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Etiqueta: microplasticos

UCR: El 68 % de todas las partículas encontradas en Jacó son estereofón

  • Se han tomado muestras en 11 playas costarricenses de las costas del Pacífico y el Caribe

  • Monitoreo de microplásticos en playas

Los microplásticos identificados en varias playas de Costa Rica tienen diferentes tamaños, formas y colores. Foto: Karla Richmond.

La presencia de residuos de plástico en el ambiente es una realidad que hasta hace muy poco tiempo se ha empezado a estudiar en el mundo.

La Universidad de Costa Rica (UCR) inició un primer estudio en playas de las costas del Pacífico y del Caribe, con la idea de crear una línea de investigación permanente en este campo.

Desde el 2007, esta institución participa en el proyecto internacional de investigación titulado “Fortalecimiento de la vigilancia y respuesta regionales para entornos marinos y costeros sostenibles”, financiado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en el que uno de sus componentes es el estudio de los microplásticos en los ecosistemas marinos.

“Las zonas costeras y el mar en general están inundados de microplásticos. Estas pequeñas partículas ya han empezado a encontrarse en los tractos digestivos de peces y en el plancton”, aseguró Álvaro Morales Ramírez, investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) y coordinador del proyecto por parte de la UCR.

Hasta el momento se han obtenido muestras de microplásticos en arenas de cinco playas del mar Caribe y seis del océano Pacífico, por medio de una técnica con la que se logran identificar las pequeñas partículas de plástico.

Cualquier partícula de plástico con un tamaño menor o igual a cinco milímetros es un microplástico. Mayor a esta cantidad se le considera un macroplástico.

Juan Guillermo Sagot Valverde, laboratorista químico del Cimar, se capacitó en la Universidad de Niteroi, en Brasil, en las técnicas usadas para recolectar residuos de plásticos en arenas de playas. Este país es uno de los pioneros en Latinoamérica en el monitoreo de microplásticos.

Según explicó Sagot, se han identificado microplásticos en Jacó, Esterillos, Puntarenas y Punta Morales, en el Pacífico, y en Manzanillo, Cocles, Puerto Viejo, Cieneguita, Playa Bonita y Westfalia, en el Caribe.

Entre los materiales que más se identificaron figuran principalmente polietileno y estereofón (poliestireno). En playa Jacó, por ejemplo, de todas las muestras obtenidas, un 68 % corresponde a estereofón.

Juan Guillermo Sagot, laboratorista químico del Cimar, se capacitó en Brasil en las técnicas para el monitoreo e identificación de microplásticos en la arena de las playas. Foto: Karla Richmond.

En esta playa del Pacífico se localizaron 67 microplásticos en 100 metros de arena, lo que corresponde a 54 por metro cuadrado y 21 por kilogramo.

Entre tanto, en Cieneguita, en el centro de la ciudad de Limón, se identificaron 120 microplásticos en 100 metros de arena, 96 por metro cuadrado y 52 por kilogramo.

“Extraer los fragmentos nos permitirá extrapolar los resultados y tener una noción de la masa de plásticos que están entrando al mar”, dijo Morales.

A partir de las muestras recolectadas, los investigadores del Cimar determinaron el tipo de plástico, la cantidad de microplásticos encontrada por metro cuadrado de arena seca y la abundancia según los colores. Este último aspecto es importante, ya que los colorantes sirven para diferenciar los tipos de materias usadas durante el proceso de fabricación del plástico.

El análisis de esta partículas se realiza con técnicas infrarrojas, así se podrán establecer las posibles fuentes de origen de los microplásticos. El Centro de Investigación en Electroquímica y Energía Química (Celeq), de la UCR, facilita el uso del equipo especializado con esta finalidad.

Hasta el momento se han tomado muestras de arena en cinco playas del mar Caribe y seis del océano Pacífico, por medio de una técnica con la que se logran identificar las pequeñas partículas de plástico. Foto: cortesía Laura Brenes.

Monitoreo regional

El estudio de los microplásticos se realiza mediante un método estandarizado, con el objetivo de comparar resultados de los 12 países latinoamericanos y del Caribe que participan en la investigación internacional.

La técnica se aplica para la identificación de microplásticos en las arenas de las playas y consiste en seleccionar cinco puntos a lo largo de 100 metros, con 20 metros de distancia entre un punto y otro. Con la ayuda de un cuadrante de madera de 50 centímetros cuadrados, se recoge la arena de la capa superficial y se separan los materiales vegetales como conchas, hojas y pedazos de madera.

Los microplásticos son transportados por las corrientes marinas y se depositan en la superficie de la arena debido a que son muy livianos. En el caso de las micropartículas de estereofón, estas son muy volátiles y se ha observado que llegan al mar por el aire.

De acuerdo con Morales, el estudio de microplásticos en Costa Rica es el primer esfuerzo para detectar la presencia de microplásticos en las playas, ya que es en estos lugares donde los residuos de plástico tienden a depositarse. “La idea es que esto sea una fase que nos permita establecer un programa de monitoreo en el Cimar, con el apoyo de otros centros de investigación de la UCR, para los estudios de los microplásticos en las costas del país”, aseguró.

Además de los microplásticos, los otros componentes del proyecto regional son el análisis de plaguicidas en aguas costeras, la acidificación de los océanos y la creación de un sistema de alerta temprano para evitar los efectos en la salud de las mareas rojas. A todos estos elementos se les conoce como estresores marino-costeros.

De acuerdo con los científicos, se está observando una transferencia de los microplásticos en la cadena alimentaria. Foto: Karla Richmond.

De la UCR participan en el proyecto, además del Cimar, el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA), el Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas (Ciemic) y el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum).

«El OIEA, por medio de Arcal (Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe), tiene como objetivo que la información generada en el marco del proyecto de investigación se ponga a disposición de tomadores de decisión en un lenguaje adecuado para mejores políticas públicas en las zonas costeras», expresó el investigador.

Efectos en el mar

En el Pacífico norte existen dos grandes giros océanicos donde se concentran miles de toneladas de plástico, son las conocidas “islas de plástico”.

Si los seres humanos seguimos contaminando, para el 2050 el planeta tendrá más plástico que peces en los océanos, proyectan los científicos.

El vertido de plásticos en el mar tiene efectos negativos para la fauna, incluyendo para los seres vivos más pequeños, como el zooplacton. “Los microcrustáceos que se alimentan de microalgas están consumiendo esos microplásticos porque se confunden, ellos tienen mecanismos de filtración y no distinguen entre una microalga y una partícula muy pequeña de plástico”, indicó Morales.

Además, el zooplancton es el alimento de muchas especies de peces de interés comercial. Por lo tanto, “lo que estamos observando es una transferencia de esos microplásticos en la cadena alimentaria”, advirtió.

El proyecto “Fortalecimiento de la vigilancia y respuesta regionales para entornos marinos y costeros sostenibles” cuenta con una plataforma web, donde se colocará los resultados de la investigación sobre microplásticos, acidificación y marea rojas de todos los países, con el fin de que puedan ser consultados por el público y por los sectores tomadores de decisiones.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Estudio pionero encuentra residuos de plástico en peces del Pacífico costarricense

  • Estudiantes de Biología de la UCR identifican 1 101 piezas de plástico en 30 peces analizados

El estudio sobre la presencia de microplásticos en especies marinas abarcó una muestra de 30 peces de la especie Opisthonema libertate, conocida como sardina gallera, que se usa tanto para el consumo humano, como para carnada de otros peces. Foto: cortesía autores del estudio.

La presencia de microplásticos en el tracto digestivo de peces procedentes del Pacífico costarricense fue detectada en un primer estudio realizado por estudiantes de tercer año de la carrera de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR). Esta es la primera investigación que se efectúa en el país con la familia de peces filtradores Clupeidae.

La muestra utilizada en la investigación fue de 30 peces y en todos los individuos examinados se encontraron residuos de plástico, que por la acción del mar se degradan. Las partículas se catalogan como microplásticos cuando su tamaño es menor a cinco milímetros (0,05-5mm).

Los responsables del trabajo aseguraron que se trató de un estudio de biomonitoreo, el cual contribuye a conocer el estado de la vida marina. Los peces filtradores “sirven como indicadores de un determinado momento, especialmente estos que son de vida corta”, detallaron.

Se eligió a los peces para examinar la presencia de microplásticos en animales porque son más fáciles de estudiar, y a los peces filtradores debido a que estos poseen un tracto digestivo más uniforme que otras especies.

De acuerdo con los investigadores, la familia de peces filtradores recibe este nombre ya que para alimentarse abren la boca y por acción mecánica succionan el agua. El alimento de estas especies marinas son pequeños organismos como el zooplancton.

El estudio fue realizado para un curso de Zoología y se desarrolló en el último cuatrimestre del 2018, bajo la dirección de la especialista Helena Molina Ureña y con la asesoría de los profesores Juan J. Alvarado Barrientos y Keilor Rojas Jiménez.

Esta partícula de plástico encontrada en el tracto digestivo de los peces mide 500 micras, lo que equivale a 0,5 milímetros. Foto: cortesía autores del estudio.

Los resultados

Los estudiantes de la UCR analizaron 30 peces adultos de la especie Opisthonema libertate, conocida como sardina gallera, que se usa tanto para el consumo humano, como para carnada de otros peces.

La muestra, recolectada en las cercanías al puerto de Caldera, en la provincia de Puntarenas, estaba compuesta por 25 machos y cinco hembras, con una longitud de 26,5 centímetros en promedio.

Los peces fueron examinados en los laboratorios del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la UCR.

Para el estudio, los investigadores clasificaron los microplásticos en dos grupos: fibras, como por ejemplo fibras sintéticas o de ropa, y partículas, que pueden ser residuos de plástico de otras fuentes.

Los resultados arrojaron un total de 1101 piezas de plástico dentro del tracto digestivo de los peces; de ellas, 875 son fibras y 226 partículas. En cada individuo se identificó en promedio 29 fibras y 8 partículas.

“Nos preocupa la salud de la vida marina, ya que hay zooplancton que puede estar consumiendo microplásticos y que sirve de alimento para los peces filtradores, que a su vez pueden ser consumidos por otros peces y estos por aves. Por lo tanto, hay efectos en el nivel trófico (alimenticio) y un impacto ecológico en diversas especies marinas”, afirmó Marco Rodríguez Arias, uno de los estudiantes.

Luis Bermúdez Guzmán, Gabriel Jiménez Huezo, Marco Rodríguez Arias, Crista Alpízar Villalobos y Johan Gatgens García son los estudiantes de la Escuela de Biología de la UCR que realizaron la investigación sobre microplásticos. También participó Bleimer Fallas Villarreal, ausente en la foto. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Los investigadores manifestaron que su objetivo con este trabajo es contribuir a generar datos acerca de una preocupación actual a nivel internacional y sobre la cual existen diversos estudios.

“La realidad es muy triste. Hay estudios que muestran que el 90 % de las aves marinas han estado en contacto con plástico, cuando se ha abierto el tracto digestivo de algunas aves se han encontrado tapas y hasta encendedores, como ha ocurrido con albatros de la Isla Midway (llamada “isla basura”). Incluso en el Ártico se han encontrado microplásticos en mejillones”, comentó Luis Bermúdez Guzmán.

Gabriel Jiménez Huezo y Johan Gatgens García, otros participantes en el estudio, explicaron que el plástico que se encuentra en el mar no solo proviene de Costa Rica, sino que también pudo haber sido transportado por las corrientes marinas procedentes de diversas partes del mundo y que convergen en Centroamérica.

Aunque es pronto para conocer las implicaciones, los estudiantes detallaron que los microplásticos sirven como andamio para que bacterias y otros organismos se agrupen y formen biopelículas que podrían ser dañinas para los corales y otros animales. Asimismo, el plástico contiene aditivos químicos que pueden funcionar como disruptores endocrinos y afectar la vida marina, como provocar cambios en el sexo de los organismos.

Los universitarios harán una publicación científica con los resultados de la investigación. Asimismo, planean desarrollar una segunda etapa del estudio para identificar el tipo de material plástico encontradoy a qué clase de objetos pertenece. Aunado a eso, se pretende aumentar el tamaño de la muestra y replicar la investigación en distintos momentos del año.

También formaron parte de la investigación los estudiantes Crista Alpízar Villalobos y Bleimer Fallas Villarreal.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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