En el corazón de Santa Ana, existe un tesoro natural que muchos desconocen, pero que tiene un valor incalculable para la biodiversidad y el bienestar de la comunidad.
El Parque Natural Urbano Lorne Ross no solo destaca por su impresionante belleza, sino también por su relevancia ecológica al albergar humedales y ser un corredor biológico vital.
Este espacio donado a los santaneños, no puede ser fragmentado ni olvidado, ya que beneficia a toda la comunidad.
Le invitamos a descubrir más sobre este lugar único y cómo puede apoyar su preservación, le compartimos el video. ¡No se lo pierda!
Proyecto de trabajo comunal desarrolla la estrategia en Talamanca
Con el objetivo de fortalecer el vínculo y el lazo social como estrategia preventiva ante el suicidio, la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolla el proyecto de Acción Social bajo la modalidad de Trabajo Comunal Universitario: “TC-709 Salud mental comunitaria para la prevención del suicidio en el cantón de Talamanca”, a cargo del docente de la Escuela de Psicología, Damian Herrera.
En el año 2014, por el aumento de casos de suicidios de personas jóvenes en la comunidad de Talamanca, el gobierno local declaró emergencia cantonal, lo que significó que varias instituciones y organizaciones de la sociedad civil iniciaron esfuerzos, entre ellas la UCR, y se creó la Instancia Local de Abordaje Integral del Comportamiento Suicida.
Causas: violencia y promesas rotas
Según Damian Herrera, la investigación inicial determinó que la población joven mostraba una serie de vulnerabilidades particulares y que las altas tasas de suicidio tienen relación con un trauma psico-social.
“En la zona se vive con un trauma psicosocial, estamos hablando de población afrocostarricense, de población migrante y población indígena que arrastra un trauma de más de 500 años de abuso, exclusión y que en algún momento fue una violencia institucional”, agregó Herrera.
Talamanca es el segundo cantón con más bajo índice de desarrollo humano apenas por encima de Matina, según el Atlas de desarrollo cantonal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Las personas jóvenes de Talamanca están ante un limbo entre las promesas sociales de realización personal y económica, que al final no se cumplen por su origen histórico-cultural y condiciones socio económicas.
“El suicidio llega a ser una solución ante un limbo en que los jóvenes no pudieron construirse una imagen de ellos mismos satisfactoria en el futuro, por falta de acompañamiento” concluyó Herrera.
Esperanza: arte, escucha, acompañamiento
La apuesta del proyecto es que a medida que se fortalezcan los lazos sociales y se atiendan necesidades emocionales, espacios de escucha y acompañamiento de perspectivas de vida, se logra prevenir el suicidio. Aunque el proyecto tiene un énfasis especial en las personas jóvenes, están contempladas actividades con niños, niñas y personas adultas.
A través de la metodología y actividades, se busca que las personas de la comunidad no se limiten a la concepción de su identidad indígena en el imaginario, sino que la acepten como parte de sí, pero que además tengan el poder de decisión sobre cómo vivir su presente y futuro, por ejemplo en cuanto a trabajar en su comunidad o fuera de ella y la opción de volver si así lo desean.
La expresión artística es uno de los ejes del proyecto que se enfoca como una oportunidad de creación de identidad. Por medio de talleres de fotografía, exploran la visión de su cotidianidad y dan a conocer su comunidad.
Otro de los ejes es la creación de espacios de escucha en donde se le brinda a los jóvenes herramientas para la gestión de emociones, acompañamiento en situaciones de crisis y también se capacita a población adulta para ejercer esta escucha activa e identificación de la conducta suicida y dar primeros auxilios psicológicos.
“Esto se debe a que por las distancias se requiere de la ayuda emocional de forma urgente y la idea es que haya personas que con ciertas herramientas puedan ayudar a una persona en una situación emocional delicada”, declaró Herrera.
Finalmente, otra rama de acción es el acompañamiento en las áreas educativa y productiva. En el ámbito educativo se les da seguimiento a las personas jóvenes en las perspectivas vocacionales, luego de finalizar la secundaria: orientación vocacional, trámites y procesos de becas y admisión en universidades u otras instituciones educativas.
En el campo productivo se dan capacitaciones y apoyo a iniciativas de economía social solidaria y se brindan estrategias de organización, así como empoderamiento del valor de su trabajo.
Hacer conciencia sobre el suicidio
El suicidio es un comportamiento para evitar el dolor, cuando el dolor de una persona es continuo, sin herramientas para gestionar emociones y no se cuenta con una red social de apoyo; cualquier persona, podría en algún momento tener una idea suicida y en algunos casos intentarlo o consumarlo.
A nivel mundial 700 mil personas perdieron la vida por esta causa y en Costa Rica es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años, según la Organización Panamericana de la Salud.
Desde el año 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, ha promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de concienciar a nivel mundial que el suicidio puede prevenirse.
En un artículo anterior señalé que la pandemia se propagaría si no se involucra a las comunidades en su control y mencioné la experiencia del Hospital sin Paredes de San Ramón en los 70s. Algunas personas me han pedido que de mayores detalles sobre el método utilizado para descentralizar la actividad institucional involucrando e incorporando a las comunidades activamente en la lucha contra la pandemia en su dimensión más amplia incluyendo la generación de ingresos.
En primer lugar mi propuesta no pretende transformar de la noche a la mañana el sistema de Ebais, sino recuperar en una primera instancia la experiencia ramonense en forma de proyecto piloto que pueda ser extendido en las organizaciones comunales que lo demanden.
El problema de las palabras gastadas
Casi todas las políticas sociales mencionan la importancia de la participación de las comunidades y beneficiarios para el logro de sus metas. Pero, aunque mencionamos la misma palabra, ¿estamos hablando de lo mismo? Pues no y la diferencia es sustancial en cuanto a los resultados.
Las diferencias de enfoque en la aplicación de la salud comunitaria en la Costa Rica de los 80s las destacó la antropóloga norteamericana Lynn Morgan en su libro “La política de atención primaria en Costa Rica” traducido y publicado por CENDEIS en 1997. Señala la Dra. Morgan que el sector primigenio inspirado en el Hospital sin Paredes, procuraba involucrar a las comunidades desde el diagnóstico de la situación de la salud, en la elaboración de los planes de acción y su ejecución.
El grupo que le sucedió en el poder, aunque aceptaba nominalmente el concepto de participación comunal lo ubicaba en un papel pasivo dependiente, esto es de apoyo y colaboración a las acciones definidas por los técnicos y autoridades.
Esta diferencia generó prácticas diametralmente opuestas en el involucramiento y resultados de la acción de la comunidad. Mientras que en la experiencia del Hospital sin Paredes se fusionaba y enriquecía el conocimiento sobre la salud y se obtenían resultados extraordinarios que integraban a la comunidad con el Hospital, en otros casos la “participación” comunal se limitaba a prestar servicios de limpieza. Lamentablemente este concepto de participación fue el que prevaleció en el montaje de los Ebais por parte de CCSS.
Aunque en la Ley de reforma del sector salud de inicios de los 90s del siglo pasado exigía la participación comunal en los Ebais, el concepto de participación como ayuda pasiva no pegó en las comunidades. Las evaluaciones realizadas por la CCSS, señalan esta de manera reiterativa, pero esto no ha sido suficiente para revisar su aplicación. Ahora, con la pandemia la realidad se impone y el manejo centralizado de la pandemia están poniendo en evidencia la necesidad de descentralizar y de incorporar aunque sea poco a poco a las comunidades.
Procedimiento que le permitió conseguir la participación de las comunidades, previniendo, curando y generando ingresos en las comunidades
Visita a las comunidades donde se les informaba de las limitaciones de personal del Hospital y se les invitaba a organizarse en Comités de Salud locales, para poder brindar una mejor atención sanitaria.
Las comunidades que aceptaban y se organizaban, debían: a) nombrar una “enfermerita” de la comunidad que trabajara con el Comité de Salud y b) destinar una habitación en una casa o local comunal para ser utilizada para las reuniones del Comité y la atención a los pacientes, cuando llegaran los médicos.
La enfermerita debería prepararse en un curso que impartía el Hospital para reconocer los síntomas más frecuentes y llena una boleta de cada familia, casa por casa.
La información recogida por la enfermerita era analizada por el equipo médico y el Comité de Salud local. Sobre la base de este diagnóstico se fijaban las prioridades de trabajo de salud, tanto de las tareas que tocaban al equipo médico como a la comunidad.
El equipo médico le entregaba a cada Comité un plano de las viviendas de su comunidad que se fijaba en una pared. El comité colocaba en cada vivienda “banderas” de colores de acuerdo con la sintomatología.
En el Hospital la información, de los cinco cantones que cubría el Hospital, era procesada manualmente, ya que no existían computadores, por un médico especialista en estadísticas, de tal forma que manejaba un censo actualizado de salud.
El análisis de la salud que realizaba la comunidad no se limitaba a lo preventivo y curativo, sino que también incluía el concepto de bienestar e ingresos.
En este sentido la participación de la comunidad, no se limitaba a actuar sobre las causas inmediatas de las enfermedades gastro intestinales, tales como la carencia de agua potable o letrinas, sino que incluía el problema de caminos, el mercadeo de los productos o la tenencia de la tierra.
Producto de la gestión de los 161 comités de salud creados por el Hospital sin paredes se crearon múltiples cooperativas de servicios múltiples, comités de vecinos para resolver el problema del transporte e incluso gestiones ante las municipalidades locales para expropiar y repartir tierras ahí donde los terratenientes no pagaban salarios mínimos y los hijos de los peones sufrieran desnutrición.
Se trata de una experiencia impulsada desde el Hospital, que le permitía al equipo médico tener una visión y conocimiento sobre la realidad que no tenían en sus oficinas, pero que al mismo tiempo operaba con gran iniciativa local basada en la autonomía plena de las comunidades. Un contexto de cogestión en que no cabía la participulación institucional.
Santa María de Dota 21 de julio de 2020
Imagen: Actividad participativa con la comunidad para evaluar las condiciones de salud. Documental de Víctor Ramírez sobre el Hospital sin Paredes.
Proponemos la instalación de espacio multisectorial para construir una estrategia de intervención inmediata bajo un enfoque humanitario y de Derechos Humanos.
Asociación de Derechos Comunitarios Coordinadora Norte Tierra y Libertad.
Martes 9 de junio del 2020.
La situación de la pandemia por el COVID 19 en Costa Rica -que en este momento supone una segunda ola de contagio- pone de manifiesto un impacto diferenciado en las poblaciones más vulnerables del país, particularmente en la zona norte.
En este momento San Carlos se convierte en epicentro de la pandemia contabilizando la mayor cantidad de casos activos por cantón. Asimismo, en los cantones de Upala, Los Chiles y Río Cuarto se está reportando un incremento importante en los casos activos por COVID19. Estos nuevos focos de contagio están íntimamente relacionados con las precarias condiciones laborales y de salud con las que operan las plantaciones agrícolas, lo cual nos demuestra que estos empresarios nacionales y transnacionales están dispuestos a sacrificar la salud y vida de cientos de trabajadores y trabajadoras en aras de mantener sus negocios y jugosas ganancias.
La agroindustria ha representado para nuestras comunidades serios impactos en el ambiente, en la salud de los trabajadores, en la salud comunitaria y un irrespeto sistemático a los derechos laborales, todo esto de la mano de gobiernos e instituciones cómplices que no ejercen el mandato de las leyes nacionales.
Advertimos un vínculo innegable entre la producción agroindustrial (de piña, naranja y otros productos) y el aumento de casos por COVID19 en la zona norte, que se expresa en las siguientes situaciones que denunciamos:
Estas empresas han funcionado por muchos años a partir de la explotación de trabajadores(as) costarricenses y migrantes; estos últimos representan un alto porcentaje del personal contratado. En estas fincas el trabajo se desarrolla muchas veces en condiciones inhumanas, lo que les permite maximizar sus ganancias. Es conocido que a los(as) trabajadores(as) migrantes indocumentados se les contrata con salarios menores a lo establecido por ley y sin garantías laborales, lo cual implica su exclusión del sistema de salud. De igual manera, los(as) trabajadores(as) costarricenses sufren constantes atropellos a su dignidad y violaciones a sus derechos laborales.
Muchos(as) trabajadores(as) migrantes se mueven a través de las fronteras gracias a redes de corrupción, donde se ven involucrados funcionarios públicos, empresas, transportistas, contratistas y otros, quienes aprovechan su condición de vulnerabilidad para lucrar.
Las condiciones de trabajo en general no cumplen con la legislación establecida, lo cual en el marco de la pandemia se refleja en una falta de protocolos sanitarios: los(as) trabajadores no cuentan con lugares ni con materiales para el lavado de manos constante, no cuentan con vestimenta apropiada ni con la distancia social recomendada por el Ministerio de Salud y se ha registrado que se trasladan a los trabajadores aglomerados en camiones hacia los centros de trabajo, sin ningún tipo de protección.
Esta situación no es nueva, sino el resultado de prácticas históricas de estas empresas, de los gobiernos de turno y las redes criminales y representan en este momento de la Pandemia un alto costo social para el país.
Por lo tanto, solicitamos al gobierno central y a las autoridades locales:
Intervenir de manera inmediata las fincas agroindustriales de los cantones que se encuentran en alerta naranja, para salvaguardar la salud y la vida de los y las trabajadoras.
Asegurar que a los(as) trabajadores(as) de las empresas intervenidas les sean respetados sus derechos laborales.
Que se investiguen a profundidad las redes criminales, que posibilitan la explotación de personas migrantes.
Que se aborde la situación con un enfoque de Derechos Humanos y se asegure la atención médica a las personas trabajadoras y sus familias, independientemente de su estatus migratorio.
Que se instale un espacio de discusión y de toma de decisiones con la participación de organizaciones sindicales, organizaciones comunales, organizaciones de defensa de derechos humanos y de personas migrantes, gobiernos locales, instituciones del estado y organismos internacionales para construir una estrategia de intervención inmediata bajo un enfoque humanitario y de Derechos Humanos.
Compartido con SURCOS por Marcos Chinchilla Montes.
La comunidad de Higuito, San Miguel, Desamparados convocó el pasado lunes 25 de noviembre a un bloqueo en el Puente de Jorco, para exigir a las autoridades resolver el grave problema de contaminación que ocasiona el relleno sanitario en esta localidad.
En dos comunidades del Caribe costarricense se realiza un estudio de salud comunitaria para documentar las afectaciones a la salud, vinculadas al uso de agroquímicos y a la expansión de los monocultivos, como piña y banano.
A continuación la nota de nuestra compañera Fabiola Pomareda, desde la Asociación Voces Nuestras.
Este próximo 2 de junio de 8 a.m. a 5 p.m. se llevará a cabo el encuentro: Salud comunitaria y monocultivo de piña, en la Sede de Sarapiquí de la Universidad Nacional, UNA.
Para más informes, comuníquese al teléfono: 8760 9800.
Jornada de salud comunitaria frente al poder de las corporaciones transaccionales
Hay una necesidad importante para aumentar la sostenibilidad ambiental del país debido a que esto también aumenta la calidad de vida de las personas.
Las afectaciones sufridas por las comunidades vecinas a plantaciones piñeras se encuentra subcontabilizadas y no existe una metodología clara para recuperar estos datos que son de importancia para determinar lineamientos nacionales para la disminución de dichos impactos en la salud humana.
Este seminario permitirá ahondar en una experiencia teórico-práctica sobre este tema, la epidemiología comunitaria desarrollada por el Dr Gianni Tognoni en países como Argentina y Brasil donde existen problemas similares por contaminación con agroquímicos provenientes del cultivo de la soya.
El seminario estará dirigido a docentes de las universidades públicas, estudiantes y organizaciones de la sociedad civil. Será abierto y gratuito.
Objetivos/propósitos
El objetivo es ofrecer elementos teórico y prácticos sobre la metodología de la Epidemiología Comunitaria
Contenidos
Introducción al Epidemiología Comunitaria
Discusiones sobre la construcción colectiva de los derechos frente al poder de transaccionales
Acercamiento a la metodología de investigación de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados
Técnicas de investigación desde la Epidemiología comunitaria
Organizadores/as
-Oficina de Asuntos Internacionales de la Universidad de Costa Rica
-Escuela de Salud Ambiental-Universidad de Costa Rica
-Frente Nacional de Sectores Afectados por la Expansión Piñera
-Centro de Derecho Ambiental y de Recursos Naturales
Este jueves 31 de agosto de 4 p.m. a 6 p.m. en el Auditorio de la Biblioteca de Ciencias de la Salud, Universidad de Costa Rica se llevará a cabo el foro: Salud comunitaria frente al poder de las corporaciones.
Se contará con la presencia del invitado internacional Dr. Gianni Tognoni. Epidemiólogo y Sanitarista italiano, Doctor en Filosofía y en Medicina, es uno de los mayores especialistas mundiales en política sanitarias. Tognoni dirige el Instituto de Investigaciones Farmacológicas Mario Negri de Milán, que realiza investigaciones independientes sobre la industria farmacéutica. Ha sido premiado por numerosas universidades y organizaciones científicas en todo el mundo.
La doctora Rafaela Sierra compartió con SURCOS un artículo relativo al tema de las vacunas; aunque el enfoque se relaciona con la situación europea, el asunto de si vacunar o no en el contexto de un enfoque de salud comunitario y familiar nos toca directamente. Compartimos el vínculo para aportar en la reflexión sobre este importante tema de salud pública: