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Etiqueta: masculinidades

Para el 2023 la acción social gestionará 1 286 400 horas de intercambio UCR-sociedad

El Trabajo Comunal Universitario (TCU) fue creado hace 48 años en el III Congreso Universitario (1973-1974). Foto: Karla Richmond, UCR.

48 aniversario del Trabajo Comunal Universitario

En el TCU cada estudiante toma conciencia y aprende de las realidades, riquezas y carencias que tienen las diversas poblaciones

Mariana Peralta y Adel González son estudiantes de Psicología y Derecho respectivamente, ambas acaban de culminar su participación en el proyecto de Trabajo Comunal (TC-630)  «Prevención de la violencia y promoción de una cultura de paz con enfoque de masculinidad en niñas, niños y adolescentes en los cantones de Curridabat y Montes de Oca”  en el que abordan con diferentes técnicas la construcción de masculinidades positivas en escuelas y colegios de comunidades en riesgo.

Su experiencia es ejemplo vívido de la filosofía del Trabajo Comunal Universitario (TCU). Esta es una modalidad de acción social en la que estudiantes, docentes y comunidades se benefician mutuamente, mediante un  proceso académico interdisciplinario  para construir soluciones que contribuyan con las transformaciones que la sociedad necesita para el buen vivir. Cada uno de los 190 proyectos de TCU actualmente inscritos o activos en la UCR buscan potenciar oportunidades e incidir en la solución de problemas concretos.

Esta vinculación permite al estudiantado tomar conciencia y aprender de las realidades y carencias que tienen las diversas poblaciones, a la vez que potencia el aporte que brindan desde su área de formación  para el desarrollo de soluciones a dichas necesidades.

En el caso del proyecto TC-630, se desarrollan temas como: derechos de las personas; socialización de masculinidades y feminidades, cultura de paz; prevención de distintas formas de violencia; manejo asertivo de emociones, conflictos y prevención del  bullying y ciberbullying. Son temas que se colocan en la conversación en las comunidades.

Los estudiantes aportan sus conocimientos profesionales aprendidos durante el estudio de sus carreras. “De todas las prácticas que he hecho en la carrera, el TCU ha sido la mejor experiencia que he tenido en relación al contacto con la comunidad y me gustó participar en un equipo multidisciplinario. Aunque trabajamos el mismo tema, había diferentes perspectivas de cómo trabajarlo», señala Peralta.

Por su parte González se conmueve con el empoderamiento de las niñas y los niños al reconocer sus derechos, tales como el derecho a la educación, a estar seguros, a la cultura, a divertirse, a la disciplina sin recibir castigo físico y que sepan cuáles leyes e instituciones los protegen, así como en técnicas de soluciones alternas de conflictos.  

Simplemente la experiencia del TCU cambia la vida, así lo señala Peralta al referirse al proyecto de TCU y las nuevas perspectivas profesionales que supo reconocer. “Me estoy inclinando por incursionar en ramas de Psicología que no sabía que existían”, mientras que González comentó que el proyecto le impactó en el desarrollo de la empatía y a entender que todos venimos de diferentes realidades.

Este 2023 la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR cuenta con 190 proyectos de TCU, que se desarrollan en todo el territorio nacional. Lo que significa que 4 381 estudiantes van a brindar cerca de 1 286 400 horas de participación activa en estos proyectos, aprendiendo y aportando sus conocimientos en el proceso.

El TCU como parte integral del  plan de estudios en la UCR,  es planteado por las Unidades Académicas, a través de proyectos orientados a  incidir  por medio de  procesos participativos, pertinentes y planificados.  Los TCU abordan diversas temáticas en áreas cómo: apoyo institucional, artes, tradiciones, socioproductividad, salud, desarrollo ambiental sostenible, desarrollo comunitario y fortalecimiento local, derechos humanos, fortalecimiento educativo.

Dentro de los objetivos principales definidos para los diferentes proyectos de TCU se encuentran: sensibilizar y desarrollar conciencia social y crítica en los y las estudiantes y en la comunidad universitaria; colaborar con las comunidades en la identificación de sus problemas para, juntos, desarrollar soluciones en donde los grupos y poblaciones se empoderen y participen de manera activa; promover procesos colectivos y autónomos orientados a la incidencia directa en el entorno socioambiental sin generar dependencia de la Universidad y construir procesos de enseñanza-aprendizaje a partir del intercambio entre las distintas disciplinas, así como del diálogo entre la Universidad y las comunidades.

Tanto Peralta como González coinciden en los pasos necesarios para profundizar en la incidencia del proyecto. “Que los familiares se involucren, que los profesores se involucren, de nada sirve que nosotras con todas las ganas y motivación les enseñemos estos temas, sino tienen un contexto externo que los apoye” finalizó González. Desarrollar esta visión crítica y poder reflexivo que muestran las estudiantes acerca de la sociedad en su conjunto, es parte de los objetivos que sustentan el TCU.

 

Esteban Umaña
Comunicación VAS, UCR

UCR, Voz experta: Masculinidades y violencia en las campañas electorales durante la Guerra Fría en Costa Rica

José Daniel Jiménez Bolaños, docente de la Escuela de Historia e investigador del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Jornadas de investigación del Ciicla

La necesidad de parecer duro hace que un presidente adopte posiciones autoritarias frente aquellos grupos e instituciones que lo cuestionen o problematicen sus políticas

El discurso político y, especialmente, los diferentes discursos que se despliegan en los medios de comunicación durante el periodo de campaña electoral son de los principales mecanismos por medio de los cuales se abre la posibilidad de construir, cuestionar y perpetuar elementos de la masculinidad. Las campañas electorales se pueden leer como espacios para la representación ritualizada de las masculinidades; lugares de demostración de los ideales de género, interpretados socialmente como requisitos para ocupar el puesto público de mayor importancia: la presidencia.

Desde el final de la Guerra Civil de 1948 y la consolidación de la polarización ideológica en el marco de la Guerra Fría, las actitudes culturales hacia la masculinidad presidencial han sido moldeadas, en gran medida, por la potencial amenaza externa, y sus posibles ramificaciones locales. En medio de un mundo que era interpretado como lleno de amenazas comunistas listas para hacerle daño a Costa Rica, la figura del presidente debía encarnar y exhibir fuerza, dureza e intolerancia total hacia esos supuestos enemigos. Por lo tanto, la construcción de masculinidades en el contexto de la segunda mitad del siglo XX está íntimamente vinculada con el despliegue de la violencia política, dirigida, en su mayor parte, a evitar que esos otros amenazantes pudieran acceder al poder.

Fuente: Partido Unión Nacional, «Campo pagado», Diario de Costa Rica, 7 de enero de 1962, 4.

Las campañas electorales son un espacio idóneo para la difusión y la competencia de ideologías culturales y políticas, por lo tanto, pueden ser también entendidas como luchas entre diferentes versiones del ideal masculino hegemónico, así como disputas sobre el tipo de cualidades masculinas mayormente apreciadas y esperadas por la mayoría del público elector. Quién es y cómo actúa el candidato presidencial – así como la forma en que la masculinidad es representada y construida en los discursos – tiene una gran influencia en la producción y reproducción de normas sociales y expectativas de lo que significa ser un hombre de verdad.i

En este contexto, las plazas públicas habían adquirido un peso simbólico muy fuerte en la cultura político-electoral; eran lugares de fiesta y celebración, y la tribuna era el escenario en el que los políticos ejecutaban una obra ritualizada, en la cual el candidato debía dar cuenta de sus cualidades y méritos para ser presidente, al mismo tiempo que los oponentes eran colocados en el lugar del villano, incapaces de asumir las riendas del país y siempre dispuestos a la subversión.

Otra actividad de demostración de fuerza que está presente es la toma simbólica de las principales avenidas del casco central de la ciudad de San José. Tanto las plazas públicas como la toma de las avenidas – además de ser espacios de celebración y fervor político – fueron también escenario para el despliegue de la violencia: insultos, golpes, disturbios, turbas, matonismo, brigadas de choque, hordas, mafias, prácticas gansteriles, batallas campales y luchas callejeras son algunos de los términos utilizados para caracterizar estas actividades. A continuación se presentan algunos casos específicos.

Campaña de 1953

Durante la campaña de 1953, en la que se enfrentaron José Figueres Ferrer del Partido Liberación Nacional (PLN) y Fernando Castro Cervantes del Partido Demócrata (PD), hubo constantes acusaciones de violencia política ejercida por los partidarios.

Desde la perspectiva liberacionista, la estrategia de sus opositores consistía en enviar “grupos de matones a provocar, durante la reunión, a figueristas que oyen los discursos a prudente distancia. Estos matones, al ver que el figuerismo no les hace caso, interpretan esa actitud como temor, y se pasan obligando a los figueristas a darles su merecido.”ii Desde el discurso del PLN, sus opositores eran catalogados como matones, como individuos que buscan generar conflicto e intimidar a la población. Hay una crítica al uso de la violencia, no obstante, dicha crítica es ambigua, ya que por un lado se les reprocha a sus contrincantes el matonismo, pero al mismo tiempo se reservan para sí mismos una potencial respuesta violenta.

Las acusaciones de violencia no provenían exclusivamente del PLN. Por ejemplo, el PD culpó a los liberacionistas de cometer actos de barbarie, de mandar turbas para que lanzaran piedras en las actividades políticas, por ejemplo en Cartago,iii y en Tilarán donde, incluso, se le achacó a Figueres que “las pasiones al rojo vivo que despierta sus prédicas […] dieron lugar a que se provocara entre vecinos de aquel lugar una grave serie de incidentes.”iv En el club político del PD en Alajuela se dio un conflicto debido a que grupos de figueristas se situaban frente al edificio para gritar e insultar. En esa ocasión se afirmó que a los liberacionistas “les fue muy mal y salieron duramente castigados, pero esta vez con el éxito inicial que dan la sorpresa y la agresión cobarde y carente de hombría […] demostraron su malacrianza, su agresividad y su falta de cultura.”v Dichas agresiones fueron, incluso, condenadas por el presidente Otilio Ulate, quien se posicionó como un “hombre decente” a quien este tipo de actos le producen indignación.vi

Campaña de 1970

Para las elecciones de ese año se perfilaban dos candidatos principales: José Figueres Ferrer del PLN y Mario Echandi Jiménez del Partido Unificación Nacional (PUN). Al igual que sucedió en ocasiones anteriores, fue a mediados de enero – a escasas semanas del día de la votación – cuando la violencia callejera se desató.

En un editorial de La Nación se informó que, desde hace días, los partidos políticos habían empezado con la práctica de tomar las vías céntricas de la capital como una forma de demostración de fuerza y desafío. Se señaló que “quien concibió ese nuevo método de campaña política, que inmediatamente ha sido emulado por los otros partidos, se propuso buscar en la calle, en la agitación de masas, lo que no encuentra en la propaganda oficial […] algo que suscite pasión y exaltación de los ánimos.”vii

Eso fue lo que sucedió el 16 de enero, ya que al menos 20 personas resultaron heridas en la Avenida Central, se destruyeron las vitrinas de múltiples tiendas y la policía tuvo que intervenir.viii En un segundo disturbio el 23 de enero, fueron detenidas 30 personas que se habían situado en la misma avenida,ix incluso el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) se manifestó, argumentando que la violencia callejera afectaba la promoción del turismo extranjero, dejando en entredicho el nombre del país.x En medio de este contexto conflictivo, los delegados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tuvieron que afrontar las luchas callejeras, ejerciendo como mediadores entre los partidos y propiciando un “pacto de caballeros” con el fin de frenar la violencia.xi

Mario Echandi criticó varias veces a Figueres por su carácter violento y por su actitud en las plazas públicas. En un discurso televisado, el candidato del PUN afirmó que su oponente liberacionista había utilizado la tribuna política en Orotina y Nicoya para asegurar que “su método de acción política va a ser el garrote para los costarricenses.”xii En repetidas ocasiones Echandi hizo alusión a la supuesta “crisis nerviosa” que dominaba a Figueres. De acuerdo con el discurso del PUN, era alguien con los nervios quebrados, con crisis de temperamento, con poses de matonismo e incapaz de dominar sus emociones.xiii. Incluso se llegó a afirmar que Figueres había supuestamente golpeado con un palo al menor de edad Mariano Campos Garita.xiv En un campo pagado firmado por varias mujeres se exclamó: “Alto ahí Figueres. Vapulear menores no es de hombres. Eso es el matonismo llevado al máximo extremo.”xv

Fuente: Partido Unificación Nacional, «Campo pagado», La Nación, 21 de enero de 1970, 37.

Campaña de 1974

Compleja por la gran cantidad de candidatos: Daniel Oduber Quirós por el PLN, Fernando Trejos Escalante por el PUN, Jorge González Martén del Partido Nacional Independiente (PNI), Rodrigo Carazo Odio del Partido Renovación Democrática (PRD), G.W. Villalobos del Partido Demócrata (PD) y Manuel Mora del PASO. Al igual que en las campañas anteriores, fue a mediados de enero cuando los brotes de violencia callejera se empezaron a dar.

El 11 de enero se informó que grupos de jóvenes de Liberación y Unificación recorrieron la Avenida Central de San José, lo que desembocó en un intercambio de insultos y una lucha de banderazos que tuvo como resultado el envío de 7 personas al hospital.xvi En esa misma semana se comunicó que el club del PUN en el centro de San José había sido atacado por partidarios del PLN, lanzando piedras, rompiendo vidrios y lastimando a las personas que se encontraban en su interior, a lo que el TSE tuvo que intervenir.xvii En relación con estos hechos, desde el PUN se manifestó que “lo que pasa es que están envalentonados con las palabras del presidente Figueres, cuando dijo que nos iba a dar garrote.”xviii

Dicha afirmación hace referencia a una conferencia celebrada por Figueres en San Rafael de Cinco Esquinas, en Tibás, donde reprochó la publicación de un campo pagado del PUN sobre los gastos de Casa Presidencial y Relaciones Exteriores. Al respecto afirmó que “como gobernante tengo que contestar esas majaderías. A los mentirosos les daré una paliza.”xix Por su parte, Julio Suñol manifestó en un editorial del Diario de Costa Rica que el presidente Figueres “ofreció dar ‘una paliza a los mentirosos’. Los mentirosos son los que se le oponen. Quienes no coinciden con sus puntos de vista.”xx Para Suñol, las declaraciones de Figueres eran evidencia de la decadencia que vivía el país, ya que se presentaba un escenario donde solo se podía esperar lo peor: un campo de batalla que llevaría al país por la vía del enfrentamiento armado.xxi

Campaña de 1982

En la contienda en que se enfrentaron Luis Alberto Monge Álvarez del PLN, Rafael Ángel Calderón Fournier de la Unidad y Mario Echandi Jiménez del Movimiento Nacional, la violencia callejera se va a desatar a escasos días de la fecha de las votaciones. La Avenida Central y su posesión simbólica entre partidarios de las dos principales agrupaciones políticas fue lo que hizo estallar una lucha a garrotazos, hubo cinco jóvenes que tuvieron que ser enviados al Hospital San Juan de Dios, uno de ellos inconsciente.xxii Durante la misma semana, en una manifestación política de la Unidad en la ciudad de Palmares, estalló una bomba de gases lacrimógenos entre la multitud.

Muy similar a la estrategia de Virgilio Calvo durante la campaña de 1970, y de Carazo en la de 1974, Echandi se balanceaba entre el despliegue de violencia de los otros partidos políticos, lo que le abrió la posibilidad de representarse lejos de los supuestos extremismos, como el candidato de la paz, y el unificador de la familia costarricense, discurso que ya había utilizado en sus campañas anteriores de 1953, 1958 y 1970. En un contexto de crisis económica e intensificación del conflicto armado centroamericano, la construcción de la masculinidad en el ámbito de las campañas electorales experimentó una transformación: ya no se trataba de demostrar la violencia del candidato opositor, sino de tomar posesión simbólica de la paz. Las campañas políticas durante esta década se caracterizaron por una competencia entre los candidatos por establecer quién de ellos era su legítimo representante.

Fuente: Sin título, La República, 21 de enero de 1986, 10.

Masculinidades contemporáneas

La relación notoria entre la masculinidad y la política ha ido adquiriendo una centralidad notable en las discusiones contemporáneas a nivel internacional. Ante un panorama donde el compromiso, el diálogo y el consenso son vistos como signos de debilidad por parte de una configuración de masculinidad militante y combativa, la necesidad de parecer duro hace que un presidente adopte posiciones autoritarias frente aquellos grupos e instituciones que lo cuestionen o problematicen sus políticas. Se trata de una forma de masculinidad que no solo está en desacuerdo con otros sectores, sino que los demoniza, para menospreciarlos con apodos y ataques. Se hace necesario pensar críticamente sobre la relación entre masculinidad y política, tanto en el presente como en el pasado.

i Jackson Tambor Katz, “The Presidency as Pedagogy: A Cultural Studies Analysis of Violence, Media and the Construction of Presidential Masculinities,” (Tesis de doctorado, Los Angeles, University of California, 2009).

ii PLN, “El castrismo se violenta,” La República, 8 de julio de 1953, 9

iii “Cartago contra Figueres,” Diario de Costa Rica, 11 de julio de 1953; PD, “El figuerismo sepultó a José Figueres,” La Nación, 21 de julio de 1953, 21.

iv PD, “El figuerismo deja una estela de dolor por los lugares que transita,” La Nación, 4 de julio de 1953, 6.

v PD, “Rabioso ante la inminencia de su derrota el Figuerismo inició una etapa de provocaciones,” La Nación, 15 de julio de 1953, 8.

vi PD, “Las declaraciones del señore presidente Ulate,”, La Nación, 17 de julio de 1953, 9.

vii “Editorial: Propaganda y campaña política,” La Nación, 16 de enero de 1970, 14.

viii “Heridos anoche en refriegas en Avenida Central entre simpatizantes de los partidos políticos,” La Nación, 17 de enero de 1970, 32.

ix “Guardia Civil controló a provocadores,” La Nación, 24 de enero de 1970, 12.

x ICT, “Un llamado a la cordura,” La Nación, 24 de enero de 1970, 30.

xi “Editorial: El ejemplo de los delegados del T.S.E.,” La República, 28 de enero de 1970, 8.

xii PUN “Un hombre con los antecedentes de Figueres, no puede hacerle al pueblo la ofensa de pretender la Presidencia,” La República, 8 de enero de 1970, 18.

xiii PUN, “Esta es la diferencia,” La República, 15 de enero de 1970. 15; Mario Echandi, “Indigna a los costarricenses que Figueres ofrezca dar palo a los ciudadanos,” La Nación, 3 de enero de 1970, 23; PUN, “Ciérrele el paso al comunismo,” La Nación, 13 de enero de 1970, 32; PUN, “La victoria de Unificación será arrolladora,” La Nación, 24 de enero de 1970, 33.

xiv PUN, “Figueres agredió personalmente a un menor de edad,” La República, 13 de enero de 1970, 7.

xv PUN, “Cortina de humo para palabrotas de Figueres tienen mujeres liberacionistas,” La República, 14 de enero de 1970 12

xvi “Disturbios anoche en la Avenida Central: 7 heridos,” La Nación, 11 de enero de 1974, 8A.

xvii “Asaltado anoche por elementos de Liberación club de la Unificación,” La Nación, 12 de enero de 1974, 6A.

xviii “Guardia Civil sitió ayer el club de Unificación Nacional,” La Nación, 13 de enero de 1974, 6A.

xix “Figueres: G.W. ganará…”, La República, 11 de enero de 1974, 1.

xx Julio Suñol, “Editorial: Una paliza presidencial,” Diario de Costa Rica, 13 de enero de 1974, 4.

xxi Julio Suñol, “Editorial: Violencia maldita,” Diario de Costa Rica, 14 de enero de 1974, 4.

xxii “Violencia política estalló anoche,” La República, 27 de enero de 1982, 8.

 

José Daniel Jiménez Bolaños

Docente de la Escuela de Historia e investigador del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas

La jornada de trabajo puede reformarse, considerando los derechos humanos de las mujeres

SURCOS comparte la siguiente información:

Desde el Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica manifestamos nuestra oposición al proyecto de ley número 21.182, que busca reformar los artículos 136, 144 y 145 del Código de Trabajo, para actualizar las jornadas de trabajo excepcionales y “resguardar” los derechos de las personas trabajadoras; ya que busca instaurar jornadas abusivas de 12 horas durante 4 o 3 días. 

Derechos Laborales: Dicho proyecto de ley, va en detrimento de los derechos laborales adquiridos desde el año 1943, así como de los derechos humanos de las mujeres y podría empeorar colocarnos así en el top de países más desiguales de América Latina, según el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Tenemos a la fecha una tasa de desempleo en las mujeres del 30,2% y dicho proyecto agravaría su situación laboral llevándolas al subempleo y al trabajo informal. 

Brecha salarial: El proyecto establece un tipo de jornadas que no vienen a mejorar, ni a garantizar que la brecha salarial disminuya, no implementa ningún mecanismo que permita asegurar que los salarios para las mujeres en jornada ampliada no sean inferiores comparados con el de los hombres, a pesar de cumplir con actividades y horarios iguales. 

Contrapesos institucionales: Carece además, de mecanismos de inspección laboral institucionales para verificar y monitorear continuamente, en tiempo y forma, que las mujeres trabajadoras en jornadas ampliadas no están siendo sujetas a abuso laboral o que los entornos y condiciones en los que se desempeñan incumplan criterios de sana salud ocupacional, con horarios que disminuyen la productividad, generan más recarga en los servicios médicos y un aumento en los accidentes laborales y afectaciones a la salud física y mental como la depresión, cardiopatías, entre muchas otras. 

Economía de los Cuidados: A pesar de que Costa Rica cuente con una Política Nacional de Cuidados, en este proyecto de ley el Estado no establece su responsabilidad de proveer acciones afirmativas para ofrecer un sistema de cuido a la escala que se necesitaría para implementar dicha reforma y con las jornadas propuestas, se acrecientan las necesidades de contar con centros de cuido para niños, niñas, personas adultas mayores y/o con discapacidad, que sean compatibles con las jornadas ampliadas propuestas y a precios asequibles. De lo contrario, estarían asumiendo estas responsabilidades otras mujeres como las tías, abuelas, hijas mayores u otras, dando como resultado la exclusión de otras mujeres de los procesos educativos y del mercado laboral. 

Masculinidades para la igualdad o nuevas masculinidades: El Código de Familia requiere de una reforma que impregne una sensibilidad completa, acorde con los nuevos tiempos de igualdad y de reflexión en las nuevas masculinidades o masculinidades no hegemónicas, que de ser aprobada esta modificación al Código Laboral, estarían siendo fomentadas al no brindar opciones para que se equipare la opción de las mujeres de integrarse o mantenerse en el ámbito laboral, al igual que un hombre. La corresponsabilidad del cuido en las familias, aun cuando ambas figuras convivan en hogares diferentes, debe de ser la reflexión inicial y no ésta, de ampliación de horarios y de disminución salarial. 

Participación Política: La trascendencia para este Foro es la participación política activa de todas las mujeres y el ejercicio pleno de sus derechos políticos, manifestamos que este proyecto afectará la creación de nuevas formas de hacer política, sobre todo por los horarios ampliados, disminuyendo la posibilidad de participación, el poco tiempo para la incidencia, la asistencia a reuniones y otros, de manera activa. 

Desde el Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica solicitamos el archivo del expediente número 21.182 y la incorporación de la asociación Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica en la discusión del nuevo texto sustitutivo a las mesas de diálogo.

Encuentro: Masculinidades y Educación Popular

El próximo jueves 9 de diciembre del 2021, a las 3:00 pm Costa Rica / 6:00 pm argentina se realizará el encuentro: “Masculinidades y Educación Popular. Encendiendo el fuego del encuentro”. 

En este segundo encuentro seguimos tejiendo un espacio para reflexionar y profundizar en la crítica a la Masculinidad Hegemónica y buscar juntes las herramientas necesarias para este tiempo de las masculinidades del CEAAL, en América Latina y el Caribe. En esta oportunidad compartiremos las experiencias de los compañeres: 

  • Nicolás Vargas. Asociación Ecuménica de Cuyo -FEC- Mendoza/Argentina.
  • Javier Omar Ruiz. Colectivo Hombres y Masculinidades. Colombia 

Podrán ingresar por medio del enlace: https://meet.jit.si/moderated/d9304c72add3e73675ba22b2d697a5cb964a5055943f77d228a4c94bfe75ee63

Onvrez de fe y el derecho a decidir o de cómo la psicosis se disfraza de neurosis política

Escrito por Roberto Acuña

Inicialmente, pensaba utilizar el sustantivo Hombre, en mayúscula, porque de esta forma se representan, en sus cabezas, aquellos preocupados por la calidad vital del mundo, la reproducción del H. sapiens y, ciertamente, el mantenimiento de las costumbres más valiosas para la sociedad… patriarcal. Tal vez así, cediéndoles ese tratamiento artificioso, quienes se sintieran Hombres podrían siquiera entender que este artículo intenta entablar una conversación con ellos. Sin embargo, probablemente, del titular no pasen, así que, utilizaré esa categoría que los movimientos feministas han elaborado para referirse a ese colectivo abstracto, con límites difusos y a veces con alcance universal, es decir, la de onvre. Esta categoría, cuya intención es desvelar/satirizar la realidad del mundo imaginario que los contingentes de alfas y omegas han ideado para sí mismos, y han plasmado en las Leyes y las Culturas, no es para nada gratuita. Desde este entendido, en todos los estratos institucionales y en todas las estructuras de poder hay onvrez, redes de onvrez, incapaces de ceder a la construcción imaginaria y material que les ha asegurado, históricamente, el poder y la reproducción de sus delusiones.

Ahora bien, no es mi intención aquí profundizar en la tipología de masculinidades y, por ende, por asociación, en los significantes masculinos asociados, generalmente, a los hombres en su pluralidad, porque primero (1) la categoría de ‘hombre’ en la actualidad presenta muchas encarnaciones que no se pueden reducir a un sujeto con pene y (2) el ‘ser hombre’ es por sí mismo una abstracción del poder que en la práctica puede revertirse o potenciarse. Así, mi interés es hablar de un perfil peligroso de Hombre que ha ido tomando fuerza geopolíticamente en las Américas, y, donde Costa Rica, por más excepcionalista que sea, no es una excepción: el onvre de fe. Esto enmarcado, también, en un debate que, si por la víspera se saca el día, los partidos neopentecostales y fundamentalistas utilizarán para ganar almas y votos en las próximas elecciones nacionales: la iniciativa popular del aborto legal, seguro y gratuito.

Los onvrez de fe, criados Hombres, y consolidados como tales por su hegemonía totalizante, son aquellos que presentan las siguientes características agentivas: (1) instrumentalizan las creencias de las personas para inmiscuir sus ideales eugenésicos y biopolíticos; (2) creen oportunistamente en el modelo tradicional de la familia, donde la mujer es una incubadora y reproductora de la simiente, y el Hombre es un baluarte de la sostenibilidad institucional; (3) vehiculizan la palabra del Dios Padre y la interpretan según una hermenéutica que favorezca la multiplicación del capital material y simbólico adueñado, naturalmente, por quien porta pene y tiene el “don” seminal de las gentes; (4) encubren, perspicazmente, delitos y corrupciones de sus redes espirituales porque, a la larga, no son tan espirituales ni tan perspicaces, más bien cínicos y fascistas; y  (5), aunque se podrían enumerar tantas características como falacias en sus discursos y acciones, tienen como objetivo, estratégico y final, asegurar, por todos los medios y niveles, que el útero continúe siendo un lugar donde la Iglesia y el Estado, compenetrados, tengan la última palabra, es decir, la prohibición.

El onvre de fe concibe el género como una ideología postmodernista —para él esto es de calidad risible, pues no puede dimensionar el desplazamiento del Hombre como molde de toda la estructura existencial— organizada por ‘feminazis’; o, en sus propios términos burlescos, porque de discusiones argumentativas y horizontales no conoce, pues solo utiliza la invectiva y la parodia misógina para elucubrar, como una invención de las agendas LGBT y ‘comunistas’ para asegurar la no reproducción de hombrecitos y mujercitas para sus proyectos tradicionales. Esta es la concepción más sofisticada. Sin embargo, concepciones hay muchas, y no necesariamente son planificadas y estructuradas, otras son discretas, mentales e inerciales, histórica y culturalmente; tal como, por ejemplo, el onvre que en redes sociales afirma que el aborto no es un derecho y que quienes promueven tal abominación son grupos de ‘aborteras’, o también quien afirma, vehementemente, que ojalá que Dios reprenda al Diablo, quien posiciona estos temas. Por su parte, no debemos olvidar que la jerarquía de los onvrez opera a partir de la dominación y la subordinación de otros onvrez, incapaces de vislumbrar las tácticas de dominación de las cuales son operarios pero al mismo tiempo víctimas. Probablemente, estos últimos sean onvrez de fe que suscriben las características anteriormente prescritas, pero: ¿por qué los onvrez de fe se resisten a perder o favorecer la pérdida del poder sobre la capacidad reproductiva de las mujeres o los cuerpos con útero?

Ciertamente, y esto ha sido formalmente estudiado e investigado por las investigadoras feministas[1], el Onvre ha construido históricamente en el útero un sistema biopolítico y eugenésico para la reproducción de la simiente y el derecho del Padre sobre su descendencia; y esto último no se agota en temas de paternidad o corresponsabilidad paterna, sino, más bien, atraviesa el patrimonio y el poder en las comunidades humanas, principalmente aquellas confesas y clericales. Paralelamente, sobre estas estructuras, también, ha arreglado un conjunto de códigos morales para asegurar que las costumbres también recaigan sobre el útero de las mujeres y los cuerpos matriciales; de manera que, toda mujer o persona gestante que quiera ejercer poder en su propio cuerpo para decidir sobre su vida sea atrapada en un acto contra la moral, las buenas costumbres y, ciertamente, contra el Estado y la familia. Para el Onvre, el derecho del esperma se antepone ante la valoración de la vida de las mujeres y quienes tengan matriz, no es casualidad que un feto, signo victorioso de la fecundación del esperma sobre ese territorio político que es el óvulo, sea tan importante para los grupos pro-aborto clandestino, potencialmente pro-femicidas y fascistas.

En este marco, los Onvrez han hecho de una psicosis política, actual e históricamente, una política y discusión de Estado. Desean, obsesivamente, que entendamos esa psicosis como una neurosis por el bienestar anímico de la ciudadanía (que en realidad es el bienestar patrimonial de los Hombres); se devanan los sesos pensando cómo comunicar evasivamente esa finalidad de sus palabras y acciones: inventan artificios discursivos, partidos políticos, canciones, oraciones, datos estadísticos, marchas, películas, muñecos, performances, publicaciones en redes sociales, anuncios, y hasta son capaces de representar una intermediación divina, gradualmente heredera del absolutismo monárquico, de los intereses de ese Dios tan lejano y egoísta que hasta ellos mismos burlan. Ciertamente, los onvrez son peligrosos, pero al mismo tiempo son muy evidentes en sus construcciones imaginarias; su único interés es asegurarse poder político y económico, de la forma más efectiva e incandescente: manipulando la fe de las personas.

En ellos, la psicosis de la realidad y su apalabramiento está motivada en estructuras institucionales y mentales que permean y movilizan a muchas personas. Los onvrez de fe son potenciales promotores de máximas coloniales; no es casualidad que quienes sean pro-aborto clandestino también tengan una agenda muy delimitada en cuanto a las discusiones étnicas o en relación con la realidad etnodemográfica de las tasas de natalidad y adopción en Costa Rica. No es el interés de los onvrez el bienestar superior de la niñez ni su cuidado, es en cambio la extensión de sus paradojas institucionales y de la concepción del Estado como un Padre que cobija a quien lo merezca por obediencia y alineación. El Estado hermanado, ciertamente, de los intereses corporativos y transnacionales: ahora, ya no importa el desempleo o el hambre, la realización de las personas y su futuro, lo que interesa es estratificar bien a las personas, darles un valor y estatus según su procedencia y nivel de adherencia a sus lugares en la pirámide social. El Estado de los Onvrez es un enigma que solo se fragua con la globalización, la transnacionalización y la adueñación de la vida y el cuerpo de las personas, pero también de la dominación de sus creencias y sus espiritualidades.

En fin, los onvrez de fe seguirán consolidando redes de estrategia, formación y producción política. Asegurarán bases que resuenen y repitan memorísticamente ideologías psicóticas con dosis de neurosis política para evidenciar una preocupación que nunca ha sido auténtica ni real: el bienestar social. La única y siempre presente majadería es la manutención del poder sobre el cuerpo de las mujeres, los cuerpos con úteros, y de toda aquella persona que represente una afrenta contra el fundamentalismo neopentecostal, pero también cristiano. Todos los onvrez son antiderechos, pero no todos los antiderechos son onvrez: también hay mujeres y hombres que desde sus disidencias no aportan a los debates feministas ni tampoco favorecen atmósferas de movilización.

Para aquellos hombres que quieran renunciar y desligarse de estas prácticas, o personas con significantes masculinos, a continuación, una posible orientación para navegar estos tiempos venideros:

  • Investigue de teoría feminista de calidad, es decir, toda aquella que se desprenda de las vivencias de quienes producen desde ese lugar. Lea, pero también escuche y tome nota.
  • Infórmese sobre colectivas que tengan por consigna los derechos de las mujeres. Informarse pasa por un proceso de concientización, no es algo aislado, debe encontrar motivación para empatizar y entender. Por ejemplo, puede leer contenido de Aborto Legal Costa Rica (@abortolegalcostarica) en Facebook, y firmar la iniciativa popular para que sea proyecto de ley en la Asamblea Legislativa.
  • Concientice a sus redes más próximas, de iguales, sobre la importancia de priorizar políticamente el derecho a decidir.
  • No emita comentarios o críticas que desplacen o deslegitimen la vivencia de quienes tienen útero ni sus luchas, por más informado o consciente que sea usted de la situación, desde su lugar de privilegio.
  • Comprenda que el aborto es un tema que pasa por el cuerpo de las mujeres y de quienes tengan útero; si usted no tiene útero, por tanto, no tiene autoridad para establecer el hacer, el pensar, el saber o el vivir de quienes sí lo tienen; dicho esto, su tarea es respaldar en calidad ciudadana una lucha civil por un derecho humano.
  • ¡Renuncie a sus privilegios!

Bien podríamos decir, en tono beauvoriano: “No se nace onvre, se deviene”, y, de tal forma, se debe evitar. Una amiga transfeminista, segura de su pensamiento, al mostrarle este escrito me dijo que, a pesar de que el uso de la categoría onvre le da un giro a la forma en la que los hombres han desplazado, nombrado y desnombrado a las feministas y sus luchas desde la mismidad, es importante no utilizarla en sustitución de la categoría de hombre, pues su consecuencia sería naturalizar esencialmente un destino biológico y político que, de por sí, en la actualidad, está cada vez más en crisis por las demandas y las exigencias que los sectores feministas hacen al contingente de hombres. En todo caso, la pregunta siempre es la misma: ¿cómo construir una forma de ser y vivir con cuerpo sexuado masculino que renuncie a los privilegios históricos de su constitución cultural y jurídica?

[1] Léase fundamentalmente a Gayle Rubin, Gerda Lerner, Mithu Sanyal, Kate Millet, Rita Segato, entre otras.  

Imagen: https://malvestida.com/2020/08/onvre-significado-que-es/

Serie de podcast: «Pelota al Piso»

  • Departamento Ecuménico de Investigaciones

Esta es una serie de podcast de producción chilena sobre masculinidades y sociedad. Hemos escuchado cada capítulo gracias al envío de Francisco Farías, tallerista del 2009 y de Klaudio Duarte, educador popular chileno y tallerista del DEI en los ochenta y docente en talleres de la institución en años recientes, ambos del Kolectivo «Pelota al Piso».

Dejamos para ustedes los cinco capítulos de la serie para que los disfruten y compartan.

Capítulo 1: ¿Cómo vivimos el encierro los varones?

Pelota al piso es un podcast de cuatro amigos en el que buscamos reflexionar sobre masculinidades y sociedad. En este capítulo nos interrogamos en torno a ¿Cómo vivimos el encierro los varones?

Capítulo 2: Fútbol, género y sociedad

En este capítulo conversamos sobre feminismos y masculinidades con Francia Jamett, historiadora, feminista y educadora popular, quien nos invita a reflexionar sobre los aportes de los movimientos de mujeres y feministas en nuestra sociedad. Además, nos preguntamos ¿pueden los varones sumarse a esta transformación?

Capítulo 3: ¿Mujeres en el fútbol?

En este capítulo entrevistamos a Vanessa Vargas (Feminista, futbolera y periodista) con quien conversamos sobre cómo el fútbol ha excluido a las mujeres y las estrategias que utilizan las compañeras para cuestionar y resistir a las lógicas patriarcales en este deporte.

Capítulo 4: Masculinidades y feminismos

En este capítulo conversamos sobre feminismos y masculinidades con Francia Jamett, historiadora, feminista y educadora popular, quien nos invita a reflexionar sobre los aportes de los movimientos de mujeres y feministas en nuestra sociedad. Además, nos preguntamos ¿pueden los varones sumarse a esta transformación?

Capítulo 5: Masculinidades y Territorio (Chiloé)

En el quinto capítulo conversamos sobre masculinidades y territorio con Claudio Vásquez, periodista residente en Castro, Chiloé. Nuestro amigo nos invita a reflexionar sobre cómo el desarrollo impuesto por el Estado de Chile, empobreció y modificó las lógicas de convivencia social del territorio, lo que ha tenido impactos y resistencias en la construcción de masculinidades.

 

Enviado por Departamento Ecuménico de Investigaciones, DEI.

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«Por caminos de justicia»: Masculinidades para la Vida (segundo cuaderno)

  • La UBL y el DEI presentan material didáctico

“Por caminos de justicia» es el nombre de esta colección de cinco cuadernos para trabajar temas como justicia de género, justicia social y justicia ambiental.

Este es el segundo cuaderno: “Masculinidades para la vida”. Su contenido nos ofrece herramientas básicas que nos ayudan a identificar la masculinidad dominante y sus efectos.

Además, a partir de aproximaciones bíblico-teológicas, promueve nuevas masculinidades que aportan a la justicia de género y fomentan relaciones respetuosas y libres de violencia. Ya puede ser descargado y compartido libremente.

Es un pequeño aporte para que grupos de mujeres, niñez, organizaciones y otros colectivos compartan y tengan más herramientas para discernir situaciones de violencia de género en espacios eclesiales, laborales y familiares. Esperamos que este material sea generador de diálogos, debate y aprendizajes.

El 6 de marzo presentaremos los cinco cuadernos junto con ustedes, pues queremos celebrar la realización del material y el esfuerzo conjunto: esta es una tarea que apenas empieza.

El material se concreta gracias al trabajo colaborativo entre la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL) y el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI), con el apoyo del Departamento de Género de Mission 21.

Equipo del DEI

 

Enviado por DEI.

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DECLARACIÓN PÚBLICA VII COLOQUIO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS SOBRE HOMBRES Y MASCULINIDADES

Resaltamos la alta participación de jóvenes hombres y mujeres comprometidos e interesados en esta temática desde el acercamiento a los principios éticos de la acción feminista. Dejamos en evidencia a través de las mesas temáticas y trabajos expuestos en formatos artísticos, académicos, formales y conversacionales, nuestra preocupación y la Alerta que desplegamos a la opinión pública, países, gobiernos, instituciones públicas y privadas, colectivos, organizaciones y movimientos sobre las graves vulneraciones a los derechos humanos y las garantías estatales para la salud, la vida y el buen vivir en el mundo y concretamente en nuestra región, que se expresa en hallazgos, evidencias, registro y documentos

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Estudios sobre Hombres y Masculinidades en VII Coloquio Internacional

  • Foro Latinoamericano de Masculinidades en la Adolescencia y Juventud

  • 29, 30 y 31 de julio y 1 de agosto de 2019

Los hombres y jóvenes adultos como sujetos de género, en el contexto de la globalización. Interseccionalidad y miradas decoloniales.

El documento que compartimos explica en su introducción: «Estamos pretendiendo conversar entre y acerca de los hombres, desde sus propias voces, y también con la perspectiva de hombres y mujeres que han querido asomarse a esa realidad social e histórica. La pretensión es que este Coloquio sea de encuentro y reconocimiento. También es nuestro interés conversar sobre esas “nuevas masculinidades” que crean redes desde el espacio privado hasta el espacio público, esenciales para la creación de una nueva sociedad democrática e igualitaria de la que todas y todos somos responsables y que juegan un papel imprescindible en este proceso de construcción y visibilización de prácticas emancipatorias hacia la igualdad y contra todas las formas de violencia y discriminación basadas en género«.

Les invitamos a conocer el programa completo ingresando en el siguiente vínculo:

 

Compartido en redes digitales.

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VII Coloquio Internacional de Estudios sobre Hombres y Masculinidades

La Facultad de Ciencias Sociales de la UCR invita al VII Coloquio Internacional de Estudios sobre Hombres y Masculinidades a realizarse los días 29, 30 y 31 de julio de 2019 y el 1 de agosto se realizarán talleres post-coloquio. 

El costo de las inscripciones para el público en general es de 130 USD y 100 USD para estudiantes.

 

Enviado por Luis Alberto Soto.

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