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Etiqueta: Oscar Madrigal

Gaza el holocausto moderno. Ser equidistante ya es un justificante

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

Para condenar lo que ocurre en Gaza no se necesita de ninguna justificación, disculpa o nivelación de culpas y mucho menos de seguir jugando a lo EQUIDISTANTE entre Netanyahu y Hamás. No es posible justificar el genocidio de un pueblo, el palestino, con la incursión del grupo Hamás y el asesinato de 100 israelíes; no es posible disculparse con la retención de rehenes, ni tampoco creer que se está ante una respuesta de Israel ante una agresión.

Por sobre todas esas cosas, es claro y evidente que estamos en presencia de un acto de CRUELDAD con un determinado pueblo. Crueldad es la falta de piedad, es la indiferencia ante el sufrimiento ajeno e incluso la acción de infligir sufrimiento innecesario sobre las personas o los pueblos. Ante la Crueldad no caben justificaciones ni volver a ver para otro lado; simplemente debe condenarse de la forma enérgica. El genocidio que está ocurriendo en Gaza contra el pueblo palestino solo es comparable con el Holocausto judío.

El asesinato de más de 50.000 personas, la mitad mujeres y niños, el bombardeo de hospitales y escuelas, el objetivo declarado de eliminación de todo un pueblo, no puede ser más que un acto de crueldad, que no puede justificarse de ninguna manera.

Holocausto y Gaza son sinónimos en la política actual.

En el primer caso fue contra los judíos, actualmente es contra el pueblo palestino. Pero la crueldad es la misma, el odio y el deseo de una parte de exterminar a todo un pueblo, en el caso de los nazis a los judíos, en el caso de los sionistas a los palestinos.

Sionismo y judaísmo nunca han sido lo mismo. Los judíos antes del sionismo eran universalistas, solidarios, socialistas, luchadores por sociedades igualitarias, libres y hermanas unas de otras. Hay tantos nombres de judíos socialistas y solidarios, desde Marx hasta Kafka.

Esto es lo que ha hecho el sionismo al judaísmo o si lo prefieren al semitismo.

El propio Herzl (uno de los ideólogos del sionismo) escribió lo siguiente sobre los judíos: «He conseguido tener una actitud más libre en relación al antisemitismo, al que empiezo a comprender históricamente y a perdonar. Ante todo, reconocí la inanidad y futilidad de intentar “combatir” al antisemitismo». Pasaje de “Historia oculta del sionismo” de Ralph Schoenman.

El sionismo al exaltar los valores del nacionalismo, la patria y el pueblo elegido, eliminó del judaísmo sus grandes valores socialistas.

Hay que tener presente que el SIONISMO en pos de alcanzar sus propósitos, llegó -incluso- a acuerdos con Hitler y el nazismo. Si no fueron cómplices directos del Holocausto, si indirectamente al haber negociado con Hitler sin entender sus intenciones de eliminación del pueblo judío. El sionismo alcahueteó a Hitler al inicio sin comprender que éste lo que se proponía era la Solución Final.

La Federación Sionista de Alemania envió un memorándum de apoyo al Partido Nazi el 21 de junio de 1933. En el mismo señalaba: «…un renacimiento de la vida nacional como el que se da en la vida alemana… debe tener lugar también en el grupo nacional judío. «Sobre las bases del nuevo estado (nazi) que ha establecido el principio de la raza, deseamos encajar nuestra comunidad en la estructura de conjunto de manera que también para nosotros, en la esfera a nosotros asignada, podamos desarrollar una actividad fructífera por la Patria…».” (Ídem).

En julio de 1944 el dirigente judío eslovaco rabino Dov Michael Weissmandel, en carta a los funcionarios sionistas encargados de esas “organizaciones de rescate”, propuso una serie de medidas para salvar a los judíos condenados al exterminio en Auschwitz. Ofreció mapas exactos de los ferrocarriles y urgió el bombardeo de los ramales por donde transportaban a los crematorios a los judíos húngaros.

Pidió que se bombardeasen los hornos de Auschwitz, que se lanzasen en paracaídas municiones para 80.000 presos, que se lanzasen en paracaídas zapadores para volar todos los medios de aniquilación y poner fin así a la cremación de 13.000 judíos diarios.

En caso de que los aliados rechazasen la petición organizada y pública de las “organizaciones de rescate”, Weissmandel proponía que los sionistas, que disponían de fondos y organización, se agenciasen aviones, reclutasen a voluntarios judíos y realizasen el sabotaje.” (Ídem). El sionismo no actuó.

Enumerar otras acciones sionistas de complicidad con el fascismo y Hitler gastaría muchos párrafos.

Después de esto, en época previa al Estado de Israel, varias organizaciones sionistas se dedicaron al terrorismo contra los palestinos, pero también contra los británicos. De esa agua también han bebido.

Aprovechando que el mundo árabe está conformado por gran cantidad de minorías étnicas, los israelitas han sabido aprovechar esta circunstancia para poner a pelear a unos contra otros, ya sea en el Líbano, Siria, Jordania, Egipto o entre los mismos palestinos. Utilizando a una facción árabe contra otra, ha permito a los israelitas intervenir en esos países y otros, argumentando, en casi todas las oportunidades, que la seguridad del Estado de Israel está en peligro. La seguridad de Israel ha sido el gran argumento para intervenir en otros países, apropiarse de tierras, establecer colonias y, en general, mantener una política expansionista. Para este fin les ha resultado muy provechoso el financiamiento y la influencia sobre determinados sectores, étnicas o grupos de árabes. Así ha sido el caso de Hamás, que fue un grupo creado, financiado y orientado por Israel contra la OLP, como lo han reconocido sus propios dirigentes. Esta forma de actuar les ha permitido desunir al mundo árabe, pero, sobre todo justificar la expansión territorial y agitar la supervivencia o la seguridad del Estado de Israel.

Israel, mientras tanto con el pleno apoyo de EEUU y el gobierno de Trump, menosprecia a todo el mundo, sus leyes internacionales, sus organismos de convivencia y continúa con su política de exterminio del pueblo palestino. Los gobiernos, los estados, los organismos internacionales se han mostrado incapaces de detener este moderno Holocausto. No se atreven a romper el bloqueo que está condenando a la muerte por hambre a millones de personas.

La sociedad civil ha reaccionado. La flota de la libertad y la solidaridad que llegaría con víveres a Gaza ha sido secuestrada en aguas internacionales y otros grupos se movilizan hacia las fronteras de Gaza para luchar por la entrada de ayuda humanitaria.

Con estos antecedentes el sionismo debería ser condenado enérgicamente por el pueblo judío y no tenerlos al frente del Estado de Israel.

Una parte importante del mundo civilizado se mueve contra el Holocausto Palestino, contra el genocidio en Gaza.

Es momento de reaccionar. La equidistancia política o moral ya está superada; ahora se trata de la supervivencia de un pueblo, el de Palestina que tiene derecho a vivir.

“Estados Unidos primero” … ¿y Costa Rica?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

El sistema capitalista parece retado a una renovación dirigida por Donald Trump. Estamos en presencia de un cambio de paradigma en el desarrollo del régimen capitalista, el cambio de la globalización al nacionalismo. Y el nacionalismo exacerbado, xenófobo, ha sido la fuente de los fascismos y de la ultraderecha.

Desde el mismo Manifiesto Comunista se planteaba que el capitalismo por su misma mecánica tendía a llevar el mercado y la producción mercantil que promovía, a todos los rincones del planeta y con ello a imponerlo a todas las naciones. Así se impuso y consolidó el sistema capitalista a nivel mundial.

Actualmente el gobierno de EE. UU. con Trump a la cabeza, se propone iniciar un movimiento contrario a la globalización: recogerse en sus fronteras. El propósito es reindustrializar el país, atrayendo nuevamente a las industrias gringas que emigraron al extranjero para que produzcan en el país, retornar la iniciativa y control de la innovación tecnológica y fortalecer la producción agrícola. Si no regresan las empresas a USA se verán enfrentadas a aranceles o impuestos, es la lógica del gobierno gringo.

El complemento de esta política en el plano social es el repudio y la expulsión de los inmigrantes, especialmente los latinoamericanos; en el campo ideológico es la supremacía blanca y el miedo y en el político el control de la ultraderecha de todos los mecanismos de contrapeso estatales.

El capital necesario para volver a hacer grande a USA, como dice Trump, provendrá, supuestamente, de los aranceles, tarifas o impuestos a las importaciones que producirán miles de miles de millones de dólares, al decir de Trump, ya que es dudoso que EE. UU. tenga el capital financiero para iniciar esta transición por su alta deuda pública y por la caída de las bolsas de valores que ha significado grandes pérdidas financieras especialmente para las grandes trasnacionales. Trump apuesta a los aranceles para acumular el capital necesario para su programa. Por supuesto que estos aranceles los pagarán los consumidores estadounidenses y el resto de los pueblos del planeta.

El otro elemento para poder impulsar el programa MAGA es el capital humano. ¿Tendrá USA la mano de obra para impulsar la industria y la agricultura? La situación actual indica que no tiene esa capacidad. Actualmente la falta de mano de obra inmigrante tiene a estados como Nebraska, que, en 6 meses de continuar la situación, entrarían en quiebra del Estado y los obreros de la industria norteamericana no podrán igualar a los trabajadores de otras partes del mundo, especialmente en cuanto a salarios y experiencia. La producción de las mercancías en EE. UU. será a un valor y precio mucho más elevado.

El capitalismo se fortaleció en los países más desarrollados por la expoliación y los beneficios extraídos especialmente del sur del planeta. Eso fue parte de la acumulación originaria de capital que dio origen a la riqueza de USA y Europa.

El globalismo propuso una nueva forma de explotación mundial, el traslado de los excedentes a las trasnacionales norteamericanas producto especialmente de la mano de obra barata del llamado mundo subdesarrollado. Trump y su grupo plantean retornar a un expansionismo de viejo cuño, el de finales del siglo XIX e inicio del XX, que es el dominio directo de zonas del mundo, como Groenlandia, Canadá o Panamá y la entrega incondicional de las materias primas del suelo y subsuelo. Es un expansionismo para poner en los territorios la bandera de las barras y las estrellas.

“USA primero”, es el dominio de los intereses estadounidenses por encima de cualquier otro, sin importar reglas (como los TLC), alianzas o amistades. Primero yo y el resto se alinea o es castigado, es la máxima de Trump. El presidente Trump está tan fanatizado con sus medidas que está dispuesto a llevar incluso a su país a una recesión económica, a una mayor inflación y a la quiebra de varios estados de la Unión.

Trump ha desatado una guerra mundial, una guerra comercial contra todos los países del mundo.

Estamos en medio de una guerra comercial por si no nos habíamos dado cuenta.

Probablemente Costa Rica sufrirá de alguna manera esa guerra comercial y de seguro de una probable recesión económica de EE. UU. La economía costarricense es totalmente abierta, volcada hacia las exportaciones, es decir, hacia el mundo exterior porque así lo diseñaron los gurús economistas del neoliberalismo criollo. El problema ahora es ¿Cómo enfrentar una crisis internacional de tal magnitud?

El gobierno de Chaves no está pensando en esto porque simplemente se ha montado al cabús de Trump; no están pensando en medidas de contención a una situación mundial que podría afectarnos de una u otra forma. Costa Rica es un país sumamente expuesto a los vaivenes de los mercados internacionales, máxime cuando estamos en presencia de toda una hecatombe comercial a nivel global.

Tal vez Trump eche atrás en sus políticas, por la resistencia y respuesta categórica que muchos países como México, Canadá y Europa están dando.

El gobierno de Chaves debería estar pensando en esta situación que es muy grave, que obligaría a adoptar políticas consensuadas a nivel nacional, en vez de seguir azuzando los ánimos de unos contra otros.

¿Podríamos esperar alguna reacción responsable del presidente Chaves? Ya veremos.

La Costa Rica que dejan

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Un buen ciudadano debe irse planteando ya cuál será la Costa Rica que dejará el gobierno de Rodrigo Chaves que está a un año y dos meses de finalizar su periodo constitucional, porque de esos resultados estará condicionado el futuro del país.

Los indicadores objetivos señalan que:

En educación tenemos la menor inversión de los últimos años, con lo cual nuestra nueva generación, los niños y niñas, muchachos y muchachas tendrán un rezago educativo y con ello incapacidad para incorporarse al desarrollo humano. También se puede hablar de los centenares de colegios y escuelas que están con orden sanitaria de cierre, de los programas educativos cerrados que mutilan a los estudiantes de la educación afectiva e igualitaria.

La inversión social es la más baja de los últimos 14 años, lo cual ha significativo recortes en las becas Avancemos, comedores escolares, transporte o vivienda barata para los trabajadores, sea un retroceso en cuanto al derecho a la igualdad y el acceso a mejores condiciones de vida.

La Caja del Seguro Social vive en un caos por la negligencia, la impericia y la mala fe de las máximas autoridades que ha nombrado este Gobierno. Las filas de espera crecen y crecen, la inversión en infraestructura está detenida por razones inexplicables y la atención sanitaria por falta de especialistas se deteriora cada vez más.

Los regímenes de pensiones están al borde del colapso porque la cuota patronal no se paga, aunque la ley lo exija, pero al ministro de Hacienda esto poco le importa.

La inversión en infraestructura, carreteras, puentes, Ebais, puertos, etc., es la menor de los últimos años. No se sabe de ningún proyecto nuevo que el gobierno de Chaves esté dejando planteado o en proyecto, teniendo en cuenta que, en el país, la finalización de las obras lleva entre 8,10 o más años, estamos condenando al país a que por lo menos en una década no tengamos un solo hospital nuevo, un puerto, un aeropuerto, puentes, o nuevas carreteras que descongestionen el colapso vial que vivimos. La improvisación y la miopía del gobierno de Chaves costará 10 o más años para recuperarse.

La inseguridad es un problema que el gobierno de Chaves no puede controlar. Ha mostrado su total incapacidad y lo único que acierta a decir es que la responsabilidad es de otros. Mientras tanto el narcotráfico se apodera de barrios y lugares e infiltra a las policías e instituciones del Estado. Antes Chaves se volvía permisivo ante los homicidios porque según él, “se matan entre ellos”, pero actualmente caen inocentes y hasta jefes del OIJ, sin que el presidente reaccione; más aún, el ministro de Hacienda no gira recursos para combatir la delincuencia con la benevolencia de Chaves.

Si no se combaten las causas de la delincuencia, porque se disminuye la inversión social, y tampoco se previene el crimen o se reprime porque tampoco se gira presupuesto a las policías, la conclusión es que estamos haciendo un favor a la delincuencia organizada.

El costo de la vida sigue subiendo sin que se apliquen medidas para detenerlo, el precio de las medicinas es prohibitivo y así las condiciones de vida del pueblo se van deteriorando.

La lista se haría muy larga e impropia de este espacio. El abandono del ambiente, la gentrificación, la vivienda, el empleo, la destrucción del ICE, los grandes negociados corruptos, el crecimiento de la deuda pública externa de manera irracional que empeña nuestra soberanía, la destrucción de la producción arrocera en beneficio de los importadores, y tantas cosas más en muchos otros campos.

Pero de lo más relevante que se le puede achacar a este Gobierno es que ha dinamitado todas las relaciones entre los poderes del Estado, que los ha puesto a pelear, que se ha burlado de la división de poderes y de los mecanismos de control de los dineros públicos. Además, de haber fanatizado, vuelto intransigentes, dogmáticos, intolerantes e incondicionales a una parte muy importante de la sociedad. Restaurar las relaciones respetuosas, positivas, francas y de buena fe, va a llevar su tiempo.

Son 4 años perdidos, con mucho escándalo, pero sin logros. No se puede gobernar a gritos e insultos para ocultar una falta de un programa estratégico y positivo del país.

Para desgracia nacional al final de esta Administración quedará una Costa Rica en escombros. Llevará su tiempo la reconstrucción.

La pensión de lujo de Rodrigo Chaves Robles

Oscar Madrigal

Cuando concluya su mandato el presidente Rodrigo Chaves recibirá una pensión de lujo de expresidentes por un monto de ¢3.907.000, cerca de 4 millones, sin haber cotizado para ella.

Cuando le preguntaron al presidente Chaves si renunciaría a la misma, contestó con evasivas para el final decir que esa pensión era irrenunciable. Sea, que a ninguna pensión se puede renunciar.

Es posible que el presidente tenga razón por aquello de los derechos adquiridos, situaciones jurídicas consolidadas e irrectroactividad de la ley.

Pero vean qué interesante compatriotas, como dice un abogado.

El presidente Chaves presenta un proyecto de ley para eliminar las pensiones de lujo, pero no incluye en ellas las pensiones de los expresidentes.

Y más interesante aún.

Las pensiones de lujo de los actuales expresidentes no pueden ser eliminadas y menos se puede renunciar a ellas, como dice Chaves, porque fueron otorgadas conforme a leyes anteriores. Pero las pensiones futuras de los futuros expresidentes (de aquí para adelante) sí pueden ser eliminadas porque no tendrían carácter retroactivo. En otras palabras, la pensión de Rodrigo Chaves como futuro expresidente sí puede eliminarse y en este caso no recibiría la pensión. Pero no lo propone. En estas circunstancias no tendría que renunciar a la pensión de lujo, sino que sencillamente no tiene derecho a ella por disposición de la ley.  

En el proyecto de ley tan publicitado contra las pensiones de lujo no propone la eliminación de las pensiones de lujo de los expresidentes sencillamente porque eso lo perjudica personalmente.

Es evidente la doble moral de Rodrigo Chaves. Vocifera contra las pensiones de lujo de otros, pero se beneficia de ellas.

Una alianza para transformar

Oscar Madrigal

Los partidos políticos y los gobiernos de extrema derecha o de ultraderecha, aparecen como anti-sistema, sea enemigos del viejo modelo de gobierno basado en el bipartidismo, la corrupción y los privilegios. Las banderas que levantaron por décadas la izquierda y el movimiento progresista fueron arrebatadas por la extrema derecha, que se rebeló contra un sistema político necrosado, con gangrena.

Esta “rebelión” de la extrema derecha contra ese sistema anquilosado es lo que le genera influencia y apoyo en amplios sectores populares, incluso de los trabajadores y de las trabajadoras. El pueblo ya estaba cansado de tanta promesa que no cambiaba nada.

En Costa Rica ese hartazgo se empezó a manifestar en el gobierno de Laura Chinchilla y fue el partido Acción Ciudadana, PAC, quien logró aprovecharlo; era claro, entre Johnny Araya y Luis G. Solís, que la decisión fue contra el statu quo político corrupto.

El PAC capitalizó todo el malestar popular contra el sistema político desde una perspectiva progresista. En otras palabras, el PAC fue la expresión progresista contra el sistema bipartidista, corrupto y anti-democrático.

El gobierno de Solís rápidamente se distanció de sus postulados anti-sistema para caer en las redes de la politiquería, torpedeado incluso desde sus propias filas por Ottón Solís.

El segundo gobierno fue producto aún de la lucha entre el modelo político corrupto bipartidista (PLN-PUSC) y una nueva forma de hacer política. Ante el peligro de que la ultraderecha neopentecostal tomara el gobierno, las fuerzas progresistas y otras, inclinaron la balanza. Pero ya se percibía en el horizonte a la ultra-derecha queriendo capitalizar todo ese descontento, pero lo reducimos solo a un asunto de derechos sexuales.

La entrega y traición del PAC de Alvarado, entregando el gobierno a la ultraderecha del PUSC, terminó de alejar a los sectores populares de cualquier alternativa progresista. El PAC pagó su traición con la muerte.

Sin embargo, los sectores populares no querían volver al viejo sistema corrupto del bipartidismo y menos después de la enorme decepción del supuesto progresismo proclamado por el PAC. Era preferible un desconocido que Figueres, sin lugar a dudas.

Rodrigo Chaves es la manifestación de la ultraderecha contra el bipartidismo corrupto y ahora contra el progresismo que incumplió con su traición.

Sus improperios contra diputados, jueces, magistrados, universitarios y todo aquel que ose oponérsele, es bien recibido por esa masa que considera que cualquiera que esté mejor es su enemigo y debe ser condenado. Es la gente contra un sistema de justicia que no solo es lento, sino que ha favorecido a los ricos, un poder legislativo improductivo, un sistema tributario inequitativo, pensiones de lujo, etc., que ha calado hondo en las gentes. Aunque, Chaves y su gobierno no han resuelto los problemas más sensibles de la gente, lo apoyan por su actitud contra esos privilegios y corruptelas.

Me refiero rápidamente a estos elementos porque son el contexto en que se encuadra una política de alianzas.

Los retos, peligros y amenazas a los cuales se enfrenta el país son reales e inmediatos y hay que hacerles frente. Por eso ante ello es conveniente una política de alianzas y unidad de puertas abiertas, para aglutinar a todos los ciudadanos dispuestos a detener el deterioro democrático y defender las libertades conquistadas.

Pero la unidad no es para volver al pasado.

La Alianza no puede ser para defender el viejo “orden” del bipartidismo corrupto.

Se trata de una alianza para avanzar, para recuperar el sistema democrático, pero para mejorarlo y ampliarlo, para iniciar una trasformación progresista, sea en bien del pueblo, ante el sistema corrupto del bipartidismo.

Una Alianza para acabar con los peligros del grupo ultraderechista de Chaves y su séquito, pero también para superar el viejo sistema político del bipartidismo-corrupción.

¡Qué linda esa iglesia!

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Acaba de morir Gustavo Gutiérrez el sacerdote peruano, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, una concepción de Iglesia cotidiana, cercana a los problemas de la gente, al pueblo, de los pobres.

El Concilio Vaticano de Juan XXIII y la Teología de la Liberación sacaron a la Iglesia Católica de la modorra en que agonizaba, especialmente en América Latina.

La “nueva” Iglesia tuvo gran impacto en Costa Rica. Recordamos el enorme aporte de los jóvenes cristianos en las luchas universitarias, especialmente en la UCR con la JUC, liderada por Ana Ligia Rovira, Mayela Rodríguez, Pepe, Martén, Garrón, William y tantos otros que imprimían su compromiso cristiano contra Alcoa, por una sociedad más solidaria. ¡Qué bonita era la Iglesia en ese entonces! Joven, comprometida, lúcida, con fuertes valores cristianos y luchadora.

Era linda esa Iglesia de Javier Solís, Miguel Picado, Arnoldo Mora, la de las monjas del Saint Clare, de Yolanda Rojas, que luchaban por lo que alguna vez le oí a Arnoldo Mora decir en San Pedro de Poás: queremos una Iglesia donde la feligresía no llegue a pedirle a Dios ayuda para encontrar trabajo, para tener comida para sus hijos, dinero para pagar la renta, sino que acudan al templo con alegría, para agradecer a Dios por vivir con trabajo, con educación, con salud, en una sociedad que les satisfaga todas sus necesidades fundamentales.

La gran Iglesia latinoamericana de las Comunidades de Base de Brasil, Nicaragua, El Salvador, las de los Cardenal, Leonardo Boff, Casaldáliga, Helder Cámara, Sergio Méndez, de Puebla o Medellín. Esa Iglesia era bonita.

También la Iglesia de los evangélicos, de las llamadas iglesias históricas, prostituidas por el neopentecostalismo, de la Escuela Bíblica Latinoamericana que siempre abría sus puertas a las organizaciones populares.

Esa Iglesia abierta, libre, que olía a futuro y pobres fue cerrada por Juan Pablo II, Karol Wojtyla y por el que sería luego su sucesor, Joseph Ratzinger.

Quedan las luchas y los logros.

Tal vez podamos imaginar una Iglesia que se renueve incorporando a las mujeres al sacerdocio, a los párrocos como padres amorosos o casando personas del mismo sexo, a los gays oficiando misas y los templos convertidos en lugares de oración y lucha.

Sería una Iglesia aún más bella, sin duda.

¿Derrotarán los bombardeos al pueblo palestino?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Llama la atención que en Gaza a pesar de la destrucción causada por los bombardeos diarios del ocupante ejército israelí y el genocidio reinante, el pueblo gazatí se levanta diariamente a continuar con su vida, a poner a funcionar lo que quede de los hospitales, a continuar con la vida escolar de niños y niñas, a organizarse para hacer frente al hambre y a las enfermedades. El pueblo de Gaza no se rinde y continúa luchando por vivir.

Esto es así porque la esencia del ser humano es la solidaridad, la ayuda mutua, la colaboración colectiva.

En el libro “Dignos de ser humanos”, el autor Rutger Bregman, cuenta que en la víspera de la II Guerra Mundial, Churchil y los militares británicos esperaban el bombardeo de Londres por las fuerzas de Hitler, asumiendo que ello provocaría el caos, el pánico, que la ciudad sería un pandemonio, que millones de ciudadanos se derrumbarían mentalmente y que el Ejército no daría abasto para controlar a las masas. Todos los militares esperaban ese resultado de los bombardeos. El 7 de setiembre de 1940 Hitler bombardeo Londres con más de 80 mil bombas desapareciendo barrios enteros. ¿Cómo reaccionó la gente después? Los niños seguían jugando, los comercios abrieron, los ciclistas reaparecieron, pubs o cantinas siguieron funcionando. Por supuesto, lo que si había era mucho dolor y mucha rabia y dolor por los familiares y amigos perdidos, pero también mucha solidaridad entre todos, fueran ricos o pobres, de derecha o izquierda. La sociedad británica salió fortalecida en varios aspectos. Hitler y Churchil se equivocaron. La conclusión de un estudio fue: “no hay pruebas de que los bombardeos socaven la moral del pueblo”.

Por supuesto que los británicos devolvieron el golpe. En una sola noche bombardearon Dresde y causaron tantas muertes de hombres, mujeres y niños como en Londres a lo largo de toda la guerra. Más de la mitad de las ciudades de Alemania quedaron destruidas por completo. Churchil prefirió bombardear a la población que a objetivos militares considerando que ello diezmaría la moral de la población. Sin embargo, el comportamiento del pueblo alemán fue semejante al pueblo británico: no hubo histeria colectiva, la solidaridad entre vecinos era extraordinaria, la juventud asistía a los heridos y a los que habían perdido la casa.

Luego de la guerra se hizo un estudio para determinar si los bombardeos era una estrategia apropiada para ganar una guerra. La conclusión fue categórica: los bombardeos civiles habían sido un fiasco.

En Vietnam los Estados Unidos lanzó 3 veces más bombas de las que cayeron en Alemania y el fracaso fue aún más grande.

Hoy es claro que la capacidad de resistencia a los bombardeos civiles es una cualidad humana, que en Gaza y ahora en Líbano se está poniendo en evidencia.

El pueblo palestino está demostrando una resistencia al ocupante increíble, probando que no será derrotado ni borrado del mapa a pesar de la muerte de más de 200.000 hombres, mujeres y niños, que es la cifra aportada recientemente por la revista británica The Lancet.

El pueblo palestino vive bajo bombardeos diarios en una zona encerrada, donde no tienen agua, ni alimentos, ni medicinas, en la peor masacre humana de los últimos tiempos. Y a pesar de ello resiste.

Los bombardeos a civiles por la cúpula militar y política genocida de Israel no derrotarán al pueblo palestino, solo dejan en evidencia el carácter inhumano de una camarilla fanatizada y sedienta de sangre.

Un año de barbarie

Oscar Madrigal

Desde el inicio de nuestra lucha entendimos que el terrorismo no era una forma revolucionaria de acercar a las masas al socialismo.

Las acciones terroristas con ejecutadas, por lo general, por un pequeño grupo clandestino que ejecuta acciones pequeñas para asesinar a miembros del ejército o políticos, con el fin de provocar miedo en la población. Desde esta perspectiva, las luchas de masas, las luchas populares no son terrorismo, aunque en ese combate se puedan producir explosiones o ajusticiamiento de esbirros y saboteadores. Las acciones de violencia política no pueden catalogarse de terrorismo.

Sin embargo, su uso se generalizó desde el 11 de setiembre de 2001 y se aplica -según los intereses de los estados- a muchas acciones que son resistencia y lucha política de los pueblos oprimidos.

Por otra parte, el terrorismo más peligroso y letal es actualmente el Terrorismo de Estado. Tan condenable como el de pequeños grupos, el terrorismo de estado es más brutal porque se ejerce generalmente como defensa nacional o defensa del estado por lo que se legitiman la tortura, las desapariciones, el espionaje colectivo o la eliminación selectiva de todos aquellos que puedan ser considerados enemigos del Estado.

En los juicios contra la dictadura de los militares argentinos, éstos argumentaron que la brutal represión se hizo para defender al Estado de las acciones de los subversivos o guerrilleros; la justicia argentina condenó a la cúpula militar argumentando que el Estado no tiene el derecho de actuar ilegalmente, aunque sea para defender la legalidad. El Estado no puede violar los derechos humanos para defenderlos, el Estado de Derecho se defiende conforme a las leyes y la constitución.

Este día se cumple un año de barbarie, de un genocidio pocas veces visto en las últimas décadas de historia. Me llama la atención que los bombardeos y ataques que realizan los que la prensa llama grupos terroristas están dirigidos contra las bases militares e infraestructura militar de Israel, mientas que los bombardeos de Israel -que supuestamente no es terrorista- se dirigen contra hospitales, escuelas, barrios, fábricas, carreteras, de manera indiscriminada y sin importar lo que ellos llaman daños colaterales. El resultado hasta hoy es de 45.000 muertos, 10.000 desaparecidos, en su mayoría niños, niñas y mujeres en Gaza y varios miles de muertos ahora en Líbano.

La guerra de Israel está dirigida por Netanyahu, con orden de captura internacional por la Corte Internacional de Justicia, que es un corrupto condenado por la propia justicia israelí, junto a una camarilla de ultraderecha, ultra nacionalista y racista que ha perdido todo sentido de la razón y los límites. Una camarilla, que, por mantener su impunidad, está acabando con el mismo pueblo israelí, alejando sus fuentes productivas y sembrando traumas de guerra que dejarán solo mentes enfermas dentro de los jóvenes y del pueblo de Israel.

Netanyahu y su camarilla están desquiciados y totalmente fuera de control. Ese engendro se le escapó de las manos a EEUU y la OTAN.

A ningún país le sirve o interesa que esa zona del Cercano Oriente se convierta en un conflicto generalizado solo porque la camarilla de Israel esté interesada en llegar hasta su propia inmolación. Las consecuencias serían desastrosas, no solo por el petróleo sino por el comercio mundial en general.

Según parece el mundo se está hartando de Netanyahu y su camarilla racista. Ya empezó Macron negándose a entregarle más armas a Israel y el gobierno de Biden y Harris parece endurecer sus posiciones.

¿Está pensando EEUU y la OTAN en un recambio en la cúpula israelí?

Netanyahu y su grupo manifestaron que en 4 semanas acabarían con Hamás en Gaza, pero ya pasó un año y la guerra se ha extendido a otras regiones. El pueblo palestino no desaparecerá, al contrario, la solidaridad y el apoyo de todo el mundo lo ha respaldado.

Palestina será libre, y ello cada vez está más cerca.

El acto de corrupción más grande de la historia de la Caja

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

En una ocasión visité a Mario Devandas en las oficinas de la Caja cuando él era miembro de su Junta Directiva. Hablamos de muchas cosas; sin embargo, una me llamó la atención. Me decía que le sorprendía por qué participaban en esa Junta Directiva representantes del sector patronal y estatal que eran prominentes miembros de grandes bufetes de abogados o directamente de las empresas.

Mirá, me decía, las sesiones de Junta Directiva duran desde las 9 de la mañana hasta entrada la noche, hay que dedicar todo un día casi que a la semana a esta labor y muchas horas de estudio. Y las dietas que se pagan son de 40 mil colones por sesión. ¿Por qué dedican todo ese tiempo por tan poco dinero, personas que ganan muchísimo más plata diariamente en sus actividades empresariales?

Además, aquí aprobamos compras por millones de dólares en medicamentos o equipo médico, construcciones y muchas cosas más. Las responsabilidades son enormes, entonces ¿por qué se la juegan por tan poco?, me contaba.

A Mario le llamaba la atención esa situación.

Otra persona una vez contaba que la Caja era un pequeño ministerio de Hacienda, por ser una gran recaudadora de “impuestos” o cargas parafiscales ya que recaudaba miles de millones mensualmente, no solo para la Caja sino para luego dirigir determinados montos a otras instituciones.

Los recientes escándalos ocurridos con la Caja vuelven a poner de manifiesto que esa Institución es un ente apetecido para hacer grandes negociados corruptos. Ya ocurrió en el pasado con préstamos y ocurre ahora con sobreprecios exagerados a cooperativas de la salud.

La Caja mueve miles de millones de colones que son para la salud y las pensiones de los costarricenses. Por eso hablar de sobreprecios de 12.400 millones de colones por año o de 1.200 millones mensuales, por encima del precio que podría ser razonable, a pesar de ser una suma inimaginable para personas como nosotros, son cantidades propias del manejo de instituciones como la Caja o el ICE.

El escándalo de los sobreprecios a las cooperativas de salud es una transacción o compra de servicios absolutamente corrupta. Puertas giratorias, abogados de esas cooperativas y luego directivos, miembros de organizaciones cooperativas y luego personas que deciden millonarios contratos para esas cooperativas, visitas del gerente de logística de la Caja al bufete del directivo para conversaciones que no se aclaran, estudios de factibilidad o financieros del negocio, amañados o realizados por gente sin competencia para hacerlos, reuniones de Junta Directiva a la carrera y con cuórum arreglado para decidir la contratación. En fin, hacer a un lado a las estructuras normales y legales de la Caja para acomodar estudios técnicos a la medida de los corruptos. Y por supuesto, todo esto hecho bajo la dirección intelectual de la presidenta ejecutiva, Marta Esquivel, sin cuya participación todo lo anterior no habría sido posible.

El alegato del Gobierno es que el contrato no está en firme y que no se ha pagado ni un centavo. Es posible. Pero entonces estamos en presencia de un intento o tentativa de aprobación de una contratación evidentemente irregular, con un gigantesco sobreprecio y absolutamente corrupta. Un intento que no cristalizó por la rápida intervención de la Auditoría de la Caja y del Ministerio Público. De lo contrario Marta y su grupo se habrían salido con la suya.

Creo que estamos ante el acto de corrupción más grande de la historia de la Caja y, tal vez del país.

¿Y la UCAEEP qué dice?

Rodrigo Chaves despidió a Ramos de la presidencia Ejecutiva por aprobar un aumento de salarios a los trabajadores pero ahora mantiene y apoya a Marta Esquivel responsable del acto corrupto más grande de la historia de la Caja.

¿Hacia dónde vamos?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Me pregunto a dónde irá a parar todo el desbarajuste que vive el país en el campo político, social o cultural. La situación nacional es más caótica que de crisis, porque el desorden es monumental en todos los campos del país. Es caótica porque no hay un horizonte o una perspectiva más o menos clara en nuestro futuro.

El chavismo ha producido un desorden tal en el tablero del juego nacional, que no parece haber fuerzas para enmendarlo en poco tiempo, ni el sujeto político capaz de enfrentarlo.

Los partidos de la oposición navegan en un mar de incertidumbre, dando palos de ciego, sin poder articular una oposición seria, donde se vea una alternativa real para recuperar las instituciones y enrumbar el país por otros senderos.

El futuro no está en Liberación Nacional que no encaja ningún cambio al estado chavista y que cada vez se aleja más de poder ser opción de triunfo; aunque solo podrían jugar a que Chaves es más malo que cualquiera. Un gobierno de Liberación sería tan nefasto para el pueblo como uno de la Unidad.

Las políticas del gobierno de Chaves son, objetivamente, las de un incapaz, arropadas en un mensaje pachuco, que lo que pretenden es desmantelar el estado del bienestar y acabar con lo que queda del país de las reformas sociales.

El desmadre de la oposición es tal que lo único que puede impedir una repetición del chavismo reaccionario, sea su propia incapacidad para unirse.

Resulta que el caos, el desmadre, es lo que le beneficia a Chaves porque no tiene alternativas serias para enfrentar los problemas nacionales. Chaves vive del caos.

Por otro lado, el Frente Amplio por sí solo, no tiene la fuerza o el músculo, tanto política como ideológicamente, para presentarse como la alternativa de gobierno ante el chavismo reaccionario. Sin embargo, es la única fuerza organizada que puede coadyuvar a crear una opción política para las elecciones del 2026.

¿Qué esperan? Que convoquen los que pueden convocar, que promuevan el diálogo para un programa, que se unan todos aquellos que deseen derrotar al chavismo reaccionario sin volver al pasado nefasto del ayer.