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Etiqueta: pesos y contrapesos

El Vaticano: juego político de pesos y contrapesos

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

En el reciente nombramiento del Papa, una vez más se ha puesto en evidencia la inteligencia política del Vaticano. Una estrategia de pesos y contrapesos lo ha sostenido, contra viento y marea, como una sólida institución religiosa. Ha sabido enfrentar las disidencias y movimientos contestatarios, algunas veces con medidas disciplinarias y censuras y otras asimilándolos para vaciarles o diezmarles su poder disruptivo. Así, por ejemplo, asimiló el movimiento de reforma impulsado por San Francisco de Asís, que invitaba a una conversión al mundo de los pobres y la hermandad con toda la creación. La contraparte fue la descalificación del movimiento de reforma protestante del Siglo XVI, particularmente por sus tesis fundantes de la salvación por gracia (sola gratia y sola fide) que venían a deslegitimar la venta de indulgencias, la que anteponía a la autoridad papal la autoridad centrada en la Biblia (sola scriptura) y la del sacerdocio universal de los creyentes que enfrentaba a la estructura jerárquica de la Iglesia.

Para el filósofo italiano Antonio Gramsci, si la Iglesia hubiese perseguido y deslegitimado al movimiento franciscano habría anticipado la Reforma en dos siglos. Sin embargo, más bien lo inmuniza, dispersa a sus discípulos y reduce a la nueva religión a una simple orden monástica a su servicio (Citado por Portelli, 1977,72). Un claro ejemplo de cómo apelando al mecanismo de la asimilación, por canonización también en este caso, la Iglesia se legitima y consolida institucionalmente.

Podríamos decir que hoy la Iglesia Católica reivindica el legado franciscano al nombrar al cardenal Jorge Bergoglio, un jesuita que emula, simbólicamente con sus gestos e ideario teológico y pastoral, a San Francisco de Asís; y ahora al cardenal Robert Prevost, un agustino que se presenta como continuidad del magisterio de su antecesor. La gran diferencia con la recuperación anterior es que ahora en lugar de asimilarlo para quitarle o restarle su fuerza disruptiva y reformadora, más bien se potencia su legado para impulsar la iglesia hacia mejores rumbos; una revalorización no por asimilación sino por recuperación como agente que fermenta la masa eclesial y le señala nuevos desafíos y derroteros a asumir.

De esta manera, el peso conservador que privó, especialmente en lo dogmático y doctrinal, en los magisterios de Juan Pablo II y Benedicto XVI, se ve compensado por estos dos nuevos papas de perfil progresista y reformador. Esto explica, la paradoja de que fuese el Papa Benedicto XVI, perteneciente al ala conservadora quien, de alguna manera, contribuyera también con su renuncia para el nombramiento de un papa progresista como Francisco.

Efectivamente, el cardenal Joseph Ratzinger cuando ejercía como mano derecha (también en sentido político) del Papa Juan Pablo II impulsó, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, las medidas disciplinarias que se aplicaron al teólogo latinoamericano de la liberación y franciscano, Leonardo Boff, por sus tesis críticas, particularmente eclesiológicas, contenidas en su libro Iglesia, carisma y poder. Cabe destacar que Leonardo Boff en una ocasión hizo referencia a los detalles del proceso a que fue sometido en el Vaticano. Relata que en el momento en que el Papa Juan Pablo II iba a dictar la censura, siendo conducido por Joseph Ratzinger a la sala respectiva, quien había sido su profesor cuando estudiaba en Alemania, le dijo que lucía bien la sotana a lo que él le respondió que el problema de vestirla en Brasil era que cuando se subía a un bus hasta la joven embarazada se paraba para darle campo, entonces, aquel símbolo perdía todo su significado diaconal. Y cuando el Papa avanzaba hacia el pódium para dictar la sentencia final, se arrodilló, y al lado en una pared había una pintura de San Francisco, entonces Leonardo se acercó al oído de Ratzinger y le dijo que viera el valioso gesto del Papa inclinándose ante el santo de los pobres. ¿Quién podría imaginar que Leonardo Boff, el censurado con la llamada ley mordaza, se convertiría en asesor del Papa Francisco en materia de ecología y cambio climático (ecoteología) para la elaboración de la Encíclica Laudato Sí?

No es casual tampoco, que siendo el magisterio de Juan Pablo II conservador en lo teológico y pro-neoliberal en lo económico y político, en algunas coyunturas, apelara al juego de los contrapesos. Por ejemplo, al final de su pontificado visita a Cuba donde pronunció la frase “que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Asimismo, en una Conferencia de Obispos en Brasil se pronunció reconociendo la necesidad y utilidad de la Teología de la Liberación, incluso aduciendo que debía constituir una etapa nueva y ser incorporada en la reflexión teológica iniciada en la tradición apostólica y continuada en el magisterio ordinario y extraordinario de la Iglesia (Scannone, 1987,80).

Estamos ante una estrategia o juego de pesos y contrapesos por parte del vaticano, en donde debe privar la inteligencia política que sabe valorar las coyunturas históricas, sociales y religiosas, a la hora del nombramiento de la máxima autoridad de la Iglesia, el Papa. En este aspecto la Iglesia Católica, como lo destacara Gramsci, ha sido muy tenaz en su lucha por evitar que se formen dos religiones: la de los “intelectuales” y la de las “almas simples”. También, podríamos decir la de los conservadores y la de los reformistas, contribuyendo a procurar la unidad desde una política de contrapesos. Y el gran desafío sigue siendo, tener la inteligencia y lucidez para saber atender a los signos de los tiempos.

El Papa de la misericordia y la esperanza, Francisco, abrió nuevos senderos reformadores para una iglesia más sinodal que jerárquica, ensanchó el espacio para las mujeres, fue un defensor insigne de los migrantes y empobrecidos, del cuido y defensa de la naturaleza, benevolente con los estigmatizados por sus preferencias sexuales e impulsó el diálogo interreligioso para una convivencia fraterna y amistosa (Encíclica Fratelli Tutti).

A pesar de que con el nombramiento del nuevo Papa León XIV hay signos de continuidad reformista, como ya indicamos, también los hay en sentido contrario. Dentro del comportamiento político de pesos y contrapesos está por verse cuál orientación prevalecerá. Hacemos votos para que los grandes logros del magisterio de Francisco no se vean opacados por las fuerzas conservadoras que gravitan resistiéndose al cambio necesario de una Iglesia que ha sabido, en buena medida durante el magisterio de Francisco, leer los signos de los tiempos para contribuir a la paz mundial, la inclusión a todo nivel y particularmente comprometida con la defensa de los empobrecidos y los derechos de la naturaleza.

¿Qué puede hacer una fracción legislativa con 40 diputados? Expertos lo analizan

  • Necesidad de negociación es imprescindible aún y cuando exista mayoría calificada en una sola fracción.

  • Recientes elecciones, situación política actual y sistema de elección de diputados hacen difícil que una sola agrupación obtenga esa mayoría.

UNA Comunica. 31 de marzo de 2025. “Se necesitan al menos 38-40 diputados para cambiar el Poder Judicial”, dijo el presidente Rodrigo Chaves en una conferencia de prensa el 16 de enero anterior.

Cuarenta se ha convertido en un número predilecto tanto para el mandatario como para la diputada oficialista Pilar Cisneros, quienes, a menos de un año de las elecciones nacionales, lanzan señales a la población de cómo debería conformarse la Asamblea Legislativa para el cuatrienio 2026-2030.

Pero, ¿es realista que un partido político, en la coyuntura actual, puede llegar a tener una mayoría calificada de mínimo 38 diputados? Y de ser así, ¿qué ventajas le daría a una fracción en la gestión legislativa? Junto con Edel Reales, gerente de la Secretaría del Directorio de la Asamblea Legislativa, y José Andrés Díaz, coordinador del programa Umbral Político del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional (UNA), se profundizó en ambos temas.

En la historia política del país son muy pocas las ocasiones en que un partido ha tenido ese nivel de mayorías. Habría que remontarse a 1953, cerca de la fundación de la Segunda República, cuando Liberación Nacional obtuvo 40 de 45 escaños de aquel momento y luego al periodo 1986-1990 en el primer gobierno de Oscar Arias. En ese momento, la fracción oficialista alcanzó los 29 diputados, que significa una mayoría simple y que le permitía aprobar proyectos de ley sin necesidad de sumar votos de otras agrupaciones.

Sin embargo, con la caída del bipartidismo (Liberación Nacional-Unidad Social Cristiana) y la irrupción en el ajedrez político del Partido Acción Ciudadana (PAC) en el 2002, el tablero se resquebrajó. Entonces, el fraccionamiento en la composición legislativa fue la tónica, con grupos políticos minoritarios que requirieron un mayor esfuerzo político y de negociación de todas las agrupaciones, para sacar adelante la agenda de proyectos de ley.

Este es el escenario hoy. Rodrigo Chaves asumió el mandato en el 2022 con solo diez diputados del partido político que lo llevó al poder (Progreso Social Democrático). Sin embargo, su línea de pensamiento la siguen solo ocho congresistas ante las diferencias con la legisladora Luz Mary Alpízar (presidenta, a su vez, de dicho partido) y con María Marta Padilla, quien se declaró independiente.

Para cualquier gobierno contar con una mayoría parlamentaria sería un anhelo innegable. “Las grandes mayorías favorecen mucho el tema de la legislación”, apuntó Edel Reales. Esto podría reflejarse, por ejemplo, en la posibilidad de aprobar vías rápidas para el trámite de proyectos de ley, evitaría también que el texto pase por una comisión legislativa (donde se votan mociones de fondo, se llama en audiencia a las partes y se dictamina a favor o en contra de una iniciativa) y que el texto pase de manera directa al Plenario.

Otra ventaja es que facilitaría la elección del Directorio Legislativo, cada 1º de mayo, donde, entre otros puestos, se elige a quien ocupe la presidencia del Congreso. Con ello, permitiría a esa fracción influir sobre la conformación de las comisiones legislativas que, aunque deben tener representatividad de todos los partidos, le daría a una sola fracción una amplia mayoría para dominar el debate.

“Podría, incluso, promover reformas en el reglamento de la Asamblea Legislativa, sin necesidad de negociar”, agregó José Andrés Díaz. A eta mezcla de prorrogativas se suma una que ha sido de alto interés para el actual Poder Ejecutivo: las reformas a la Constitución Política, las cuales deben seguir un procedimiento especial.

La forma en que operan instituciones como la Contraloría General de la República o el Poder Judicial han estado en la mira del presidente Chaves. De acuerdo con Edel Reales, estas iniciativas se deben presentar en periodos de sesiones ordinarias, darse tres lecturas del proyecto en el Plenario, discutir y votar su admisibilidad y, de resultar favorable, enviarse a una comisión especial que lo dictaminará sin posibilidad de hacerle reformas. Todos estos procesos pueden aligerarse con una mayoría parlamentaria.

A pesar de lo anterior, ambos expertos no ven como garantía absoluta de agilización parlamentaria que una fracción posea una mayoría calificada. Siguiendo con el ejemplo de la reforma constitucional, Rosales indicó que el texto deberá pasar luego al Plenario donde ahí los diputados pueden ejercer su derecho de enmienda.

“Usted podrá tener una gran mayoría, pero va a llegar el momento en que tendrá que negociar. Porque cada diputado podrá incluir mociones y por cada una de ellas tener derecho para hablar hasta por 10 minutos. Y podrá proponer mociones de fondo, de orden, de consulta y un montón de instrumentos jurídicos que son parte del derecho parlamentario y que puedan atrasar el proceso”, indicó Reales.

A lo anterior se suma el hecho de que, en un escenario hipotético de que el grupo afín al presidente obtenga esa mayoría, será necesario tener una ideología partidaria clara de la que 38 o 40 diputados sean parte, según explicó José Andrés Díaz. “Históricamente, en Costa Rica eso no ha pasado porque tenemos una cultura de partidos políticos muy débil. Es muy fácil encontrar ejemplos de diputados que se declaran independientes, aún en agrupaciones como el PLN o el PUSC o en otras emergentes, como el PAC o el Frente Amplio”, indicó el politólogo del IDESPO.

Ni siquiera en el supuesto de que Rodrigo Chaves renuncie a la presidencia y opte por una curul, y sea presidente del Congreso, sería garantía de esa unidad. “A diferencia del mandatario, que puede remover de manera libre a sus ministros, un jefe de fracción o presidente legislativo no puede quitar a un diputado porque vote un proyecto de otra manera o piense distinto. Entonces, los juegos por el equilibrio del poder aumentan”, agregó Díaz.

En el fondo, contar con una mayoría de esta magnitud y en el contexto político actual, representa un riesgo para la democracia, advirtió José Andrés Díaz. “Los sistemas democráticos se construyen de pesos y contrapesos para evitar una concentración del poder. Para eso tenemos tres poderes separados y con independencia, donde todos tienen diversas voces y sin que se dé cabida a la imposición”.

Situaciones como las que se viven en El Salvador o en Nicaragua, donde las mayorías legislativas ligadas al oficialismo han dado un poder amplio y prácticamente absoluto a quien gobierna, son parte de esos riesgos que señaló el experto.

Panorama difícil

Ambos expertos ven poco probable que un partido obtenga una mayoría de tal magnitud en las próximas elecciones. “La identidad partidaria, como se veía antes con el bipartidismo, es muy complicado retomarla y lo que se ha generado ahora es una ‘municipalización’ de los diputados. La gente vota a lo seguro, por tener a un legislador que represente mi región y me pueda defender y eso lo ve uno fuera de la Gran Área Metropolitana”, manifestó Reales.

Otro factor tiene relación con la forma en que se eligen a los diputados con un sistema de cociente y subcociente. El primero se obtiene al dividir el total de votos válidos obtenidos en la elección entre la cantidad de curules (57) y el segundo al dividir en dos el cociente. El partido que no alcance esa cifra mínima no tendrá derecho a participar en la distribución de los escaños, lo que genera una barrera a los partidos políticos participantes.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Posición de la Liga Cívica Nacional sobre la revocación de visas del gobierno de Trump a la auditora del ICE

SURCOS comparte la transcripción del video que adjuntamos, el cual puede ser compartido desde este enlace o bien desde la incrustación al final de la nota.

César López Dávila:

La tradición democrática en nuestro país ha hecho que el estado costarricense se desarrolle con una serie de pesos y contrapesos que pretenden evitar que haya quienes quieran concentrar el poder en pocas manos para imponer decisiones con cortes arbitrarios. Dentro de este sistema de pesos y contrapesos se encuentra sin duda la figura de las auditorías, siendo la auditoría interna del ICE alguien que ha actuado en apego y sin excederse al establecimiento de sus funciones.

Por eso, dentro de la Liga Cívica Nacional, como grupo ciudadano, acciones como el retiro de las visas no las vemos como hechos aislados, sino como un intento lamentable por debilitar estos mecanismos de control de pesos y contrapesos que tiene el estado costarricense en su tradición democrática.

Costa Rica no es la República Bananera de 100 años atrás. Un gobierno que realmente defienda nuestra Carta Constitucional hubiese, como mínimo, tomado las medidas de sacar un comunicado defendiendo nuestra soberanía, nuestra institucionalidad y dentro de ella el sistema de pesos y contrapesos que implica también o que abarca también la figura de las auditorías como la auditoría interna del ICE.

Así que creemos que es lamentable que no haya un posicionamiento crítico al respecto de esta decisión que no sólo lacera el sistema de pesos y contrapesos de nuestra administración democrática, del estado costarricense, sino que sin duda también es una lamentable afrenta a nuestra soberanía.

Juan de Dios Cordero Duarte:

Interpretamos las acciones de la Embajada Americana con el retiro de las visas a funcionarios públicos y expresamente a la Auditora General del ICE, como una acción intimidante porque atenta contra la soberanía en primer lugar del país, a la autodeterminación que tienen todos los países y los pueblos y también una violación clara a la Ley de Contratación Administrativa que tiene principios de libre participación, libre concurrencia e igualdad de trato.

Entonces habría que preguntarse qué hay por detrás de estas acciones, qué es lo que está buscando la Embajada.