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Etiqueta: pensamiento crítico

Un futuro gris para Costa Rica

Freddy Pacheco León

Un futuro gris para Costa Rica se vislumbra a partir del desdén que exhibe el gobierno ante las necesidades educativas.

Con un ministro de Hacienda «ahorrando» en educación, y una ministra de Educación sometida a tales políticas, no se sigue una ruta clara por la cual han de caminar nuestros niños y adolescentes.

Así, ellos son víctimas de un sistema que les niega la adquisición de habilidades, que van desde la capacidad para resolver problemas, hasta la comunicación inteligente, pasando por el poco desarrollo del pensamiento crítico y creativo, que les permita crecer.

El resultado es una inteligencia limitada y por ende, escasa capacidad intelectual.

Fracasa la sociedad, fracasan los individuos, se tropieza el desarrollo, baja significativamente la calidad de vida, se condena a la juventud y los gobernantes siguen cual si todo estuviera bien.

La FOD, el MEP y el futuro de las TIC

Deyanira Sequeira

El informe 2023 de EDUCASE[1] nos permite enfocarnos con mejor claridad frente al enfrentamiento que se ha dado entre el MEP FOD. No son tiempos para desgastarnos en discusiones pasadas sobre el derecho que tenía el PLN de privatizar los servicios educativos en el país (al menos uno de los más relevantes: las TIC, tecnologías de información y comunicación), o de cómo administrar los recursos acumulados en los últimos 37 años por la FOD.

La discusión debe ser un enfoque conjunto con miras al futuro y el papel de las TIC en la educación costarricense. No hemos escuchado ninguna mención, dentro de la discusión aludida, al papel de la inteligencia artificial (IA) que ha cambiado ya la forma de enseñar y aprender. No sólo, como indica el estudio, en el campo de la educación universitaria, sino en todos los niveles. No vemos surgir grupos de educadores, o sus sindicatos, inquietos por las implicaciones que la IA tendrá, no sólo en los métodos de enseñanza, sino y mucho más preocupante, en la posibilidad de que muchos empleos desaparezcan, y en el impacto que la IA tendrá en los estudiantes, en su bienestar, en sus vidas.

Por eso el informe que comentamos es importante, y deberían de leerlo doña Pilar y los personeros del MEP. También es un recordatorio para la FOD, tan enfocada en enseñar programación, cuando ya la IA hace innecesaria esa tarea. Enseñar a pensar críticamente puede hacerse usando otras estrategias, sobre las cuales hemos escrito en otro sitio*.

Analizar los temas que los panelistas de EDUCASE han indicado como urgentes y relevantes: “la suplantación de la actividad humana con poderosas nuevas capacidades tecnológicas y la necesidad de más humanidad en el centro de todo lo que hacemos”.

Tendencias : los panelistas de EDUCASE identificaron cinco tendencias en los ámbitos económico, social, ambiental, político y tecnológico. A) Social, en donde se enfatiza la demanda de los estudiantes por un aprendizaje flexible, el aprendizaje equitativo e inclusivo, y los cambios rotundos en los sistemas de evaluación, inclinándose por los microcredenciales. B)Tecnológico, en donde se enfatiza en la IA como corriente preponderante en el futuro, la enseñanza híbrida, y las tecnologías que permiten que todos puedan crear contenidos digitales. C) Económico: la brecha por falta de recursos, y la presión para que las escuelas hagan más con menos recursos, y la “demanda de aprendizaje permanente en el lugar de trabajo”. D) Ambiental: no hemos escuchado mucho sobre cómo el cambio climático está afectando la enseñanza y nuestras vidas. Algunos programas aislados en las escuelas han empezado a introducir los ODS dentro del currículo, pero debería de generalizarse la política. ¿Qué papel debe jugar la tecnología para impulsar estos cambios? E) Político: se estudian los fenómenos de la desinformación y la posverdad, impulsados, muchas veces por los gobiernos, cómo crece el nacionalismo en el mundo, y cómo los partidos políticos no se interesan por estudiar estos asuntos álgidos para la democracia, sino que se dedican a charlas insustanciales de búsqueda de poder. Aunque el estudio se centra en los EUA, su alcance es universal.

Los panelistas de Horizon analizan cuáles serán las tecnologías claves y las prácticas potenciales y la IA e IA generativa aparecen en primer lugar. Otro desarrollo es que las modalidades de aprendizaje se complementan, así como la modalidad de aprendizaje híbrido, y los cambios en los sistemas de evaluación, surgiendo las microcredenciales como alternativa. También hay una preocupación por acercar a los estudiantes a comunidades en que se sientan acogidos. Los impactos que tendrán las prácticas futuras se aplican no solo a universitarios sino a todos los niveles: “equidad e inclusión, resultados del aprendizaje, riesgos, alumno e instructor receptividad, costo, nueva capacitación requerida por parte de estudiantes e instructores, y el impacto potencial en la institucionalidad, metas estratégicas”.

Escenarios: de igual forma se hace un análisis de escenarios futuros, que pueden aplicarse también a otros niveles de enseñanza, como las enseñanzas que nos dejó la pandemia: modalidades de enseñanza en línea y uso intensivo de las TIC. En otros países, se empezó inmediatamente a incorporar las TIC al currículo, y se dejó atrás la prácta de crear laboratorios especializados en informática. Las TIC permean todo el sistema, desde la parte administrativa, la de enseñanza y evaluación. Frente a la enorme brecha digital y carencia de recursos, se abren posibilidades: en vez de dotar de una tableta a cada estudiante, dotarlo de un celular. Es un mínimo con el que se puede empezar. Aprendizaje personalizado e interinstitucional, grandes redes como las formadas en España, en Uruguay, o en México.

Que hacer? La FOD y el MEP, junto con los sindicatos deberían plantearse qué hacer hoy para enfrentar este futuro? ¿Qué planes pueden presentar a la Asamblea Legislativa? Este informe de Horizon es una excelente guía pues toma en considración la educación de adultos, la investigación, la docencia, estrategias para zonas desfavorecidas, equidad, accesibildad, espacios de aprendizaje que involucren a las municipalidades y bibliotecas públicas, todos los recursos posibles. Mucho en lo que se puede colaborar como adultos interesados en la educación de este país.


[1] Informe EDUCAUSE Horizon 2023
Edición de enseñanza y aprendizaje

*https://wakelet.com/@sdeyanira_xu8k4

Transformar la educación, urgencia para la libertad

Freddy Vargas Aguilar

La polarización geopolítica, que tiene dos focos, Ucrania y Taiwán, amenazan la paz mundial con una guerra de terribles consecuencias para la humanidad.
El hambre, la pobreza, la exclusión política continúan avanzando, siendo ya notorio el retroceso mundial en los derechos para las mujeres.
Para muchos esto es evidente. Lo que parece continuar ignorándose es que los pueblos continúan siendo controlados desde la mente de cada persona. Contribuye a ello una educación que obstaculiza el pensar crítico, liberador.
Transformar la educación es urgente e, imprescindible, para un cambio total y permanente hacia la justicia, la libertad, la verdad.

Las Universidades no pueden estar bajo la férula de los intereses políticos

Dra. Yamileth González García, exrectora UCR y Colectivo Mujeres por Costa Rica

Costa Rica vive en la actualidad circunstancias que amenazan, como nunca, su estabilidad democrática y que, ponen en riesgo el Estado Social de Derecho y, en particular a las instituciones de educación superior pública.

El proyecto del Gobierno de Costa Rica que plantea una “Ley reguladora del Fondo Especial para la Educación Superior”, expediente 23.380, es un irrespeto a las universidades públicas y muestra una ignorancia impropia de un Poder Ejecutivo. El proyecto inicia con una conceptualización pobre, y peor, errada de lo que son las universidades públicas, desconociendo profundamente sus características y la esencia misma de lo que es una universidad. Cuando señala que “El financiamiento de la educación en Costa Rica no se ha puesto en duda a lo largo de décadas”, evidencia, además, desconocer que durante los años de 1980 y 1990 ese financiamiento se vio severamente disminuido, particularmente para la educación superior, como, también, lo ha sido en décadas más recientes.

Cuando se afirma que la universidad pública ha sido considerada, simplemente “…como un mecanismo de movilidad social, fundamental para el país…“ nos hace entrar en dudas si los proponentes de este proyecto entienden la esencia de la Universidad; se pone en evidencia que, para el Gobierno, las universidades son, de manera excluyente, simples casas de enseñanza, centros de formación de profesionales y, quienes vivimos la vida universitaria a profundidad, sabemos que en nuestro país el quehacer de estas instituciones es mucho más que eso, que está asentado sobre tres pilares esenciales: la investigación, la docencia y la acción social, cuando, además, se señala que las universidades, no están cumpliendo a cabalidad su misión porque no están formando los recursos profesionales que requiere el mercado, surge la pregunta ¿Qué es esa concepción de universidad, que la reduce, exclusivamente, a formar profesionales para la empresa privada y su interés mercantil? Si la visión que prevalece en el documento está dirigida a dar prioridad a las carreras que demande la empresa privada, entonces ¿dónde queda el concepto de un desarrollo integral? ¿Adónde van a dar las carreras de ciencias sociales, de arte y las humanidades? que son, precisamente, las que desarrollan en sus graduados la formación de destrezas relacionadas con el liderazgo, la creatividad, el pensamiento crítico y el trabajo en grupos, que tanto ha influido en la idiosincrasia nacional.

En el artículo1 se establecen límite a la distribución del FEES, el cual sería, fundamentalmente, para financiar la regionalización, las becas y la infraestructura y, entonces, ¿no existe financiamiento para la investigación y la acción social? En la perspectiva de este proyecto a la investigación se le da un papel marginal y la acción social es absolutamente inexistente. Y eso no es casual: así buscarían romper o silenciar la significativa relación que las universidades tienen con la sociedad. A eso se le une que, según este proyecto de ley, la creación de nuevas carreras solo se podría dar si son acordes con el Plan Nacional de Desarrollo (art.7), o sea que se elimina la potestad de las universidades de hacer inversión académica en áreas que estas consideren pertinentes.

A pesar de que, como se señala en el expediente 23.380, hubo, desde la Asamblea Constituyente de 1949, algunos legisladores que discutieron sobre la asignación del presupuesto para la Universidad, otros con sabia visión, como Rodrigo Facio, Carlos Monge y Fernando Baudrit… buscaron protegerla de posibles y futuros embates, como el que se vive en los momentos actuales.

Es inadmisible que, el Gobierno, tergiverse la Constitución Política y señale que el Estado solo debe comprometerse presupuestariamente, con lo necesario para las universidades, y así dejarlas sometidas a los criterios políticos de turno, asignando el mínimo y no el máximo.

No es admisible desde ningún punto de vista y el proyecto lo hace, que se irrespeten los procedimientos universitarios en temas diversos, como son la asignación o distribución de los recursos, la regionalización, etc. y, menos aún, que órganos de la coordinación institucional de las universidades sean eliminados o despojados de sus atribuciones en aras de un control total del Poder Ejecutivo. Contrario a lo que se señala, las universidades siempre han contado con una instancia de coordinación de la educación superior (CONARE), quinquenalmente se han elaborado planes de desarrollo universitario (PLANES) y hay un fondo especial denominado FEES. Por todo lo anterior resulta inaceptable pensar que la educación superior pueda estar administrada, como se propone en el artículo 4, por cuatro ministros de gobierno o sus representantes, encargados de desarrollar el Plan de la Educación Superior y de promover, fiscalizar y evaluar el FEES. Las Universidades no pueden estar bajo la férula de los intereses políticos.

No es de recibo la falaz afirmación de que en la educación superior pública se camina sin controles y que las universidades quieren estar exoneradas del cumplimiento de las leyes de la República; por el contrario siempre se han ajustado a todos los controles de la Contraloría General de la República (presupuestos, refrendo de contratos, etc), también de los mismos organismos de control internos, de los Tribunales de Justicia y de toda la legislación nacional pertinente: por eso la defensa frente a esta proyecto que atenta contra sus derechos, no solo es necesaria y urgente, así como cualquier otra legislación que vaya en contra de estas instituciones.

Inconcebibles son las trabas que se proponen para una ágil y eficiente administración de los recursos, si estos pasan a ser administrados por el Banco Central, y, peor aún, que las universidades tengan que hacer, mensualmente, los trámites para solicitar los fondos requeridos (art.3) y si los recursos, considerados excedentes deben pasar a la Caja única del Estado, pues, entonces, se crean impedimentos para la realización de obras que requieren más tiempo que el que define el período presupuestario señalado.

Es de esperar que una propuesta que irrespeta tanto a las universidades públicas no reciba la atención de la Asamblea Legislativa y que, en ese espacio, no olviden que, aún en tiempos de crisis, no se debe amenazar, como lo ha hecho inconcebiblemente el Presidente Chaves, a la sociedad con el quiebre de nuestro sistema democrático, sino que, por el contrario, recuerden que consolidar la naturaleza de bien público de la educación, constituye el mejor camino para fortalecer la democracia.

En defensa de la autonomía universitaria

Por Dra. Yamileth González García, Exrectora de la UCR

Hoy, como en pocos momentos de nuestra historia, frente a los adversos y amenazantes vendavales autoritarios que corren en el país, las y los universitarios nos enfrentamos, otra vez, al reto de defender la autonomía y el financiamiento de las universidades públicas; una defensa de principios esenciales para el quehacer de las instituciones de educación superior, ya que se trata de los fundamentos que posibilitan un accionar libre de estas instituciones en beneficio de la sociedad costarricense sobre principios que han estado por décadas consignados en la Constitución Política y que han sido reiterados por diversos fallos de la Sala Constitucional y que hoy, como otras veces, “algunos” pretenden ignorar.

Lo señaló con claridad el Voto 1313-93 de la Sala Constitucional: “(…) la universidad, como centro de pensamiento libre, debe y tiene que estar exenta de presiones o medidas de cualquier naturaleza que tiendan a impedirle cumplir, o atenten contra ese su gran cometido». La universidad debe ser independiente, como lo subrayó el jurista Luis Baudrit Carrillo, 2011; tiene que estar libre de acciones que busquen debilitarla en el cumplimiento de su deber, o que pretendan quebrar su rol imprescindible en pro del bienestar nacional.

Y es que cuando los gobiernos autoritarios se sienten amenazados por el pensamiento crítico que se genera en las  universidades, lo primero que hacen es atacarlas, como parece que está sucediendo en este momento en el país. Todas y todos los universitarios y la comunidad nacional hemos visto la fuerte y orquestada agresión que han recibido las Universidades Públicas desde el momento mismo en que se intenta debilitarlas financieramente, con la reducción del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y con afirmaciones falaces que lo único que evidencian es un total desconocimiento del quehacer y el aporte que estas instituciones le dan al país.

Hoy, el Poder Ejecutivo presenta una propuesta que contraviene ese principio fundamental de la educación superior pública, atentando y desconociendo torpemente ese fundamento constitucional. Así, pretenden desconocer la esencia de esa noción, que como lo indica el  voto citado de la Sala Constitucional “(…) la autonomía consagrada a las universidades en el  artículo 84) constitucional, ha sido clasificada como especial, completa, y por ella distinta de los entes descentralizados de nuestro ordenamiento jurídico regulados por los artículos 188 y 190 de la Carta Política, lo que significa que las Universidades del Estado, aún cuando pertenecen a este, están fuera de la dirección del Poder Ejecutivo y de su jerarquía y que cuentan con todas las facultades y poderes para llevar a cabo los fines constitucionalmente encomendados”. Además, como lo escribió Iván Salas, 2010, ex asesor de la rectoría y hoy Juez Contencioso Administrativo, la Asamblea Legislativa no puede legislar en relación con “(…) temas relacionados con la organización o auto estructuración universitaria, tales como sus propios planes, presupuestos, programas, estructura de su propio gobierno conforme a su normativa interna, sobre su potestad reglamentaria mediante la cual pueden repartir sus competencias dentro del ámbito interno y desconcentrarse en lo jurídicamente posible y lícito, regular el servicio que presten y decidir libremente sobre su personal”.

Es importante aclarar que cuando hablamos de autonomía y de su importancia para el trabajo de las universidades públicas, no se trata solo de un valor para estas instituciones,  sino de lo que significa, particularmente, para la sociedad costarricense, contar con universidades que trabajen en forma independiente y sin presiones de ninguna naturaleza por el bienestar de la nación y su desarrollo integral. Un significado, el de autonomía, que como señala Axel Didriksson, 2006, está ligado “a la construcción de un mundo mejor, a la idea de un proyecto cultural nacional”.

No puede la universidad trabajar sin autonomía, para cumplir su misión de hacerlo desde la libertad de pensamiento y acción, con la injerencia política de los Gobiernos de turno, sin que eso no signifique una disminución de los beneficios que recibe la sociedad.

Por ello, las universidades públicas tienen que demandar, al Poder Ejecutivo y al Legislativo y, a todo aquel que, de modo directo o indirecto, pretenda interferir en sus funciones, en su gobierno, en su organización y en su patrimonio, respeto por su quehacer.

Las universidades tienen muy claro, contrario a lo que tergiversan algunos interesados, que la autonomía, no es un cheque en blanco; por el contrario, están sometidas a todos los controles, valga la redundancia, de la Contraloría General de la República, de los mismos organismos de control internos y de toda la legislación pertinente y desde luego al juicio de la sociedad a la que se debe.

Siempre las universidades han cumplido con la rendición de cuentas, pues, como se señaló desde la Asamblea Constituyente de 1949, la noción de autonomía universitaria implica “libertad pero con responsabilidad”, lo dijo Luis Dobles Segreda: “por autónoma que sea la Universidad, deberá decir, al igual que todas las instituciones del país, cuánto gasta y en qué lo gasta”.

No es este el problema en discusión, sino el del respeto que el Gobierno debe tener para con las instituciones de educación superior y para la Constitución Política misma. Por tanto, ante una violación de los principios constitucionales en un país de derecho, exigimos que se respeten la autonomía y la independencia universitarias.

 

Compartido con SURCOS por la autora.

Imagen, UCR.

LA CUARTA PARED

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El sonido era ensordecedor. No se escuchaba nada entre gente que no entendía el inicio de la puesta teatral y la algarabía desatada en un auditorio colegial de más de mil gentes, en el marco de un festival Inter universitario de teatro en la Costa Rica bisoña de inicios de los años noventa, cuando creía que el neoliberalismo era sólo un proyecto para reformar al estado, empequeñecerlo, privatizarlo y entregárselo al capital transnacional.

Toda esa agenda se ha ido cumpliendo 30 años después, solo que ahora impulsada desde una contra revolución cultural regresiva y conservadora sin retorno.

Es una noche calurosa de febrero y el festival se desarrolla en el Pacífico costarricense. Allí hemos llegado como parte del elenco de Spacem, montaje producido por el Grupo de teatro Girasol, del Centro de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, una de las cinco universidades públicas del país. La algarabía la provocábamos los actores que, confundidos entre el público, encendíamos nuestros focos y hacíamos maniobras con nuestros cuerpos. Se trataba de una obra futurista en la que los sueños y el empeño eran ley motiv. Lo hicimos desde nuestras condiciones de montaje y producción en una universidad pública.

En estos días la contrarrevolución cultural conservadora y regresiva representada en el poder ejecutivo costarricense y una estrategia de comunicación bien pensada en redes sociales, han lanzado una ofensiva para disminuir el presupuesto que por ley le es otorgado a las universidades públicas para seguir operando.

Entre sus argumentos, urgen a las universidades impulsar carreras técnicas en desmedro de las ciencias sociales, las artes y las humanidades. Es urgente, ha sido urgente si una revisión interna de la distribución presupuestaria pero no hacia la baja, sino más bien para volverla más equitativa entre remuneraciones e inversión social, que al final termina siendo más amplia que las primeras.

Pero los embates prácticos y discursivos contra todo significado social y cultural de las universidades públicas costarricenses han encontrado resonancia en una agenda setting que por años ha ensañado su arsenal contra estas instituciones. Particularmente su rol crítico, pensante, cuestionador.

Entonces pienso en ese momento del festival de teatro donde llegamos grupos universitarios a compartir nuestro trabajo. En mi caso, entonces estudiante de sociología, tuve la enorme posibilidad de audicionar y tomar parte de un hermoso proyecto cultural que como el Grupo de Teatro Girasol formó no solo actrices y actores, sino personas pensantes y felices ante la vida.

En el género teatral romper la cuarta pared significa interacción entre el personaje y el público en un diálogo natural. Hoy quiero romper esa cuarta pared para dejar constancia del enorme legado que dejó en mi haberme formado en una universidad pública, desarrollarme en el área de las ciencias sociales y complementarla con una visión artística que hoy impulso a través de la literatura, de la poesía.

Termino esta reflexión participante citando a mi maestro Osvaldo Sauma quien nos recordaba el ser comunidad, algo que necesitamos hoy para defender nuestra institucionalidad universitaria pública de los embates recortistas y retrógrados:

“Que no se salve nadie si no nos salvamos todos”.

La universidad pública, una vez más, está en la lucha. Librémosla juntas, juntos.

AICA COSTA RICA se proyecta asertivamente en el escenario cultural

Durante la asamblea extraordinaria de AICA Costa Rica, realizada el 19 de abril en el Centro Cultural de España, en San José, se aprobaron sendos programas de proyección nacional para estimular el pensamiento crítico y el debate civil sobre el arte y la cultura, así como reposicionar el oficio y la memoria crítica, informó Juan Carlos Flores Zúñiga, presidente de AICA Costa Rica.

«A pesar de nuestra breve existencia como asociación hemos cumplido los compromisos asumidos ante los miembros y colegas e identificado nuevas oportunidades para el crecimiento en un entorno pospandémico donde hemos tomado las amenazas como oportunidades», explicó Flores Zúñiga ante la asamblea extraordinaria.

Haga clic en https://bit.ly/3jV2e2X para leer sobre los principales acuerdos de AICA Costa Rica.

Atacar para no perder el tercer lugar

Marcos Chinchilla Montes

Los grandes partidos políticos han optado por una campaña política defensiva, no entrar en mayor conflicto con el adversario y cuidar el limitado feudo electoral que tienen en el marco de la atomización partidaria de más de 20 candidaturas para las elecciones que se nos vienen encima.

El corto publicitario de ayer domingo de Fabricio Alvarado contra José María Villalta, más pareciera que se corresponde a uno de los guiones implementados por la CIA y otras agencias de inteligencia de los EUA contra el fantasma ya occiso del comunismo internacional.

Ante su falta de inteligencia y claridad política, a Alvarado no le queda otra más que optar por la mentira, el ataque, instrumentalizar la democracia, e intentar asustar con fantasmas en los que una buena parte de la ciudadanía ya no cree.

La situación es compleja para él y su agrupación religiosa; si finalmente el Frente Amplio llegara el tercer lugar en las intenciones de voto a la presidencia, quedaría aún más asentado el declive de su partido y proyecto neoconservador evangélico y antiderechos.

Nótese que sin pena alguna Fabricio y su partido se hacen de la vista gorda de los actos de corrupción que se le achacan a José María Figueres, a la sospechosa “falta de posición” política de Lineth Saborío, o a los casos de acoso sexual de Rodrigo Chaves. Al neoliberalismo, proyecto sociocultural y económico que postró a nuestro país, no tiene la menor intención de enfrentarlo, sea por falta de conocimiento o porque es parte de él.

A lo largo de estos años Alvarado ha demostrado una amplia ignorancia intelectual, adosada con la discriminación y el oportunismo en nombre de una fe. Estudió en la universidad pública, pero la esencia del pensamiento crítico y humanista no pasó por él; incluso tengo la hipótesis que olvidó todo lo que pudo haber visto en el curso de Historia de las Instituciones de Costa Rica.

Por dicha Alvarado no alcanzará la presidencia, pero lamentablemente y en nombre de dios, acogió visiones y prácticas sociales relacionadas con el fascismo, la discriminación, el rechazo a los Derechos Humanos, la mentira, y la manipulación mediática. Su lugar en la historia será a la par de personajes como Bolsonaro, Jimmy Swaggart y otras figuras de mal recuerdo para el desarrollo de la humanidad.

Taller: “¿Pensar crítico? ¿Educar o no educar?

Entre más rica y desarrollada tecnológicamente sea una sociedad, se requiere de un sistema político con mayor participación.  Si es un sistema inequitativo, urge controlar las mentes de ese pueblo por medio de la educación.  Los educadores tendrán la función de formar a una población que comprenda mejor y más rápido las órdenes, más productivos, pero, más dóciles.

Una democracia falsa necesita formar en un falso pensar crítico, resguardada por un cuerpo jurídico-policial preventivo, sólo en última instancia, represivo.

Costa Rica, se encuentra, como casi todos los países, sincronizada a un destino común en un tiempo de pronto post pandemia. 

El sistema capitalista, altamente inequitativo, y la democracia representativa, de falsa libertad, se encuentran en alta evidencia en momentos en que se irán tomando las decisiones sobre quienes pagarán el mayor endeudamiento de los gobiernos por la pandemia.

Los educadores son el alma, el centro posible de una transformación total, comenzando por un nuevo pensar, verdadero Pensar crítico. Por lo que les extendemos la invitación a continuar informándose y ampliando sobre este tema en el siguiente PDF.