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UCR: La ley que aspira a cubrir a trabajadores agrícolas ante accidentes ofídicos es casi una realidad

La ley que aspira a cubrir a trabajadores agrícolas ante accidentes ofídicos es casi una realidad

La UCR impulsó el proyecto de ley aprobado en segundo debate. Las personas beneficiarias de esta ley son quienes realizan labores agrícolas y están en condición de pobreza

Por primera vez en la historia nacional, Costa Rica está cerca de concretar una ley que garantizará la cobertura universal del seguro de riesgos a todas las personas trabajadoras independientes afectadas por mordeduras de serpientes.

Esta ley, aprobada en segundo debate en febrero del 2022 en la Asamblea Legislativafue impulsada por el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR), en conjunto con el diputado José María Villalta del partido Frente Amplio.

El proyecto de ley constituye el expediente 22 334 y su aprobación abre el camino para que todas las personas agrícolas trabajadoras del campo, quienes en la mayoría de los casos no están aseguradas, puedan tener una protección ante eventuales envenenamientos ofídicos. También, podrían acceder a una compensación económica por las secuelas temporales o permanentes debido a un accidente de este tipo.

“Nos llena de alegría dar este paso. Lo que nos motivó a generar este proyecto de ley, junto con el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, fue la preocupación por las y los trabajadores que se encontraban en total situación de desprotección. Trabajadores independientes de zonas rurales y de escasos recursos, muchas veces en condición de pobreza, que sufren de accidentes laborales y no cuentan con un seguro. Esto les impide tener una pensión y protección social para sus familias si quedan en una situación de invalidez”, indicó el diputado José María Villalta.

La problemática

La idea del ICP-UCR en impulsar esta ley se desprende de un estudio publicado en enero del 2020 en la prestigiosa revista científica “Toxins”, del Instituto Multidisciplinario y de Publicación Digital (MDPI).

El estudio, que parte de una tesis de licenciatura desarrollada por la Lic. Jazmín Arias en la Universidad Nacional, y con la participación del Instituto, logró documentar en la región Brunca de Costa Rica la seriedad de las secuelas o consecuencias del envenenamiento por mordeduras de serpientes.

Asimismo, reveló que muchas de las familias afectadas son las que poseen el menor ingreso per cápita registrado en el país.

Desde las palabras del Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, científico del ICP-UCR y profesor emérito de la UCR, la investigación fue un aporte de gran relevancia. Si bien desde antes se conocía que un porcentaje de las personas que sufren envenenamiento ofídico tenían consecuencias diversas que afectan su calidad de vida, la información era más anecdótica y no estaba sistematizada.

En ese momento, la estudiante desarrolló un valioso estudio cualitativo que mostró cómo campesinas y campesinos que trabajan de manera independiente, o bien como trabajadores ocasionales y que son afectados por esta patología, no reciben compensación, ni rehabilitación, ni apoyo psicológico para enfrentar las secuelas de diverso tipo que les causan los envenenamientos ofídicos.

“Jazmín también documentó las consecuencias económicas que impactaron a estas personas y a sus familias. Este tema ha recibido muy poca atención no solo en Costa Rica, sino también en muchos otros países del mundo. La Organización Mundial de la Salud ha señalado la importancia de atender este aspecto olvidado del problema. En varios países se ha demostrado que las consecuencias psicológicas de los envenenamientos son terribles, con el desarrollo de cuadros de síndrome de estrés post-traumático, depresión y ansiedad. También se ha mostrado que muchas personas afectadas y sus familias, usualmente personas en condiciones de vulnerabilidad social, sufren una verdadera catástrofe económica producto de las secuelas de las mordeduras. Algo similar pudo observar Jazmín Arias en su estudio en la zona sur de Costa Rica”, ahondó el Dr. Gutiérrez.

En Costa Rica, las personas víctimas son atendidas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y reciben los antivenenos necesarios para su recuperación costeados por la seguridad social. No obstante, muchas de ellas quedan con secuelas permanentes, sin la posibilidad de seguir laborado, sin recibir rehabilitación por no ser asalariados regulares y, además, sin ningún tipo de indemnización.

“El estudio se basó en entrevistas semiestructuradas con 15 personas que habían sufrido envenenamiento por mordeduras de serpiente. Las personas describieron muchas dificultades como consecuencia de estos venenos, como secuelas físicas permanentes, incluidas dos amputaciones, secuelas psicológicas, dificultades económicas y dificultades para reinsertarse en el trabajo agrícola”, se menciona en el artículo científico publicado.

Aunque la mortalidad se ha reducido drásticamente debido a la atención que provee el sistema de salud, algunos casos tienen una alta severidad con secuelas física y psicológicas. «Este es un aspecto que hasta hace poco no se había analizado a cabalidad ni se había documentado bien. La información de que disponemos ahora indica que este aspecto de las secuelas es un ángulo fundamental del problema, al que hay que ponerle mucho mayor atención». Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez. Foto: Karla Richmond, UCR.

Esperanza

De acuerdo con el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, Costa Rica ha tenido importantes avances para reducir el impacto de los envenenamientos ofídicos en el país, pero es claro que se ha tardado en compensar las consecuencias físicas, psicológicas, sociales y económicas de estos envenenamientos. Por lo tanto, esta ley viene a llenar ese vacío.

“Este nuevo proyecto de ley viene a llenar en buena medida este vacío y esta deuda que el país tiene con las personas afectadas por esta enfermedad. La aprobación de esta ley lanza una señal de esperanza de que en nuestro país, mediante sinergias entre las universidades públicas, el sistema de salud pública, el sector político y de gobierno y los sectores comunitarios organizados, podemos avanzar por sendas marcadas por la solidaridad y la procura del bien común. Este logro nos debe motivar a seguir mejorando cada vez más los esfuerzos para reducir el sufrimiento humano causado por las mordeduras de serpientes”, manifestó el Dr. Gutiérrez.

La entidad que emitirá el la cobertura será el Instituto Nacional de Seguros (INS). El tomador de la póliza será el Consejo de Salud Ocupacional y estará a cargo de cumplir con las obligaciones dispuestas en los incisos a), b) y c) del artículo 214 del Código de Trabajo respecto a los trabajadores independientes indicados.

Asimismo, el documento del proyecto de Ley señala que no será necesario presentar planillas ni reportar de previo al trabajador para el aseguramiento. No obstante, el Consejo de Salud Ocupacional sí deberá llevar los controles o registros necesarios para verificar que los reportes de accidente que remita sean procedentes.

“El mecanismo diseñado establece la creación de un seguro especial, una póliza especial, que sería financiado con recursos del Consejo de Salud Ocupacional, un órgano del Ministerio de Trabajo con la competencia legal para promover la salud ocupacional y prevenir accidentes de trabajo. Este Consejo suscribiría una póliza colectiva de riesgo del trabajo con el INS que cubriría a las personas trabajadoras independientes que no están aseguradas, comentó Villalta.

Villalta reiteró que las personas beneficiarias de esta ley son quienes están en condición de pobreza, con escasos recursos económicos, y que por eso no han podido suscribir un seguro por su cuenta.

Por ese motivo, el mecanismo fue diseñado para proporcionar una cobertura a pesar de que la persona, antes de sufrir el accidente o la mordedura de serpiente, no haya estado asegurada. Si este mecanismo funciona bien, se podría extender la cobertura a otros riesgos y accidentes de trabajo que actualmente están descubiertos.

“Esta ley podría ser la semilla de un mecanismo de protección más ambicioso que cubra a las personas trabajadoras independientes del campo y de la ciudad que sufran accidentes de trabajo y que no tienen un seguro. En el país hay muchos casos de trabajadores independientes de bajos ingresos que no tienen una cobertura. Si hoy sufren un accidente laboral, no tienen protección. ¿Un ejemplo? Los repartidores de comida de plataformas digitales. El proyecto tiene una gran perspectiva a futuro porque, si funciona bien el mecanismo, podríamos extender esta protección a otras poblaciones desprotegidas”, resaltó Villalta.

Actualmente, en Costa Rica se reportan entre 400 y 600 casos de mordeduras de serpientes cada año. La mayor incidencia se dan en Puntarenas, Limón y Alajuela, aunque ocurren envenenamientos en todo el país.

Las zonas más afectadas son regiones bajas de clima tropical húmedo y con vocación agrícola y ganadera, regiones donde se distribuye la especie Bothrops asper (terciopelo), que causa la enorme mayoría de los accidentes y los más graves.
 
Ahora, la iniciativa está en manos del Poder Ejecutivo para continuar el proceso y para que entre en vigencia deberá salir publicado en La Gaceta.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Comunidades pueden capacitarse para prevenir y tratar mordeduras de serpiente

  • Universidad de Costa Rica ofrece proyecto para prevención del accidente ofídico

UCR Comunidades pueden capacitarse para prevenir y tratar mordeduras de serpiente
El Instituto Clodomiro Picado no solo se centra en la producción de sueros, sino que tiene un componente de acción social que abarca dos proyectos de extensión docente y un TCU. Foto archivo ODI.

Las mordeduras de serpiente son un problema de salud pública desatendido en muchos países a nivel mundial. Cada año se registran aproximadamente 5,4 millones de mordeduras de serpiente, que causan entre 1,8 y 2,7 millones de casos de envenenamiento y entre 81.410 y 137.880 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Costa Rica se registran anualmente entre 500 y 600 mordeduras de serpiente al año, de las cuales el 60% corresponde a la especie terciopelo (Bothrops asper). Sin embargo solo 0,01% de estas son mortales, afirma el investigador y coordinador de acción social del Instituto Clodomiro Picado (ICP) Fabián Bonilla Murillo.

“Siempre hemos visto que esto ha sido una necesidad, la información y la prevención de posibles mordeduras de serpiente en la población en general es una necesidad que se ha visto y se ha documentado en las solicitudes que llegan al instituto de apoyo, de colaboración y formación” afirma Bonilla.

El proyecto la Universidad de Costa Rica “Prevención del accidente ofídico” (ED-1797) busca contribuir por medio de la educación y capacitación a la prevención y el buen tratamiento de los accidentes causados por mordeduras de serpiente. Fabián Bonilla asegura el principal problema es el desconocimiento que existe sobre el tema y la cantidad de mitos y desinformación sobre los animales y cómo tratar las mordeduras.

El proyecto se enfoca en atender personal de entidades del sector público y privado, así como a diferentes comunidades vulnerables a los accidentes ofídicos. Se realizan charlas, capacitaciones, entrega de material informativo y mesas de diálogo que son preparadas en función de las necesidades de cada población que se atiende.

“No solamente nosotros transmitimos los conocimientos que se logran con investigaciones o trabajo que ha hecho el Instituto, sino que también hay una retroalimentación de las comunidades hacia nosotros como profesionales del tema” afirmó Bonilla.

Prevención y sensibilización

Las temáticas se orientan en dos líneas, por un lado el accidente ofídico: cómo prevenirlo, qué es y cómo tratarlo en caso de que ocurra una mordedura y por otro lado, la sensibilización en relación a la biología y comportamiento de estos animales, ya que es fundamental sensibilizar a la población sobre la importancia de su conservación para un ecosistema equilibrado.

UCR Comunidades pueden capacitarse para prevenir y tratar mordeduras de serpiente2
El laboratorio destinado para actividades de acción social surge de la necesidad de separar los animales de producción de suero, con los de educación. En este se albergan animales que no necesariamente son venenosos pero se utilizan para la formación sobre la biología de estas especies. Foto Laura Camila Suárez.

A partir de este proyecto se han ido identificando nuevas necesidades y líneas de trabajo enfocadas en cómo abordar la problemática de las mordeduras de serpiente de una manera integral. Es así como surge el proyecto “Programa de prevención y atención de accidentes generados por reptiles peligrosos (serpientes y cocodrilos) en el Pacífico de Costa Rica” (ED-3248) que brinda capacitación a cuerpos de socorro de todo el país, una población muy expuesta a la atención de estos accidentes y que anteriormente no se había capacitado.

Por otro lado, el Trabajo Comunal Universitario “Prevención y manejo del accidente ofídico en Costa Rica” (TC-353) busca involucrar a la comunidad estudiantil en este proceso integral por medio de la atención a las comunidades con alta incidencia de mordeduras de serpientes venenosas, en la facilitación de charlas en escuelas y colegios de estas comunidades.

El proyecto ha desarrollado gran parte de su trabajo en comunidades indígenas como la comunidad Bribri y Ngäbe, no solo en la capacitación a las personas de la comunidad, sino de igual manera en la traducción de materiales informativos a las lenguas propias de estas comunidades.

“Educar a las personas para saber qué es lo correcto que hay que hacer cuando ocurre una mordedura y cómo prevenirlas es muy importante (…) hay muchos mitos que se mantienen y que es difícil convencer a la gente de lo contrario” afirmó el Dr. Julián Fernández Ulate, coordinador del TCU. El trabajo que ha realizado la comunidad estudiantil en compañía de la asesoría del ICP no solo se ha centrado en la elaboración de materiales, sino igualmente en la validación de estos por parte de la comunidad.

La solución integral que se requiere en relación a los accidentes ofídicos debe ser un proceso continuo, que solo se concentre en la producción de sueros antiofídicos, sino que incluya divulgación, capacitación y actualización continua a la población.

Desde hace aproximadamente dos años, el ICP-UCR inició la construcción de un laboratorio destinado para las actividades de acción social que se desarrollan alrededor de los proyectos del instituto.

Uno de los vacíos que aún se identifican es la atención en la fase posterior a la mordedura, en donde es indispensable un acompañamiento psicosocial a las personas que han sido víctimas. Los proyectos del ICP-UCR se plantean como reto desarrollar un componente que permita aportar en este ámbito.

 

Laura Camila Suárez Rodríguez

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica

Instituto Clodomiro Picado es modelo en su accionar

Unas 250.000 personas se han beneficiado en Latinoamérica

UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica
Los antivenenos que produce el Instituto Clodomiro Picado de la UCR se destacan por su calidad y eficacia y son empleados no solo en Centroamérica, sino en muchos otros países latinoamericanos (foto Denis Castro Incera).

Lidiette Guerrero Portilla,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Gracias a los antivenenos de alta calidad y eficacia que produce el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se contribuye por año con una atención clínica adecuada que le salva la vida, en promedio, a 4.500 personas mordidas por serpientes venenosas en el área centroamericana, de los cuales 500 o 600 corresponde a los casos de Costa Rica.

Esta gran contribución de la UCR es el resultado final de una exitosa labor en la que ha participado desde hace 45 años el ICP, guiado desde sus orígenes por una estrategia académico-humanista, en la cual se combina la investigación científica del más alto nivel, la actividad docente, el desarrollo tecnológico, la producción y distribución eficiente de los productos fabricados y la capacitación al personal médico, paramédico, enfermeras, bomberos, Cruz Roja, Guardia Rural, guardaparques, comunidades y grupos indígenas, entre otras poblaciones en riesgo.

Se calcula que al menos unas 250.000 personas se han beneficiado en Latinoamérica con los antivenenos del ICP.

Su filosofía de innovación y mejoramiento permanente, los lleva a producir sueros antiofídicos con los más estrictos criterios de la industria farmacéutica internacional, nutriéndose de los resultados de sus continuas investigaciones científicas, además de que cuenta con el respaldo del certificado de calidad norma Inte-ISO 9001: 2008 del Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, (Inteco). Con ese certificado se garantiza la mejora continua de los procesos de producción de inmunobiológicos de uso terapéutico, así como la investigación biológica, biomédica y biotecnológica y la acción social en el tema de ofidismo.

UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica2
El Dr. Guillermo León Montero, cooridnador de la División Industrial del Instituto Clodomiro Picado, se encarga de supervisar las diferentes actividades y procesos para la exitosa producción de los antivenenos ofídicos (foto: Jorge Carvajal Aguirre).

El ICP-UCR fabrica un suero antiofídico polivalente, otro anticoral, y dos productos de uso veterinario: el Polivet (antiveneno polivalente) y el AntiTet-ICP (antitoxina tetánica).

Con el propósito de responder a la demanda creciente de la población rural nacional y regional, que es la más afectada por los ataques de serpientes venenosas, se proponen aumentar su producción de antivenenos liofilizados (en polvo) con la reciente adquisición de un moderno equipo que permitirá preparar lotes de 10 000 frascos. La ventaja de los sueros en polvo es que no requieren ser almacenados en refrigeración, son estables a temperatura ambiente y tienen una vida útil más larga. Por ello, son de gran utilidad en regiones rurales donde los sistemas de refrigeración son deficientes.

El ICP-UCR es una institución líder y modelo en el campo científico universitario, por la calidad y excelencia de su investigación básica y aplicada, la gran cantidad de publicaciones científicas, su reconocido prestigio internacional y su participación en redes de alianza internacional. Por su amplia labor en pro de la salud pública, este instituto recibió el Premio Lee Jong- wook que otorga la Organización Mundial de la Salud.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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