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Etiqueta: oportunidades

América Latina en la Encrucijada | Producción de Prisma Latinoamérica

En este video que compartimos, Miguel Sobrado aborda los desafíos que enfrenta América Latina en el contexto actual. Discute la riqueza de la región, y la contrasta con la falta de oportunidades que obliga a muchas personas a emigrar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones. De la misma forma, analiza los cambios necesarios tanto a nivel mundial como dentro de los países latinoamericanos para fomentar la inclusión y garantizar educación y oportunidades para todas las personas.

Se hace hincapié en la  importancia de la colaboración y el trabajo conjunto para construir un futuro más próspero y equitativo en la región.

Desafíos y oportunidades que conforman América Latina para cumplir con los ODS conectados con la política y la gestión del agua

Este 25 de marzo se le invita a participar en la reunión “Desafíos y oportunidades que conforman América Latina para cumplir con los ODS conectados con la política y la gestión del agua”. Este evento forma parte de las actividades conjuntas que realizan la red Waterlat-Gobacit, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) y la Confederación de los Trabajadores y las Trabajadoras de Agua, Saneamiento y Ambiente de las Américas (Contaguas).

La reunión se realizará en el siguiente horario

  • Centroamérica 14 hrs
  • México, Panamá, Colombia, Perú: 15 hrs
  • República Dominicana y Bolivia: 16 hrs
  • Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay: 17 hrs

Por medio de Facebook ISP- Interamericas o en los canales de YouTube de la red Waterlat y ISP.

Si desea participar en la reunión por favor inscribirse en el siguiente enlace:

https://world-psi.zoom.us/meeting/register/tZcvceihpjkqGtHt633vcuegC1dQGx341ovA

No es con violencia con que se debe afrontar la crisis de migración de nuestros países

Pronunciamiento público de iglesias y organizaciones basadas en la fe

No oprimirás al extranjero, porque ustedes conocen los sentimientos del extranjero, ya que ustedes también fueron extranjeros en la tierra de Egipto.»
Éxodo 23:9

Urgen respuestas humanitarias en Centroamérica y Estados Unidos…

Guatemala, 21 de enero de 2021. Con dolor e indignación, las distintas iglesias y organizaciones basadas en la fe de distintas espiritualidades, hemos visto la forma atroz con que la fuerza pública guatemalteca ha reprimido a miles de migrantes, mayoritariamente de origen hondureño, devolviéndolos a golpes a la dramática realidad de la que huyen, en medio de una crisis de salud que nos afecta a Guatemala y el mundo. Ante el llanto, la impotencia y la frustración de tantas y tantos que cada vez se quedan con menos opciones de vida en sus países de origen, expresamos:

1)  Nuestra solidaridad con quienes, forzados por la necesidad y la desesperación frente a la falta de oportunidades, la pobreza y la violencia, se ven obligados a migrar, incluso llevándose lo más preciado o quizá lo único que tienen, sus hijos e hijas, para recorrer a pie, miles de kilómetros, buscando llegar a Estados Unidos de Norte América.

2) Expresarnos nuestro rechazo y nuestra oposición al abuso de la fuerza pública en los países de tránsito que, con el argumento de resguardar su soberanía, violan flagrantemente los derechos humanos de miles de hombres, mujeres, niñas y niños, obviando todos los mecanismos, protocolos, leyes y convenios nacionales e internacionales en cuanto a protección de derechos. Duele que el gobierno guatemalteco sea parte de esa respuesta militarizada que golpea y violenta a migrantes.

3) Nos sumamos a las voces que demandan a los gobiernos de México y Centroamérica asumir su   responsabilidad para la emisión de políticas públicas que combatan las causas que originan la migración, exacerbadas por la desigualdad social, la corrupción y la impunidad.

4) En el marco del cambio de gobierno en los Estados Unidos de Norte América, hacemos un llamado al binomio Presidencial Biden-Harris, así como a la Cámara de Representantes y al Senado de dicho país, para Impulsar políticas migratorias más humanas que rompan con el sello xenofóbico que marcó su antecesor, así como el fortalecimiento del acompañamiento a los países centroamericanos en su esfuerzo por combatir la corrupción y la impunidad, que la alianza criminal ha avanzado, devastando los recursos públicos a través de negocios ilícitos entre la clase política corrupta y sectores empresariales, militares, incluso vinculados al narcotráfico.

5) Nuestro reconocimiento a la loable labor de la Pastoral de Movilidad Humana, de las Casas del Migrante, de los albergues y de todas las iglesias, instituciones y personas que han extendido su mano solidaria, socorriendo a quienes se han visto forzados a salir de su país. En esta línea expresarnos nuestra preocupación y rechazo a los actos de hostigamiento a la Ca. del Migrante «Sin Fronteras» ubicada en Tecún Umán, Guatemala, por parte de la Policía Nacional Civil y el ejército guatemalteco ocurrida el 19 de enero recién pasado.

6) Nuestro llamado y respaldo a la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala para el acompañamiento a las personas en situación de migración, así como a las entidades que les socorren, verificando y velando por el respeto de sus derechos, así corno accionando en contra de los vejámenes que han sido cometidos.

7) Nuestro reiterado llamado al pueblo de Guatemala y de los países de tránsito, para no caer en la trampa y culpar a las y los migrantes de las situaciones de robo, delincuencia, desempleo, y ahora del repunte de contagios de covid-19, pues estas problemáticas se derivan de la cuestionable capacidad gubernamental e institucional para atender y buscar soluciones prontas y eficientes. Nuestros hermanos y hermanas migrantes no necesitan golpes y estigmatización, necesitan nuestra empatía y solidaridad.

Amerindia Guatemala
Asociación Civil Verdad y Vida
Comisión Arquidiocesana de Comunidades Eclesiales de Base de Guatemala,
CEB’s-GUATEMALA
Comunidad Cristiana Menonita Shalom
Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala
Conferencia de Religiosas y Religiosos de Guatemala, CONFREGUA
Coordinadora de Institutos Seculares de Guatemala
Iglesia Luterana ILUGUA
Iglesia Episcopal de Guatemala, obispo Silvestre Romero
Institución Teresiana
JPIC Familia Franciscana
Núcleo de Mujeres y Teología
Movimiento Monseñor Gerardi
Red Continental Cristiana por la Paz (RECONPAZ)
Servicios Ecuménicos de Formación en C.A. (SEFCA)
Solidaridad y Misión de los Misioneros Claretianos de América (SOMI MIGA)
Sector Interreligioso Centinelas por la Dignificación del Estado

Hagamos del exilio forzado una oportunidad para la juventud universitaria nicaragüense

SURCOS comparte la siguiente iniciativa:

Fondo de becas Solidarias de la Iniciativa Universitaria por Nicaragua

Desde abril de 2018 cerca de 105 mil nicaragüenses, principalmente jóvenes, tuvieron que huir hacia Costa Rica en busca de asilo y protección.

Aproximadamente 10 mil jóvenes, que cursaban alguna carrera universitaria, vieron truncados sus sueños como resultado de la represión gubernamental. Esta población convive con nosotros buscando oportunidades para continuar con su formación y desarrollo.

La Iniciativa Universitaria por Nicaragua, que desde el 2018 ha participado en la reflexión y solidaridad en torno a las personas exiliadas y lo que sucede en Nicaragua, se propone crear un Fondo de becas dirigido a jóvenes estudiantes en el exilio.

Este Fondo de becas buscará dar apoyo de su manutención y para la participación en actividades de formación e investigación, durante el año 2021. De su colaboración solidaria depende la solidez y cobertura de ese fondo.

Mediante una donación extraordinaria, o un apoyo regular, usted puede patrocinar este fondo y contribuir a que el exilio forzado represente también una oportunidad.

Puede contribuir aquí (redirecciona a Google Forms)

 

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

UCR crea carrera con alta demanda laboral para jóvenes de zonas costeras

  • Estudios prevén dinamismo económico en Puntarenas y cantones aledaños

 

Patricia Blanco Picado,

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR crea carrera con alta demanda laboral para jovenes de zonas costeras
De acuerdo con estudios realizados por la UCR, el Puerto de Caldera contribuye a incrementar la dinámica económica del Pacífico Central, con lo cual crecerá la demanda de mano de obra calificada (foto archivo ODI).

Estudiar Ingeniería Electromecánica es posible ahora en la ciudad de Puntarenas. La Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR) abrió esta nueva carrera con miras a llenar las necesidades de demanda de empleo calificado en las distintas ramas de la economía de esa región.

La carrera creada este año brinda una oportunidad a jóvenes de zonas costeras de prepararse en un área muy especializada, con alta demanda laboral en el país, y en una parte del territorio nacional donde el 59 % de los ocupados no concluyó la secundaria, según estudios realizados por la misma UCR.

Frente a esta realidad social, la ampliación del puerto de Caldera y la construcción de otras obras de infraestrura pública y privada han venido a cambiar y a incrementar la dinámica económica del Pacífico Central, lo cual a su vez tiene repercusiones en el crecimiento de la economía local y de encadenamientos productivos.

«Los crecientes niveles de actividad económica que se proyectan en la región promoverán la creación de parques industriales y, consecuentemente, de distritos industriales con economías de aglomeración especializadas. El desarrollo del sector industrial en la región también demandará mejoras en la infraestructura y en la dotación de servicios básicos, como también de una mano de obra más calificada», indican los investigadores Rafael Arias y Yeimy Villalta en un estudio del 2010 sobre las perspectivas de desarrollo en el Gran Puntarenas (cantones de Puntarenas, Esparza y Montes de Oro), efectuado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) y la Sede del Pacífico.

Ante estas nuevas condiciones económicas y sociales, el sector productivo requiere profesionales en distintas disciplinas, que como la Ingeniería Electromecánica, contribuyan con su conocimiento a esa dinamización económica del Pacífico Central, donde las empresas revelan la dificultad que tienen para conseguir personal con formación empresarial, técnica y profesional.

En este contexto, la especialidad en Ingeniería Electromecánica establecida por la UCR en la Sede del Pacífico es una carrera novedosa, interdisciplinaria e innovadora, aseguró su director, Miguel Alvarado Arias, que pretende formar profesionales que aporten al desarrollo regional y local.

«La nueva opción tiene que ver con los retos y compromisos de la UCR en la región, donde hay un aumento de la población estudiantil y una respuesta alternativa de parte de la institución a las necesidades profesionales», señaló.

UCR crea carrera con alta demanda laboral para jovenes de zonas costeras2
La nueva carrera creada por la UCR es una fusión de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Mecánica con el fin de formar profesionales con capacidad para el diseño e instalación de sistemas que combinen componentes eléctricos y mecánicos (foto ilustrativa archivo ODI).

La carrera es una fusión de dos ingenierías: eléctrica y mecánica con el fin de formar profesionales con capacidad para el diseño e instalación de sistemas que combinen componentes eléctricos y mecánicos, como los sistemas de distribución de energía eléctrica y de redes informáticas y de telefonía.

La coordinadora de la carrera, Paola Montero Sánchez, recalcó que esta nueva ingeniería no viene a sustituir ni a los ingenieros eléctricos ni a los mecánicos, sino que forma profesionales en un ámbito mucho más especializado que toma conocimientos de ambas áreas.

Tradicionalmente, las labores de la Ingeniería Electromecánica han sido suplidas por profesionales en Ingeniería Mecánica o Eléctrica, pero en la actualidad no hay suficientes en el país para cubrir la demanda y tampoco este campo es de su interés primario.

Así lo comentó el profesor de la Escuela de Ingeniería Mecánica de la UCR, Juan Gabriel Monge Gapper. «Conforme una primera promoción de estos profesionales adquieran experiencia, el impacto será en cuanto a cómo mejorarán la maquinaria existente de manera integral, dada su preparación en ambas ingenierías. También se volverán diseñadores de sistemas de distribución de energía eléctrica y en la integración de los sistemas de generación complementaria», aseveró.

Del lado de la Ingeniería Eléctrica, el profesor Gustavo Valverde Mora, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la UCR, destacó que los futuros egresados de la carrera de Ingeniería Electromecánica podrán desempeñarse en áreas directamente relacionadas con la industria y «esto es sumamente importante para impulsar el desarrollo económico y social en las zonas costeras del país».

UCR crea carrera con alta demanda laboral para jovenes de zonas costeras3
La Sede del Pacífico atiende a una población estudiantil de 1128 estudiantes, de los cuales 37 ingresaron a Ingeniería Electromecánica (foto Laura Rodríguez).

Aporte al desarrollo productivo

Según explicó el director de la Sede del Pacífico, la preparación de profesionales en Ingeniería Electromecánica pretende contribuir con los proyectos de la Zona Económica Especial (ZEE) de Puntarenas -un conglomerado de empresas que se quiere instalar en esa región-, así como con el desarrollo portuario y, a más largo plazo, con la creación del aeropuerto en Orotina.

En un estudio del 2016 del IICE, se identificaron cuatro territorios con potencial para el establecimiento de las ZEE; uno de ellos es Puntarenas y los cantones aledaños al estar ubicados cerca del puerto de Caldera, que actúa como «catalizador y articulador de la actividad productiva del territorio».

Además, las actividades económicas con mayores posibilidades de desarrollo son logística y almacenamiento, construcción e inmobiliaria, agropecuaria, manufacturera y comercio y turismo, señalan los investigadores Rafael Arias R., Leonardo Sánchez H. y Luis Vargas M.

Los crecientes niveles de actividad económica que se proyectan en la región promoverán la creación de parques industriales y de distritos industriales con economías de aglomeración especializadas. El desarrollo del sector industrial en la región también demandará mejoras en la infraestructura, en la dotación de servicios básicos y de una mano de obra más calificada.

En el 2014, la UCR adquirió en Esparza un terreno para la ampliación de las necesidades de educación superior en el Pacífico Central. Allí se están empezando a construir las obras de infraestructura del espacio académico complentario de la Sede del Pacífico.

Esta Sede atiende a una población estudiantil de 1128 estudiantes, de los cuales este año ingresaron a la carrera de Ingeniería Electromecánica 37, de ellos nueve mujeres, procedentes de distintos lugares del país. La UCR les ofrece becas socioeconómicas, que incluyen residencia, transporte y alimentación, entre otros servicios.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UNA: Río Cuarto, un cantón surgido de la periferia rural

Programa Martes Económicos

Diego Zárate Montero*

 

La ley recientemente aprobada que declaró a Río Cuarto (hasta hace unos días distrito de Grecia), como Cantón de la provincia de Alajuela, entraña una discusión sobre la planificación del desarrollo en Costa Rica a escala regional, local y territorial, que no debería ser pasada por alto por los tomadores de decisiones en nuestro país.

En Costa Rica desde los años setenta del pasado siglo, se definieron seis regiones socioeconómicas para la planificación del desarrollo: una central (que va desde San Ramón hasta Turrialba atravesando el área metropolitana) y cinco periféricas (Chorotega, Pacífico Central, Brunca, Huetar Norte y Huetar Caribe), en las que están incluidas las provincias de Guanacaste, Puntarenas y Limón, y algunos cantones de las otras provincias en el norte y sur del país (como Río Cuarto, Sarapiquí y San Carlos en la región Huetar Norte, o Pérez Zeledón en la región Brunca).

Desigualdades inter-regionales

Las cinco regiones periféricas concentran el 83,2% del territorio terrestre nacional, pero solo albergan al 37,8% de la población. Mientras que la región Central concentra el 62,3% de la población y solo el 16,8% del territorio.

La dispersión poblacional en las regiones periféricas podría estar relacionada con la presencia de la mayoría de nuestros recursos naturales en dichos territorios: parques nacionales, reservas biológicas, yacimientos minerales, fuentes de energía, atractivos turísticos, entre otros. La parte negativa es que estas regiones se han caracterizado por contar con escasas oportunidades de empleo, educación y salud de calidad; además, cuentan con las peores vías de comunicación terrestre en el país. Por lo anterior, no es casualidad que estos fueran algunos de los principales reclamos de las comunidades de Río Cuarto para solicitar su autonomía político-administrativa en relación con Grecia.

De hecho, durante el 2015, en todas las regiones periféricas de Costa Rica, la tasa de desempleo fue más alta que el promedio nacional, al igual que la incidencia de la pobreza. El ingreso promedio en estas regiones fue hasta un 30% inferior al promedio nacional, como revela el compendio Estadísticas Regionales 2010-2015 recientemente publicado por MIDEPLAN. Más aún, estas desigualdades entre las regiones se han profundizado en los territorios que componen las regiones, los cuales, como en el recién creado cantón de Río Cuarto, padecen los peores estragos de la exclusión socioeconómica.

Desigualdades intra-regionales

A lo interno de las regiones periféricas también han surgido cantones y territorios que funcionan como polos de desarrollo, concentrando las inversiones y las oportunidades regionales, pero que a su vez relegan las actividades económicas de menor valor agregado a cantones y territorios que se convierten así en la periferia de la periferia. Por ejemplo, el crecimiento de la industria y el comercio en Grecia de Alajuela a partir de los años noventa apenas permeó la economía de Río Cuarto, la cual a la fecha sigue siendo fundamentalmente agrícola. Este acontecimiento es observable en todas las regiones de planificación, no solo en las periféricas, pero es en ellas donde las brechas tienden a ensancharse.

El surgimiento de los Consejos Territoriales de Desarrollo Rural (CTDR), al amparo del Sistema Nacional de Planificación (SNP), ha evidenciado las tensiones a lo interno de las regiones por la reproducción de estas dinámicas centro-periferia en escala regional en nuestro país. También, el Índice de Desarrollo Social Distrital del 2013, reveló la intensidad de las disparidades a lo interno de los cantones y ha servido de guía al gobierno para priorizar su política social.

Sin embargo, sobre este fenómeno y sus consecuencias se cuenta con escasa información estadística, ya que con excepción de los Censos Poblacionales y de Vivienda, indicadores tan importantes como la tasa de desempleo, el ingreso promedio o la pobreza se calculan periódicamente solo con desagregación regional, por lo que se carece de información confiable sobre lo que acontece en los cantones y distritos de nuestro país.

Ojalá que la declaratoria de Río Cuarto como cantón, dé lugar a un seguimiento en el tema del desarrollo regional, local y territorial; que permita avanzar en la medición periódica de variables claves con desagregación al menos cantonal. Si bien, es un esfuerzo que requerirá más y mejores recursos, es una tarea que no debe seguir siendo postergada. Contar con información pertinente y de calidad es indispensable para la toma de las mejores decisiones, tanto a nivel político como económico, para asegurar un desarrollo que beneficie a toda la población costarricense.

 

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.tripmondo.com

Enviado a SURCOS por Oficina de Comunicación, UNA.

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De pensamiento es la guerra

Nils Castro

 

Desde finales del siglo pasado, en América Latina experimentamos un proceso por el cual varios partidos o liderazgos de izquierda han llegado al gobierno por medios electorales. Esto abrió un panorama de originales oportunidades políticas y socioeconómicas de carácter democrático, pese a las restricciones que los sistemas políticos y electorales vigentes en cada país tenían establecidas para asegurar el mantenimiento del régimen ya instalado por la clase dominante.

Como era de prever, la emersión de este proceso despertó el fenómeno opuesto: la contraofensiva regional de la derecha en los planos político, mediático, sociocultural y económico, que ha explorado varias modalidades. Aunque algunos de esos gobiernos más tarde fueron defenestrados o han sufrido reveses electorales, nada impide que los movimientos que los impulsaron se rehagan, ni que en otras naciones latinoamericanas afloren opciones de izquierda que también ganen elecciones. Pese a los afanes de algunos “críticos” que pretenden que dichos reveses ya significan la aniquilación de ese proceso, este todavía es un fenómeno en desarrollo: sus causas no han cesado, ni tampoco las expectativas y nuevos escenarios que ellas movilizan.

Precisamente por esto, transcurridos tres lustros el conjunto de esa experiencia debe ser evaluado. No solo por sus valiosas aportaciones, sino porque ello contribuirá a superar la multiforme contraofensiva de las derechas que, pese a haberse advertido a tiempo, pilló impreparados a muchos liderazgos de izquierda. Por ello, esa evaluación demanda tanto honestas autocríticas como conclusiones dirigidas no sólo a revertir dicha contraofensiva, sino a elevar los objetivos del proceso.

La demora en hacerlo favorece la proliferación irresponsable o maliciosa de cierto periodismo sensacionalista que recicla “teorías” como las del péndulo y el “fin de la historia”. Su pertinacia busca negar legitimidad y hasta subsistencia a las izquierdas que militan en los respectivos países, en paralelo con la contraofensiva de las derechas.

  1. El nombre

Antes de abordar algunos aspectos del asunto conviene recordar algunos antecedentes del actual “progresismo” y los alcances que la palabra ha tenido. Discutir el nombre ayuda a acordar cómo ocuparnos del fenómeno.

Me parece inapropiado referirse a la diversidad de formas nacionales de ese proceso con el nombre de “socialismo del siglo XXI”. Más que proponer un proyecto articulado, esa noción expresa el anhelo asignado a una gesta nacional, pero difícilmente puede caracterizar a las emprendidas en otros países. En estricto sentido, el país donde hoy se construye y debate un proyecto socialista para el siglo XXI es Cuba.

Para abarcar ese variado conjunto de experiencias prefiero el veterano calificativo de “progresistas”, comodín lingüístico de larga historia latinoamericana. En los años 60 y 70 incluyó a corrientes, líderes y gobiernos que fueron desde Lázaro Cárdenas y Jacobo Árbenz hasta la revolución boliviana, Jango Goulart y Salvador Allende, sin omitir a Torres, Velasco y Torrijos, entre tantos otros. Esto es, designó a movimientos patrióticos y populares con los cuales la izquierda podía colaborar, que aportaron justicia social, impulsaron la producción nacional, fueron solidarios y procuraron rescatar la soberanía y autodeterminación conculcadas por el imperialismo.

Ese vocablo no requirió definición doctrinaria pero brindó un ancho alero para juntar a esa rica gama de corrientes efectivas en nuestras ciudades y campos, para compartir demandas y metas sin desconocer las diferencias que coloreaban sus respectivas identidades.

En aquellos años se emplearon otros términos afines, como los de movimientos o gobiernos de liberación nacional, nacional-populares, democrático-revolucionarios, etc. Pero la noción de “progresistas” conserva la ventaja de ser más indeterminada que otras con las cuales se intenta sustituirla pero son menos flexibles ante el heterogéneo panorama regional. Por ejemplo, la de “pos neoliberales”, que sugiere que el neoliberalismo pereció, o los gobiernos progresistas pudieron ignorar todas sus imposiciones. Como tampoco las de gobiernos de “centroizquierda”, reformistas o socialdemócratas, cascaron es cuyo sentido el oportunismo europeo vació al entregarse al neoliberalismo, y que en Latinoamérica omiten las controversias que cada día animan la vida interna del progresismo.

  1. Sus antecedentes

Pese a la represión macartista al movimiento democrático de la posguerra, durante los años 60, en significativos sectores populares y medios tomó cuerpo una cultura política afín a las aspiraciones emancipadoras, latinoamericanistas y reformadoras. Además de sus propias reivindicaciones, esa cultura asumió repercusiones de la quiebra del estalinismo, las realizaciones de la Revolución cubana, las revoluciones del 68, los movimientos anticolonialistas afroasiáticos y la lucha del pueblo norteamericano por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam. El progresismo que maduró en aquellos años, tuvo la virtud de compaginar toda esa gama de experiencias.

En menos de 30 años, en América Latina esa cultura política alcanzó un auge significativo, sobre todo en sectores urbanos populares y medios. El brío que el acontecer sociopolítico regional le imprimió a la misma se plasmó en una aceleración significativamente reflejada en dos hitos: entre el momento en que Fidel Castro enunció el Programa del Moncada[1]y aquel cuando proclamó La II Declaración de La Habana mediaron apenas 10 años[2].

No obstante, en el fragor de los siguientes años más de una vez el vanguardismo idealista de algunos de sus líderes excedió los términos de esos hitos, al postular como punto de partida al segundo ‑‑la revolución socialista continental‑‑ a poblaciones que aún no habían llegado a reclamar aspiraciones como las planteadas en La Historia me absolverá. Su fervor sobre pasó los alcances temporales de lo que el grueso de la columna de millares de potenciales rebeldes latinoamericanos ya estaban listos a hacer suyos.

Después, al cabo de su tiempo aquel robusto fenómeno padeció el desgaste de la demora del éxito de los proyectos revolucionarios emprendidos, de la frustración de las esperanzas inicialmente cifradas en la renovación del “socialismo real” ‑‑y a la postre su desaparición‑‑, así como la “apertura” de China y el cambio de su política internacional. Por añadidura, de los efectos del “periodo especial” cubano, que retrajeron temporalmente las esperanzas latinoamericanas en la posibilidad de repeler al imperialismo y de acceder al socialismo, y que motivó dudas y controversias sobre la naturaleza y las posibilidades del propio socialismo.

  1. Expansión y crisis

Esa cultura política latinoamericana tuvo un repliegue. Así, cuando en tiempos de la señora Tatcher y el presidente Reagan el imperialismo desató la contraofensiva neoliberal, en el campo revolucionario las fuerzas ideológicas requeridas para enfrentarla no estaban en su mejor momento. Eso le facilitó a la derecha imperial y sus cómplices locales no solo lograr una rápida implantación de sus “reajustes estructurales” en los ámbitos institucionales y económicos, sino también en el campo ideológico, moral y cultural.

El ímpetu contrarrevolucionario de la ofensiva neoliberal reformuló las normas e instituciones económicas internacionales en beneficio de la gran burguesía financiera y la privatización des nacionalizadora de los recursos y empresas públicas. En términos generales, pese a que la pesadilla de las dictaduras militares quedó atrás, se reorganizó el ejercicio de la política y las prácticas electorales a favor de los liderazgos dispuestos a justificar e implementar los correspondientes “reajustes” institucionales y normativos. Aunque se menciona con menor frecuencia, esa ofensiva igualmente invadió el campo ético, cultural y educacional. Alineó los grandes medios periodísticos, restringió las universidades públicas y multiplicó las privadas, eliminó los subsidios a múltiples centros de investigación, cooptó a intelectuales y formadores de opinión, etc.

Aquella ofensiva fue adonde sabemos: achicar el Estado y sus atribuciones, desproteger las empresas y la producción nacional es, precarizar el trabajo y el salario, marginar las organizaciones laborales y sociales, insolidaridad, consumismo, etc. Pero a la postre eso provocó irritaciones sociales que remataron en insurrecciones urbanas y pérdidas de gobernabilidad. Al cabo, la política y los procesos electorales reordenados por las agencias neoliberales perdieron legitimidad y eficacia, y la supervivencia del sistema requirió rehacerse.

Aun así, incluso tras la crisis económica que afloró en 2008, es excesivo pretender que el neoliberalismo colapsó. Aun teóricamente desacreditado, sigue asociado al gran capital y continúan vigentes sus reglas, que regulan el comercio y las finanzas internacionales, y gran parte del funcionamiento institucional de la mayoría de los organismos internacionales y países, así como las formas de pensar de millares de funcionarios públicos y privados. A esto contribuye el hecho de que el neoliberalismo es blanco de múltiples críticas, pero aún no ha tenido que enfrentarse a una contrapropuesta ideológica sistematizada.

  1. Al gobierno, pero no al poder

Como sabemos, en ese escenario de rechazo social a las política neoliberales, varias candidaturas procedentes de la izquierda mejoraron sus posibilidades al coincidir con el crecimiento del voto de castigo contra quienes las sustentaron. Con diferencias según las particularidades de cada país, algunas izquierdas mejoraron su representación municipal y/o parlamentaria, o directamente ganaron elecciones presidenciales aún sin haber logrado significativas victorias locales y legislativas.[3]

El análisis y comparación de procesos nacionales deberá ser parte de la evaluación que tenemos pendiente hacer y compartir. No obstante, sabemos que estas victorias fueron viables gracias a la combinación de unas promesas de campaña deliberadamente poco radicales, con la votación de repudio a la políticas y los gobiernos precedentes. En otras palabras, gran parte de esos votos no reflejó una identificación ideológica de la mayoría ciudadana con un proyecto enfilado a emprender la Revolución, ni con el supuesto de que sus candidatos realizarían un gobierno más revolucionario que el prometido en su oferta electoral.

Por lo tanto, mutatis mutandis, esas izquierdas obtuvieron una oportunidad de gobernar asociada a una mayoría electoral que reclama mejorar sus condiciones de vida, pero que no por ello ya está dispuesta a asumir ‑‑al menos todavía‑‑ las tensiones y riesgos de emprender un salto revolucionario. En otras palabras, de gobernar para cumplir determinadas promesas electorales, no para sobrepasarlas. Además, para hacerlo respetando la institucionalidad prestablecida, sin modificarla por medios distintos de los que ella misma dejaba establecidos. Esto es, para llegar al gobierno, pero no al poder.

Solo donde grandes insurrecciones urbanas habían abierto la posibilidad de cambios mayores, algunos de esos gobiernos pudieron realizar reformas constitucionales que ampliaran su campo de acción aunque, aun así, esas reformas más tarde resultarían insuficientes.[4]

  1. Cuánto ya se pudo

La devastación del Estado por el tsunami neoliberal y sus dolorosas consecuencias en cada población y soberanía nacionales, hizo indispensable emprender rectificaciones, a riesgo de llevar países y economías al caos. La aparición de gobiernos progresistas se insertó en ese contexto, cuando urgieron políticas correctivas pos neoliberales, sin que aún fuera viable sostener alternativas pos capitalistas. Pero eso permitió reconstruir un sistema socioeconómico con el cual reparar muchos de los daños sociales infligidos por los “ajustes” neoliberales, y restablecer las funciones sociales del Estado, lo que también implicó avanzar en la construcción de una comunidad latinoamericana de naciones.

Pese a la diversidad de los procesos políticos que los caracterizan, estos gobiernos coinciden en varios rasgos que originaron importantes efectos regionales: restablecieron la responsabilidad del Estado antela economía, el mercado y la redistribución del ingreso; reorganizaron servicios públicos para atender las funciones sociales del Estado, principalmente las de acceso a la salud y la educación; crearon programas de lucha contra la pobreza y el hambre, y por la alfabetización y la ciudadanización; y, además, ampliaron las inversiones en infraestructura para el desarrollo y para la solución de problemas sociales.

A la par, desarrollaron importantes proyectos de solidaridad e integración latinoamericana e incluso caribeña, que rediseñaron y fortalecieron, o crearon, organismos como el Mercosur, la Unasur, el Alba y finalmente la Celac. Eso incrementó notablemente el peso político y diplomático de Latinoamérica frente al mundo, y su capacidad de negociación. Ni siquiera los críticos más biliares de este progresismo desconocen tales adelantos de la integración regional.

Un buen aprovechamiento del período de alza de los precios internacionales de las materias primas en varios países facilitó financiar los programas de asistencia social sin castigar impositivamente a la clase adinerada. Sin embargo, esa opción apaciguadora no se aprovechó para ampliar y diversificar la capacidad productiva de esos países, y fortalecer sus reservas financieras, para cuando volvieran las vacas flacas, como ocurre tras la crisis mundial emergida en 2008.Además, por efecto del carácter correctivo y asistencialista pero no revolucionario –pos neoliberal pero no pos capitalista‑‑ de estos gobiernos, algunas acciones necesarias, como reformas agrarias y tributarias de mucho mayor aliento, dejaron de acometerse.

En la mayor parte de los casos, tampoco se realizó la indispensable reforma política, ni la debida reforma del campo de las comunicaciones sociales. Estas inconsecuencias, que cabe computar como falta de coraje político y de confianza en el potencial de las organizaciones populares, pueden registrarse como victorias de los grandes medios de comunicación que ahora implementan la contraofensiva de derecha.

Con todo, en estos quince años los gobiernos progresistas ampliaron extraordinariamente el campo de la ciudadanía y la participación popular en el debate de los asuntos de interés público, además de mejorar las condiciones de vida y concretar derechos civiles de decenas de millones de ciudadanos. Por muchas reconquistas que ahora las derechas puedan lograr, ese patrimonio cívico no será fácilmente arrebatado a los sectores populares. De allí en adelante, ahora hay una masa crítica más robusta con la cual discutir y movilizar mejores proyectos de futuro, opción que las organizaciones de izquierda deberán saber ganarle a las derechas.

Pero, tras la el surgimiento de los gobiernos progresistas las realidades y expectativas latinoamericanas quedaron cambiadas. No cabe suponer que toda esta experiencia ha sido un fiasco, ni dejó de legar relevantes consecuencias. Cualquier propuesta latinoamericana de mejor futuro sostenible deberá alzarse a partir de sus resultados, porque el punto al que hemos arribado no es de agotamiento sino de evaluación y relanzamiento

  1. La siguiente disyuntiva

Luego de que los proyectos revolucionarios de los años 60 y 70 del siglo XX ‑‑ ya fueran proyectos guerrilleros, del nacionalismo militar o el socialismo allendista ‑‑dejaron de lograr los objetivos previstos o concluyeron en reformas negociadas con el gobierno existente, y de que Latinoamérica fue blanco de la ofensiva neoliberal, no ha vuelto a darse otro auge ideológico de esa talla. El movimiento político e ideológico que posibilitó las victorias electorales progresistas de los albores del siglo XXI fue expresión de mayorías sociales más resabiosas, que deseaban revertir los efectos del tsunami neoliberal pero temían recaer en luchas civiles o dictaduras militares, o sufrir nuevas tribulaciones económicas.

Ninguno de estos accesos de liderazgos de izquierda al gobierno fue producto de una revolución y, en consecuencia, ellos asumieron gobiernos previamente estructurados y normados por la clase dominante, en las formas dispuestas por el sistema político preestablecido. Con lo cual los progresistas pasaron a ser parte del grupo gobernante, pero sin desplazar a la clase dominante.

En teoría, para superar esta situación hay dos medios: uno consciente de que en tales condiciones solo se puede ir más allá si el proceso es capaz de formar bases políticas que lo exijan, que ayuden a implementarlo y que defiendan las iniciativas gubernamentales que sobrepasa en las restricciones iniciales. Impulsar el proceso exige formar nuevos destacamentos de cuadros y movilizar organizaciones populares ‑‑transformar indignaciones sociales en movimientos políticos‑‑, misiones que por su carácter corresponden principalmente a los partidos y organizaciones de izquierda, más que al aparato gubernamental, que constitucionalmente debe servir a toda la sociedad.

Y un segundo medio, según el cual para ir más allá será necesario lograr sucesivas reelecciones del gobierno progresista, a cada una de las cuales acudir con un programa más avanzado, con base en la simpatía y confianza políticas idealmente obtenidas a través de una buena gestión gubernamental y la satisfacción de importantes demandas y necesidades sociales. Este supuesto es más engañoso de lo que parece, pues generalmente esos gobiernos no compiten por la reelección proponiendo desarrollos más radicales, sino opciones reculadas a la defensiva.

  1. Del revés a la contraofensiva

Ese supuesto ha conllevado repetidos autoengaños, al subestimarlas reacciones que las derechas enseguida de su derrota electoral pasan a impulsar. Aunque pierdan uno o más comicios, ellas conservan su poder económico, su red de articulaciones y auspicios internacionales, el control de sus grandes medios de comunicación y su influencia cultural. La perplejidad inicial de su primer revés puede desconcertar a las derechas temporalmente, pero antes de acudir a la siguiente campaña ellas realinearán sus recursos y medios, e invertirán en renovar su imagen y eficacia.

Desde hace algunos años varias fundaciones y universidades privadas estadounidenses pasaron a ofrecer cursos de organización, encuesta, publicidad y marketing políticos para capacitar jóvenes cuadros de derecha. A su vez, algunas fundaciones españolas se han dedicado a surtir giras y charlas de veteranos dirigentes de la reacción hispanoamericana.

Con estos respaldos y otros más inconfesables, las derechas han remozado su capacidad de cambiar estilos, lenguajes y liderazgos visibles. Como también de apropiarse de algunas de las temáticas suscitadas por las izquierdas, y de culpar al gobierno progresista de los problemas sensitivos que sus antecesores de derecha dejaron en el terreno y las izquierdas hayan demorado en resolver. Sobre todo eso ya he escrito en extenso en estos años y me sacaría de tema repetirlo aquí.[5]

  1. Las enajenaciones del electoralismo 1

Cuando un gobierno progresista vuelve a elecciones, por muchos que hayan sido sus méritos eso ocurrirá sobre un campo sistemáticamente asolado por la oposición económica y los medios periodísticos de mayor audiencia. Esto es, los logros del progresismo habrán sido omitidos o demeritados, sus deficiencias habrán sido sobre dimensionadas y muchos de sus recién pasados votantes estarán desorientados.

En ese contexto, ante cada período electoral el progresismo volverá a encarar una de las aberraciones propias de la democracia capitalista: cada campaña será cada vez más publicitaria y costosa, y los modos de sufragarlas serán más esquivos. Si, como es probable, el sistema electoral no ha podido ser reformado por el proceso progresista, las campañas estarán cada día más sujetas al marketing y más permeadas por la cultura y las prácticas del consumismo y el mercado.

Ante cada reto electoral la primera será que los recursos económicos no alcanzan. Salen los candidatos y dirigentes a buscar donaciones ‑‑a subastarse al mercado, diría Brecht‑‑ y no falta quien incurra en desviación de fondos públicos, lo que, aparte de sus implicaciones legales, bajo el sigilo también puede triturarla moral de algún involucrado. Por mucha buena fe que haya de por medio, inevitablemente la plata de los donantes implica reciprocidades que enajenan a dirigentes, candidatos y partidos, aunque las justifique un “realismo” del que después no hay escapatoria.

A la par suele admitirse el supuesto de que ser de izquierda es un inconveniente electoral; se acepta el prejuicio de que vale “correrse al centro” para suavizar imagen, tranquilizar donantes y buscar una incierta reserva de votantes moderados. Abandonas las posiciones que antes permitieron reconocerte y ser electo como quien eres, pero a los ojos de quienes antes te creyeron irás dejando de serlo. Al cabo, los votos que allá tal vez consigas podrán dejarte lejos de compensar los que pierdes en el campo que dejaste al agotarse la credibilidad que te restaba.

  1. Izquierda y moral

Cuando estos vaivenes se aceptan en una agrupación comprometida con transformar al país, lo que empieza como una falla ética circunstancial se convierte en daño mayor: la confianza perdida se vuelve escepticismo y la credibilidad se esfuma la suspicacia popular concluye que “estos ya son iguales que los otros”, voz que los medios “objetivos” enseguida entran a festinar.

Este fenómeno es asimétrico. Si en un partido conservador se cometen triquiñuelas el público lo cree “natural”, considerando que su moralidad es funcional al capitalismo salvaje. Pero si eso ocurre en un partido que promete otro horizonte ético, asumir comportamientos del repertorio moral capitalista es una aberración.

Para la militancia revolucionaria la calidad de cierta ética, por cuyos principios se está dispuesto a perder la libertad y hasta a dar la vida, es definitoria. Porque en última instancia se va a la contienda política por una de dos razones: porque el sistema es miserable y hay sobradas razones para luchar por transformarlo; o porque se busca disfrutar de las mieles de ese sistema miserable aunque sea a expensas de los demás.

  1. Las enajenaciones del electoralismo 2

Cuando la obsesión electoral se toma la vida partidaria, sus demás soportes lo resienten: si, por ejemplo, el partido merma la formación de líderes comunitarios, pierde dinámica de inserción y liderazgo locales, pierde el liderazgo político que se construye al luchar por las reivindicaciones diarias del ciudadano, que no son parte del escenario electoral. Es decir, al convertirse prioritariamente en grandes máquinas electorales, partidos de reconocidos méritos pueden perder influencia sociocultural porque las energías invertidas en campaña se sustraen a las demás actividades de construcción de contra hegemonía.

Por lo tanto, vale preguntarse: si en las campañas electorales es inevitable competir sin los recursos financieros necesarios, ¿solo podemos participar en desventaja? Si nos dejamos seducir por las campañas a la norteamericana, embriagadas por la estética del consumismo, siempre estaremos en desventaja, aunque tengamos recursos. Pero así como en la guerra revolucionaria solo el ejército de la clase dominante puede alinear el armamento más costoso, mientras las fuerzas populares deben apelar a la inventiva guerrillera, en las contiendas electorales la izquierda debe crear sus propias alternativas, desplegando las capacidades comunicativas de la creatividad popular y juvenil, cónsona con la condición social y moral que sustenta su credibilidad. En ambos casos la capacidad de sorprender con iniciativas inesperadas será decisiva.

  1. Partido permanente vs partido coyuntural

Eso exige volver a preguntarse: ¿cuáles son las misiones esenciales de un partido de izquierda? Decimos que impulsar a los sectores populares a organizarse y formar cuadros políticos, asumir un programa de transformación social, movilizar a las organizaciones y masas sociales para enfrentar los retos políticos por superar, para crear contra hegemonía popular y convertir masas en fuerza política. En ese marco, la participación en campañas electorales para darles mejor contenido es una parte de dichas misiones, más ahora cuando esto puede incluir hasta la posibilidad de llegar al gobierno.

No obstante, debemos distinguir entre el partido permanente y el coyuntural. Cuando la posibilidad de ganar elecciones se hace efectiva, esa parte de las misiones puede tomarse la mayoría de las previsiones, energías y recursos de la vida partidaria, incluso en detrimento de las demás actividades. Pero solo se gana mayor fuerza y poder para vencer los demás retos cuando  se han cumplido las misiones del partido permanente. En especial, las de enraizamiento comunitario, organización participativa y formación ideológica arraigada en la vida y memoria nacionales, para recatar a los millares de compatriotas que el reinado neoliberal sumió en el consumismo y la banalidad culturales.

Para darnos mejor futuro toca construir otro apogeo de la propuesta ideológica y la cultura política comparables al alcanzado en los años 70.

  1. Objetivos y medios no electorales

Para la oligarquía el objetivo es recuperar al gobierno como instrumento de poder; las elecciones son un medio para ese fin y si por este medio no lo consigue hay otros a los cuales apelar. En cada campaña, más que ganar las siguientes elecciones, para la derecha la prioridad es desacreditar y deslegitimar la gestión de cualquier izquierda en el gobierno, para darle sustentación social al propósito de remplazarla lo más pronto posible.

En tanto logre debilitara sus principales adversarios progresistas, la clase dominante querrá ganar comicios, pero a condición de que eso no limite el poder que ella requiere para obtener sus fines. El objetivo principal de la derecha no es volver a Palacio, sino encauzar un proceso contrarrevolucionario de gran alcance. Su propósito es revertir las conquistas populares acumuladas durante las últimas décadas y tomarse otras adicionales. Si eso puede asegurarse por medios no electorales como los llamados golpes “blandos”, la cuestión medular es la de las formas de deslegitimar al gobierno progresista y legitimar al que lo remplace. Ya sea esto mediante unas elecciones auténticas, espurias o reñidas, o de una operación extra electoral.

En estos años, la contraofensiva de las derechas ha introducido novedosas formas de seleccionar y presentar candidatos, discursos y promesas programáticas, para darles mayor charm mediante el marketing y las técnicas de pesquisa y manejo de la opinión ciudadana, y de las llamadas campañas sucias. Pero lo esencial no son sus estilos rutilantes, sino su capacidad ‑‑principalmente mediática‑‑ para degradar la imagen moral y política de las opciones progresistas, no apenas para justificar su defenestración, sino para crear una supuesta urgencia de remplazarlas y fomentar una demanda de cambios que tenga este sentido.

En la práctica, los medios sustituyen a los partidos una vez que las derechas, a través de los suyos, fijan su agenda para un gobierno contrarrevolucionario. Este se enfilará tanto a revertir las conquistas sociales logradas durante más de un siglo como a reinstalar las políticas neoliberales de privatizar recursos nacionales, incrementar capacidad de financiamiento y endeudamiento externos, reducir los avances en materia de integración a meros acuerdos de liberalización comercial, eliminar capacidad de negociación a las organizaciones laborales y comunitarias, judicializar las controversias con los dirigentes progresistas y sacarlos del escenario político orquestándoles procesos legales.

Para las derechas, usar el sistema electoral para recuperar el gobierno como instrumento de estas políticas tiene sentido si permite tomarse la facultad de ejecutarlas. Darse cierta imagen de legitimidad para justificar el atropello a las normas de la institucionalidad democrática en tanto eso convenga a su objetivo final.

  1. Ahondar el proceso democrático

Así las cosas, ante la presente contraofensiva reaccionaria, quienes hoy son los defensores reales de las instituciones democráticas y del proceso democratizador son la izquierda y los sectores progresistas. Pero esta condición no debe distraernos de tres cosas:

La primera, que la institucionalidad que estamos defendiendo es aquella misma que antes fue estructurada por los gobiernos de la derecha tradicional para restringir el juego democrático, mediante una coexistencia política norma da para mantener las cosas como están, no para cambiarlas. Por lo tanto, la cuestión es salva guardar una institucionalidad que al propio tiempo es imperativo democratizar erradicando los arcaísmos y privilegios que benefician a los partidos y candidatos de la oligarquía, y que encarecen el juego político a favor de los grandes financiadores de campañas. A la vez, para ensancharle el campo a la participación popular. Defender la institucionalidad no tiene sentido si no es impulsando un nuevo proceso democratizador.

La segunda, que es preciso tener presente en nuestra vida política cotidiana, en el análisis del acontecer diario y en la producción teórica, que es un imperativo de la misión de las izquierdas y los sectores progresistas, desarrollar su capacidad de convertir la inconformidad e indignación sociales en conciencia y militancia organizada para derrotar a la contrarrevolución para transformar al país.

Y la tercera, que para materializar esta misión es indispensable una permanente formación y acumulación de fuerzas en los ámbitos del trabajo material, de la vida comunitaria y de las diversas expresiones de la convivencia humana. Que es indispensable compartir ideas, proyectos y expectativas que los distintos sectores progresistas puedan hacer suyos, puesto que solo al arraigar en masas organizadas las ideas se convierten en fuerza material.

Sin embargo, lo más importante es que estas tres cosas no son solo exigencias a las organizaciones que luchan en la oposición, sino sobre todo para las fuerzas progresistas que llegan al gobierno. Porque no solo se  trata de generar mayores fuerzas para desenmascarar y derrotar la contraofensiva reaccionaria, sino también para sacar de la modorra a los cuadros y funcionarios adocenados dentro de los gobiernos progresistas. Los partidos y movimientos progresistas que van al gobierno no deben hacerlo para servir como sus justificadores, sino para exigirle a sus integrantes cumplir sus deberes políticos y morales.

Tener mejores gobiernos progresistas no es el fin de esta historia, sino una oportunidad de completar condiciones que faltan para emprender la siguiente. Entre ellas, rejuvenecer y fortalecer nuestras capacidades para derrotar a la contrarrevolución en el campo de la cultura política, la confrontación ideológica y la comunicación persuasiva porque, como apuntó José Martí, “de pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosla a pensamiento”.

Panamá, abril de 2016.

[1]. La Historia me absolverá, de 1953, donde se plantea el objetivo de lograr un régimen democrático progresista, sin mencionar al socialismo.

[2].En 1962, en la cual pasó de reafirmar al socialismo cubano a convocar a la diversidad de las fuerzas que podían emprender la revolución latinoamericana.

[3]. Obviamente, tales procesos han sido diferentes donde una fuerza de izquierda llegó a Palacio sin obtener mayoría parlamentaria, lo que mediatizó los alcances de su victoria (como Lula), o donde triunfó en ambos cotejos (como Chávez). Y tampoco es igual cuando previamente unas insurrecciones urbanas defenestraron al anterior gobierno complaciente con el neoliberalismo (Correa), que donde triunfó ganándole a la derecha unas elecciones reñidas (Rousseff), o cuando la izquierda triunfó pero su victoria le fue robada (Cárdenas).

[4].Como en Bolivia, Ecuador y Venezuela.

[5].Ver “Una coyuntura liberadora… ¿y después?” en Rebelión 23 de julio de 2009, “Una liberación por completar” en Alai del 17 de agosto de 2009 y, particularmente, “¿Quién es la “nueva” derecha?” en Alai del 14 de abril de 2010 y Rebelión del 15 de abril del mismo año.

 

*Imagen del autor tomada de http://www.cubaminrex.cu/

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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UCR realizará feria de preparación para la búsqueda de empleo

Comunidad estudiantil recibirá asesorías para insertarse en el mercado laboral

 

Tatiana Carmona Rizo,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

UCR realizará feria de preparación para la búsqueda de empleo
La feria de preparación para la búsqueda del empleo se llevará a cabo el 30 de setiembre y el 1 de octubre, en la plazoleta de la estatua “Rodrigo Facio” (foto: Archivo).

La Oficina de Orientación de la Universidad de Costa Rica realizará una feria de preparación para la búsqueda de empleo, este 30 de setiembre y 1 de octubre, en la plazoleta de la estatua Rodrigo Facio y en el pretil.

Se trata de una actividad, mediante la cual, la comunidad estudiantil próxima a graduarse, así como los graduados tendrán la posibilidad de obtener información sobre cómo ingresar al mercado laboral y al mismo tiempo de acercarse a los puestos de empleadores.

UCR realizará feria de preparación para la búsqueda de empleo2
La feria de preparación para la búsqueda de empleo es organizada por el Centro de Orientación Vocacional-Ocupacional de la Oficina de Orientación de la UCR (foto Archivo ODI).

Esta feria es gratuita y contará con la participación de 29 empresas, entre ellas: Unilever, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Boston Cientific, HP, Brighstar Shared Services, Grupo Bimbo, Dirección Nacional del Servicio Civil, Credix, entre otras.

Además de los puestos de empleadores, las personas pueden recibir asesoría para la elaboración del currículo, para la entrevista de empleo y para el emprendimiento. Además se realizará un panel, una mesa redonda, un conversatorio y varias charlas relacionadas con la inserción laboral (legislación, autogestión y búsqueda de empleo, selección y reclutamiento, entre otras).

UCR realizará feria de preparación para la búsqueda de empleo3
Las personas interesadas en las asesorías para elaborar el currículo pueden llevar adelantada una propuesta para observaciones, o de lo contrario pueden integrarse a la asesoría grupal donde se ofrecerán recomendaciones para iniciar la elaboración (foto Archivo ODI).

Según la M.Sc. María Isabel Sánchez Jiménez la idea es brindarle a los y las jóvenes distintas herramientas y el acompañamiento para que reconozcan sus fortalezas y capacidades para ingresar al competitivo mundo laboral.

UCR realizará feria de preparación para la búsqueda de empleo4
Todas las charlas se llevarán a cabo en la Sala No. 1 de Audiovisuales de la Biblioteca Carlos Monge, mientras que la asesoría para la elaboración del currículo se llevará a cabo en sala multiusos de la Escuela de Estudios Generales en horario continuo (foto: Archivo ODI).

“Este es un encuentro de oportunidades laborales, en donde se ofrecerá una asesoría integral para la búsqueda de empleo que incluye tres grandes áreas: una de ellas es la de elaboración del currículo, otra es la de preparación para la entrevista de trabajo; y como gran novedad también ofreceremos asesoría para el emprendimiento” dijo Sánchez.

La Oficina de Orientación realiza esta feria desde el año 2011, con el fin de apoyar el proceso de inserción laboral del estudiantado universitario graduado o próximo a graduarse de la institución. Aunque la feria se dirige principalmente a la comunidad estudiantil de la UCR la actividad es abierta a todo público.

Los interesados en asistir podrán entregar sus ejemplares de currículo en formato impreso y digital, según lo solicite cada empresa. El horario de atención es de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.

Para más información puede visitar la página www.orientacion.ucr.ac.cr ó llamar al teléfono: 2511-1960.

 

Miércoles 30 de setiembre
Hora Actividad Lugar
8:00am a 6:00 pm Puestos empresas expositoras Sector del Pretil y Plazoleta «Estatua Rodrigo Facio» , frente a la Biblioteca Carlos Monge
Asesoría sobre la elaboración del currículo Sala Multiuso de EG
Asesoría para el Emprendimiento Toldo Emprendimiento
9:00 am a 10:00 am CHARLA: Legislación para la inserción laboral (salarios mínimos, derechos, deberes, etc)

Facilitadora: Licda. Johanna Peralta Guillén, Ofic Jurídica, UCR

Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
10:00 am 12:00 md Asesoría para la entrevista de empleo, mediante técnica de Juego de roles Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
1:30 pm a 2:30 pm CHARLA: Proceso de Reclutamiento y Selección del Servicio Civil

Facilitadora: Licda. Olga María Bermúdez Cornejo, DGSC

Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
3:00 a 5:00 pm Asesoría para la entrevista de empleo, mediante técnica de Juego de roles sala 1 de Audiovisuales de la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco

 

Jueves 1º de octubre
8:00am a 6:00 pm Puestos empresas expositoras Sector del Pretil y Plazoleta «Estatua Rodrigo Facio» , frente a la Biblioteca Carlos Monge
Asesoría sobre la elaboración del currículo Sala Multiuso de EG
Asesoría para el Emprendimiento Toldo Emprendimiento
9:00 am CHARLA: Cultura de Liderazgo y excelencia operativa

Facilitador: Ariel Vargas, Gerente General – VMware Costa Rica

Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
10:00 a 12:00 md Asesoría para la entrevista de empleo, mediante técnica de Juego de roles Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
1:30 a 2:30 pm CHARLA: Evolución reciente del mercado laboral y perspectivas de empleo en Costa Rica.

Facilitador: Lic. Mauricio Corrales Alvarado, MTSS

Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
3: 00 a 5:00 pm Asesoría para la entrevista de empleo, mediante técnica de Juego de roles Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales
5:00 a 6:30 pm PANEL: «Tips para incorporarme al mundo laboral»

Expositores: Dr. Salomón Chaves, docente e investigador, Escuela de Artes Plásticas; Bach. Dominique Quillery, empresaria; Licda. Johanna Castro, jefa de Recursos Humanos de Coopecaja.

Biblioteca Carlos Monge Sala No. 1 de Audiovisuales

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Entre goles y luchas de género

Wendy Acosta Salas

Estudiante de Preescolar en la UCR y seleccionada nacional de fútbol

Entre goles y luchas de género
Wendy Acosta, volante de la Selección Nacional de Fútbol Femenino es estudiantes de Educación Preescolar e instructora en el Programa Formación de Talentos en Fútbol de la UCR (foto tomada del Facebook de Wendy Acosta).

 

Tatiana Chacón Salazar

Periodista Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos

 

El fútbol costarricense atraviesa uno de los mejores años de su historia. La clasificación histórica a octavos de final en Brasil, ganándoles a campeones del mundo. La presencia de tres clubes nacionales en los cuartos de final de CONCACAF y la primera clasificación de una Selección mayor femenina a un Mundial. Tantos éxitos son el producto del esfuerzo de una serie de personas que han trabajado por el deporte. Wendy Acosta Salas, jugadora de la Selección Nacional y estudiante UCR es una de esas protagonistas.

Wendy, es una joven de 24 años que está por concluir la carrera de Educación Preescolar en la Universidad de Costa Rica(UCR), además trabaja como instructora en el Programa Formación de Talentos en Fútbol de la UCR y ha sido jugadora del equipo representativo de fútbol femenino UCR desde el 2008, y hasta hace unos meses. También juega en primera división con Moravia, es vecina de Curridabat y tiene dos hermanos. Ahora, además de todo eso, su nombre está escrito en la historia deportiva de Costa Rica.

Acosta inició en el deporte desde muy pequeña y el equipo UCR fue uno de los pasos en su carrera deportiva“de todos mis años de estar en el equipo de la U sólo cosas buenas recuerdo, han sido éxitos tras éxitos, y muchos aprendizajes, no recuerdo segundos lugares, sólo éxitos en las Ligas Universitarias, los JUNCOS (Juegos Universitarios Costarricenses) y los JUDUCA (Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos)”

En medio de tantos éxitos Wendy recuerda con agradecimiento a su padre, quien la animó a jugar fútbol desde niña. “Yo siempre he estado detrás de un balón, pero fue a los 14 años que mi papá me metió a una escuela de fut, (que en ese entonces no eran tan comunes). Mi papá era jugador y posteriormente dirigió un equipo. Él me impulsó, y me acompaño, anduvo conmigo en todos los viajes y partidos” comenta Wendy con nostalgia al recordar el gran legado que le dejó su padre, quien falleció hace tres años.

Perder a su padre, además del dolor sentimental trajo muchos cambios a la vida de Wendy, y consideró alejarse del deporte.“En cuestión de una semana mi vida cambió, con la muerte de mi papá yo tuve que empezar a ganarme el dinero para estudiar y fue una época muy difícil”, sin embargo la ayuda e insistencia de muchos entrenadores le permitieron seguir hasta el día de hoy.

Entre goles y luchas de género2
El Área Deporte de Representación UCR agradeció a Wendy el aporte que le ha dado a la UCR y al país, y la felicita por los logros obtenidos en el ámbito universitario y por su clasificación al campeonato mundial (foto tomada del Facebook de Wendy Acosta).

Fueron años duros, donde se hicieron muchos esfuerzos.Tantos sacrificios por sacar adelante una carrera universitaria paralela a una deportiva, pero al final han valido la pena. La cereza del pastel de logros de Wendy fue ante Trinidad y Tobago en las semifinales del Campeonato Femenino de CONCACAF, el 24 de Octubre 2014 en Chester, Pensilvania, Estados Unidos, cuando la Sele femenina clasificó por primera vez a un Mundial.

Ante este logro, Wendy comenta que ella y sus compañeras solo esperan una cosa del pueblo y la Federación: apoyo.“Esperamos mucho apoyo, la verdad no tenemos suficiente infraestructura, ocupamos fogueos de calidad y más preparación”.

La gran relevancia de los éxitos alcanzados por la Selección femenina de fútbol, tiene mucho que ver con lo lejos que han llegado con los limitados recursos que disponen “nosotras no vivimos del fútbol, nosotras trabajamos en otras actividades para comer, y además somos deportistas. Muchas compañeras del equipo trabajan en call centers y tienen muchas dificultades para preparase deportivamente”. Además de estas situaciones, las selecciones femeninas no reciben premios económicos por clasificar a un Mundial como sucede en el caso de las masculinas.

Wendy es una soñadora pero sobre todo una luchadora, los sueños están para cumplirse y para eso se necesita trabajo, como dice ella “Nada cae del cielo por obra del Espíritu Santo, hay que esforzarse”. Por ahora Wendy y el equipo tienen muy claro lo que quieren “queremos ir al Mundial a competir, no sólo a participar”.

Carol Sanchez, Melissa Herrera, Carolina Venegas, Raquel Rodriguez Cedeno, Wendy Acosta, Diana Saenz
Wendy considera que jugar fútbol aún sigue siendo un reto como mujer, no obstante reconoce que con el impulso que le dio su padre, su propio trabajo y el estímulo de sus entrenadores, este deporte le ha proporcionado muchas satisfacciones (foto tomada del Facebook de Wendy Acosta).

En este momento Wendy se prepara para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 y sobre todo agradece a toda la gente que le ha apoyado en este proceso. Reconoce que “hace 4 años no pasaban los partidos por televisión nacional y en el aeropuerto sólo la familia nos recibía, ahora hay más apoyo. Nadie sabe cuánto significa para nosotras que las personas salieran a saludarnos cuando llegamos. Se ha visibilizado nuestro trabajo y nuestro amor por la camiseta”.

Un aporte más allá de las canchas

Más allá del ámbito deportivo, los logros de Wendy y de la Selección femenina han venido a aportarle algo más que goles a Costa Rica, es un paso hacia una sociedad más equitativa. En los últimos años se ha validado el papel de la mujer en el ámbito social, público y específicamente en el deportivo.

Wendy comenta como la semana pasada, dando clases, las niñas celebraban los goles en el entrenamiento, como ella y sus compañeras del equipo nacional lo hacían en la eliminatoria. Se convirtieron en modelos a seguir. “Ya las niñas tienen figuras femeninas en el deporte a las que quieren seguir, cuando yo era pequeña quería ser como Ronaldo Fonseca, pero las niñas de ahora pueden tener a otra mujer como referente y eso significa mucho en temas de género” dijo la seleccionada nacional.

Además relató como en su infancia y adolescencia fue muy difícil lidiar con los estereotipos que limitaban el papel de la mujer y la juzgaban por jugar fútbol“ eso ha cambiado mucho en los últimos años y esperamos que siga cambiando, que nuestros logros ayuden a que se legitime y apoye el deporte femenino”.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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