Ir al contenido principal

Etiqueta: Pablo Ruiz

Vidas en Peligro: 6 Países se retiran de la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersona

Por Pablo Ruiz*

De acuerdo con una nota de la Agencia EFE los países bálticos de Estonia, Letonia y Lituania han oficializado el proceso de retirada del Tratado de Ottawa o la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersona la que prohíbe el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona. También Ucrania, Polonia y Finlandia han anunciado planes para hacer lo mismo.

Esta decisión es un retroceso y un claro peligro para la población civil si es que nuevamente se usan este tipo de armas en sus fronteras las que, hoy por hoy, producto de los conflictos en curso, son transitadas por la misma población o por migrantes que justamente quieren escapar de la guerra o la pobreza. Se conoce que el 80 % de las personas que mueren o quedan discapacitadas a causa de las minas terrestres son civiles y muchas veces niños.

De acuerdo a la Cruz Roja Internacional “La Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (“Tratado de Ottawa”) forma parte de la respuesta internacional al sufrimiento generalizado que producen las minas antipersonal. La Convención se basa en normas consuetudinarias de derecho internacional humanitario aplicables a todos los Estados. Estas normas prohíben el empleo de armas que, por su índole, no distingan entre personas civiles y combatientes o causen sufrimientos innecesarios o daños superfluos. La Convención se abrió a la firma el 3 de diciembre de 1997 en Ottawa y entró en vigor el 1 de marzo de 1999”.

En un comunicado de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona (ICBL), coalición de ONG fundada en 1992 y ganadora del Premio Nobel de la Paz, sobre la retirada de los países bálticos, anunciada en la última reunión de los Estados parte del tratado, “representa un retroceso sin precedentes en un acuerdo de desarme humanitario que ha salvado innumerables vidas desde su adopción 1997”, señalaron.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, según la nota de EFE, “firmó un decreto el 29 de junio para retirarse del tratado, aunque este prohíbe que los Estados lo abandonen si se encuentran en conflicto”. Ucrania había ratificado el Tratado de Ottawa en 2005.

La organización Handicap International, con sede en Francia y Bélgica, lamentó en otro comunicado la decisión ucraniana.

“Las minas antipersonal causan contaminación a largo plazo y representan graves riesgos para la población civil. A nivel mundial, más del 84 % de las víctimas de minas terrestres son civiles. El uso de estas armas pone en peligro vidas no solo durante los conflictos, sino también durante décadas posteriores, lo que dificulta la reconstrucción, el retorno seguro de las comunidades desplazadas y la consolidación de la paz a largo plazo. Instamos a Ucrania y a todos los Estados a que respeten las normas humanitarias internacionales y prioricen la protección de los civiles por encima de todo. Nos preocupa profundamente la decisión de Ucrania de retirarse del Tratado sobre la Prohibición de Minas Antipersonal. Además, la Convención no autoriza la retirada de la Convención de Ottawa durante un conflicto armado activo., señaló la ONG Handicap International.

¿Por qué es necesario prohibir las minas antipersonal?

“Las minas antipersonal no pueden distinguir entre soldados y personas civiles y suelen matar o mutilar gravemente. Al ser relativamente baratas, pequeñas y de fácil manejo, han proliferado por decenas de millones, causando indecibles sufrimientos y devastando social y económicamente a docenas de países en todo el mundo. Dado que resulta mucho más fácil colocarlas que retirarlas, ha sido difícil o imposible utilizar esta arma de conformidad con las normas del derecho internacional humanitario en la mayoría de los conflictos en que se ha empleado”, indica la Cruz Roja Internacional.

Para Shabia Mantoo, portavoz de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), “la presencia de minas y otros artefactos explosivos sigue causando un elevado número de muertes y lesiones graves, que a menudo provocan discapacidades permanentes, con un impacto desproporcionado en los niños, las personas con discapacidad y las personas que se ven obligadas a regresar en condiciones desesperadas», señaló a IPS .

De acuerdo a la ONU, “más de 143.000 personas han muerto o han resultado heridas a causa de la explosión de minas antipersona u otro tipo de artefactos terrestres entre 1999 y 2020”.

El caso de Chile

En el caso de Chile, por ejemplo, Chile suscribió la Convención de Ottawa el 3 de diciembre de 1997 y el 10 de septiembre de 2001 depositó el instrumento de ratificación ante el secretario general de las Naciones Unidas. En función de este compromiso posteriormente creó la Comisión Nacional de Desminado (CNAD).

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores el año 2020 “Chile culminó las operaciones de desminado humanitario, despejando todos los campos minados del territorio nacional. En total, se trató de 200 áreas, en las que fueron destruidas 179.815 minas y liberados más de 27 millones de m2, trabajo especializado en terreno que concluyó el pasado 27 de febrero”.

“Las minas (estaban) ubicadas en las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta y Magallanes, así como, la identificación de un campo minado en la región de Valparaíso y de un área considerada de peligro por contener posiblemente estos artefactos, en la región Metropolitana, fueron el centro de las áreas de trabajo” de la CNAD, señala un informe de Blanca Bórquez Polloni.

En la actualidad, 164 países habían suscrito el tratado: todos los Estados miembros de la Unión Europea, así como la mayoría de los países africanos, asiáticos y americanos. En cambio, Rusia, China, India, Estados Unidos e Israel figuran entre los que no han suscrito el Tratado de Ottawa.

* Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org

Foto de Santiago Serna de la Agencia Anadolu (agencia de noticias propiedad del Gobierno de Turquía).

Estados Unidos y la guerra eterna contra todos

Por Pablo Ruiz*

La mal llamada guerra de los 12 días entre Irán e Israel se podría llamar “la guerra eterna” porque fue justamente en Irán, después de la Segunda Guerra Mundial, donde EEUU promovió, mediante operaciones de la CIA, lo que se conoce como el primer golpe de Estado en el mundo, sucedido en 1953, siendo el segundo en Guatemala, en 1954, y después en distintos países hasta la actualidad.

“El golpe de Estado en Irán de 1953 es uno de los sucesos más significativos en la historia moderna de Irán, destacando como un claro ejemplo de intervención extranjera en el contexto de la Guerra Fría. Este evento tuvo lugar el 19 de agosto de 1953 y resultó en el derrocamiento del primer ministro Mohammad Mosaddeq, quien había impulsado la nacionalización del petróleo”, señala un artículo de Jerson Levi Medina.

En 1953 entonces Estados Unidos estableció y apoyó en Irán una monarquía la que se prolongó por 26 años y que cayó en 1979 con la revolución islámica. Al mismo tiempo, comenzó nuevamente una guerra permanente, abierta o encubierta, para derrocar a las nuevas autoridades en Irán.

La retórica, ante la prensa y el mundo, para atacar a Irán, muy parecida a la mentira que se usó para atacar a Irak, que Israel y los Estados Unidos no pueden permitir que Irán tenga armas nucleares. Al menos resulta irónico que se diga esto cuando está claramente establecido que tanto Israel como Estados Unidos disponen de armamento nuclear.

El ataque a Irán, por otro lado, desvío la atención de los grandes medios a la masacre que se sigue cometiendo contra el pueblo palestino y que al presidente Donald Trump, que (irónicamente) quiere el Premio Nobel de la Paz, no le importan en lo más mínimo.

En todo caso, no hay pruebas ciertas de que Irán esté desarrollando un arma nuclear. Así lo ha señalado la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y es concordante con lo que dijo primeramente la directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, ante el capitolio.

En contraste, sí hay evidencia pública que Estados Unidos ha seguido realizando esfuerzos para fortalecer su arsenal nuclear trabajando en el desarrollo de un nuevo misil balístico intercontinental con capacidad de llevar ojivas nucleares conocido como LGM-35A Sentinel de Northrop Grumman.

“La provisión de múltiples ojivas, contramedidas, y un mayor alcance para atacar a China significa que el diseño del Sentinel es significativamente más grande que el del actual Minuteman III”, comentó el sitio especializado www.defensedaily.com

Sobre las armas nucleares, por los hechos, vemos que la Agencia Internacional de Energía Atómica sólo tiene sus ojos, interés, y trabajo puestos en Irán y no, como quisiéramos, tiene una actitud pro activa para que Israel, Estados Unidos, y otras potencias nucleares, desmantelen sus arsenales.

Más armas para Ucrania

En julio dos personajes estuvieron de visita en los EEUU, lugar donde se dan las órdenes y autorizaciones a instituciones y países con una soberanía cuestionable. En Washington, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius. Ambos con el mismo propósito, su obsesión de seguir apoyando a “Daddy” y su objetivo de alimentar la guerra en Ucrania, enviado armas desde terceros países, para que sigan muriendo ucranianos y rusos. Su discurso, de Trump, es una cosa, la realidad puede ser siempre otra.

Según diversos medios de prensa, Mark Rutte ha confirmado que Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Suecia, Canadá, Países Bajos y Finlandia, países de la OTAN, comprarán armamento a Estados Unidos, incluyendo baterías antiaéreas Patriot, para enviarlos después a Ucrania. Buen negocio, made in usa. Peligro para todos que se desencadene una guerra nuclear por la involucración cada vez más de Europa y EEUU en Ucrania contra Rusia.

También, este 14 de julio, se reunió el secretario de Defensa, Pete Hegseth, con su homólogo Boris Pistorius a quien lo felicitó por todos los avances y logros del intereses de los EEUU.

“Hemos visto un progreso increíble dentro de la OTAN, con Alemania a la cabeza, un compromiso firme con su gasto y un compromiso con el liderazgo europeo”, dijo Hegseth.

A todo lo anterior, una columna de David Ignatius, publicada por The Washington Post, titulada “Al presionar a Putin, Trump «escala para desescalar»” se afirma que Trump estaría de acuerdo secretamente en que Ucrania pueda atacar a Moscú y San Petersburgo.

“La determinación de Trump de presionar a Putin se transmitió en una conversación la semana pasada con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, según me informó una fuente. Trump le preguntó a Zelenski por qué no atacaba Moscú. “Podemos si nos dan las armas”, respondió Zelenski. Trump afirmó que Ucrania necesitaba presionar más a Putin, no solo a Moscú, sino también a San Petersburgo”, señala el artículo.

En nuestro continente, sigue la guerra económica y las amenazas contra Brasil, Chile, México de aplicar elevados aranceles. Siguen las deportaciones y detenciones de migrantes en EEUU. En Panamá y otros países, los “gringos” siguen realizando ejercicios militares en lo ellos consideran su “patio trasero”.

Al cierre de este artículo, Israel ha lanzado diversos ataques a Siria y Rusia ha denunciado que la OTAN se está preparando “activamente” para involucrar a Moldavia en un posible conflicto armado contra Rusia. En Palestina, Israel sigue asesinando al pueblo palestino. La guerra de nunca acabar.

* Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org

Imagen: El gobierno del presidente Jacobo Árbenz sufrió un golpe de Estado en 1954. Foto de Prensa Comunitaria, de Guatemala.

Ecuador: Avances, retrocesos, y elecciones

Si en el 2015, Ecuador figuraba, bajo el gobierno de Correa, en el ranking o Índice de Paz Global, que publica el Institute for Economics and Peace, en el puesto 84, en el 2024 está situado en el puesto número 130 con lo cual Ecuador “puede considerarse un país peligroso”.

Por Pablo Ruiz*

En febrero del año 2008 participé de una delegación a Ecuador junto al fundador de SOA Watch, Roy Bourgeos, y la excoordinadora para América Latina de dicha organización, Lisa Sullivan, donde tuvimos la ocasión de reunirnos con el expresidente Rafael Correa en el Palacio de Carondelet la sede del Gobierno ecuatoriano. Le pedimos entonces que Ecuador dejará de enviar tropas a entrenarse a la nueva Escuela de las Américas la que, desde el 2001, se llama Instituto de Cooperación para Seguridad del hemisferio occidental (WHINSEC, por sus siglas en inglés) y cumple la misma función de adoctrinar y entrenar bajo la misma política militar estadounidense.

En ese lejano 2008, Correa transitaba su segundo año de gobierno, nos escuchó con atención y respeto. Entendía perfectamente de qué hablábamos, el papel que ha tenido y sigue teniendo el entrenamiento militar de las tropas latinoamericanas en los Estados Unidos.

Se comprometió entonces a trabajar para tener una mejor correlación de fuerzas como gobernante, entendiendo que para los presidentes de América Latina no es fácil, de un momento a otro, contrariar los deseos o mejor dicho los mandatos que Estados Unidos impone a nuestros países y no tener consecuencias que lamentar.

Ese año 2008, meses después, el 28 de septiembre, tuvo su primera gran victoria. El pueblo ecuatoriano, luego de una Asamblea Constituyente, aprobó una Nueva Constitución la que establece que “Ecuador es un estado constitucional de derechos y justicia social” y que “Ecuador es un territorio de paz” donde se prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras, entre otras conquistas.

Al año siguiente, el 2009, el presidente Correa decide entonces no renovar el Acuerdo con Estados Unidos del uso militar de la base aérea de Manta y, finalmente, el 2012 toma la decisión de retirar a las tropas ecuatorianas del entrenamiento en WHINSEC.

En esos años lejanos vimos un Ecuador que florecía. Un gobierno que sostenía un diálogo directo con los movimientos sociales, con la ciudadanía, la que tomaba la palabra con propiedad. En esos años, la vida fue cambiando al color de la esperanza y la economía mejoró progresivamente en este país.

También es preciso recordar que, el 3 de mayo de 2007, bajo el gobierno de Correa, se creó también una Comisión de la Verdad que tuvo como mandato “investigar, esclarecer e impedir la impunidad respecto de los hechos violentos y violatorios de los derechos humanos, ocurridos entre 1984 y 1988 y otros periodos”.

Así mismo, entre 2009 y 2015, Ecuador redujo significativamente la pobreza multidimensional en 16,5 puntos porcentuales; es decir, 1,9 millones de ecuatorianos dejaron de ser pobres en seis años.

Sobre la situación de seguridad en Ecuador es preciso recordar que, en el año 2007, el presidente Rafael Correa recibió un país con una tasa de 16,9 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Años después, el 2014, “cerramos con una tasa de homicidios de 8,1 por cada 100.000 habitantes y nuestra meta para este 2015 es terminarlo en seis homicidios por cada 100.000 habitantes», señaló el entonces Ministro del Interior, José Serrano, en un Encuentro sobre Seguridad Ciudadana desarrollado en Ecuador.

Por supuesto, es claro, que no todo fue perfecto bajo el gobierno de Rafael Correa, pero se avanzó significativamente. También, hay que recordar que hubo un intento de golpe de Estado, el 2010, sabotajes, presiones, etc., pero claramente se vivía mucho mejor en ese Ecuador, en ese periodo, de la “Revolución Ciudadana”.

El país más violento de América Latina

Han pasado muchas cosas en Ecuador, que sería largo relatar, muchas son conocidas, y llegamos al presente en que el Diario El País de España titula, a comienzos de marzo de este 2025, que “Ecuador se sitúa como el país más violento de América Latina: un asesinato cada hora”.

“En los primeros 50 días del año, el país ha registrado 1.300 asesinatos, lo que equivale a un crimen por hora. Esta cifra refleja un aumento del 40% en comparación con 2023, un año que ya ostenta el título de ser el más violento en la historia reciente del país. En medio de este contexto de sangre, al menos 50 menores de edad han perdido la vida, solo en enero”, señala el diario español.

Si en el 2015, Ecuador figuraba, bajo el gobierno de Correa, en el ranking o Índice de Paz Global, que publica el Institute for Economics and Peace, en el puesto 84, en el 2024 está situado en el puesto número 130 con lo cual Ecuador “puede considerarse un país peligroso”. “Este indicador mide el nivel de paz y la ausencia de violencia en un país”, señalan.

El 2024, bajo el gobierno de Daniel Noboa, Ecuador ocupó de acuerdo a un informe de InSight Crime el primer lugar en la región en cuanto a homicidios per cápita, con casi 38.8 casos por cada 100.000 habitantes.

El 2015, bajo el gobierno de Rafael Correa, se situaba en 6,46 por cada cien mil habitantes. Una enorme diferencia, en vidas perdidas en la actualidad.

El 2024 el asesinato de cuatro niños, el “Caso Las Malvinas”, donde están involucrados 16 militares ecuatorianos, ha sido uno de los hechos más terribles (que nos recuerda el asesinato y desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa), entre tantos otros, que han sucedidos bajo el mal gobierno del Presidente Noboa. Sin embargo, este no es un caso aislado. La UNICEF ha señalado que la tasa de homicidios de niños, niñas y adolescentes aumentó en un 640 por ciento en cuatro años.

En un artículo escrito anteriormente, titulado “Las implicancias de EEUU en Ecuador”, que deja en evidencia la “supuesta” ayuda y asistencia militar, de inteligencia, de entrenamiento, estadounidense a Ecuador, no ha hecho diferencia, en nada ha servido para hacer de Ecuador un país más seguro. Todo lo contrario, donde Estados Unidos o el neoliberalismo salvaje mete sus manos, se acentúan las injusticias, el caos, y la violencia.

Entre otras cosas, señalé en el artículo referido que:

  • En septiembre de 2021, el Comando Sur y las Fuerzas Armadas de Ecuador firmaron un “memorando de entendimiento” con el objetivo de mejorar sus relaciones en materia de seguridad y defensa. El acuerdo titulado “Sistema Cooperativo de Integración de Información Situacional” busca el intercambio de datos e información lo que les permitirá a las fuerzas de Estados Unidos y Ecuador operar de mejor manera.

  • En el contexto de la firma del “memorando de entendimiento”, la embajada estadounidense en Quito señaló que “los Estados Unidos y el Ecuador gozan de una larga historia de cooperación en materia de seguridad centrada en temas de interés mutuo, incluida la seguridad aérea y marítima” agregando que “desde la reapertura de la Oficina de Cooperación en Seguridad en 2018, la Misión de los Estados Unidos ha entregado más de $2.8 millones en asistencia humanitaria, $1.4 millones en entrenamiento militar, y $27.7 millones en equipos y apoyo a las contrapartes ecuatorianas para combatir operaciones ilícitas y fortalecer la defensa del Ecuador”.

  • El artículo “Violencia y el rol de EEUU en Ecuador”, publicado en el sitio web de TELESUR, indica que “en el periodo 2021-2022 la asistencia militar de EEUU para Ecuador alcanzó los 172 millones de dólares en el marco de programas militares y antinarcóticos, convirtiéndolo en el principal receptor de asistencia militar en la región”.

  • Más atrás, el 2019, el gobierno ecuatoriano firmó acuerdos con los Estados Unidos que permiten a los militares estadounidenses operar con sus aviones P-3 Orion desde las bases aéreas de Simón Bolívar y desde el aeropuerto de la Isla San Cristóbal ubicada en el archipiélago de las Islas Galápagos para combatir el narcotráfico.

Revivir Ecuador

En octubre de 2024, el actual gobierno de Ecuador, presidido por Daniel Noboa envió a la Asamblea Nacional una propuesta de reforma constitucional que permitiría “abiertamente” volver a establecer bases militares extranjeras en Ecuador las que están prohibidas de acuerdo con el artículo 5 de la actual Constitución ecuatoriana.

En sentido contrario, en el “Programa Plurianual de Gobierno de la Revolución Ciudadana 2025-2029” que ha presentado Luisa González, como candidata presidencial, se establece: “Defender la soberanía nacional y rechazar la aplicación de la extraterritorialidad de la ley: no a los Tratados de Asistencia Recíproca; no a la instalación de bases militares extranjeras en nuestro territorio”.

Veremos lo qué pasa este 13 de abril en la votación de segunda vuelta para las presidenciales en Ecuador. Hay esperanzas en que Luisa González pueda triunfar y sería una muy buena noticia para Ecuador y América Latina que se dé ese paso y comenzar a cambiar la dura realidad en que los grupos de poder, incluso acusados de estar involucrados en narcotráfico, han sumido al Ecuador del presente.

* Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org

Delegación de SOA Watch se reunió el 2008 con el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, el ex sacerdote Roy Bourgeos, Pablo Ruiz y Lisa Sullivan.

Gabriel Aguirre: “Hay que poner fin a la guerra, poner fin a la locura”

Por Pablo Ruiz*

En América Latina y el Mundo, existen diversas organizaciones y movimientos que trabajan por la paz, en hora buena. Entre ellos, encontramos al Movimiento Global “Un Mundo más Allá de la Guerra” (WBW, World BEYOND War) organización que tiene presencia en los cinco continentes y que “utiliza la educación, el activismo y la comunicación para promover la causa de poner fin a todas las guerras y establecer una paz duradera”, como señalan.

Conversamos con Gabriel Aguirre quien es el organizador para América Latina de WBW, es de Venezuela, pero tiene su sede actualmente en Bogotá, Colombia. Gabriel Aguirre “ha sido un activista y luchador por la paz, la justicia social, la solidaridad internacional y los Derechos Humanos, y posee más de 13 años de experiencia en el trabajo social y comunitario”.

En la siguiente entrevista conversamos sobre el peligro de las bases militares en América Latina, de la base militar de EEUU en Guantánamo, donde están encarcelando migrantes; del encuentro del presidente de Ecuador con el fundador de Blackwater; de lo positivo que podrían resultar las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, donde EEUU es el mediador, y aunque se una “paz imperfecta” se podría alcanzar un alto al fuego; de Palestina; y de los tambores de guerra que promueven los líderes europeos contra rusia; entre otros temas.

– Lo primero, quisiera saber un poco más de tu organización ¿Qué nos puedes contar? Entiendo que tienen capítulos en algunos países…

Primero quiero mencionarte que nuestro movimiento global es una organización que se fundó en el año 2014. Es un movimiento que se propone, en principio, abolir la guerra como institución; es decir, como forma para resolver y gestionar todos los conflictos en el mundo. Es una organización que se propone poner fin al militarismo, a las bases militares, y trabajar en la construcción de una cultura de paz. Es una organización que trabaja desde la interseccionalidad; es decir, entendiendo los distintos espacios y esferas de acción y de influencia que van ocurriendo en el mundo.

Nuestros fundadores, David Swanson, que es nuestro director ejecutivo, y David Hartsough, vieron la necesidad de construir un poderoso movimiento global que pusiera en el centro de la discusión sobre la gestión y la problematización de los conflictos que van surgiendo a distintos niveles en la esfera internacional, en la esfera regional, en la esfera local, y cómo desestimar, cómo sacar a la guerra, dentro del tablero de posibilidades, y de opciones que se manejan para dirimir los conflictos.

Y es algo que está muy presente en el día de hoy. Tú bien has mencionado sobre la realidad que estamos atravesando, y la coyuntura en la cual nos encontramos, que es precisamente el problema y la amenaza latente de la guerra, de la confrontación de una tercera guerra mundial, que como han dicho algunos pensadores pondría en peligro la propia existencia de la especie humana, y que, ciertamente, existen distintos movimientos a nivel mundial que también trabajan en el mismo campo de la paz. Si nosotros decimos que la paz es un camino, entonces hay distintas formas, por supuesto, de emprender ese camino.

Naturalmente hay puntos de coincidencia, hay puntos de encuentro, porque coincidimos en la importancia, en la necesidad, en resumidas cuentas, de construir un futuro para la humanidad de paz, donde podamos contar nosotros con justicia social, donde podamos contar no sólo con una humanidad mucho más humana, una humanidad mucho más solidaria, una humanidad mucho más cooperativa, una humanidad que no se decante o no se determine por la violencia o que esté marcada por el hecho de la violencia que, en resumidas cuentas, conduce a la guerra.

Entonces, nuestro movimiento se organiza a nivel global a través de sus capítulos, en cada uno de los países; nosotros tenemos, actualmente, presencia en los 5 continentes. No podemos hablar de todos los países, pero sí en los 5 continentes.

Cada región del mundo, cada rincón del mundo, con sus particularidades, pero también nos organizamos a través de organizaciones aliadas, afiliadas a “World Beyond War”, a “Un Mundo Más Allá de la Guerra”, que son organizaciones con las cuales trabajamos, porque nos reconocemos como parte de un gran ecosistema, de un gran movimiento de organizaciones, de plataformas, y de espacios internacionales que también trabajan en el mismo campo, que se proponen, de distintas formas, también lograr los objetivos que nos hemos propuesto, que no son otros, por ejemplo, en el caso de América Latina, que construir, y hacer de nuestra región una América Latina como una verdadera zona de paz.

Y para eso es importante, por ejemplo, el cierre de las bases militares. Para eso es importante que en nuestra región no existan armas nucleares, para eso es importante que en nuestra región no exista la presencia de la OTAN, que es el “dedo en el gatillo” del imperialismo. Para eso es importante que se desmantele el Comando Sur, que es una instancia que, igualmente, actúa con base a la lógica guerrerista impuesta por EEUU para extender su dominio, y mantener su papel de potencia hegemónica en el mundo, pero en particular, en América Latina.

Entonces, hay muchas cosas que todavía hay que trabajar para lograrlas, y, naturalmente, entre las distintas organizaciones podemos cooperar, podemos contribuir, y debemos sobre todo trabajar en unidad. En unidad y en alianza para poder entender y afrontar los nuevos desafíos que nos exige hoy la realidad del mundo.

– Justamente, mencionaste el tema de las bases militares. En febrero, el mes pasado, se realizó el Día Mundial Contra las Bases Militares. ¿Por qué la oposición a las bases militares? ¿Por qué el movimiento por la paz se opone a que haya esta “colaboración” entre los países?

Mira, efectivamente, la guerra tiene distintas formas de estructurarse. Hay estructuras que conforman y que permiten potenciar la guerra. Una de ellas son las bases militares. Por eso, EEUU posee hoy más de 900 bases militares alrededor del mundo. En América Latina son 76 bases militares y, contando, porque aún no han desistido del esfuerzo de seguir construyendo y estableciendo, sembrando en el corazón de nuestro continente, nuevas bases militares.

Para nosotros, realmente, el tema de las bases militares es un problema, y para el mundo en general, porque desde allí se desarrollan operaciones que, por supuesto, van dirigidas a mitigar los esfuerzos de los movimientos y de las organizaciones que trabajan en la construcción de un mejor futuro de su pueblo, que trabajan por la construcción, y sobre todo por lograr conquistar derechos civiles, democráticos, sociales, de todo tipo. Y es desde las bases militares, justamente, donde se desarrollan operaciones de todo tipo: operaciones de inteligencia, operaciones de interdicción, operaciones que tienen que ver, particularmente, con el perfilamiento de dirigentes y de infiltraciones de los movimientos a distintas escalas.

Desde otra perspectiva, alrededor de las bases, cuál ha sido el argumento que se ha empleado históricamente para establecer bases militares en un país: bueno, que supuestamente las bases militares van a permitir incrementar los niveles de seguridad en ese país. Bajo esa lógica, entonces, los gobiernos suscriben acuerdos con EEUU y con la OTAN, en algunos casos, para establecer instalaciones militares en ese territorio. Bien sea visto desde la forma de cooperación directa o bien sea visto desde el establecimiento de una base propiamente militar con personal estadounidense en ese territorio, etc.

Y la gran verdad – que nos ha demostrado la historia – es que no hay un sólo caso en el mundo donde la existencia de una base militar haya mejorado los niveles de seguridad de ese país. Haya acabado con el crimen organizado; haya puesto fin al crimen transnacional, todo lo contrario: los indicadores y las estadísticas nos señalan que, donde se han establecido bases militares, se han disparado los niveles de inseguridad, se han disparado la presencia de grupos irregulares, se han disparado los niveles de operaciones del crimen transnacional, y por supuesto, otros fenómenos que ocurren alrededor de las bases militares como son, por ejemplo, las violaciones a los derechos humanos de las poblaciones.

Hay que mencionar un caso muy particular, aquí en Colombia, el caso de Olga Castillo y su hija, compañera que tuvimos el honor de conocer, hace algún tiempo, el pasado año. Ella murió de cáncer exigiendo justicia para su hija. Su hija que había sido violada por los militares estadounidenses de una de las bases que está establecida aquí, en Colombia, y que, por supuesto, en el marco de la inmunidad y de la impunidad fueron devueltos a EEUU y Olga murió reclamando justicia para su hija. No pudo hacerlo el Estado colombiano, menos lo hizo EEUU, por supuesto protegiendo a sus militares, y casos como estos hay múltiples, múltiples casos en el mundo, y en América Latina en particular.

Otros fenómenos que producen las bases militares, en los lugares donde son establecidas, es que terminan contaminando el medioambiente. Hemos visto, por ejemplo, todo lo que fue la presencia de las instalaciones militares en Vieques (Puerto Rico), una zona completamente militarizada, donde se probaban armas, donde se probaban productos y armas químicas, que se tradujo en perjuicio en la salud de toda la población viequense y que, entre otras cosas, se utilizaron armas, donde se colocaron minas en el suelo de Vieques, y se habla que hasta el año 2033, después de la retirada del ejército estadounidense, será entonces cuando se pueda hablar de un desmilitarización completa del territorio viequense.

Entonces contaminan el agua, generan perjuicios al medioambiente, se violan los derechos humanos, se incrementan los niveles de inseguridad. Adicionalmente, despilfarran cuantiosos recursos que deberían ser utilizados para realmente resolver los problemas estructurales de nuestra sociedad en acceder a derechos como el derecho a la salud, como el derecho a la educación, como el derecho a la cultura, la recreación, al deporte, lo que permitiría una normal existencia de la vida humana se termina traduciendo en un despilfarro cuantioso de recursos. Basta con dar una mirada a lo que es el gasto militar en el mundo y lo que EEUU invierte en la guerra y, por supuesto, un gran porcentaje de esa inversión a la guerra, que va en armas, que va a tropas, un gran porcentaje de eso va a las bases militares.

Sólo con el 3% del presupuesto que destina EEUU para la guerra en el mundo, sería posible ponerle fin al hambre en África, sólo con el 3% de lo que se destina a la guerra. Entonces estamos viviendo en un mundo, en una sociedad que en general, con mucha inmoralidad, con mucha hipocresía, que nos mencionan, y nos dicen que se preocupan por el problema de la hambruna mundial, pero entonces invierten cuantiosos recursos para fortalecer sus bases militares y sus guerras. Y en América Latina ya lo hemos visto: ha sido precisamente desde las bases militares estadounidenses donde se han generado acciones que han ido en contra de lo que han decidido los pueblos como forma para destinar y construir su futuro.

Desde las bases militares de Colombia se ha desarrollado múltiples acciones de agresión hacia el pueblo venezolano, en distintas oportunidades, generando operaciones de organización en alianza con grupos terroristas, en alianza con fuerzas mercenarias, en alianza con otros sectores, y Venezuela se encargó de denunciar, durante muchísimo tiempo, que nos oponíamos a la existencia de esas bases militares.

En el caso de Honduras, desde la base militar Soto Cano, en Palmerola, fue desde donde se extrajo al presidente electo Manuel Zelaya, en ese momento, y se le colocó en Costa Rica, por supuesto, violentando la soberanía del pueblo hondureño y la decisión del pueblo hondureño de construir un futuro con un presidente que en ese momento era el compañero Manuel Zelaya.

Entonces, para eso han servido las bases militares. No nos han generado ningún tipo de beneficio a nuestros pueblos y, en consecuencia, pensamos que es necesario, si queremos realmente poner fin a la guerra, es necesario cerrar todas las bases militares.

Nosotros tomamos el 23 de febrero porque es un día simbólico, un día significativo. Es el día en el cual se recuerda aquel tratado inmoral suscrito por el gobierno de Cuba, en 1903, por el gobierno de ese entonces, con el gobierno de los EEUU para tomar posesión de la bahía de Guantánamo que hoy es el principal centro de tortura y violaciones a los derechos humanos en el mundo y que, además, hoy está siendo utilizado por el gobierno de EEUU para enviar a los inmigrantes de todas las nacionalidades; entre esas, venezolanas; amenazarlos con enviarlos a esta prisión, que lo sabemos por todas las denuncias que se han presentado por distintos organismos internacionales, entre ellos por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y que están ocupando de manera ilegal, están ocupando en contra de la voluntad del pueblo de Cuba y que debería ser restituido a quien legítimamente le corresponde, ese territorio, que es al pueblo cubano.

– El tema de las bases militares, como bien dices, es un problema de todo el mundo y, de hecho, en Europa la presencia de bases militares de EEUU, las que comenzaron a rodear Rusia, se transformó en un problema, en un problema que llevó a la guerra en Ucrania con Rusia. Actualmente, el presidente Donald Trump está impulsando negociaciones de paz y, por otro lado, a la gran mayoría de los países de la Unión Europea les gustaría que continuara la guerra. Sin duda la guerra es un gran negocio, pero un gran negocio para pocos. ¿Qué piensas tú de las negociaciones o la guerra?

Mira, desde nuestro movimiento hemos clamado desde que se inició la guerra, hemos clamado la importancia y la necesidad de detenerla, de poner fin al conflicto, de poner fin a la guerra; por supuesto, sabemos que los actores involucrados, en este caso, todos y cada uno de ellos, aducen importancia y necesidades geopolíticas de emprender este conflicto que ha sumido a Europa del Este en una gran confusión, en una gran situación complicada, particularmente.

Sabemos que la OTAN ha sido uno de los grandes artífices de este conflicto, uno de los principales promotores los que realizaron un plan bien estructurado, que durante muchísimos años viene ejecutando para poder ir cercando, progresivamente, militarmente a Rusia, expandiendo sus fronteras, anexando nuevos países a la OTAN, inclusive países que se denominaban que eran países neutrales, por ejemplo, como Finlandia, como Suecia, que en el 2023 pasaron a formar parte de la OTAN y, recientemente, han declarado que tienen el interés de destinar más fondos para la guerra en Ucrania.

Entonces, sencillamente, es cómo estallamos y desarrollamos un conflicto, ¿verdad? Proponemos que se desarrolle un conflicto que, en resumidas cuentas, se traduzca en un mayor aislamiento a nivel internacional de Rusia, debilitamiento desde el punto de vista militar, político y geopolítico y nosotros, (la OTAN), progresivamente, vamos testeando de qué forma sería o de qué forma respondería una potencia nuclear en el marco de esta confrontación.

Para nosotros, lo peligroso de esto es que estamos señalando que en este conflicto se han sumado potencias nucleares. Lo ha declarado así la Agencia Internacional de Energía Atómica, donde Rusia posee cerca de 1530 cabezas nucleares, EEUU posee cerca de 1800 cabezas nucleares, otras tantas más en Reino Unido y en Francia.

Entonces, muy lamentablemente, parece que los gobiernos de Europa, porque no podemos hablar de los pueblos de Europa, no han aprendido nada de la historia, de los fenómenos y de las causas que se tradujeron en el estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hoy parecieran repetirse como copia y calco de cada uno de los hechos internacionales que fueron ocurriendo para que estallaran esas guerras.

Frente a la propuesta de paz, nosotros debemos señalar que, aunque sea una paz imperfecta, tiene que parar la guerra, tienen que dejar de morir personas, jóvenes, niños, mujeres, ancianos y ancianas en Ucrania y en Rusia. Porque en resumidas cuentas, eso es en lo que se traduce la guerra. Mueren personas, se genera sufrimiento en las familias. Entre otras cosas, se devastan pueblos y ciudades enteras. Entonces, la guerra debe tener un punto de finalización. Sabemos que las conversaciones de paz no son espacios o discusiones y conversaciones que sean fáciles.

Estamos seguros de que en los procesos de negociación y diálogo tienen que ceder ambas partes y creo que pareciera que existe, por fin, una opinión más o menos coherente y lógica sobre la necesidad de poner fin a esa guerra. Es muy irónico, porque la propuesta surge de parte de EEUU que es el principal promotor de guerras en el mundo y que, paralelamente, dice que debemos poner fin a la guerra en Ucrania y en el siguiente mensaje, en el siguiente tweet en la red “X”, escribe: “Bueno, y si Hamas no respeta el alto al fuego, que se desate el infierno en la Franja de Gaza”.

Entonces, tú no puedes entender cómo alguien que se propone construir la paz, lo hace para un conflicto en una esquina del mundo y para otro propone entonces desatar un infierno entero que significa la muerte de más personas de los ya 40 mil muertos en la Franja de Gaza a través de la intervención y del genocidio sionista y genocida que ha propuesto y que ha desarrollado Israel, el estado sionista de Israel. Entonces, es bastante irónico, ¿no? Naturalmente hay que aprovechar las circunstancias, hay que aprovechar el contexto. Si está planteada una negociación para poner fin a la guerra, es un esfuerzo que se debe acompañar.

Es necesario detener inmediatamente no solamente la guerra en Ucrania, sino todos los conflictos que están en desarrollo en el mundo, porque no es solamente Ucrania, no es solamente Palestina, qué nos duele muchísimo lo que ocurre en ambas naciones, sino que también son las guerras que están ocurriendo en África, por ejemplo, que muy poco se habla. Entonces, sabemos que hoy, eso es algo importante. Ojalá esos esfuerzos se traduzcan realmente en avances concretos para detener la guerra, para construir una paz justa para todos los pueblos y para los pueblos involucrados: el pueblo de Ucrania y el pueblo de Rusia.

Una paz estable, que no permita que cualquier acción o inestabilidad en la región produzca un nuevo estallido en la guerra, y, por supuesto, duradera. Que le permita al pueblo ruso y al pueblo de Ucrania desarrollar, elegir sus destinos, construirse como sociedades, construir un mejor futuro para sus pueblos, alcanzar el desarrollo en sus distintos espacios, niveles, áreas y campos, y que le permita también a la humanidad entender la importancia de ello.

Es importante que Europa no continúe su plan que lo ha develado hace unas pocas semanas a través de sus principales voceros; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de ponerse en una carrera armamentista contra Rusia y ganarla, además, han dicho.

Entonces parecieran los mismos discursos previo a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial muy peligrosos, muy delicados, y que genera una sensación de que estamos a las puertas de una nueva guerra mundial, de que estamos efectivamente gambeteando en ese espacio, en ese escenario, y la posición, desde los movimientos sociales y de nuestros pueblos, tiene que ser poner fin a la guerra, poner fin a la locura, que se propone desarrollar una nueva confrontación a nivel global, y, por supuesto, insisto, las capacidades destructivas hoy son, al menos, 100 veces superiores a las que existían durante la Segunda Guerra Mundial.

Treinta minutos de una guerra nuclear significaría la muerte de más de 3 mil millones de seres humanos – casi la mitad de la población – en sólo 30 minutos de confrontación con armas nucleares. Entonces, estamos hablando de un contexto bastante difícil, bastante complejo, pero que estamos seguros de que nuestros pueblos sabrán oponerse a ello, estamos seguros que en los pueblos en Europa hay resistencia, hay movimientos que están desarrollando iniciativas. Ahora, en el mes de junio, se va a desarrollar en Europa la contracumbre de la OTAN, justamente para denunciar lo que se va a discutirse allí en la OTAN; que no van a hacer otra cosa más que ver cómo siguen reforzando su estructura y su alianza militar global que ya hemos dicho, ahora en la entrevista, que es el dedo en el gatillo del imperialismo.

Es posible también que tengamos una nueva edición del Congreso de Neutralidad (que se realizó en Colombia) sobre estas fechas como espacios de confluencia de las plataformas a las que tú hacías mención al inicio de la entrevista como espacios para la construcción y para la articulación y para el desarrollo de una agenda común, una agenda en conjunto, que ponga en el centro la importancia de alzar nuestra voz para la paz, de pedirle y decirle a los gobiernos que detengan esta locura militarista.

– En estos días se supo que el presidente Daniel Novoa, de Ecuador, sostuvo una reunión con el fundador de Blackwater. ¿Qué opinas de esto? A mí, primero me dio risa, porque el año pasado, con EEUU se firmaron una serie de acuerdos, entregaron las Islas Galápagos, y que todo esto iba a ayudar a resolver el tema de las bandas criminales, del narcotráfico, vimos imágenes bien impactantes de un grupo tomándose un canal de televisión ¿Qué opinas?

Mira, yo creo que ya no hay acción en contra de la voluntad, en contra de los intereses de los pueblos, que Daniel Novoa no haya realizado, en el caso de Ecuador. Desde que este caballero fue electo, y digo caballero con el respeto de los verdaderos caballeros, en el Ecuador naturalmente se tomaron un conjunto de decisiones que iban totalmente en contra de la voluntad del pueblo, porque bien lo has relatado, si hacemos una revisión, digamos en las acciones que se fueron desarrollando en el tiempo, una de las primeras fue, justamente, pasar el proceso de militarización completo de las Islas Galápagos invitando al ejército estadounidense a participar de operaciones de interdicción, de operaciones supuestamente contra el crimen transnacional, cuando utilizaron el Ecuador. Los grupos criminales transnacionales han sido utilizados, y el paso de la droga, el tránsito de la droga, tema que hay que por supuesto estudiar, y trabajar para una próxima entrevista, utilizaron ese pretexto para establecer allí tropas en las Islas Galápagos.

Luego, se invitó abiertamente a tropas militares estadounidenses a territorio ecuatoriano. Luego se invitó al FBI, luego se invitó a la CIA y, más recientemente, bueno, entre otras cosas, se propuso cambiar el Artículo 5 de la Constitución ecuatoriana para permitir el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio, algo que había sido prohibido expresamente en la Constitución a partir de lo ocurrido en los desarrollos y el cierre de la base militar de Manta, donde, el expresidente Rafael Correa en ese momento declaró algo realmente brillante: recordamos una entrevista que le hicieron en EEUU sobre por qué estaban retirando la bases militar de Manta, si esa era una base militar cooperativa con el Ecuador: “Estamos cerrando la base militar de Manta, porque el día que ustedes nos permitan poner una base militar ecuatoriana en Florida, entonces nosotros dejaremos esa base militar estadounidense en Manta”.

Una respuesta sencilla, pero contundente, con mucha fortaleza, ahora, esto se agudiza y esto, por supuesto, se agrava en el hecho de las recientes entrevistas y publicaciones, donde Daniel Novoa con Erik Prince, el principal contratista de mercenarios en el mundo, enemigo declarado de los pueblos, enemigo declarado de Venezuela, por ejemplo. Ya lo ha dicho en múltiples oportunidades, que él, con su ejército de mercenarios va a proponerse, y va a llegar a Venezuela, y de forma fantasiosa van a derrocar el gobierno legítimamente electo por el pueblo venezolano, y van a colocar a los títeres para ser serviles a los intereses del imperialismo estadounidense y que, durante toda sus historia, no han hecho más que promover acciones desestabilizadoras contra los gobiernos; golpes de estado contra los países y los gobiernos legítimamente electos, y, en resumidas cuentas, colocar a personas que no representan los intereses genuinos del pueblo.

Hay que decirlo: Daniel Novoa no representa los intereses del pueblo ecuatoriano. Daniel Novoa representa los intereses de la clase económica mundial de las fuerzas y los polos de poder mundial que sencillamente se proponen seguir subordinado a los pueblos arrancándoles derechos, viendo como siguen alimentando, incrementando sus arcas en términos económicos. Entonces eso es un poco los comentarios sobre esto hay que seguir viendo los desarrollos, lo que va a continuar realizándose y desarrollándose en el caso de Ecuador, nosotros tenemos mucha claridad y hemos adelantado una campaña para poner fin a las bases militares.

– Uno de mis temas, es el tema del entrenamiento. Colombia, Chile, Perú son, entre tantos otros, países que siguen enviando tropas a la Escuela de Las Américas, y también viajan instructores estadounidenses a nuestros propios países. El entrenamiento es otro fenómeno del intervencionismo estadounidense en América Latina y en el mundo. ¿Qué opinión tienen ustedes sobre este asunto?

¿Cuál es la razón principal por la cual EEUU se propone crear escuelas de entrenamiento para nuestros militares de los países latinoamericanos? No es para otra cosa más de que aprendan la doctrina ya caduca de cómo oponerse, cómo debilitar a cualquier movimiento, cualquier grupo de fuerzas, desde el punto de vista de la sociedad civil, que se proponga reestablecer la verdadera democracia en esos países, en los países donde no existe democracia. Por ejemplo, sucedió mucho en la Escuela de las Américas donde existían las dictaduras donde había movimientos que se oponían a las dictaduras y EEUU se encargaba de entrenar a los militares de esos países para golpear, para cercar, para confrontar a esos movimientos que se oponen desde distintas formas de acción. Nosotros, por supuesto, siempre reivindicamos las formas de acción no-violentas entre esas formas no violentas de organización de los pueblos para poner fin a esas dictaduras y que también eran perseguidos por los militares, eran asesinados por los militares, eran encarcelados por los militares, y sabemos todas las violaciones a los derechos humanos, casos como esos.

Ustedes, conocen muy bien todo lo que ocurrió en Chile en la época de Pinochet, sabemos todo lo que ocurrió en la Argentina, durante las dictaduras en el Uruguay, durante la dictadura en el Paraguay, etc. Entonces si hay alguien que sabe de cómo se entrenaron a los militares para confrontar, desaparecer, para asesinar, para reprimir a los pueblos, es precisamente en el Cono Sur. Entonces, la gran realidad es que EEUU no ha abandonado esta práctica. Lo que se ha es automatizado, lo que se ha es tecnificado, lo que ha es modificado las formas, inclusive les han dado nuevas estéticas. Por ejemplo, ahora, en Colombia, se aperturó recientemente un centro de excelencia de la OTAN, es decir, donde vienen militares de todas partes del mundo a formarse en el arte de la guerra, de cómo asesinar personas, y cómo hacerlo “de mejor forma”.

Entonces, es realmente una gran amenaza. Como tú bien lo decías, muchos de los países latinoamericanos han invitado a tropas militares estadounidenses, y en algunos casos ni siquiera invitaron; en algunos casos bajo coerción y presión de parte de EEUU de “bueno, mira: si no haces esto”, un poco lo que sucede hoy con la guerra comercial que ha desatado Trump en el mundo, que “si no haces esto, entonces te voy a imponer aranceles”. Lo ha hecho así con el tema de las tropas militares estadounidenses: “Mira, si tú no haces esto, si tú no permites ejercer mi tropas en ese territorio yo te voy a colocar tal cosa o, a nivel internacional, te voy a debilitar o te voy a aislar”, y, bueno, gobiernos que no son soberanos, gobiernos que realmente no tienen una posición de defensa nacional ceden ante eso fácilmente y algunos otros son bastante cooperativos. En el caso de Perú, ha sido bastante cooperativa.

En el caso de Chile, con Gabriel Boric, ha habido muy buenas relaciones con el Comando Sur, cosa que sorprende.

Por supuesto. De hecho, el año pasado, y eso era parte de lo que te iba a mencionar también, América Latina lo visitó el portaaviones “George Washington”, que es un portaaviones con capacidad nuclear, que visitó siete países de la región, entre estos Chile, Argentina, Brasil, etc., con lo cual, al final es abrirle las puertas al ejército estadounidense para desarrollar ejercicios militares conjuntos los cuales, por supuesto, crean un impacto al medioambiente, los cuales terminan reforzando la doctrina de dominación del imperialismo estadounidense en nuestro continente, lo cual representa una amenaza clara a la paz y algo muy peligroso que nosotros denunciamos y señalamos en ese momento que era el tema de que estos portaaviones, con capacidad nuclear, son los laboratorios de ensayo para mirar cómo reacciona la región frente a la posibilidad de establecer en nuestro territorio armas nucleares.

Actualmente, en América Latina no existen armas nucleares. Hay países que desarrollan la energía nuclear como Argentina, por ejemplo, pero no existe, al menos conocida, la presencia de armas nucleares. Entonces, todas estas son tentativas para ver de qué forma reacciona nuestro continente, nuestra región. Nosotros, en el movimiento popular lo denunciamos en su debido momento. Por supuesto, pensamos que es importante que los gobiernos también lo denuncien, porque si eso no ocurre, más temprano que tarde, en este continente se van a establecer y se van a sembrar armas nucleares, y nos van a poner nuevamente en un nuevo teatro de operaciones de la confrontación a nivel global.

Nosotros lo hemos dicho con claridad: EEUU debe cerrar todas sus bases militares en el continente. Debe retirar sus tropas y sus ejércitos de nuestra región. Debe desmantelar el Comando Sur, porque todos estos representan auténticas y genuinas amenazas para la paz regional.

América Latina no necesita bases militares, América Latina no necesita ejercicios militares conjuntos con el ejército estadounidense, América Latina necesita trabajar en sus problemas y en sus preocupaciones y desafíos que no son otros más que poderle garantizar a nuestros pueblos una salud gratuita, una educación gratuita, pública y de calidad, poderle garantizar derecho a la vivienda, poderle garantizar derecho a la recreación, al arte, la cultura, el deporte.

Esas son nuestras realidades, trabajar en nuestros procesos de integración regional, trabajar en nuestros procesos de solidaridad entre nuestros pueblos. Esas son nuestras principales preocupaciones, no tiene que ser si aquí hay un portaaviones de tal capacidad o con tal equipamiento militar, o si le cambiamos a nuestros militares el fusil número tal por el fusil número tal que tiene tal capacidad más destructiva. O sea, esas no son nuestras preocupaciones. No deberían ser el centro de nuestras preocupaciones.

Foto: Gabriel Aguirre, junto a sus compañeras del Capítulo para La Paz de Colombia de WBW en Bogotá

* Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org

Por el Día Mundial contra las Bases Militares Extranjeras

Por Pablo Ruiz*

En el marco del Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjeras, se realizó este jueves 20 de febrero pasado el Foro Internacional “Territorios de Paz, Bases Militares Extranjeras y Militarismo Global”.

En el foro compartieron su análisis Gabriel Aguirre, organizador para América Latina de Un Mundo Más allá de la Guerra; Ángeles Diez, del Frente Antiimperialista Internacionalista y de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad de España; Mahfud Bechri de la Campaña Internacional contra el Muro de la Ocupación Marroquí en el Sáhara Occidental; Basilio Gutiérrez, embajador de Cuba en Ecuador; Luis Ángel Saavedra, de la Coalición contra la Intervención y Base Militar Estadounidense en Galápagos en Ecuador; y de Carlos Padilla Roiz de la organización Los Necios de Honduras.

Gabriel Aguirre, señaló que esta actividad se enmarca en el Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjera «porque el 23 de febrero es la fecha en la que se firma un tratado ilegal en el cual Estados Unidos logra hacerse de la posesión de Guantánamo de una forma ilegítima, de una forma ilegal, y por supuesto contraviniendo todos los principios de respeto al derecho internacional y la soberanía de los pueblos sobre sus territorios».

Aguirre indicó que el mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN.

«¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo? sustentan la presencia y el derecho que ellos se dan para establecer bases militares en todo el mundo y el primer elemento que debemos mencionar, por supuesto, es la denominada Doctrina Monroe, definida en el año de 1823, diseñada por James Monroe, el quinto presidente de los Estados Unidos, donde, principalmente, se habla de cuál va a ser la orientación de la política exterior de Estados Unidos partiendo de un principio fundamental reclamar 35 de los 28 territorios de las nacientes repúblicas que se estaban independizando de las colonias europeas. Bajo este principio de «América para los americanos» hay que mencionar que el libertador Simón Bolívar decía que los «Estados Unidos parecen estar destinados, por la Providencia, a plagar a América de miserias en nombre de la libertad».

«Un segundo elemento, que también sustenta todo esto, tiene que ver con la tesis del «destino manifiesto» donde John Sullivan, en 1845, dice «otras naciones han emprendido una interferencia hostil contra nosotros con el objeto de frustrar nuestra política y obstaculizar nuestro poder, limitando nuestra grandeza, y frenando el cumplimiento de nuestro destino manifiesto de extendernos por el continente asignado, por la providencia, para el desarrollo libre de nuestros millones que se multiplican anualmente». Es decir, para quienes tengan una interpretación rápida de esto, no es otra cosa más que el pueblo anglosajón destinado por la Providencia, por la divinidad, a hacerse del control del mundo entero. Creo que es un discurso muy similar al que utiliza hoy el Estado sionista de Israel, justamente para justificar su intervención contra el pueblo palestino», dice Gabriel Aguirre.

En embajador de Cuba en Ecuador, Basilio Gutiérrez, recordó que «la República de Cuba, que nació en mayo de 1902, fue una República, como decimos nosotros los cubanos, mediatizada porque dejamos de ser Colonia de España para convertirnos en una semicolonia de los Estados Unidos y eso fue como resultado de la imposición, por la fuerza, de la Enmienda Platt que le daba a los Estados Unidos el derecho de intervenir en los asuntos internos de Cuba, incluso por la vía de la fuerza, cada vez que viera en peligro sus intereses en la isla. Por otra parte, le concedió el derecho de firmar un acuerdo para bases navales y carboneras y establecerlas en la isla. Como resultado de este acuerdo, impuesto, es que se estableció la base naval de Guantánamo, en febrero de 1903, y que está allí, hasta hoy, en contra de la voluntad del pueblo cubano».

«Hoy 117 km cuadrados del territorio nacional de Cuba están ocupados por la base militar de los Estados Unidos, la más antigua del mundo, en contra de la voluntad, en contra de la aceptación del pueblo y del gobierno de Cuba y desde que triunfó la revolución, el 1 de enero de 1959, Cuba, en todos los escenarios, ha dado y sigue dando la batalla para que le sea de vuelta a nuestro país. Es parte de nuestro territorio, que nos ha sido arrebatada por la fuerza y que incluso de manera denigrante ha sido utilizada para traer supuestos terroristas del mundo y ahora para traer allí y hacer una prisión de inmigrantes que dice la administración del presidente Trump son una amenaza para los Estados Unidos y lo hacen violando los Derechos Humanos algo que está probado cómo se violan los Derechos Humanos allí, en la base naval de Guantánamo, cómo se han aplicado torturas terribles contra las personas que están allí», señala el embajador cubano.

Por su parte, Carlos Padilla Roiz, de la organización Los Necios, de Honduras, señaló que el intervencionismo de EEUU «también se manifiesta a nivel ideológico y simbólico y se ha realizado por medio del financiamiento de ONGs, a través de USAID, como el escándalo que hace poco ha sido conocido a nivel mundial, pero también se sabe que desde los años 80, a través de las iglesias protestantes, de las ONGs, de supuesta cooperación cívico-militar que daba una cara más favorable del ejército nacional ante la población, se han ido introduciendo esos procesos de dominación cultural».

«Los Estados Unidos también apoyaron dictaduras militares en muchas décadas y esto también llevó a que el ejército nacional se comportara prácticamente como una extensión del ejército norteamericano a través de la asesoría técnica de lo que ya conocemos de la Escuela de las Américas que han ido introduciendo sus criterios y su visión en el cuerpo de las fuerzas armadas», dice Padilla quien recordó que desde la Base Militar de EEUU en Soto Cano fue expulsado el presidente Manuel Zelaya en el golpe de Estado en Honduras el 2009. La presidenta Xiomara Castro, «se ha manifestado a favor de revisar la relación con EEUU en el marco de la expulsión de nuestros migrantes lo que pone a la vista que no hay una relación soberana o que no hay una relación, mejor dicho, equitativa entre el gobierno de los Estados Unidos hacia nuestro gobierno».

El foro fue organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; la Coordinadora Ecuatoriana del Movimiento de Amistad y Solidaridad con Cuba; la Asociación Ecuatoriana de Amistad con el pueblo saharaui; el Centro de documentación de Derechos Humanos Segundo Montes Mozo; la Fraternidad Ecuménica Ecuatoriana; y Un Mundo más allá de la Guerra (World Beyond War).

El Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjeras, este 23 de febrero, ha sido convocado por la Oficina Internacional de la Paz (IPB), No a la guerra – No a la OTAN, Pace e Bene, RootsAction, Veteranos por la paz, Red de resistentes de la industria de la guerra, Internacional de Resistentes a la Guerra y World Beyond War.

El Foro Virtual Internacional «Territorios de Paz y Bases Militares Extranjeras» está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=oe6g9oxjWmk

* Pablo Ruiz es parte del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas, editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz.

Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas – Chile

www.derechoalapaz.org

Pablo Ruiz: “Es una vergüenza que Chile firme acuerdos con el Comando Sur”

Félix Madariaga Leiva
Periodista

Entrevista a Pablo Ruiz, miembro del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile; de la Comisión de Paz, No Violencia y Antimilitarismo de la Alianza CONVIDA-20, y parte de la Red Internacional No a la Guerra, No a la OTAN.

EI: A 51 años del golpe de estado en Chile ¿cómo evalúa la situación de los derechos humanos en el país?, ¿seguimos teniendo justicia en la medida de lo posible?

PR: en primer lugar señalar que a 51 años del golpe de Estado, los familiares y las agrupaciones de ejecutados políticos y de detenidos desaparecidos siguen luchando por conocer toda la verdad y lograr justicia total, lo que demuestra que se ha avanzado lentamente desde el retorno a la “democracia” desde 1990 hasta hoy. Muchos familiares han muerto sin obtener justicia, muchos familiares de detenidos desaparecidos aún desconocen el destino de los suyos.

El año pasado el gobierno lanzó un Plan Nacional de Búsqueda de quienes sufrieron desaparición forzada y desde el anuncio hasta hoy no han habido resultados concretos, no hay equipos nuevos que estén operando, buscando a nuestras y nuestros detenidos desaparecidos, no hay avances en la identificación de los restos óseos que están en manos del Servicio Médico Legal, lo que demuestra que todo ha seguido en la “medida de los posible”.

Sería muy largo responder cómo estamos en materia de derechos humanos. Sólo quisiera agregar algunos hechos importantes: han seguido registrándose casos de tortura, abuso policial, desaparición forzada; siguen existiendo presos políticos, chilenos y mapuches, en las cárceles; aún hay muchas familias sin acceso a la vivienda, a un trabajo digno, siguen las largas listas de espera en los hospitales. En otras palabras, sigue existiendo desigualdad en Chile.

En la marcha por los Derechos Humanos del pasado 8 de septiembre, la policía volvió a reprimir, lanzando incluso gases lacrimógenos a los familiares de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos. 

EI: Y sigue la Constitución de 1980…

PR: Claro que continua y es una vergüenza que Chile, que se declara un país democrático, siga siendo regido por la Constitución de 1980 impuesta por la dictadura encabezada por Pinochet. Si bien es cierto, hubo posibilidades de cambiarla, los poderes reales, la derecha, la oligarquía, y muy posiblemente las agencias estadounidenses, realizaron una enorme campaña del terror, desinformativa, psicológica, con un alto financiamiento, para confundir e influir en la población para que rechazara la primera y mejor propuesta constitucional. El interés de los grandes poderes es que se mantenga la desigualdad y el modelo neoliberal que garantiza sus privilegios y negocios.

EI: ¿Cuál cree que es la señal que está dando el gobierno de Gabriel Boric al permitir que su Ministra de Defensa se reúna con destacados generales del Comando Sur de los Estados Unidos y se firme, además, un acuerdo de “cooperación” en materias de seguridad y otros temas estratégicos para la defensa del país?

PR: La señal para Estados Unidos y el mundo es que nuestro país sigue bajo el mandato estadounidense y que somos dependientes de ellos, tanto a nivel económico como político. Para nosotros, es una vergüenza que Chile, que su Ministra de Defensa y que el gobierno, se reúnan y firmen acuerdos militares de “cooperación” con el Comando Sur, con los Estados Unidos, que es uno de los principales responsables del golpe de Estado en Chile. Es una vergüenza, además, porque Estados Unidos sigue siendo el mismo de antes, el que ayer conspiró contra Salvador Allende, que entrenó a los agentes de la DINA y la CNI, hoy sigue conspirando y atacando a naciones hermanas. Sigue la militarizando del mundo, siguen las guerras, y Estados Unidos es responsable.

EI: ¿Cuántas bases militares tiene Estados Unidos en América Latina y dónde están desplegadas?

PR: Se estima que en América Latina existen más de 70 bases militares y no me refiero únicamente a las típicas, como la que existe en Guantánamo – contra la voluntad de Cuba – o la que existe en Honduras, en Soto Cano, o las que existen en Colombia. También consideramos bases a todos los radares, a los acuerdos para usar pistas de aterrizaje; la base NAMRU-6 en Perú que hace investigación de enfermedades infecciosas y que representa un peligro para todo el continente. También existe presencia militar y la base en las Islas Malvinas por parte de Reino Unido, la OTAN. Existe una fuerte presencia militar estadounidense y ejercicios militares conjuntos permanentes. A esto debemos sumar que EE.UU. sigue dando entrenamiento a militares y policías en la nueva Escuela de las Américas, la que actualmente se llama Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC, por sus siglas en inglés). También existe la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA), que opera en El Salvador, y donde se forman policías, fiscales y jueces de América Latina. En fin, de distintas formas EEUU sigue manteniendo su influencia y hegemonía en nuestro continente como el “gran hermano” que se siente.

EI: Cambiando de tema, ¿Cómo se podría resolver el  conflicto entre palestinos e israelíes para alcanzar la paz?

PR: Este tema es muy complejo, ya que el Estado de Israel fue creado en territorios del pueblo palestino. Entonces, la única solución es que Israel devuelva todas las tierras que son palestinas, libere a todos los prisioneros palestinos, y cese la violencia contra la población. Para que esto ocurra, Israel debería dejar estas tierras, debería comprar o llegar a acuerdos con otros países para disponer de territorios, en otra parte del mundo, para establecerse, y sin duda es un ese es un escenario muy complejo.

La otra alternativa, es que pudieran convivir pacíficamente en los territorios asignados por la ONU, que entregó, en 1947, una parte de las tierras palestinas a Israel. Para eso deben llegar a un acuerdo y lo principal, debe cesar la violencia contra el pueblo palestino y la acción de los colonos israelí que se han ido apropiando de territorios que habían sido asignados a los palestinos.

Ha sido muy triste, muy desgarrador, la guerra contra el pueblo palestino. Han sido asesinados principalmente mujeres y niños. En este conflicto, Estados Unidos es responsable ya que financia y envía armas al ejército israelí.

EI: ¿Qué piensas del conflicto entre Ucrania y Rusia?

PR: Nosotros lamentamos esta guerra provocada entre dos pueblos que han sido hermanos. Comenzó el 2014, cuando Estados Unidos apoyó e instigó un golpe de Estado en Ucrania, las nuevas autoridades comenzaron a perseguir a la población lingüística y culturalmente rusa en el Donbás, y a pesar de que se firmaron los acuerdos de Minsk, el 2014 y 2015, para cesar la violencia y donde se comprometían a dar autonomía a esta zona, siguieron asesinando a ucranianos-rusos, incluyendo a muchos niños. El gobierno ucraniano no respetó los acuerdos. A eso, debemos sumar que Ucrania se fue militarizando y que tiene la intención de ingresar a la OTAN, que quiere tener armas nucleares. Toda esta situación fue vista como amenaza por Rusia y finalmente se desencadenó la guerra que dura hasta el día de hoy.

Esta guerra ha sido provocada, detrás de ella se encuentra Estados Unidos, hay intereses geopolíticos, económicos, de dominación. Por un lado, y desde mucho antes, se tiene la intención de destruir a Rusia, de debilitarla, de ponerla de rodillas, y para este plan se está usando a Ucrania. Por otro lado, Estados Unidos, ha logrado mediante las sanciones, que Europa deje de comprar gas y petróleo a un precio muy económico a Rusia y comprárselo a ellos. La guerra ha beneficiado también al Complejo Militar Industrial de los Estados Unidos.  Estados Unidos no quiere una Rusia con poder ni menos que Europa vaya creciendo. Algo parecido, está ocurriendo contra China que EE.UU. también quiere destruir.

Tanto Estados Unidos como la OTAN están muy involucrados en la guerra en Ucrania contra Rusia. Pedimos un alto al fuego y negociaciones de paz ahora.

EI: ¿Cómo llegamos a este momento en que la presencia militar de Estados Unidos en América Latina se justifica mediante el combate a las drogas, el crimen organizado y el terrorismo?

PR: Mi pensamiento es que Estados Unidos siempre va tener o encontrar un pretexto para seguir militarizando y controlando el mundo. En teoría, nos quiere supuestamente ayudar y proteger, pero realmente no hay más que su intención de mantener su dominio, hegemonía, el destino manifiesto. Tanto las drogas, el crimen organizado, como el fenómeno del terrorismo son posibles por la presencia del modelo neoliberal que destruye y deshumaniza a la persona.

EI: ¿Qué esfuerzos se están realizando para detener la militarización del continente?

PR: Existen muchas organizaciones en todo el mundo que trabajan por la paz. Entre ellas está el Consejo Mundial por la Paz, la Red Internacional No a la Guerra No a la OTAN, la Alianza CONVIDA-20 o el Servicio Paz y Justicia por toda América Latina, que realizan acciones para denunciar la militarización, para oponerse al gasto militar, para oponerse a la guerra y promover una cultura de paz. Es una vergüenza que nuestros países y en todo el mundo se gasten enormes sumas de dinero en armas para la muerte mientras, no hay trabajo, no hay hospitales, no hay buena educación, hay niños y personas viviendo en la calle. Queremos un mundo en el que podamos vivir como hermanos y recordando a Víctor Jara, tenemos El Derecho de Vivir en Paz.

Foto Archivo: Pablo Ruiz al lado izquierdo del ex sacerdote Roy Bourgeois fundador en Estados Unidos del movimiento contra la Escuela de las Américas (2015).

América Latina: las implicancias de EEUU en Ecuador

Pablo Ruiz*

Las imágenes vistas en Ecuador, en enero pasado, en que un grupo de encapuchados armados se tomaron un canal de televisión fueron impactantes, sin la menor duda. Los grupos criminales, vinculados al narcotráfico, siguen en aumento en Ecuador y en tantos de nuestros países de América Latina impulsados por el rentable negocio de la droga que se consume, en su gran mayoría, en los Estados Unidos y Europa. 

Paralelamente, durante la última década, Ecuador nuevamente está siendo tomado por el gobierno de los mismos Estados Unidos que bajo la bandera del narcotráfico ahora, incluso, ha anunciado un nuevo plan de seguridad de cinco años para Ecuador. 

Es necesario recordar que la fuerte presencia militar de Estados Unidos en Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína a nivel mundial, y su lucha contra el narcotráfico, dirigida por el Comando Sur y otras agencias, ha sido un rotundo fracaso en esos países y lo seguirá siendo también en Ecuador. 

Mientras en los Estados Unidos, el principal consumidor de drogas a nivel mundial, no erradiquen las causas profundas que originan la demanda y no se desmonte la red de corrupción y tráfico que existe en los mismos EEUU -la que permite que la droga se comercialice- el negocio de la droga no podrá ser derrotado y los grupos criminales, al contrario, seguirán en aumento convirtiendo nuestras naciones en “estados fallidos” y excelentes compradores de sistemas y armas del Complejo Militar Industrial estadounidense. Buen negocio para ellos, por donde se les mire. 

Entonces la agenda de militarización que Estados Unidos está imponiendo en nuestro continente cada vez más sólo servirá para el control geopolítico de nuestras naciones, mantener la dependencia, e intentar alinearnos con sus políticas guerreristas.

Recapitulemos. A los pocos días de los hechos de violencia en Ecuador, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), la General Laura Richardson, y el Asesor Presidencial Especial para las Américas, Christopher Dodd, visitaron el país y se reunieron con el Presidente Daniel Noboa.  

“Esta visita –señaló INFOBAE– es una muestra del apoyo de Estados Unidos al Ecuador tras el aumento de la violencia. Además de la entrega de equipamiento y financiamiento para las fuerzas del orden, los Estados Unidos han explicado que han previsto un plan de seguridad para Ecuador con duración de cinco años con base a un acuerdo de cooperación marítima firmado entre ambas naciones”. 

El apoyo estadounidense al gobierno ecuatoriano, de acuerdo a una nota de la Embajada de EEUU en Ecuador, busca “profundizar la cooperación bilateral, incluso en materia de seguridad, cooperación antidroga, migración y desarrollo económico”. 

En concreto, el gobierno estadounidense ha facilitado a Ecuador más de 20.000 chalecos antibalas, más de un millón de dólares en equipamiento de seguridad, incluyendo ambulancias y vehículos de apoyo logístico para la defensa. También, en materia de cooperación, el FBI aumentará su personal en Ecuador en apoyo a la Policía Nacional y a la Fiscalía General. También el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU desplegará personal para apoyar el entrenamiento de la policía y la fiscalía; y la USAID aumentará el apoyo a sus programas de seguridad municipal, incluido el apoyo a las comunicaciones de crisis.  En dos palabras: Más intervención.

Involucrar a Ecuador en la guerra

Llamó la atención que la ayuda de EEUU a Ecuador, en enero pasado, llegará en el avión ucraniano Antonov An-124 al aeropuerto de Guayaquil. 

Este hecho es muy inusual. Un avión de un tercer país, más todavía de un país en guerra, como es Ucrania, trae el cargamento de EEUU a Ecuador.

Esto podría ser coherente en el escenario que muy posiblemente el verdadero motivo de la segunda visita a Ecuador de la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson, no  fue en primer lugar la situación crítica que se vivía en Ecuador sino concretar la entrega de armas y equipamiento militar ruso, del que dispone Ecuador, anunciadas por el Presidente Daniel Noboa, al gobierno estadounidense a cambio de 200 millones de dólares en equipamiento militar “moderno” de EEUU.

 Esto explicaría el porqué de la presencia del avión ucraniano Antonov An-124 en Guayaquil. Qué mejor que enviar a Ucrania el armamento ruso directamente en un avión ucraniano y con esto saltarse las autorizaciones que posiblemente debe pedir al Congreso estadounidense cada vez más renuente a seguir brindando apoyo militar a Ucrania.

Recordemos que la generala Laura Richardson dijo, en un evento organizado por el think tank estadounidense Atlantic Council, en enero de 2023, que “Rusia tiene aliados en los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero otros seis países tienen equipamiento militar ruso. Estados Unidos está tratando de que esos seis países donen el equipamiento militar ruso a Ucrania y reemplazarlo con armamento estadounidense”.

Con esto, lamentablemente, Ecuador será el primer país de América Latina que sigue las órdenes y deseos del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos de enviar armas destinadas al conflicto armado que se desarrolla en Ucrania pasando por alto la neutralidad estratégica que nuestros países debieran tener de no involucrarse militarmente en ninguna guerra.  

Con esto Ecuador, pasa por alto el principio que América Latina y El Caribe es concebida como Zona de Paz violando el espíritu de la Proclama del 2014 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la CELAC, que este año cumple 10 años desde que se firmará en la reunión en La Habana, Cuba, y que aboga, entre otros compromisos, para que “las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación”. 

La militarización en Ecuador

No es nueva la injerencia de Estados Unidos en Ecuador. De acuerdo al sitio defensa.com ya el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, en agosto de 2023, entregó donaciones por  3,1 millones dólares a las Fuerzas Armadas ecuatorianas.

De acuerdo al medio especializado, 1,1 millones de dólares fue para equipo militar; 1,3 millones de dólares para el Centro de Mantenimiento Fluvial para la Brigada de Selva 19 “Napo”; y 747.000 dólares para equipos de comunicación para la Brigada de Infantería de Marina San Lorenzo.

En septiembre de 2022, una nota de la Agencia EFE informaba que “Estados Unidos donó a Ecuador equipos militares por valor de 730.000 dólares para el control de una zona amazónica cercana a su frontera norte con Colombia, según informó en un comunicado la Embajada estadounidense en Quito”.

En septiembre de 2021, el Comando Sur y las Fuerzas Armadas de Ecuador firmaron un “memorando de entendimiento” con el objetivo de mejorar sus relaciones en materia de seguridad y defensa. El acuerdo titulado “Sistema Cooperativo de Integración de Información Situacional” busca el intercambio de datos e información lo que les permitirá a las fuerzas de Estados Unidos y Ecuador operar de mejor manera.

En el contexto de la firma del “memorando de entendimiento”, la embajada estadounidense en Quito señaló que “los Estados Unidos y el Ecuador gozan de una larga historia de cooperación en materia de seguridad centrada en temas de interés mutuo, incluida la seguridad aérea y marítima” agregando que “desde la reapertura de la Oficina de Cooperación en Seguridad en 2018, la Misión de los Estados Unidos ha entregado más de $2.8 millones en asistencia humanitaria, $1.4 millones en entrenamiento militar, y $27.7 millones en equipos y apoyo a las contrapartes ecuatorianas para combatir operaciones ilícitas y fortalecer la defensa del Ecuador”.

El artículo “Violencia y el rol de EEUU en Ecuador”, publicado en el sitio web de TELESUR, indica que “en el periodo 2021-2022 la asistencia militar de EEUU para Ecuador alcanzó los 172 millones de dólares en el marco de programas militares y antinarcóticos, convirtiéndolo en el principal receptor de asistencia militar en la región”.

Principales receptores de asistencia militar EE. UU. en América Latina y el Caribe (millones de dólares):

Fuente: Elaboración propia en base foreingassitance.gov (2023) Publicado en TELESUR

Más atrás, el 2019, el gobierno ecuatoriano firmó acuerdos con los Estados Unidos que permiten a los militares estadounidenses operar con sus aviones P-3 Orion desde las bases aéreas de Simón Bolívar y desde el aeropuerto de la Isla San Cristóbal ubicada en el archipiélago de las Islas Galápagos para combatir el narcotráfico.

El Ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, dijo entonces que “Galápagos es un portaaviones natural” a modo de justificar la decisión.

A todo lo anterior, Ecuador repuso sus envíos de militares para entrenarse en los EEUU en la sucesora de la Escuela de las Américas que desde el 2001 se llama Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC, por sus siglas en inglés). 

Recordemos que el Informe de la Comisión de la Verdad de Ecuador 2010, titulado “Sin Verdad, no hay Justicia”, entre sus recomendaciones señala la importancia de: “Exhortar a los ministros de Defensa Nacional y de Gobierno y Policía para que no se autorice a miembros de Fuerzas Armadas y de Policía Nacional a que asistan a cursos de formación o capacitación en escuelas o instituciones que tengan antecedentes en la enseñanza de prácticas contrarias a los derechos humanos. De manera particular, por su historial en la formación de militares y policías en América Latina vinculados en violaciones de derechos humanos: el Instituto de Cooperación para Seguridad Occidental (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation), antes conocido como la Escuela de las Américas (United States Army School of the Americas, USARSA)”.

Recordemos que el 2012, el presidente de entonces, Rafael Correa había decidido retirar a las tropas ecuatorianas del entrenamiento en WHINSEC por las consecuencias nefastas que ha tenido el entrenamiento militar estadounidense para América Latina. Así mismo, Correa tuvo la valentía el 2009 de no renovar el Acuerdo con EEUU del uso militar de la base aérea de Manta.

Actualmente, Ecuador también participa del entrenamiento a policías, fiscales y jueces que brindan los Estados Unidos en la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés) ubicada en El Salvador. Aunque algunos crean que Bukele es un anti imperialista, por algunos discursos populistas, El Salvador de Bukele está completamente al servicio de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.

La ILEA ha sido señalada como un instrumento ideológico de los Estados Unidos al servicio de la guerra sucia, la judicialización y criminalización de la protesta social, y la guerra jurídica, también conocida como “lawfare”, contra opositores a Washington y de las políticas neoliberales.

Privilegios e inmunidad

A todo lo anterior, en enero pasado el medio digital Primicias tituló que “Militares de Estados Unidos tendrán inmunidad y libre movilidad en Ecuador”.

El medio señala que la Corte Constitucional revisó tres acuerdos entre Ecuador y EEUU, firmados durante el gobierno de Guillermo Lasso, y, el 11 de enero pasado, les dio luz verde. 

Se trata de los acuerdos: Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés), Operaciones contra Actividades Marítimas Transnacionales Ilícitas, y Asistencia en Interceptación Aérea.

El “Estatuto de las Fuerzas” permitirá que los miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, empleados civiles del Departamento de Defensa, así como los contratistas estadounidenses, empresas y firmas y sus empleados “podrán estar presentes temporalmente en el territorio ecuatoriano para «visitas de buques, entrenamiento, ejercicios, actividades humanitarias».

La jefa del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, durante su visita 2022 a Ecuador. Foto: Southcom.

“Con el acuerdo firmado –señala el medio digital Primicias- Ecuador acepta que este personal estadounidense tenga «privilegios, exenciones e inmunidades» equivalentes a los que tiene el personal diplomático”. De otra forma, se indica que “Estados Unidos mantendrá el control disciplinario y la jurisdicción penal sobre su personal, dentro de territorio ecuatoriano”.

Sobre el acuerdo sobre actividades marítimas, se indica que las aeronaves, los buques y los vehículos operados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos en Ecuador “podrán entrar, salir y desplazarse libremente por el territorio ecuatoriano” e “incluye la utilización del espectro radioeléctrico, para sus sistemas de comunicaciones, sin costo alguno”.

En otras palabras, con estos acuerdos se da un manto de legalidad a las operaciones militares que ya Estados Unidos ha venido desarrollando en Ecuador desde hace años. En otras palabras, Ecuador nuevamente se ha convertido en una gran base militar estadounidense, en un punto de avanzada para sus operaciones en la región.

Es lamentable que el Estado de Ecuador se siga militarizando de acuerdo a las políticas del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos que sigue adelante con su estrategia para que las Fuerzas Armadas y de Seguridad de América Latina sean dependientes y obedientes de los Estados Unidos dejando a un lado nuestro derecho a tener plena soberanía y completa independencia.

 

* Pablo Ruiz es periodista, editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz (www.derechoalapaz.org) y coordinador del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile.

https://www.derechoalapaz.com/america-latina-las-implicancias-de-eeuu-en-ecuador/

EEUU: Asesinatos, pobreza y discriminación

Por Pablo Ruiz*

En los grandes medios de América Latina pasó un tanto desapercibido el Informe Mundial 2024 de la organización internacional Human Rights Watch (HRW) la que analiza la situación de derechos humanos de más de 100 países y que, en mi opinión, los grandes medios suelen utilizar sólo cuando les conviene, en general para seguir con sus retórica contra Cuba o Venezuela, sin explicar que las sanciones económicas de Estados Unidos contra estos países generan pobreza, migración, y terminan violando los derechos humanos.

En general, los grandes medios suelen ocultar o maquillar las graves violaciones a los derechos humanos que ocurren en sus propios países al mismo tiempo que, por línea editorial, defienden el sistema económico neoliberal el que permite la concentración de la riqueza para unos pocos y la pobreza (violación de los derechos humanos) para muchos.

Por supuesto, del gran hermano, de la democracia estadounidense, casi nada se divulga sobre la situación de derechos humanos en Estados Unidos y si se conocen nadie pone el grito en el cielo ni pide sanciones. Menos se critica la política exterior estadounidense que tiene consecuencias nefastas para otros países en materia de derechos humanos.

Vemos en las noticias con horror, tristeza, e impotencia la muerte de más de 24 mil palestinos, muchos de ellos niños, asesinados por Israel con armas y apoyo de los Estados Unidos.

El 11 de enero pasado en las noticias del medio alemán DW en español entrevistaron al subdirector para América Latina de HRW, Juan Pipper, y le preguntaron cómo se explica el doble discurso de EEUU que dos veces vetó una resolución, en el Consejo de Seguridad de la ONU, para pedir un alto al fuego en la Franja de Gaza.

“Este doble rasero que vemos en Estados Unidos, que vemos en Bruselas y también en otros países del mundo es hoy uno de los grandes desafíos que tienen los derechos humanos a nivel global” dijo Pipper, agregando a continuación que la Comunidad Internacional reaccionó  de forma correcta frente a la guerra en Ucrania.

“Hace falta que se apliquen las mismas herramientas, las mismas respuestas en el caso de lo que está ocurriendo hoy en Palestina y en otras crisis menos conocidas como lo que ocurre en Sudán o mucho más cerca, en nuestra región, en América Latina, en Haití. Son situaciones dramáticas de violaciones a los derechos humanos que requieren que la Comunidad Internacional responda de forma clara y sin dobles raseros. Siempre protegiendo los derechos humanos y a las víctimas”, expresó Pipper.

Anotar que en el conflicto en Ucrania la gran mayoría de los países se oponen a la guerra y han abogado por negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Mientras que EEUU y los países de la OTAN han resuelto apoyar la guerra y que se sigan desangrando ambas naciones.

El Informe Mundial 2024, de la organización internacional Human Rights Watch, señala en el apartado de la situación de los derechos humanos en los mismos Estados Unidos que “el racismo, el sentimiento antiinmigrante y las amenazas a la democracia continuaron siendo problemas apremiantes de derechos humanos en Estados Unidos en 2023”.  Veamos algunas partes del informe en cuestión.

Asesinatos policiales

De acuerdo con el informe, “hasta el 28 de septiembre, la policía había matado a más de 800 personas en 2023, cifras similares a las de años anteriores. Per cápita, la policía mata tres veces a más personas negras que blancas”.

Los números de las personas asesinadas por la policía siguieron aumentando, llegando hasta 1329 en el año 2023 de acuerdo al sitio de monitoreo mappingpoliceviolence.org.

El informe de Human Rights Watch indica que “los llamamientos generalizados para reducir la dependencia excesiva de la policía y abordar los problemas sociales con la inversión en vivienda, atención sanitaria y educación fueron en gran medida ahogados por los llamamientos a una mayor financiación policial y a la reversión de las reformas policiales”.

Esto último, “fueron impulsados por una persistente divulgación de información errónea y narrativas engañosas sobre el aumento de las tasas de criminalidad y la disminución de la seguridad pública”.

Lo mismo, sacado de manual, lo podemos ver en tantos países, donde ayudados por los grandes medios de comunicación de los grupos de poder, se siembra el miedo con el fin de seguir militarizando la vida y justificando leyes que dan más garantías e impunidad a las Fuerzas de Seguridad.

Otro antecedente que indica el Informe, común en muchos países del mundo, es que “la mayoría de los departamentos de policía de Estados Unidos se niegan a proporcionar datos sobre su uso de la fuerza, lo que hizo necesaria la recopilación y el análisis de datos de organizaciones no gubernamentales”.

Desigualdad Económica y Encarcelamientos

En Estados Unidos, uno de los países más ricos e industrializados del mundo, de acuerdo al informe, “la brecha de riqueza racial continuó siendo muy marcada: por cada dólar de riqueza de las familias blancas, las familias negras tenían apenas 24 centavos y las familias hispanas, 23 centavos, una brecha que ha cambiado muy poco en los últimos 50 años”.

“La desigualdad de ingresos en Estados Unidos es muy alta en comparación con otros países ricos: el 10 % de los que más ganan acapara casi la mitad de todos los ingresos y el 50 por ciento inferior obtiene sólo el 13 por ciento”.

El informe indica que “el índice GINI, una medida estadística de la desigualdad de ingresos, apunta que para Estados Unidos ha aumentado un 3,2 % desde 2021. La desigualdad de riqueza es igualmente marcada: el 50 % más pobre de la población de EE.UU. posee solo el 1,5 % de la riqueza privada del país”.

La pobreza, desigualdad, las grandes diferencias en el acceso a los derechos entre la población estadounidense puede explicar, en alguna medida, el aumento en la tasa de encarcelamiento, El informe de HRW dice que existen “aproximadamente 2 millones de personas recluidas en cárceles, prisiones y centros de detención de inmigrantes estatales y federales en un día cualquiera, y millones más en libertad condicional” y donde, claro, hay “una representación enormemente excesiva de personas negras en prisiones y cárceles” en los Estados Unidos.

Migrantes: Biden expulsó a 2,3 millones de personas

Este punto, la problemática de la migración hacia los EEUU, es quizás uno de los pocos temas que uno puede leer en los medios masivos. Aunque, como en muchos temas, no se abordan las causas profundas de la migración que es la pobreza, las consecuencias del neoliberalismo, el cambio climático, las sanciones a terceros países, y la militarización impulsada por los mismos Estados Unidos que son factores que explican por qué las personas buscan migrar.

El informe de HRW señala que “las autoridades estatales y federales (en Estados Unidos) continuaron aplicando políticas destinadas a disuadir a las personas de buscar asilo en el país, en flagrante violación del derecho internacional de los derechos humanos, prácticamente forzándolas a emprender rutas más peligrosas”.

“La política de expulsiones sumarias del Título 42 de 2020 expiró en mayo, pero fue reemplazada por una nueva regla laberíntica de asilo. Conforme al Título 42, justificado como una medida de emergencia para combatir la pandemia de Covid-19, el gobierno de Biden expulsó sumariamente a 2,3 millones de personas sin analizar sus solicitudes de asilo”, señala HRW.

Vale recordar el Artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el que consagra que “en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” y los Estados están obligados por la Ley Internacional a tramitar sus solicitudes.

El informe recuerda que “como candidato, Biden prometió a poner fin a la detención de inmigrantes en cárceles privadas, pero en julio, el 90 % de los 30.000 extranjeros que en promedio son detenidos cada día en EE.UU. estaban recluidos en instalaciones privadas”.

La Cárcel ilegal de Guantánamo

Debemos recordar que, dentro de la base militar de los Estados Unidos en Guantánamo, territorios que Cuba demanda sean devueltos al país, sigue existiendo una cárcel ilegal que viola los derechos humanos.

Este 11 de enero pasado, se cumplieron 22 años desde su apertura, la que fue establecida por el presidente George W. Bush en 2002, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La cárcel ilegal en Guantánamo ha llegado a albergar a más de 700 prisioneros.

El documento de HRW señala que “al momento de redactar este informe, 30 musulmanes extranjeros permanecían encerrados en el centro de detención militar estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba, entre ellos cinco acusados de participar en los ataques del 11 de septiembre de 2001”.

También indica que “las conversaciones sobre un acuerdo para que los acusados del 11 de septiembre se declararan culpables a cambio de cadena perpetua se estancaron, después de que el presidente Biden rechazará las solicitudes de atención de los hombres para ayudarlos a recuperarse de las torturas de la CIA y no cumplir sus condenas en régimen de aislamiento”.

Vale agregar que el documento no menciona sobre la existencia de los presos políticos recluidos en las cárceles estadounidenses como Mumia Abu Jamal o Leonard Peltier, entre otros.

Política exterior de EEUU

El informe de HRW también analiza algunas prácticas de la política exterior estadounidense partiendo por el presente conflicto palestino-israelí indicando que el “presidente Biden criticó duramente el ataque liderado por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre, que resultó en la muerte de cientos de israelíes y otros civiles y se comprometió a aumentar el apoyo a la defensa de Israel más allá de la ayuda militar anual ya aprobada”.

Sin embargo, HRW es crítico al respecto y señala que “dicha asistencia de seguridad y transferencias de armas incumplieron las leyes y políticas internas de Estados Unidos que condicionan la ayuda militar estadounidense a garantizar que sus aliados no violen el derecho internacional. Los funcionarios estadounidenses instaron pública y privadamente a Israel a minimizar el daño civil en su respuesta militar y permitir la entrada de asistencia humanitaria a Gaza”.

Agregó que si bien es cierto que algunos funcionarios del gobierno de Biden hicieron ver sus preocupaciones el gobierno israelí este no cambió su política y siguió atacando a la población civil palestina la que debe ser protegida y respetada de acuerdo con la Ley Internacional y el Derecho Internacional Humanitario. Pese a lo anterior, Estados Unidos ha seguido enviando armas y dando asistencia militar a Israel.

Sobre la guerra de Rusia y Ucrania, el informe indica que “Estados Unidos siguió brindando un importante apoyo militar y económico a Ucrania en 2023 en respuesta a la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022” y que “Biden aprobó la transferencia de municiones de racimo estadounidenses a Ucrania. Estas armas están prohibidas por un tratado internacional debido a los peligros que representan para los civiles, pero ni Estados Unidos ni Ucrania son partes de ese tratado”.

En este apartado no señala que también el gobierno de Zelensky incumplió “las leyes y políticas internas de Estados Unidos que condicionan la ayuda militar estadounidense a garantizar que sus aliados no violen el derecho internacional”.

Sin embargo, en el capítulo sobre la situación en Ucrania señala el informe que “la Misión de Observación de la ONU también documentó 75 casos de detención arbitraria por parte de las fuerzas de seguridad ucranianas, en su mayoría de personas sospechosas de delitos penales relacionados con el conflicto, y el 57 por ciento de los detenidos dijeron que fueron sometidos a torturas y malos tratos, predominantemente en lugares de detención no oficiales”.

Al cierre de este artículo, en una cárcel de Ucrania murió el periodista chileno-estadounidense Gonzalo Lira quien antes de morir, bajo custodia del Estado ucraniano, acuso persecución, tortura, y extorsión bajo el gobierno de Zelensky.

Finalmente, el informe de Human Rights Watch, con sus acentos y silencios, nos permite ver cómo también dentro de los Estados Unidos se violan los derechos humanos. Es importante denunciar el mito de la democracia estadounidense.

* Pablo Ruiz es periodista y parte del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile

Foto: SOA Watch