Skip to main content

Etiqueta: PISA

Los resultados de las pruebas estandarizadas reportados por el MEP carecen de utilidad diagnóstica y educativa

Pronunciamiento

La Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense, y el Colectivo Mujeres por Costa Rica, comunican:

Que la información oficial suministrada públicamente por el Ministerio de Educación Pública (MEP), sobre los resultados de las Pruebas Nacionales Estandarizadas (PNE) para estudiantes de primaria y de secundaria, donde se clasifica a las personas estudiantes en tres niveles, llamados Básico, Intermedio y Avanzado, habiéndose evaluado cada asignatura con un máximo de ocho ítems de selección única, y sin ninguna explicación sobre la metodología utilizada, imposibilita cualquier intento de generar, en forma válida, interpretaciones útiles y confiables para diagnosticar el logro educativo, por parte del estudiantado. A todas luces, lo que puede evaluarse con un número tan escaso de ítems, es solo un fragmento muy reducido del conjunto de aprendizajes meta establecidos en los programas de estudio vigentes.

Tampoco se ha explicado la justificación para los nombres, tan contundentes, dados a estos niveles de desempeño, pues la denominación de básico, intermedio o avanzado en una disciplina de estudio particular, no debe ser arbitraria y debe basarse en un sólido marco de referencia. Asimismo, la analogía, pueril y simplista, brindada por las autoridades del MEP para explicar su significado por medio de los tres colores de un semáforo, solo contribuye a reforzar su ausencia de utilidad educativa y rigurosidad científica.

Aunado a lo anterior, el reportar únicamente los resultados agregados a nivel del centro educativo y no por estudiante, impide que las personas docentes, y el mismo estudiantado, puedan valorar y atender de manera individual el desempeño estudiantil, con el propósito de mejorar sus aprendizajes.

Más aún, la escasa cantidad de ítems de selección única utilizados para evaluar cada asignatura, muy probablemente está provocando que una parte relevante de los resultados estén afectados por el mero azar, al existir, para cada pregunta, una probabilidad de respuesta correcta de un tercio, cuando se elige una de las tres opciones al azar, es decir adivinando.

Así las cosas, los resultados reportados pueden conducir a conclusiones equivocadas, dejando a la imaginación de cada persona lectora su posible significado. A partir de esta situación es posible prever la generación de consecuencias negativas para el proceso educativo estudiantil y en la toma de decisiones de política educativa.

Debe recordarse, además, que estas pruebas tampoco contaron previamente con una tabla de especificaciones, que incluyera los contenidos y los procesos a evaluar, así como la ponderación o puntuación para cada ítem, ejercicio o pregunta.

En comunicados anteriores nuestros equipos ya habían alertado sobre las deficiencias técnicas de estos exámenes y lo presentado hasta ahora confirma nuestras valoraciones iniciales.

En esas comunicaciones previas, también indicamos que las descripciones sustantivas de desempeño, generadas con la necesaria rigurosidad técnico-científica, son uno de los elementos esenciales con que debe contar una prueba estandarizada educativa.

Así, la prueba estandarizada educativa debe proveer, además de la nota numérica, una descripción cualitativa, válida y confiable, de lo que representan esos puntajes numéricos en términos del desempeño estudiantil, es decir, contestar a la pregunta, ¿qué puede o no hacer la persona examinada de acuerdo con el puntaje obtenido? Evidentemente tales descripciones son relevantes para la toma de decisiones sobre las personas examinadas y para las autoridades responsables de la política educativa.

Especialmente si se trata de fines diagnósticos, tal como era el alegado propósito de estas pruebas, se requiere que la prueba contenga un número suficiente de ítems o preguntas para representar adecuadamente los niveles de desempeño que se pretenden interpretar, máxime si se trata de contenidos curriculares que abarcan ciclos lectivos completos.

Además, es importante que, para el análisis de los resultados se empleen modelos de medición que permitan generar esas descripciones de manera confiable y científicamente defendible, como por ejemplo el modelo de Rasch.

Para ilustrar, en el caso de las pruebas PISA para el área de Alfabetización Científica, se definen seis niveles de desempeño que claramente describen las competencias específicas requeridas para ubicar allí a una persona examinada. Por ejemplo, se indica que las personas en el nivel 4 “trabajan con eficacia en situaciones y problemas que pueden involucrar fenómenos explícitos requeridos para hacer deducciones sobre el papel de la ciencia o la tecnología. Seleccionan e integran explicaciones de diferentes disciplinas de ciencia o tecnología, y vinculan estas explicaciones directamente con los aspectos de la vida cotidiana. Las personas estudiantes en este nivel reflexionan sobre sus acciones y comunican sus decisiones utilizando el conocimiento y la evidencia científica[1].”

Entonces, según se infiere de la información que se ha hecho pública, es preocupante que de los escasos recursos destinados a la educación se haya gastado una cantidad considerable en la construcción y aplicación de pruebas que no brindan evidencia de utilidad sustantiva para la toma de decisiones y la mejora de los aprendizajes del estudiantado, y que más bien pueden conducir a conclusiones equivocadas sobre estos. De igual manera, lamentamos todo el tiempo y esfuerzo empleados en la aplicación de estas pruebas, con tantas deficiencias técnicas, cuando se pudieron dedicar a los procesos de enseñanza y aprendizaje, canalizando recursos para elaborar planes, debidamente fundamentados, que orienten la recuperación educativa.

En este contexto, algunos de los principales cuestionamientos que el MEP y el Consejo Superior de Educación están obligados a responder ante la sociedad costarricense son:

1- ¿Qué evidencia de validez puede proveer para justificar una evaluación diagnóstica de cada estudiante, con únicamente entre 6 y 8 ítems de selección única por asignatura, y cubriendo los aprendizajes correspondientes a ciclos lectivos completos?

2- ¿Qué metodología se siguió para la creación de los tres niveles de desempeño que se reportan y cuál es su validez técnico-científica?

3- ¿Qué justificación técnico-científica fundamenta la decisión de nombrar esos tres niveles de desempeño como Básico, Intermedio y Avanzado?

4- ¿Qué evidencia existe sobre el grado de validez de contenido de estas pruebas?, es decir ¿en qué medida cubren apropiadamente los aprendizajes establecidos en los programas de estudio, los cuales están diseñados según habilidades?

5- ¿Cuál es la justificación para definir únicamente tres niveles de desempeño cuando la mayoría de las pruebas estandarizadas educativas a nivel internacional utilizan al menos cinco niveles, con el propósito de arrojar información más precisa?

6- ¿Qué uso y qué utilidad se espera que den los centros educativos y las personas docentes a los resultados reportados de las pruebas?

7- ¿De qué forma el MEP y el Consejo Superior de Educación utilizarán los resultados reportados de las pruebas para realimentar las políticas educativas que contribuyan al mejoramiento de nuestro sistema educativo?

8- Estas pruebas solo evaluaron, en cada estudiante, fragmentos muy reducidos de todos los aprendizajes propuestos en los programas de estudio. ¿De qué forma se va a obtener información, válida y confiable, sobre el logro de esos otros aprendizajes, que son la gran mayoría, y no están representados en estos exámenes? Dichos aprendizajes no solo incluyen dimensiones cognitivas sino también actitudinales.

9- ¿Qué criterios se utilizaron para justificar que se excluyeran de la realización de estas pruebas a personas estudiantes en condición de discapacidad y a personas migrantes?

Hacemos un llamado a la opinión pública, especialmente a docentes, estudiantes, padres y madres de familia, para que, asumiendo su legítimo derecho a una educación de calidad, exijan al MEP y al Consejo Superior de Educación, evaluaciones educativas estandarizadas con rigurosidad científica y equidad, que permitan mejorar los aprendizajes del estudiantado de manera integral, y que no perjudiquen sus posibilidades de promoción en la educación regular, considerando las grandes desigualdades en sus oportunidades de aprender.

Por la Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto Impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense:

Graciela Ordóñez Gutiérrez. Doctora en Educación, máster académica en Evaluación Educativa

María Julieta Solórzano Salas. Doctora en Ciencias de la Educación, máster en Evaluación Educativa

Eiliana Montero Rojas. Doctora en Evaluación Educativa

Diana Arce Flores. Doctora en Ciencias de la Educación, máster en Evaluación Educativa, administrativa-docente

Sandra Zúñiga Arrieta. Máster en Evaluación Educativa, educadora

Allen Quesada Pacheco. Doctor en Currículo e Instrucción, M.Sc. en Tecnología Educativa, Programa de Evaluación en Lenguas Extranjeras (ELM)

Katalina Perera Hernández. Docente e investigadora, doctora en Educación con énfasis en Mediación Pedagógica

M.Sc. María del Rocío Ramírez González. Analista curricular

MTE. Juan Carlos Mora Hernández. Máster en Tecnología Educativa (ITESM), educador pensionado

Dra. Vanessa Smith Castro. Psicóloga, Instituto de Investigaciones Psicológicas, Escuela de Psicología, Universidad de Costa Rica

María Paula Villarreal Galera. Máster en Evaluación Educativa

Yency Calderón Badilla. Profesora, máster académica en Evaluación Educativa

Luis Miguel Rojas Torres. Doctor en Educación, máster en Estadística, Escuela de Matemática e Instituto de Investigaciones Psicológicas, Universidad de Costa Rica

Laura Jiménez Umaña. Máster en Evaluación Educativa, investigadora y evaluadora

Por el Colectivo Mujeres por Costa Rica:

Dra. Susan Francis Salazar

Dra. Alicia E. Vargas Porras

Dra. Yamileth González García

Dra. Yolanda Rojas Rodríguez

Dra. Lupita Chaves Salas

Dra. Tania E. Moreira Mora

M.Ed. Melania Monge Rodríguez

Lic. Josefina Pujol Mesalles

Dra. Virginia Ramírez Cascante

Lic. Vera Sancho Mora

M.Sc. Karla Salguero Moya

Dra. Eiliana Montero Rojas

San José, 24 de julio de 2023.


[1] Tomado de “El programa PISA de la OCDE: Qué es y para qué sirve.” https://www.oecd.org/pisa/39730818.pdf

La enseñanza no está desligada del contexto sociocultural

Especialistas franceses en didáctica de la Matemática

“La enseñanza está ligada a un contexto y a una cultura y PISA no toma en cuenta eso. Por esta razón, la medición de PISA no resulta ser la más adecuada, porque no mide las diferentes variables socioculturales de cada país”. Yves Matheron y Gilles Aldon.

La enseñanza no está desligada del contexto sociocultural
Los investigadores Gilles Aldon y Yves Matheron son especialistas en didáctica de la Matemática del Instituto Francés de la Educación de la Escuela Normal Superior de León, Francia (foto Rafael León).

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

La enseñanza de la Matemática y sus particularidades socioculturales y el uso de la tecnología en el aula para mejorar el aprendizaje de los estudiantes de secundaria, especialmente de los que tienen menor rendimiento, son los principales temas que abordaron los doctores Yves Matheron y Gilles Aldon, investigadores del Instituto Francés de la Educación de la Escuela Normal Superior de León.

Los científicos visitan el país para participar en el II Simposio Internacional de Matemática Educativa (SIME), que se realiza del 25 al 27 de febrero en la Universidad de Costa Rica (UCR). Este encuentro reúne a especialistas, profesores de primaria y secundaria y estudiantes universitarios de varios países. Es organizado por el Centro de Investigación de Matemática Pura y Aplicada (Cimpa) de la UCR.

Los investigadores franceses también participan en un ciclo de conferencias sobre la didáctica de la Matemática, que incluye temas como las estrategias desarrolladas en el Instituto de Investigaciones en Enseñanza de las Matemáticas en León y Marsella (Francia), el sistema educativo francés y la formación de docentes y el uso de la tecnología en el aula de Matemática en la secundaria. Este ciclo se realizó el 23 y 24 de febrero y fue coordinado por la Escuela de Matemática de la UCR.

A continuación un resumen de la conversación.

-¿Cuáles son los principales retos en la enseñanza de la Matemática en la primaria y la secundaria? ¿De qué manera se puede facilitar el aprendizaje?

G. Aldon: Yo me especializo en didáctica de la Matemática y mis aportes van dirigidos hacia el uso de las tecnologías en la enseñanza de la Matemática. Creo que estas pueden facilitar el aprendizaje de las matemáticas.

Y. Matheron: Actualmente en Francia hay una paradoja relacionada con las matemáticas: hay una excelente escuela de Matemática que obtiene el Premio Fields, que es el equivalente al Premio Nobel de Matemática, mientras que los resultados de las pruebas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes) no cesan de bajar desde el 2003. Las causas de este comportamiento son múltiples, porque la escuela nunca está desligada de la sociedad. Sin embargo, se puede trabajar en la manera en cómo las matemáticas se enseñan para mejorar o luchar contra esta situación. Eso es lo que como investigador trato de hacer.

¿De qué manera algunos países han logrado superar esos problemas?

Y. Matheron: Hay especificidades de los países que no son tomadas en cuenta por las pruebas PISA. Por ejemplo, en Francia se enseña mucha Geometría y hay muy pocos ítems de Geometría en PISA. La otra cosa es que los alumnos franceses no responden las preguntas cuando las consideran muy difíciles, en vez de responder algo que no sea totalmente correcto. A pesar de estas variables, los resultados siguen bajando en Francia. Si hacemos la comparación de que PISA fuera un termómetro que mide la temperatura, quizás no sea un buen termómetro, pero la variación de ese termómetro sí es justa.

La enseñanza no está desligada del contexto sociocultural2
La Dra. Susana Murillo, directora del Departamento de Enseñanza de la Matemática de la Escuela de Matemática de la UCR, dijo que impulsa un nuevo plan de estudios para preparar a futuros profesores con una nueva visión, más críticos de las decisiones didácticas que toman y considerando el contenido matemático como base de la educación matemática (foto Rafael León).

¿Las pruebas de PISA entonces no son universales?

G. Aldon: Efectivamente, no son universales. La enseñanza está ligada a un contexto y a una cultura y PISA no toma en cuenta eso. Por esta razón, la medición de PISA no resulta ser la más adecuada, porque no mide las diferentes variables socioculturales de cada país.

Y. Matheron: Habría que profundizar un poco más en los resultados de PISA y analizarlos con más detenimiento. Lo que sucede es que esas pruebas aportan resultados promedio y no sobre las especificidades. Y en el caso particular de Francia, lo que se observa es que hay una brecha profunda entre los muy buenos alumnos y los alumnos con dificultades. Esta es una distancia que sigue en aumento, entonces tenemos que enfocarnos en esa distancia y trabajar para lograr que los estudiantes en desventaja puedan aprender bien las matemáticas y logren acercarse a los mejores.

¿Cuál es el rol que puede desempeñar la tecnología para superar algunos de estos escollos? Por ejemplo, ¿es recomendable el uso de la calculadora en el aula?

G. Aldon: Quiero referirme a un proyecto europeo en el que estoy involucrado, que tiene como objetivo brindar instrumentos para la evaluación de la formación de los estudiantes y, en particular, para los alumnos de bajo rendimiento en Matemática y Ciencias y cómo ellos se pueden recuperar.

Como parte de este proyecto asistí a una clase en la que el profesor da su lección y todos los estudiantes tienen una tableta. En una pantalla aparecen unas respuestas que los estudiantes deben marcar y esto le permite al profesor ver quiénes respondieron bien y quiénes no. Por el momento no hay resultados del proyecto, pues se está aplicando en varias escuelas, de lo que se trata es de investigar cómo la tecnología le puede servir a un profesor para que él tenga conocimiento del aprendizaje de sus estudiantes y cómo a partir de lo que observa puede hacer modificaciones para lograr una enseñanza efectiva.

Y con respecto a la calculadora y su pertinencia, esto está ligado al uso que el profesor le da a esa tecnología en la clase: si la calculadora es utilizada para dar una respuesta o para generar una pregunta. El primer uso es muy básico y el segundo es más complejo.

¿Hay diferencias en el abordaje de la didáctica de la Matemática en primaria y secundaria?

La enseñanza no está desligada del contexto sociocultural3
Dr. Javier Trejos, decano de la Facultad de Ciencias y coordinador general del SIME: “El avance de la Educación matemática necesita del trabajo fuerte de investigación a cargo de los centros universitarios”.

Y. Matheron: Primero que nada hay que ponerse de acuerdo sobre lo que se entiende por didáctica de la Matemática. En Francia entendemos que es una teorización de los fenómenos relativos a la enseñanza y el aprendizaje de la Matemática. Hay una diferencia con el concepto anglosajón de Matemática educativa.

También hay diferencias entre Francia y Costa Rica en la manera en cómo se enseña la Matemática. En Francia la enseñanza es más teórica, se hacen pruebas de los teoremas y se explica por qué el resultado, se demuestra y se comprueba casi todo. Mientras que en Costa Rica no, aquí la enseñanza está más ligada al lado de la técnica y la teoría se enseña a nivel universitario.

¿Consideran ustedes que la habilidad para la Matemática es una cuestión cultural, que viene con la persona o si es algo que se puede estimular y desarrollar?

G. Aldon: Es una pregunta muy filosófica que tiene que ver, por un lado, con para qué sirven las matemáticas y, por el otro, el momento en el cual se debe empezar a enseñar esta materia. Para que las matemáticas se vuelvan más interesantes, habría que formular verdaderas preguntas matemáticas ligadas al mundo, a la sociedad, al contexto, a la cotidianeidad. Para algunos esta es una manera de engancharse a las matemáticas, aunque otros probablemente lo hagan mediante un ejercicio más abstracto, más ligado a la teoría matemática. Hay que jugar en las dos vertientes. Lo más importante es hacer las verdaderas preguntas matemáticas.

Y. Matheron: Quisiera agregar que la enseñanza de la Matemática no se da per se, sino que siempre tiene que estar ligada a las demandas o expectativas de la sociedad. Por ejemplo, cuando en Francia la escuela fue declarada obligatoria para todo el pueblo, a finales del siglo XIX, la población era en su mayoría campesina, por lo que en Matemática se les enseñaba a medir los terrenos.

En la actualidad lo que se decide enseñar es algoritmia. Hay requerimientos de las sociedades que son definidos por los dirigentes, ellos son los que imponen los contenidos matemáticos en la escuela. No obstante, la manera en como las matemáticas se enseñan es otra cosa, hay ligámenes entre los dos ámbitos, pero no son lo mismo.

Lo que yo trato de desarrollar, y Gilles lo dijo antes, es poner a los alumnos frente a preguntas matemáticas con las que ellos se van a comprometer en una verdadera búsqueda e investigación. Las respuestas a esas preguntas se van a transformar luego en el contenido matemático que se quiere enseñar. Quizás así se pueda llegar a cambiar la percepción y la relación con la Matemática.

Un espacio para consolidar la Educación Matemática como disciplina

La enseñanza no está desligada del contexto sociocultural4

El II Simposio Internacional de Matemática Educativa (SIME) se inauguró este 25 de febrero en su primera versión independiente, con la presencia de más de 100 participantes procedentes de México, Argentina, Panamá, Nicaragua y Costa Rica y de autoridades universitarias.

En febrero del año pasado se celebró el primer encuentro, junto al Simposio Métodos Matemáticos Aplicados a las Ciencias (Simmac), ambos organizados por el Centro de Investigación en Matemática Pura y Aplicada (Cimpa), en coordinación con la Escuela de Matemática, de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Durante la apertura, el rector de la institución, Dr. Henning Jensen Peninngton, manifestó que según el último Informe sobre el Estado de la Educación, el sistema educativo costarricense ha mostrado avances importantes, aunque también persistentes déficits en la calidad de la educación y de los ambientes de aprendizaje en los niveles preescolar, primaria y secundaria.

En ese sentido, agregó, la búsqueda de mejores estrategias didácticas en Matemática es una necesidad, no solo de Costa Rica, sino también de muchos otros países.

“La UCR ha identificado que muchos jóvenes de zonas alejadas de nuestro país carecen de una formación robusta en las áreas de pensamiento lógico-matemático, lo cual se convierte en una limitación para el acceso a la educación superior”, dijo Jensen. De ahí que esta universidad desarrolla diferentes programas para apoyar a esta población.

La directora del Departamento de Enseñanza de la Matemática de la Escuela de Matemática, Dra. Susana Murillo López, destacó que el SIME es un espacio de intercambio académico que contribuirá a consolidar la educación matemática como una disciplina científica y con constructos propios, dedicada al estudio de los fenómenos de la enseñanza y el aprendizaje de la Matemática, y no como parte de la Matemática o de la Pedagogía.

Este primer simposio se efectúa con la participación del especialista mexicano, Dr. Sergio Hernández González, docente e investigador de la Universidad Veracruzana y presidente de la Asociación Mexicana de Estadística, gracias a la colaboración de la Embajada de México. Igualmente, de los doctores Yes Matheron y Gilles Aldon, del Instituto Francés de la Educación de la Escuela Normal Superior de León, de Francia, con el aporte del Instituto Francés de América Central (IFAC).

El Decano de Ciencias y coordinador general del SIME, Dr. Javier Trejos Zelaya, aseguró que desde 1978 la comunidad de matemáticos de la UCR organiza distintos encuentros académicos internacionales, en las áreas de Matemática aplicada y Matemática teórica.

Sin embargo, expresó, “en el campo de la Matemática educativa estábamos en deuda, pues no existía un congreso con continuidad en el tiempo que permitiera darle seguimiento a las investigaciones que se hacen en el país, y en el que se pudiera ver el impacto de la investigación sobre el quehacer docente”.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

 

Geopolítica en clave PISA: El mundo del revés

Raúl Zibechi

«Los sistemas exitosos tienen “un fuerte compromiso en sostener la escuela pública y mantenerla bajo control de la comunidad».

 

La difusión de los resultados de las prueba PISA mostró, una vez más pero ahora con mayor intensidad, que los países de Asia-Pacífico desplazaron a los europeos y al resto de los desarrollados, de los primeros lugares. Al parecer, la calidad de la educación sigue los pasos de la economía, que ha colocado a esos países en el centro del mundo, pero también muestra que hay sociedades que valoran la importancia de la educación, no sólo del dinero.

Si alguien tenía dudas que la relación centro-periferia, sobre la que se construyó el mundo moderno desde 1492, está completamente trastocada, los resultados de las pruebas PISA 2012 lo confirman. Asia se convirtió en el Primer Mundo. La vieja Europa, cuna de la civilización como gusta presentarse con un marcado tinte etnocéntrico, retrocede paulatina e inexorablemente. La ex superpotencia, Estados Unidos, decayó abruptamente hasta un lejano 35 lugar, debajo incluso del promedio de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo) o “países ricos”. América Latina sigue siendo la Cenicienta, con altibajos, pero muy lejos del resto.

Es cierto que las pruebas PISA no son la mejor forma de medir la calidad del sistema educativo y la capacidad de aprender de los estudiantes. También es inocultable que levantan críticas por la pretendida validez universal de las pruebas que someten a los chicos de 15 años, idénticas en las favelas de Rio de Janeiro que en los más coquetos arrondisements de París. Sin embargo, unas pruebas que respondieron 510 mil estudiantes algo nos están diciendo sobre el estado de la educación en el mundo.

Nos dicen, también, que una parte del planeta está desplazando a otra en materia educativa, que las sociedades occidentales parecen haber encontrado un techo y, sobre todo, que nada de esto sería posible si la educación se redujera a lo que sucede durante cuatro horas al día en el aula. En suma, que si bien las pruebas PISA se remiten a la educación, nos están hablando del estado actual de las sociedades.

Resultados para meditar

Lo primero es comparar. Entre los diez primeros hay sólo tres europeos. Los siete lugares más destacados pertenecen a Asia Pacífico. Por su orden: Shanghai, Singapur, Hong Kong, República China (Taiwán), Corea del Sur, Macao y Japón. Completan la lista de los diez Liechtenstein, Suiza y Países Bajos. Finlandia retrocedió del puesto 6 al 12 en las pruebas de matemáticas, habiendo sido año atrás considerado el país modelo en materia educativa. En ese mismo rubro, Alemania está en el lugar 16, apenas un puesto por encima de Vietnam. Pero Alemania obtuvo un puntaje de 514 frente a 613 de Shanghai, 99 puntos que representan tres años de escolaridad. El Reino Unido está en el puesto 26, alcanzando el mismo promedio que la OCDE, 494 puntos. Pero Estados Unidos está en el lugar 35, por debajo del promedio OCDE y a 130 puntos de la ciudad china.

Explicar las razones por las que Vietnam está muy por delante de Estados Unidos y a la par de Alemania, tres décadas después de que fuera destruido por una de las más sangrientas guerras coloniales del siglo XX, implica ir más allá de la tabla de resultados que ofrece PISA. Algo similar puede decirse respecto a los demás países asiáticos que, como se sabe, ostentan sistemas políticos y económicos bien distintos, por lo que sus performances no pueden atribuirse directamente a ellos.

Por tanto, la comparación Occidente-Oriente se impone. Mientras las sociedades de Asia-Pacífico están ordenadas en torno al trabajo, o el esfuerzo si se prefiere, las occidentales son sociedades que viven para el ocio, con una vocación consumista cada vez más marcada. Un editorial del oficialista Diario del Pueblo señala que los éxitos de Shanghai “fueron logrados al costo de 13,8 horas en promedio a la semana de tareas domiciliarias, el tiempo más extenso en el mundo, casi dos veces el promedio de los países de la OCDE que es de siete horas” (Diario del Pueblo, 5 de diciembre de 2013).

Si a las horas de trabajo domiciliario de los estudiantes de 15 años de Shanghai se suman las 28,2 horas de clases en el aula, el noveno lugar en el mundo, vemos que los chicos dedican 42 horas semanales al estudio. Según el diario chino, es demasiado y propone que los estudiantes vean reducidas sus cargas horarias. Si un chico dedica todo ese tiempo a estudiar, es porque alguien valora lo que hace, y él mismo le otorga importancia.

El londinense The Daily Telegraph intenta responder la pregunta del millón: “¿Porqué los alumnos de Shanghai son tan especiales?”. Comienza señalando que los resultados de la megalópolis china no son representativos de todo el país, ya que un profesor de Shanghai tiene un salario de 4.400 yuanes (600 dólares) frente a los 2.000 yuanes que perciben los docentes de ciudades de la provincia suroccidental de Yunnan. Así y todo, apunta que en el conjunto del país hay elementos que permiten pensar que la educación ocupa un lugar diferente al que tiene en las sociedades occidentales.

“Los padres chinos prestan gran atención a la educación de sus hijos”, asegura el profesor Kong Lingshuai de la Facultad de Educación de la Universidad Normal de Shanghai (The Daily Telegraph, 4 de diciembre de 2013). Detecta la combinación de elementos tradicionales y de elementos modernos en la base del buen desempeño educativo.

Entre las primeras destaca el haber inculcado a los niños “desde una edad muy temprana que el esfuerzo es fundamental”, y entre los segundos “su apertura a las ideas extranjeras y la introducción de la remuneración en función del rendimiento”.

En todo el país existe lo que Kong denomina “la obsesión por la formación”, que determina que los nuevos maestros deben entrenarse durante un año antes de comenzar a dar clases en el aula.

Añade que los occidentales suelen creer que el sistema educativo chino es “algo así como una olla a presión para los exámenes con énfasis en la memoria y que se hace poco para estimular la creatividad”. Una suerte de prejuicio eurocéntrico.

Por el contrario, asegura Kong, se estimula a los profesores a asistir a las clases de sus colegas para promover “una cultura de compartir ideas, de intercambio y de competencia positiva”. En las escuelas están dando más tiempo a los niños para jugar y buscan no quedarse en el sistema de memorización, se centran en los últimos años en el desarrollo integral de los estudiantes sin abandonar la cultura del esfuerzo.

El sociólogo Frank Furedi, de la Universidad de Kent, autor del libro “Por qué la educación no está educando”, sostiene que PISA no toma en cuenta “las influencias sociales, económicas y culturales en la promoción de actitudes positivas hacia la educación” (The Independent, 4 de diciembre de 2013). Trabajó en Sydney, Australia, y pudo comprobar que los niños asiáticos  tenían desempeños escolares muy superiores a sus pares de origen británico. De ahí concluye que “la influencia cultural más importante en el rendimiento escolar de los niños es la expectativa de sus maestros, de los padres y las comunidades”.

En suma, habla de sociedades que esperan que los jóvenes tomen en serio sus estudios, que impulsan un ritmo de trabajo “significativamente más alto que los de sus pares en las sociedades occidentales”. Por eso, Furedi concluye que “un compromiso serio con el valor de la educación es mucho más importante que cualquier sistema pedagógico o técnico”. La fuerza que hace que los jóvenes dediquen tres horas diarias al estudio en sus casas hay que buscarla, en efecto, en el entorno, en el entendido que es una fuerza inmaterial, no de castigos y premios.

Esa misma potencia no existe fuera de las sociedades asiáticas. Geopolíticamente, corresponde a un mundo en ascenso, en camino de recuperar el papel histórico que supo tener antes de las invasiones coloniales.

Los del medio

Buena parte de los analistas europeos se mostraron muy críticos con el sistema educativo de sus países. Los medios finlandeses, país destronado de los primeros lugares de la tabla PISA, hablaron de que el sistema educativo del país se ha derrumbado y los medios suecos mentaron un supuesto “desastre nacional”. Es el riesgo de tomar los resultados de las pruebas como si fueran las tablas de las ligas de fútbol.

En general, predomina el desánimo en el viejo continente. Y una suerte de advertencia a los estudiantes: “El único aspecto en el que nuestros adolescentes están por encima de la media es en ´ser feliz en la escuela´”, espeta un severo y conservador análisis británico (The Daily Telegraph, 4 de diciembre de 2013). El periódico atribuye a Christine Blower, dirigente de la Unión Nacional de Educadores, la idea de que los bajos resultados en las pruebas PISA de los estudiantes del Reino Unido se debe a la mala calidad de los docentes que “no están capacitados para enseñar matemáticas y ciencias, mientras los buenos se hacen añicos por el grosero control de multitudes de niños violentos, mientras los padres se muestran negligentes a la hora de apoyarlos”.

El izquierdista The Guardian carga contra las reformas educativas a las que acusa de haberse convertido en un virus que “infecta los sistemas educativos”  (The Guardian, 8 de diciembre de 2013). Defiende la hipótesis de que la enfermedad que encarnan las reformas tiene cinco síntomas: la creciente competencia entre escuelas en base a tablas de calificación para que los “consumidores” (padres) tomen las decisiones correctas; estandarización de la enseñanza y del aprendizaje con prescripciones detalladas sobre cómo enseñar y qué evaluar; la recogida sistemática de información mediante pruebas estandarizadas; la devaluación profesional de los docentes haciendo la docencia accesible a personas con preparación express; y la privatización de las escuelas al impulsarlas a regirse por los criterios del mercado.

Las víctimas principales de este sistema serían las escuelas y las comunidades de Estados Unidos, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia, Suecia y Chile.

Las tres principales conclusiones del informe PISA 2012 avalan esta crítica. Los países más exitosos dan cierta autonomía a los centros educativos en los planes de estudio y en las evaluaciones, y no siguen el principio de estandarización de la enseñanza y la evaluación. En concreto, habla de “la autonomía profesional equilibrada con una cultura de colaboración en las escuelas”. Eso supone confianza en los docentes y un entorno de mutuo apoyo, no de despiadada competencia.

Por último, la posibilidad de elegir la “mejor” escuela no mejora el rendimiento del sistema educativo. Por el contrario, “la elección de escuela y la competencia entre escuelas están relacionadas con mayores niveles de segregación en el sistema educativo”. Los sistemas exitosos tienen “un fuerte compromiso en sostener la escuela pública y mantenerla bajo control de la comunidad”. Lo que ha fracasado, concluye, es la reforma educativa “basada en el mercado”.

Estados Unidos salió diez puestos abajo del Reino Unido. Según el Boletín de Anticipación Estratégica (GEAB), puede hablarse de un colapso del sistema educativo. Desde la década de 1970 se comenzó a implementar un sistema de evaluación a través de preguntas de opción múltiple desde la primaria hasta la universidad, que “ha generado un debilitamiento absoluto y persistente en la formación de generaciones de estadounidenses que hoy tienen menos de 40 años” (Geab No. 69, 17 de diciembre de 2011).

Con el tiempo se ha consolidado un sistema educativo de dos niveles que ensanchó la brecha entre la elite y la clase media, con universidades muy caras y comercializadas combinadas con la educación a distancia o en el hogar, dos extremos que le quitan “consistencia y calidad” al sistema en su conjunto.

El resultado es que actualmente los menores de 40 años están menos educados y menos integrados que sus mayores, lo que tiene consecuencias “en sus posibilidades laborales, en su capacidad para actuar en un mundo donde la globalización exige conocimientos variados, idiomas, historia, geografía”. Esto tiene enormes repercusiones para el país a la hora de afrontar sus retos principales: la re-industrialización, los desafíos científicos, tecnológicos y militares. “También genera una disminución en la calidad de la vida democrática porque los ciudadanos son menos capaces de distinguir entre la mentira y la verdad, entre la información y la manipulación”, sentencia el Geab.

Los de abajo

En América Latina lo más destacable fue la performance de Brasil, en particular en matemáticas, que escaló de 334 puntos en 2000 a 391 en 2012. La diferencia es notable porque pasó de tener el 65 por ciento de los jóvenes de 15 años asistiendo al colegio en 2003, al 78 por ciento en 2012. Aún así, se sitúa en el lugar 58, debajo de Chile, México, Uruguay y Costa Rica. Uno de los mayores desafíos del país es la desigualdad por regiones, ya que Brasilia y Santa Catarina tienen 416 y 415 puntos mientras el nordeste (Alagoas y Maranhao) consiguieron 70 puntos menos, lo que revela que entre las zonas ricas y las pobres hay varios años escolares de diferencia.

La inversión en educación de Brasil es una de las más elevadas del continente en relación al PIB, pero sólo un tercio de los países ricos. Destina 26.700 dólares para educar un niño entre los 6 y los 15 años, mientras los países de la OCDE destinan 83.400 dólares. Sin embargo, estos países tienen un PIB per cápita tres veces superior al brasileño.

El Plan Nacional de Educación, que está en el parlamento desde  2010, fue aprobado por la Comisión de Educación del Senado el pasado 27 de noviembre.

Prevé destinar el 10 por ciento del PIB a la educación, ahora está en el 6 por ciento, además del 75 por ciento de los royalties del petróleo pre-sal que fueron destinados al mismo objetivo. Se tomó esa decisión para no quedar atrapados en los avatares del presupuesto nacional, siempre dependiente de los ciclos económicos y de la relación de fuerzas en el escenario político.

Entre sus objetivos figura elevar el desempeño en las pruebas PISA hasta 473 puntos en 2021, lo que colocaría a Brasil a la cabeza de la región, aunque aún por debajo del promedio de los países de la OCDE.

Pero no todo debe reducirse a números. En este recodo de la historia, en el cual nada está permaneciendo en su lugar y se producen cambios vertiginosos e imprevisibles, tal vez sea necesario retomar los grandes relatos, inspirados en valores, como el de Hannah Arendt sobre la crisis en la educación. Aunque fue formulado hace más de medio siglo, no ha perdido actualidad:

“Mediante la educación decidimos si amamos a nuestros hijos lo suficiente como para no expulsarlos de nuestro mundo y dejarlos a su suerte, ni quitarles de las manos la oportunidad de emprender algo nuevo, algo que nosotros no imaginamos, lo bastante como para prepararlos con tiempo para la tarea de renovar un mundo común”.

– Raúl Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada y es colaborador de ALAI.

 

Enviado a SURCOS por Alai-AmLatina.