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Etiqueta: sector agropecuario

Seguridad Social y el Sector Agropecuario Costarricense – conversatorio

La Corporación Hortícola Nacional (CHN), la Unión de Pequeños Productores Costarricenses (UPA Nacional), la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses (UNAG) y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV), en coordinación con la Mesa de Diálogo Social y Productivo por una Costa Rica Próspera, Inclusiva y Solidaria invitan a participar en el conversatorio Seguridad Social y el Sector Agropecuario Costarricense.

Lunes 5 de junio, 2023 • 9 a.m. a 12 p.m.

Edificio Cooperativo, San Pedro, 4to Piso, Sala de Sesiones.

En el conversatorio participará como invitado especial el Dr. Álvaro Ramos Chaves, Ex-Presidente Ejecutivo de la CCSS.

Foro Alianza con el Pacífico: efectos en los sectores productivos; razones contundentes para el rechazo a la integración del país a ese bloque comercial

German Masís

El día de ayer 1 de junio se realizó el Foro Alianza con el Pacífico: efectos en los sectores productivos, organizado por la Vicerrectoría de Extensión en el auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, con la participación de Jorge Andrey Valenciano, Director de la Escuela de Economía; Renzo Céspedes, consultor internacional; Álvaro Sáenz, expresidente de la Cámara de Agricultura y Agroindustria; Guido Vargas, Secretario general de UPANACIONAL; Kattia Cambronero, diputada del partido Liberal Progresista y Gabriela Víquez, asesora y exdirigente de la Corporación Hortícola, el foro contó con la moderación de Martín Parada, Vicerrector de Extensión. Al evento se había invitado al Ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal, pero este declinó la participación.

El foro inició con la intervención de Jorge Andrey Valenciano, Director de la Escuela de Economía, quién brindó elementos de un marco teórico sobre tema del comercio internacional en el que se inscribe la la Alianza del Pacífico, haciendo referencia a las teorías económicas clásicas de Adam Smith y David Ricardo, en las que se originan los planteamientos del papel del comercio en el desarrollo económico, la orientación general que el comercio beneficia a todos los actores económicos y el surgimiento de los postulados de las ventajas comparativas y competitivas del comercio.

El académico Valenciano, señaló que, pese a las bondades de estos planteamientos, algunos de sus supuestos son irreales, como los de la libre circulación de las mercancías, la existencia de mercados perfectos y que todos los países pueden crear condiciones de competencia y de especialización que les otorguen ventajas definitivas con respecto a sus competidores.

Plantea, por el contrario, que las ventajas en el comercio dependen de factores como la infraestructura, la tecnología, los recursos financieros de los que países no disponen con facilidad y que si los productores no logran ser competitivos es por la ausencia de esas condiciones, lo que motiva que tengan que trasladarse a otras actividades, además de que entre los países no existe libre movilidad de personas para el trabajo agrícola.

También mencionó, que debemos preguntarnos si somos realmente competitivos en la producción agrícola, con las condiciones de costos, condiciones medioambientales y sociales que tenemos, frente a los demás países de la región y frente a los subsidios y exoneraciones aplicadas en los países desarrollados.

Adicionalmente, dijo hay que recordar que existe una importante inestabilidad de los precios de los alimentos y que la seguridad y soberanía alimentaria deben prevalecer sobre las condiciones del comercio, sin olvidar los problemas generados por el cambio climático que están afectando la producción agroalimentaria.

Andrey, concluyó que se debe analizar con cuidado los efectos que puede tener la vinculación a la Alianza del Pacífico (AP) sobre los productores nacionales y sus condiciones de producción, por lo que una decisión de ese tipo no debe centrarse en la parte comercial, si no considerar esos otros aspectos sociales, ambientales y de seguridad alimentaria, para determinar con claridad que va a pasar con los agricultores.

El consultor Renzo Céspedes por su parte, incluyó en su exposición los problemas principales del sector agropecuario en la actualidad, tales como:

-una política cambiaria y fiscal contraria al sector agropecuario

-una política unilateral de reducción de aranceles para desmantelar el sector

-ausencia de una política adecuada sobre el mercado de agroquímicos y de regulación del ingreso de nuevas tecnologías

-una política de comercio exterior de apertura sin medir los beneficios reales para los productores

-una tasa de crecimiento del sector negativa y estancada en la última década

Ante esta situación del sector, el consultor Céspedes expuso las que son a su criterio las amenazas de la integración a la Alianza del Pacífico, entre ellas:

*Los decretos ejecutivos para la reducción de aranceles aplicados por el gobierno, como el caso de la producción y el comercio del arroz

*la activación del proceso de la integración a la AP sin analizar los beneficios para las actividades y los productores

*el estado de situación de los TLC estados con los diferentes países de USA, Canadá, México y los otros países que componen la AP

*la perspectiva de que, con el ingreso a la AP, se podría abrir la incorporación a la APEC y otros bloques de comercio más amplios

*y la poca atención a que el comercio entre los miembros de la AP no es relevante y el intercambio comercial es limitado y por lo que el intercambio con esos países no sería atractivo

*tenemos ya tratados con los países del bloque AP, en los que el intercambio de bienes es bajo, por lo que realmente la AP no abriría nuevas oportunidades de comercio

*esos países tienen costos de mano de obra y de la energía menores a los nuestros, además de que aplican subsidios en seguros de cosecha y exenciones a los productores de hasta un 60%, por lo que nuestros productores no podrían ser competitivos

*los tratados de libre comercio con esos países habían logrado excluir algunos productos sensibles para la producción nacional, por lo que no tiene sentido ahora eliminar esas exclusiones y exponer a los productores nacionales a una competencia desigual

*la integración a la AP sólo generaría flujos de comercio unidireccional, de esos países hacia el nuestro, del que sólo se aprovecharían unas pocas empresas importadores de productos agrícolas

En definitiva, abrir el mercado a esos países sin entender las distorsiones existentes y el escaso beneficio para nuestros productores, sólo provocaría el aumento en la pobreza rural y la desigualdad en las zonas agrícolas del país, reveló.

El estudiante de la Maestría en Agroecología de la Escuela de Ciencias Agrarias, Osvaldo Quesada, señaló algunos posibles efectos de la AP sobre el sector agropecuario, como los siguientes:

-Costa Rica se ha planteado objetivos para una política de seguridad alimentaria que garantice el derecho a una alimentación adecuada que serían afectados

-la pandemia mostró la importancia de mantener la disponibilidad de alimentos

-la pregunta sería una negociación o una adhesión a la AP?, pero en vista a que la AP tiene una normativa vigente, lo que se impone es una adhesión

-en los tratados se incluyen exclusiones a sectores vulnerables, el AP implicaría renegociar las exclusiones bilaterales

-Costa Rica no es competitivo en algunos productos, debido a los costos, subsidios y apoyo gubernamental de esos países a sus productores

-el ingreso a la AP pondría en riesgo más de 250 mil productores y más de 240 mil empleos

-la disminución de aranceles no significa necesariamente precios más bajos para los consumidores

-la defensa del consumidor es la producción local, no los productos importados

-el mercado ya es injusto para los productores nacionales, por las cadenas de intermediación que manejan el comercio de los productos, como el caso del frijol y la naranja

De ahí que hay que preguntarse: ¿En qué beneficia a los productores y a los consumidores, el ingreso a la AP?

El empresario Álvaro Sáenz, expresidente de la Cámara de Agricultura, mencionó sobre la incorporación de Costa Rica a la AP, elementos como:

-hay una ausencia notoria del gobierno en el apoyo a la producción nacional, por lo que en la agricultura no hay una ayuda a la producción como en otras actividades

-las decisiones que se tomen ahora deben ser consultadas, ya que afectan al país en los próximos 20 o 30 años

-es necesario construir una política agrícola de largo plazo, ya que los gobiernos cambian cada 3 años

-la agricultura está estancada, lo confirma el bajo nivel del IMAGRO en los últimos años

-los indicadores son claros, la producción es baja, los precios de los fertilizantes altos, la pobreza rural aumentó al 28%, el 70% de la población rural vive de la agricultura

-la producción agrícola se realiza con varios modelos asociativos, las cooperativas, micro y pequeñas empresas, que serían muy afectados

-la importancia de los aranceles para los países es indudable, representa la protección ante condiciones diversas del comercio y si estos se eliminan los precios de los productos no bajan, como se ha demostrado con el arroz

-la importancia de producir la comida ha quedado en evidencia, con el surgimiento de la pandemia, la crisis de los contenedores, la guerra en Ucrania y el aumento de los insumos agrícolas

-la importación de comida es un gran negocio para unos pocos, que en este caso se verían beneficiados con el aumento de las importaciones de los países de la AP.

-la AP es una unión aduanera de 4 países, que no garantiza que podremos exportar más productos, porque existen sistemas de protección fitosanitaria que estos aplican a nuestros productos

-con el ingreso a la AP, no será posible mantener las exclusiones existentes para algunos productos

El proceso de ingreso a la AP presenta varias falacias:

-que la mayoría del empleo agrícola está ligado a la agroexportación, también la agricultura familiar genera una alta cantidad de empleos

-la producción de alimentos no será destruida por la importación, si no que la importación es complementaria

-los consumidores se ven favorecidos con la importación de alimentos, porque los precios tienden a bajar para los consumidores que más consumen alimentos.

Entre las conclusiones de Saénz se encuentran que la comida es perecedera por eso es estratégica para los países y que una vez que se quiebra la producción interna, es imposible recuperarla.

Así mismo, que la canasta básica quedará amarrada a las importaciones, que los precios de los alimentos nunca bajarán, el gobierno está destruyendo a los agricultores con los decretos de rebaja de los aranceles y que la integración a la AP traerá pobreza y descapitalización de los productores agrícolas.

El dirigente campesino Guido Vargas, en su exposición recordó la visión del agrónomo don José Calvo, que decía que, si existiera la libertad de mercado, pero en realidad el mercado es administrado, por lo que los países deben mantener y proteger la seguridad alimentaria de la población.

Indicó también que, si somos competitivos en algunos productos, pero no frente a los subsidios que aplican algunos países, y que por eso en los tratados bilaterales se negocian asimetrías.

Dice que el gobierno pretende que entremos a competir con los países de la AP, pero se pregunta: ¿Dónde está el negocio de la AP? ¿Para quién es el negocio?

Recuerda que las organizaciones han insistido en una agenda de competitividad y de reactivación económica de la agricultura, pero pregunta: ¿Dónde quedó esa agenda? “No la hemos visto”, afirma.

Manifiesta Guido, que las políticas se hacen sin consultar a los agricultores, solo se las envían para que las conozcan, pero los agricultores deben participar en las negociaciones para que “la cancha se empareje para todos” y que así ha sido en el caso de la integración a la AP que el gobierno mantiene en su agenda.

Reitera que mantener la seguridad alimentaria es una obligación, por la comida y el abrigo son esenciales y ahora con la importación de alimentos, lo que se podría dar es un oligopolio de esta actividad, lo que será perjudicial para los productores.

La diputada Kattia Cambronero, comentó que el sector agropecuario no tiene un modelo de desarrollo efectivo, como si lo tienen otras actividades, ni tampoco un modelo desarrollo territorial, pues esta actividad está en abandono.

Recuerda que el 73% de la población rural vive del agro y que el agro genera más de 270 mil, pero no tiene condiciones diferenciadas para su desarrollo, como créditos, comercialización favorable y más bien funciona con altos costos y tiene problemas en el uso de los agroquímicos y se pregunta además cuál es la política de desarrollo tecnológico del MAG?

Señala la diputada, que debemos seguir produciendo lo que consumimos y que por el contrario hay que desarrollar mejor los mercados locales y resolver el tema de los seguros de cosechas, el que disponen en otros países y aquí no se ha logrado con el INS.

Agrega que no tenemos claridad de cómo podría el país ingresar a la AP ni de cuál sería el potencial para hacerlo. Indica que antes hay que resolver problemas de competitividad, mientras el sector está en franca caída y no tiene el apoyo técnico y financiero necesario, ni es capaz de enfrentar el cambio climático, ni de disminuir la desigualdad existente en las zonas rurales.

La asesora Gabriela Víquez, apuntó una serie de problemas que caracterizan al sector, como:

-el sector tiene débiles instituciones, como el MAG y no se ha pensado en la especialización

-existe un fuerte contrabando de productos agrícolas, además de permisos de importación que afectan a los productores, como pen el caso de la cebolla que abunda en el mercado

-hay contaminación por el excesivo y mal uso de agroquímicos

-la extensión agrícola está en manos de las empresas comercializadoras de insumos

-existen altos costos y elevadas cargas sociales

-no tenemos un seguro de cosechas que proteja la producción y la inversión

-los márgenes de comercialización son elevados

-hay una débil unidad de defensa comercial en el MEIC, por lo que el sector está en estado de indefensión

-es necesario analizar cada uno de los TLCs y sus implicaciones para las actividades productivas

-no hay una verdadera política pública para el sector agropecuario

-recordó que la alimentación es un contrato social entre los gobiernos y los ciudadanos.

Ante la situación mencionada, Víquez afirmó que la AP es una “piedra más”, que va a traer ruina a los agricultores y a la mano de obra agrícola. Se pregunta: ¿Que le dirá a su padre productor agrícola y a su sobrino que quisiera ser agricultor, con respecto al futuro de la actividad agrícola?

Finalmente, el Rector de la UNA, Francisco González, efectuó la clausura del foro, expresando el deseo de la Universidad de aportar al diálogo sobre la temática de la integración de Costa Rica a la Alianza del Pacífico y para que se elabore una política agropecuaria adecuada e integral en conjunto con todos los actores sociales.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

La labor del Ministerio de Agricultura y Ganadería: un panorama incierto y poco alentador para el sector y los productores agropecuarios

German Masís

Con motivo de la celebración del día del Agricultor en la comunidad de Zarcero, el Ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal, en presencia del Presidente de la República y de algunos agricultores de la zona, expuso las actividades que ésta Administración está impulsando en el sector agropecuario, las que en lugar de generar buenas expectativas hacia el mejoramiento del sector, provocan cierta incertidumbre sobre la labor del Ministerio y sobre las expectativas de apoyo a la pequeña producción familiar.

El joven Ministro, para el que su función no será más que un trabajo que el Gobierno le ha encomendado y en el que no importa mucho el conocimiento que tenga del sector y los desafíos que plantea una actividad esencial para más de 200 mil productores que se debaten entre la sobrevivencia y la necesidad de mejorar las condiciones productivas, se enfrenta a una realidad agrícola afectada por las políticas que desde hace casi 4 décadas desmantelaron el apoyo estatal a la producción agroalimentaria, concebida como una actividad marginal dentro del modelo de desarrollo orientado a la producción de servicios y a la exportación.

Con las manifestaciones del Ministro, parece continuar el desmantelamiento y la desprotección de la producción agroalimentaria, que en los países desarrollados es una actividad estratégica y que es protegida con ayudas y subsidios por tratarse de la alimentación de la población, información que las Autoridades del sector deben conocer.

Entre los desvíos de su visión sobre la actividad agropecuaria y sobre los productores agrícolas, el Ministro, menciona que “queremos que el agricultor sea un empresario agrícola”, sin importar la actividad a que se dedica, la zona donde se ubica y los recursos de que dispone, desconociendo la diversidad de las actividades, el tipo de unidad de producción, el lugar donde se encuentra y la heterogeneidad de los productores; entonces todos deben ser empresarios agrícolas olvidando la poca asistencia que reciben del Estado.

Ya el Ministro había, mostrado su particular perspectiva sobre los productores agrícolas, cuando señaló con motivo de los decretos de la Ruta del arroz, que “para éstos solo hay una opción viable, recibir un subsidio mientras se fortalecen como sector y se hagan más competitivos, o cambiarse a otro cultivo, es un tema de decisión de cada quién, ya tienen las reglas claras”, dijo. (ElObservador,com,27-32023)

En el marco de esa estrecha visión, sobre la actividad y los productores, el Ministro expuso entre las acciones institucionales que está ejecutando el MAG, para mejorar sus procesos productivos, se efectúa “una reestructuración de personal en la institución, con el fin de ahorrar presupuesto y dirigirlo hacia procesos más eficientes, rápidos, y económicos, y a la vez brindar apoyo a los agricultores”.

No mencionó el Jerarca, sobre que bases y con fundamento en que evaluación de la labor de las áreas de trabajo y el escaso personal existente se realiza la reestructuración, luego de la movilidad laboral del gobierno de Figueres Olsen y de la salida progresiva del personal por jubilación que se ha dado en los últimos años, lo que ha reducido considerablemente el recurso técnico disponible y que no ha podido ser sustituido por el congelamiento de plazas en los sucesivos gobiernos.

Sin obviar la evidente contradicción, entre ahorrar presupuesto, lograr procesos más eficientes con escaso personal técnico y brindar apoyo a los productores, por lo que cabría preguntarse si es posible esa mezcla de propósitos.

Entre las principales acciones institucionales que se están ejecutando, el Ministro señaló que “estamos en la restructuración de tecnologías de información para reestructurar la información y llegar a lo digital, dentro de esa trasformación digital estamos haciendo algo para tener expedientes digitales, entonces cuando un técnico visita a un productor generará una calificación del producto”, (Según éste), todas estas reestructuraciones nos permiten reducir retrocesos y personal de sedes administrativas para ubicarlo en fincas”.

Ese es el gran desarrollo tecnológico que el MAG está impulsando, ligado a las tecnologías de información, es decir digitalizar todos los procesos y tener expedientes digitales, para presuntamente liberar personal técnico para la labor de asistencia técnica en las fincas, nuevamente cabe preguntarse será eso suficiente para mejorar la asesoría técnica a los productores.

Agrega el Ministro, “tenemos una dirección clara, ayudarle a los agricultores, queremos organizaciones más sencillas, más llanas y más tecnológicas”, si esa es la prioridad de la gestión actual, dónde quedan las necesidades de los productores y el mejoramiento de las tecnologías de producción para el desarrollo de los sistemas productivos más sostenibles?

Sin embargo, las acciones mencionadas aún no son las más preocupantes, lo más inquietante y fuera de lugar, es su visión sobre la extensión y la investigación agrícola, cuando afirma que “no hay asistencia técnica, la asistencia técnica se basa en el cuidado del animal, en investigación es muy curioso, tenemos una estación experimental los Diamantes, que mide 700 hectáreas, no hay ni un solo veterinario, es una finca modelo para lo que no hay que hacer”. (ElMundo.cr,17-5-2023)

Debido a que no hay asistencia técnica o que ésta es inadecuada y a que las entidades de investigación no hacen lo que debieran, “lo que estamos haciendo es reacomodar el personal”, simplemente eso, nuevamente no se sabe bajo que lineamientos se está realizando ese reacomodo.

Como si no fuera suficiente, lo más grave es la concepción de la extensión agrícola, que ha sido reducida a la capacitación y que ésta debe ser impartida por el INA, para lo que “el año pasado firmamos una directriz para generar una sinergia con el INA, que tiene presupuesto para capacitaciones, la idea es que el INA brinde un espacio para capacitar a los agricultores; queremos que el agricultor sea un empresario agrícola, para eso tiene que tener un curso de administración, de tecnología, esa es la capacitación que el INA nos va ayudar a hacer”.

No sólo el Ministro parece desconocer el verdadero papel y la importancia de la extensión, en el intercambio y transferencia tecnológica agricultor-técnico en el mejoramiento de sus sistemas de producción, si no que además desconoce que hace varios años se había impulsado una propuesta para promover las nuevas competencias de la extensión rural frente al recambio generacional en el MAG, que significaba una transformación de la extensión frente a las nuevas demandas del productor rural y del cambio climático.

En esa línea de los argumentos ligeros sobre la actividad agropecuaria y los productores que se dedican a ésta, según el Ministro “los agricultores hacen esfuerzos en sacar muchos productos al mercado, que son sumamente contaminantes y que además no tienen registros, son productos que han estado sin control y sin estudios de nada y están en el mercado”(ElMundo.cr,17-5-2023), grave afirmación que cuestiona la calidad de los productos que los agricultores comercializan en los mercados y desconoce el esfuerzo que los agricultores han hecho a través de los años para ofrecer a los consumidores alimentos sanos e inocuos.

En su presentación del día del agricultor, el jerarca terminó exponiendo que “el panorama inicial es complicado, de abandono y de falta de políticas públicas claras y dirigidas en pro del sector agropecuario»(pero que) ahora tenemos una visión clara del sector agropecuario que queremos: un sector competitivo, eficiente y sostenible. Aún falta muchísimo camino, pero vamos a buen paso; porque lo que prometimos, lo cumplimos”. (MAG.com,noticias,15-5-2023)

Resulta difícil comprender si efectivamente las nuevas Autoridades del MAG tienen una visión clara del sector agropecuario, pero la participación del Ministro, lejos de contribuir a la comprensión de las orientaciones del Ministerio en este período, deja una gran incertidumbre sobre los objetivos sectoriales de la actual Administración y sobre la pertinencia de las acciones que están ejecutando.

A diferencia del inicio de otros Gobiernos, en los que se esperaba dimensionar si la labor que proponían realmente favorecería la producción agropecuaria nacional y en especial a la pequeña y mediana producción agroalimentaria para el mercado interno, en esta oportunidad en las políticas y la acción institucional mencionadas, se vislumbran serias amenazas hacia un mayor debilitamiento de la institucionalidad y el deterioro del apoyo y la asistencia al sector tradicionalmente abandonado de la actividad agropecuaria: la producción familiar de alimentos.

 

Imagen ilustrativa.

Organizaciones del sector agropecuario se oponen al proyecto de jornadas laborales excepcionales

Comunicado

Organizaciones del sector agropecuario que representan a los pequeños y medianos productores y al sector campesino, se oponen al proyecto de ley que busca actualizar las jornadas laborales excepcionales.

El proyecto de ley no favorecería al sector agropecuario, ya que sus procesos de producción no son continuos y las actividades en el campo agrícola tienen una natural y lógica dependencia de la luz solar.

Las organizaciones Corporación Hortícola Nacional (CHN), Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPA Nacional), Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses (UNAG) y Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV), en representación del sector agrícola de los pequeños y medianos productores y del sector campesino, manifiestan su rechazo total al proyecto de ley “Reforma a los artículos 136, 142, 144 y 145 del Código de Trabajo, para actualizar las jornadas de trabajo excepcionales y resguardar los derechos de las personas trabajadoras”.

Asimismo, solicitan a la Asamblea Legislativa, el rechazo a dicho proyecto de ley, contenido en el Expediente Legislativo 21.182.

El proyecto de ley arriba mencionado, va en detrimento de la vida familiar, especialmente de las mujeres que, por lo general, se encargan del cuido de las personas adultas mayores, de las personas con discapacidad y del acompañamiento de sus hijos, ya que únicamente tendrían tres días para atender estas responsabilidades.

Este proyecto de ley no favorecerá al sector agrícola, ya que sus procesos de producción no son continuos y las actividades en el campo agrícola, tienen una natural y lógica dependencia de la luz solar. Por otro lado, el proyecto generaría un mayor desempleo en el sector agropecuario ya que la contratación de 24 horas laborales se podría hacer con dos personas trabajando doce horas en vez de tres personas trabajando 8 horas. Finalmente, en el ámbito social las buenas prácticas agrícolas toman muy en cuenta el bienestar del trabajador en el campo, no sólo en el adecuado uso de los implementos, sino también en su bienestar físico y el de su entorno familiar. Este esfuerzo se vería comprometido si es considerada otra forma horaria de trabajo.

Con este tipo de legislación, las brechas sociales y económicas se hacen cada vez más grandes, a la vez que se estaría retrocediendo en temas de derechos laborales y garantías irrenunciables, que hemos logrado desde los acuerdos y convenios internacionales con la OIT, derechos fundamentales amparados en nuestra Constitución Política.

Somos seres humanos y no máquinas: el descanso no se recupera con jornadas extensas por lo que se afecta la salud, que es un derecho fundamental amparado en el artículo 21 de nuestra Constitución Política.

Buen Vivir Costa Rica apoya las demandas campesinas por justicia social y justicia ambiental

El pasado 29 de marzo de 2023, Buen Vivir Costa Rica asistió a la manifestación nacional agropecuaria y campesina convocada por diversos sectores, entre ellos, el sector agropecuario costarricense.

“Yo apoyo a las mujeres productoras”, fue una las consignas en rótulos que cargaba una manifestante.

Otro ciudadano preguntó: “Chaves (Rodrigo Chaves) ¿Qué vamos a comer, cemento y varilla en menosprecio del ambiente y el patrimonio arqueológico?”.

“Exigimos el NO a la Alianza del Pacífico, para proteger los intereses de los agricultores costarricenses”, fue otra de las demandas escritas en un cartel en dicha manifestación.

Entre consignas de defensa a los productores nacionales y en favor de la seguridad alimentaria, la marcha fue una fiesta cívica en la cual diversas organizaciones y personas de todo el país manifestaron su descontento con las políticas públicas del Gobierno en torno al sector agropecuario.

Si desea ver el vídeo puede acceder al siguiente enlace:

 

Información compartida con SURCOS por Édison Valverde Araya.

Los fariseos y el chop suey

Carlos Campos Rojas

Me hice presente el pasado miércoles 29 de marzo a la convocatoria agrícola. El compañero Oviedo con su convicción campesina, junto a Jaime en su férrea decisión de ser respetado como productor, unidos a otros dirigentes, se destacaron en el esfuerzo.

La marcha propició el encuentro de los que hace rato se desencontraron, concretamente desde 1982 en la administración Monge, cuando el FMI vino a cobrar venganza, pues Carazo los había expulsado del país por venir a exigir que se cerraran los presupuestos sociales, la salud, la educación pública y la agricultura.

Desde adentro les dijeron: “esperen, ya vienen las elecciones”, los nuevos filibusteros prepararon el terreno, Oscar Arias -cuyo capital familiar se hizo en la agricultura-, despreciaba la actividad, se anteponían las nuevas oportunidades inmobiliarias y financieras, por lo que consolidó el trabajo. Los enfrentamientos que, desde Guácimo, Guatuso y Upala propiciaron los maiceros, fueron ejemplares. El pueblo de Costa Rica se sumó incondicionalmente cuando por primera y única vez, se tomó la Catedral ante el ataque despiadado de la policía el 17 de setiembre de 1986. El problema era tan profundo, que hasta la oligarquía agraria -que todavía existía- hizo alianza sólida junto a los maiceros, pero el esfuerzo no fue suficiente, los intereses económicos, políticos y gremiales firmaron pactos en Palacio -incluso la iglesia- a cambio de darle la espalda al conflicto agrario y apoyar a Arias.

Arias logró detener la lucha, cuando acusó de manera infame al movimiento de ser terroristas financiados por Libia. La “prensa canalla” le apoyó. Fue gracias a un sistema de justica que todavía gozaba de credibilidad, quien los desmintió. Llegando a establecer condenas por difamación.

El principio ideológico en debate era sencillo: o defendíamos la soberanía alimentaria o nos volvíamos dependientes de las importaciones.

El malinchismo siempre nos ha acompañado. De inmediato, la academia -INCAE y universidades públicas- como cuerpo institucional -salvo contadas excepciones de personas académicas decentes- se abocó a destruir ideológicamente la lucha, dándole “sustento tórico” a la propuesta arista: la seguridad alimentaria. Se criminalizó la soberanía alimentaria y ser productor de granos básicos, “por inviable y atentatoria del bienestar del consumidor que tendría alimentos más baratos”. Solo los “países ricos” tenían derecho a mantener subsidios a sus agricultores. En nuestro caso, las tareas agrícolas quedaban relegada a los perdedores y los nicaragüenses.

Fue ahí donde nació la destrucción del sector agrícola como lo conocimos, lleno de labriegos sencillos, campesinos honrados, con apego a la tierra, llenando de valores nuestra patria, al fin y al cabo, ellos de la mano de Juanito Mora y el General Cañas -fusilados miserablemente después-, demostraron su hidalguía, logrando derrotar por primera vez en la historia de América, los intereses imperialistas de Estados Unidos. Ayer Pedro me enseñó que “hoy en las redes sociales, ningún héroe es agricultor”.

En la marcha del miércoles, una pequeña delegación liberacionista, desfilaba con camiseta verde y blanco donde decía cínicamente “sin agricultores no hay comida”. Por la prensa el rector de la UCR dejaba claro que los agricultores fueran a la burbuja de la U a reunirse con Ciencias Agrarias, como si el problema fuera tan simple.

La marcha fue un éxito social, en el sentido del encuentro. La esperanza que quedó sembrada, es que, sin miedo, se manifestó que había que volver a la Soberanía Alimentaria, a pesar del fariseísmo, traiciones y boicots a que nos tienen acostumbrados los dirigentes gremiales y políticos -esta vez no fue la excepción-, pues algunos previamente habían estado en Palacio. Hay que pasar de las peticiones, quejas y denuncias, para resolver la ausencia de propuestas estratégicas, incluyendo la organización a futuro.

Para cerrar el día, el Presidente -muy mal aconsejado y recién llegado de los disturbios de Francia-, dijo con enojo, que aquello fue un “chop suey”, por el revoltijo social que se hizo presente -olvidándose él y sus asesores-, que también -al mejor estilo costarricense-, fue un “chop suey” el que lo llevó con esperanza de unidad nacional, a ser presidente de manera inesperada y eso no es delito.

Porque la unidad y el diálogo se construyen desde el respeto a los mayores disensos.

Lo preocupante, fue su llamado al diálogo a través de la consulta ciudadana, usando para ello la página del MAG y emitir ahí nuestras opiniones. Este instrumento “progre” -que él no inventó- aplaudido e instalado en las administraciones anteriores, ha servido para usurpar la participación ciudadana, violando el principio Constitucional que establece el Art. 9, de que la ciudadanía debe intervenir directamente en la toma de decisiones.

No podemos perder tiempo, debemos apropiarnos del diálogo y la propuesta, asumirnos como una ciudadanía responsable, de intervenir en la toma de decisiones, comportarnos como El Soberano.

El Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros se pone a la orden para organizarnos y recuperar lo que nos pertenece, iremos donde nos convoquen, quedamos a la espera de que nos contacten en el celular 8769 8714

Miles marchan contra Alianza del Pacífico

Foto: Frank Ulloa

Un primer aviso

Fuerzas sociales diversas se unieron en defensa de la producción nacional y el rechazo a la integración a la Alianza del Pacífico.

Gerardo Castillo

El miércoles 29 miles de personas marcharon por las calles de San José para mostrar su repudio al proyecto del gobierno de incorporar al país a la alianza integrada por México, Colombia, Perú y Chile.

“La Alianza del Pacífico atenta contra la producción agropecuaria de Costa Rica, menos agricultores, menos comida, más miseria para muchos”. “No a la Alianza, sí a la producción nacional”, se leía en algunos carteles.

Los agricultores recibieron el acompañamiento de partidos políticos, agrupaciones sindicales, estudiantes, la iglesia católica, lo que demuestra que el tema tiene la fuerza necesaria para superar divisiones e intereses.

Altos costos de los insumos; dificultades de financiamiento; tratados de libre comercio que ponen en peligro la sobrevivencia de los pequeños y medianos agricultores son algunos de los puntos que resaltaron los campesinos movilizados.

La denuncia de fondo es que la Alianza del Pacífico arruinará a los productores nacionales que hasta ahora han sobrevivido, más aún en un contexto de crecimiento de la pobreza, que afecta a un tercio de la población.

Esta marcha es un primer aviso y nuevas movilizaciones están en preparación.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/un-primer-aviso/

Al señor presidente de la República, con el respeto debido…

Mainier Barboza

Mainier Barboza Soto
Coordinador Movimiento Patriótico por Costa Rica

Señor presidente:

Este miércoles 29 de marzo de 2023 se realizó una marcha convocada por el sector del agro costarricense, con la presencia muy numerosa de los arroceros pequeños y medios, que como usted sabe la pasan mal; debería darse la vueltita a la zona de esta gente de la tierra y palpar la realidad por cuenta propia; digo esto porque se siente en sus acciones, su discurso, en su tono de voz y sus gestos, mucha intolerancia; misma que muchas veces raya en el irrespeto al pueblo trabajador y a los que participamos de otras organizaciones del sector público, cultura, mujeres, estudiantes, que para su conocimiento, el sector agrario fue directamente a las organizaciones sociales, sindicales y otras a cursar invitación, de manera que marchamos como costarricenses que conocemos las necesidades de nuestros agricultores, lo mismo que la crisis actual del modelo económico.

En una sociedad bajo el marco del sistema capitalista, la democracia no es solo representativa, es participativa, además, debe prevalecer la justicia distributiva, la cultura gregaria, la ética, conceptos y principios que se extraen entre otros de Adam Smith (Teoría de los Sentimientos Morales). El sistema está integrado de tal forma que todos participamos del proceso de producción, para el caso de la agricultura, los productos van al mercado (vendedores y compradores), serán para el consumo; toda la población entra en la cadena, ¿cierto, señor Presidente? En el intercambio, no toda la sociedad comprará, depende de su capacidad de ingreso, pero todos participan, aquí, entonces, mi pregunta: Si soy parte de la cadena de producción y soy académico, por ejemplo o empleado público, ¿por qué tengo que saber cosechar «rábanos o culantros»? Es la conciencia como miembro de la sociedad la que me mueve a ser solidario con otras personas.

La interpretación de la acción social, es deber de los políticos analizarla, con objetividad, a la luz de la realidad y, con mayor razón, los gobiernos, como el que a usted señor Presidente, el voto popular, lo eligió. «Lo cortés no quita lo valiente».

De usted con las consideraciones debidas:

«No es esperes a que te toque el turno de hablar: escucha de veras y serás diferente». Sir Charles Chaplin…

Rector de la UCR: Carta abierta a las y los costarricenses

“…desde hace varios años existe una desprotección estatal al sector agropecuario y, como universidad pública al servicio del país, no podemos ignorarlo”.

Costarricenses:

Hace más de cien años, como país. decidimos apostar por modernizar el sector agropecuario como un eje fundamental del desarrollo nacional. Este interés antecede la creación de la propia Universidad de Costa Rica, ya que desde 1914 comenzamos a invertir en instituciones que fortalezcan su quehacer, apoyen a las personas productoras y aseguren la calidad de lo que producimos.

La Universidad de Costa Rica, a través de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, tres estaciones experimentales, siete centros y un instituto de investigación, ha impulsado por décadas este desarrollo. De hecho, el Centro de Investigaciones Agronómicas fue el primero fundado en la Institución en 1955. Actualmente, en esta área del conocimiento tenemos tres revistas científicas de prestigio internacional y más de doscientos cuarenta y seis proyectos de investigación activos, incluyendo mejoramiento de cultivos, adaptación del agro al cambio climático y producción de insumos agrícolas amigables con el ambiente.

Sin embargo, desde hace varios años existe una desprotección estatal al sector agropecuario y, como universidad pública al servicio del país, no podemos ignorarlo. El conocimiento técnico y científico continúa siendo trascendental, pero ya no es suficiente para rescatar un sector cada vez más olvidado.

Claro que en la Universidad de Costa Rica sabemos sembrar, por décadas lo hemos hecho. Sembramos desarrollo, sembramos justicia social y sembramos innovación. Veinte jefes de Estado han visto estos resultados y, con nuestras diferencias, han sabido reconocer el valor de la universidad pública. Nuestra autonomía nos permite tener una visión a largo plazo, que no se restringe por los vaivenes de gobiernos que duran cuatro años. Nos permite preparar al país para lo imprevisible.

Una vez más, ponemos el potencial de la Universidad de Costa Rica a disposición del pueblo costarricense.

Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 30 de marzo de 2023.

Gustavo Gutiérrez Espeleta
Rector UCR

Imagen: Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Sector agrícola envía cartas al presidente de la República y al arzobispo de San José

SURCOS comparte las cartas que José Oviedo, secretario general de la Unión Nacional de Productores Costarricenses le envió este 29 de marzo al presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, y al arzobispo de San José, José Rafael Quirós Quirós. En ellas se expone la urgencia de rescatar la soberanía alimentaria y de reconocer que el pueblo soberano no es un concepto solamente para elegir cada cuatro años.

San José, 29 de marzo de 2023

Dr. Rodrigo Chaves Robles,
Presidente,
República de Costa Rica.

Estimado Señor Presidente:

Esta mañana al salir de nuestras casas hemos abrazado a nuestros seres queridos, dejando atrás nuestros pueblos y los surcos en la tierra que esperan los primeros aguaceros para que la semilla generosa germine.

Hoy guardamos nuestros instrumentos de labranza e interrumpimos nuestras faenas, para unir nuestras voces de compatriotas, que se sienten amenazados ante la incertidumbre de un horizonte lleno de nubarrones y peligros inminentes.

Don Rodrigo hace muchos años como sociedad costarricense, después de la Guerra del 48, decidimos, para unirnos en un destino común de solidaridad y de justicia social, forjar de las armas que nos dividían, los arados.

Muchos gobernantes, amantes de la patria, pensaron en extender su mano amiga para el campesino pobre y la pequeña empresa familiar, con la finalidad que brotara de la tierra, para todos, los frijoles, el arroz y las milpas generosas para las tortillas de nuestros hijos e hijas.  Nació entonces el Consejo Nacional de Producción para defender del voraz comercializador, a los más pequeños y humildes productores agropecuarios, asegurando la compra de sus cosechas y para que no se permitiera que fueran presa de las leyes “ciegas” del mercado, de oferta y demanda.  Así, el modelo permitió dar seguridad alimentaria al consumidor, la comercialización de los productos y mantener las fuentes de empleo agropecuarias.

Contábamos con un proyecto país más solidario y con políticas públicas en favor de los grandes, medianos y pequeños productores nacionales. Muchos pobres campesinos vimos con orgullo graduarse en las Universidades Públicas a nuestros hijos e hijas.  Y en el quirófano de la Caja salvar la vida de un ser amado o estrenar casa del INVU, o ver correr a nuestros niños que se peleaban por contestar el teléfono recién puesto por el ICE, o poder leer de noche en nuestras casas porque llegó la electricidad a nuestros pueblos lejanos. La construcción de caminos vecinales permitió sacar de las montañas nuestros productos y se construyeron muchas escuelas y colegios.

 Bien lo dijo el historiador: “no sabemos para dónde vamos, si no sabemos de dónde venimos”.

Ahora se nos dice que esta globalizada la economía, que es más rentable comprar a países productores sus excedentes de cosechas, que producir en nuestros suelos.  Por políticas públicas, se ha reducido las áreas de siembra de frijol y de arroz. Se incrementó los monocultivos de la piña, el banano y otros productos de empresas nacionales y extranjeras para colocar las cosechas en mercados internacionales.

Nos han dicho que ese mercado global tiene sus leyes, que sobrevive el más fuerte, porque cambiaron la solidaridad y la cooperación por la competencia, donde hay ganadores y perdedores. Se acrecentó entonces la separación de pocos ricos muy ricos y muchos pobres muy pobres. La economía solidaria del cooperativismo se desestimuló y han ido desapareciendo muchos agricultores.

Don Rodrigo, ante esta realidad de política económica y economía de mercado, hoy estamos levantando nuestra voz desde el derecho constitucional, tutelado en el artículo 9 de nuestra Carta Magna, que nos permite manifestarnos como ciudadanos en una democracia no solo representativa, mediante la cual un grupo de votantes confió en usted el presente y el futuro para la gobernanza de nuestro país; sino, también, levantando nuestras voces en una democracia participativa para decirle que no estamos de acuerdo con las políticas públicas que amenazan a nuestro sector agropecuario, a muchos sectores que se han hecho presentes en estas calles josefinas hoy, y otros muchos más, que por su precariedad económica no han podido venir.

 Necesitamos gobernantes atentos al clamor del pueblo y que recuerden el pacto social costarricense antes de escuchar las voces de los intereses del capital mundial o las entidades financieras internacionales o los grupos nacionales de poder económico o todos los anteriores juntos.

Queremos hacer resonar en primera instancia nuestra petición de diálogo. Creemos en el diálogo y queremos dialogar, necesitamos ser escuchados para resolver nuestras diferencias como sociedad bajo el cielo blanco de la paz social.

Don Rodrigo, nos sentimos amenazados, no es justo que la ruta del arroz, enriquezca a unos pocos con billetes de papel, que no se comen, y que se pueden acumular para que las ratas hagan sus nidos.

 Estamos en un momento crítico de la humanidad donde no hay seguridad de un mundo mejor, por las amenazas de las guerras; el cambio climático; el futuro de los migrantes y refugiados; la caída de algunos bancos y la crisis del sistema financiero internacional, la escasez del recurso hídrico y otras condicionantes.

Por eso, don Rodrigo le preguntamos: ¿Usted nos puede dar certeza que nuestros hijos e hijas, contarán con el arroz y los frijoles, cuando eventualmente no lleguen los excedentes de los países productores y exportadores de esos granos?

Nuestra gran verdad es que urge seguir sembrando y cosechando lo que soberanamente nuestra población necesite para alimentarse.

Por eso, nuestros clamores se unen en una sola voz, queremos como costarricenses dialogar.

Hablemos respecto a las amenazas que sentimos ante un posible tratado comercial con la Alianza del Pacífico; la frecuente importación masiva de carne porcina y bovina; el desmantelamiento del estado democrático, social y de derecho, que ha permitido la convivencia pacífica de las últimas décadas.

Nos preocupa la estrategia de su Gobierno de debilitar instituciones como la Caja Costarricense del Seguro Social, el ICE, nuestras Universidades Públicas, el Consejo Nacional de Producción, FANAL, RECOPE, el Banco de Costa Rica, el INS, y otras muchas entidades estatales más.

Nos preocupa que los salarios de los trabajadores, se hayan estancado respecto al índice de inflación, reflejado en los precios de la canasta básica.

Nos preocupa que entidades financieras internacionales manden en nuestra casa. Que hayamos perdido soberanía, autodeterminación y libertad para construir nuestro propio presente y futuro.

Nos preocupa que muchas comunidades rurales se queden esperando la construcción del edificio de su EBAIS, para una atención primaria de salud de calidad, ante la interrupción del portafolio de inversión en infraestructura de la Caja.

Nos preocupa el casi abandono del Estado a programas sociales de vivienda, el desfinanciamiento a instituciones que velan por la niñez y nuestros adultos mayores y otros proyectos de bienestar social, en favor de sectores vulnerables y empobrecidos.

Don Rodrigo, no faltará quien diga, ¿por qué los productores agropecuarios se refieren a tantos aspectos de la agenda nacional?  Nuestra respuesta clara y respetuosa es, porque urge articular y construir el entramado del tejido social que se está perdiendo.  Consideramos que la parte afecta al todo y el todo afecta a la parte.

La vinculación integral dará solución efectiva a los problemas que afrontamos como sociedad, para el desarrollo económico, social, cultural, educativo, ambiental y otros.

Los sectores sociales hemos considerado que no se vale que nos dividan y hoy hemos querido manifestar que estamos presentes estudiantes universitarios, educadores, trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, productores agrícolas, empleados públicos y costarricenses, para decirle: queremos dialogar.

En fe de lo anterior, le hemos pedido al Señor Arzobispo de San José, Monseñor José Rafael Quirós Quirós, traslade esta misiva hasta su despacho. Tenemos la mayor disposición al diálogo efectivo y fructífero, en bien de todo el país.

Queremos que nuestro amado país comprenda que nuestra vocación es cultivar la paz con nuestro trabajo digno.

Don Rodrigo, no dilate el tiempo, estamos cansados de algunos políticos de turno, con falsas promesas y vacíos discursos, con palabras bonitas que se las lleva el viento y golpean en la cara de la dignidad de los costarricenses honrados.

Aquí y ahora, seguimos creyendo que es posible un futuro mejor, bajo nuestra bandera tricolor, para que siga resonando: “vivan siempre el trabajo y la paz”, y así, en familia comer el pan de cada día con “Gallo Pinto”, natilla y el mejor café del mundo.

Don Rodrigo quedamos a la espera de su respuesta, señale día, lugar y horario. Construyamos juntos la agenda, hablemos de la metodología, los contenidos, y otros aspectos. Reiteramos, instale mesas de trabajo y busquemos soluciones conjuntas, empecemos con el sector agropecuario.  Si así actúa, quedaremos muy agradecidos todos los aquí presentes y los que firmamos esta petición.

Señor Presidente dese la oportunidad de gobernar con armonía y sabiduría, para el bienestar del noble pueblo costarricense.

José María Oviedo Chaves
Cédula 105060146
Secretario General, Unión Nacional de Productores Costarricenses

(UNAG), oviedochavesjose@gmail.com, tel.8721-4616

Cc:
Mons. José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano de San José, Costa Rica.


San José, 29 de marzo de 2023

Mons. José Rafael Quirós Quirós,
Arzobispo Metropolitano de San José,
Iglesia Católica.

Estimado Señor Arzobispo:

Recién hemos leído la misiva dirigida al señor Presidente de la República, don Rodrigo Chaves Robles, aquí al costado Norte de la Catedral Metropolitana.

Esta mañana el pueblo soberano, tutelado en la Constitución Política de la República de Costa Rica en su artículo 9, ha salido a las calles para manifestar que quiere ser oído y necesita dialogar. No en un diálogo vacío, sino efectivo y eficaz.

No estamos de acuerdo que se nos considere el soberano sólo para elegir a nuestros gobernantes en las urnas electorales cada cuatro años, sino que venimos a pedir cuentas y fiscalizar lo que la administración Chaves Robles está ejecutando.

 Hemos salido de nuestros hogares para expresar que somos ciudadanos en una democracia participativa y que nuestras voces deben ser escuchadas. Recordemos que el significado de la palabra democracia es el poder del pueblo.

 Nuestro clamor es por una sociedad más justa y equitativa, tal como la soñaron nuestros antepasados que empuñaron las armas en el 48, para provocar un cambio en favor del bien común y el fortalecimiento de un Estado Social de Derecho, desde un pacto social.

Cuando invitamos al señor Presidente al diálogo, precisamente es en los términos del Papa Francisco: “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo ‘dialogar’” (Fratelli Tutti, 198).  En el mismo sentido sigue diciendo Francisco: “El auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses legítimos” (Fratelli Tutti, 203).

En ese espíritu para la construcción de una cultura de encuentro y diálogo, hemos dirigido hoy nuestra misiva a don Rodrigo Chaves Robles. Hemos pedido que, como compatriotas, hablemos, nos escuchemos, negociemos, instalemos mesas de trabajo, porque estamos convencidos que gobernar no es imponer, sino, buscar el mayor bien para la mayoría de este pueblo noble y trabajador.

La presencia de tantos sectores de nuestra sociedad, con agendas diversas, es el signo visible del gran malestar que la mayoría de costarricenses encontramos por políticas públicas en beneficio de unos pocos o por la ausencia de éstas políticas para el bienestar de todos los aquí representados.

Esta marcha que escribe una página en la historia democrática de nuestro país, es una oportunidad para construir la paz social. Y ha sido organizada por productores agropecuarios, que nos sentimos amenazados por la posible incorporación de Costa Rica al bloque de la Alianza del Pacífico; la falta de políticas públicas en la promoción de la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria que beneficie a productores, comercializadores y consumidores; la falta de atención del Estado para generar empleo y reactivar la economía de nuestro sector agropecuario; el desmantelamiento de instituciones insignes para nuestro desarrollo productivo como el MAG, CNP, y otros; la “ruta del arroz” que se convirtió en un “canto de sirena” en beneficio de un minúsculo grupo importador; la falta de financiamiento de la banca nacional, para nuestras campesinas y pequeños agricultores, que dejaron de ser sujetos de crédito y muchos de ellos han sido  despojados por sus deudas de sus terrenos para sembrar y su vivienda familiar.  En general nos encontramos con un sector agropecuario en crisis, con incertidumbre y empobrecido.

Monseñor José Rafael, otros grandes temas, tensiones y amenazas ciernen nuestros campos y nuestro mundo rural.

Usted tiene sus orígenes en Los Ángeles de Llano Grande de Cartago. Sabemos que ha sembrado la tierra fértil de las faldas del Volcán Irazú y como joven le correspondió trabajar la tierra y cosechar las papas del surco generoso familiar, muchas veces bajo la tensión de la producción y los precios de mercado. Por eso comprenderá nuestra situación apremiante.

Monseñor José Rafael, por su investidura como Arzobispo de San José, le solicitamos respetuosamente que sea el portador de la carta adjunta dirigida al Presidente de la República, dónde expresamos nuestro sentir y demandamos que nos escuche mediante un diálogo patriótico y constructivo.

Usted se preguntará, ¿por qué no entregan la carta directamente a don Rodrigo Chaves?

Porque necesitamos un garante y testigo de honor, que de fe de nuestra actitud patriótica para dialogar y resolver nuestras diferencias por la vía pacífica.

Esta página de los movimientos sociales no solo la escribe el sector agropecuario, sino que se unen las voces de los cooperativistas, las mujeres trabajadoras en sus casas, campesinas e indígenas, las y los universitarios, el sector sindical; los ciudadanos defensores de la Caja Costarricense del Seguro Social, de la Educación Pública, del ambiente, del recurso hídrico; empleados públicos y privados, y otros muchos que queremos decir no a la desigualdad social y pobreza, no al desmantelamiento del Estado Social, Democrático y de Derecho.

En espera de la respuesta formal del Señor Presidente a nuestra petitoria, agradecemos la atención a nuestra respetuosa solicitud y el ejercicio de sus buenos oficios para que la voz de costarricenses y patriotas amantes de la paz y la justicia social sea escuchada. Porque, “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!” (Isaías 52,7).

Muchas gracias.

José Oviedo Chaves
Cédula 105060146
Secretario General, Unión Nacional de Productores Costarricenses

(UNAG), oviedochavesjose@gmail.com, tel.8721-4616

Cc:
Dr. Rodrigo Alberto Chaves Robles, Presidente de la República de Costa Rica.
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