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Etiqueta: ola pandémica

UCR: Costa Rica enfrenta una nueva ola pandémica que recrudecerá en las próximas dos semanas

Centro de Investigación advierte que es muy difícil, pero no imposible, un retorno a cierta normalidad en los próximos dos meses

Tasa R alcanzó el valor de 1,13 y la pendamiaestá nuevamente en expansión en Costa Rica.

El Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica anunció que la tasa de reproducción de la pandemia en Costa Rica llegó a R=1,13 con datos actualizados al viernes 13 de agosto, lo que anuncia para el país una nueva ola pandémica que ha sido motivada por la llegada al territorio nacional de la variante Delta.

La tasa de reproducción de Covid-19 en Costa Rica lleva subiendo ya tres semanas consecutivas y alcanzó el valor de R = 1,13. El aumento de esta tasa y sobre todo sus valores mayores indican que el país está en una nueva ola pandémica. La magnitud de esta nueva ola dependerá del tiempo que la tasa permanezca por encima del umbral de R = 1. Para leer la tasa de reproducción se entiende que un valor mayor a uno significa que la pandemia está en expansión y un valor menor a uno que la pandemia se contrae.

Según las proyecciones del CCP-UCR el curso más probable de la pandemia es que continúe aumentando el número de diagnósticos en las próximas dos o tres semanas hasta llegar a un pico de 2.200 casos diarios a principios de setiembre y retornar a un nivel de 1.400 casos diarios el 13 de octubre. En este escenario se llegaría a un pico máximo de 1.000 personas hospitalizadas, 400 en UCI, dentro de dos semanas aproximadamente. Nuevas circunstancias de la pandemia hacen muy difícil (pero no imposible) un retorno de cierta normalidad en los próximos dos meses.

SIGA LOS REPORTES DEL CCP-UCR en: https://ccp.ucr.ac.cr/

Zona norte y regiones turísticas tienen mayor incidencia de Covid-19

El estudio del CCP-UCR revela que la problación de la zona Norte, así como la que tiene a cargo la atención turística en el país son las que en la actualidad presentan la mayor incidencia del virus. La región Norte, presenta 113% más contagios de los esperados dado el tamaño de su población y sus características socio-demográficas y económicas. La incidencia de Covid-19 en estas comunidades viene aumentando desde mediados de junio.

Por su parte los 20 distritos que son los principales destinos turísticos tiene un 82% más casos de los esperados. Por ejemplo, en el distrito Cóban que alberga a las zonas turísticas de Malpaís y Montesuma, se reportaron en la última semana 224 casos por cada 10.000 adultos, seis veces más casos que tres semanas atrás y nueve veces más que el promedio nacional.

Por último las 53 comunidades en donde se concentran de preferencia los inmigrantes, la incidencia de covid-19 es 35% más alta que lo esperada. Esta concentración del aumento en la tasa de contagios sugiere que su origen es la introducción desde el exterior y rápida diseminación de la variante Delta.

Incidencia del Covid-19 en grupos por distritos.

Vacunación factor clave

La acción positiva y favorable para la baja de la tasa R es la vacunación, más específicamente, la rapidez con que ésta se efectúa la vacunación.

La vacunación es un factor clave que puede más que neutralizar las dos fuerzas negativas. El arribo al país de grandes lotes de vacunas durante el último mes, incluyendo uno de 500.000 dosis donadas por los EEUU, han permitido mantener un ritmo acelerado de vacunación de personas adultas jóvenes, por encima de 200.000 dosis semanales o el 4% de la población.

 El país ya alcanzó el 55% de población inmunizada con al menos una dosis y a principio de setiembre superará el 70%, umbral que en otros países produjo una cuasi-inmunidad colectiva antes de la llegada de la variante Delta.

A fines de 2021 el país puede tener, por otra parte, el 70% de la población vacunada con dos dosis y un 15% adicional con una sola dosis, así como unos puntos porcentuales más de personas que adquirieron inmunidad tras infectarse, para un total de cerca del 90% de la población inmunizada de una u otra forma.

Antes de la llegada de la variante Delta podía estimarse en 75% la población inmunizada como el umbral para una completa inmunidad colectiva. Uno de los insumos en esa estimación era que Covid-19 en su estado natural tenía una tasa básica R0=3. La llegada de la variante Delta, sin embargo, ha cambiado las reglas del juego pues varios estudios sugieren que puede ser el doble de contagiosa, es decir que la pandemia ahora tendría una tasa básica del orden de R0=6. Con esta nueva tasa R0 se requeriría un umbral de personas inmunizadas de 93% a 98% dependiendo si la efectividad media de la inmunización es 90% u 85%.

De ser cierta la alta contagiosidad arriba indicada de la variante Delta, es improbable que el país alcance completa inmunidad colectiva en el presente año dados los altos porcentajes (93 a 98) de inmunización que se requerirían. Aunque sí es posible que antes de fin de año se llegue a situaciones más o menos controladas de circulación del virus que permitan cierto grado de normalidad.

 

Gabriela Mayorga López
Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR.

*Imagen de portada ilustrativa tomada de la página UCR.

La ola pandémica actual: ¿se pudo evitar?

[…] el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza a volver a pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de algunos.
Papa Francisco, Fratelli Tutti.

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

El Dr. Tomás del Camino, biólogo matemático, ha documentado con datos estadísticos que la ola pandémica que hoy estamos padeciendo sí tuvo que ver, entre otros factores, con la apertura de las clases presenciales en escuelas y colegios, al intensificarse la movilidad de las personas. Y en una reciente entrevista ha señalado que “a finales de marzo el gobierno debió alertar y tomar medidas” ¿Por qué no lo hizo? Ensayemos algunas respuestas.

En primer lugar, para un gobierno de unidad neoliberal (PAC-PLN-PUSC-PRN-PNR) los grandes intereses económicos prevalecen sobre una economía y sociedad solidarias al servicio de una vida digna y saludable. Bien se hubiese dispuesto de reservas del sistema bancario estatal y aplicar un impuesto temporal a los grandes capitales, empresas y salarios, para subsidiar el pago de servicios de luz y electricidad de pequeñas y medianas empresas, y asistir a desempleados y subempleados con estos servicios y alimentación básica.

En segundo lugar, la Asamblea Legislativa, atendiendo instrucciones del Ejecutivo, como ha sido su costumbre en este período gubernamental, con mínimas excepciones, no tuvo la sensatez de llamar a cuentas al gobierno para acelerar procesos de vacunación, como lo hizo Chile contratando con varias casas farmacéuticas desde inicios de la pandemia. Los diputados se han entregado en cuerpo y alma, arriesgándose al contagio, como ha sucedido con varios de ellos, a la aprobación de la nueva Ley de Empleo Público; otro proyecto neoliberal impulsado por mandato del Fondo Monetario Internacional (FMI) ¡Qué fácilmente entregamos nuestra soberanía por unos dólares más! ¡Vaya manera de celebrar el Bicentenario!

En tercer lugar, atendiendo a solo una visión e interpretación particular de datos, las autoridades del gobierno mantuvieron el argumento de que la proliferación de contagios no estaba asociada con la apertura de las clases, por los pocos casos que se presentaban en escuelas y colegios. Subestimaron el impacto de la movilidad y las interacciones que generó la medida. Lo mismo sucedió con la flexibilización de las medidas restrictivas de movilidad en Semana Santa. Un factor que también contribuyó en Chile para que tuviese que sufrir una ola más, con elevada cantidad de contagios y saturación hospitalaria, a pesar de ser el país con el más alto porcentaje de vacunación en América Latina.

Y, en cuarto lugar, relacionado con el aspecto anterior, faltó una iniciativa gubernamental para, desde el inicio de la pandemia, constituir un equipo interdisciplinario del más alto nivel científico que contribuyera a evaluar sus impactos, concertar medidas adecuadas para prevenir los contagios y la saturación hospitalaria, etc.

Si algo nos ha enseñado esta pandemia es a valorar el aporte de la ciencia, desde un enfoque interdisciplinario, tanto para tomar el pulso del comportamiento de la pandemia, como para prevenir los impactos biosociales, producir medicamentos y equipos para atender a los pacientes y vacunas para inmunizar a las poblaciones. La ciencia es una buena compañera de la política, aunque resulte incómoda para algunos políticos.

La ceguera neoliberal nos está conduciendo al despeñadero económico y social, al subestimar también los aportes de la ciencia y la cultura, cuando estas no se ajustan a sus mandatos.

 

Imagen: MEP