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Etiqueta: políticas públicas

Costa Rica requiere fortalecer una cultura centrada en el respeto a la dignidad de todas las personas

José María Gutiérrez, profesor emérito, Universidad de Costa Rica

El bicentenario de la independencia de las repúblicas centroamericanas encuentra a Costa Rica en una posición tambaleante. Los primeros dos siglos de vida independiente fueron testigos de procesos complejos en los cuales el país, gracias a pactos sociales visionarios en diversos momentos de nuestra historia, pudo generar políticas públicas y una institucionalidad que ha dado réditos valiosos, en medio de múltiples problemas, conflictos y desafíos. Estos pactos sociales, no obstante, se han debilitado notablemente en las últimas décadas. El tejido social se ha deshilachado y el país ha pasado a engrosar la lista de naciones con mayor desigualdad. Los proyectos políticos y económicos hegemónicos no auguran un futuro promisorio y el país requiere buscar nuevas luces y avenidas que conduzcan a una convivencia donde priven la equidad, el bien común, la dignidad de las personas y la relación armoniosa con el ambiente. ¿Cómo lograrlo?

Debemos generar un escenario colectivo de prácticas democráticas renovadas, en el cual la participación de amplios sectores de la población marque la pauta en procura de alternativas en todos los ámbitos de nuestro quehacer. Vale decir, requerimos edificar una auténtica democracia participativa, donde la energía creadora de muchas personas y colectivos abra las puertas a nuevos horizontes. Estos procesos deben ir aparejados del fortalecimiento de las instituciones públicas como garantes de derechos esenciales, con amplia participación popular y en un marco de equidad. Necesitamos políticas tributarias progresivas, que reduzcan la inaceptable desigualdad en que vivimos. El fortalecimiento de la educación y la salud públicas deberán ser ejes centrales de nuestro futuro, al igual que políticas que aseguren la protección del ambiente. Debemos abocarnos a fortalecer un desarrollo científico-tecnológico endógeno, incluyendo las ciencias naturales y las sociales, que ponga el conocimiento al servicio del bien común, mediante una estrategia de resiliencia ante los embates externos, la cual garantice soberanía alimentaria, energética y tecnológica.

Costa Rica requiere fortalecer una cultura centrada en el respeto a la dignidad de las personas y su diversidad en todos los planos, incluyendo los grupos históricamente excluidos. Debemos dejar atrás las lacras del patriarcado, el racismo y el clasismo, para generar un entorno nacional marcado por la generosidad y la solidaridad, lejos del individualismo y del mercantilismo prevalecientes. Una sociedad donde nadie esté de más y donde todas las personas tengamos garantizada una vida digna. Ojalá que en el transitar hacia el tercer centenario de nuestra independencia tengamos la sabiduría y el coraje para construir ese mundo más pleno.

Es el modelo económico, dice el director del OIJ

Óscar Madrigal

El día de ayer participé en un programa de radio llamado “Alternativas” sobre el tema de la criminalidad en el país. Resumo algunas ideas que expuse.

Hace unos tres días el director del OIJ, Walter Espinoza, decía en una entrevista en La Nación:

“Recientemente el Informe del Estado de la Región reveló que Centroamérica bajó sus índices de homicidios durante la última década con excepción de Costa Rica, que se mantiene con niveles similares al 2010.

De acuerdo con Espinoza, el enfrentamiento entre bandas narco locales, sumado a problemas de índole social como pobreza, desempleo, desigualdad, falta de oportunidades y poca distribución de la riqueza, hacen que la tasa nacional de homicidios no disminuya”.

El director del OIJ es consciente que el actual modelo de desarrollo económico que genera desigualdad, pobreza, desempleo, injusta distribución de la riqueza es también la causante de que los delitos, por ejemplo, de homicidios, no disminuyan.

Los estudios sobre la criminalidad también han demostrado que la delincuencia no es un problema de los pobres. Otras naciones mucho más pobres que la nuestra, muestras índices menores de delitos, como por ejemplo los homicidios.

Sin embargo, los partidos políticos que han gobernado en las dos últimas décadas han enfrentado el problema de la criminalidad solo desde la perspectiva de un derecho penal autoritario, aumentado las penas y los delitos desde mediados de los años 90, sin que esta política haya producido ningún beneficio. Solo ha aumentado el autoritarismo sin beneficio para la sociedad.

Las clases dominantes creen que las leyes penales resolverán problemas sociales, cuando es evidente que las leyes por sí solas no resuelven los problemas de la sociedad, lo que solo se logra con políticas públicas dirigidas a enfrentar las causas de la criminalidad. Sin embargo, las actuales políticas de austeridad, de recorte a los programas de atención social que impulsa el actual Gobierno, solo agudizará la criminalidad del país. Además, las leyes anti-huelgas, la criminalización de la protesta social, junto a las políticas autoritarias del proyecto de Empleo Público, se orientan a crear un sistema político cada vez más autoritario y, por tanto, menos democrático.

Costa Rica ha pasado a ocupar el top de los países más desiguales del mundo, según el Banco Mundial, y ahora también a estar entre los primeros 5 lugares del continente con la mayor cantidad de privados de libertad por habitantes y con el mayor índice de mujeres privadas de libertad de Centroamérica.

Se sabe también que las cárceles no resocializan a esas personas, las cuales por lo general se encuentran hacinadas y violándose en muchos casos sus derechos humanos.

A lo anterior debe agregarse que la aplicación de las leyes, lo que llamamos la justicia, no parece operar de la misma manera para todas las clases sociales. Los escándalos de corrupción no terminan en juicios o sentencias, sobre todo cuando se trata de personas adineradas o pertenecientes a las clases poderosas económicamente.

Las estadísticas así lo indican: de todos los casos denunciados por corrupción solo el 20% van a juicio después de 3 o 7 años; de los que van a juicio solo el 7% terminan con sentencia y solo la mitad de ellas en sentencias condenatorias. Pero lo más llamativo es que se trata de casos “menores” como el tráfico que pide una “mordida” o el funcionario municipal una “comisión”. Los grandes actos de corrupción que involucran a los miembros de los clanes poderosos económicamente no aparecen nunca juzgados.

La llamada clase política, por otra parte, está carcomida por la corrupción. Casi todos los partidos políticos han sido condenados por estafa o están siendo acusados por estos delitos: el PLN, el PAC, el partido evangélico de Justo Orozco, el PASE de Oscar López, el Libertario de Otto Guevara, el partido del doctor Hernández, el PUSC y muchos otros. De igual manera, prácticamente todos los expresidentes han enfrentado acusaciones por corrupción por casos como Alcatel, Caja, la Trocha, Cementazo, Cochinilla y otros.

La corrupción de los políticos produce una degeneración en la sociedad porque hay muy pocos referentes y porque la ética en la función pública parece no importar o importar bien poco, como el caso por ejemplo de Figueres. Ese es el mensaje equivocado que se dirige a la ciudadanía sobre los valores y la virtudes de los políticos.

Los componentes de orden social hacen que la criminalidad no descienda en Costa Rica, como lo afirma el director del OIJ. Es necesario, consecuentemente, cambiar el modelo de desarrollo económico, el modelo de acumulación de capital como dirían otros, que está generando o produciendo esos problemas.

En términos generales, solo una democratización de nuestra vida social, económica y cultural podrá disminuir y enfrentar acertadamente la creciente delincuencia nacional.

EL EFECTO SIMONE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El primer plano de su rostro mostraba una persona desencajada, desconcertada. Acostumbrado a vencer rivales con una técnica depurada y dejarlos desperdigados en el campo de juego, esa noche ofreció un pobre espectáculo que a la postre coincidió con el del resto del equipo. Brasil, el favorito Brasil, perdería la final del campeonato mundial de fútbol de Francia 1998.

Luego se sabría que la noche previa, Ronaldo Luiz Nazario de Lima o, simplemente Ronaldo, había sufrido un colapso que se reflejaría en su estado físico y emocional en ese importante partido. Una columna del sitio digital “apuntes de rabona” sobre ese hecho, señalaba que el jugador no sabría dónde estaba y que había “corrido porque tenía que hacerlo”.

Denominado en el concierto global mediático como “El fenómeno” por sus capacidades innatas para jugar al fútbol, Ronaldo, el joven Ronaldo de 21 años, sucumbiría así a la presión global que había depositado sobre él la responsabilidad de guiar a la mítica Brasil a un quinto campeonato del mundo. Lo lograría finalmente cuatro años después en el mundial de Japón y Corea en 2002.

A esa noche francesa, el jugador llegaba como la indiscutible estrella global del deporte. Figura e imagen de la marca transnacional de implementos deportivos Nike, amasaba una temprana fortuna y las luces de los reflectores brillaban sobre su sombra.

La misma marca había creado para él los primeros zapatos de fútbol personalizados y con marca patentada de la nueva era: “Mercurial R9”. Luego de esta aventura publicitaria, vendrían los CR7, los Messi contemporáneos y el mundo del fútbol seguiría girando en su danza de millones hasta hoy.

Lo que ocurrió con Ronaldo la noche del 11 de julio de 1998 previa a la final, es un ejemplo de lo que el alto rendimiento, esa fábrica de hacer sueños a costa de las subjetividades, hace con los deportistas. Sucumbió a una convulsión que lo alejaría de la realidad hasta el día siguiente en el que, como mencionó la columna ya citada, “jugó pero no jugó” en el partido de la final francesa. Posteriormente, problemas de tiroides dieron al traste con su condición física y debió retirarse de toda actividad futbolística.

23 años después de este episodio el mundo sigue contemplando la tensión no resuelta entre deportividad y rendimiento, éxito y salud, perfección y error. En unos Juegos Olímpicos disruptivos, como todo lo que ha pasado en este planeta desde marzo de 2020, el clamor de los deportistas por el respeto a su humanidad ha sido constante. Han aprovechado la vitrina de los medios globales y las redes sociales para hacerlo.

No es común ver a un o una atleta de renombre quebrarse, bajarse de la competencia nombrando su derecho a la salud mental, al resguardo emocional. Ya lo había hecho, este mismo año, la tenista japonesa Naomi Osaka al desdeñar la hegemonía de los micrófonos y las cámaras en el Abierto de Francia Roland Garros, aduciendo que necesitaba proteger su integridad como persona. Terminó abandonando el torneo.

Pero allí no acaba la disrupción de las subjetividades. Reconocida como “La gimnasta imposible” por sus siempre perfectas rutinas de alta calificación, sus acrobacias sin comparación, su perfil permanentemente impecable, la atleta estadounidense Simone Biles, puso en otra dimensión una discusión actual y preocupante sobre la salud integral de las personas que bregan en el alto rendimiento.

En tiempos de pandemia y todo lo que trajo a su paso para las subjetividades, este no es un tema menor. Quizá luego de que el núcleo del virus se aleje y se reinstale nuevamente la vida bajo otros signos, los abordajes sobre la salud mental sean reconocidos desde verdaderas políticas públicas que no sigan enfoques solamente restituyentes y rehabilitatorios. Estos temas, finalmente, deben abordarse y defenderse contra toda lógica economicista, racionalista.

El impacto de lo hecho por Simone Biles en esta semana de exposición mediática ha sido evidente. Otra deportista casada con los millones de Nike (con quien terminó su relación en 2015) y con la marca Athleta (vinculada a la transnacional Gap) ha detenido de alguna manera y por algunos días la maquinaria del espectáculo deportivo y ha obligado a la audiencia global a poner sus ojos sobre la persona, no la gimnasta.

Tras ella se cuentan otros gestos de deportistas que han salido a expresar su condición de humanidad. Sobre ellos hablaremos en otro momento. Por lo pronto, recordémonos que todos, todas en todos los campos de la vida, tenemos que ejercer el derecho irrenunciable a quebrarnos, a mostrarnos con todas las debilidades y fortalezas para luego levantarnos una y otra vez como demostración de humanidad. Simplemente humanidad.

Esa es la disputa a la que asistimos contra un sistema preparado, o que dice preparar para la perfección. Este pareciera ser el efecto Simone, la principal medalla que cuelga de su cuello y del nuestro como la persona que es, que somos.

Informe: “Avances y retrocesos de los ODS en Colombia” Exponen que el 54% de los hogares está en inseguridad alimentaria mientras el país atraviesa por la peor crisis económica en su historia

Exponen que el 54% de los hogares está en inseguridad alimentaria mientras el país atraviesa por la peor crisis económica en su historia

SURCOS comparte el siguiente comunicado:

Desde la iniciativa Despertando al Gigante, Niñez Ya, la Plataforma Interreligiosa Fe y Desarrollo y las organizaciones aliadas de la sociedad civil, como World Vision y del sector interreligioso, alertan y hacen un llamado prioritario durante el lanzamiento de los informes, para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales se han visto seriamente retrasados por causas estructurales a nivel nacional, agudizadas por los efectos devastadores de la pandemia.

Acorde al informe de la Iniciativa Despertando al Gigante, ¿Cómo vamos en los ODS en Colombia hasta el 2020?, Colombia atraviesa por la peor crisis económica en su historia desde 1975. Si bien los efectos de la pandemia sobre la economía han agudizado la pobreza y el hambre en el país (ODS 1: Fin de la Pobreza y ODS 2: Hambre Cero), es cierto que las causas de ambos fenómenos son de naturaleza estructural. Esto se sustenta en el hecho de que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo.

Según las cifras oficiales del DANE, la desigualdad en la distribución de la riqueza a nivel nacional ha incrementado significativamente según el coeficiente Gini al pasar de 0,526 en 2019 a 0,544 en 2020, alejándose de la meta que tenía el gobierno nacional de reducir este indicador a 0,470 para el 2022. Además, se ha incrementado el nivel de pobreza, evidenciando que 21 millones de colombianos viven en pobreza monetaria al tiempo que 7,5 millones viven en pobreza extrema; antes de la pandemia el 90,9% de los hogares colombianos consumían tres comidas al día, para el 2020 este porcentaje se redujo y la cifra de hogares que sólo pueden consumir una comida al día ascendió a 137.000.

Una preocupante realidad que se ve reafirmada por el informe de Niñez Ya, Los ODS están en riesgo, el cual revela que el 54% de los hogares está en inseguridad alimentaria y el 10,8% de los menores de 5 años de edad padecen de desnutrición crónica, 1,6% desnutrición aguda y 6,4%, sobrepeso.

Problemas socioeconómicos que impulsan el trabajo infantil e incrementan los matrimonios tempranos. Situaciones que, antes de la pandemia, ya permitían proyectar que para el 2030 no se lograría cumplir con la meta de reducción del hambre en el país, posibilidad que ahora se aplaza al año 2040 por retroceso en el crecimiento económico.

Por otro lado, Colombia cerró el 2020 con cifras preocupantes frente al ODS 3: Salud y Bienestar, por ejemplo, en salud materna infantil y muertes no fetales. Una alarmante realidad que se complementa con el incremento de la no asistencia de niñas, niños y adolescentes a centros clínicos y hospitalarios para sus controles de desarrollo y atenciones en salud, lo cual se agrava en el caso de las personas con discapacidad, cuyas cifras de inasistencia son mayores al 76,6%.

También incrementaron los problemas emocionales; las encuestas registran entre niñas, niños, adolescentes y adultos síntomas recurrentes como preocupación, tristeza, dificultades para dormir, aburrimiento y cansancio, lo que denota presencia de enfermedad mental.

Adicional a lo anterior, acorde a los informes, en Colombia, las niñas y niños menores de 5 años de edad mueren, entre otras razones, por trastornos respiratorios e infecciones respiratorias agudas. Cifras que hacen parte de los hallazgos del Acción por el Clima (ODS 13), donde además se resalta de manera positiva el incremento en el uso de la bicicleta para la movilidad en Bogotá, la ciudad capital, que logró disponer de 84 kilómetros adicionales a los 550 kilómetros preexistentes de carriles para las bicicletas en tiempos de pandemia.

Frente al ODS 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, si bien para el 2020 el índice de homicidios presentó una mejora respecto a años anteriores, es preocupante que se sigue ejerciendo violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos (DD.HH). Sumado a ello, el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes es una de las tensiones que tiene Colombia sin resolver para lograr la paz sostenible y duradera, evidenciando que entre enero y diciembre de 2020 se registraron 79 eventos que afectaron a por lo menos a 222 niñas/os y adolescentes.

Llamados a la acción efectiva y concreta

Desde la iniciativa Despertando al Gigante, Niñez Ya, la Plataforma Interreligiosa Fe y Desarrollo y las organizaciones aliadas de la sociedad civil, como World Vision y del sector interreligioso se hace llamado, especialmente al Gobierno de Colombia a:

– Establecer como política del Estado colombiano una renta básica incondicional para los hogares en situación de pobreza monetaria y pobreza extrema, incluidas las familias de los migrantes.

– Avanzar con mayor celeridad en la implementación de las políticas públicas que protegen de manera integral a las familias y la niñez.

– Dar un enfoque territorial a los planes de desarrollo nacionales y territoriales a fin de superar la brecha existente entre las zonas urbanas y rurales.

– El monitoreo permanente y el acompañamiento en situaciones de violencia ejercida en contra de los líderes sociales y los defensores de DDHH.

– Priorizar la intervención efectiva en los departamentos donde se conjugan las mayores prevalencias de desnutrición y niveles de afectación por el COVID-19, incluyendo a los territorios con mayores probabilidades de inseguridad alimentaria por falta de producción o incapacidad de adquisición de alimentos. Para ello se deben tener en cuenta las necesidades particulares por edades y sectores poblacionales como los grupos étnicos y las personas con discapacidad.

Adjuntamos el enlace al documento oficial:

https://drive.google.com/file/d/1Zso1FVXdm5eqdPM3III1d61Nd0CdLjPz/view?usp=sharing

Seminario de Lectura Popular de la Biblia 2021 “Esperanzar: Textos, contextos e historias que inspiran”

El Departamento Ecuménico de Investigaciones convoca a biblistas populares, teólogos, teólogas y liderazgos eclesiales, comunitarios y Movimientos sociales de América Latina y el Caribe, al Seminario de Lectura Popular de la Biblia 2021 “Esperanzar: Textos, contextos e historias que inspiran”.

El Seminario de Lectura Popular de la Biblia busca fortalecer y retroalimentar al movimiento bíblico latinoamericano, además de propiciar un lugar de encuentro y aprendizaje pluralista, ecuménico e intercultural. En la actual coyuntura, se espera construir un espacio que, desde las experiencias e iniciativas de las comunidades de fe, organizaciones sociales y textos bíblicos, permitan imaginar esos cambios necesarios para garantizar los derechos de las personas, los pueblos y la tierra.

Uniendo este espacio a los pueblos de Abya Yala, conmemoramos el centenario del natalicio de Paulo Freire y celebramos su vida. La pedagogía de la esperanza nos enseña que esta no es una espera inactiva, sino un proceso en constante movimiento. Esperanzar nos invita a abrir fronteras y encontrarnos con todo aquello que nos rodea, para cambiar lo que nos oprime.

La presencia de grupos fundamentalistas y conservadores en espacios de toma de decisiones, repercuten en las políticas públicas que afectan la cotidianidad de las personas. No solo en lo concerniente a derechos sexuales y reproductivos o de la población LGBTIQ+, sino también en el acceso a la vivienda digna, alimentación, salud y protección a los bienes comunes. La alianza entre estos liderazgos y las élites nacionales, regionales y transnacionales, han implementado modelos económicos que no sólo empobrecen a millones de personas, sino que atentan contra los derechos humanos destruyendo ecosistemas y dinámicas comunitarias, mediante actividades extractivistas.

En medio de estas amenazas, la pedagogía de la esperanza nos invita a pensar haciendo. En el encuentro colectivo, reconociendo nuestras diferencias y posibilidades, es que podemos sentir, pensar e intencionar otro mundo posible; un lugar donde habitar en justicia, reciprocidad y solidaridad.

Como resultado del Seminario, las personas participantes deberán presentar una propuesta de taller, artículo o narración, que contribuya al fortalecimiento de las organizaciones sociales y eclesiales con compromiso liberador, vocación liberadora.

Propuesta de horario:

Las sesiones se realizan de manera regular los días jueves; siguiendo el horario establecido que se indica a continuación. Del 7 al 25 de septiembre se realizará una sesión semanal adicional los días martes, siguiendo el mismo horario. Estas sesiones esperan enriquecer las discusiones del Seminario, así como brindar herramientas digitales a las personas participantes para facilitar espacios virtuales de lectura popular de la Biblia.

Centroamérica 15:00 hrs.

Venezuela, Cuba, República Dominicana, Chile y Bolivia 17:00 hrs.

Ecuador, México, Perú, Colombia y Panamá 16:00 hrs.

Argentina, Brasil 18:00 hrs

Política de participación

Se prioriza personas y organizaciones con experiencia en procesos eclesiales, sociales, de activismo político o compromiso comunitario, dispuesta a dialogar en un espacio colectivo desde los aportes de diversos enfoques de pensamiento crítico, las espiritualidades liberadoras y teologías de la liberación.

Para realizar la postulación para participación en el Seminario de Lectura Popular de la Biblia, se debe ingresar y llenar el formulario de inscripción https://forms.gle/wnBtJ8daXSy1CXZB8

La aprobación de las solicitudes con las indicaciones más detalladas del taller, será enviada a partir del 9 de agosto.

Tome en cuenta que es importante tener disponibilidad para asistir y participar de las 10 sesiones.

 

Compartido con SURCOS por DEI Departamento Ecuménico de Investigaciones.

Documento de trabajo: Reactivación Económica

Debido al contexto actual que ha desencadenado diferentes efectos a partir del COVID-19, se crea el documento: Reactivación Económica ¿Para quién? a cargo del Observatorio de Bienes comunes: Agua y Tierra.

Este comprende las diferentes dinámicas sanitarias, políticas, culturales y económicas. Pero su eje principal es la reactivación económica.

El documento se plantea desde la idea que toda propuesta económica y política se hace acompañada de un determinado contexto y de diversos intereses. Por lo que es imprescindible conocer el contexto socioeconómico con el fin de construir criterios y dimensiones que permitan interpelar las propuestas que recibimos.

Visibilizando las características de la pobreza, el desempleo y la desigualdad que contextualiza el año 2021, este documento plantea propuestas de reactivación económica a través de distintas preguntas: ¿Qué implicaciones tienen estas propuestas en nuestro territorio? ¿A qué necesidades responden? y lo más relevante ¿Para quiénes son?

Además, abarca temas como: ¿Qué situación encontramos en Costa Rica?, ¿Qué sabemos sobre el empleo?, ¿Para qué tipo de economía?, Sector empresarial, sector Universidad Pública, Medio de Comunicación Dominante, ¿Qué desigualdades están presentes? Capital Natural: Bienes naturales como moneda de cambio, entre otros.

Puede leer el documento completo en el archivo adjunto.

 

Compartido con SURCOS por Luis Sanabria Zaniboni.

Universidad Nacional de Costa Rica se pronuncia en contra de toda forma de discriminación hacia las poblaciones trabajadoras migrantes

El Consejo Universitario de la UNA se pronunció en contra de toda forma de discriminación hacia las poblaciones trabajadoras migrantes. Dando importancia al papel de la población migrante en la economía costarricense y la necesidad de gestionar políticas públicas a favor de esta población.

Según los datos del pronunciamiento la población trabajadora migrante genera un impacto positivo en la economía nacional, el cual se estima en un 12%, según lo establece el documento Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2018. Además, las relaciones poblacionales han generado un conjunto de experiencias familiares binacionales y un recurso social y cultural para el desarrollo del país.

Debido a la situación de la pandemia del COVID-19 el contexto económico y social que atraviesa el país ha generado un 18,5%1 de desempleo, lo que incluye tanto a nacionales como a migrantes, situación que debe ser un tema de especial atención por parte de la presidencia de la República.

El decreto n.° 42766-MGP-S-MAG, establece el procedimiento de ingreso, documentación y permanencia legal de las personas extranjeras bajo la categoría especial de personas trabajadoras temporales para laborar en el sector agrícola en el marco del estado de emergencia nacional por COVID-19.

Este documento destaca que los sectores agropecuario, agroindustrial y agroexportador han manifestado su preocupación por la carencia o insuficiencia de mano de obra nacional o residente en el país y en consecuencia, se ha dejado un vacío muy grande en ese sector de la economía del país. […]

Para atender la necesidad de mano de obra para la actividad productiva agrícola, se suscribió el Convenio Binacional entre los Estados de Costa Rica y Nicaragua, con el objetivo de regular los aspectos de contratación temporal de personas trabajadoras del país vecino para las actividades agrícolas en territorio nacional.

Entre los acuerdos de la sesión están:

-Destacar la importancia de la población trabajadora migrante en la sociedad costarricense y su contribución a la economía nacional.

-Rechazar toda forma de discriminación en contra de la población migrante específica.

Además, se solicita al gobierno:

-Generar acciones específicas y mecanismos efectivas para la formulación y ejecución de políticas públicas enfatizadas a la no discriminación y la deposición de discursos discriminatorios en contra de poblaciones migrantes trabajadoras.

-Formular políticas de reactivación económica que reconozcan a la población migrante trabajadora como parte intrínseca del modelo de crecimiento y desarrollo económico del país.

-Generar espacios de diálogo social con la participación plena de las organizaciones de empleadores y trabajadores para la definición de medidas integrales cuya finalidad sea combatir la crisis actual y que contemplen la participación de la población trabajadora migrante.

Cabe mencionar que en 2020 el Consejo Académico del Instituto de Estudios de la Población (Idespo), mediante el acuerdo UNA-CO-IDESPO-ACUE-133-2020, argumentaba sobre la reivindicación de las poblaciones trabajadoras migrantes en el país, al respecto destacaba la importancia de:

-Invitar a profundizar en el conocimiento de las causas de la migración que ingresa a Costa Rica con fines sociolaborales a través de la historia del país.

-Reconocer la característica de segmentación laboral de la sociedad costarricense que produce una inserción histórica específica y diferenciada de población trabajadora migrante en sectores acotados de la economía nacional.

-Invitar a las poblaciones que viven en Costa Rica a desarrollar acciones de solidaridad , empatía y compañía para contender de forma colectiva los efectos de la crisis sanitaria experimentada en la actualidad.

Información resumida del acuerdo tomado por el Consejo Universitario de la Universidad Nacional, según el artículo VI, inciso I, de la sesión ordinaria celebrada el 20 de mayo de 2021, acta no 4017.

 

Información compartida con SURCOS por el Departamento de Comunicación UNA

¿Justicia independiente o justicia en la pendiente?

SURCOS comparte la siguiente información:

Conversatorio ¿Justicia independiente o justicia en la pendiente? Riesgos frente a tendencias autoritarias en Centroamérica

Foro de Justicia

Participan:

Álvaro Artiaga, Politólogo, UCA – El Salvador; Antonio Durán, Juez penal – El Salvador; Claudia Paz y Paz, CEJIL Programa Mesoamérica y México; Rosaura Chinchilla, Universidad de Costa Rica.

Moderación activa:

Lorena González, Cátedra UNESCO, U La Salle; Marcia Aguiluz, Foro de Justicia Costa Rica.

Día: 13 de mayo del 2021

Hora: 5:00 p.m

Se podrá encontrar el conversatorio en el Facebook Live.

DESDE LA OTRA ACERA: Tentáculos empresariales en el gobierno Alvarado

El Programa Desde la Otra Acera (APSE), se trató el tema: “Tentáculos empresariales en el gobierno Alvarado”, con el fin de dar a conocer a los grupos de poder con más influencia sobre el Gobierno de Carlos Alvarado y sus estrategias para ejercer presión sobre las políticas públicas en discusión.

Compartimos el video:

¿Por qué en Uruguay y no Costa Rica?

Óscar Madrigal

Hoy en La Nación su columnista de los martes, la señora Velia Govaere invita a sus lectores a fijarse en ejemplos de países más cercanos y dejar de pensar en el otro del Atlántico. En concreto Govaere manifiesta que debemos encontrar las políticas públicas exitosas de Uruguay que son un modelo y paradigma.

No voy a resumir el artículo porque deberían leerlo. Solo para forjarse una idea, reproduzco algunas cifras que la señora cita: en 2006 la pobreza en Uruguay era del 32% y en CR un 20%; en el año 2018 la pobreza en Uruguay descendió al 8% y la pobreza extrema fue erradicada. 15 años después Costa Rica seguía con los mismos índices de pobreza y un país más desigual. Ambas economías crecieron, pero aquí los pobres siguen pobres y los ricos, más ricos; en Uruguay es al revés, el ingreso del 40% de los más pobres creció más que la riqueza nacional, lo cual hizo crecer su clase media convirtiéndola en la más grande de América Latina. Es el 60% de su población.

La señora Govaere dice que la apuesta de Uruguay fue hacia un crecimiento hacia afuera pero también hacia adentro, endógeno, mientras en CR solo se apostó a lo externo descuidando los factores productivos internos. El Uruguay fomentó su aparato productivo interno con buenos salarios, que no desangraron al fisco; robustos ingresos tributarios favorecieron la inversión en las zonas más desprotegidas.

En CR hemos seguido en los últimos años, pero especialmente en los de este gobierno, con salarios congelados, sin apoyo al empresariado nacional, con ingresos tributarios enclenques por la evasión y la elusión. Los resultados están a la vista, un país más desigual y más pobre.

La señora Govaere se hace la gran pregunta: ¿qué tienen ellos que no tenemos?

Simplemente no tenemos un gobierno que se interese por los problemas del pueblo y que gobierne para ellos. En Uruguay existió un gobierno popular, encabezado por un grupo de partidos de izquierda, sociales y populares, que produjeron ese milagro.

Aquí tenemos todo lo mismo que Uruguay, solo nos falta un gobierno que procure el bienestar general de las personas.