Skip to main content

Etiqueta: Usaid

Exposición «¿Tsunamis en Costa Rica? Décimo aniversario del SINAMOT»

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad Nacional y USAID se complacen en invitarle a la inauguración de la exposición ¿Tsunamis en Costa Rica? Décimo aniversario del SINAMOT.

La inauguración se realizará el jueves 2 de mayo a las 2:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional y se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional  https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

La exposición estará abierta al público, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 6:00 p.m., del 2 al 29 de mayo.

ONGs con disfraces

Mg. José A. Amesty Rivera

El Instituto de Raza, Igualdad y Derechos Humanos, con sus siglas en inglés (International Institute on Race, Equality and Human Rigths), es una ONG con caretas de Organización Defensora de los Derechos Humanos, que desde hace décadas ha venido apoyando la subversión en Cuba.

Por ejemplo, recientemente este Instituto, el 17 de marzo de 2024, a raíz de las manifestaciones en Santiago de Cuba, reiteró que el gobierno cubano viola de forma sistemática los derechos humanos de quienes residen en la Isla.4

Según un ex representante anónimo de la USAID, Raza, Igualdad y DDHH es financiado por la Usaid y utilizado como pantalla de la CIA.

La USAID es la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) fue creada en 1961, con la intención de ampliar el “Plan Marshall” a los países estratégicos del mundo, canalizando sus políticas para, impedir que las fuerzas comunistas, (que se fortalecieron al derrotar al fascismo en la Segunda Guerra Mundial), tomasen el poder, y, abrir nuevos mercados a las empresas de EEUU.

A su vez, la USAID facilita a la CIA «plantar sus hombres en las policías de los países estratégicos de todo el mundo», afirma el ex corresponsal de New York Times AJ Langguth. De hecho, el presupuesto de USAID, en parte, es el financiamiento oculto de las agencias de inteligencia de EEUU.

También, la CIA Agencia Central de Inteligencia siglas en inglés, es una entidad independiente del Gobierno de Estados Unidos, encargada de la recopilación, análisis y uso de información y servicios de inteligencia, para asistir al presidente del país y sus asesores, en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad nacional. La CIA se creó en 1947, y, por un lado, proporciona información al gobierno estadounidense, y por otro, tiene que subvertir al «enemigo», es decir, a quien el presidente o la CIA definieran como tal, utilizando una amplia gama de medidas: asesinatos, golpes de Estado, organización de disturbios, armamento de insurgentes y otros medios.

En el caso de Cuba, y otros países latinoamericanos Usaid provoca protestas populares contra los gobiernos que repudia, bajo la bandera de «Promoción de la democracia», no en balde ha sido expulsada de Rusia, de los países del ALBA (Bolivia, Cuba, Ecuador, Dominica, Nicaragua y Venezuela) y de Burkina Faso.

Recordemos, por ejemplo, que Usaid, a través de la OTI, La Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica, introdujo en Cuba en 2010, un sistema de mensajería similar a Twitter llamado ZunZuneo. Mientras recopilaba los datos personales de cientos de miles de usuarios a través de sus móviles, pretendía organizar disidencias en la red y también en las calles.

Volviendo a Raza, Igualdad y DDHH, esta se inserta con instituciones reconocidas por el gobierno cubano, así como de países de América Latina. El Instituto tiene trabajo en, Brasil, Colombia, Cuba, Honduras, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana. A su vez, tiene espacios de incidencia en, OEA, ONU, Unión Europea, y en el Programa Regional Latinoamericano, Consorcio Latinoamericano de Derechos Humanos.

En el tema de Cuba, la ONG pretende, por un lado, identificar personas relacionadas con el gobierno cubano, o en cualquier esfera donde incidan organizaciones no gubernamentales reconocidas por el país, con posiciones reformistas o susceptibles a ser influenciados, y en segundo plano, intentan crear relaciones con estas instituciones no gubernamentales, replicando experiencias de golpes suaves en países de Latinoamérica,  influyendo en estas personas, que, según ellos, están al habla con el gobierno cubano.

Recientemente, se ha filtrado que Raza, igualdad y DDHH, pretende utilizar al Ministerio de Cultura y el Archivo General de República Dominicana, para que actúe como Coordinador de los intercambios con contrapartes cubanas, en eventos financiados y dirigidos por Raza y Equidad.

Raza y Equidad, radicada en Washington, en este esquema desarrollará un evento del 11 al 21 de abril de este año, sobre los temas de Equidad y Diversidad en Santo Domingo.

Para ello, las contrapartes cubanas presentes serán: la «Fundación Nicolás Guillen» y el «Centro de Intercambio y Referencia de Iniciativa Comunitaria» CIERIC.

La Fundación Nicolás Guillén es una organización jurídica autónoma, con fines culturales, de carácter particular y utilidad pública, sin ánimo de lucro, con patrimonio y personalidad propios, creada en 1991 bajo los auspicios de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la familia del poeta.

El CIERIC es un centro de carácter asociativo, sin fines de lucro, fundado el 23 de octubre de 1991. Vinculado a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, autónomo en cuanto al manejo institucional, la gestión económica y la administración de recursos.

El evento, en Santo Domingo, está previsto para desarrollarse en un formato de talleres, con el propósito de debatir sobre discriminación Afro-LGBTQ+.

Los invitados cubanos compartirán sus experiencias y a la vez recibirán capacitación de la representación de Raza e Igualdad en República Dominicana.

Este evento es financiado por el Fondo Suizo para el Desarrollo (COSUDE) con la participación de otras ONG como Diversidad Dominicana y el Observatorio Dominicano para los Derechos Humanos.

El COSUDE es la agencia del gobierno suizo, para la cooperación al desarrollo. Es el mayor donante de Helvetas, otra ONG, y ha sido un socio significativo durante sesenta años. Con su contribución al programa, la COSUDE apoya los proyectos de Helvetas que también requieren ser financiados mediante donaciones.

La ONG Diversidad Dominicana, su objeto es trabajar y promocionar los derechos de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI) en la República Dominicana; lograr el posicionamiento del tema en la región; e incidir por el respeto de los derechos LGBTI en la República Dominicana y en las Américas.

El Observatorio de Derechos Humanos de Grupos Vulnerabilizados de la República Dominicana, es una plataforma donde personas y organizaciones abocadas a la defensa de los derechos civiles pueden reportar casos de violaciones de derechos humanos de grupos vulnerables o marginados.

Es de resaltar que la ONG Raza, Equidad y DDHH, ha estado presente en Costa Rica, dictando talleres y cursos contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia. A su vez, esta ONG ha firmado denuncias sobre la situación de derechos humanos en Venezuela. En ambos casos, con la misma tónica de inmiscuirse solapadamente en estos países, fomentando y buscando cualquier oportunidad para subvertir el orden en ellos.

Finalmente, la estrategia de la Institución Raza y Equidad, es ocultar las acciones contra Cuba y crear una red de apoyo en el sector Afro-LGBTQ+, que puedan utilizar para presionar un cambio de régimen, siguiendo instrucciones de la USAID o la embajada norteamericana, cuando se tengan las condiciones objetivas y subjetivas en el plan de golpe suave de la administración Biden para Cuba.

También, cursos-talleres similares se han realizado en Trinidad y Tobago utilizando otras temáticas.

Resulta llamativo y abusivo que este Instituto, utilice a instituciones gubernamentales de un país pacífico como República Dominicana, donde existe un amplio mercado del turismo y servicios, para manipular a funcionarios de organizaciones foráneas.

El director ejecutivo de Raza y Equidad, es Carlos Quesada, quien frecuentemente realiza acciones contra Cuba, que van desde montar shows mediáticos en la ONU, hasta financiar mercenarios en la isla.

Obispo. Patriota Bolivariano — 1 abril, 2024. 

La izquierda y la situación en Nicaragua – Una deuda latinoamericana

Gilberto Lopes

Marzo 2023

Un informe del subcontratista Chemonics International Inc. para la USAID evalúa el resultado de diversos programas desarrollados en Nicaragua entre abril de 2013 y febrero del 2018 (el informe puede ser visto aquí: https://chemonics.com/wp-content/uploads/2018/10/FinalReport.pdf)

En sus 61 páginas se definen objetivos y resultados de los diversos programas de apoyo a 17 organizaciones de la sociedad civil nicaragüense.

Entre los objetivos del programa estaba el fortalecimiento de la capacidad de esas organizaciones “para mejor defender las demandas de los ciudadanos mediante el proyecto de promoción de las capacidades de la sociedad civil”.

Se trataba de proporcionar a la USAID información útil para que organizaciones clave –que ya recibían recursos de la USAID para actividades que el proyecto llama de “democracia y gobernabilidad”–, pudieran lograr de mejor manera sus objetivos comunes.

Se pretendía incrementar la capacidad de las ONGs para concientizar y movilizar a los ciudadanos; “incrementar la capacidad de coordinación de las ONGs y de los individuos, del sector privado y de los medios para promover la concientización, la defensa y el activismo”.

El proyecto se orientó a fortalecer las capacidades de comunicación, creando especialmente para eso “herramientas de medios digitales”.

Ya veríamos después el contenido de esas campañas de concientización y de activismo. El documento especifica algunas organizaciones beneficiarias, la realización de talleres con periodistas y grupos de derechos humanos, particularmente importantes para lo que califica de “desafiante contexto político” nicaragüense.

Los participantes “aprendieron a encriptar información en sus teléfonos celulares, computadoras y otros equipos para prevenir ataques cibernéticos y la manipulación de sus aparatos de comunicación o sitios web con información importante para los nicaragüenses”.

Los recursos del programa otorgaron también a las ONGs una mayor capacidad para “plantear reivindicaciones y desarrollar acciones específicas de reivindicaciones”.

Una interferencia multimillonaria

El documento al que hacemos referencia no es el único sobre las actividades de la AID en Nicaragua. En la página de la USAID (https://www.usaid.gov/nicaragua/history) se puede leer que “el gobierno de los Estados Unidos ha proporcionado cerca de 2,5 mil millones de dólares en asistencia al desarrollo a Nicaragua, principalmente mediante la AID”, desde su establecimiento, en 1962.

De acuerdo con su estrategia actual –cuya definición puede ser vista en internet–, la USAID “provee entrenamiento y asistencia técnica para organizaciones de la sociedad civil sobre los estándares internacionales y las mejores prácticas para reivindicar efectivamente las prácticas democráticas y los derechos humanos”.

De los 2,5 mil millones de dólares que la agencia invirtió en Nicaragua, 507 millones fueron empleados en “esfuerzos de estabilización de la economía, para enfrentar la creciente inflación, y el pago de deudas con instituciones multilaterales”, además de 36,3 millones invertidos “en programas de generación de empleo” en los años 90.

Hay que recordar que el 25 de abril de 1990 asumió la presidente Violeta Barrios de Chamorro, electa después de años de guerra organizada y financiada por Estados Unidos contra el gobierno sandinista.

Celebradas en medio del caos provocado por la intervención militar, con la economía afectada por las sanciones económicas, los sandinistas no tenían posibilidades de triunfo, si consideramos, además, que el gobierno norteamericano había prometido continuar con la guerra si eso ocurría.

En resumen, Estados Unidos dedicó millones de dólares para combatir la revolución sandinista en los años 80’s, para provocar el caos en su economía, incluyendo los recursos del escándalo conocido como “Irán-contras”, para aportar después otros millones para apoyar los planes de reconstrucción de sus aliados.

¿Cómo no reconocer la responsabilidad de Estados Unidos en el caos económico creado en Nicaragua, que luego pretendió resolver con los poco más de 540 millones de dólares, que se revelaron insuficientes para reordenar la economía del país, como ha quedado en evidencia si vemos los resultados 30 años después de esa intervención?

Los especiales intereses en un posible canal interoceánico por Nicaragua, en competencia con el de Panamá, hizo de las intervenciones militares norteamericanas en Nicaragua una política habitual. Como consecuencia, la resistencia a esa intervención adquirió particular relevancia con la rebelión del general Sandino, asesinado en febrero de 1934 por las fuerzas políticas y militares nicaragüenses instaladas en el poder por Washington.

Desde entonces, la política nicaragüense es incapaz de encontrar un escenario donde sandinistas y antisandinistas puedan enfrentarse, sin que la intervención norteamericana desequilibre lo que debería ser una “normal” disputa política sobre diferentes visiones del país.

La masiva intervención de los años 80’s dio origen a una nueva etapa política, en la que sandinismo y antisandinismo, desdibujados, han buscado reacomodarse y sobrevivir; haciendo que el sandinismo se dividiera; que Ortega asumiera el poder en sucesivas elecciones, con la oposición cada vez más acorralada; hasta desembocar en las protestas de 2018 y la represión que la siguió.

La división del sandinismo ocurrida en el período posterior a la derrota electoral de febrero de 1990 es uno de los acontecimientos que contribuyó al desarrollo del actual orden político en el país. La prisión, exilio, expropiación, retiro de la nacionalidad de destacados líderes de la revolución sandinista de los años 80 solo puede ser visto como el fracaso de un proceso que entonces logró aglutinar una voluntad mayoritaria en apoyo al proceso revolucionario.

Conociendo los programas y los recursos puestos a disposición de la oposición por la AID, revisando sus objetivos y el periodo de desarrollo de esos programas (2013-2018), pensar que las protestas de abril del 2018 fueron una rebelión espontánea es, por lo menos, una ingenuidad.

La oposición salió a derrocar el gobierno y el gobierno respondió matando y encarcelando a los opositores. Como en otros lugares del mundo, otro Maidán, otra revolución de colores, generó una confrontación que un desarrollo sin esas interferencias quizás pudiese haberse evitado.

El aire refrescante de América Latina

Es en ese contexto que la oposición nicaragüense desarrolla una intensa campaña para minar el apoyo de la “izquierda” latinoamericana a Ortega. Esa campaña –titulada “La izquierda latinoamericana de espaldas a la dictadura”– es organizada por medios digitales de la oposición nicaragüense.

Una campaña de esa naturaleza podría ofrecer a la izquierda latinoamericana una alternativa al gobierno de Ortega. Pero se limita a argumentar que el gobierno de Ortega no es “de izquierda”. Sería lógico pensar entonces que la “izquierda” está en la oposición. Pero no es así.

Dada la desarticulación de la oposición, a su imposibilidad de organizarse al interior del país debido a la represión del gobierno, esa oposición se define o se aglutina tras el objetivo de deponer el gobierno. Pero es prácticamente imposible encontrar una explícita visión de país que pretenden construir, el orden económico que pretenden organizar, desde su visión del escenario internacional.

En esas condiciones, una manera de vislumbrar el carácter político de esa oposición es revisar las posiciones de los candidatos presidenciales opositores en las pasadas elecciones, todos ellos encarcelados y luego extraditados y expropiados por Ortega. Un verdadero caos, aplicado con una crueldad inaceptable. En esa oposición no hay nada que se pueda calificar como de “izquierda”, como la campaña mediática pudiera sugerir.

La “izquierda” latinoamericana está atrapada en este juego. Entre los que apoyan a Ortega a rajatabla y los que consideran impensable cualquier apoyo a su gobierno, un casi desaparecido atajo ha ido quedando oculto por el bosque. Un atajo que nos lleva a la casa centroamericana, donde hace falta abrir dos ventanas: una para que salga el aire sofocante de Washington. Otra, para que entre el aire refrescante de América Latina.

Nuevas realidades

Hace 45 años era impensable que América Latina pudiera extender sus intereses a una región sometida desde hace más de un siglo a la influencia e intereses norteamericanos, nacidos no solo de la cercanía geográfica sino, principalmente, de una ubicación estratégica, capaz de facilitar el tránsito entre el Atlántico y el Pacífico.

Hoy, no solo la situación es distinta, sino que está en rápido y profundo cambio. En el nuevo orden mundial una mayor presencia política latinoamericana en la región parece posible y necesaria. Preguntado por la situación en Nicaragua, el presidente brasileño, Lula, dijo no estar muy informado. Ya no parece una respuesta razonable.

Es inaceptable la política norteamericana de sanciones unilaterales contra países latinoamericanos, cuya principal expresión es la impuesta por más de 60 años a Cuba, pese al rechazo prácticamente unánime, año tras año, de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Sería del todo inconveniente para América Latina ver un gobierno nicaragüense que, en caso de triunfo de la oposición, se sumase a esa política de sanciones de Washington contra países de la región. Pero la oposición nicaragüense no habla públicamente de esas cosas, aunque lo hace en privado.

Así como importantes sectores de la izquierda latinoamericana se sienten incómodos con la situación de Nicaragua, la oposición evita cuidadosamente definirse en el escenario político, que algunos de sus representantes prefieren explicar diciendo que ya no existe ni izquierda ni derecha. Naturalmente, los sectores más conservadores, que encabezan la oposición, se sienten cómodos en la derecha.

El caos centroamericano

Está claro que el siglo de intervención norteamericana no es ajeno a la incapacidad de organización política de los países centroamericanos. Tampoco es ajeno a su pobreza y desigualdad económica, fundamento de la riqueza de viejos magnates norteamericanos, bien descritos por el ensayista costarricense Vicente Sáenz en sus libros, ya en la primera mitad del siglo pasado.

Costa Rica es la excepción en ese caos. Pero eso tiene una explicación. Desde mi punto de vista se debió a la obra de un político notable, José Figueres, el mismo que, a fines de los años 40 abolió el ejército nacional (cosa constantemente recordada por políticos y académicos), pero que hizo algo todavía más importante: nacionalizó la banca. Eso fue la clave para que el país contara con recursos para atender la demanda de su población de mejor manera que otros países de la región y pudiera organizar un orden político y administrativo que respondiera de mejor forma a esas necesidades.

Es cierto, sin embargo, que desde principios de los años 80, cuando en el mundo se abría paso el modelo neoliberal y trataban de convencernos de que no había alternativa, un gobierno que se reivindicaba como de la misma línea de Figueres dio comienza a un proceso de privatizaciones que, con recursos de la AID, apuntó, en primer lugar, a la banca nacionalizada. En los 40 años siguientes, ese mismo partido (el socialdemócrata Liberación Nacional) consolidó el camino neoliberal, incluyendo una campaña para la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos basada en una estrategia conocida como el “Memorando del miedo”. Hoy, el país también siente que ha perdido su rumbo, que un cierto orden, sustentado por un Estado preocupado por la vida de sus ciudadanos, ha ido, poco a poco, a mordiscos, siendo desarmado.

La deuda latinoamericana

Si el factor desequilibrante de la política en los países centroamericanos, en particular en Nicaragua, es la intervención norteamericana, es cierto que la ausencia latinoamericana no solo ha dejado a disposición de Washington todo el escenario, sino que ha privado de otras opciones a los sectores políticos nicaragüenses que no se sienten cómodos con el actual escenario.

El nuevo gobierno brasileño ha optado por no sumarse a condenas interesadas, al uso abusivo del tema de los “derechos humanos”, transformados en instrumento político gracias a disposiciones a las que Washington nunca adhirió, concebidas especialmente para poner a pelear a los latinoamericanos. El gobierno brasileño ha expresado su desacuerdo con medidas como la extradición, la expropiación y el retiro de la nacionalidad a líderes opositores, pero ha querido dejar abierta una puerta el diálogo. No es suficiente la propuesta de una política alternativa cuyos resultados solo se verán a mediano, o largo plazo. Hay una situación en desarrollo que requiere atención más urgente.

El cambio de gobierno en Brasil, en Colombia, la posición de López Obrador, en México, o de Alberto Fernández, en Argentina, son una base importante para la coordinación de esas políticas. Hace falta que los partidos políticos del Sur estén presentes en Centroamérica.

Una derecha muy conservadora, la de Piñera y Macri, de Calderón, y Fox, de Aznar y Rajoy se ha reunido para fortalecer “la libertad y la democracia” en la región.

Es inconcebible que políticos latinoamericanos puedan reunirse con colegas como el español Aznar, precisamente cuando se cumplen 20 años de la invasión de Irak, que justificó jurando tener evidencias de las armas de destrucción masiva en poder de Sadam Husein (sus afirmaciones en la época pueden ser vistas aquí: https://www.facebook.com/watch/?v=1100473373617333). Con sus aliados, tiene la destrucción de un país y centenares de miles de muertos a su haber.

Es esa gente es la que se propone defender “la libertad y la democracia” en la región. Para enfrentarlos hay que proponer una visión distinta y organizar una alternativa que responda a los intereses latinoamericanos.

FIN

Ni Revoluciones de Colores, Ni Golpes Blandos en Cuba

Lic. José A. Amesty R.v

Oficialmente la desestabilización contra Cuba, por parte de EEUU, inicia el 3 de febrero de 1962, mediante la orden ejecutiva No. 3447, impuesta por el presidente John F. Kennedy. Pero ya desde 1959, el gobierno de Eisenhower, ya había tomado medidas para restringir el comercio entre USA y Cuba, afectando las finanzas de ésta última.

Ya conocemos, que este asedio se ha materializado afectando la vida diaria de Cuba: cortes de electricidad en las principales ciudades del país y en los horarios de mayor demanda, escasez de alimentos, afectación al transporte público a trabajadores y sociedad en general, entre otras calamidades, que en general, son agresiones políticas, económicas, financieras, comerciales, tecnológicas, entre muchas otras. Un embargo total a Cuba.

Por supuesto, la injerencia ha afectado al sector de las comunicaciones y la informática, incluidas las telecomunicaciones. Esta política aberrante gringa constituye el principal impedimento al flujo de información, y al más amplio acceso a Internet y a las tecnologías de la información por parte de los cubanos, al dificultar y encarecer la conectividad en el país, condicionar el acceso a las plataformas y tecnologías, y utilizar el ciberespacio para subvertir el sistema político y jurídico cubano.

Los daños económicos ocasionados al sistema de las comunicaciones, durante el período de abril de 2018 a marzo de 2019 se estiman en más de 55 millones de dólares. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) continúa siendo la entidad con mayor afectación, registrando aproximadamente el 98% del monto total de los perjuicios.

Uno de los principales brazos interventores en Cuba heroica, ha sido la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID, quien con el tiempo ha cambiado su papel de “asistencia económica”, a vulgar ladrona de cientos de millones de dólares, o desviados de ruta para: preparación de agentes locales, compra de supuestos periodistas y otros profesionales, subvención de grupos mercenarios, envío de propaganda ilícita, para cambiar mentes y poder financiar a los opositores al gobierno cubano, pasando por trabajo político encubierto. Y por supuesto, seguir apoyando el bloqueo económico contra la isla heroica.

Estemos atentos al cambiante mundo de la USAID, CIA, entre otras, que cambian cual camaleón, para enmascarar sus propósitos expresos de USA, quien los financia y no le importa sus métodos, para hacer colapsar la Revolución en Cuba. El enemigo no descansa, tampoco nosotros debemos descansar, para consolidar un mundo más justo y fraterno.

No es de extrañar, el papel de estos brazos gringos en la isla, en los últimos días, con la farsa de San Isidro.

Ya que sabemos que, el Buró del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, lanzó una convocatoria, para que las organizaciones dedicadas al negocio de promover la subversión en Cuba, presenten propuestas para crear una nueva generación de líderes independientes cubanos, llamado “líderes emergentes cubanos”, que tengan la capacidad de trabajar para transformar la sociedad cubana, desde adentro, promoviendo un desmontaje de los principios, valores y prácticas socialistas.

Este proyecto subversivo ya está en pleno desarrollo, las organizaciones que fueron beneficiadas con el presupuesto, ya están desplegando sus recursos para cautivar, engañar y manipular a determinados jóvenes cubanos que, en términos prácticos, le ofrecerán ser mercenarios al servicio de una potencia extranjera.

Fácilmente, la creación de grupos de este tipo, es factible de controlar, ya que normalmente caen en una especie de club único, proclive a autoproclamarse como los preferidos para tal fin, creen que son los “elegidos” y cometen errores de autosuficiencia.

No obstante, debemos dejar claro que la Injerencia, es la intervención en un Estado Soberano, por uno o varios Estados u organizaciones internacionales, mediante la fuerza armada u otras medidas, y sin su consentimiento. Algunos sinónimos son introducir, entrometerse o inmiscuirse, violación, intervención, invasión, derrocamiento, otros.

El sentido de esta definición, siempre tiene una carga violenta, de destrucción, nunca de ayuda. Y esta ha sido la historia de los Estados Unidos de Norteamérica en América Latina, el mundo y por supuesto en Cuba.

La larga lucha que la sociedad cubana ha sufrido y resistido, durante los últimos sesenta años de Revolución Cubana, donde se promueve un sistema de valores como la solidaridad, la igualdad, la equidad y el bienestar común, ha sido un largo proceso de aprendizaje, costoso y muy traumante para el pueblo cubano.

Esta resistencia, que se ha adquirido con formación e ideología, se ha traducido en Resiliencia, que es la “capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro”. Así mismo, “en ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento”.

El concepto ha evolucionado, superando la concepción individualista, para transformarla en una actitud comunitaria, cultural, y como la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad, a pesar de los graves riesgos.

Estamos hablando entonces, en estos últimos días en Cuba solidaria, de una desestabilización multifacética del imperialismo, traducida entre otras armas, de una ciberguerra, concepto tan crucial que el Pentágono le dedica un comando especializado, así como los tiene para áreas geográficas. Y estamos hablando de una inversión multimillonaria, en la creación de numerosos medios e influencers digitales, con sus ejércitos de bots (es un software que sirve para comunicarse con el usuario, imitando un comportamiento humano, aunque a veces sea el de un humano de pocas palabras), que trasmiten contra la isla desde Estados Unidos.

En este sentido, el escritor cubano Abel Prieto, afirma que la mayoría de los que llegaron ante el Ministerio de Cultura Cubano, desde San Isidro, fueron impulsados a hacerlo por el ambiente creado en las redes. Este es el espacio virtual, utilizado ahora por USA, para subvertir el orden cubano, desestabilizando la armonía del país.

En general, y atendiendo al título de este breve artículo, las llamadas revoluciones de color, entran dentro de las estrategias de intervención silenciosa, que Estados Unidos, utiliza para derrocar a Gobiernos, que no comparten la visión estadounidense sobre la organización económica, política y militar de las naciones.

Así mismo, se denomina golpe de Estado blando, golpe suave, golpe encubierto o golpe no tradicional, al uso de un conjunto de técnicas no frontales y principalmente no violentas de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar a un gobierno y causar su caída, sin que parezca que ha sido consecuencia de la acción de otro poder.

La expresión ha sido atribuida al politólogo estadounidense Gene Sharp,​ quien, según Thierry Meyssan (periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha), “recibió el encargo de la CIA para conducir la aplicación práctica de su investigación teórica en China”, en 1989,​ y trabajó para Israel para “crear programas de entrenamiento para jóvenes activistas con el objetivo de organizar golpes”.​ En algunas ocasiones, el golpe de Estado blando, se relaciona con el llamado lawfare (guerra jurídica o guerra judicial), cuando la desestabilización o derrocamiento del gobierno se realiza mediante mecanismos aparentemente legales.

El autor Sharp, del ensayo titulado “De la dictadura a la democracia”, describe 198 métodos para derrocar gobiernos mediante “golpes suaves”, considera que la estrategia se puede ejecutar en cinco pasos:

  • La primera etapa es promover acciones no violentas para generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad, destacando entre ellas denuncias de corrupción, promoción de intrigas o divulgación de falsos rumores.
  • La segunda etapa consiste en desarrollar intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el gobierno en el poder.
  • La tercera etapa se centra en la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.
  • La cuarta etapa pasa por ejecutar operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno, creando un clima de «ingobernabilidad».
  • La quinta y última etapa tiene por objeto, forzar la renuncia del presidente de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Las primeras tres etapas, se ensayaron en San Isidro, y se han seguido experimentando posterior a la puesta en escena san isidrina, atentos y alertas.

En conclusión, la mejor defensa de la Revolución Cubana, sigue siendo la ofensiva audaz, creativa, oportuna y pertinente.

Entregan a Observatorio Cousteau base de datos sobre situación marino-costera en Centroamérica

Acceso a la información es una urgencia para sostenibilidad ambiental

Entregan a Observatorio Cousteau base de datos sobre situación marino-costera en Centroamérica
La información científica es necesaria para la sostenibilidad de los ecosistemas marino-costeros de la región frente a los efectos del cambio climático (foto Laura Rodríguez).

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

El Observatorio Cousteau para las Costas y Mares de Centroamérica (OCCA) pondrá a disposición de las autoridades políticas de los países de la región un conjunto de datos sobre la situación actual en esta materia, con el propósito de facilitar la creación de políticas públicas frente al embate del cambio climático.

La información está basada en un diagnóstico regional realizado por especialistas del Programa regional para el manejo de recursos acuáticos y alternativas económicas (Marea), de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).

La base de datos fue entregada oficialmente al coordinador del OCCA y director del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Álvaro Morales Ramírez, ante la presencia de autoridades de esta universidad, representantes de instituciones públicas y de los gobiernos de Estados Unidos y de Francia.

Esta estrategia es un “componente excelente en la búsqueda de un sistema regional integrado de información marino-costera que tanto urge en la región”, aseguró el académico. Agregó que para ello se requiere una política adecuada de gestión de la información que se origine por medio de la investigación y de las instituciones del Estado.

Entregan a Observatorio Cousteau base de datos sobre situación marino-costera en Centroamérica2
La entrega de la base de datos al Observatorio Cousteau se realizó el 26 de febrero en la sala de sesiones del Consejo Universitario de la UCR, con la presencia del rector de esta institución, Dr. Henning Jensen Pennington.

Los especialistas que asistieron a la actividad coincidieron en que una de las mayores limitaciones en el Istmo es el acceso al conocimiento y a la información científica para la toma de mejores decisiones políticas. Así lo destacó Diego Acosta, oficial del Centro Ambiental para Centroamérica y el Caribe del Departamento de Estado de Estados Unidos. “La ausencia de información representa un riesgo para el uso y la sostenibilidad de los recursos marino-costeros”, manifestó.

Igualmente, Fernando Mora Rodríguez, viceministro de Mares, Costas y Humedales, resaltó que la entrega de la base de datos “viene a acompañar esta necesidad en la región y el fortalecimiento de los centros de investigación en temas ambientales y marino-costeros”.

Mora se refirió a la importancia de una mayor articulación entre las naciones centroamericanas para lograr una región mucho más empoderada en cuanto al manejo de los datos.

Esta idea la reforzó el embajador de Francia en Costa Rica, Jean Baptiste Chauvin, para quien la base de datos posibilitará compartir información científica, social y económica sobre los impactos del cambio climático en sectores como la pesca y el turismo, de gran importancia en Centroamérica.

Entregan a Observatorio Cousteau base de datos sobre situación marino-costera en Centroamérica3
El Dr. Álvaro Morales, coordinador del Observatorio Cousteau, y el embajador de Francia, Jean Baptiste Chauvin insistieron en la necesidad de integrar los sectores de la academia y las instituciones para el trabajo conjunto en temas marino-costeros (foto Anel Kenjekeeva).

Dijo que “el próximo paso será la integración de una red en toda la región, para lo cual existe una estructura institucional que permite ir adelante para enfrentar tales desafíos”.

El Observatorio Cousteau, con sede en Costa Rica, está integrado por entes gubernamentales y universidades públicas de Centroamérica y Belice. Su objetivo es contribuir en la solución de problemas que afectan a los ecosistemas marinos y costeros, mediante el acopio y la sistematización de información científica, social y económica. Además, promueve la creación de una red de académicos e instituciones de la región.

En este esfuerzo cuenta con el apoyo del Instituto Francés para América Central (IFAC) y de la Embajada de Francia.

Entregan a Observatorio Cousteau base de datos sobre situación marino-costera en Centroamérica4
Néstor Windevoxhel, coordinador del Programa Marea de la Usaid, y Diego Acosta, oficial del Centro Ambiental para Centroamérica y el Caribe del Departamento de Estado de Estados Unidos, hicieron la entrega oficial de la base de datos al OCCA. A la izquierda observa el Dr. Juan José Alvarado, investigador del Cimar (foto Anel Kenjekeeva).

 

La base de datos

El representante de la Usaid informó que la estrategia entregada al OCCA recoge datos sobre las capacidades profesionales y humanas en relación con los temas marino-costeros, la existencia de infraestructura disponible para la investigación, laboratorios, publicaciones disponibles y los avances de los centros de investigación de cada país y a nivel regional.

Dijo que también documenta las prioridades individuales y regionales que fueron identificadas durante el estudio, en el cual participaron más de 180 personas de diversos sectores sociales y políticos.

“Ahora tenemos una guía basada en las necesidades de las autoridades, un diagnóstico liderado por la academia para impulsar la investigación científica en temas marino-costeros”, expresó Acosta.

Centroamérica es una de las regiones más vulnerables del planeta debido a los efectos del cambio climático. El 21% de su población vive y se desarrolla alrededor de las zonas costeras, según el diagnóstico.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/