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Etiqueta: puente

Los vestigios de un puente centenario

El vetusto puente, sostenido sobre la roca central del cauce del río Reventazón y el bastión de la ribera derecha. Foto: Luko Hilje.

Publicado originalmente en le revista digital europea MEER

Luko Hilje Q. (luko@ice.co.cr)

Tuve la fortuna de laborar por 13 años como entomólogo agrícola y forestal en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), ubicado en Turrialba, tras lo cual fui honrado con el título de profesor emérito, por lo que todavía mantengo vínculos con tan querida institución. Aún más, siempre viví en su campus, en el sector denominado 109, y tan cerca del otrora caudaloso río Reventazón, que su apacible rumor nos arrullaba todas las noches, como trasfondo de los incesantes y gratos coros de grillos, ranas y cuyeos. ¡Ah noches plácidas, de naturaleza pura!

Sin embargo, nunca reparé en que un poco aguas abajo del largo puente que desde inicios de 1962 permite la comunicación entre las ciudades de Turrialba y Siquirres —localizado a unos 200 metros de nuestra casa, en línea recta— hay vestigios de un puente metálico de gran significado histórico. No es fácil observarlo, pues está bastante escondido entre la vegetación de ambas riberas. Eso explica que nunca lo viera —a pesar de mi prolongada estadía ahí—, aunque lo cierto es que las innumerables veces que transité por ahí fue en automóvil, concentrado en manejar por las escarpadas, retorcidas y peligrosas pendientes de la cuenca del río.

Irónicamente, no fue sino cuando ya vivía en Heredia que, ante una pregunta que le hice para un libro que estaba escribiendo, mi amigo Manuel Barahona Camacho me envió una fotografía del antiguo puentecito, enmarcado en una espléndida floración anaranjada de árboles de poró. ¡Una auténtica postal!

Fue así como me propuse conocerlo de cerca. Por tanto, junto con mi ex asistente Arturo Ramírez Naranjo, en numerosas visitas a Turrialba he recorrido varias veces su entorno inmediato, y tomado decenas de fotografías. Para entonces ya me había sumergido en abundantes y añosos documentos en el Archivo Nacional, que me permitirían desentrañar la historia de ese sitio, que quedó plasmada en dos artículos académicos, publicados en revistas universitarias.

El piso del viejo puente, visto desde el cauce del río. Foto: Luko Hilje.

Ahora bien, puesto que este año se conmemora el centenario de la inauguración del citado puente, en el presente artículo deseo hacer un resumen de su historia. Al respecto, el lector puede consultar nuestro artículo Los puentes en Angostura, Turrialba, el cual apareció en el 2017 en la revista Comunicación (26(2): 97-127), del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Una alternativa al camino de Matina

Durante la conquista del territorio de Costa Rica por parte de los españoles, se necesitaba una vía que comunicara el litoral del Caribe con Cartago, la capital de entonces. Y fue así como se abrió el célebre y hasta mítico camino a Matina, que era una trocha por terrenos de muy densas selvas y escabrosa topografía. Al respecto, cabe acotar que en 1838 el ingeniero inglés Henry Cooper Johnson hizo un puntilloso reconocimiento de dicha ruta, y nos legó un muy detallado relato de su curso. En años recientes, con la ayuda del amigo Juan Manuel Castro Alfaro, topógrafo y gran conocedor del territorio nacional, fue posible trazar ese curso sobre las actuales hojas cartográficas del Instituto Geográfico Nacional, y así elaborar un mapa veraz y de gran calidad estética —gracias al amigo Felipe Abarca Fedullo—, que aparece como un anexo de mi libro Turrialba en la mirada de los viajeros.

En su relato, Cooper comunicó al gobierno del mandatario Manuel Aguilar Chacón —que fue el que le encomendó esa delicada y extenuante labor— lo adversas que eran las condiciones para establecer una ruta firme, para que transitaran por ahí los centenares de carretas tiradas por bueyes que trasegarían el café que se deseaba exportar a Europa. Y, aunque extensos trechos del camino eran inapropiados, al acercarse a la ribera del río Reventazón era «donde la chancha torcía el rabo». En efecto, en un paraje no muy lejano de la actual ciudad de Siquirres —zona donde ya está explayado el río—, su cauce era excesivamente amplio, y portador de un desmesurado caudal. Tan es así, que el ancho del cauce era de unos 100 metros en tiempo normal, y de hasta 250 metros cuando arreciaban los temporales y había lluvias torrenciales.

El bastión de la ribera izquierda y la roca central del cauce. Foto: Luko Hilje.

Ese paraje estaba cerca de La Junta, donde en 1882 la Northern Railway Company tendió un puente ferroviario de dos cuerpos, de 198 m de extensión, el cual se puede observar hoy desde la ruta 32, aguas abajo y no muy lejos del actual y muy extenso puente del Reventazón. En aquella época, todo cuanto había ahí era un par de ranchos pajizos, y se denominaba La Canoa, porque era donde había una canoa para cruzar el río. Las canoas podrían transportar personas y bultos pequeños, pero jamás miles de sacos de café.

En síntesis, por la amplitud del cauce y las correntadas, con las tecnologías de la época no era viable construir un puente para carretas en tan amplio cauce, ni tampoco colocar una barcaza o “ferry” sujetada a un cable o andarivel, como la que existió en el río Barranca, de modo que las carretas no tuvieran que vadear este río para llegar a Puntarenas. Por tanto, había que buscar una opción para soslayar el Reventazón por otra zona, aguas arriba.

El sitio ideal para tender un puente

Aun así, sin haber visualizado una solución técnica para este nudo gordiano, Braulio Carrillo Colina —quien derrocó a Aguilar—, optó por mejorar la vereda existente, en vez de abrir una nueva por otro lado, y cuando ya se había avanzado unos 63 kilómetros, en 1842 fue Carrillo el depuesto por el general Francisco Morazán, quien dejó al garete la obra. Sin embargo, tan importante era ese camino para el desarrollo del país que, al ascender a la presidencia Juan Rafael (Juanito) Mora Porras, le dio prioridad y, con gran ejecutividad, menos de seis meses después, en junio de 1850, lograba que se estableciera la Sociedad Itineraria del Norte para que se dedicara a la construcción del camino.

Este ente público-privado entró en acción con prontitud, y ya para diciembre había contratado una cuadrilla de baquianos, encabezada por Antolín Quesada —mestizo oriundo de Paraíso— para que, a partir de Urasca, en el valle de Orosi, recorriera el Reventazón en busca de un punto estrecho, donde se pudiera tender un puente para carretas. Después de una semana de arduas labores y penalidades por la impenetrable y escarpada ribera izquierda del río, la empresa fue coronada con éxito, pues en medio de aquellos silenciosos boscajes, de súbito los exploradores hallaron dos angosturas, no muy lejos de Turrialba; para entonces, este villorrio se asentaba no en el valle actual, sino en las lomas de Colorado, a unos 10 kilómetros del río Reventazón.

El puente ya inaugurado, el 3 de junio de 1923. Foto: Manuel Gómez Miralles.

Informada de tan importante hallazgo, en enero de 1851 la Sociedad envió una comitiva para verificar tal descubrimiento, lo cual alegró mucho a todos pues, efectivamente, ahora se contaba con dos puntos aptos para el proyecto de puente. Aún más, si bien estaban muy cercanos entre sí, el primer estrechamiento tenía la inmensa ventaja de que en medio del cauce del río había una inmensa roca, la cual podría servir como un soporte natural para afianzar bien el puente. Así que…, ¡manos a la obra!

Sin embargo, no todo era tan sencillo, y demoró un año el planeamiento, la búsqueda de financiamiento y la ejecución de la obra. En efecto, para inicios de 1852 ya estaba construido ahí un puente de siete vigas o troncos de unos 22 metros de longitud, colocados sobre bastiones de cal y piedra. Su diseño e instalación fueron ejecutados por el empresario y agricultor catalán Buenaventura Espinach Gual, quien era el presidente de la Sociedad.

Fue justamente por esa época que apareció en escena el barón Alexander von Bülow, ingeniero y economista alemán que lideraba los esfuerzos de la Sociedad Berlinesa de Colonización para Centroamérica, orientados a establecer asentamientos agrícolas en nuestro istmo. Tras sendos fracasos en Guatemala y Nicaragua, por entonces no sabía dónde fundar uno en Costa Rica, pero, al enterarse de los avances de la Sociedad Itineraria del Norte, les propuso un pacto. Se trataba de instalar una colonia alemana en Angostura —nombre adquirido gracias al hallazgo de Antolín Quesada— y, desde ahí, construir un camino hasta Moín o Limón, donde además se erigiría una ciudad-puerto.

Es pertinente indicar que a von Bülow no le satisfizo el puente, pues consideró que se necesitaba uno más sólido y confiable, y le encargó el diseño de uno nuevo al ingeniero alemán Francisco Kurtze, quien cumplió a cabalidad la tarea encomendada. No obstante, debido a innumerables dificultades, que aparecen detalladas en nuestro libro La bandera prusiana ondeó en Angostura, ya para fines de 1853 el proyecto de colonia había abortado.

Por fortuna, Kurtze conservó consigo el croquis del puente. Y, para su fortuna, la gran oportunidad vendría, durante el primer gobierno del cartaginés Jesús Jiménez Zamora, quien se empeñó en retomar el proyecto del camino a Limón. Para entonces Kurtze fungía como director general de Obras Públicas, lo que le permitió sugerir y concretar su sueño, de modo que el puente se construyó, y fue inaugurado el 27 de marzo de 1865. Algunos viajeros europeos que pasaron por Angostura en años posteriores atestiguaron la belleza de ese puente de madera, que tenía forma de arco aéreo y con un techo de tablitas de madera de pejibaye, parecidas a tejas. Cabe destacar que, como parte de la meritoria iniciativa del presidente Jiménez, para entonces también se había abierto un tramo de 13,5 kilómetros de camino, que comunicaba Angostura con Cacao, cerca de donde hoy están los caseríos de La Flor y Pilón de Azúcar.

A pesar de ser de madera y estar expuesto a las incesantes lluvias y altas temperaturas que caracterizan a Turrialba, el citado puente duró más de medio siglo, aunque en realidad Kurtze había previsto que duraría de 30 a 35 años. Sin embargo, desde hacía muchos años estaba bastante deteriorado, por lo que se le habían hecho varias reparaciones.

El anhelado puente de metal

Obviamente, urgía contar con un puente más firme y duradero, pero a lo largo del tiempo los gobernantes pusieron oídos sordos al clamor de los vecinos. Y no sería sino hasta 1923, con el advenimiento del gobierno del ramonense Julio Acosta García (1920-1924), líder del movimiento popular que destronó a la dictadura de los hermanos Joaquín y Federico Tinoco, que se acogerían las peticiones de los turrialbeños. No obstante, fueron precedidas por continuos y abundantes reclamos, que la municipalidad local no siempre supo atender.

Al fin de cuentas, surgido de la mente del ingeniero Fernando Cabezas Zaldívar, se contó con el diseño de un puente de hierro, construido en los talleres de la Dirección General de Obras Públicas, de la Secretaría de Fomento. Es decir, fue un puente surgido de mentes y manos costarricenses. Y, una vez que estuvieron listas las diferentes partes de la estructura, fueron transportadas poco a poco hasta Turrialba, en vagones-plataforma de la Northern Railway Company. Correspondió a los maestros de obra Vicente Ramírez y José Hernández ensamblar toda la estructura, que estuvo lista a mediados de 1923. Los costos implicados equivalieron a la hoy risible suma de ₡ 5.565,95.

Es pertinente indicar que, a partir de la ribera izquierda del Reventazón, se instaló un puente corto y con barandas bajas, que permitía comunicar dicha ribera con la gran roca que hay en medio del río. Asimismo, la parte superior de la roca fue acondicionada para facilitar el acceso al nuevo puente, de 24 metros de longitud, con extensiones en cada extremo, para afianzarlo sobre esta roca y el bastión de la ribera derecha.

Enhiesto en medio de aquel entorno de abundante verdor y turbulentas aguas, así como elevado 26 metros por sobre la superficie de la corriente del río, el nuevo puente lucía majestuoso aquella soleada mañana del domingo 3 de junio de 1923, cuando la comitiva encabezada por el presidente Acosta llegó hasta él, para inaugurarlo. De súbito, estaba frente a él un séquito de más de 20 personas, de ministros, invitados especiales y periodistas, etc., a quienes se sumaron unos 50 miembros de la comunidad turrialbeña. En medio del júbilo, y después de la entonación del himno nacional, hubo algunos discursos breves, y el acto alcanzó su clímax cuando, de manera simbólica, se quebró una botella de champán contra una cercha del puente. Casi de inmediato, el sacerdote alemán Santiago Bellut bendijo la tan anhelada estructura.

Poco después, la comitiva partió en sus cabalgaduras hacia la ciudad de Turrialba, donde durante el resto del día se vivió una auténtica fiesta, de la cual quedó un inestimable testimonio en 13 impecables imágenes, captadas por el célebre Manuel Gómez Miralles, quien era el fotógrafo oficial del gobierno de Acosta. Las pude conseguir gracias al recordado amigo Julio Ernesto Revollo Acosta —nieto del presidente Acosta—, y fue así como me fue posible reproducirlas en el artículo ¡Día de fiesta en Turrialba! Un testimonio fotográfico de la inauguración del puente en Angostura, en 1923; éste apareció en el 2019 en la revista Herencia (32(1): 7-23), de la Universidad de Costa Rica.

Cercha del viejo puente, invadida por la vegetación. Foto: Luko Hilje.

Palabras finales

Con los años, conforme el camino hasta Siquirres fue mejorado, e incluso asfaltado, fue este puente el que hizo posible el tránsito de carretas, y después de automóviles, hasta dicha ciudad caribeña. Lamentablemente, la pavimentación del camino que comunicaba Siquirres con Puerto Limón demoraría poco más de medio siglo, al punto de que la comunicación vial desde el Valle Central hasta el litoral Caribe no fue factible sino en la administración de Daniel Oduber Quirós (1974-1978). Fue entonces cuando realmente cristalizó el sueño de los tres mandatarios que más insistieron en integrar la actual provincia de Limón al resto del país: Manuel Aguilar, Braulio Carrillo y Juan Rafael Mora. Para entonces ya se contaba con el actual puente, inaugurado poco antes de concluir la administración de Mario Echandi Jiménez (1958-1962).

Mientras tanto, como testigo mudo de estos y muchos otros aconteceres, ahí están hasta hoy los vestigios del otrora tan útil puentecito, del cual persisten los bastiones de ambas riberas, así como las cerchas de ambos lados, muy oxidadas y carcomidas por la infalible intemperie. Cabe aclarar que nunca funcionó como un puente ferroviario, como lo afirman algunas personas de manera infundada, pues por ese punto nunca hubo línea del tren.

Para concluir, deseo aprovechar esta oportunidad para proponer que la Municipalidad de Turrialba, junto con el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Costarricense de Turismo y otros entes locales, impulsen acciones para restaurar ese puentecito, de modo que se convierta en un símbolo, así como en un componente de un circuito turístico del cantón, junto el paraje donde se intentó erigir la colonia alemana en Angostura, la recién restaurada estación del ferrocarril y otros hitos históricos.

Asimismo, sugiero que se bautice el actual puente largo con el nombre de Antolín Quesada, humilde ciudadano de origen indígena, que fue el verdadero descubridor del sitio de Angostura. Por cierto, en 1864 él había efectuado el primer ascenso documentado al volcán Turrialba, junto con los cartagineses Manuel y Francisco Guillén, tras lo cual el farmacéutico alemán Juan Braun organizó una expedición a su cima; Braun dejó un testimonio escrito, que aparece en nuestro artículo Un ascenso histórico al volcán Turrialba, publicado en el 2008 en la revista Herencia (21(2): 79-89).

Así que, amigos lectores, si ustedes desconocían esta historia, la próxima vez que pasen por ahí, agucen su mirada para detectar entre la vegetación ese vetusto pero bello puentecito. Y, al observarlo, podrán revivir en sus mentes las expectativas, vicisitudes, angustias, dolores, celebraciones y alegrías de tantos seres humanos que tuvieron relación con él a lo largo de su historia, las cuales he narrado —al menos de manera parcial— en este artículo.

Reparan puente que beneficia a más de 25 estudiantes indígenas Bribris en Cabagra

Por Uriel Rojas

Tras un esfuerzo conjunto entre la Asociación de Desarrollo Indígena de Cabagra, la Municipalidad de Buenos Aires, trabajadores de PRONAE, vecinos de la comunidad y los centros educativos de Yuavín y Tsikriyok, es que se pudo reconstruir el puente Yuavín – Cañas, sobre el río Cabagra.

Esta obra comunal, la cual beneficia a más de 25 estudiantes indígenas bribris que asisten a los centros educativos de Yuavín y Tsikriyok, tuvo un costo total que supera el ₡1.500,000.

Además de los estudiantes, este puente permitirá que más de 15 familias de Cañas, Santa Elena y Yuavín puedan movilizarse a diferentes sectores de la zona, especialmente durante estas épocas de invierno.

La reconstrucción de este puente con recursos locales, es una muestra de la unión de trabajo comunitario, en donde se destaca el liderazgo de quienes comandan este territorio.

Denuncia: “Puente en mal estado”

SURCOS comparte la siguiente información:

Ciudadanos de Limón hacen un llamado a la Municipalidad del cantón central de Limón para que se efectúe la reparación del puente de hamaca que se utiliza actualmente para paso peatonal, pues las parrillas se encuentran altamente deterioradas y existe el riesgo de que alguna persona pueda salir herida.

Se sabe que se realizó la construcción de un puente nuevo, pero este no cuenta con el acceso para el paso peatonal.

Adjuntamos algunas fotografías:

 

Enviado a SURCOS por Flor Bellido.

Estudiante mide impacto en la salud de los usuarios del nuevo puente peatonal en la UCR

Tesis de Ingeniería Civil demuestra grandes beneficios cuando se incluye el componente de salud, en los procesos de evaluación de los proyectos de infraestructura dirigidos a la movilidad de las personas

El nuevo puente peatonal construido en este 2020 conecta a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio (Finca 1) con la Ciudad de la Investigación (Finca 2). Foto: Karla Richmond.

Los proyectos de inversión pública en infraestructura relacionada con la movilidad de las personas, carecen en la actualidad de un indicador dentro de las evaluaciones generales que abarque el factor salud, para poder determinar el impacto de un determinado proyecto en la salud pública.

Hablamos de estructuras como puentes peatonal, aceras o ciclovías, que tienen como objetivo facilitar el transporte de estudiantes, trabajadores, deportistas y público en general.

De ahí que Steven Cheng Chen planteó su trabajo final de graduación, para obtener el grado de Licenciatura en Ingeniería Civil en la Universidad de Costa Rica (UCR), bajo el siguiente título: Estudio de la factibilidad de la incorporación del componente salud en los procesos de evaluación de proyectos de transporte.

Esta tesis, que fue presentada, defendida y aprobada el pasado mes de octubre, tuvo como director al Ing. Henry Hernández Vega, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Civil (EIC) y del LanammeUCR; y como asesores de proyecto estuvieron la Ing. Lil Moya Fernández, funcionaria del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan); el Ing. Javier Zamora Rojas, coordinador de la Unidad de Seguridad Vial y Transporte del LanammeUCR; y la M.Sc. Ana Paula Hernández Rojas, docente del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Tecnologías en Salud (TS).

“Personalmente es un tema que me parece fundamental hoy en día, no solo porque involucra la colaboración multidisciplinaria entre escuelas como Ingeniería Civil y Tecnologías en Salud, sino que a la vez evidencia un vacío existente en la realidad nacional y que resalta la necesidad de desarrollar proyectos de graduación desde un punto de vista integral”, declaró Steven.

El estudiante Steven Cheng Chen analizó en su tesis el impacto que tendrá el puente peatonal en la salud de las personas, y el beneficio económico que eso conlleva. Foto: Cortesía Steven Cheng.

Infraestructura adecuada mejora la salud de sus usuarios

En la metodología, Steven utilizó la Herramienta de Evaluación Económica de la Salud (HEAT, por sus siglas en inglés de Health Economic Assessment Tool), que fue creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de determinar el valor que se obtiene al reducir la mortalidad, gracias a la práctica de ejercicios físicos como la caminata y la bicicleta.

Al aplicar dicha herramienta se logran estimar variables como el número de muertes debido a enfermedades cardiovasculares que se pueden prevenir, cuando se realizan esas dos actividades deportivas.

Asimismo, es posible identificar la cantidad de muertes que tienen como causa la exposición a determinados niveles de contaminación en el aire. Un tercer indicador es la cantidad de emisiones de CO2 que se ahorrarían, al cambiar un vehículo automotor por alguna de las actividades físicas antes descritas para movilizarse.

Steven decidió aplicar la metodología HEAT al puente peatonal recién construido, que une Finca 1 (Ciudad Universitaria Rodrigo Facio) con Finca 2 (Ciudad de la Investigación), ambas de la UCR. Al final los resultados que obtuvo indican que esa estructura fue la más rentable en términos de salud.

Y es que según las conclusiones obtenidas en esta tesis, se logró conocer que “en un período de diez años ese puente peatonal generaría beneficios, principalmente provenientes de la actividad física, por unos $ 9,7 millones y se prevendrían 1,4 muertes al año, al asumir que parte de los usuarios del autobús interno de la UCR utilizarán el nuevo recorrido entre las dos fincas. De forma similar, se evaluó la infraestructura ciclista intervenida en la ciudad de Cartago y se estimó que el proyecto genera beneficios por $ 1,9 millones y 0,3 muertes prevenidas por año”, destacó Steven.

Al culminar todo el proceso de elaboración del trabajo final de graduación y obtener la aprobación del panel de profesores que puso a prueba sus conocimientos y resultados, Steven Cheng afirmó que le embargó un sentimiento de motivación, pues su esfuerzo derivó en un proyecto que repercutirá en la forma en que se planifican los proyectos de movilidad de las personas. Foto: Cortesía Steven Cheng.

Dentro de esta tesis también se desarrolló como complemento una guía de Evaluación de Impactos en Salud (EIS), cuyos resultados concuerdan con las conclusiones que arrojó el HEAT. Dicha guía incluye además otros componentes en el ámbito de la equidad, accesibilidad, seguridad ciudadana y justicia social, entre otros.

“Al ser la salud un tema tan amplio, con la guía pueden abarcar aspectos de equidad, acceso a infraestructura social, acceso a la educación, fuentes de empleo, integración social, salud mental, ambiente, etc., lo que la convierte en una herramienta capaz de identificar dichos impactos y valorarlos en términos cualitativos, para poder generar recomendaciones y medidas de mitigación”, acotó Steven.

En su análisis final Steven concluyó que “sí es factible la incorporación del componente salud en la evaluación de proyectos; sin embargo, es necesario contar con investigación adicional que permita afinar los resultados obtenidos”.

En resumen, las principales conclusiones de esta tesis, que se suman a las ya mencionadas, son:

  • El estudio del componente salud en cada proyecto debe ser aplicado de manera individualizada.
  • Urge implementar las consideraciones en salud y profundizar más en los impactos sociales analizados en la evaluación económico-social en los proyectos de transporte del MOPT y Mideplan.
  • La guía EIS ofrece al evaluador la posibilidad de emitir recomendaciones, acciones y medidas de mitigación que resguarden la salud de los ciudadanos y el medio ambiente.
  • La alta calificación obtenida por el puente peatonal de la UCR señala la importancia de concebir un proyecto considerando aspectos como salud, seguridad ciudadana, equidad, integración social, relación espacio-naturaleza, accesibilidad universal, acceso a infraestructura social, etc.
  • Los proyectos de transporte deben ser diseñados y planificados en función de los ciudadanos, garantizando un espacio accesible, inclusivo y equitativo, y generando un sentimiento de pertenencia, todos estos aspectos contribuyen al bienestar general e incentivan un mayor desempeño laboral.

Aportes desde la academia

Una de las características adicionales de este proceso evaluativo, identificada por el grupo de trabajo que acompañó a Steven, es que allana el camino para lograr medir cuantitativamente y cualitativamente el impacto que tienen en la salud de las personas una determinada infraestructura, y cuál criterio tiene más relevancia. Además, no se puede dejar de lado que todos los resultados vienen respaldados con evidencia científica.

Uno de los objetivos que cumplen las estructuras que ayudan a la movilización de las personas, al tomar en cuenta el indicador salud a la hora de su planificación constructiva, es ofrecer una opción segura y atractiva para realizar ejercicio físico. Foto ilustrativa: Cristian Araya.

La M.Sc. Ana Paula Hernández dijo que gracias a esta investigación se generó una sinergia entre dos áreas del conocimiento, que son determinantes para el estado de la salud de la población: la ingeniería civil y la salud ambiental.

“En el ámbito de la salud ambiental, factores como las emisiones de material particulado suspendido en el aire, debido tanto a causas naturales como por acciones humanas, constituye una variable que resulta beneficiosa de estudiar al margen de los proyectos de transporte, ya que permiten no sólo cuantificar el nivel y las causas de la contaminación atmosférica, sino también orientar la respuesta social en salud. Este abordaje integral permitió además demostrar lo valioso de la transdisciplinariedad en los procesos de investigación y conformar una unidad de conocimiento, más allá de lo que pueda hacer cada disciplina”, apuntó Ana Paula.

Esta experta en salud ambiental de la UCR destacó que los proyectos de transporte analizados en este trabajo invitan a la población a solventar distintas necesidades, que van desde la actividad física hasta el ocio y la recreación.

Se procura que las y los habitantes caminen, se ejerciten y disfruten su objetivo plenamente sin correr riesgo alguno, incluso desde el punto de vista ambiental, haciendo referencia al grado de exposición al aire contaminado. Los resultados que brinda esta investigación enfatizan la importancia de abordar la aparición de padecimientos físicos y mentales, desde una cultura de prevención y educación temprana de estilos de vida saludables”, subrayó Ana Paula.

Por su parte, el Ing. Henry Hernández comentó que para elaborar una tesis se empieza con identificar una necesidad, un problema o un vacío de conocimiento. Agregó que es una enorme motivación para el estudiante constatar que su proyecto de graduación va a generar un aporte y convertirse en una semilla útil, para un mejor desarrollo de la sociedad.

“A través de diferentes trabajos finales de graduación, los mismos estudiantes van descubriendo la complejidad de los problemas que analizan. En este caso, existe un traslape entre el sistema de transporte y el sistema de salud pública y ambiental, por lo que resulta fundamental entender que la realidad no entiende el límite entre las disciplinas, y en muchos casos es necesario explorar más allá de esos límites para poder entender un problema de forma integral”, relató Henry.

Finalmente, Steven Cheng dijo sentir esa motivación al saber que su trabajo de graduación cumple con un propósito académico y al mismo tiempo genera un impacto en la sociedad, “entre mis metas puedo decir que me gustaría continuar con esta misma línea de investigación, propiamente en temas relacionados con la movilidad de las personas, ya que como graduado de la UCR siento que es importante retribuirle al país todos los conocimientos que he adquirido en esta carrera”.

 

Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Puente en mal estado de Pandora fue reparado por funcionarios del ICE

Flor Bellido compartió con SURCOS el estado en que se encontraba el puente ubicado a unos trescientos metros Oeste después del puente colgante de la comunidad Pandora carretera a la clínica La Fortuna.

Según la información proporcionada por Flor Bellido, el puente llevaba más de 3 semanas en estas condiciones, poniendo en peligro a las personas que por él transitan y ninguna autoridad se había hecho responsable.

Sin embargo, hace unos días funcionarios del ICE repararon el puente, tal y como se puede apreciar en la imagen. La comunidad agradece a dicha institución por haber asumido este compromiso con la comunidad.

Comunidad del Valle de la Estrella continúa esperando construcción de puente

El pasado 15 de febrero de 2018 arrancaría la construcción del puente de Pandora en la comunidad de Valle de la Estrella, pero no se contaba con que la propiedad al lado del mismo era propiedad privada, por lo que las Fuerzas Vivas del lugar se reunieron con el alcalde y acordaron organizar una colecta para poder solventar el costo de la propiedad (15 millones de colones) y así continuar con el proyecto del puente.

Los vecinos de dicha comunidad se encuentran en descontento con la actuación de la Municipalidad, pues cumplieron con la compra del lote hace más de 6 meses y realizaron el traspaso del lote a la Municipalidad del cantón central de Limón, pues el Alcalde les manifestó que existía un determinado monto de presupuesto para invertir en el Valle de la Estrella, sin embargo, manifestaron que hasta la fecha no se ha invertido en la comunidad.

Sin embargo, recalcaron estar agradecidos con la Junta de Desarrollo de JAPDEVA, pues les ha brindado apoyo incondicional en sus comunidades con el proyecto de la colocación de la tubería para el proyecto del acueducto de Pléyades

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Comunidad de Valle de la Estrella organiza colecta por puente

 

Compartido con SURCOS por Flor Bellido.

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Vecinos de Valle de la Estrella solicitan mejoras en caminos

El pasado 21 de julio, aproximadamente 35 familias ante la visita de una funcionaria de la Comisión Nacional de Emergencias, denunciaron que cuando la quebrada del GUABO crece se quedan incomunicados sin poder asistir a sus trabajos, y los niños y niñas a lecciones.

Manifestaron que el camino por el que deben transitar pertenece al área de protección del Río Niñey, por lo que necesitan un nuevo camino y un punto para ubicar un puente que le permita trasladarse.

A raíz de esta situación, la comunidad del Valle de la Estrella decide enviar una carta dirigida la Comisión Nacional de Emergencias, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y al Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Viabilidad donde se exponen varias solicitudes de mejoras en esta comunidad.

Ingrese en el siguiente enlace para leer la carta.

CARTA

 

Enviado por Flor Bellido.

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Comunidad de Valle de la Estrella organiza colecta por puente

El pasado 15 de febrero arrancaría la construcción del puente en la comunidad de Valle de la Estrella, pero no se contaba con que la propiedad al lado del mismo es propiedad privada, por lo que las Fuerzas Vivas del lugar se reunieron con el alcalde y acordaron organizar una colecta para poder solventar el costo de la propiedad (15 millones de colones) y así continuar con el proyecto del puente.

 

Enviado por Flor Bellido Torres.

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Territorio Seguro de Eben Ezer continúa lucha por construcción de Ciclo Ruta

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Este lunes 21 de noviembre en Astúa Pirie en Cariari de Pococí, el Territorio Seguro Eben Ezer organizó una actividad Ferial como parte del proceso para participar en la toma de decisiones en la construcción de la Ciclo Ruta Puente del Tortuguero-Nájera, con una extensión de casi 7 Km y un valor de más de dos mil millones de colones.

Esto es producto del proceso de rendición de cuentas que organiza el Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros, asegurándose de que nuestros impuestos sean correctamente invertidos.

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La compañera Lilli tuvo bajo su responsabilidad la organización del evento, demostrando que existen capacidades suficientes en quienes participan en el Movimiento para asumir desafíos.

Con ella también Euyini, Kimberly, Jose y Nury.

Es importante señalar la solidaridad con su presencia, de los Territorios Seguros de Puerto Viejo de Talamanca con Anita y Jesús a la cabeza; Los Veteranos de San Gerardo de Ticabán con Marineth, que llevaron las mascaradas. El Territorio de Tortuguero con Leo. Del Territorio Seguro Las Brisas II, Kathya llegó con un excelente grupo de niños de danza.

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La solidaridad de AIVEMA (Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria) es digna de reconocer, así como la del Comité Cantonal de Deportes; El Colono y El Bodegón.

La participación de los Bomberos, la Caja Costarricense del Seguro Social, la Dirección de la Escuela de Nájera, fue muy importante.

Un aplauso y el reconocimiento a Lilli y al Territorio Seguro Eben Ezer por su esfuerzo y ejemplo de organización.

Es el primer paso de una obra que debe construirse.

 

Texto e imágenes enviadas a SURCOS Digital por Carlos Campos de Territorios Seguros.

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UCR informa: Puente en mariposario de UCR cedió por exceso de peatones

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Un grupo de estudiantes del Colegio Saint Francis que se encontraba de visita en el mariposario de la Universidad de Costa Rica (UCR) se vio afectado esta mañana por la caída del puente que permite el acceso y la salida del lugar.

Según lo explicó Ricardo Murillo Hiller, coordinador del mariposario y de la Reserva Leonelo Oviedo de la universidad, el problema surgió cuando los estudiantes empezaron a salir del mariposario y se acumularon en el puente cerca de 30 personas, cuando el mismo tenía una capacidad máxima para 15 personas.

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Los muchachos iniciaron la salida del mariposario por instrucción del docente de su colegio que los acompañaba, sin antes atender las instrucciones de los profesores universitarios, que aún no habían abierto el portón de salida.

Como consecuencia de este accidente, 16 de los 70 estudiantes visitantes se vieron afectados con golpes leves por lo que fueron atendidos en el lugar por una unidad del Cuerpo de Bomberos de Guadalupe y personal de las oficinas de Salud y Servicios Generales de la Institución. De este grupo solo una estudiante fue trasladada a la Clínica Católica por solicitud de su madre.

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Al llamado de emergencia hecho por la Oficina de Seguridad y Tránsito de la UCR acudieron además 15 ambulancias tanto privadas como de la Cruz Roja Costarricense.

Paralelamente la Brigada Psicosocial de la Escuela de Psicología de la Universidad, brindó contención a todo el grupo de visitantes y continuará su labor en las propias instalaciones del Colegio Saint Francis.

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Para este tipo de accidentes, la UCR cuenta con una Póliza de Responsabilidad Civil General del Instituto Nacional de Seguros (INS). Al respecto ya la Oficina de Administración Financiera en conjunto con la Oficina de Servicios Generales iniciaron los trámites respectivos.

Como corresponde en estos casos, la Universidad de Costa Rica realizará una investigación sobre todo lo ocurrido.

 

 

*Imágenes de Karla Richmond.

Información enviada a SURCOS Digital por Lic. Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información, Universidad de Costa Rica.

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