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Etiqueta: procesos electorales

El emperador desnudo y la mirada inocente: una reflexión sobre liderazgo, verdad y responsabilidad en Costa Rica

Dr. Fernando Villalobos Chacón*

La verdad no se da por mayoría de votos: solo una persona puede descubrirla, y esa persona debe atreverse a decirla.”
— Søren Kierkegaard

En el célebre cuento de Hans Christian Andersen, El traje nuevo del emperador, una sociedad entera —desde los ministros hasta el pueblo— simula ver un traje invisible, incapaz de aceptar lo evidente: que el emperador está desnudo. Solo la voz inocente de un niño, libre de compromisos y temores, se atreve a señalar la verdad. Esta historia infantil, cargada de sabiduría simbólica, nos interpela hoy con particular urgencia, especialmente en Costa Rica, ante la inminencia de nuevos procesos electorales en el gobierno, las instituciones públicas, las universidades, las municipalidades y las múltiples organizaciones de la sociedad civil.

No se trata de una parábola inocente. La escena del emperador desnudo expone un mecanismo profundamente humano: el miedo colectivo a romper el consenso aparente, la inclinación a fingir conocimiento o aprobación para no parecer incompetente. Aplicada a nuestra realidad nacional, la fábula nos llama a examinar críticamente los liderazgos que a menudo se erigen con base en apariencias, marketing o redes de poder, sin sustancia, sin ropa moral ni ética real. Tal como lo advertía el filósofo alemán Jürgen Habermas, “la legitimidad no emana del ritual de la representación, sino de la racionalidad del discurso público”.

Hoy, muchos ámbitos de la vida pública y privada costarricense parecen desfilar con trajes inexistentes. Instituciones cuya razón de ser es el servicio y la promoción del bien común se ven, a veces, atrapadas en dinámicas de simulación: diagnósticos que no se ejecutan, liderazgos sin visión, discursos vacíos que se repiten como dogmas. En no pocos casos, lo que debería ser deliberación informada se sustituye por gestos, poses o slogans. Y como en el cuento, muchos prefieren callar, temerosos de señalar lo evidente por miedo a ser excluidos, ridiculizados o tachados de conflictivos.

Esta lógica se vuelve especialmente peligrosa en época electoral, cuando se deben escoger nuevos liderazgos en todas las escalas. La confianza ciudadana, ya erosionada por escándalos, ineficiencias o decepciones, corre el riesgo de ser reemplazada por el cinismo o la apatía. Pero precisamente por eso, urge una ciudadanía vigilante, reflexiva y propositiva. Como advierte la filósofa española Adela Cortina, “la ética no es solo para tiempos tranquilos, sino especialmente para cuando arrecia la tempestad”.

El relato del emperador nos recuerda la importancia de contar con voces honestas, como la del niño, capaces de romper la ilusión colectiva. En el contexto costarricense, esto implica cultivar entornos donde se valore más la competencia que la lealtad ciega, más la autenticidad que la corrección política. Instituciones fuertes requieren líderes con carácter, no figurines que repiten lo que el entorno quiere oír. Requieren ciudadanía crítica que premie la verdad, la transparencia y el servicio genuino por encima del carisma vacío o la retórica hueca.

Desde el sector público hasta el ámbito académico, desde las organizaciones sociales hasta la empresa privada, se nos presenta un desafío: elegir con sabiduría. No basta con confiar en el ropaje institucional, en las credenciales o en la imagen cuidadosamente elaborada. Se necesita discernimiento ético y una disposición colectiva a preguntarnos, sin miedo: ¿está el emperador realmente vestido? ¿Qué tanto hemos callado por conveniencia? ¿Qué tan lejos hemos llegado en la simulación?

Las sociedades mueren por la falta de examen.”

Michel de Montaigne

Resulta oportuno preguntarnos: ¿qué estructuras o patrones culturales sostienen esa lógica del emperador desnudo en nuestras instituciones? ¿Por qué la crítica serena y la evaluación profunda suelen ser vistas con recelo, incluso con hostilidad? Parte de la respuesta se encuentra en una cultura organizacional que muchas veces confunde unidad con uniformidad, y respeto con sumisión. En lugar de favorecer el disenso argumentado, se premia la lealtad sin cuestionamientos. Esto debilita el pensamiento crítico y asfixia el aprendizaje colectivo.

En el contexto costarricense, muchas instituciones —públicas y privadas— arrastran inercias que reproducen esquemas verticales de poder, donde la visibilidad mediática o la cercanía política pesan más que la idoneidad, el conocimiento o la experiencia real. Esto no ocurre por malicia, sino por hábitos acumulados, estructuras sin reforma y una ciudadanía que, a veces, se limita a observar. Como señala Martha Nussbaum, “una democracia solo puede sostenerse si forma ciudadanos capaces de pensar por sí mismos, de criticar con respeto y de imaginar alternativas”.

Ante esto, el reto es promover una cultura que valore más la calidad del discernimiento que la cantidad de seguidores. Esto empieza en la educación, pero también se forma en la experiencia cotidiana: al elegir, al evaluar, al ejercer funciones. No necesitamos emperadores con ropas invisibles, sino líderes capaces de reconocer sus límites, de escuchar otras voces, y de ejercer la autoridad como servicio, no como espectáculo.

El momento actual de Costa Rica —con desafíos económicos, climáticos, institucionales y sociales entrelazados— exige liderazgos con integridad, pero también con competencia y visión. Requiere actores que inspiren confianza no por sus slogans o alianzas estratégicas, sino por su historial de compromiso, capacidad técnica, apertura al diálogo y responsabilidad ética. Esto implica ir más allá de los liderazgos carismáticos o mediáticos, para volver a poner en el centro la vocación de lo público.

En este sentido, la ciudadanía también debe asumir su cuota de responsabilidad. El cuento de Andersen no habría tenido desenlace si el niño no hablaba. Pero tampoco si los demás hubieran seguido fingiendo después de escucharlo. La función crítica no es exclusiva de los medios ni de las élites académicas: es una tarea compartida por toda persona con conciencia cívica. Como escribe Paulo Freire, “la libertad se alcanza cuando se rompe el silencio cómplice y se transforma la realidad con la palabra dicha y pensada”.

Los procesos electorales que se aproximan, sean institucionales o nacionales; ofrecen una oportunidad invaluable para renovar liderazgos con criterios más exigentes. No se trata de desconfiar de todo, sino de discernir con profundidad. Exigir transparencia, revisar trayectorias, comparar propuestas, y sobre todo, escuchar con atención la forma en que se relacionan con la verdad, el diálogo y el respeto por la diversidad de opiniones. Estos signos, más que cualquier programa de campaña, revelan el tipo de liderazgo que una persona puede ofrecer.

Además, debemos cuidar nuestras instituciones. Ellas no son solo estructuras legales, sino espacios simbólicos que dan forma a nuestra convivencia. Cuando se debilita la ética institucional, cuando se trivializa la rendición de cuentas o se normaliza la simulación, perdemos algo más que eficiencia: perdemos confianza, sentido de pertenencia y futuro compartido. Como nos recuerda Hannah Arendt, “la política comienza donde las personas se sientan juntas a hablar y a escucharse con honestidad”.

Hoy más que nunca, Costa Rica necesita menos desfiles vacíos y más autenticidad. Necesita instituciones vestidas con la tela de la humildad, la escucha activa, la coherencia entre el decir y el hacer. Necesita ciudadanos que no teman levantar la voz, no para gritar, sino para construir. Y necesita líderes que no teman bajarse del trono simbólico para caminar entre la gente, aprendiendo, rectificando, y sirviendo con convicción.

Referencias bibliográficas.

Andersen, H. C. (1837). El traje nuevo del emperador. Cuento clásico.

Arendt, H. (1958). La condición humana. Chicago: University of Chicago Press.

Cortina, A. (2006). Ética mínima: Introducción a la filosofía práctica. Madrid: Tecnos.

Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Montevideo: Tierra Nueva.

Habermas, J. (1981). Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus.

Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro: Por qué la democracia necesita de las humanidades. Buenos Aires: Katz.

*Escritor

¡Se le acaba la fiesta al Jaguar de Zapote!

Vladimir de la Cruz

El Jaguar Mayor, el padre ideológico, mental, del movimiento de los jaguares, que es la forma como el presidente Rodrigo Chaves Robles, se identifica y se siente vivir en el pellejo de ese animal, con el que impulsa a los costarricenses a que lo sigan “gruñendo”, cuando no maullando como gatitos.

El movimiento de los jaguares que todos los miércoles impulsa, en sus diatribas de media semana, lo presenta como si fueran esporas reproduciéndose, gestándose, multiplicándose.

Para él todos los miércoles crece y crece ese movimiento. Reconozco que puede ser cierto su crecimiento. Está claro que lo ha concebido, como incipientes partidos políticos, aunque no hayan nacido totalmente, aunque todavía no tengamos una buena ecografía de sus figuras políticas, en el vientre zapoteño, que permita ver sus imágenes para determinar que están en buena formación y con buena calidad política.

Esta reproducción política de las esporas del movimiento de los jaguares es, a las luces públicas, una reproducción asexual, aunque también puede reproducirse sexualmente. Si es asexual, esta reproducción de los jaguares es por mitosis, por partición de la célula madre, que en este caso debe ser la del Jaguar Mayor, para que sean genéticamente iguales, para que de esa manera las esporas políticas puedan reproducirse o convertirse en nuevos individuos políticos sin haber sido fertilizados. Así es la naturaleza política zapoteña.

Las esporas se dispersan por el viento, por el agua y por los animales. Algunas esporas son “disparadas”, desde lejos, por “cañones” que tiene el organismo padre. Esos cañones parecieran ser las sesiones públicas de los miércoles.

Para el caso de la germinación de las esporas debe haber ambientes favorables. El ambiente y el entorno favorable el Jaguar Mayor lo fabrica todos los miércoles, y cada vez que tiene un micrófono o una cámara, cuando el Jaguar publica, agita y denuncia constantemente situaciones que le son corruptas, contra los partidos políticos, contra los diputados, contra opositores de todo tipo, contra las instituciones del Estado que ejercen controles administrativos, constitucionales y legales, que el Jaguar quiere eliminar, y llama a sus jaguares a movilizarse contra ellos.

Así, los hongos políticos resultado de estas esporas pueden adaptarse, colonizar y propagarse con cierta rapidez. Esta propagación no se está observando por quienes deben evitar que se reproduzca esta plaga política.

Como al Jaguar, que habita Zapote, en su guarida política por excelencia, no se le conoce una jaguara, haciendo excepción de la que habita en Cuesta de Moras, hay que entender, entonces, que este Jaguar se reproduce solo, lo que se conoce como partenogénesis, pareciéndose el Jaguar al Dragón de Komodo que es de los pocos vertebrados que pueden tener “partos virginales”, que es parte de la forma como públicamente los miércoles anuncia el nacimiento o reproducción de sus crías de jaguares.

Como el Jaguar de Zapote no tiene hembra conocida, jaguara política, en capacidad de concebir, gestar, parir y amamantar políticamente, para el caso de la biología y zoología política costarricense, el Jaguar macho es el que engendra, fecunda y por partenogénesis hace surgir sus jaguarcitos. Este es el fenómeno político más interesante que tenemos actualmente en el país y en Zapote.

El Jaguar Mayor todos los miércoles hace alarde de sus crías, al menos de éstas, de su movimiento de jaguares en gestación. Incluso ha elaborado “pines”, con la figura del jaguar, para pegar o colgar en las solapas, camisas o vestidos. Para que no le investiguen si han sido pagados con fondos públicos, el Jaguar Mayor ha dicho que él los paga de su propio peculio.

No importa si son decenas, centenas o miles de pines. Estos pines serán los símbolos de identificación de los seguidores del Jaguar de Zapote en los partidos políticos que logre inscribir para participar en las próximas elecciones de febrero próximo.

¿Cuántos partidos “jaguar” se inscribirán? No sabemos con certeza todavía cuántos. Pero, ya hay algunos que son los partidos llamados “Movimiento Tierra de Valientes (MOTIVA)”, “Partido Creemos”, “Partido Pueblo Soberano”, “Partido Aquí Costa Rica Manda”. Algunos analistas incluyen como parte de estos “jaguares” al partido Progreso Social Democrático, con el que se eligió al Jaguar presidente, otros consideran al Partido Unidos Podemos, como parte de este movimiento para las próximas elecciones.

¿Cuál es la táctica y la estrategia de tantos partidos políticos del movimiento de los jaguares? Tener una oferta variada, amplia, que permita “elegir diputados”, con posibilidad de llegar a tener los 40 diputados que el Jaguar Mayor ha venido solicitando elegir en febrero para controlar el Poder Legislativo. Obvio, que de todos los partidos políticos que participen solo uno puede ganar la elección presidencial, pero varios partidos pueden elegir diputados.

De todas las elecciones que ha habido, de los 18 procesos electorales desde 1953 hasta el 2022, ningún partido que ha ganado la Presidencia de la República ha logrado tener dos terceras partes de los diputados por sí solo, que equivale a tener 38 diputados.

En las elecciones de 1953 Liberación Nacional obtuvo 30, en las de 1962 y 1966 obtuvo 29, en las de 1970 obtuvo 32, en la de 1974 obtuvo 27, en la de 1982 obtuvo 33, el máximo logrado en todo este periodo electoral por un solo partido, en 1986 y 1990 obtuvo 29, en 1994 obtuvo 28, en 1998 obtuvo 23, en el 2002 obtuvo 17, en el 2006 obtuvo 25, en el 2010 obtuvo 24, en el 2014 obtuvo 18, en el 2018 obtuvo 17 y en el 2022 obtuvo 19, siendo el Partido que ha dominado la mayoría parlamentaria desde 1953. De allí también la campaña del Jaguar Mayor contra este parrido político, porque es su principal objetivo, a derrotar parlamentariamente, a reducirlo a su mínima expresión.

Otros partidos con buena cantidad de diputados han sido el Republicano, que en las elecciones de 1958 obtuvo 11, en las elecciones de 1962 obtuvo 18; la Unificación Nacional, en las elecciones de 1966 que obtuvo 26, en las de 1970 obtuvo 22, en la de 1974 obtuvo 16; la Coalición Unidad en 1978 obtuvo 27 y en la de 1982 obtuvo 18; la Unidad Social Cristiana en las elecciones de 1986 obtuvo 25, en las de 1990 obtuvo 29, en las de 1994 obtuvo 25, en las de 1998 obtuvo 27 y en las del 2002 obtuvo 19. El partido Acción Ciudadana, como partido que ganó las elecciones en el 2014 obtuvo 13 y en 2018 que volvió a ganar las elecciones obtuvo 10, sin que sacara nada en el 2022, después de haber ejercido dos veces seguidas la Presidencia de la Republica. En las elecciones del 2022 el partido Progreso Social Democrática que ganó las elecciones con Rodrigo Chaves sacó 10 diputados.

Los anteriores datos sirven para destacar que NO ES FACIL sacar los dos tercios de diputados, 38 diputados, para ejercer el control más importante de la Asamblea Legislativa.

¿Por qué Rodrigo Chaves Robles, que no tiene partido propio, que no puede lanzarse como candidato presidencial en el 2026, va a sacar 40 diputados como anda solicitando elegir en la próxima elección? ¿Por qué los partidos jaguares que promueve el Jaguar de Zapote van a elegir 40 diputados, si todavía nadie conoce sus candidatos a la presidencia y a las diputaciones?

Pero, si Rodrigo Chaves se lanza a la candidatura a diputado, como puede suceder, a partir de agosto, él si puede generar un movimiento político alrededor de su persona, que le puede permitir sacar una buena cantidad de diputados. Ya eligió 10 en el 2022. Con él como candidato, con el apoyo que tiene en encuestas, con el discurso antisistema, antidemocrático y anti todo, que se maneja, puede promover que de todos los partidos “jaguares” puedan elegir una buena tajada parlamentaria. Esto es posible.

La insignia del “jaguar” ya se puso en el “Partido Movimiento Tierra de Valientes (MOTIVA)”. No hay impedimento legal alguno que impida que otros partidos usen el “jaguar” como distintivo, salvo que el primero que inscriba ese símbolo en el Tribunal Supremo de Elecciones, cuestione su uso por parte de otros partidos. Algo parecido sucede con el uso de los colores de las banderas que son muy iguales en algunos partidos.

Lo que sí es claro, a partir de ahora, que ya existe ese símbolo en un partido inscrito en el Tribunal Supremo de Elecciones, es que el presidente Rodrigo Chaves Robles, no puede usar el pin con el símbolo o la cabeza del jaguar, ni hablar promocionando los partidos del movimiento de los jaguares, porque eso sí sería clara beligerancia política.

Tampoco puede él estar obsequiando y colocando ese pin y símbolo en sus invitados a las sesiones psicodélicas políticas de los miércoles.

Tampoco sus ministros y altos funcionarios de la institucionalidad pública, de nombramiento oficial, pueden usar ese pin de manera pública.

Se le acabó la fiesta de los regalos de pines con la cabeza del Jaguar.

La fiesta de los partidos jaguares tal vez esté iniciando, pero pierden sustento de apoyo zapoteño públicamente a partir de ahora.

¿Se le ha puesto un bozal al Jaguar Mayor, que dejará de promover a sus crías jaguares? No sabemos hasta dónde el Jaguar zapoteño respetará su obligada neutralidad político electoral.

Tal vez seguirá “rugiendo”, ya casi maullando, porque de continuar con sus rugidos se estaría manifestando su personalidad animalezca, más que la política, que es lo que podría argüirse a favor de sus rugidos.

De ser y continuar así, como Johnny Weissmüller, terminará imitando a Tarzán, sintiéndose el Rey de la selva de los jaguares…y de los monos políticos que le rindan pleitesía.

La renuncia del presidente

Omar Jiménez Camareno

Los costarricenses elegimos presidente de la República cada cuatro años.

No obstante, aunque el período de gobierno dura formalmente cuatro años, sabemos que en la realidad el presidente y su equipo de gobierno cuentan en la práctica con tres años para alcanzar sus principales logros, ya que en el último año la campaña electoral limita seriamente las posibilidades del gobierno de materializar logros importantes.

El presidente actual (período 2022-2026) estableció durante su campaña electoral básicamente ocho grandes compromisos, los cuales dijo que era fácil lograr, solo se requería un lapicero y valentía para «comerse la bronca».

¿Recuerdan ustedes al entonces candidato a la presidencia levantando un lapicero diciendo que a él le bastaba ese lapicero para…?

✓ Reducir el costo de la vida (prometió bajar el precio del arroz, la electricidad y medicinas)

✓Acabar con la pobreza (¿Recuerdan que incluso dijo que como funcionario del Banco Mundial había dirigido programas de combate a la pobreza en más de 40 países?)

✓ Acabar con las pensiones de lujo y la corrupción (prometió, como una forma de transparencia, transmitir públicamente las sesiones del Consejo de Gobierno).

✓ Sacar al país del apagón educativo y mejorar las oportunidades de estudio para las personas jóvenes de los sectores con menos posibilidades económicas.

✓ Fortalecer las políticas de protección ambiental.

✓ Impulsar una salud pública de calidad y acabar con las listas de espera en la Caja Costarricense del Seguro Social.

✓ Aumentar el empleo.

✓ Fortalecer la seguridad ciudadana (¿Recuerdan la promesa que hizo de que volveríamos a ser el país más feliz del mundo?)

A mitad de su período, el presidente confesó, aunque no lo haya hecho expresamente, que o se equivocó o que nos mintió.

Nos dijo a todas y a todos los costarricenses que no lo han dejado gobernar.

En otras palabras, aunque sin decirlo, reconoció que no bastaba un lapicero para hacer realidad sus promesas y, también sin decirlo, confesó que no había alcanzado resultados concretos durante esos dos primeros años.

Aunque para justificar su fracaso le echó la culpa a la institucionalidad, a los partidos de oposición, a la Contraloría y a la «prensa canalla» que no le han permitido gobernar.

Desde el dos de mayo, en el discurso ante la Asamblea Legislativa y hasta el día de hoy, el presidente redujo todo su plan de gobierno para los próximos dos años a agitar a la población en torno a lo que llamó «La ley jaguar».

Es decir, el presidente, apenas a dos años de gobierno renunció a:

✓ Renunció a bajar el precio del arroz y las medicinas. (La ruta del arroz solo sirvió para que un pequeño grupo de importadores de arroz dejaran de pagarle al Estado costarricense miles de millones en el pago de aranceles de importación).

✓ Renunció a acabar con las pensiones de lujo. ¿Se han dado cuenta que ya ni siquiera volvió a hablar de ese tema?

✓ Renunció a mejorar la educación pública. No solo nunca conocimos la famosa «ruta de la educación», sino que además se redujo el presupuesto para educación al nivel más bajo de los últimos 30 años y se eliminaron más de 70 mil becas a las niñas, niños y personas jóvenes de los hogares más pobres.

✓ Renunció a aumentar el empleo. Al contrario, en lo que va del gobierno se han perdido más de 100 mil empleos.

✓ Renunció a mejorar la seguridad ciudadana. De hecho, el año pasado alcanzamos la mayor cantidad de homicidios en la historia del país y en lo que llevamos de este año las cifras siguen aumentando. En lugar de volver a ser el país más feliz del mundo, nos hemos convertido en uno de los más inseguros del mundo.

✓ Renunció a fortalecer la salud pública. Las listas de espera no solo no se redujeron, sino que siguen aumentando y la Caja Costarricense del Seguro Social se debilita cada día más.

✓ Renunció a combatir la corrupción. Se negó a cumplir la promesa de transmitir públicamente las sesiones del Consejo de Gobierno, se ha dedicado a favorecer a sus «amigos y amigotes» y financistas de campaña, veamos:

  • Reducción de impuestos a importadores de arroz
  • Los cariñitos con los dineros del BCIE
  • Ampliación del contrato en el puerto de Caldera
  • Sobreprecio en la remodelación de la pista del aeropuerto en Liberia
  • Los permisos irregulares a su financista en Gandoca-Manzanillo

Para citar unos pocos de los casos de corrupción que se han dado apenas a mitad del gobierno.

No se habla nada de estos grandes problemas del país, ni una sola propuesta en ninguno de estos temas.

El presidente decidió, apenas a la mitad de su mandato, renunciar a cumplir sus compromisos de campaña.

Renunció a gobernar, para dedicarse, desde ahora, únicamente a la campaña electoral del 2026, con el cuento de un jaguar que ya no solo no caza, sino que ya ni siquiera ruge desde que lo asustó un mango en el parque de Nicoya.

La Dictadura y la Tiranía perfecta del presidente Chaves

Vladimir de la Cruz

El presidente Rodrigo Chaves al recibir una respuesta de los presidentes Oscar Arias Sánchez, de 1986 a 1990 y del 2006 al 2010, Rafael Ángel Calderón Fournier, de 1990 a 1994, José María Figueres, de 1994 a 1998, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, de 1998 al 2002, Abel Pacheco de la Espriella, del 2002 al 2006, Laura Chinchilla Miranda, del 2010 al 2014, Luis Guillermo Solís Rivera, 2014 al 2018 y Carlos Alvarado Quesada, del 2018 al 2022, no se desdijo de su afirmación de que Costa Rica era una perfecta dictadura. Rectificó su afirmación, su exabrupto mental político, indicando que se había equivocado, señalando que quiso calificar a Costa Rica como una tiranía perfecta y no como una dictadura perfecta, sin entender el presidente que dictadura y tiranía son sinónimos de una misma realidad política.

Tanto la dictadura como la tiranía representan un régimen político, que se ejerce por la fuerza, con violencia, donde quien lo ejerce, conocido como Dictador o Tirano, concentra todo el poder en su persona, en un grupo de personas, o en una organización.

La dictadura como la tiranía representan un sistema de gobierno autocrático en el cual la autoridad política se concentra, se centraliza, en manos de una persona, y en un pequeño grupo que le rodea, en ejercicio de ese poder absoluto.

En las dictaduras, como en las tiranías, el abuso del gobierno hace que el poder político, ejercido por la fuerza, no esté restringido por la ley, ni sometido a controles políticos, legislativos, administrativo institucionales, ni de rendición de cuentas de ningún tipo.

En las dictaduras como en las tiranías el poder surge por usurpación del mismo. En la vida republicana nacional el poder de la Presidencia, y del Poder Ejecutivo y del Legislativo, surge de procesos electorales, donde los usurpadores reales, los votantes, los electores, los ciudadanos, a los que llaman El Soberano, depositan su confianza política en una persona, el Presidente de la República, con el compromiso de que ese gobernante no mande en su propio beneficio, ni en el de su corte política, porque se convertiría en un déspota.

El Presidente Rodrigo Chaves ha acusado a los partidos políticos que, en estos 75 años, desde 1949, ejercieron el dominio del Poder Ejecutivo de ser los causantes de este régimen o sistema dictatorial o tiránico.

Los partidos políticos implícitamente denunciados como dictatoriales o tiránicos fueron la Compactación Nacional, de Otilio Ulate, 1948, presidencia que se le entregó en noviembre de 1949; Liberación Nacional, que gobernó en (1953-1958), (1962-1966), (1970-1974), (1974-1978), (1982-1986), (1986-1990); (1994-1998), (2006-2010), (2010-2014), la Unificación Nacional, que gobernó en (1958-1962), (1966-1970); UNIDAD que gobernó en (1978-1982); Unidad Social Cristiana que gobernó en (1990-1994), (1998-2002), (2002-2006), Acción Ciudadana que gobernó (2014-2018), (2018-2022) y el, que llevó al actual presidente al Poder Ejecutivo, Progreso Social Democrático que gobierna el período (2022-2026). En resumen, los partidos dictatoriales o tiránicos han sido seis. En todos esos procesos electorales han participado 152 partidos políticos con candidatos presidenciales, repitiéndose obviamente algunos de ellos.

Al referirse el presidente Chaves a los gobernantes y a sus partidos políticos, los que dirigieron la dictadura y tiranía perfecta, no dijo nada sobre la reelección constitucional alternativa de dos de esos presidentes, José Figueres (1953-1958 y 1970-1974) y Oscar Arias (1982-1986 y 2006-2010), o sobre la reelección consecutiva de tres de esos partidos, Liberación Nacional (1970-1974, 1974-1978), (1982-1986, 1986-1990), (2006-2010, 2010-2014), la Unidad Social Cristiana (1998-2002, 2002-2006) y Acción Ciudadana (2014-2018, 2018-2022, partido para el que trabajó el propio presidente Chaves, como ministro de Hacienda, en el gobierno del dictador y tirano, como lo llamó, Carlos Alvarado, donde seguro se le pegó el gusanillo del autoritarismo y de las malas prácticas políticas que quiere desarrollar.

Es difícil pensar que, con tanta participación democrática, de ciudadanos organizados cada cuatro años en sus partidos políticos, en procesos electorales, pueda haber algún matiz de dictadura o tiranía. Pero alguien sin cultura nacional, sin conocimiento histórico nacional, sin cultura política y sin cultura general puede emitir ideas descabelladas, sin asidero a la realidad que vive, como los troles que impulsa Zapote que se quedan en el ataque a los títulos de los artículos críticos, o en los ataques a los mensajeros y no en el análisis de los mensajes, porque su cacumen no da para tanto.

Características de las dictaduras y tiranías son la represión política, la ausencia de libertades y derechos ciudadanos, la violación constante de los Derechos Humanos, la represión directa y brutal de las distintas formas de disidencias organizativas y políticas respecto al tirano o dictador, el control de los medios de prensa y de comunicación social, la imposición de restricciones a la libertad de prensa, de información y de pensamiento, cierre de periódicos o medios de comunicación, confiscación de libros o impedir y confiscar la entrada de libros en las aduanas, la exclusión o prohibición de partidos políticos, la eliminación del pluralismo político, la prohibición y restricción de los derechos de movilización y protestas ciudadanas, las detenciones arbitrarias de ciudadanos, la imposición de mecanismos coercitivos y de temor en la ciudadanía en general, de hacer valer el temor reverencial al dictador o el tirano, el uso y abuso de las instituciones de Estado para perseguir y amedrentar ciudadanos, las amenazas directas, abiertas y solapadas a las instituciones universitarias, en su funcionamiento, como centros generadores de conocimiento y de pensamiento crítico, la vigilancia política de los ciudadanos, detenciones arbitrarias de personas políticamente identificadas, y, actualmente, el establecimiento de redes oficiales y no oficiales de comunicación y de información del gobierno actuando en la descalificación de las voces disidentes, de los opositores e infundiendo miedo y amenazas.

Algunos de estos elementos sí se vivieron desde 1948 hasta 1969, especialmente para aquellos que se tenían como miembros activos o militantes de los partidos de izquierda. Algunas de estas medidas impulsadas al calor del marco de la Guerra Fría y su anticomunismo mundial.

Por ello, tal vez, eso solo podría decirlo la izquierda política, particularmente el partido Comunista o Vanguardia Popular, que se le impidió participar en procesos electorales desde 1948, para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, hasta 1975 cuando se eliminó su traba constitucional, que invalidó el Decreto No. 195 de la Junta de Gobierno, del 17 de julio de 1948, que lo ponía fuera de la ley. No recuerdo, sinceramente, que esos términos, de dictadura y tiranía, fueran usados contra los partidos políticos gobernantes de aquellos años o para caracterizar los gobiernos o el sistema democrático político que se vivía entre 1948-1975, o a sus presidentes.

El propio presidente Chaves en sus alocuciones, diatribas y peroratas, de vez en cuando, encaja la palabra “comunista” para estigmatizar, adjetivar y provocar hacia una persona un cerco de incredulidad, o falsedad, o simplemente de baja piso, sin entender ese concepto de “comunista”, porque no conoce el ABC de esa teoría, acudiendo únicamente al estereotipo peyorativo que se le da en la tradición anticomunista, del período de la Guerra Fría, y de la confrontación socialismo-capitalismo del siglo XX.

En su primera calificación, de dictadura perfecta, el presidente Chaves, extendió su afirmación a los últimos 75 años de ejercicio gubernativo y de alternabilidad de 18 gobiernos, donde ha habido 16 personas que los han ejercido, dos de ellos repitiendo una presidencia constitucional, José Figueres y Oscar Arias. En su segunda perorata mantuvo el período de 75 años, habló de tiranía y no de dictadura, eximiendo de responsabilidad dictatorial o tiránica al presidente Abel Pacheco. ¿Y al partido Unidad Social Cristiana, que escogió y puso a la gente a votar por Abel Pacheco, lo eximió de su responsabilidad gubernamental de ese período presidencial de Abel Pacheco? ¿Fue ese partido dictatorial o tiránico en ese período de Abel Pacheco? ¿Acaso ¿Abel Pacheco fue maná del cielo? ¿Quién lo escogió y financió como candidato? Es cómo preguntarse: ¿Quién escogió a Rodrigo Chaves como candidato presidencial? ¿Con cuántos grupos de personas y pequeños partidos políticos se reunió para valorar y proponer su candidatura? Esa candidatura sí fue paracaidismo político puro. ¿Se impuso en el partido Progreso Social Democrático como tirano y dictador, o bajo un proceso democrático interno de ese partido? ¿Y, la escogencia de las candidaturas a diputados en ese partido fue democrática, o fue impuesta por mecanismos dictatoriales, tiránicos, autoritarios o mesiánicos de quien iba a ser el candidato presidencial?

En estos 75 años de historia nacional, desde 1949, desde el gobierno de Otilio Ulate Blanco, no ha habido una sola dictadura militar, de partido único, personalista, monárquica, constitucional, comunista, contra revolucionaria, fascista, nazista, teocrática o dinástica. En este último aspecto no creo que el presidente Rodrigo Chaves conozca las investigaciones del poder que hizo Samuel Stone, que hace descansar los orígenes, prácticamente, de toda la casta gobernante nacional en un pequeñísimo grupo de conquistadores y gobernadores coloniales, que le podría dar fundamento para establecer tan solo las inter relaciones de familia de muchos gobernantes, con las viejas autoridades dominantes de la colonia.

Señaló el presidente Chaves, cómo característica de esta dictadura y tiranía perfecta, que ha tenido y vivido Costa Rica, que quienes llegaron a ejercer el gobierno lo hicieron por mecanismos que válidamente los eligieron en procesos electorales, como el mismo presidente Rodrigo Chaves fue electo, para el período de gobierno 2022-2026.

Obviamente, en su discurso hizo ver que en estas dictaduras y tiranías, estos tiranos y dictadores, y sus partidos políticos, manipularon el panorama político para lograr y consolidar sus gobiernos indefinidamente, engañando a los ciudadanos, a los electores, al pueblo electoral, que es el que decide y escoge el presidente, y a los diputados, de que eran los gobiernos de esos ciudadanos, cuando en la realidad eran gobiernos de esos dictadores y tiranos, que gobernaban para ellos, y su núcleo reducido de amigos y de quienes los apoyaban económica, financiera, política y productivamente.

Puso de relieve el presidente Chaves lo que los comunistas teóricamente señalaron de los gobiernos republicanos, representantes de los intereses burgueses y oligárquicos, que eran formas dictatoriales de gobierno en contra de las mayorías sociales y trabajadoras. Por eso Lenin planteó la tesis de la Dictadura del Proletariado, no por establecer una dictadura por sí, sino para señalar que la Dictadura del Proletariado era un régimen más democrático y amplio que la Dictadura de la burguesía o de la oligarquía, reducida a la democracia de un grupo social más pequeño. Chaves desnudó los gobiernos de los últimos 75 años en Costa Rica. Al único que no dejó chingo fue a Abel Pacheco.

El presidente Chaves no ha entendido que el gobierno suyo, para la Historia, es el gobierno del partido Progreso Social Democrático, que es el partido que se reconoce como partido gobernante, el que ganó en las elecciones. Como él reniega de ese partido, trata de que la Historia lo reconozca como el dictador, el tirano, el dirigente autoritario y despótico que quiere ser. Los tiranos y dictadores no tienen partidos. Sus partidos son sus “personas”, lo que ellos encarnan por sí mismos.

No pudo Rodrigo Chaves acudir al expediente de señalar que todos los gobiernos, desde 1949 hasta hoy, habían sido resultado de golpes de Estado, de autogolpes, de levantamientos militares o policiales, porque no tenemos ejército desde 1949, ni tampoco ha sido resultado del mantenimiento en el poder de un solo partido político, porque no hay en el país un sistema de partido único, ni hay, ni ha habido, una monarquía absolutista gobernando.

En los últimos 75 años, período que comprendió Rodrigo Chaves, todos los procesos electorales han sido organizados, dirigidos y confiados, para todos sus efectos, al Tribunal Nacional Electoral que se había constituido en 1946, que la Junta de Gobierno de la Segunda República, en 1948 bautizó Tribunal Supremo de Elecciones, y en la Asamblea Nacional Constituyente le dieron la independencia política administrativa como la tenían los otros poderes del Estado. En el año 1948 y 1949 este tribunal organizó procesos electorales para integrar una Asamblea Nacional Constituyente y para darle un contenido humano al Poder Legislativo que acompañaría el Presidente Otilio Ulate, a partir del 7 de noviembre de 1949, con lo cual se restableció, por la ruptura de 1948-1949, el orden constitucional de la República de Costa Rica, en esta nueva etapa, la Costa Rida de la Segunda República.

El presidente Chaves tal vez sí sea el último presidente de la Segunda República, de lo que va quedando para constituirse en una República de Segunda, con la desestructuración que se le está haciendo y con la liquidación del Estado Social de Derecho que la ha caracterizado.

¿Será o llegará a ser el presidente Rodrigo Chaves Robles el representante más idóneo del dictador y tirano, que ejerza el gobierno, el mando del Poder Ejecutivo, de una nueva República, una Tercera? ¿Hacia eso aspira? ¿Lo dirá alguno de los miércoles que vienen? Tal vez no sea una mala idea para él, solo que no la podrá llevar a la práctica porque no puede reelegirse consecutivamente, salvo que se imponga por la fuerza violentando el régimen democrático que tenemos que para él es una dictadura o una tiranía perfecta.

¿Qué diferencia habría entre una dictadura o una tiranía perfecta y un gobierno ilegítimamente originado? Las elecciones de 1944 José Figueres las consideró ilegítimas. Eso le validó su idea de tumbar al gobierno de Teodoro Picado, con ayuda internacional, de la Legión Caribe. La sublevación la impidió Otilio Ulate al encabezar la oposición política en 1946, a la muerte de León Cortes, y proponer la espera a las elecciones de 1948, en donde si hubiera fraude se levantarían en armas, como sucedió con la anulación de la elección presidencial de Ulate. Lo demás es historia conocida.

Si Rodrigo Chaves considera que se vive, y se ha vivido, en Costa Rica, bajo una tiranía y una dictadura perfecta, la pregunta que debe responder es: ¿cuál es su salida política frente a esa dictadura y tiranía perfecta? ¿Las elecciones del 2026, equiparándolas con las de 1944 y 1948? ¿O el golpe de Estado, o autogolpe de Estado ya, para enderezar el orden republicano democrático del país, que según él está amarrado por una telaraña de intereses bien consolidados, de esa dictadura y tiranía perfecta, de ese grupo macabro, tenebroso de los expresidentes de la Segunda República, exceptuando a mi querido y apreciado Dr. Abel Pacheco, que pasan conspirando contra él y su gobierno?

Un consejo público al Presidente Chaves: solicite, Presidente, en la Sala Garbo, que le pasen en privado y con su gabinete, o en la guarida de jaguares de Zapote, la película “Fata Morgama”, que la han de tener en archivo, que analiza la incomunicación, si no recuerdo mal. Léase, de Carlos Marx y Federico Engels, si tiene tiempo, “El Manifiesto Comunista”, un librillo viejo, de hace muchos años, de 1848, que tal vez tenga alguna vigencia; el “El 18 brumario de Luis Bonaparte”, “La burguesía y la contrarrevolución”, de Carlos Marx y, de Lenin, por lo menos, “El Estado y la Revolución”, “Qué hacer”, ¿La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”, y el “Trabajo del partido entre las masas”, con lo cual tal vez, si entiende estas lecturas, pueda mejorar su discurso de la dictadura y la tiranía de clases, y de la naturaleza dictatorial del poder en Costa Rica, y pueda mejorar el trabajo organizativo de sus partidos políticos hacia las elecciones del 2026, con la gente del Purral, de las zonas rurales, y marginadas que moviliza en sus giras nacionales. Enséñeles la organización y la lucha antiburguesa y anti oligárquica que ha desatado contra todos los presidentes de la Segunda República, sus partidos políticos y lo que ellos representan diferente a Usted y sus jaguares.

Compartido con SURCOS por el autor.

Conversatorio sororo «Consideraciones y alcances de la paridad plena en los procesos electorales para las mujeres políticas»

El Tribunal Supremo de Elecciones, el Foro de Mujeres Políticas, CIEP – Universidad de Costa Rica y la Benemérita Biblioteca Nacional le invitan al foro 75 años de los Derechos Políticos: logros y retos. Voto Femenino con la participación de Laura Chinchilla Miranda, Ex-Presidenta de la República de Costa Rica, Eugenia Zamora Chavarría, Presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones y Macarena Barahona Riera, Catedrática experta en análisis político.

La actividad se realizará el viernes 21 de junio a las 10:00 a.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional y se transmitirá por el facebook: Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Talleres de FLACSO para evaluar al TSE

SURCOS comparte la siguiente información.

En FLACSO Costa Rica, estamos realizando un proyecto de investigación junto con el Tribunal Supremo de Elecciones, con el objetivo de evaluar los servicios brindados por dicha entidad y queremos conocer la opinión de la ciudadanía. Para esto tendremos 3 talleres:

  1. Con personas entre 18 a 35 años. Fecha: lunes 6 de mayo, 4 pm a 7pm.
  2. Con personas de más de 35 años con grado universitario. Fecha: miércoles 8 de mayo, 5 pm a 8 pm.
  3. ⁠Con personas de más de 35 años con grado de secundaria. Fecha: jueves 9 de mayo, 5 pm a 8 pm.

Los talleres se realizarán presencialmente en las instalaciones de FLACSO Costa Rica ubicadas en Curridabat. 

Si desea participar por favor escribir a cgarcia@flacso.ac.cr  o ksalazar@flacso.ac.cr 

Organización comunitaria: El día después de las elecciones

Esteban Beltrán Ugalde.

Esteban Beltrán Ulate
esbeltran@yandex.com

Escribo desde la condición ciudadana de un apátrida de partido político que tuvo que optar por una elección a la carta en el cantón donde habito; escribo desde el sinsabor de un proceso electoral fugaz y con carencias de comunicación asertiva; pero también, escribo desde la convicción de que las grandes transformaciones se pueden gestar desde lo local. La reflexión que comparto es producto de una serie de conversaciones con vecinos y amigos tanto de mi comunidad como de otras comunidades: “Ahora ¿Qué hacer?”

La abstención en el proceso electoral municipal, como el resultado de una serie de fenómenos multifactoriales, muestra que lo local, lo cercano, lo íntimo del tejido social, se encuentra desplazado del imaginario. Lo anterior, con un especial tinte en los territorios urbanos, -donde se identifican las grandes concentraciones de personas-, parece contradictorio, ahí donde más personas habitan, hay menos interés en la respuesta política para atender lo que afecta de manera directa la convivencia y el tejido social. Frente a esto es que, resulta urgente evitar el círculo vicioso, huir de la misma piedra a la que acostumbramos a chocar cuando tomamos el mismo camino cada mañana, dicho de otra manera, es momento de diseñar una ruta que permita a las comunidades animar el tejido social, que será la condición necesaria para un giro en los resultados de los procesos electorales, con miras a una transformación radical y no una media tinta (en el mejor de los casos).

Las comunidades deben tomar el poder, desde la construcción de proyectos externos a la institucionalidad, la organización popular con base en proyectos específicos es la manera elemental a partir de la cuál se puede despuntar un proceso que, a mediano o largo plazo, puede convertirse en la fuerza de voluntad colectiva capaz de asumir también la gobernanza desde lo institucional. Quiero ser más preciso y aclarar lo anterior de la siguiente manera: la organización popular puede y debe iniciar desde la necesidad específica que golpea la realidad de la comunidad, y, a partir de ahí, por medio de reflexión y acción, construir un poder que se legitima con el andar. Para que, una vez construido el poder de manera colectiva, la posibilidad de acceder a una legitimación de poder institucionalizado se alcance por añadidura.

Los partidos políticos han de ser ante todo movimientos donde la voluntad colectiva sea el resultado de un diálogo diáfano. El “qué hacer” no debe ser una pregunta sino una acción que parte del “hacer con quién”, el tejido social está roto, hay que empezar a anudar, ahí en medio de las tensiones de los “distintos” que miran hacia “lo común”, es ahí donde nace el poder como común-unidad. Estos nudos implican un reconocimiento del vecino, de la vecina, de los animales con los que coexistimos, del ambiente desde el que interactuamos. El día después de las elecciones, es el día adecuado para salir al encuentro del otro, en la comunidad, e iniciar la tarea de tejer un proyecto, donde en medio de la diferencia se pueda caminar hacia un horizonte común.

El Consejo Permanente de la OEA debe pronunciarse para que cesen los ataques al proceso electoral en Guatemala – pronunciamiento

Pronunciamiento de organizaciones internacionales de derechos humanos

Las Américas 1 de septiembre de 2023. Las organizaciones internacionales firmantes solicitamos al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que en la sesión extraordinaria programada para este día, en la que cual se tratará la crisis electoral de Guatemala, se emita un pronunciamiento contundente para que se respeten los resultados electorales, se garantice la seguridad del presidente y vicepresidenta electos Bernardo Arévalo y Karin Herrera, cesen las represalias judiciales contra las autoridades electorales y el partido Movimiento Semilla. Consideramos importante que el Consejo Permanente haga referencia a la Carta Democrática y demande al Estado de Guatemala respetar el proceso electoral y el orden constitucional.

Luego de las elecciones del 20 de agosto, la fiscal general Consuelo Porras y el Ministerio Público solicitaron el retiro de inmunidad de tres magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y del Registrador de Ciudadanos, y solicitaron información de todas las personas que integraron las juntas electorales. Como resultado de estas presiones, fue suspendida provisionalmente la personería jurídica del partido Movimiento Semilla y la Junta Directiva del Congreso decidió arbitrariamente desconocer a la bancada del partido Semilla y declarar como diputados independientes a los congresistas de dicho partido.

Nos preocupa que estas acciones estén orientadas a deslegitimar los resultados del proceso electoral y tratar de impedir la toma de posesión del presidente electo Bernardo Arévalo y la vicepresidenta Karin Herrera, así como los diputados del partido Movimiento Semilla que fueron electos. Por esta razón nos parece necesario un pronunciamiento urgente por parte del Consejo Permanente de la OEA.

Adhesiones:

Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA)

Fundación para el Debido Proceso (DPLF)

Robert F. Kennedy Human Rights

Be Just

Impunity Watch Guatemala

Plataforma Internacional contra la Impunidad

American Jewish World Service (AJWS)

Guatemala Human Rights Commission (GHRC)

Latin America Working Group (LAWG)

Programa ACTuando Juntas Jotay

Protección Internacional Mesoamérica

Imagen: https://dialogopolitico.org

El reto es fortalecer la participación en las elecciones nacionales 

José Luis Pacheco Murillo

En los procesos electorales la pretensión es que la participación sea la mayor posible. Precisamente por ello hay una gran preocupación por el aumento exponencial del abstencionismo en los diversos procesos electorales que se han desarrollado.

La falta de participación de los ciudadanos tiene serias implicaciones, en primer lugar, con relación a la legitimación del proceso pues entre menos participación haya menos legítimo es el proceso. Además, a quienes se elige de igual manera gozan de poca legitimación.

Nos encaminamos a un nuevo proceso electoral. El próximo 5 de febrero se elegirán las autoridades municipales y la pretensión es que haya una excelente participación y se disminuya la cifra de abstencionismo que ha habido en los procesos anteriores.

Hay un elemento importante que se debe tomar en cuenta y es el traslado de personas a lugares diferentes a los que vivieron anteriormente y ante eso las leyes han previsto la posibilidad de realizar traslados electorales, es decir, que se proceda a registrar el nuevo domicilio y así poder participar en el proceso electoral venidero.

Si se vive en un lugar determinado se asume la responsabilidad de buscar lo mejor para ese lugar y una de las primeras responsabilidades es elegir a los mejores para dirigir los destinos del cantón.

Hasta el próximo tres de octubre los ciudadanos tienen la posibilidad de cambiar su domicilio electoral y poder participar en las elecciones municipales eligiendo a las personas propuestas en el cantón en el que habitan. Eso debería ser prioridad y eso ayudaría a disminuir la estadística del abstencionismo.

Dios quiera que se tome conciencia de lo importante de la participación ciudadana en el proceso electoral y que aquellos que deben hacer traslado electoral procedan a realizarlo.