Andar no es un deporte
Andar es toda una filosofía que da muchos beneficios a nuestra salud
Por Msc. Raúl López Gilles
Especialista en Marcha Deportiva
56 años como Marchista
Director Fundación Caminantes de Costa Rica
Andar No es un Deporte como lo digo al principio, ya que el deporte es una cuestión de técnica, de resultados, de competición, de marcas, de tiempos, de vencer a los adversarios y se requiere una larga preparación y aprendizaje.
Luego vienen los resultados que sean buenos o malos, de aquí vendrá una corrección y estrategia de en su ejecución. Lógicamente lo entendemos como un esfuerzo, un empeño, una disciplina, una ética y finalmente se termina convirtiendo en un gran negocio en el que se involucran los medios de comunicación, patrocinadores, organizaciones, entidades, empresas etc., sacando el mayor provecho posible para sus marcas de productos promocionales y a través de todos los deportistas y atletas, esto, da pie a múltiples ceremonias mediáticas con la presentación en conferencias, reuniones, charlas y constantes imágenes en prensa y televisión.
El dinero invade el mercado y las almas de los deportistas, en muchos de los casos disminuye su rendimiento deportivo y caen en el interés económico, se pierden valores de sencillez, humildad y sociabilidad. El ego comienza a florecer y es temporal mientras les dure su capacidad de rendir o competir; se les convierte en íconos de una disciplina deportiva a través de un contrato de marca, supeditados a condiciones de participación y de presentación pública.
Hago aquí una referencia de lo que es el deporte, sus condiciones y elementos que se ocupan para su práctica y su resultado y esto para poder comprender mejor el mensaje del concepto de andar, que es algo más libre y de escogencia personal en tiempo y espacio.
Los beneficios de andar para la salud física y mental son múltiples y los psicoanalistas la han definido como una herramienta de movimiento humano terapéutica fácil y útil para todos.
Al contrario de lo que es el deporte, la acción de andar nos brinda estos otros beneficios que no se dan en el deporte:
Andar libera la carga de preocupaciones, se olvidan por un rato los problemas, las obligaciones del trabajo, es alejarse de lo rutinario. El milagro no es ser feliz por andar sino gracias a ello.
Caminar es huir de la excitación, del mundo que siempre se paga con horas de sufrimiento,
Caminar nos deja entrever el rechazo de una civilización corrupta, contaminada, alienante y miserable… caminar para distraer los pensamientos.
Frédéric Gros, autor del libro Andar una filosofía, nos reitera de ilustres autores que fueron buenos caminantes como Nietzsche, Kant, Gandhi, Rimbaud, Nerval, Thoreau, que en su mayoría hacen mención a la importancia de andar al aire libre y toda una inspiración en sus respectivas obras literarias, académicas y filosóficas.
De alguna forma se refieren así, de esta valiosa actividad a la que dan una alta gama de prioridad. Pensar caminando, caminar pensando.
La experiencia de andar es una reconquista de alegría y placer, pues al someter el cuerpo a una actividad larga que produce cansancio, hace surgir a través del descanso la plenitud de otra alegría más profunda, ligada a una afirmación más secreta: mi cuerpo respira suavemente, estoy vivo y estoy aquí.
El andar también produce felicidad y serenidad, se capta la gracia del momento, para ello no hay recetas, ni preparación, ni técnicas, solo hay que estar ahí.
Caminar no es una cuestión no solo de verdad sino de realidad, es experimentar lo real, el aire, el contacto con la naturaleza.
Mira su salud con la simpatía que miras una montaña o el mar, y con ello, te darás cuenta de lo importante es la capacidad corporal que nos hace andar.