Había pensado escribir, como un cronista más de la historia, sobre los acontecimientos más importantes del primer cuarto del siglo XXI, entre los que estaban los avances tecnológicos, los cambios políticos, las modificaciones en la hegemonía económica mundial y las pandemias, tratando de establecer cuáles han sido los acontecimientos más determinantes y relevantes en las sociedades actuales y en la vida de las personas.
Comencé identificando los avances tecnológicos en el mundo, como el acceso extendido de internet a casi todo el mundo, la generalización del uso de los teléfonos móviles, el desarrollo de equipos como los smartphones, el surgimiento de las redes sociales y de la inteligencia artificial y haber descifrado el genoma humano.
Luego pasé a valorar los cambios políticos de mayor repercusión como las primaveras árabes y la caída de algunos gobernantes en los países del norte de África, el brexit en Inglaterra que rompió la Unión Europea, la elección de Putin como presidente de Rusia, el movimiento de los chalecos amarillos en Francia, la elección del primer Presidente negro en Estados Unidos, el surgimiento de gobiernos progresistas en los países de América del Sur y la creación de UNASUR, la difusión de atentados terroristas en varios países occidentales, que incluye los atentados a las torres gemelas en Nueva York, el ascenso de Trump en Estados Unidos y la invasión de Ucrania por Rusia.
También puse atención a algunos acontecimientos, como la disolución de la ETA, las guerras de Irak y Afganistán, a los atentados terroristas en varios países europeos, que incluye los atentados en las torres gemelas en Nueva York, en Inglaterra, en Francia y en España y la preocupación mundial por el terrorismo y la violencia, la invasión de Ucrania por Rusia y la de Israel a los territorios palestinos.
A nivel económico, acontecimientos destacados como el auge de la economía global, la consolidación de China como segunda potencia económica global y su expansión a otros continentes, el surgimiento de la Economía del conocimiento y el predominio de las empresas tecnológicas, la relocalización del capital y su incursión plena en países asiáticos y latinoamericanos y el auge de las grandes corporaciones comerciales y del consumismo, el surgimiento y consolidación del bloque económico de los BRICS, la crisis financiera e inmobiliaria del 2007 y el boom de los tratados de libre comercio impulsado por Estados Unidos.
En el campo ambiental, hechos como el tsunami del Océano Indico, el huracán Katrina y otros huracanes de gran impacto, el impulso de las energías alternativas, la afirmación del calentamiento global y del cambio climático como fenómeno global y en el ámbito de la salud, la pandemia de gripe A1N1 en el 2009 y la del covid-19, la más letal en 100 años.
Por su parte en los deportes, los mundiales de futbol en los continentes africano y asiáticos, de Sudáfrica del 2010 y el de Qatar 2022, abrieron esta competencia a otros continentes, mientras los juegos Olímpicos de Sídney del 2000 y de Río de Janeiro en 2016, llegaron a Australia y Sudamérica, después de muchos intentos.
Quizá ya hemos olvidado los acontecimientos de este cuarto de siglo, pero lo que no podríamos olvidar son las consecuencias de algunos de ellos y el impacto que tuvieron en la vida del país y en nuestras propias vidas.
Probablemente siempre recordaremos la llegada de los teléfonos móviles, de internet y de las redes sociales, el ascenso al poder de Barak Obama y de Lula Da Silva, pero aún más impactante la caída de las torres gemelas en el 2001.
También impactante la crisis económica internacional del 2007 y el Tratado de Libre comercio con Estados Unidos, Canadá, México, los países de Centro América y República Dominicana, que conmocionó y dividió al país en el Referéndum.
El cambio climático ha sido una realidad con sus efectos y desastres por huracanes y los cambios en la temperatura y el clima y en salud, sin duda la pandemia del Covid-19, que puso en emergencia al sistema de salud y restricciones a la población por casi 2 años.
En tanto el mundial de futbol del 2014, marcó una verdadera hazaña para la selección nacional con sus triunfos épicos contra Italia y Uruguay, quedando en el primer lugar del grupo y luego en la siguiente ronda contra Grecia.
Sin embargo, lo realmente importante es establecer cuáles acontecimientos han generado transformaciones que han trascendido y que han cambiado el rumbo del mundo y que son las que explican la realidad actual de los países.
En ese sentido, las tecnologías de la información y de la comunicación, no solo han cambiado las formas de informarse y comunicarse, sino también las relaciones sociales y la veracidad de la información y han generado una brecha tecnológica que no ha sido superada.
Los cambios políticos en el mundo no siempre han sido para el bienestar de la población, si no para llevar al poder a líderes populistas y autoritarios con el apoyo del voto de un segmento pequeño de la población, decepcionado de los partidos y la política tradicional, que apuesta a un cambio que resulta riesgoso e incierto.
Mientras las guerras de este siglo, como las de Irak y Afganistán, Yemen, Sudán, Etiopía, El Congo, Siria, Israel con Irán, Líbano y Palestina y la de Rusia con Ucrania, nos han recordado que éste ha sido el período de mayor cantidad de guerras desde la II guerra mundial y que la paz no ha tenido espacio en este siglo, más allá del terrorismo que ha sido una expresión más de ese estado de guerra permanente en el mundo.
A nivel económico, el predominio de la economía de mercado, de la empresa corporativa multinacional y de la inversión extranjera en un mundo de negocios y finanzas globalizadas, se debate en la actualidad frente al cuestionamiento del libre comercio y la imposición de barreras arancelarias al comercio por parte del otrora promotor de estas estrategias económicas: Estados Unidos; es la globalización y la desglobalización en apenas un cuarto de siglo.
Los acontecimientos y cambios del siglo XXI nos han dejado inmersos en un mundo capitalista más desigual, dominado por el 1% de la población, los ricos y superricos, frente al 99% que se debate en la pobreza y la exclusión. Así mismo, nos han dejado democracias representativas, cada vez más débiles, en ciudades polarizadas, acechadas por el narcotráfico y el crimen organizado y el deterioro de los derechos humanos, dentro de una sociedad líquida, caracterizada por “su estado fluido y volátil, en la que predomina la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios que ha debilitado los vínculos humanos”, según la concepción del maestro Zygmunt Bauman. (2003).
Costa Rica enfrenta un momento crucial de su historia, donde la crisis democrática, económica y la violencia generada por el narcotráfico exigen respuestas profundas y estructuradas. Las aspiraciones de los movimientos sociales de equidad, justicia y participación han sido golpeadas por cuatro décadas de predominio neoliberal y creciente desigualdad.
Desde la economía solidaria, no solo es posible replantear el modelo económico actual, sino también generar una articulación social que construya un pacto inclusivo capaz de integrar la diversidad de sectores ciudadanos.
La urgencia de un pacto social en Costa Rica
La economía solidaria, por su propia esencia, reconoce que el desarrollo económico debe estar ligado a la cooperación entre distintos actores sociales. Sin embargo, para que esta visión se traduzca en políticas efectivas y en una transformación real, es fundamental la construcción de un pacto social.
Este pacto no puede ser impuesto desde las élites ni responder únicamente a una agenda política económica. Debe ser el resultado de la convergencia de diversas voces: comunidades organizadas, sindicatos, asociaciones de trabajadores, academia y movimientos sociales que, en conjunto, defienden una patria digna y solidaria.
Un pacto social fortalecería las bases de una democracia real, alejándose de la plutocracia y la corrupción que han desfinanciado los programas públicos esenciales. La educación, la salud, la vivienda y el medio ambiente han sido sacrificados bajo una lógica de acumulación desmedida, mientras que la riqueza se concentra en sectores con capacidad de influencia sobre las decisiones políticas.
Un pacto social permitiría recuperar la soberanía de lo público, garantizando que la economía esté al servicio de la sociedad y no de unos pocos.
Expresión de la diversidad social: hacia una construcción participativa
Uno de los principios fundamentales de la economía solidaria es la diversidad. Un pacto social debe reconocer y dar voz a las distintas realidades que conviven en el país: los pequeños productores rurales, los trabajadores informales, la asociatividad en los territorios rurales y urbanos, los emprendimientos sociales y el movimiento ambientalista.
La articulación de estos actores es clave para generar respuestas desde abajo, desde quienes viven y resisten los efectos de la crisis en su cotidianidad.
La construcción de este pacto debe partir de procesos de participación activa, donde los sectores marginados por el modelo neoliberal recuperen poder de decisión y capacidad de incidencia. No es suficiente diagnosticar los problemas del país: es urgente que las comunidades diseñen alternativas y ejerzan su derecho a transformar la realidad.
Hacia una Democracia Solidaria y Activa
Costa Rica debe decidir si continúa caminando al borde del abismo o si encuentra un camino hacia la construcción de una vía de justicia social, inclusión y soberanía. La economía solidaria no es simplemente una alternativa económica, sino una opción de vida, donde los valores de equidad, justicia y colaboración sean la base de un nuevo modelo social.
El pacto social es la clave para restaurar la confianza ciudadana y recuperar la soberanía popular. No podemos permitir que la plutocracia continúe definiendo el destino del país. La oportunidad de cambiar el rumbo sigue vigente, pero solo será posible si la diversidad social converge en un proyecto común de transformación.
Aportes para un perfil de Estado que aglutine a los productores agrícolas para colocar en primer lugar los intereses nacionales y combatir la corrupción y el poder creciente del narco.
Propuesta elaborada por Miguel Sobrado y Fernando Naranjo Retana Santa María de Dota Marzo 2025
Justificación
Costa Rica se encuentra en una etapa de transformaciones profundas de su sistema económico social y político.
Las últimas 4 décadas de neoliberalismo, han concentrado la riqueza en tres sectores principalmente:
a) El denominado sector moderno ubicado en especialmente en las zonas francas, cuyos propietarios, en su mayoría no residen en el país y por lo tanto no sufren directamente los problemas de la falta de infraestructura, al mismo tiempo que gozan de grandes ventajas fiscales.
b) El narcotráfico, aunque no es un sector formal de la economía, es una realidad con peso propio, que aprovechando la corrupción endémica imperante en el país, ha venido penetrando sistemáticamente desde las costas y zonas fronterizas, al punto de transformarlo en el principal centro de acopio de las drogas para exportarla a los Estados Unidos y Europa.
c) Mientras que el llamado sector tradicional, especialmente agrícola, aunque mantiene influencia directa e indirecta en la generación de empleo, ha venido perdiendo su importancia en la economía nacional, al mismo tiempo que si contribuye a sostener el Estado.
En este contexto, como lo ha afirmado el director del Estado de la Nación en radio Monumental, “si bien se ha multiplicado por 4 el producto interno nacional (PIB) y se han multiplicado por 8 las exportaciones, al mismo tiempo los ingresos promedio de los hogares son menores que hace 15 años”, situación que generado inestabilidad en el país y contribuido a incubar un conflicto social de gran envergadura, caracterizado por el descontento del sector agrícola abandonado a su suerte y matizado por la presencia creciente de los sicarios al servicio del narco tráfico.
El sector tradicional, que fue el protagonista del origen a la Segunda República a mediados del siglo pasado, se encuentra sin rumbo ni liderazgo en un momento donde la corrupción ha salpicado a gran parte de los dirigentes políticos tradicionales desmoralizando la fe de la población en los antiguos partidos políticos. Los cambios de personas en las candidaturas, llenos de promesas de arreglarlo todo, no genera confianza en ese ambiente de desmoralización y ha sido motivo para justificar el retiro de las urnas de la población.
En estas condiciones, de debilitamiento del aparato político, de desmoralización y de falta de una de visión país creíble que abra un camino de esperanza, adquiere grandes posibilidades de que se imponga la reorganización del Estado impulsada por el populismo y el narcotráfico a través de la corrupción. Al crecer la importancia económica e influencia política de los narcos elevan sus posibilidades de configurarse como rector del futuro inmediato del país. Es momento para que una tercera fuerza política (los agricultores) alcen su voz para integrarse a una propuesta real de un proyecto aterrizado.
¿Es posible una alternativa enraizada en nuestra cultura?
Existen experiencias regionales relevantes en el sector tradicional profundamente enraizadas en la cultura nacional, que aunque poco conocidas y desapercibidas por el mundo político, pueden marcar senderos de esperanza, si se dan a conocer y se difunden sus logros así como las limitaciones que han tenido por las estructuras centralistas. Sus logros podrían contribuir a marcar las transformaciones que requiere nuestro país y aglutinar fuerzas y optimismo a nuestro desarrollo.
Analizaremos aquí una de esas experiencias arraigadas en nuestra cultura que tienen perspectivas de convertirse en virales que aporten un importante efecto multiplicador.
El caso de la zona de Los Santos
Una región de particular interés por su arraigo en la cultura nacional histórica y convencida de su poder y misión progresista en el país
Está integrada por los cantones de León Cortés 14097 h, Tarrazú 12000 h, y Santa María de Dota 9364 h. En total 35461 personas que representan numéricamente apenas el 0.67 de la población nacional, pero que, la naturaleza de la actividad cafetalera que produce cerca del 50% del café nacional junto a los cantones vecinos de Aserrí, Desamparados, Acosta, El Guarco, Cartago, Parrita y Quepos. La calidad de su producción, su tradición organizacional y la importancia que ha tenido esta en la configuración de la cultura regional y nacional, debe ser considerada con atención como una de las mejores prácticas, que ha marcado en el desarrollo regional y su posible ejemplo para el país en este momento de transición donde el narco tráfico toma la delantera.
Antecedentes relevantes
Aspectos demográficos y físicos
La región de los Santos se repobló, después de haberse despoblado durante la colonia, con personas provenientes del Valle Central occidental, especialmente San José, Heredia y Alajuela. Provincias en las cuales se había desarrollado una economía mercantil a raíz del monopolio del tabaco implantado en el siglo XVIII.
Tradición mercantil que se fortaleció con el desarrollo del cultivo del café en el siglo XIX. Los migrantes que no siguieron hacia el Valle del General se establecieron en las fértiles tierras de la región de los Santos. Encontraron ahí, no solo una tierra óptima, sino un microclima que bajo la influencia del pacífico incidía en que los suelos fueran especialmente generosos con la calidad del café. Esta región es al mismo tiempo muy vulnerable frente a los deslizamientos y desastres naturales, lo que marcará, junto con las ventajas anteriores las condiciones de organización y sobrevivencia.
El capital social emergente
Esta combinación de factores de las particularidades del terreno, demográficas y naturales, donde por una parte se abrían las puertas para el bienestar, pero por otra la falta de caminos y posibilidades de auxilio del gobierno central en caso de desastres estimuló la cooperación y auxilio entre los vecinos en los momentos difíciles. Las limitaciones en el transporte de las personas y de los productos propició la cooperación y la confianza en la población local, generándose lo que se ha dado en denominar capital social, que es un tipo de capital, no individual como el financiero o las instalaciones, sino un tipo de capital colectivo basado en la confianza y la cooperación recíproca que ha sido uno de los pilares del progreso regional y que tiene sus orígenes en el Valle Central.
La guerra civil de 1948 y la organización cooperativa
La población de Los Santos apoyó a José Figueres Ferrer en la contienda por la creación de la llamada Segunda República, que le atribuía un papel protagónico a los productores agrícolas organizados en cooperativas en el nuevo ordenamiento nacional con fundamento en un papel proactivo del Estado.
Las organizaciones cooperativas y el empoderamiento regional
Las organizaciones de productores de café llevaron en primera instancia a estos a liberarse de los precios prefijados por los grandes exportadores tradicionales, gracias a sus organizaciones cooperativas. Estas, no solo facilitaron el procesado del café en la región, sino que crearon condiciones para su mercadeo nacional e internacional.
El éxito fue contagioso y del café saltaron a otro problema regional que era la falta de energía que resolvieron inicialmente redistribuyendo la energía del ICE, posteriormente realizando inversiones en plantas hidroeléctricas y finalmente con un gran parque eólico propio, que genera energía renovable partir de las generosas corrientes de viento prevalecientes en la zona montañosa. Las cooperativas florecieron en la región junto a la diversificación agrícola y la industrialización de nuevos productos en pequeñas empresas.
El surgimiento de los micro beneficios
Las cooperativas fueron un elemento de progreso importante para competir en el mercado internacional mientras se mantuvo el Convenio Internacional del Café impulsado por la socialdemocracia, donde productores y consumidores controlaban el precio. Esto cambió radicalmente con la llegada de la economía neoliberal impulsada por Margaret Thatcher y Ronald Reagan a nivel planetario, por la cual los organismos internacionales financiaron la siembra masiva de café en la India y Vietnam especialmente.
Esta situación cambió radicalmente el panorama regional cuando empezaron a producirse cosechas masivas en Asia que bajaron los precios del café impidiendo a los productores locales sacar sus costos. Muchos productores quebraron y tuvieron que vender sus tierras, o emigrar temporalmente a los Estados Unidos para reunir un dinero y recuperarlas.
Las cooperativas en este nuevo contexto siguieron vendiendo en un mercado que valoró el café de Costa Rica a un precio mejor que la bolsa de Nueva York, concentrándose en una gestión corporativa, sin establecer nuevas opciones en un mundo en transformación ni explorar con firmeza el mercado nacional. De tal forma que tuvieron serios problemas para atender las demandas crecientes de sus socios.
Esta situación provocó que algunos de sus mayores asociados se salieran de las cooperativas y montaran sus propios micro beneficios orientados a conquistar el mercado nacional y abrir nuevos espacios de comercialización internacional con cafés de calidad, en un intento marcado por el ímpetu cafetalero.
Lo logros alcanzados por lo micro beneficios han sido destacados tanto en la penetración del mercado de calidad nacional donde han realizado proyectos comunes con importantes supermercados. Al mismo tiempo que han atraído nuevos socios internacionales a través de las ferias de las tasas de excelencia y en las subastas posteriores. Todo esto ha motivado a un ajuste en las políticas de las cooperativas que, después de un rechazo inicial, han seguido su ejemplo, aunque mantienen la esencia el trabajo corporativo.
Logros de lo que denominaremos aquí el Modelo de Descentralización de Los Santos
Como se puede apreciar, la organización de las comunidades gestó un proceso de descentralización en el ámbito productivo regional, congruente con las políticas nacionales socialdemócratas de estimular la economía interna, especialmente agrícola, desarrollando caminos de penetración, fijando precios de sustentación a los granos, nacionalizando la banca y creando crédito rural, diversificando la agricultura e impulsando la agroindustria, entre otras.
Estas condiciones generadoras de bonanza regional cambiaron al imponerse las políticas neoliberales, que modificaron las políticas proteccionistas del Estado socialdemócrata nacional. Como respuesta externa a la debacle local se ofreció, por parte de los organismos internacionales elevar la calidad y la capacidad administrativa introduciendo en las empresas cooperativas, que son sociales, las técnicas e indicadores de la empresa privada, generando un corporativismo hacia adentro de la estructura administrativa.
Esto no impidió, a pesar de las grandes pérdidas y las limitaciones para adecuarse a las nuevas condiciones, que las cooperativas sobrevivieran ampliando sus servicios de abastecimiento y procesado industrial al mismo tiempo que, lenta pero decididamente, siguieran los senderos abiertos con gran esfuerzo por los micro beneficios.
Reflexiones en cuanto los senderos abiertos por la experiencia de Los Santos
La exitosa experiencia de Los Santos de liberarse a través de la organización cooperativa del control de los precios que establecían las exportadoras y tostadores en países de destino, creo las condiciones el desarrollo económico y cívico de la región mientras las políticas públicas priorizaron los intereses nacionales. Todo esto dentro de una política nacional estimulante de la organización y participación de los campesinos en la producción agroindustrial.
Al cambiar las condiciones proteccionistas nacionales, por la libre competencia sin restricciones del neoliberalismo internacional, se hizo evidente, a pesar de sus logros, la debilidad de una descentralización limitada a lo productivo regional.
¿Qué nos enseña la experiencia de descentralización parcial vivida por la región de Los Santos?
1) Que las decisiones políticas centralizadas que obedecen a los intereses del gran capital internacional, sobre las cuales no tienen incidencia las regiones y organizaciones locales ni en su contenido ni en la forma pueden afectar muy seriamente el desarrollo regional y local provocando animadversión de los productores.
2) La política internacional de las grandes potencias no puede estar por encima de los intereses locales, regionales y nacionales, y debe requerir, antes de ponerse en práctica, la aprobación, regional. Al mismo tiempo que las políticas públicas deben estimular el producto terminado desde el origen.
3) Que el poder de participación cívica de una comunidad radica en su organización. Como dijo José Figueres Ferrer, “los hombres sin organización no tienen ningún poder”.
4) En este sentido la descentralización encuentra terreno fértil ahí donde existe gente organizada autónomamente. No debe confundirse con estructuras clientelistas basadas en personerías jurídicas creadas en escritorios, pero manejadas por “punteros” que negocian los votos. En esas condiciones la descentralización se puede transformar en una pantalla para ocultar el poder de la mafia. La autonomía debe ser soberana y blindada.
5) Las organizaciones cooperativas son empresas sociales, que si bien deben ser eficientes en el manejo de sus recursos, deben medir sus resultados, ante todo dirigiéndose por las necesidades de sus comunidades y socios; esto es promoviendo la continuidad de los emprendimientos a través de formación de sus hijos de cara al futuro, al mismo tiempo que garantizando la vejez de los asociados por obligación estatutaria.
6) La descentralización no puede limitarse a lo económico ya que la sociedad es un todo donde se articula lo económico con lo social y lo político. No puede pensarse, sobre todo en una época de transformaciones radicales, como la que vivimos, donde el conocimiento juega un papel preponderante en el desarrollo, que la educación, la capacitación, la salud y la seguridad, no se encuentren bajo auditoria y evaluación ciudadana, dando al pueblo agricultor poder de decisión.
7) La educación y la capacitación organizacional, en todos los órdenes, son estratégicas. Así como en el pasado la posesión de la tierra o el capital material eran claves para el progreso, hoy el conocimiento es lo que transforma y empodera a los individuos y comunidades siempre enseñando que el principal activo del productor es el suelo y su dignidad. No se puede crear un futuro para las nuevas generaciones con una educación del siglo XX.
8) En otras palabras, empoderar responsablemente al agricultor sobre su futuro en el proceso de transformación que vive el mundo. En este sentido los poderes locales, dirigidos por ellos, se verán estimulados a exigir regularmente la actualización y evaluaciones de resultados en estos campos, así como tener atribuciones de intervención activa removiendo funcionarios en caso de incumplimiento.
9) La experiencia de la región, como buena práctica nacional, abre senderos para una descentralización, no solo local, sino progresiva que se inicie con los cantones de cultura cívica cafetalera y perfile una democracia participativa eficiente arraigada en lo nacional, pero que se guie hacia una descentralización con rendición de cuentas y revocatoria de los cargos, como la que existe en Suiza.
La política exterior en una región de importancia geopolítica
Así como debemos fortalecer nuestro Estado aprendiendo de las mejores prácticas internas, debemos aprender de nuestra experiencia como nación en una región de gran importancia geopolítica. De hecho, existimos como nación por la visión que tuvo nuestro prócer Juan Rafael Mora Porras del carácter estratégico de Centro América y de nuestro país en el contexto mundial. Gracias a su visión supo hacer valer nuestra posición geopolítica frente a la expansión de la creciente potencia norteamericana, realizando una alianza estratégica con Gran Bretaña, la potencia dominante de entonces. Tal como se relata en el libro “El lado oscuro del presidente Mora” de don Humberto Vargas Araya, difundido ampliamente en nuestro siglo por la Academia Morista. A los estados pequeños en regiones estratégicas como la nuestra, no pueden “casarse” con los intereses de una potencia si quieren mantenerse vivos deben, hacer valer su importancia estratégica manteniendo buenas relaciones con todos, pero colocando eso sí los intereses nacionales en primer plano. En este sentido hay que revalorar las políticas económicas y comerciales del país ubicándolas dentro de las posibilidades que genera el nuevo contexto regional y mundial. En particular la posibilidad de hacer alianzas comerciales, con países como México, Colombia y Centro América para rediseñar la comercialización café arábica internamente y en el mercado mundial emergente.
En síntesis
Se trata de rescatar los logros y limitaciones que ha tenido esta experiencia parcial de descentralización organizada regional, para trazar e incorporar líneas de cambio institucional que hayan demostrado arraigo en la experiencia nacional, así como invitar al movimiento cooperativo, comunal y popular en general a impulsar un proyecto de transformación nacional impulsado por las organizaciones del sector agrario que genere esperanza, control sobre la gestión pública, moral y unidad internamente y regionalmente frente al populismo y el crimen organizado.
Objetivos para un documental histórico que impulse la reflexión y el estudio sobre lo que está sucediendo en nuestro país y en el mundo, estimulando la organización de las fuerzas políticas, regionales y nacionales en primer lugar y posteriormente latinoamericanas con arraigo en la nueva coyuntura internacional.
1) Describir logros de la gestión local impulsada por las comunidades en los todos los cantones que rodean a la zona de los Santos a partir de 1950.
2) Describir las limitaciones que ha tenido este tipo de descentralización restringida a lo productivo y económico para a una buena gestión integral de la región.
3) Que aspectos de modelo de gestión local de Los Santos pueden contribuir a configurar un modelo de descentralización que confluya, progresivamente, partiendo de las regiones cafetaleras en un modelo descentralizado nacional, que abra un sendero al desarrollo nacional, con raíces en su cultura básica. Un modelo que ha logrado industrializarse y exportar producto terminado; generar combustible y fertilizante con energías limpias. Que ha evidenciado la necesidad de reformar el modelo de aseguramiento, póliza y pensión del agricultor y su familia que estimule el empalme de integración generacional.
4) Importancia de la geopolítica para destacar los intereses nacionales y regionales presentando la región como ejemplo para organización de los sectores cafetaleros y campesinos latinoamericanos.
5) Contribuir a aglutinar y dinamizar, alrededor de un proyecto nacional y regional, a las fuerzas nacionales que hoy se encuentran desorientadas.
El objetivo es uno: mejorar la condición de vida de los habitantes de Puerto Jiménez y Playa Zancudo. Para ello se busca fortalecer las capacidades de las organizaciones de base local. Con esta misión en mente, el Campus Coto de la Sede Regional Brunca de la Universidad Nacional (UNA) impulsa el proyecto de extensión universitaria: Fortalecimiento de capacidades socio productivas de emprendimientos, organizaciones sociales y de base local en las comunidades de Cañaza y Carate en Puerto Jiménez y Punta Zancudo en Golfito.
¿Qué se busca? Que, a través de los procesos de formación y participación ciudadana, las personas de las comunidades de Puerto Jiménez comprendan la forma como opera la estructura política cuando una localidad deja de ser distrito y pasa a tener un gobierno local, según explicó William Lobo, responsable de la iniciativa en el Campus Coto de la UNA.
“Lo primero será hacer un diagnóstico para conocer las condiciones en que se encuentran las pequeñas y medianas empresas, así como las asociaciones de desarrollo, cooperativas y todas las organizaciones de base local, con el fin de fomentar la participación ciudadana, sobre todo en jóvenes, quienes en la actualidad no participan en ningún tipo de organización de base local”, manifestó Lobo.
Posteriormente, se identificarán las áreas o temas, en los cuales la academia pueda implementar procesos de capacitación que mejoren a las organizaciones.
Realidad regional
Lobo añadió que, si bien se impulsa la formación técnica en turismo, tanto en Golfito como en Puerto Jiménez, la existencia de iniciativas productivas ligadas con el sector servicios, construcción, actividad agrícola, pecuario, transportes, pesca, son impulsadas por familias o bien organizaciones que en su mayoría carecen de apoyo estatal y son informales.
Resaltó que, a pesar de la alta demanda turística internacional durante los primeros ocho meses al año en ambos territorios, cuando inicia la época lluviosa, deben enfrentar grandes desafíos de sostenibilidad, pues la temporada baja del turismo ocasiona un estancamiento económico, escasez de trabajo y la migración de hombres y mujeres jóvenes hacia otras partes del país con mejores opciones de empleo.
A la vez, se presenta una mayor deserción escolar por efecto de las inundaciones en distintas zonas rurales, así como la probabilidad de que determinada población se dedique a actividades ilícitas como el narcotráfico o la prostitución. “Lo más lamentable es que no existen programas gubernamentales ni cantonales para mitigar la problemática y darles cierta estabilidad económica a estas familias”, subrayó Lobo.
La temporada baja del turismo ocasiona un estancamiento económico, escasez de trabajo y la migración de hombres y mujeres jóvenes en comunidades de Golfito y Puerto Jiménez.
Fotos: William Lobo y Roy Atencio.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
El Instituto Sindical de Formación Democrática (ISFODE) presentó un informe sobre la «Resistencia sindical por la democracia», donde destaca una reciente recuperación en el apoyo ciudadano hacia los sistemas democráticos en América Latina, tras años de deterioro en la confianza institucional.
Según el documento, el apoyo a la democracia en la región experimentó fluctuaciones significativas, alcanzando un punto bajo del 48% en 2018, nivel que se mantuvo hasta 2023. Sin embargo, en 2024 se observa una tendencia positiva que indica una recuperación en la confianza hacia el sistema democrático como alternativa de gobierno.
A pesar de esta tendencia favorable, el ISFODE señala que la región continúa enfrentando problemas estructurales y políticos que afectan la calidad de sus democracias. Entre estos desafíos se encuentran el manejo político de la mentira como estrategia, la corrupción, el narcotráfico, el personalismo y la permanencia en el poder más allá de las reglas establecidas.
En el caso específico de Costa Rica, el informe identifica problemáticas que debilitan la legitimidad del sistema democrático: el crecimiento de la polarización política, la desconfianza hacia los partidos políticos, la desinformación en redes sociales, el aumento del crimen organizado, la violencia y la desigualdad social.
El ISFODE advierte que la próxima campaña electoral costarricense podría poner de manifiesto la manipulación de las clases trabajadoras, «que ya no saben qué es verdad y qué es mentira pero que siguen ciegamente el discurso de odio y polarización».
Como respuesta a este contexto, el instituto propone diversas estrategias para fortalecer la democracia desde el movimiento sindical:
Promover el reagrupamiento de organizaciones sindicales y populares.
Fomentar instancias de coordinación abiertas, menos personalistas y burocráticas, y más flexibles.
Establecer coordinadores regionales bajo criterios geo-económicos y culturales (América del Norte, Centroamérica, Andina y Cono Sur).
Operar bajo criterios de composición plurales, proponiendo alianzas estratégicas.
Incluir en estas alianzas a fuerzas de estudiantes, universidades, pueblos indígenas, grupos femeninos, personas con discapacidad, personas jubiladas y migrantes.
Fomentar la comunicación moderna mediante internet, redes sociales de apoyo y trabajo virtual.
El documento concluye que la resistencia sindical y la resistencia democrática están interrelacionadas y son fundamentales para el desarrollo y la estabilidad de la región. Además, subraya que, en el caso costarricense, si bien la tradición democrática y la estabilidad de sus procesos electorales constituyen fortalezas, es necesario gestionar las tensiones derivadas de la polarización política y otros problemas estructurales.
El ISFODE enfatiza que resulta esencial que los actores sociales y políticos trabajen conjuntamente para enfrentar los desafíos y fortalecer tanto las instituciones democráticas como las sindicales.
MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval Académico Universitario Titular Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera Ex integrante de Comisión de Vinculación Academia- Sectores Productivos, UTN y, Comisión de Capacitación y Formación UCCAEP por Cámara de Comercio de Costa Rica Sede Central UTN www.utn.ac.cr Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales, MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y Negocios Internacionales. Ex Funcionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y, América Latina, Escritor, Científico Social, Líder Sindical ANEP-UTN
No existe criterio para definir qué es un narcoestado o narcoeconomía. Punto de partida. Usar el concepto es caer en subjetividades. Este artículo aborda varias preguntas: ¿Qué es un Narco Estado o Narcoeconomía?, ¿Cuáles son las sus características?,¿Qué países son considerados Narco Estado?, ¿Es Costa Rica un Narco Estado o Narcoeconomía? Y, algunas alternativas estrategicas para enfrentar las mafias y el Narco Estado o Narcoeconomía. Hoy se habla por gente no especialista de narcocracia costarricense. Ayer caferonarcocracia, bananonarcocracracia, piñanarcocracia y … hoy cocanarcocracia.
¿Es Costa Rica un Narco Estado? ¿Se desarrolla en nuestro país la industrialización, distribución, comercialización internacional o financiamiento de las drogas por el Estado Nacional? ¿Esta involucrado el Poder Ejecutivo, Poder Judicial, Asamblea Legislativa, Régimen Municipal, Tribunal Supremo de Elecciones, Partidos Políticos, Sistema Financiero Nacional con el Narcoestado? Son preguntas que requieren respuestas.
Según el Informe Mundial sobre las drogas 2023 de la ONU el cultivo para la producción de drogas, el narcotráfico y los delitos que afectan al medio ambiente están experimentando un auge en la cuenca del Amazonas, debido en parte a la conjunción de la abundancia de recursos naturales y la escasa presencia estatal, el arraigo de la corrupción y factores estructurales relacionados con la economía informal, la desigualdad y el desempleo.
La “narcodeforestación”, es decir, el blanqueo de los beneficios del tráfico de drogas mediante la especulación con los terrenos, el sector agrícola, la ganadería y la infraestructura conexa, constituye una creciente amenaza para la pluviselva de mayor extensión del mundo.
Las economías ilícitas de las drogas pueden prosperar en situaciones de conflicto y de debilidad del estado de derecho y, a su vez, pueden prolongar o alimentar los conflictos. En algunas zonas de conflicto, la economía de las drogas y la inestabilidad se entrelazan en un círculo vicioso en el que la debilidad del estado de derecho facilita la expansión de esa economía, la cual, a su vez, proporciona recursos financieros para mantener o ampliar el conflicto.
Hay un récord de consumo de cocaína y nuevos opioides sintéticos. La producción de cocaína se ha triplicado en 10 años. La aparición de nuevos y potentes opioides como los nitazenos hacen aumentar las muertes por sobredosis. La demanda y la producción sin precedentes de cocaína y la aparición de potentes opioides sintéticos están agravando el problema de las drogas, provocando un aumento de los trastornos por consumo, la violencia y los daños ambientales. El cultivo mundial de arbusto de coca aumentó 12% entre 2021 y 2022, hasta alcanzar las 355.000 hectáreas.
La aparición de nuevos opioides sintéticos está provocando un aumento de las muertes por sobredosis y complicando la lucha contra el narcotráfico. Los nitazenos, unos opioides más poderosos que el fentanilo, que están provocando numerosas sobredosis en América, Europa occidental y Oceanía. En conjunto, el consumo de drogas en el mundo aumentó un 20% en la última década hasta alcanzar los 292 millones de usuarios. Aunque el consumo de cocaína es el que más crece, en números totales, el cannabis sigue siendo la droga más usada, con 228 millones de consumidores. Le siguen: Opioides: 60 millones. Anfetaminas: 30 millones. Cocaína: 23 millones. Éxtasis: 20 millones.
Algunas zonas fronterizas de América Latina y Asia se han convertido en centros neurálgicos de grupos de narcotraficantes que expanden su actividad para abarcar otras formas de delincuencia, como la trata de personas para obligarlas a delinquir y los delitos que afectan al medio ambiente, lo que está dañando los frágiles ecosistemas y repercutiendo negativamente en las comunidades locales. Estas actividades ilícitas también están contribuyendo a la degradación ambiental mediante la deforestación, el vertido de desechos tóxicos y la contaminación química.
Según el informe citado supra, en Canadá y Estados Unidos, el consumo nocivo de la droga se ha acelerado, como muestran los datos sobre hospitalizaciones y trastornos psiquiátricos. Hay un “renacimiento” de los psicodélicos. La investigación sobre el uso terapéutico de sustancias psicodélicas, y el uso en retiros espirituales, viajes y festivales están contribuyendo al floreciente interés comercial y al uso no supervisado, “cuasi terapéutico” y no médico de psicodélicos.
Reiteramos. ¿Qué es un Narco Estado o Narcoeconomía?, ¿Cuáles son las sus características?,¿Qué países son considerados Narco Estado?, ¿Es Costa Rica un Narco Estado o Narcoeconomía? Y, ¿algunas alternativas estratégicas para enfrentar las mafias y el Narco Estado o Narcoeconomía? Hoy se habla por gente no especialista de narcocracia costarricense. Ayer caferocracia, bananocracracia, piñacracia y … hoy cocarocracia. ¿Es Costa Rica un Narco Estado? ¿Se desarrolla en nuestro país la industrialización, distribución, comercialización internacional o financiamiento de las drogas por el Estado Nacional? ¿Esta involucrado el Poder Ejecutivo, Poder Judicial, Asamblea Legislativa, Régimen Municipal, Tribunal Supremo de Elecciones, Partidos Políticos, Sistema Financiero Nacional con el Narcoestado?
“El término narcoestado o narcoeconomía (con la partícula narco-: «droga»; y más específicamente:»asociado con el tráfico ilegal de drogas»), es un neologismo económico y político que se aplica a aquellos países cuyas instituciones políticas se encuentran influenciadas de manera importante por el poder y las riquezas del narcotráfico, cuyos dirigentes desempeñan simultáneamente cargos como funcionarios gubernamentales y miembros de las redes del tráfico de drogas narcóticas ilegales, amparados por sus potestades legales.”
Actualmente no existe ninguna institución u organismo que establezca criterios para definir qué es un narcoestado. Sin embargo, el término se usa en el discurso político y mediático con base en la situación de un país, y está en ocasiones influido por tendencias partidarias.
El uso del término comenzó a implantarse en los años 1980 con la aparición de poderosas organizaciones mafiosas en Colombia (los carteles de Medellín, Cali y del Norte del Valle), siendo particularmente notable el caso de Pablo Escobar, fundador del cartel de Medellín, quien había logrado convertirse en representante de Medellín ante el Congreso en 1982. También se estima que el Cartel de Cali logró influir en la campaña presidencial de Ernesto Samper.
Para el Dr. Paul Rexton Kan– que es nuestra fuente primaria de ésta reflexión-, los narcoestados se pueden dividir en cinco categorías según su nivel de dependencia en el comercio de narcóticos y la amenaza que el narcotráfico en dicho país representa para la estabilidad nacional e internacional. Estas cinco categorías son: Incipiente. En desarrollo. Serio. Crítico y Avanzado.
En su libro Tráfico de droga y Seguridad Internacional (2016), Kan ofreció ejemplos para cada categoría, colocando a Afganistán, Burma, Guinea-Bisáu y Corea del Norte en la categoría de «avanzado». También clasificó a los países según su papel en el narcotráfico en: fuente, de transporte e híbrido.
Pierre-Arnaud Chouvy dice en su artículo El mito del narco-estado que el uso reciente del término «narcoestado» ha sido cuestionado por ser aplicado de manera demasiado amplia y sin un criterio claro, en particular luego de la atención mediática hacia Guinea-Bisáu, catalogado como «el primer narcoestado del mundo» en 2008, y más bien el término debería referirse solo a aquellos países en los que el comercio de narcóticos está patrocinado por el estado y constituye la mayoría del PIB general de un país.
Algunos países señalados como narcoestados son:
En África: Guinea-Bisáu, Nigeria, Cabo Verde, Ghana.
El primer país considerado un narcoestado en el mundo fue Guinea-Bisáu en 2008, al cual la ONU llamó «el primer narco-estado de África» y la Casa Blanca catalogó como un refugio de narcotraficantes. Para el Departamento de Estado de los Estados Unidos, Guinea-Bisáu es un centro del transporte de droga en la región, con la complicidad de los más altos niveles políticos y militares.
Nigeria se ha convertido en la última década en un importante productor de metanfetaminas. Según advierten los expertos, no es fácil detener el aumento de la metanfetamina en Nigeria. Ya que, pese al riesgo de arresto e incluso ejecución para los traficantes en Asia, las ganancias son irresistibles en un país donde el salario mínimo es de solo 50 dólares al mes. La ubicación de Cabo Verde lo convierte en un importante punto de transbordo y almacenamiento de drogas traficadas desde América Latina a Europa. Según una evaluación de la Unidad de Información Financiera del país, Cabo Verde es particularmente vulnerable al lavado de dinero relacionado con el tráfico de drogas. El estudio mostró que los delincuentes utilizaban empresas, notarios, organizaciones no gubernamentales y empresas inmobiliarias para blanquear dinero.
Ghana. En lo que se refiere al tráfico de droga en Ghana, este país ocupa un sitio importante en el cultivo, la transformación y el tránsito del cannabis en África de Oeste. En este país, el cannabis se produce en una gran escala y proporciona un mercado interior evaluado a más de 2 millones de consumidores. Las redes ghanesas del tráfico del cannabis son muy activas, y estarían al origen de la propagación del cultivo del cannabis dentro de la subregión, particularmente, en Gambia, Senegal y Burkina-Faso. Los traficantes ghaneses se ocupan del suministro de las semillas, compran las cosechas y organizan el transporte. Que se trate de grupos armados o de traficantes que desafían las autoridades por violencia y corrupción, este tráfico queda lucrativo en tiempos de paz así como en tiempos de guerra.
En Sudamérica: Bolivia. Colombia. Perú. Venezuela. Es último desde 2019, se ha estado reportando múltiples cargamentos de drogas que proceden de Venezuela en múltiples islas del Caribe como lo son Curazao, Aruba y Trinidad y Tobago.
En Centroamérica: Guatemala. Honduras.
Analistas en seguridad, todos exfuncionario de agencias de seguridad estadounidenses, advirtieron que Guatemala está a las puertas de convertirse en un narcoestado debido a la infiltración de estructuras criminales en instituciones de seguridad y de partidos políticos, donde candidatos con señalamientos por nexos con el crimen organizado resultaron elegidos con financiación política al Cartel de Sinaloa y conspirar para asesinar rivales políticos. Honduras, tiene todas las características para convertirse en un narcoestado.
En Norteamérica: México. Debido al poder que ejerce el narcotráfico en México, en años recientes comentaristas y periodistas lo han llegado a calificar como un narcoestado. En el Caribe: Haití, en las Antillas. Desde el regreso al poder de Jean-Bertrand Aristide en 2000 que los carteles de la droga y las bandas armadas ocuparon cada vez más el espacio público, hasta el punto de que figuras notorias del tráfico de narcóticos se postularan a cargos parlamentarios para defender directamente sus intereses. Haití se convierte así en un narco-Estado. En Asia: Afganistán.Siria. Filipinas. Líbano. Sobre Afganistán, tras la caída del régimen de Talibán con la invasión de una coalición internacional liderada por Estados Unidos en octubre de 2001, el país se convirtió rápidamente en el principal productor de opio del mundo. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito advertía sobre la posibilidad crítica de Afganistán de convertirse en un «narcoestado», país que entonces proveía el 90 % de la heroína consumida en Europa. Hoy Afganistán es la fuente del 90 % de la heroína consumida a nivel mundial, con alrededor de 354 000 personas trabajando a tiempo completo en el negocio de la droga y ganancias que representan el 7 % del PIB de ese país. Siria, «uno de los más recientes narcoestados», señalándolo como el «epicentro global de la producción de la droga Captagon». El tráfico de drogas ilegales ha dominado el Líbano desde la década de 1960.104 En 2014, las autoridades libanesas incautaron 25,4 millones de tabletas de Captagon en el aeropuerto y el puerto de Beirut. Líbano se convirtió en un país de tránsito para el tráfico de drogas. El caso de Filipinas el archipiélago se está convirtiendo en un narcoestado. En Europa, Albania las organizaciones criminales del país «controlan territorios, producen inversiones sustanciales y activamente influencias la política albanesa». «Albania produce y exporta una significativa cantidad de marihuana, especialmente a Europa». Un país con «corrupción desenfrenada, instituciones jurídicas y gubernamentales débiles y control fronterizo laxo». Se califica como el «primer narcoestado de Europa». Países Bajos los cumple con muchas de las características de un narcoestado».
A MODO DE CONCLUSIÓN
Costa Rica cumple con algunas de las cinco categorías para ser un Narco Estado o Narcoeconomía. Hay comercio de narcóticos a lo interno – consumo- y en algunos procesos de exportación que salen desde la provincia de Limón y Puntarenas. En ese sentido, no estamos en categoría de incipiente, en desarrollo sino en categoría de Serio. Debemos intervenir para no pasar a Crítico y Avanzado.
Adicionalmente, siendo las “mafias” una macro criminalidad del reciclaje de dinero que opera sin controles en todo el planeta y hace difícil la reconstrucción de los flujos financieros de dinero sucio. Y dado que Costa Rica, está en la ruta de la droga y zona regional de logística además es vulnerable y tiene escasos recursos. Tomando en cuenta que somos una bodega y puente de las guerras de las drogas en ruta a México, Brasil, UE y EEUU sugerimos algunas formas para combatir la mafia: Primero, estrategia de seguridad nacional y regional. Estamos inmersos en un área geopolítica, geoeconómica y militar en donde la seguridad nacional tiene un gran peso y cuya agenda tiene temas prioritarios, p.ej. el terrorismo, los grupos armados, los paramilitares, el narcotráfico, el tráfico de personas, las posibilidades de migraciones masivas, el lavado de dinero, los secuestros, las bandas como Mara Salvatrucha, los Zetas y el Populismo Radical. Debemos establecer una política exterior activa en Centroamérica contra el narcotráfico en alianza con EEUU-México. Segundo, estrategia cantonal. Hay que nombrar 86 Comisionados Antidrogas – uno por cada Cantón-. Tercero, estrategia de premios e incentivos. Requerimos una política seria de incentivo de los arrepentimientos y colaboración con la justicia por parte de quien, por haber sido mafioso, puede revelar desde adentro esos secretos de la organización absolutamente necesarios de conocer. Hay que promulgar una legislación de “premio e incentivo” equilibrada e inclusive de impunidad total (100%) para el colaborador (res) que nos lleven a los peces gordos. Esta estrategia supera “el rastreo de llamadas”, “la prisión preventiva”, “la plataforma de información policial”, el “Centro Judicial de Intervención Policial”, “El secreto bancario” e incluye el perdón por el Poder Ejecutivo para los que colaboren. Cuarto, estrategia de autonomía al Poder Judicial. Elección de magistrados por elecciones nacionales supervisadas por el Tribunal Supremo de Elecciones independiente de las elecciones nacional. Quinto, estrategia de comunicación pública. Hay que revisar el Plan “LODI” (Logic Distribution), en donde la solución pasa por una forma de legalización que no ha de ser libre, precisamente, sino que viene supeditada a una “distribución organizada y controlada de la droga” para aquellas poblaciones altamente adictas en nuestra sociedad para abordarlas desde la salud pública.
Somos una bodega de almacenaje de drogas al igual que los demás países centroamericanos, hay infiltración de carteles mexicanos y colombianos aliados con nacionales, que están pagando con drogas sintéticas y crack y no solo con dinero por ayudar en el transporte; tenemos un mercado de consumidores nacionales y espiral de violencia por drogas, sabemos que la droga se transporta por vía marítima (78%), aérea y terrestre (22%). Solo el Cantón Central de San José cuenta con 5.600 mendigos drogadictos. Debemos actuar en cada distrito y cantón de lo contrario serán tomados por las mafias.
Costa Rica hacia un futuro democrático o al despeñadero de la violencia
Miguel Sobrado
Costa Rica ha vivido transformaciones importantes a lo largo de su historia. Estas no se han producido por decreto, sino por cambios radicales en su economía, sociedad y el contexto geopolítico. Veamos las constantes históricas y aprendamos de ellas.
La primera república se inicia en 1848 con la desintegración de la Federación Centroamericana y el auge de la economía mercantil, cimentada en el cultivo del café y una relación promisoria con la economía europea de la época.
Este nacimiento se da en el momento de la expansión armada norteamericana sobre México, al que arrebata la mitad de su territorio, y se proyecta con la doctrina Monroe como una amenaza para Centro América. Los primeros gobiernos costarricenses, ante este hecho hacen valer su posición geopolítica y le piden el protectorado a Inglaterra, la potencia dominante entonces, lo que da origen al Tratado Clayton-Bulwer por el cual tanto Inglaterra como los Estados Unidos se comprometen a no tomar colonias en la región. No obstante este tratado, los norteamericanos, bajo la figura de “filibusteros”, -una especie de ejército privado financiado especialmente por los esclavistas sureños-, invadieron la región con la intención de conquistar Centro América. De nuevo, Costa Rica hizo valer su importancia geopolítica, formando un ejército profesional, debidamente armado con los fusiles Minie los más avanzados de la época comprados a Inglaterra, estrenados en la guerra de Crimea en 1853, su aliado en esta aventura. Es importante recalcar esta política de alianzas, clave para retener la independencia y el desarrollo posterior del país, en una región de importancia estratégica para el comercio y el control político y militar de la región.
La segunda república se funda 1949, resultado de la confrontación y convergencia de nuevos grupos sociales organizados que no encontraban espacios en el mundo liberal y buscaban nuevos senderos con la luchas sindicales y antimperialistas. Don Manuel Mora, Monseñor Sanabria y Calderón Guardia impulsaron proyectos con amplias alianzas, como el Seguro Social y las Garantías Sociales. Estos transformaron, después de una breve guerra civil, el orden heredado que mantenía los privilegios en un grupo reducido. Un Estado social demócrata, recuperó las conquistas sociales previas y abolió el ejército, nacionalizó la banca, diversifico la producción, amplió y fortaleció la cobertura de la educación; acompañado con políticas proteccionistas y de estímulo al desarrollo de organizaciones locales y regionales y la formación de una clase media importante.
Este modelo, centrado en un desarrollo interno equilibrado, perdió su norte al adoptar las políticas aperturistas neoliberales a finales de la década de los 80s, que eliminaron las medidas de protección al sector tradicional agrario y concentraron la generación de riqueza en las zonas francas, con privilegios arancelarios y tributarios.
Es preciso aclarar que este proceso que generó posteriormente desigualdades y exclusiones crecientes, que ha transformado nuestro país, se adoptó en un contexto de crisis y guerra regional que amenazaba hacer arder toda la región incluyendo a Costa Rica.
Amenaza que fue superada en gran medida por una política exterior de alianzas, con los demócratas en los Estados Unidos de América y la socialdemocracia europea, que permitió hacer florecer el Plan de Paz regional. Este, si bien contuvo la violencia armada inmediata, no impidió el florecimiento del crimen organizado en la región, que se ha transformado en una nueva fuerza con influencia creciente en la economía y políticas regionales.
El establecimiento de relaciones diplomáticas con China abrió nuevas perspectivas para la creación de una zona económica especial tipo chino que abarcaría Limón, San Carlos y Puntarenas, y que debería haber empezado en el 2015. Este proyecto, congelado por los gobiernos del PAC dadas presiones del secretario de Estado norteamericano Bolton, hubiera no solo respondido a las necesidades sociales de los puertos y establecido una barrera frente a los avances del narco en estas regiones, sino que destacaría la importancia geo comercial del país.
¿Cuál es la situación actual del país de cara a la formación de una tercera república?
En las puertas del infierno, pero con la mira en un cielo tico.
El sector de vanguardia económicamente se encuentra en las zonas francas, cuyos dueños disfrutan de exenciones fiscales y en su mayoría residen fuera del país y no comparten los problemas crecientes de infraestructura e inseguridad.
El sector tradicional especialmente el agropecuario está cargado de impuestos y disminuido en cuanto a ingresos, aunque genera empleo de forma directa e indirecta. Es un sector poseedor de experiencia organizativa e innovación importante, pero carece de una propuesta transformadora el país.
Por otra parte, el narcotráfico crece exponencialmente en importancia económica e influencia política, configurando una red de sicarios, reclutados entre los excluidos, que toma cada vez más el control de territorios y se posiciona como bodega de acumulación de la droga que se exporta a EEUU y Europa.
Dentro de este panorama el futuro del país pertenece a los narcos o ¿es posible una alternativa que retome por una parte la importancia de la posición geopolítica del país, colocando el lema de “Costa Rica y Centro América primero” sin conflictos innecesarios… ¿cómo lo hicimos en el pasado y no sometiéndonos a los intereses de una sola potencia?
Esto implica apostar, además de a la geopolítica, por recuperar las experiencias de descentralización y regionalización alcanzadas en las regiones cafetaleras por el movimiento cooperativo y los micro beneficios profundizando la descentralización, al mismo tiempo que integrando al quehacer regional y fortaleciendo el control de áreas estratégicas como la salud, la seguridad, el ambiente y la educación y la capacitación de las grandes mayorías.
Competencia con el Estado: Los cárteles de narcotráfico han adquirido un poder económico que les permite competir directamente con el Estado. Esto ha llevado a una erosión de la autoridad estatal, ya que los narcotraficantes pueden ofrecer recursos y servicios que el gobierno no puede proporcionar, creando así una alternativa al clientelismo tradicional.
Desplazamiento de Oligarquías: La industria del narcotráfico ha desafiado el poder de las oligarquías tradicionales, que históricamente han controlado las estructuras políticas y económicas. Al introducir una nueva dinámica de poder basada en la riqueza generada por el narcotráfico, se han abierto espacios para que actores previamente excluidos participen en la economía y la política34.
Fragmentación del Control: La estructura descentralizada y fragmentada del narcotráfico, donde múltiples grupos compiten por el control territorial y las rutas de tráfico, ha debilitado aún más la capacidad del Estado para mantener el orden. Esto ha llevado a un aumento de la violencia y a una lucha constante por el dominio entre diferentes organizaciones criminales12.
Consecuencias Sociales y Económicas
Inseguridad Ciudadana: La expansión del narcotráfico ha contribuido a un aumento significativo en la inseguridad y la violencia en muchas comunidades, lo que afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos y su confianza en las instituciones13.
Corrupción Institucional: La infiltración del narcotráfico en las instituciones gubernamentales ha generado casos de corrupción que socavan la efectividad de las políticas públicas. Esto crea un ciclo vicioso donde los gobiernos son incapaces de actuar eficazmente contra el crimen organizado debido a su propia corrupción interna4.
Nuevas Formas de Organización Social
El narcotráfico no solo altera las dinámicas de poder tradicionales, sino que también ha llevado a nuevas formas de organización social. Las comunidades afectadas por la violencia y la exclusión están comenzando a buscar alternativas al clientelismo, promoviendo una ciudadanía más activa y autónoma que desafía tanto al narcotráfico como al Estado en su forma actual34.
En resumen, la aparición del narcotráfico en América Latina ha transformado radicalmente las relaciones de poder, desafiando tanto al Estado como a las estructuras sociales tradicionales, lo que plantea serios retos para la construcción de democracias efectivas en la región, a menos que se prepare una reforma progresiva del Estado que habilite con organización autónoma y educación actualizada a los sectores excluidos.
SURCOS presenta una síntesis del libro América Latina: crisis del estado clientelista y la construcción de repúblicas ciudadanas enviado por Miguel Sobrado, uno de los autores:
De acuerdo con el premonitorio libro «América Latina: crisis del estado clientelista y la construcción de repúblicas ciudadanas» de Miguel Sobrado y Juan José Rojas, (2003 Mx y 2006 CR) no abordar los problemas estructurales asociados al clientelismo y no avanzar hacia la construcción de repúblicas ciudadanas conlleva varios riesgos graves para el desarrollo político, social y económico de América Latina.
Algunos de los principales riesgos señalados en el texto son los siguientes:
Persistencia de la corrupción sistémica
El clientelismo fomenta un sistema en el que las decisiones políticas y la asignación de recursos están motivadas por intereses personales o partidistas, en lugar del bien común. Si no se desmantelan estas prácticas, la corrupción se vuelve estructural, perpetuándose en todos los niveles de gobierno.
Esto genera desconfianza hacia las instituciones, debilitando la legitimidad de los gobiernos y alejando a los ciudadanos de los procesos democráticos.
Crisis de gobernabilidad
La incapacidad para responder de manera efectiva a las demandas ciudadanas y combatir la desigualdad genera un clima de inestabilidad política y social. Esto puede derivar en protestas masivas, disturbios sociales y una mayor polarización política.
Los autores advierten que esta crisis de gobernabilidad puede llevar a ciclos de autoritarismo, donde sectores políticos buscan imponer orden mediante la represión y la limitación de derechos democráticos.
Consolidación de las desigualdades estructurales
El clientelismo tiende a beneficiar a pequeños grupos de poder, dejando de lado a los sectores más vulnerables de la población. Si no se hacen cambios, las brechas económicas, sociales y de acceso a oportunidades continuarán ampliándose.
Esta exclusión social crónica fomenta resentimientos y divisiones dentro de la sociedad, dificultando la cohesión social necesaria para el progreso.
Debilitamiento de la democracia
Los sistemas clientelistas socavan los principios democráticos al priorizar las lealtades personales sobre el voto informado y la participación ciudadana. Esto genera una cultura política basada en el oportunismo y la falta de accountability.
La permanencia de estas prácticas pone en riesgo la calidad de la democracia, abriendo paso a regímenes populistas o autoritarios que se aprovechan del descontento social.
Estancamiento económico
La corrupción y el clientelismo afectan negativamente el desarrollo económico, ya que distorsionan la asignación de recursos públicos y desincentivan la inversión extranjera y nacional. Además, generan ineficiencia en la gestión pública y la provisión de servicios esenciales.
En un entorno marcado por la corrupción y el favoritismo, las oportunidades de desarrollo y crecimiento económico quedan restringidas a unos pocos, perpetuando la pobreza y el subdesarrollo.
Aumento de la violencia y el crimen organizado
Los autores señalan que, en ausencia de instituciones fuertes y transparentes, el crimen organizado y la violencia pueden florecer, aprovechándose del debilitamiento del estado de derecho. Esto pone en peligro la seguridad de los ciudadanos y socava aún más la confianza en las instituciones públicas.
Pérdida de la cohesión social
En una sociedad marcada por el clientelismo, las relaciones sociales tienden a basarse en la dependencia y los favores, en lugar de la igualdad y el respeto mutuo. Esto genera divisiones sociales, fragmentación comunitaria y una menor capacidad para organizarse colectivamente.
Sin cambios, los lazos comunitarios se debilitan y los ciudadanos se sienten impotentes frente al sistema, lo que perpetúa la apatía política.
Riesgo de colapso institucional
Si no se abordan las raíces del clientelismo y la corrupción, las instituciones públicas pueden entrar en un proceso de degradación progresiva, volviéndose incapaces de cumplir con sus funciones básicas.
Esto podría desembocar en el colapso de la confianza pública y en una crisis institucional de gran magnitud, que amenace la estabilidad del sistema político en su conjunto.
Conclusión:
El libro advierte que, de no implementarse los cambios necesarios, América Latina corre el riesgo de quedar atrapada en un ciclo de subdesarrollo político, económico y social. Esto no solo limita las posibilidades de progreso, sino que también perpetúa la desigualdad, la corrupción y la violencia endógena, dificultando la construcción de sociedades más justas y democráticas. Para los autores, la superación del clientelismo es clave para garantizar la sostenibilidad de las democracias en la región.
Rechazamos la reciente decisión legislativa de permitir la entrada y operación de tropas estadounidenses en aguas y puertos del territorio nacional durante el 2025, usando como excusa la colaboración en la lucha contra el narcotráfico.
Esto lo consideramos un acto violatorio de la soberanía nacional, enmarcado en la agenda imperialista, que busca reforzar su hegemonía en el continente americano.
La lucha contra el narcotráfico pasa por la inversión social, el mejoramiento de la educación, la cultura y el deporte, así como la creación de puestos de trabajo. Otras medidas para derrotar al narco pueden ser el levantamiento del secreto bancario y una mejor política de confiscaciones al crimen organizado, afectando a los peces gordos de la droga, muchos de los cuales están incrustados en las altas cúpulas políticas y empresariales.
Nuestro prócer, Juan Rafael Mora Porras, se encargó de expulsar a las tropas gringas que pretendieron dominar a Costa Rica. Contrario a eso, tanto Rodrigo Chaves, como la Asamblea Legislativa, les abren las puertas de par en par y les entregan la soberanía.
Es vergonzoso que diputados, supuestamente de izquierda, voten por la entrada de tropas gringas al país, ignorando cuánto daño ha realizado el ejército de los EEUU a nuestros pueblos latinoamericanos y del sur global. Esperamos, y ojalá así sea, que esto no sea el pago de la dirección del Frente Amplio al favor que hiciera un funcionario de la embajada yanqui asistiendo a un acto público en Cartago con presencia del actual diputado, Antonio Ortega en plena campaña electoral. Dicha visita fue un acto político con una alta carga simbólica de alineamiento a las políticas gringas.
Para mantener la memoria histórica viva; jamás los diputados del Partido Vanguardia Popular, Pueblo Unido u otras expresiones de izquierda, hubiesen votado semejante cosa. La coherencia política e ideológica, nos obliga a recordar, la entereza moral de diputados como Arnoldo Ferreto, Manuel Mora, Humberto Vargas Carbonell, Freddy Menéndez, Mario Devandas, Sergio Erick Ardón, Álvaro Montero Mejía, Rodrigo Ureña, Eduardo Mora y José Merino, quienes siempre fueron consecuentes con la patria y la soberanía nacional.
Hacemos la salvedad de que la única diputada de la República en oponerse a la entrada de las tropas gringas fue Rocío Alfaro, quien ha mostrado ser consecuente con su militancia de izquierda.
En la política no hay lugar para la ingenuidad, cada diputado debe hacerse responsable por lo que vota, la Patria y la historia se los demandará.
En el programa 5 Minutos o Menos se aborda en pocos minutos temas relevantes de la actualidad nacional, la cultura, el deporte y otros aspectos de la vida cotidiana. Conducido por Martín Rodríguez Espinoza, este espacio tiene un enfoque crítico sobre temas polémicos que afectan al país.
En este episodio titulado Narco Estado y la guerra entre corruptos, con la embajada de EE.UU. como invitada, el presentador analiza los vínculos históricos y actuales entre el narcotráfico y la política en Costa Rica, así como la influencia de EE.UU. en estos asuntos. Se discute la postura del actual presidente Rodrigo Chaves y su relación con actores nacionales e internacionales, y se exploran las repercusiones de estas conexiones en la política y la soberanía del país. Además, se menciona el papel controversial de figuras y agencias norteamericanas en la historia del narcotráfico en Centroamérica, respaldado por investigaciones académicas y casos de corrupción bancarios recientes en EE.UU.
Este episodio busca generar reflexión sobre las complejidades del narcotráfico y la lucha de poder dentro y fuera del país. Para ver este episodio completo y seguir cada análisis de Martín Rodríguez Espinoza, visite el enlace al programa en YouTube: