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Etiqueta: pueblos originarios

El Frente Nacional de Pueblos Indígenas conmemora el sexto Aniversario del desalojo violento de la Asamblea Legislativa

Comunicado de Prensa

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FRENAPI es una organización indígena integrada por indígenas de los diferentes pueblos que se encuentran en el país, cuentan con el apoyo organizaciones sociales y ecologistas, sindicatos, Iglesias, Universidades, Asociaciones, personas independientes, de Derechos Humanos, entre otras.

En agosto del 2010 en el Marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, compañeras (os) de diferentes pueblos del país realizamos una actividad en la Asamblea legislativa para demandar una respuesta gubernamental sobre el futuro de la Ley de Desarrollo Autónomo los Pueblos Indígenas # 14.352, la cual garantiza que muchos de nuestros derechos se respeten, establece los mecanismos de relación entre nuestros Pueblos y el Estado y los particulares, todo dentro del marco de nuestra Constitución Política y los Convenios Internacionales ratificados por Costa Rica. Sin embargo, la respuesta que obtuvimos fue el desalojo violento con un grupo de al menos 50 antimotines de la Fuerza Pública que golpeó a hombres y mujeres, apoyados por altos funcionarios de la seguridad interna del edificio legislativo.

En ese momento expresamos “Somos los habitantes originarios de esta Madre Tierra, nuestros derechos ancestrales y milenarios, de antes que llegara la conquista, están siendo usurpados e irrespetados, ni siquiera se respeta el Convenio #169 de la OIT, que está ratificado por el Estado Costarricense”.

Lastimosamente 6 años después de estos hechos y dos décadas de que este proyecto de Ley este en discusión en la Asamblea legislativa, no ha sido aprobado, y las amenazas han crecido, como presión de los invasores no indígenas ilegales por nuestras tierras, casas quemadas, mujeres golpeadas, hombres baleados, macheteados, enjuiciados y encarcelados, sin sentencia alguna, además de amenazas de proyectos como REDD+, hidroeléctricas, entre otras.

Les invitamos este martes 09 de Agosto a la conferencia de prensa que realizaremos a las 9:00am en las instalaciones de las oficinas centrales de la Asociación Nacional de Educadores de Costa Rica (ANDE), San José, Av. 5, C. 0 y 2, donde estaremos ampliando estos temas.

*Para más información:

Pablo Sivas – indígena Térraba 8329-0842

Luisa Bejarano – indígena Ngäbe 8539-1125

Apoyo logístico 8302-2360

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Enviado a SURCOS Digital por Amigos Para la Paz.

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UNA: Encuentro universitario de estudiantes indígenas

 

El Movimiento Indígena Estudiantil Interno de la UNA y el PPIQ invita al «III Encuentro Universitario de Estudiantes Indígenas de la UNA. Ni yeme, meye ni jeregra. Nuestra Madre Tierra, madre para todos.»

El encuentro se realizará del 4-6 de agosto en la sede regional Brunca, Campus Coto, en un esfuerzo colectivo por analizar los intereses culturales de los estudiantes indígenas dentro de la educación superior pública y los Territorios de los Pueblos Originarios.

UNA Encuentro universitario de estudiantes indgenas

Tomado de la página de Facebook de la Universidad Nacional.

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El Buen Vivir no es desarrollo, ni el desarrollo es sostenible

Ollantay Itzamná*

El Buen Vivir no es desarrollo

Ante la inminente catástrofe existencial a la que nos llevó el sistema-mundo-occidental-capitalista, en los últimos años, activistas reflexivos, y algunos de la academia progresista, “descubrieron” los modelos de convivencia milenaria de los pueblos originarios y los plantearon como desarrollo alternativo.

Debemos entender que el desarrollo (desenvolver) como modelo de vida basado en la producción-consumo-confort, no tiene más de tres siglos de antigüedad. En el siglo XIX, el pensamiento eurocéntrico lo denominó progreso. En el siglo XX, después de la II Guerra Mundial, el entonces Presidente Truman de los EEUU, proclamó a su pueblo como país desarrollado, y al resto, nos catalogaron como “subdesarrollados”. Desde entonces, parte de la humanidad se obsesionó por la dinámica suicida de producción/explotación-consumo-confort, para ser desarrollados.

En menos de tres siglos el desarrollo no sólo convirtió a sus agentes en consumopáticos y energívoros, sino que activó una crisis ecológica planetaria sin precedentes. Fue, entonces, que en la década de los 70 del pasado XX se acuñó el término de desarrollo sostenible para “preservar” los derechos y el bienestar de las siguientes generaciones. Desarrollo sostenible quiere decir: sigamos devorando al planeta herido, pero preservando algunas migajas para los nuevos y futuros consumopáticos.

Ya vamos casi como medio siglo intentando el promisorio desarrollo sostenible, pero pueblos enteros y ecosistemas completos continúan siendo sacrificados para sostener el desarrollo de unos pocos insensibles. Y la Madre Tierra ya perdió su capacidad autoregenerativa y autoregulativa hidroclimática.

El desarrollo siempre tiende hacia la acumulación infinita, y los bienes de la Tierra son evidentemente finitos. ¿Cómo la humanidad se puede desarrollar infinitamente si los bienes de la Tierra son finitos? El concepto de desarrollo sostenible se equipara a un lobo feroz pero con los colmillos limados. Al final siempre es predador. Entonces, ¿cómo salimos de este entuerto hegeliano del desenvolvimiento infinito? La respuesta es el silencio.

En este contexto de silencio desesperante, se intenta teorizar sobre las vivencias milenarias del sumaq kausay. Vivencias vapuleadas y estigmatizadas, como causas atávicas de la miseria y atraso, hace tan sólo unas décadas atrás, por los mismos académicos ilustrados que, ahora, intentan construir nuevos discursos sobre desarrollo sostenible con lo abominable.

Nuestros abuelos y padres nos hablaron de que los humanos no somos ninguna finalidad, ni centro de la realidad existente. Todos los seres materiales y espirituales tenemos dignidad, derechos y obligaciones. Ellos nos inculcaron que los humanos somos una chakana (puente) para reestablecer el equilibrio en la comunidad cósmica. Nuestra misión es cuidar y posibilitar el equilibrio en todo y con todo cuanto coexiste en la comunidad cósmica, incluida la especie humana.

Somos jardineros, guardianes de todo cuanto coexiste en la Madre Tierra. No explotamos, nos servimos. No acumulamos, compartimos. No somos sedentarios, somos nómadas. Nuestra felicidad no está en el poseer cosas, sino en contemplar y cuidarlas. A eso denominamos sumaq kausay, suma qamaña, ñandereko (buen convivir, en quechua, aymara y guaraní, respectivamente)

Entonces, el Buen Vivir es completamente diferente al concepto del desarrollo sostenible. Erróneamente algunos analistas asumen el Buen Vivir como una fase más del proceso de desarrollo. El desarrollo es antropocéntrico, el Buen Vivir es cosmocéntrico. Para el sistema del desarrollo, sólo los humanos gozan de derechos. Para el Buen Vivir, nuestra Pachamama (Madre Tierra), los ríos, los árboles, los animales, las piedras, los espíritus protectores, los humanos, etc., todos tenemos derechos y obligaciones. Para que el desarrollo sea sostenible se requiere de individuos adiestrados compitiendo y sacrificándose muchos por pocos, para posibilitar el sumaq kausay se requiere de la convivencia equilibrada y cooperante en la comunidad cósmica. El desarrollo es un rodillo aplanador y uniformador que aniquila la diversidad biocultural, el sumaq kausay existe en la medida en que florecen los diferentes tipos y formas de vida.

 

* Indígena quechua, abogado y antropólogo

http://moncadalectores.blogspot.com/2014/11/el-buen-vivir-no-es-desarrollo-ni-el.html

 

Compartido con SURCOS Digital por Graciela Blanco Martén.

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