Ante el desplome del dólar
Freddy Pacheco León
Al bajar el valor del dólar con respecto al colón, se tienen diversas consecuencias. Una, las pérdidas que sufre el sector agroexportador, como el cafetalero, que cada vez recibe menos colones por kilo de café exportado, mientras los gastos alrededor de su actividad se mantienen estables o al alza. Todas las otras exportaciones lo sufren en similar sentido, lo que provoca presiones para que los salarios se congelen, o disminuya el empleo.
Otra, el sector turismo en general. Los hoteles, que en su gran mayoría son muy pequeños, están recibiendo dólares devaluados, mientras que la operación de todas las actividades de hospedaje, pagadas en colones, son cada día más difíciles de cubrir. Problema que, asimismo, se extiende a todas las actividades vinculadas al sector turismo, principal fuente de empleo y de divisas de Costa Rica.
Aunque hay quienes aseguran que las importaciones salen más baratas y, por ende, se venden a precios menores, la realidad no confirma ese deseo. Con excepción de los combustibles que importa y distribuye Recope, el mercado de artículos esenciales, como los alimentos y el vestido, por ejemplo, mantienen sus precios altos, por lo cual, el pueblo no está ganando nada con un colón fuerte.
Son solo dos ejemplos de lo que está sucediendo en lo inmediato. Asimismo, cabe preguntarse sobre EL ORIGEN de esa «catarata de dólares», que induce incluso a pensar en que se podría estar dando un coletazo, imprevisto, del movimiento de capitales que realiza el narcotráfico internacional. Esa posibilidad (de la que solo se habla en corrillos) también está latente, pues una mayor productividad de la nación (que no es cierta) no parece ser la causa del actual fenómeno.