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Etiqueta: violencia simbolica

UCR: Informe señala deuda de Costa Rica en comunicación con perspectiva de género

Académicas y sociedad civil denuncian discriminación en la forma en que se representa a las mujeres en los medios, así como en su participación laboral en este campo

La Ley de Control de Propaganda que regula el contenido publicitario en el país data de 1975 y presenta vacíos para lograr una regulación efectiva del contenido. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Aunque Costa Rica fue pionera en la región con la creación de la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres en el año 2007, el país carece hasta hoy de una normativa que vele por este tema en el ejercicio de los medios de comunicación.

Así lo evidencia el informe sombra que elaboraron representantes de la academia y la sociedad civil para valorar el cumplimiento del Estado costarricense en torno a la Plataforma de Acción de Beijing, que desde 1995 impulsa una agenda mundial a favor de las mujeres.

Los Estados deben efectuar cada año un informe que retrate el avance en los convenios internacionales que han suscrito y, frente a estos, surgen los informes sombra que realiza la sociedad civil para contrarrestar perspectivas y opiniones.

Esta iniciativa de rendición de cuentas en Costa Rica forma parte de la Alianza Global de Medios y Género (GAMAG por sus siglas en inglés), una red global integrada por personas e instituciones que velan por la igualdad de género en el mercado de la comunicación.

El informe presentado este año señala que, a diferencia de otras naciones centroamericanas, Costa Rica carece de leyes que contemplen la violencia simbólica contra las mujeres al momento en que son representadas en los diversos espacios de la comunicación.

Según la directora del Centro de Investigación en Comunicación (Cicom) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y una de las responsables del informe local, Yanet Martínez, la cobertura noticiosa es a menudo un espacio de violencia y discriminación para las mujeres.

Datos del Observatorio de Género y Medios (GEMA), aportados en el año 2015, evidenciaron que la presencia de las mujeres en las coberturas de los medios tradicionales es de solo un 25 % y en la comunicación en internet apenas alcanza el 37 %.

Martínez denunció que los medios de comunicación carecen de una perspectiva de género que les permita tomar conciencia de la importancia que tiene representar con paridad a los hombres y a las mujeres en su quehacer cotidiano.

“Tienden a reproducir estereotipos que colocan a las mujeres en lugares de subordinación, como víctimas y en condición de vulnerabilidad respecto a los hombres. Hay cuerpos sexualizados y tratamientos sexistas, muy pocas veces las mujeres aparecen como políticas, tomadoras de decisión o como fuente experta”, denunció la académica.

El informe también señala el contenido publicitario como un espacio de violencia simbólica, pues tal como ocurre en las coberturas noticiosas, la carencia de normativa en el país impide la sanción del contenido que agrede o discrimina a las mujeres.

La cobertura de los medios de comunicación tiende a reproducir estereotipos que colocan a las mujeres en lugares de subordinación, víctima y de vulnerabilidad respecto a los hombres. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El Observatorio de la Imagen de la Mujer en la Publicidad (OIMP) de la UCR recibió entre el año 2016 y 2018 un total de 178 denuncias ciudadanas respecto a malas prácticas publicitarias ejercidas por parte de 29.6 anunciantes cada año.

La coordinadora del OIMP y también responsable del informe, Camila Ordóñez, afirmó que la Ley de Control de Propaganda que regula el contenido publicitario en el país data de 1975 y presenta vacíos para lograr una regulación efectiva.

“Es una ley muy antigua que se limita a contenidos explícitamente sexuales o violentos, pero deja por fuera otras expresiones como los estereotipos y, al centrarse en publicidad comercial, omite la publicidad política, institucional y social”, explicó la experta.

Ordoñez manifestó que cuando un anunciante incurre en una falta, la Oficina de Control de Propaganda (OCP) puede solicitar el retiro del contenido, pero la normativa vigente impide que se establezcan sanciones económicas o medidas de reparación.

“Solo se suspende la publicidad y no hay sanciones adicionales cuando es una práctica reincidente, tampoco hay medidas reparatorias, como sí sucede en otros países donde al menos el anunciante debe emitir una disculpa pública”, enfatizó.

El escenario de violencia simbólica contra las mujeres retratado por el informe se completa al señalar ambientes de trabajo predominantemente masculinos, donde además de tratos sexistas, las profesionales encuentran limitaciones para acceder a puestos de liderazgo.

La representante de GEMA y también propulsora de esta iniciativa que vela por el cumplimiento del Estado costarricense frente a la Plataforma de Beijing, Vilma Peña, afirmó que la agenda de las mujeres carece de voluntad política para que tome el papel relevante que requiere en la sociedad.

“La violencia se ha normalizado, ya no es algo que preocupe y menos la violencia contra las mujeres, pero, además, a los medios de comunicación les conviene jugar con esa libertad y no tener que formar a sus mismos periodistas desde un enfoque de género”, dijo.

Peña aseguró que la situación descrita por el informe responde a un problema estructural tan grande que resulta imposible atenderlo desde una instancia o sector en particular. Por eso, “debe abordarse desde todas las aristas posibles, donde la participación civil tiene mucho que aportar”.

Las representantes del Cicom, el OIMP y GEMA impulsan diversas acciones desde sus campos de trabajo para responder a las necesidades evidenciadas por el informe sombra, pero enfatizan que la atención del tema demanda una articulación entre las instituciones públicas, la academia y las industrias de la comunicación.

 

Andrea Méndez Montero
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Estudiantes de la UCR trabajan para mitigar la violencia contra las mujeres

  • El foro “Violencia simbólica y medios de comunicación” se realizó en la comunidad ngöbe-buglé

Dos jóvenes de la comunidad ngöbe-buglé participan en una dinámica en la que representan el cuerpo de la mujer en un papel. Foto cortesía del proyecto de Acción Social «Comunicación social y comunidad: aprendizaje y acción para el cambio en procesos comunitarios» (ED-3341).

Con el propósito de visibilizar la violencia simbólica presente en los medios de comunicación y conocer los proyectos que la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolla para mitigar sus efectos en distintas poblaciones de mujeres, se llevó a cabo el foro «Violencia simbólica y medios de comunicación», en diciembre pasado.

Este espacio fue organizado por el proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) «Taller Virtual Sobre Derecho a la Comunicación» (TC-636) y el Programa Prácticas Culturales, Género y Comunicación, y contó con la presencia de más de 9 mujeres panelistas que, por medio de sus ponencias, dieron a conocer las formas de violación a los derechos humanos que se consolidan desde la comunicación y las políticas públicas.

Patricia Mora Castellanos, jerarca del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) e invitada especial de la actividad, expresó que “desde el Inamu sabemos que la violencia contra las mujeres no ocurre de manera aislada o casual, sino que responde a un marco cultural más amplio, que se expresan en ideologías, discursos, imágenes, ideas estereotipadas, actitudes y prejuicios, que a su vez, invisibilizan las relaciones desiguales de poder”.

Mora también agregó que es necesario el abordaje de 3 aspectos: el tratamiento que se da desde los medios de comunicación y las redes sociales a los casos de violencia contra las mujeres, los contenidos machistas y sexistas que permean la comunicación social, y la presencia y reproducción de discursos y prácticas posmachistas organizadas.

En este sentido, estudiantes del curso de Comunicación y Género, de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC), expusieron los esfuerzos realizados en materia de regulación a la publicidad sexista. “El objetivo de este proyecto es establecer una colaboración interinstitucional entre la Escuela, la Oficina de Control y Propaganda, el Observatorio de la Imagen de la Mujer en la Publicidad (CIEM), el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) y el Centro de Investigación en Comunicación (CICOM), en el área de publicidad no discriminatoria y con perspectiva de derechos humanos”, indicó Yanet Martínez Toledo, docente del curso.

En la foto, el equipo organizador de la actividad. El foro también contó con la participación de Vilma Peña, del Observatorio de Género y Medios Centroamericano (GEMA); Camila Ordóñez, del Observatorio de la Imagen de las Mujeres en la Publicidad (OIMP); Laura Chinchilla, investigadora de la tesis de maestría Parto Humanizado / Respetado, y Anna Matteucci, investigadora de la tesis Representaciones sociales de ciudadanía en la Revista Tambor. Foto cortesía del «Taller Virtual Sobre Derecho a la Comunicación» (TC-636).

Este proyecto se realiza en el entendido de que el aporte desde la comunicación es vital, pues formar profesionales con perspectiva inclusiva es un eje clave para que no se reproduzcan estereotipos de género en los productos comunicativos. Además, la iniciativa pretende actualizar la Ley 5811 que en este momento regula la publicidad en el país. “El trabajo está en el proceso inicial de mapeo de contexto y actores, pero esperamos continuar en el siguiente semestre, como parte de las actividades de la concentración de Comunicación Social”, agregó Martínez.

De la misma manera, desde el curso de Comunicación y Género, se trabaja en conjunto con las mujeres de la comunidad ngöbe de Sixaola, a partir del proyecto de Acción Social «Comunicación social y comunidad: aprendizaje y acción para el cambio en procesos comunitarios» (ED-3341). Este trabajo consiste en un proceso de acompañamiento y desarrollo de capacidades para reconocer la población y sus derechos como costarricenses.

Este poblamiento sufre de distintas violencias a causa de la falta de cedulación por ser indígenas transfronterizas, lo cual se traduce en la invisibilización total a la hora de generar políticas públicas, el poco acceso a servicios básicos de salud y educación, y una constante explotación laboral. Tal panorama ha afectado de manera particular a las mujeres, ya que –aunado a las violencias anteriores– no poseen posibilidades de empleo y eso se refleja en una grave situación de dependencia económica; por tanto, ellas mismas han decidido buscar maneras de organizarse y emprender.

Los objetivos del proyecto se centran en facilitar la interpretación de los pasos para formar una asociación, colaborar con el desarrollo de talleres de empoderamiento y brindar acompañamiento a dos grupos específicos en la comunidad que trabajan desde la temática de gestión cultural y desarrollo productivo.

Amanda Murillo González, expositora y estudiante del curso, menciona que “las mujeres ngöbe ya han buscado por sus propios medios formas para organizarse y construir una red de apoyo que funcione como proyecto productivo. Sin embargo, nuestro acercamiento nos ha permitido darnos cuenta de que muchas veces el proceso de formar una asociación es centralizado y creemos que ahí radica la importancia del trabajo en conjunto con nosotras”. Además, agregó que consideran que su “labor también está en facilitar espacios de encuentro y en llevar talleres que ellas mismas nos han pedido para fortalecer sus destrezas, por ejemplo, para ayudarles con el tema de hablar en público”.

 

Natalia Odio González

Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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