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Etiqueta: Madre Tierra

Familia de Sergio Rojas Ortiz denuncia perpetración de impunidad con resolución de juzgado penal

Por Mauricio Bonilla Blanco

En respuesta a la reciente resolución del Juzgado Penal del Circuito Judicial de la Zona Sur, Sede Buenos Aires, que decretó el sobreseimiento definitivo a favor de dos individuos no indígenas vinculados al caso del asesinato de Sergio Rojas Ortiz, la familia Rojas Lázaro ha emitido un comunicado. Este comunicado refleja la posición de la familia como parte querellante en el proceso.

La decisión judicial se basó en la falta de pruebas suficientes para llevar a juicio a los imputados, a pesar de la solicitud inicial del Ministerio Público de sobreseimiento provisional en el año 2021. Sergio Rojas Ortiz, líder indígena, recuperador de tierras y defensor de derechos humanos de Pueblos Indígenas, fue asesinado en marzo de 2019 en circunstancias que, según el comunicado, sugieren una cuidadosa planificación para permitir la huida de los autores materiales.

La familia Rojas Lázaro, como víctima en este caso, hace un llamado al Estado de Costa Rica para que tome medidas concretas destinadas a garantizar la vida e integridad física de las personas indígenas amenazadas. Además, instan a la rápida y eficiente recuperación de tierras indígenas en manos de usurpadores terratenientes no indígenas. La familia también aboga por la creación de normas jurídicas que protejan a los defensores de derechos humanos y del medio ambiente, incluyendo la ratificación del Acuerdo de Escazú.

Este comunicado destaca la preocupación de la familia Rojas Lázaro por la justicia y la protección de los derechos de las comunidades indígenas, al mismo tiempo que plantea desafíos significativos en el proceso legal y la búsqueda de responsabilidad por el trágico asesinato de Sergio Rojas Ortiz.

El comunicado de la Familia Rojas Lázaro se puede consultar en las imágenes adjuntas.

Como el perezoso, sin prisa, pero sin pausa

Alberto Salom Echeverría

Un primo colombiano que desde pequeño apodamos “Nando”, acaba de enviar un lindo video sobre un oso perezoso, al chat de la familia Salom, Salcedo Salom y descendientes, del que me serví para hacer el relato que hoy entrego a ustedes.

Hernando, como se llama Nando, ha demostrado ser poseedor de una alta sensibilidad en torno a los animales, particularmente es un educador de la especie de los equinos. Nando es el menor de los Salcedo Salom, el hijo menor de mi tía Ligia y el tío Perucho, ambos lamentablemente ya fallecidos. Nando forma parte entonces de la para mí, muy entrañable parentela con la que contamos los Salom esparcida por Barranquilla, Cartagena, Sincelejo (una ciudad muy cerca de Cartagena), y, hasta Medellín adonde fue a escorar otra querida prima con su hijo Pablo e hijas. Luego Gustavo Salom migró a Panamá, Alfonso Salcedo a los Estados Unidos; además, entre Holanda y España están los hijos de Roberto y Augusto Ignacio Salom Salom (“al que no quiere caldo dos tazas”, pero así se apellidan), este último fue el mayor de toda esta progenie. Obviamente Costa Rica se convirtió en receptora de los Salom Cubero y Salom Echeverría, desde que mi tío Ico vino a dejar parte de su descendencia en nuestro bello terruño, y poco después mi padre, por lo que ya reside un buen contingente de familia Salom y qué se yo en cuántas otras partes más de este mundo atribulado.

El video del perezoso que nos envió el primo Nando muestra el momento en el que este mamífero de la familia de los úrsidos, de hábitos especialmente nocturnos que habita en praderas y bosques, realiza la travesía de pretender trasladarse de un árbol ya sin nutrientes, a otro que creció paralelamente que le sustentará la vida por encontrarse en la plenitud de su producción de hojas y frutos. La cámara capta ese momento en que el animal, de movimientos exageradamente lentos y por ello sufridos, trata literalmente de agarrarse del árbol frondoso (que no resultó tan cercano), para continuar su tarea en esta vida.

Sin prisa, pero sin pausa escribió Roberto mi hermano gemelo en un comentario, refiriéndose a esta “belleza” de movimientos, como calificó Ignacio, el mayor de mis hermanos varones, ese instante. La travesía del “perezoso”, es un ejemplo de lo que debemos entender cuando decimos que la naturaleza es sabia. Incluidos desde luego dentro de ella nosotros los seres humanos.

Pero, con el advenimiento del industrialismo se ha creado una notable excepción a esa verdad: ya nuestra especie humana ha dejado de concebirse a sí misma como perteneciente o consustanciada con la Naturaleza de la que provenimos.

Estos criterios se conformaron entre muchas personas a partir del hecho de habernos separado, o escindido de la Madre Tierra; tanto que, el ser humano ha llegado a creerse ilusoriamente su dueño.

Esta ilusión, esta fantasía, nace de nuestra capacidad de transformar la Naturaleza, hecho que está hoy mediado por la invención y creación de una tecnología extremadamente sofisticada, como nunca se había logrado. Así nos hemos llegado a concebir a nosotros mismos, no solo separados de la Madre Tierra, como dijimos antes, sino que nos vemos “fuera” y hasta “por encima” de ella. Natura ha pasado a ser para el ser humano “una cosa”, un objeto; mientras tanto, nosotros al catalogarnos como el “ente pensante” que, por estar dotado de razón posee dignidad, nos consideramos los únicos merecedores de disponer libremente de todo lo que nos rodea, un “algo” externo a nosotros, como la naturaleza, que la pretendemos poseer en la forma caprichosa que lo deseemos, aunque sea al costo inconmensurable de su destrucción (“Y seréis como dioses”, fue la expresión del célebre filósofo y psicólogo Erich Fromm para referirse a una provocación del ser humano que impulsa a la “desobediencia”: oponerse a Dios para ser como Él).

En el mismo instante en que empezamos a hacer uso de la Madre Tierra sin sostenibilidad, fue el momento en el que comenzamos a destruirla, deforestándola, incendiándola, intoxicando la tierra con insecticidas venenosos, saturándola de basura que no es biodegradable, acabando con ecosistemas completos, desatando guerras con armamento super destructivo (hijo de ese mismo industrialismo), envenenando la atmósfera con gases que producen el llamado “efecto invernadero”, o sea puro anhídrido carbónico. Así, sin apenas darnos cuenta en un inicio, fuimos sentando las bases para nuestra propia destrucción; o, dicho de otro modo, estamos acabando con las condiciones que hacen posible la vida sobre la faz de la tierra… Ya nos queda poco tiempo, cada paso que damos en esa dirección extenuamos la energía vital del planeta. No debemos llegar al punto de “no retorno”, como han denominado los científicos a aquel umbral en el que no será posible restituir aquello que hemos destruido.

Lo grave es que hoy somos más conscientes de nuestra acción destructiva, pero al mismo tiempo parece que somos víctimas de fuerzas antihumanas, “contra natura”, que hemos echado a andar y no podemos detener.

Por tanto, debemos proceder “Sin prisa, pero sin pausa”, como escribiera Roberto mi hermano, en la dirección del perezoso, trasladándose de un árbol sin nutrientes, a otro que le dará vida, pero de manera sostenible y sustentable. Sin embargo, si no somos capaces de acometer esa tarea ya, tendremos que seguir sin pausa, pero con prisa y cada vez más.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

La batalla que no podemos perder

Alberto Salom Echeverría

“No solo los pobres y oprimidos deben liberarse. Hoy deben ser liberados

todos los seres humanos. Todos somos rehenes de un modelo de comportamiento

que nos sitúa, en contra del sentido del universo, por encima de las cosas, en vez de

estar con ellas dentro de la gran comunidad cósmica.”

Fazenda Sossego, Santana do Deserto, MG.

“…la esperanza [es de que] el futuro común no se construirá

sobre las ruinas del planeta y de la humanidad. Así como del caos originario

surgió la cosmogénesis, la litosfera, la hidrosfera, la atmósfera, la biosfera y

la antroposfera, también habrá de surgir la noosfera -la comunión de mentes

y corazones- en un centro de vida, de solidaridad y de <<amorización>> común.”

Fazenda Sossego, Santana do Deserto, MG.

Introducción

Estas dos, para mí, extraordinarias citas, que comparto con usted amigo y amiga lectora, se encuentran en la sucinta pero enjundiosa introducción al maravilloso libro del teólogo Leonardo Boff, “Grito de la Tierra, Grito de los Pobres, hacia una conciencia planetaria.”

Me enorgullezco al contarles que tanto el teólogo Leonardo Boff como Frei Beto, fueron invitados de honor en la Universidad Nacional (UNA) durante el ejercicio de mi rectoría e impartieron sendas conferencias de gran calado, alrededor de la temática del calentamiento global y el cambio climático, con un énfasis en una ética ecológica y desde una perspectiva cristiana. En el caso de Frei Beto fue galardonado como profesor Emérito de la UNA.

Muchos de nosotros, académicos, administrativos y estudiantes, adultos y jóvenes, nos vimos enriquecidos con sus reflexiones ora filosóficas y teológicas, ora éticas y ecológicas y creemos haberlos honrado (en mi caso tras haber llegado a la etapa jubilatoria en junio del 2020), al fundar una organización de la sociedad civil que denominamos: “Madre Tierra por el desarrollo sostenible y sustentable.”

En mi caso, les cuento que estaba -y estoy todavía- plenamente convencido de que la lucha por un desarrollo sostenible y sustentable con la Naturaleza, con la vida y los ecosistemas que la contienen, es la principal tarea de nuestros tiempos, so pena si no lo hacemos de sufrir nuestra generación o las próximas en un futuro inmediato, la hecatombe más mortífera y desastrosa que haya experimentado la humanidad y la vida de todas las especies de plantas y animales sobre la faz de la tierra, pudiendo llegar hasta su desaparición completa, es decir su extinción. Esta posibilidad es real y, los científicos más connotados de todos los países que, se han congregado varias veces desde 1972, en el estudio y profundización de investigaciones transdisciplinarias e interdisciplinarias, lo han constatado y han dado fe y certeza de ello a toda la humanidad. Los signos son evidentes, ominosos y patéticos. Sin embargo, veremos que la “batalla” para defendernos de semejante catástrofe no ha resultado tan eficaz ni eficiente, como lo hubiésemos creído originalmente y, por ende, estamos transitando por un camino inmensamente escarpado y difícil de alcanzar.

Nos llegó la hora de la verdad.

Procuro mantenerme bien informado respecto de la evolución de la enfermedad de la tierra. Es un deber autoimpuesto, desde que tomé la decisión de fundar junto con otras académicas y académicos, estudiantes, trabajadores en general, la Asociación Madre Tierra. Leo todos los libros que pueda, muchas personas amigas, mis hermanos, como saben que el tema es de mi particular interés e incumbencia, me regalan buenos libros; además me he dado a la tarea de leer muchos excelentes reportajes, seleccionando la fuente de la información, porque ‘está de dios’ en estos días que circulen también por las redes una abrumadora cantidad de noticias falsas, por lo que hay que agudizar el lente.

Siempre he vivido lleno de esperanza en la humanidad, ahora ya como adulto mayor, me he ido dotando de una buena dosis de realismo que combino con mi inveterada costumbre de ver el lado bueno de las cosas. Esto lo expreso porque casualmente en estos últimos días circula un buen cúmulo de información preocupante sobre el estado del paciente, nuestra Madre Tierra.

Para escribir este ensayo he seleccionado una investigación internacional, que me ha parecido veraz y cuyo contenido por tanto quiero compartir con mis amigos lectores. Se trata de un estudio realizado por investigadores del Centro Vasco de Investigación sobre el ‘Cambio Climático’, publicado la semana anterior en la revista Nature, según lo escrito por la científica Noelia Zafra. (Cfr. https://cadenaser.com/nacional/2023/05/31/una-investigación-internacional-revela-que-ya-se han-sobrepasado-siete-de-los-nueve-umbrales-que-permiten-la-vida-en-la-tierra-cadena-ser/):

El informe no puede ser más preocupante, ya que el Planeta en su conjunto ha sobrepasado siete de los nueve umbrales que permiten la vida en la tierra. Suena escalofriante, no es cierto (¡!). Se nos advierte, como lo he repetido en mis ensayos sobre la temática, que los daños no son idénticos en todas partes, sino que se mantienen los efectos desiguales de acuerdo con la exposición de las diferentes regiones a los efectos de la contaminación, la falta de agua y el clima, para citar tres de los siete baremos que han provocado que hayamos cruzado ‘las líneas rojas’ acerca de la habitabilidad de nuestra ‘Casa Común’. El documento también señala que desde el 2009, un grupo de científicos identificó los nueve indicadores que no deben traspasarse, para que la Tierra no se transforme en un lugar ‘hostil’ para la vida. Como puede verse ya hemos traspasado en muchas partes siete de esos nueve indicadores.

Por el lado de la contaminación, se señala el uso abusivo de elementos químicos como el fósforo y el nitrógeno que están presentes en muchos de los pesticidas utilizados en la agricultura. Un informe reciente señala problemas serios en el registro de plaguicidas en el caso de Costa Rica. (Cfr. gustavo.ortega@nación.com. Aparecido en el diario esta misma semana el 6.06.2023). La página consultada señala que pese a haberse emitido en los últimos 17 años diez decretos ejecutivos encaminados a regular y agilizar el registro de agroquímicos, persisten una extensa lista de componentes pendientes de inscripción y cuestionamientos por la amenaza del rezago de casi dos décadas, lo que pone en verdadero riesgo la salud humana, la de los animales y el propio medio ambiente. Además, cita el profesional que, de acuerdo con lo dicho por Ileana Sánchez, presidente de la Asociación de Profesionales en Registro, las normativas se elaboran sin tomar en cuenta la opinión de los especialistas. Imaginémonos semejante desaguisado. La señora Sánchez habría afirmado que la eficacia del registro de agroquímicos en Costa Rica está puesta a prueba, después de más de 20 años de estudios plagados de fallas. En el 2004, la Contraloría General de la República, advirtió que el mismo Servicio Fitosanitario del Estado, incumplía la normativa tanto nacional como internacional en materia de registro de plaguicidas. (Cfr. Ibidem. Pag.21). El propio jerarca del Ministerio de Agricultura del actual gobierno, Víctor Carvajal afirmó que en este país tenemos leyes aprobadas, sin que contemos con la mínima información acerca de si los químicos que están aplicando los productores pasaron por pruebas de impacto ambiental, puesto que no pasaron por el suministro de información indispensable. Por último, en un estudio del PNUD (Naciones Unidas), realizado por el Ing. Agrónomo Elidier Vargas en el 2021, se afirman transgresiones sorprendentes, como que, a esa fecha se contabilizaron 1.884 plaguicidas cuyos registros ya habrían vencido y algunos tenían hasta 37 años de tener sus registros vencidos, a otros ni siquiera se les había asignado una fecha de vencimiento. Por añadidura, otros 16 agroquímicos empleados en el país arrojaban un 44% de factores de alerta alta y 50% de alerta moderada para la salud humana, el medio ambiente y especies animales.

Vuelvo al informe original del Centro Vasco de Investigación, para contarles que la vida natural de la biosfera es otro de los límites sobrepasados, debido a que la gestión de los ecosistemas falla en el mantenimiento y conservación de su integridad funcional, puesto que, cada vez poseen menos área merced a modificaciones y desbarajustes introducidos por el ser humano. Por otro lado, el límite del clima, al cual nos hemos referido tantas veces, estamos a punto de transgredirlo, puesto que estamos 1,2 grados por encima de la era preindustrial y el límite señalado por los científicos ecologistas es de 1,5 para el 2050. Sin tan solo haber llegado a este punto, estamos experimentando eventos extremos catastróficos de sequía que llevan rumbo a la desertificación y, por otra parte, el planeta debe soportar lluvias torrenciales desbordantes, huracanes, ciclones y otros fenómenos semejantes que nos azotan. En cuanto al agua, en grandes extensiones de territorios densamente poblados, nos encontramos ya en situaciones críticas de escasez tanto en el agua superficial como en la subterránea.

Los mínimos vitales de nuestra batalla por el rescate de la Madre Tierra.

1. Estratégicamente, la humanidad ha de prepararse para librar una persistente lucha por modificar la crisis de dimensión civilizatoria; habida cuenta de que en el mundo predomina un modelo consumista que hemos instalado, sobre todo a partir de la época industrialista, el cual se ha convertido en un modo productivo cada vez más depredador de los ecosistemas y de todos los entornos marítimos y terrestres, como lo comprobamos diariamente. Fazenda Sossego, lo ha expresado magistralmente en la introducción al libro citado del teólogo Leonardo Boff, como lo dejamos expresado en la primera cita y repetimos ahora: “todos somos rehenes de un modelo de comportamiento que nos sitúa en contra del sentido del universo, por encima de las cosas en vez de estar con ellas dentro de la gran comunidad cósmica.” Por eso afirmo que se trata de una lucha universal que nos comprende e implica a todos.

2. En vista de que los pobres de la Tierra son los seres más amenazados, por estar dotados de menos recursos económicos, culturales y sociales, la lucha debe orientarse con prioridad a establecer la justicia social con equidad y como ha dicho Noelia Zafra, este es un eje transversal que debe cruzar todo nuestro comportamiento. Debemos convertirla por lo tanto en una ética universal. Profiere la investigación de los vascos una frase que me ha encantado: “Cuando se superan determinados umbrales, no todas las personas, países o grupos sociales se van a ver afectados de la misma manera.” En efecto, tales desigualdades ya se observan en determinados epifenómenos del cambio climático. Por eso Noelia Zafra remata con una idea que me gusta más todavía, arguyendo que: “…hay que mantener un mínimo, no solamente para que sobreviva el planeta, sino para que todos los seres humanos que habitamos en él podamos vivir.” Para que ello sea posible -agrega Noelia parafraseándola- hay que mantener el umbral de superficie del planeta en estado virgen entre un 50 y 60%; hoy nos encontramos muy por debajo de estos umbrales. (Cfr. Zafra, Noelia. Op.cit.)

3. Debemos luchar con denuedo por cambiar la mentalidad de todos, en el sentido de que entendamos que la Tierra es suficiente para todos los seres humanos y demás animales que conviven con nosotros; pero como dijo Gandhi, no es suficiente y nunca lo será ya más para la voracidad de los consumidores.

4. Es menester asimismo que aprendamos a convivir con la idea del primer formulador de los estudios ecológicos, según lo dijo Boff, que fue Ernst Haeckel (1834-1919): “…la ecología es el estudio de la inter retro-relación de todos los sistemas vivos y no vivos entre sí y con su medio ambiente.” [añade L. Boff], “No se trata de estudiar el medio ambiente o los seres bióticos (vivos) o abióticos (inertes) en sí mismos. La singularidad del discurso ecológico no está en el estudio de uno u otro polo, tomados por sí mismos, sino en la interacción y en la interrelación mutua. Eso es lo que forma el medio ambiente…” (Cfr. O.cit. Boff, Leonardo).

5. En consonancia con lo anterior Boff propone recuperar una visión global de la naturaleza y, dentro de ella, de las especies y sus representantes individuales. Así, afirma el teólogo, la ecología es un saber acerca de las relaciones, interconexiones, interdependencias e intercambios de todo con todo, en todos los puntos y en todos los momentos. La ecología atañe por lo tanto antes que, a objetos de conocimiento, a las relaciones entre los objetos de conocimiento. Me gusta decir junto a Leonardo Boff y Frei Beto que, se trata de un ‘saber de saberes’ relacionados entre sí. Las ciencias particulares no quedan suprimidas, la física, la matemática, la geología, la oceanografía, la biología, la termodinámica, la biogenética, la zoología, la antropología, la astronáutica, y la cosmología etc. Sino que deben seguir construyéndose, pero atentas unas respecto de las otras, por la interdependencia que los objetos de estudio de cada una de ellas guardan entre sí. El ‘saber de saberes’, no es una suma de ellos, sino que constituye una totalidad orgánica y abierta a la realidad y al saber acerca de esa totalidad, constituyéndose en una cualidad nueva. Todo esto de extraordinaria lucidez a mi parecer se encuentra en la visión de Leonardo Boff, y hoy yo lo he querido retrotraer para presentarlo ante ustedes. Porque sí constituye una visión que, por haberla hecho muy mía, deseo compartirla y someterla constantemente a la consideración de mis contertulios por doquier. Por fin Boff llega a la convicción, junto al mayor de los ecólogos brasileños, según su criterio, se trata de José A. Lutzenberger, que la ecología, “…es la ciencia de la sinfonía de la vida, es la ciencia de la supervivencia.” (Cfr. Concepto de ecología: Revista Vozes -enero febrero de 1979- pag.64). Por esa sola razón, remata L. Boff, la ecología se ha transformado en una crítica radical del modelo de civilización que hemos construido y seguimos construyendo…altamente consumidor de energía y desestructurador de todos los ecosistemas.

6. La última propuesta que deseo formular hoy es la de que, en esta urgente batalla, cada ser humano tiene un importante papel que jugar. Un papel consciente, a diferencia del modelo destructor que está instalado, en el que una minoría mundial es poseedora del dominio político y de los recursos del planeta. Esta minoría es la que mueve todo y a todos seres vivos y materia inerte, como si fuesen fichas, como si se tratasen todos de objetos inertes, puesto que los pobres, los trabajadores en todo el mundo, las minorías sojuzgadas, las mujeres vilipendiadas, en el mejor de los casos han adquirido conciencia de su situación, sin haber podido desmontar el modelo civilizatorio que nos oprime y propende a la destrucción de la vida.

De ahí que cada uno tenga asignado y autoasignado un papel en la medida de su consciencia, hasta llegar a formar parte de un inmenso movimiento regenerador del planeta. Cada uno es responsable de su huella ecológica, y se las debe ver con ella; del mismo modo que las grandes corporaciones, que son la punta de lanza de este modelo civilizatorio destructor de la naturaleza, de los ecosistemas y de la vida que debe ser reemplazado, les compete asumir la responsabilidad por seguir devastando al planeta con su producción de hidrocarburos, o combustibles fósiles, los cuales son los grandes propulsores de la contaminación ambiental y de la destrucción de los ecosistemas, igual que de la explotación de las clases trabajadoras.

El tiempo apremia, cada persona tiene un papel y en ello nos va la vida; es urgente contribuir a echar a andar esa rica energía creadora, ética y moralizadora de la consciencia y de la vida, antes que nos consuman las fuerzas destructoras. La esperanza está inextricablemente ligada a ello. La esperanza no es por lo tanto una quimera, es la confianza en el potencial creador de la especie humana cobrando consciencia de sí misma y de su entorno.

Día Internacional de la Madre Tierra

José Luis Pacheco Murillo

El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una celebración proclamada por las Naciones Unidas en 2009. El propósito es que en el mundo, las personas tomemos conciencia sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales y los daños que han venido causando al planeta y por ende a todos los que lo habitamos.

Cada año, se escoge un tema para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra. En 2023 el lema es: «Invertir en nuestro planeta».

Se quiere conseguir que el 2023 sea el mejor Día de la Tierra de todos los tiempos. Y para ello, el lema implica no solo a los gobiernos y a las empresas sino también a todos los ciudadanos para que se esfuercen en conseguir un planeta verde y sostenible que ofrezca una oportunidad a las nuevas generaciones para vivir en un planeta saludable.

Todo ello, debe venir de la mano de una economía verde que promueva prácticas medioambientales que respeten al planeta.

El maltrato de los humanos a la Tierra, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la producción agrícola y ganadera intensiva, son factores que pueden aumentar la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.

De acuerdo con el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), cada cuatro meses surge una nueva enfermedad infecciosa en los humanos. Y de ellas, el 75% proviene de los animales. De ahí la relación tan estrecha entre salud humana, animal y ambiental y la necesidad de cuidar a la madre tierra.

Dios quiera que este año la Madre tierra reciba regalos maravillosos de sus hijos como la protección y su cuido y que perduren por siempre para beneficios de las próximas generaciones.

Programa Alternativas: Madre Tierra

En el programa Alternativas de hoy, viernes 22 de abril a las 6 pm, se hablará de la Madre Tierra. Se contará con la participación de los siguientes invitados:

  • Andrea Chaves, profesora de la Escuela de Biología de la UCR
  • Guillermo Alvarado Induni, geólogo del Comisión Nacional de Emergencias y profesor de la UCR
  • Rolando Álvares, ing. oceanólogo
  • Indira la Rosa Arrieta, filósofa y vitalista
  • Alberto Rojas Rojas, director de la Escuela Ecuménica Ciencias de la Religión, UNA
  • Marcony Lacayo Elizondo, Indígena Maleku Guatuso Zona Norte, director de la Asociación Indígena de las 8 etnias de Costa Rica

También, habrá una sesión para responder a comentarios y preguntas dejadas en la sección de comentarios del Facebook de Alternativas.

Se le invita a ver el programa transmitido en Facebook Live, YouTube, o a escuchar el programa por radio 16, 1590 AM.

 

Compartido con SURCOS por el Colectivo Reflexión-Acción.

¿Habrá algo que celebrarle? La vilipendiada «Madre Tierra»

Freddy Pacheco León

Si un mítico extraterrestre aterrizara en nuestro planeta y se dispusiera a indagar solo a su alrededor, regresaría a su planeta de origen sobresaltado. Si aterrizara en un archipiélago de pequeñas islas en el Pacífico Sur, tomaría nota de unos pobladores casi todos menores de 50 años, donde sus niños sufren frecuentemente de hambre, y donde la ausente tecnología los ubica en un período cercano al prehistórico. No maltratan a su Madre Tierra, pero ésta no les brinda el sustento debido.

Pero pensemos que aterrizara más al norte, en una pequeña isla llamada Manhattan. Encontrarían una gran ciudad, con imponentes rascacielos donde, paradójicamente, la vida ciudadana se expresa en «millones de seres viviendo juntos en soledad» (Thoreau). En soledad pero con inmensas diferencias, donde la opulencia principalmente cerca de grandes avenidas, coexisten con la pobreza en barrios de negros e inmigrantes que se refugian entre sí. Por un lado grandes generadores de desechos, y por otro los que subsisten de esos mismos desechos, y así otras diferencias, de tal magnitud, que al extraterrestre le sería imposible ilustrar sus notas con algo cercano a un promedio. Se rendiría en el intento.

Y si aterrizara en otro continente, el de habitantes con ojos rasgados, el asunto vuelve a ser complicado. Para los habitantes de la China, la idea de la tal Madre Tierra no podría más que confundir a ese Principito de otra época. Mientras la gran masa se esfuerza por obtener el sustento familiar de la agricultura, sujetos a una organización comunitaria con autoridad vertical que impone reglas injustas, por otro lado, y cerca de ellos, todos los días se construyen fábricas desde donde se desprenden gases y fluidos tóxicos que les agobian. Contaminantes que la Madre Tierra siente como se acumulan y afectan su salud irreversiblemente.

Ese extraterrestre, obviamente, pensará que están locos los que tratan así al único planeta que esas personas conocen. No lo logra entender. En fin, ante las miles de posibilidades que tiene para conocer, de pronto se encuentra ante un país que conocemos muy bien. En ese lugar, de relativamente pocos habitantes, se duele al percatarse que tienen un Estadio Nacional que se podría llenar unas 14 o 15 veces con personas que sufren de miseria extrema.

Hombres y mujeres de todas las edades que se cobijan y alimentan de miseria, pero que muy cerca de ellos, viven personas que consumen en un día la energía que ellos tal vez consumen en un año. Allí desechos en cantidades crecientes no se tratan, mucho menos se reciclan, y las aguas negras ensucian la faz de esa Madre Tierra, solo recordada en fechas oficiales. Se percata que aunque escasos de industrias, los costarricenses emiten grandes cantidades de dióxido de carbono con potente efecto invernadero, desde una flota vehicular mayoritariamente añeja que envenena el aire, mientras demagógicamente se habla de autos eléctricos que «pronto» sustituirán a los que queman combustibles fósiles.

Así, el amigo extraterrestre se confunde más pues por ahí había encontrado que este país, con decenas de miles de hectáreas de monocultivos contaminantes, de manglares destruidos, de ríos contaminados y agua potable desperdiciada, se promociona como un «país verde». «¡Renuncio a esta misión!» comunica el extraterrestre a sus superiores. «A ésta que llaman Madre Tierra, sus hijos no la respetan, no la valoran, no la chinean. Más bien la están matando de a poquitos, y eso da coraje». «Parto angustiado y no quisiera volver a este planeta azul, tan bello desde el espacio, pero tan lleno de seres insensibles e hipócritas».

EXCITATIVA DE LA COMUNIDAD “BUEN VIVIR COSTA RICA” a las personas inscritas en candidaturas presidenciales para el cuatrienio 2022-2026

Costa Rica, enero de 2022

Nuestro Planeta, Hogar Común para la Humanidad, hoy como nunca antes, enfrenta una destrucción sin límites de sus Recursos Naturales, y por ende, el imperio de la potencias industriales que establecen medidas para proteger y ahorrar los propios, mientras explotan los de nuestros países en su favor. El Cambio Climático; es decir, la muerte de nuestro planeta, nos incumbe a todos. Esto exige nuestro compromiso, y la obligación que Ustedes como Políticos aspirantes a la Primera Magistratura, adquieren para garantizarnos un país ejemplar ambientalmente que nos permita, no en el papel sino en los hechos, el BUEN VIVIR.

La Comunidad “Buen Vivir Costa Rica”, presente y activa en todo el territorio nacional, interpela respetuosa y públicamente, a todas las personas aspirantes a ocupar la presidencia del país a partir de las próximas elecciones.

Con preocupación notamos un vacío de temas ambientales en sus discursos, entrevistas, mesas redondas, publicaciones firmadas por ustedes y apariciones públicas. Por esta razón llamamos su atención y los conminamos a incluir y opinar acerca de los asuntos relacionados con el deterioro y el maltrato de la Madre Tierra; maltrato que incide directamente en la calidad de vida de nuestro Pueblo. La población de Costa Rica tiene el legítimo derecho de conocer sus posiciones y propuestas al respecto.

Estos asuntos son iguales, o incluso, más relevantes que los ejes económicos y sociales. Hoy está en juego la vida humana, la vida de muchas especies y la vida del planeta Tierra en su conjunto.

El sistema económico acumulativo, la industria de sobreproducción y el uso abusivo e indiscriminado de los recursos naturales, va en contra de la armonía con la Madre Tierra.

En Costa Rica, una vez llegado al Poder, durante años se ha incumplido con la ejecución de las propuestas programáticas planteadas en los planes de gobierno; supuestamente en favor de la Madre Tierra. Por ejemplo, en la administración 1994-1998, se derogan 18 artículos del Reglamento a la Ley de hidrocarburos; y en la administración 2006-2010 se declaró «de interés nacional» la destrucción del ecosistema en Crucitas; además del dragado del Río San Juan, que siendo una Cuenca Binacional debió contar con el aval de Costa Rica por su impacto ambiental en nuestro territorio.

Entre los temas prioritarios planteamos:

*La protección del agua como Bien Demanial del Estado y derecho humano.

*El calentamiento global y la crisis climática.

*La exploración y explotación de gas y la minería a cielo abierto.

*El uso de transgénicos y la protección de las semillas criollas.

*El uso de agrovenenos que afectan la salud humana, del agua y de los suelos. *Los monocultivos de piña, banano, palma africana, cítricos, café, melón y sandía, entre otros.

*La ganadería extensiva.

*La generación de Energía Geotérmica en Parques Nacionales.

*La soberanía alimentaria y el uso diversificado de la tierra.

*Las regulaciones para el transporte con hidrocarburos, público y privado.

*La protección de los Parques Nacionales y la asignación de su presupuesto.

*Las zonas protegidas, amenazadas por las embotelladoras de agua.

*La ausencia de Planes Reguladores que produce un desarrollo inmobiliario descontrolado.

*La industria y el consumo excesivo de plástico.

*La ausencia de la Educación Ambiental en nuestro Sistema Educativo.

Todos los temas mencionados están entrelazados de muchas maneras.

Es indispensable conocer la trayectoria y la posición de las candidaturas sobre estos temas, más allá de lo consignado en los programas de su partido.

Agradecemos su atención.

*Carlos Manuel Muñoz (Naranjo)

*Claudio Enrique Monge (San Isidro de Heredia) *Edison Valverde (Pasoancho)

*Giovanni Beluche (La Unión)

*María Rebeca Álvarez (Naranjo)

*Ronulfo Morera (Mora)

Correo electrónico: camaj14@gmail.com

Teléfono : 8835-9895

Madre Tierra ofrece unas palabras en honor del amigo entrañable y defensor de la naturaleza: Mario Boza Loría

Por: Daniel Rueda, miembro de la organización Madre Tierra

En algunos lugares del mundo, los grandes robles y otros árboles milenarios están muriendo. Especialmente aquellos más grandes, de amplios troncos y de mayor edad, se van a tasas cada vez mayores. Con los robles, también se nos fue Mario Boza Loría. Falleció el pasado viernes 29 de octubre de 2021.

Un amigo entrañable de la naturaleza. Un defensor inclaudicable de los bosques. Con visión esclarecedora e ingenio, en la década de los setenta, Mario se une a otro gran visionario, Álvaro Ugalde Víquez (fallecido en febrero de 2015), en la tarea ingente de cristalizar una idea, un sueño: convencer y ganar voluntades políticas para la creación de parques nacionales de Costa Rica. Quizá, en aquella época, esta tarea podría parecer como clamar en el desierto. Sin embargo, ambos lograron ver y construir los oasis y fueron escuchados. Hoy día, aquella idea alcanza 27 parques nacionales que son administrados por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae). Junto con otras estrategias de conservación, los parques suman unos 13.000 kilómetros cuadrados, para un 25% del territorio nacional.

El Sistema Nacional de Áreas de Conservación constituye la punta de lanza de la imagen verde de una Costa Rica centrada en la biodiversidad, una estrategia de conservación que diariamente le abona un especial prestigio. Por eso, el pueblo agradecido denomina a Álvaro Ugalde Víquez y a Mario Boza Loría como los padres de los parques nacionales porque nunca dejaron de emprender y motivar para que el país le diera una oportunidad a la Madre Tierra.

Mario dedicó completamente su vida a la lucha por la naturaleza, a la biodiversidad. En sus funciones académicas se destacó como docente e investigador universitario y autor de una importante cantidad de artículos en revistas de alto impacto. La Editorial Tecnológica, del Instituto Tecnológico de Costa Rica, publicó en el 2017 su obra más destacada: Historia de la conservación de la naturaleza en Costa Rica 1754-2012.

Con Jean Paul Sartre, Albert Camus y el mismo Víctor Frankl, se puede afirmar que Mario logró construir y dar un sentido a su vida. No fue fácil, pero Mario tenía el carácter necesario, la perseverancia y disposición para no flaquear, decaer ni desfallecer en alcanzar sus prospectivas ecológicas y contribuir al despertar de la conciencia ambiental de la sociedad. Trabajó algunos años en la Universidad Nacional, donde participó en la creación de la Escuela de Ciencias Ambientales (Edeca) y apoyó firmemente la creación del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre (Icomvis). En sus últimos años se mantuvo muy activo en diferentes actividades académicas del Icomvis.

Los robles son árboles muy especiales. Fuertes, de elegante porte y proveedor de alimento para la amplia biodiversidad que mora en sus ramas y follajes. Llama la atención su madera resistente e incorruptible. Así fue Mario en su vida. Hombre digno, de fuerza física y moral, y de voluntad forjada en sus luchas. Ante las tormentas y los vientos impetuosos, enérgicos y veloces, el árbol de roble se puede inclinar sobre sus ramas hasta tocar suavemente el suelo, pero nunca se quiebran, nunca caen. Mario nos recuerda al roble, y a las grandes personas que transforman el mundo y le aportan esperanzas para un futuro promisorio.

Buen Vivir Costa Rica – propuesta

Buen Vivir Costa Rica es una comunidad de miembros, amigos, grupos y comunidades que surge de la sabiduría y convivencia de seres humanos con la Madre tierra.

Buen Vivir se practica en comunidades de México, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina y Brasil, entre otros países.

Sus principios han sido incorporados en las Constituciones Políticas de Ecuador y Bolivia. A la par de los derechos humanos se van integrando los derechos de la Madre Tierra.

En Costa Rica el Buen Vivir se ha practicado desde siempre en pueblos originarios (Manifiesto Primer Encuentro Nacional Indígena 2019).

En los últimos años (2017) comunidades de todo el país expresan prácticas de Buen Vivir. Alajuela: La Fortuna de San Carlos, San Ramón, Naranjo y Atenas. Cartago: Oreamuno y Turrialba. Guanacaste: Pozo de Agua (Nicoya). Heredia: San Rafael y San Isidro. Puntarenas: Miramar de Montes de Oro y Puerto Jiménez (Golfito). San José: Ujarrás y Longo Mai (Buenos Aires), Rivas (Pérez Zeledón), Paso Ancho (San José), Desamparados, Salitrillos y Poás de Aserrí, Acosta, El Rodeo (Mora), San Antonio (Puriscal), Santa Ana, etc.

Organización

Cada grupo se organiza en la forma que crea conveniente, considerando:

  • Respeto a los derechos humanos y de la Madre Tierra.
  • Espiritualidad según sentimiento de “gracias a la vida”, considerando “los 5 elementos”.
  • No institucionalización.
  • Horizontalidad y búsqueda de participación comunitaria.
  • Identidad: educación, arte, cultura y comunicación liberadoras.

Se deben alimentar las mejores relaciones a nivel local, regional, nacional e internacional; tejer redes de con-vivencia BV-CR.

Los contactos de Buen Vivir Costa Rica serían:

Facebook: Buen Vivir Costa Rica / Escuela Buen Vivir Costa Rica

YouTube: Buen Vivir Costa Rica.

Sitio web: CaminantedelSur.com

Teléfonos: San José 8835 9895. Naranjo 8567 1826 – 6478 1483. Mora 8846 6152.

Correo: crbuenvivir@gmail.com

Compartido con SURCOS por Édison Valverde Araya