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Etiqueta: resistencia

La Chifladura

Este jueves 24 de agosto a las 7:00 p.m. se llevará a cabo en modalidad virtual “La chifladura: mujeres defensoras de vida en resistencia”. 

La exposición estará a cargo de Fanny Reyes Ortiz, del Territorio Indígena de Térraba perteneciente al grupo de Red de Mujeres Rurales y a cargo de Elizabeth Villarreal, Cofundadora del Colectivo Volcánicas.

“TU LUCHA ES MI LUCHA”

ID de reunión en zoom:  844 3400 6531

 

Imagen ilustrativa.

Mujeres defensoras de vida en resistencia – en La Chifladura este jueves 24

El Colectivo CEAAL- Costa Rica, invita a la segunda Chifladura de este año.

Esta vez nos convoca el tema “Mujeres defensoras de vida en resistencia”

Nos acompañarán:

– Fanny Reyes, Red de Mujeres Rurales

– Elizabeth Villarreal, Colectiva Volcánicas

Jueves 24 de agosto

7:00pm

Enlace zoom: https://us06web.zoom.us/j/84434006531?pwd=RldBK0tzV1I4ZlY1MnN0azVXa1V6UT09

#SomosCEAAL

Declaración del Encuentro Mesoamericano de Movimientos Sociales en Resistencia «Reencontrarnos en la Resistencia»

Los días 4 y 5 de agosto del año 2023 los pueblos de Mesoamérica, desde Panamá a México y organizaciones de otros países aliados, nos convocamos en la Comunidad La Técnica, Las Cruces, Departamento de El Petén, Guatemala, con el fin de analizar el contexto actual de nuestra región en el marco del avance de los proyectos extractivos, la militarización y otros elementos que caracterizan al capitalismo depredador.

Las más de 60 organizaciones, movimientos, redes y colectivos convocantes dialogamos en torno a una veintena de temas y problemáticas para compartir reflexiones y saberes así como estrategias conjuntas de acción, relanzamiento de alianzas y búsqueda de esperanzas colectivas por la vida en Mesoamérica.

Durante estos días dialogamos sobre el impacto del modelo extractivo, que acapara grandes extensiones de territorio, contamina los ríos y otras fuentes de agua, desplaza población y provoca oleadas de migración forzada, aniquila bosques y selvas, anula la soberanía alimentaria y la autogestión de los pueblos, provoca la apropiación de los bienes comunes naturales y culturales por parte de las grandes corporaciones trasnacionales e incide dramáticamente en el calentamiento global. Todo ello a través de megaproyectos como la minería, las represas, los monocultivos (por ejemplo, palma de aceite, teca, pino; piña, caña de azúcar), la construcción de aeropuertos, oleoductos y gaseoductos, supercarreteras, trenes, infraestructura para turismo de élite y pozos petroleros, entre otros, en un entorno de militarización, criminalización de la lucha social y represión crecientes. En este sentido, es especialmente ilustrativo el caso de encarcelamiento de tres mujeres activistas comunitarias y la emisión de más de mil órdenes de captura para otras defensoras de la vida en el territorio Q’eqchi’ de Guatemala. Aprovechamos este espacio para exigir la liberación inmediata de las tres compañeras, a quienes expresamos nuestra total solidaridad, y la anulación de dichas órdenes de aprehensión.

Pese a que nuestras luchas frente a este sistema capitalista depredador son altamente criminalizadas, los movimientos seguimos vivos y en resistencia, caminando y proponiendo alternativas de vida nueva para los pueblos, defendiendo nuestros territorios rurales y urbanos.

Estamos decididos y decididas a continuar la resistencia y construir un modelo energético desde los pueblos y para los pueblos; a defender los bosques, las selvas, los ríos, que son fuente de vida y base para una existencia digna.

En este mismo sentido y frente a la apropiación de territorios de los pueblos originarios, la construcción de gobiernos autónomos es fundamental para preservar la integridad cultural, social y humana de nuestras comunidades.

Para ello es indispensable continuar fortaleciendo la soberanía alimentaria, generar modelos comunitarios de manejo de bosques y construir nuestros propios mecanismos de comunicación frente a los medios convencionales, en su mayoría cómplices del gran capital.

En esta defensa integral del buen vivir, las mujeres jugamos un papel fundamental. Sostenemos la vida desde diferentes ámbitos, somos las cuidadoras dentro y fuera de nuestras casas y protegemos los bienes naturales que nos brinda la Madre Tierra. Las mujeres debemos enfrentar la discriminación, el racismo y machismo, para dar voz y formar parte de las decisiones colectivas sobre la preservación de nuestros territorios y bienes.

Creemos en la importancia del cuidado de nuestro primer territorio, que es nuestro cuerpo, para desde ahí crear estrategias colectivas, formarnos políticamente y continuar en la defensa de nuestros territorios y recursos naturales y culturales. No podemos quedar excluidas de estas luchas, que con nuestra participación se enriquecen y fortalecen.

Asimismo, rechazamos categóricamente los monocultivos y el modelo extractivista. Defendemos los modelos comunitarios de manejo de bosques, que permiten la autonomía de los pueblos y la continuidad de la vida.

Reconocemos como estratégico el conocimiento de marcos legales institucionales que ayuden a la protección o restauración de bosques, tanto en áreas rurales como en contextos urbanos. Ratificamos el derecho a la defensa de la tierra y el modo de vida y organización tradicionales como base de garantía del buen vivir. Nos comprometemos a buscar formas de involucrar a las futuras generaciones para que continúen la defensa de nuestros bienes naturales y culturales. Por todo lo anterior, declaramos el 5 de agosto como Día del Hermanamiento de Bosques a nivel nacional y mesoamericano.

Sobre los sistemas alimentarios ancestrales, la soberanía alimentaria y las semillas nativas de los pueblos en Mesoamérica y América Latina están enfrentando grandes desafíos y amenazas. Empresas semilleristas transnacionales como Bayer/Monsanto y Syngenta, entre otras, están imponiendo sus intereses por encima del derecho humano a la alimentación y la protección de la Madre Tierra. En ese sentido, valoramos las resistencias y luchas que se oponen a la mercantilización de los alimentos; condenamos la privatización de las semillas nativas ancestrales y milenarias, el saqueo y despojo de los conocimientos ancestrales, y exigimos la aplicación de los derechos campesinos. Consideramos a la agroecología como el sistema ideal para superar la crisis alimentaria, combatir el cambio climático y revalorar el aporte de los pueblos originarios en la producción de alimentos, sobre todo el trabajo de las mujeres, que es fundamental e incalculable. Rechazamos rotundamente la privatización de nuestras semillas, así como el despojo de los conocimientos ancestrales sobre medicinas y alimentos. Exigimos sistemas alimentarios y semillas libres para los pueblos, y que las decisiones sobre los sistemas alimentarios sean consultadas y consentidas por los pueblos indígenas, por campesinos y campesinas previa y libremente informados, pues son ellos y ellas quienes generan un gran aporte a la alimentación de la humanidad.

Hay diferentes visiones y formas de nombrar los territorios ancestrales y compartidos, es decir, los territorios hidro-sociales que incluyen la tierra, el agua, los árboles, los bienes comunes, el subsuelo y la Madre Tierra como unidad. La afectación al agua se manifiesta en el acaparamiento de su uso, en la contaminación e incluso en la captura y desaparición de ríos. El aniquilamiento de nuestras fuentes de agua está en manos de las grandes trasnacionales, que logran además infiltrarse en las cúpulas de gobierno y de poder, generando la colusión de la institucionalidad con los proyectos extractivistas y sin control de estas compañías. Ante esta realidad, las diversas etnias indígenas y comunidades locales que defendemos la Madre Tierra exigimos a los Estados nacionales la garantía y el respeto del ejercicio de la libre determinación de los pueblos mesoamericanos.

Estamos absolutamente en contra de las “grandes soluciones” que, disfrazadas de propuestas para el desarrollo, imponen las empresas transnacionales y los gobiernos cómplices para incrementar su poder económico y político. En este esquema de depredación y destrucción, resalta la industria aeroportuaria. Considerando que la aviación es el medio de transporte que más contamina, el que, por su alto costo a los usuarios, menos población moviliza pero que, paradójicamente, es el que recibe más subsidios, expresamos nuestro firme rechazo a proyectos encaminados a acrecentar la infraestructura aeroportuaria, una vez más en detrimento de la integridad territorial de nuestros pueblos y bajo tramposos mecanismos de simulación como lo son los bonos de carbón y el llamado lavado verde.

Por último, vemos con profunda preocupación la creciente y criminal complicidad del narcotráfico con los proyectos extractivos. Esta realidad se ve reflejada en el aumento exponencial de la violencia brutal contra la población y el consecuente desplazamiento forzado, las desapariciones y asesinatos.

Pese a todo lo anteriormente descrito, los pueblos mantenemos nuestra resistencia, nuestra fortaleza, nuestra creatividad y esperanza en la construcción de nuevas realidades de vida, de dignidad, de oportunidades.

¡VIVA LA RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS EN MESOAMÉRICA!

¡VIVA EL REENCUENTRO DE LOS PUEBLOS Y MOVIMIENTOS MESOAMERICANOS!

  1. Asociación CEIBA (Guatemala)
  2. Asociación de Comunidades para el Desarrollo, Defensa de la Tierra y Recursos Naturales (ACODET) (Guatemala)
  3. Asociación Integral Guatemalteca de Mujeres Indígenas Mam (AIGMIM) (Guatemala)
  4. Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC) (Internacional)
  5. Asociación de Mujeres Ixmucané (Guatemala)
  6. Asociación de Mujeres Mam (Guatemala)
  7. Barracón Digital (Honduras)
  8. Código Sur (Internacional)
  9. Coecoceiba Amigos de la Tierra Costa Rica (Costa Rica)
  10. Colectivo Cartografía Histórica (Cuencas Pojom-Santo Domingo, Mentón- Lagartero, Ixcán) (Guatemala)
  11. Colectivo Defensoras de Nasakobajk (México)
  12. Colectivo Voces Ecológicas (COVEC) (Panamá)
  13. Comité Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio (México)
  14. Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo (México)
  15. Comunidades Forestales del Petén ACOFOP (Guatemala)
  16. Comunidades en Resistencia de Ixcán (Guatemala)
  17. Comunitaria Cultura (México)
  18. Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas (México)
  19. Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) (Honduras)
  20. Consejo del Pueblo Maya (CPO) (Guatemala)
  21. Cooperativa Integral de Producción de Energías Renovables Luz de Todos R. L. (Guatemala)
  22. Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa de la Tierra, el Agua y su Cultura (CPOOEM) (México)
  23. Defensa de la Tierra y de la Vida de los Pueblos Originarios de Chilón (DETUVIDA) (México)
  24. “Entre campo y campo” Red de Arte + Agroecología (México)
  25. Escuela Campesina Edupas (México)
  26. El Puente S.C. (México)
  27. Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente, FECON (Costa Rica)
  28. Federación Internacional de Escritoras y Escritores por la Libertad
  29. Frente Metropolitano por la Defensa del Territorio (Guatemala)
  30. Frente Petenero de Afectados por las Represas (Guatemala)
  31. Fundación Promotora de Cooperativas (FUNPROCOOP) (El Salvador)
  32. Granja La Tierra (México)
  33. Gobierno Ancestral Plurinacional (Guatemala)
  34. Guardianas y Guardianes de los Humedales del Consejo de la Zona Sur, Colonia 5 de Marzo (México)
  35. Heterotópica Universidad de Nodos Autónomos Móviles (HUNAM) (México)
  36. International Rivers (Internacional)
  37. Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) (México)
  38. La Sandía Digital (México)
  39. Movimiento Amplio por la Dignidad y Justicia (MADJ) (Honduras)
  40. Movimiento de Afectadas/os por las Represas (MAR) (América Latina)
  41. Movimiento Mesoamericano contra la Palma de Aceite (Mesoamérica)
  42. Movimiento por la Libre Determinación de los Pueblos Indígenas de México (México)
  43. Movimiento Ríos Vivos de Costa Rica (Costa Rica)
  44. Noti Guate Alternativa (Guatemala)
  45. NuestraRed.Mx (México)
  46. Observatorio de las Democracias: Sur de México y Centroamérica (México)
  47. Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas de Acteal” (México)
  48. Organización Fraterna Negra Hondureña (OFRANEH) (Honduras)
  49. Otros Mundos A.C. (México)
  50. Permanecer en la Tierra (Stay Grounded Network) (Internacional)
  51. Persicaria Colectiva Agroecológica (México)
  52. Plataforma Global El Salvador (El Salvador)
  53. Red de la Costa en Rebeldía (México)
  54. Red de Economía Solidaria Túmin Moneda Social (México)
  55. Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) (México)
  56. Red Nacional en Defensa del Agua (RNDA) (Panamá)
  57. Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala
  58. (REDSAG) (Guatemala)
  59. Salva la Selva (Alemania)
  60. Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca sede Ixtepec (México)
  61. Un Salto de Vida (México)
  62. Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes (México)
  63. Zona Reina y Alta Verapaz (Guatemala)

Puede descargar aquí la declaración en formato PDF.

Programa Voces y Política. Hablemos sobre la Fiesta del Agua en Longo Mai

Este miércoles 8 de junio de 2022, en el programa Voces y Política, Radio Universidad 96.7 FM, se reflexionó sobre la “Fiesta del Agua”, evento que se llevó a cabo el sábado 11 de junio en la comunidad de Longo Mai. En la transmisión participaron Yendri Martínez y Juan Samudio de las comunidades de Longo Mai y Cristo Rey de Buenos Aires de Puntarenas, personas co-organizadoras de esta actividad.

En la Zona Sur del país, los conflictos por la apropiación y comercialización del agua, por iniciativas públicas y privadas, han sido una constante. Distintos grupos comunales, al ver un potencial riesgo en estas iniciativas extractivistas, se organizan para resistir y negar la explotación del recurso hídrico. 

En Longo Mai, la principal lucha ha sido la defensa de los Ríos Convento y Sonador, contra dos proyectos hidroeléctricos: Monteverde 1 y Monteverde 2. Los invitados al programa, reconocen en este gran camino de defensa una “victoria”, ya que estos proyectos no han tenido éxito y los ríos permanecen lejos de las manos de empresas extractivas, sin embargo, son enfáticos en que los intentos de saqueo nunca terminan, por lo que siempre se mantienen en pie de lucha.

Es en este contexto que se organiza la “Fiesta del Agua”, ya que se pretende conmemorar este largo período de resistencia y además, concientizar a niños y niñas, jóvenes, personas adultas de cualquier edad, sobre la importancia de valorar el recurso hídrico.

Se celebra en los meses de mayo o junio porque es cuando “revientan” las aguas y las lluvias. Su organización nace de esfuerzos comunitarios, con apoyo de programas como “Kioscos Socioambientales” de la Universidad de Costa Rica. 

Entre las actividades que se llevan a cabo en esta fiesta se citan: charlas sobre abonos orgánicos, caudales ambientales y el Acuerdo de Escazú; música en vivo de artistas locales; venta de comidas típicas salvadoreñas y costarricenses; venta de productos orgánicos. Cabe resaltar que estas charlas son impartidas por personas de las comunidades, con el fin de rescatar los saberes ancestrales y territoriales.

Al final del programa, se hace la reflexión de “¿Por qué es importante seguir encontrándonos?”, dado que la fiesta se celebra anualmente. Las personas invitadas concuerdan en que la defensa se hace de manera colectiva, articulando esfuerzos. Su intención es compartir saberes y ser solidarios con organizaciones que se mantienen al pie de la lucha. Concluyen que pensar en clave de colectivo es lo que les permite resistir ante los constantes embates contra el medioambiente y los derechos humanos.

Puede ver la transmisión completa del programa en: https://www.facebook.com/vocesypoliticaucr/videos/753748202317651/

ESOS OTROS CONFINAMIENTOS

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La noche del 7 de octubre de 2007, al conocerse los resultados del referéndum que decidiría la incorporación de Costa Rica al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, un grupo de personas asumió la tarima principal del movimiento del «No» y con consignas sobre no dejar morir los procesos sociales de participación y resistencia, sellaron hasta el día de hoy la respuesta desde abajo ante la agudeza y agresividad de la propuesta país desarrollada por los sectores más recalcitrantes del conservadurismo económico y social.

Esa noche sería premonitoria de una dinámica sin pausa, que ha sumido a los sectores sociales, a las poblaciones vulnerables particularmente en la más absoluta indefensión, por un lado, y por el otro, en la imposibilidad de volver a articular un proceso político organizado y robusto para hacer frente a los embates de la propuesta neoliberal en franco ascenso.

Apenas cuatro años antes de aquel evento, Costa Rica asistiría a la primera versión de una segunda ronda electoral en su vida política republicana, una de varias rupturas que su sistema político y democrático habría de experimentar durante los años venideros.

La alternabilidad en el juego electoral que mantuvo invariable los acuerdos de las cúpulas políticas costarricenses durante varias décadas, tuvo su límite al iniciar el presente siglo con la emergencia de nuevas propuestas o al menos de estructuras organizativas no pertenecientes en lo formal a esas cúpulas.

Luego vino el resto: la crisis de representación instalada en los últimos 25 años, la inercia y declive de los partidos políticos tradicionales y la irrupción de los partidos «franquicia» o «taxi» como propuestas orientadas única y exclusivamente a los procesos electorales, terminaron por revocar un modelo argumentado adentro y afuera como fortalecido, sólido y resistente a las fisuras.

Una de las señales inequívocas del tránsito hacia «nuevas normalidades» como es ya lugar común escuchar sobre la convivencia con los procesos sociosanitarios que llegaron para quedarse, ha sido sin lugar a dudas la persistencia del abstencionismo como la verdadera y genuina expresión política colectiva instalada en el país.

Durante años, esa cifra mostró niveles bajos que promediaban el 18%, porcentaje que presentó un salto significativo entre 1994 y 1998, cuando se instaló en un 30% para nunca más volver a bajar de esa cifra. Incluso, en las elecciones de primera ronda de febrero de 2022 se mostró el comportamiento más alto de la historia con un 40% de abstencionismo, cifra que aumentó incluso para la segunda ronda de abril, ubicándose entre los porcentajes mas bajos de participación de las cuatro segundas rondas desarrolladas en los últimos veinte años.

Hablar de causas de este fenómeno es llover sobre mojado. Ya el diagnóstico había sido elaborado años antes con el fenómeno del enojo como principal categoría. Lo que las contiendas electorales de 2018 y 2022 supusieron de novedoso, fue territorializar ese descontento en las costas y las comunidades periféricas, espacios de una geografía donde la desigualdad, la fragmentación y la exclusión han sido marcas registradas de ese modelo avasallador continuado en los últimos cuarenta años.

Con estos escenarios así dibujados, no es difícil imaginar la irrupción de un nuevo actor para quien los acuerdos de las élites políticas, las comodidades vallecentralinas y la apelación a un nosotros retórico y discursivo que no les alcanza, les resultan lejanos, equidistantes.

He insistido en que si hay algo que llegó para quedarse es justamente ese sujeto novedoso desde lo político y organizativo. Con tintes confesionales, ciertamente, desdeña la promesa de un sistema partidario obsoleto, vacío y cascarón y se enfrasca en la toma de decisiones desde sus territorialidades segregadas: en las provincias costeras el promedio de participación en la contienda electoral alcanzó apenas la mitad del electorado, dato que resulta consecuente con esas condiciones materiales y objetivas de existencia que ni el partido tradicional ni el progresista ha podido resolver.

Escribo esta reflexión sobre una suerte de confinamiento de los procesos de representación y participación, al tiempo que se van dibujando los trazos de una nueva administración que se pasea en la incertidumbre por su novedad y desempeño durante la recién campaña política.

Lo primero que hay que decir en clave analítica es que nos encontramos ante la irrupción de figuras que traducen en lenguaje sencillo y correcto, el desdén por la política y hacen suyo el juego del enojo colectivo. Lo asumen para sí. Con tanta estrategia de comunicación política de detalle, gestos, tonos, colores, que a la gente se le terminó de olvidar el fugaz paso de Rodrigo Chaves, el presidente electo, por la actual administración.

Lo segundo a considerar es que por razones obvias y que marcan el camino de los acuerdos de las elites locales, los interlocutores válidos para cualquier persona que asuma desde el punto de vista formal la presidencia del país, seguirán siendo esos grupos de presión que un día si y otro también golpean mesas y hablan fuerte para imponer sus tesis y sus agendas.

Los sectores sociales, valga decirlo, permanecen confinados e invisibilizados y sin músculo para acudir al golpeteo. Por sus propias debilidades y porque la indignación y la rabia son quizá procesados como anomia social, como antisistema, como desestabilización. Y ante esto, una democracia centenaria como la costarricense debe cerrar filas, construyendo consensos y acuerdos de cúpulas en los que sus figuras aparezcan como provenientes de otras trincheras, los outsiders que así se denominan.

Finalmente, la tesis de la figura fuerte que venía apareciendo en varios estudios de opinión pudo haber cristalizado en estas elecciones. Está por verse si discurso y práctica son la misma cosa y si Chaves, el presidente electo, es capaz de mantener esa tesitura rígida, fuerte, dura contra el establishment del que él mismo forma parte. Porque estamos claros en una cosa: un funcionario proveniente de organismos financieros internacionales no puede jamás denominarse a sí mismo como un outsider: es una contradicción hasta histórica.

Costa Rica se enrumba hacia una nueva normalidad, no solo en materia sociosanitaria, sino en las reglas del juego democrático y en la construcción de consensos. Se esperan tiempos complicados pero hay que habilitar espacios para hablarnos. Salir del confinamiento político y procurar nuevas experiencias colectivas, incluso ejerciendo el derecho a la voz, al grito, como lo ha planteado Jonh Holloway (2002) en su trabajo sobre los procesos de transformación que nos toca acompañar. La refundación es urgente. Necesaria.

Tercer Encuentro de Saberes de la Escuelita Agroecológica Itinerante de Sakeglo Kaska

Este próximo sábado 18 de diciembre, en el territorio Cabécar China Kichá, se reunirán para celebrar la rebeldía y la resistencia, y saberes en torno a la agroecología. 

¿Ya conoce el grupo de promotores locales, jóvenes cabécar recuperadores de territorio, que hacen posible estos encuentros con el objetivo de poder fortalecer conocimientos que permitan aprovechar la regeneración de sus suelos y la restauración ecológica de su territorio?

Se invita a seguirlos en redes para que conozca más a fondo sobre estxs guerrerxs agro ecólogos y conozca cómo apoyarlos para que este proceso de rebeldía y autonomía pueda seguir sucediendo.

FB: Biriteca Agroecológica CR 

IG: Biriteca_Agroecologica

A continuación, puede encontrar un video del Primer Encuentro de Saberes del mes de septiembre:

 

Compartido con SURCOS por Agenda La Cadejos.

HIPÉRBOLES: CUANDO LA SOSPECHA ES CONSTRUIDA

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Esparcidos en su caminar por territorio mexicano como consecuencia del fracaso del modelo económico, la inhabilitación del sistema de protección institucional a todo nivel, el agresivo resplandor del extractivismo y las violencias in extremis en sus países de origen, cientos de miles de migrantes de varios países pero en particular provenientes del norte, y ahora del sur de Centroamérica, continúan su paso incesante y su lucha por el reconocimiento de su condición ante un estado que ha ejecutado al pie de la letra las indicaciones de la administración Biden-Harris en materia de administración migratoria.

Desde setiembre del año en curso, como si fueran piezas de un juego de lego desarmado y vuelto a armar, cientos de agrupaciones de migrantes han sido desbaratadas a su paso por territorio mexicano.

La acción desmedida de las autoridades mexicanas ha contribuido con este escenario, que ha contado también con el concurso de otras instituciones. Pese a ello, los grupos se han reconformado y resistido para seguir su curso. Todavía lo hacen.

En medio de tales dinámicas de represión, violencia y resistencia, las dicursividades acusatorias, intimidantes, excluyentes han estado a la orden del día. A inicios del mes de noviembre una supuesta condición de dengue en miembros de los grupos de personas migrantes que transitan por las carreteras mexicanas fue anunciada por las autoridades y reproducida en el acto por varios medios de comunicación comerciales.

Esta situación fue desmentida por organizaciones defensoras de derechos humanos alegando xenofobia institucional orientada a desacreditar el paso de los grupos de personas migrantes por territorio mexicano.

Tales acusaciones son producto de un registro que históricamente ha asociado migración con enfermedad o riesgo. Es una suerte de hipérbole en la construcción de sentido de los discursos antiinmigrantes que se ha posicionado fuertemente en los últimos años a nivel global. Como señala Moraña en un reciente trabajo publicado en España:

“Desde la perspectiva foucultiana que enfatiza la importancia de la articulación entre cuerpo y poder y la relación individuo-estado, las estrategias actuales de control invasivo del sujeto individual o colectivo considerado objeto de sospecha y amenaza pública, no pueden parecer del todo sorprendentes, aunque signifiquen una intensificación hiperbólica de procesos anteriores. La visión organicista, por la cual la sociedad es vista como un organismo vivo, autoriza la idea de que es necesario defenderse de elementos foráneos que vienen a atacar la integridad del cuerpo social, a infectarlo, debilitarlo y vencer sus defensas inmunológicas” (Moraña, 2021, 398-399).

No quisiera cerrar esta observación participante sin plantear una preocupación acerca de la forma como la sociedad repele lo que considera riesgoso.

Ocurre en un escenario como el costarricense en el que la existencia de grupos contrarios a la vacunación para abordar la COVID-19 ha producido el aumento de discursos inmunitarios y de higiene social que de alguna manera dividen a las personas.

Me tocó leer un comentario en Twitter sobre la presencia de estos grupos en espacios públicos y la relación que se hacía con una serie de enfermedades a las que supuestamente se había expuesto la persona que originó la opinión al cruzarse con ello.

Debemos prepararnos y estar atentos a identificar estos planteamientos higienistas y excluyentes. Tengan o no tengan razón en sus argumentos, no es con odio y exclusión como se gestiona desde el punto de vista social una crisis civilizatoria como la que estamos experimentado. Tener conciencia del otro es asumirlo en su diferencia, sus creencias y sus prácticas. Tenemos pendiente esa tarea. Todos.

 

Imagen: https://www.lachispa.mx

La asociatividad frente a la crisis económica, social y política como resultado de la pandemia

Carlos Hernández / Equipo dinamizador Red Economía Social Solidaria / RedESS

“La pandemia es el shock productivo, fiscal y social potencialmente más grave en la historia moderna del país”. Estado de la Nación

Frente a la crisis y el impacto de la pandemia en las comunidades rurales de nuestro país, encontramos a las organizaciones afectadas reagrupándose tratando de generar soluciones ante la ausencia y abandono de la institucionalidad, varios meses en los que nos hemos encontrado con dificultades y barreras, la incontrolable transmisibilidad del virus, la paralización de las actividades económicas en los territorios. Ha sido explícita la solicitud permanente de diversos sectores de solicitar medidas concretas orientadas a reactivar la economía. Incluso en países con economías más fuertes que cuentan con más recursos para articular una respuesta urgente y adecuada para afrontar este desafío, la recuperación está muy lejos de haberse conseguido.

La pandemia ha evidenciado con mayor fuerza un modelo de pobreza y exclusión, solo algunos cuantos en estos tiempos han incrementado su ganancias, todas las medidas en términos de política han sido para favorecer las grandes empresas, han sido incapaces de articular una respuesta coordinada y funcional, capaz de amortiguar los efectos en los sectores más vulnerables, ya lo estamos viendo frente a la crisis, las recetas han sido recortes a programas sociales y debilitamiento de la atención institucional en los territorios.

Ante esta situación a las organizaciones no les ha sido fácil gestionar la crisis económica que les impacta. La mayor dificultad se expresa en restricciones de movilidad, el cierre de los mercados locales con un impacto adverso sobre su capacidad de comercializar los alimentos, lo que afecta por tanto su ingreso y su derecho a un nivel de vida adecuado; además, la vida organizativa trastocada y con dificultades de comunicación y acceso virtual.

Por lo que es de urgencia para nosotros, como RedESS, la defensa de los sistemas alimentarios locales, la seguridad y soberanía alimentaria. Iniciativas de las organizaciones territoriales campesinas familiares impulsan con creatividad, diversas estrategias. Sus iniciativas incluyen la elaboración de protocolos de bioseguridad, fomentar las prácticas agroecológicas, ventas a domicilio, trueque, y otras para sostener los espacios de comercialización propios, acciones de incidencia en los territorios para lograr que se mantengan las formas de producción y comercialización propias, mercados solidarios territoriales y locales.

Un gran esfuerzo de reorganizarse, generar alianzas, crear las condiciones que motiven y den esperanza por parte de todas las personas que creemos en otra economía posible y que entendemos que solo fortaleciendo el tejido organizativo y las iniciativas en estas circunstancias de sobrevivencia y resistencia.

Territorios indígenas: resistencia y recuperaciones

SURCOS comparte la siguiente información:

El pasado 23 de septiembre, como parte de las actividades para la Semana por la Defensa Comunitaria de los Territorios, se llevó a cabo una mesa de discusión en la que se planteaba una reflexión sobre resistencias y recuperaciones.

La transmisión fue por las redes sociales de Programa Kioscos Socio-ambientales, le invitamos a ver el programa:

https://www.facebook.com/socioambientalesucr.kioscos/videos/1079212976181255