por Bocaracá Gestión Sociocultural, colectiva que se enfoca en procesos de capacitación, investigación y trabajo con comunidades desde la exploración creativa. El proyecto tiene como objetivo fortalecer el sentido de pertenencia y la cohesión de las personas vecinas de León XIII, por medio de una serie de intervenciones socio-artísticas colaborativas en el espacio público de la misma comunidad, por lo que se han desarrollado una serie de talleres durante abril y mayo, con el fin de reflexionar sobre la identidad de la comunidad y fomentar el trabajo colaborativo.

El proyecto nació de una motivación personal de María Zúñiga: “durante la pandemia, empecé a patinar en el skate park de Cuatro Reinas, donde conocí a chicos de León XIII. Patinábamos, pintábamos y compartíamos historias, y me conmovió ver su talento y creatividad, así como las dificultades que enfrentaban por los prejuicios asociados a vivir en su barrio. Uno de estos chicos, se refería a León XIII como «los 13 leones» y pensé que sería genial pintar leones protectores en diferentes partes del barrio, pero al ir desarrollando mejor la idea del proyecto, me di cuenta de que no debía imponer mi visión, sino reflejar lo que la comunidad quería mostrar. Así que con la Colectiva Bocaracá buscamos el respaldo de la comunidad para presentarlo a Puntos de Cultura. La gente acogió la idea con entusiasmo, y en la práctica hemos visto la importancia de un proyecto como este para identificar y honrar las fortalezas de León XIII, construyendo una narrativa diferente y alejada del prejuicio”.

Juanita, de 58 años, vecina del sector de Garabito y participante de El barrio ruge comenta que “este proyecto puede cambiar muchas mentes y vidas. Puede marcar la diferencia en la vida de un niño, un abuelo, o una persona que se siente sola. Trae esperanza y motivación para seguir adelante”. También opina que los talleres le han servido para reconocer su valor como un agente de cambio y para conocer mejor otras facetas de las personas con las que convive: “aprendí que sí se puede, que soy útil, que puedo aprender y hacer nuevos amigos. Este proyecto trae alegría y entusiasmo. Recordar que hay alguien escuchando y que somos útiles es muy valioso.”

Las jornadas de pintura de los 6 murales se caracterizan por ser el resultado de un proceso participativo: durante los talleres se propusieron temas e imágenes que fueron trabajados por seis mujeres muralistas: Diosa Gráfica, Eli Arguello, Jackie Moonstone, Kary Valkyria, Polka y Radha, quienes guiarán las jornadas de muralismo acompañadas por los vecinos y vecinas del barrio.

El encuentro se llevará a cabo los sábados 6, 13 y 20 de julio, de 8 a.m. a 12 m.d. en distintos puntos de León XIII. El proyecto finalizará en noviembre con una inauguración y paseo para recorrer los murales, leer los microcuentos y hablar sobre la experiencia de participar en El barrio ruge.

Si usted desea participar en las actividades o conocer más acerca del proyecto, le invitamos a revisar el perfil de El barrio ruge en Instagram o contactarse al 8754 3123.