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Etiqueta: violencia

8m Día Internacional de la Mujer: ¡ni una menos, vivas nos queremos!

Movimiento de Trabajadores y Campesinos

Esta conmemoración, que no es celebración, se establece en el contexto del movimiento obrero del siglo XIX, donde se agudizan condiciones de injusticias de todo tipo en el mundo industrializado. La ONU la aprueba hasta después de 30 años (1975) del atroz crimen donde mueren calcinadas más de 100 mujeres obreras textileras, incluso menores de edad, de la fábrica Cotton, Nueva York, Estados Unidos, al ser encerradas cuando les incendian dicha fábrica donde se alzaban su voz en protesta exigiendo condiciones justas salariales y laborales sin discriminación de género. Violencia inaudita que impacta contra ellas, sus hijas, familiares y comunidades, en un contexto internacional de defensa de derechos laborales y por el derecho al voto.

Aunque esta atrocidad sucedió el 8 de marzo de 1857, después de 168 años, hoy 8M 2025 mujeres de todo el mundo seguimos siendo víctimas de Estados patriarcales, capitalistas y colonialistas que alimentan y sostienen los diferentes tipos de violencias que sufrimos por razones de género. El Estado perpetúa la impunidad contra todas las violencias que sufrimos a nivel físico, sexual, psicológica/emocional, patrimonial, económica, sociocultural, por nuestras opciones sexuales y muchas más.

Este año la ONU propuso la consigna “Para TODAS las mujeres y niñas: derechos, igualdad y empoderamiento”. No obstante, para el MTC, hablar de defensa de derechos por una vida libre de violencia, de discriminación e injusticias, implica hablar de la violencia estructural desde una perspectiva política ideológica coherente con los intereses y necesidades de los pueblos.

¡Ni una menos, vivas nos queremos!

En Costa Rica ha aumentado el porcentaje de femicidios en más de un 190% del año 2022. Estamos viviendo un retroceso en nuestras garantías y derechos para vivir con verdadera justicia social y sin discriminaciones de ningún tipo, en especial por género. Esta situación alarmante que vivimos se agudiza al contar con un presidente como Chaves, quien, acompañado de políticos y sectores cómplices, y medios de comunicación capitalistas/empresariales, recrudece sus actitudes, lenguaje machista, acciones y mecanismos de discriminación y agresión despojando a las mujeres de nuestros derechos, en la ciudad, el campo y territorios indígenas. En esta línea dan continuidad a los gobiernos anteriores históricamente de derecha, atenta aún más contra las familias y comunidades de menos recursos, desmantelando instituciones y programas sociales logrados gracias a luchas y conquistas sociales. De igual manera, niega las condiciones objetivas y reales para poder tener acceso las mujeres al pleno ejercicio de derechos, dentro y fuera del hogar.

Denunciamos la reciente decisión de eliminar el Programa de Afectividad y Sexualidad Integral, que se impartía desde el 2018, que provee de herramientas a las niñas y jóvenes a favor de su autocuidado y de una vida libre de violencias de género. Así mismo, la intención de imponer un proyecto para endurecer penas por aborto, amenazando los derechos humanos a la seguridad y salud sexual, a la educación pública y otros servicios indispensables para una vida digna, desmantelando a la CCSS, al MEP, al INAMU y otras instituciones importantes para la sociedad.

Cada feminicidio atenta contra la víctima, su familia y comunidad. El nefasto crecimiento de feminicidios es responsabilidad del Estado y es un asunto nacional, tema país. Por eso, necesitamos todas, todos y todes unirnos cada día más, en cada familia, comunidad y territorio, para denunciar este sistema político que arremete contra la construcción y vivencia plena de derechos de las niñas, jóvenes y mujeres de todas las edades, credos, grupos socioculturales y geografías.

A nivel mundial, alrededor de 736 millones de mujeres, incluyendo a las niñas, sufrimos violencias física, sexual, psicológica, patrimonial, a pesar de que este año celebramos 30° aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing: importante documento político para la defensa de las mujeres que incorpora un enfoque específico en los derechos de las niñas, dentro y fuera del hogar.

La Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres y otras leyes: ¡No son suficientes!

Cada ley a favor de la equidad de género constituye una conquista de las mujeres unidas y organizadas. Pero, su aplicación es ineficiente y desde el propio Estado se orquestan mecanismos para obstaculizarlas y mediatizarlas, y se imponen acciones para no abordar la problemática a profundidad y desde un sentido integral.

También denunciamos que las mujeres víctimas no cuentan con un sistema integral de protección y acompañamiento, aumentando su situación de riesgo y revictimización. El Estado cierra sus oídos al clamor de justicia y solidaridad de sus familias perpetuando un clima de impunidad total.

Reiteramos que las raíces de la desigualdad, discriminación y violencias contra las mujeres es un problema estructural, imposible de resolver mientras vivamos dentro de un sistema capitalista.

Así, nos unimos a personas, organizaciones, colectivas y colectivos que formamos un tejido cada vez más sólido en defensa de una vida libre de violencias, discriminación, subordinación para todas las mujeres.

¡Toda violencia contra las mujeres es violencia estructural!

¡No más impunidad ante todo tipo de violencias contra las mujeres de toda edad, las personas LGBTIQ+ de toda comunidad y territorio!

¡Alto al desmantelamiento de Chaves y su gobierno de nuestras conquistas expresadas en políticas, instituciones, leyes y programas a favor de los derechos de las mujeres!

¡Vivienda, salud y educación pública para todas, todos y todes!

¡Alto a Trump y el aparteheid israelí contra las mujeres y pueblo palestino!

¡Alto a represión de Trump y gobiernos serviles contra mujeres migrantes y sus familias!

¡Verdadera justicia social solo la lograremos cuando vivamos las mujeres libres de toda forma de violencia sin patriarcado, sin colonialismo, sin capitalismo!

Defensoría y deportistas unidos contra el racismo

El próximo lunes 17 de marzo, la Defensoría de los Habitantes en conjunto con un grupo de atletas de diferentes disciplinas unirán sus manos y voces, en una jornada que procura educar en la erradicación de toda manifestación de racismo y xenofobia.

La actividad se llevará a cabo en la sede de la Defensoría de los Habitantes, ubicada en Barrio México, y se enmarca dentro de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial y la Xenofobia, en la cual, deportistas destacados compartirán toda la mañana de ese día (9:00 a.m. a 12:00 mediodía) con niños, niñas, adolescentes y jóvenes de diversos centros educativos, con el propósito de intercambiar experiencias, conversar y fomentar, a través de dinámicas, la necesidad de utilizar herramientas que permitan erradicar toda forma de discriminación.

La Defensoría de los Habitantes hizo un llamado a todos los deportistas, clubes de diversas disciplinas y autoridades del deporte a sumarse a esta iniciativa, en aras de construir un mundo más inclusivo y de respeto.

Hay muchas expresiones y manifestaciones de violencia hoy en día que debemos como sociedad poner un alto: y que mejor espacio, que un encuentro entre personas menores de edad y personas deportistas, con el único fin de contribuir a que seamos mejores personas, respetando la dignidad del ser humano sin importar nacionalidad, color de la piel o cualquier otra condición. Levantemos juntos la bandera de la paz, de la convivencia pacífica, de la igualdad, la bandera de Costa Rica”, dijo la Defensora de los Habitantes, Angie Cruickshank Lambert.

Durante la actividad, se dará un espacio para que los deportistas reflexionen con las personas menores de edad sobre el rol fundamental que desempeñan en la formación de valores y la inspiración de las nuevas generaciones, tanto en el deporte como en la sociedad.

Se contará con la participación de estudiantes de diversos centros educativos, el proyecto Ruta de la Empatía del Museo de los Niños, y la Asociación Guías y Scouts de Costa Rica, quienes se sumarán a esta importante causa.

Entre los deportistas y organizaciones que ya han confirmado están la UNAFUT, jugadores de fútbol, los atletas Sherman Guity, Gerald Drummond, Amalia Ortuño, la participación virtual de Hanna Gabriels, entre otros.

Comunicación
Defensoría de los Habitantes

Marzo o las narrativas de la ira

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

¿Cómo se organiza la ira colectiva y la cancelación? ¿Cómo se prepara un linchamiento virtual? ¿Cómo se desautoriza un movimiento de reivindicación por los derechos de las mujeres?

Acuda usted a hacer un ejercicio tan solo de observación (no participante si quiere) a las redes sociales y sus entuertos en lo que llevamos del mes.

A nadie le importan ya las más de 10 mujeres asesinadas en 2025 en Costa Rica. Nadie parece escandalizarse por esas cifras, que año con año aumentan y no se detienen.

Alguien preguntó, con intención malsana diría yo, ¿por qué no se habla de las muertes de hombres a manos de mujeres?

Porque a pesar de lo grave que resulta un solo asesinato, no es todavía un problema de salud pública como si lo son los femicidios, explicados por siglos de una matriz desigual y aniquiladora que no cede. Esta fue la respuesta que recibió la pregunta malintencionada.

La cultura de la cancelación y ahora el linchamiento, resulta un ejercicio interesante para analizar el fondo sociocultural en una sociedad como la costarricense.

La joven, que fue declarada primero desparecida y luego hallada con un hombre bastante mayor que ella, ha sido colocada en el centro de un debate sin pies ni cabeza, que solo explica la existencia de una base cultural bien arraigada en la psique nacional, en la que conservadurismos, adulto-centrismos y una moral religiosa fuerte, inciden en los juicios de valor emitidos al calor de una tecla o una pantalla.

No hemos aprendido gran cosa en estos temas. Pero si el linchamiento vociferante y la cancelación absoluta.

Eso sí.

El 8 de marzo pasado se reeditó la marcha que año con año despierta los más enconados comentarios: “que no son las formas”, “que las paredes no se rayan” “que el apoyo que las mujeres quieren no se gana de esa manera”.

Comentarios así niegan el significado de esta conmemoración de forma absoluta. Se invisibiliza la razón histórica que justifica el desarrollo de esta actividad. De más está decir que se conmemora, no se celebra, las reivindicaciones en materia de derechos para las mujeres, que a nivel global continúan pendientes. Mucho más en Costa Rica.

Una marcha así no debe ser justificada ni explicada, en un país que desata su ira contra las mujeres que la organizan o contra la joven que por dicha apareció viva y no corrió la suerte de las más de 10 mujeres asesinadas por sus parejas en lo que llevamos de este 2025.

Un país así debería pagarse a ver. Para sanarse. Recuperarse. Ser ese referente de paz y de derechos que siempre ha dicho ser. Cambiar su ira por la comprensión de lo que le falta para llegar a abrigar la equidad como política y bandera.

A eso debería aspirar.

Trabajadoras de la salud afiliadas a UNDECA rechazamos violencia contra las mujeres que ejerce el presidente Rodrigo Chaves

Manifiesto feminista

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, hacemos público nuestro rechazo expreso y solicitud para que cese de inmediato la violencia contra las mujeres que es latente y evidente en los discursos y actuar del presidente de la República Rodrigo Chaves.

Señor Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles, presidente de la República Soberana y Democrática de Costa Rica, las mujeres trabajadoras de la Caja Costarricense de Seguro Social, miembros del Sindicato Unión de Empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social (UNDECA), hacemos manifiesto nuestro rechazo absoluto a la violencia contra la mujer orquestada por su persona desde su narrativa misógina, que usted a naturalizado, normalizado, legitimado e institucionalizado en nuestro país, desde el ejercicio de su mandato presidencial, como jerarca del Poder Ejecutivo, amparado en su inmunidad política.

Hacemos una solicitud pública, para el cese inmediato de la violencia simbólica contra la mujer, que realiza cada miércoles, en las conferencias de prensa, donde se documenta públicamente, su retórica patriarcal.

Usted señor presidente es hijo de una mujer, está casado con una mujer y tiene dos hijas mujeres, el reconocimiento de la importancia de la mujer en su vida es el principal motivo para abandonar el mandato machista, del cual usted es la principal víctima.

El presidente de la república tiene la obligación primaria de dirigirse con respeto, utilizar el lenguaje adecuado y no violentar a la mujer “NI CON EL PÉTALO DE UNA ROSA”. Su comportamiento es contrario al que su embestidura le exige.

Costa Rica es un país donde se violentan cotidianamente los Derechos Humanos de las mujeres; tenemos la convicción irrenunciable, que el cambio nace, desde una construcción de un tejido social sano, donde se luche contra la desigualdad, se brinde las oportunidades de desarrollo humano, desde el conocimiento de la importancia de la mujer y su rol fundamental en la familia, el trabajo y la sociedad costarricense.

Este documento persigue realizar el primer paso; llamar las cosas por su nombre; usted es un ejemplo de violencia contra la mujer que es inaceptable, cumple con el mandato machista mediante un discurso de odio, que cosifica a la mujer como un ser subordinado a “perro faldero”.

Esta experiencia denominativa se convierte en la herramienta de visibilización, en evidencia ante el ojo público nacional e internacional, en un grito de protesta ¡BASTA YA!

Muchas mujeres nos sumamos a la lucha contra la violencia, la crueldad, el femicidio que se construye desde las palabras y se materializa en muertes de madres, hijas y esposas todos los días en Costa Rica.

Mujeres del Sindicato Unión de Empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social

Conmemoración del 08 de marzo 2025, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

No hay democracia sin las mujeres: Un Llamado a fortalecer la protección y la justicia para las Mujeres

Sábado 8 de marzo, 2025 Costa Rica.

Comunicado

Hoy 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Costa Rica enfrenta una preocupante y creciente crisis de violencia contra las mujeres, evidenciada en un alarmante aumento de los femicidios. Solo en los dos primeros meses de este 2025, el país ha registrado un tercio de los femicidios ocurridos durante todo el año 2024.

Esta situación de emergencia nacional nos exige un compromiso colectivo de todas las instituciones, sociedad civil y actores clave para frenar esta violencia y proteger a las mujeres en todo el país, porque sin las mujeres no hay democracia y sin democracia no podemos fortalecer la justicia social en Costa Rica.

Es evidente el debilitamiento de las políticas públicas que ha dejado en desamparo a cientos de mujeres que hoy temen por su vida. Datos oficiales del INEC en su informe sobre femicidios (2024) muestran que la tasa pasó de 0.97 en 2022 a 1.00 en 2024, lo que significa un incremento del 69.49% de femicidios con una alarmante inacción estatal.

Según datos del Semanario Universidad (2023) las mujeres en el sector agroalimentario representan el 15.6% del sector, no obstante, el acceso a tierra para mujeres solo representa un 8.1%, si pensamos en el sector laboral, la reducción de derechos persiste, en el país la participación laboral de mujeres para el 2020 se redujo en un 46%. CEPAL (2020) y para el 2024 la brecha salarial en mujeres fue del 33% respecto los hombres.

Las cifras son claras hay un retroceso en materia de derechos humanos de las mujeres, el número de femicidios ha aumentado, y muchas mujeres aún viven bajo el temor constante de ser víctimas de violencia. La realidad nacional refleja la urgencia de fortalecer las políticas públicas existentes, garantizar que los recursos sean destinados de manera efectiva y crear nuevas estrategias de prevención que involucren a la sociedad en su totalidad.

Es esencial reforzar el trabajo de las instituciones encargadas de la protección de las mujeres, como el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), así como fortalecer la colaboración entre el sector público y privado, garantizando que las políticas de prevención, protección y sanción  estén bien implementadas y sean accesibles a todas las mujeres, en especial a aquellas en situaciones de vulnerabilidad, como las mujeres con discapacidad, mujeres indígenas, mujeres negras, mujeres trabajadoras del sector público y privado, mujeres del campo, mujeres en el trabajo informal y las mujeres trabajadoras remuneradas del hogar.

Por lo anterior, desde las organizaciones sociales, productivas, académicas, grupos de la sociedad civil y comunidades, hacemos un llamado a una acción conjunta, centrada en soluciones reales y sostenibles. Un llamado urgente para que el gobierno de Costa Rica garantice protección y justicia para las mujeres.

Es fundamental que se continúe promoviendo la educación sobre igualdad de género y el respeto a los derechos de las mujeres desde una edad temprana, y que los sistemas de justicia respondan de manera ágil y efectiva a los casos de violencia, asegurando que las víctimas reciban la protección, reparación y justicia, porque la violencia de género no solo es un problema de seguridad, sino también de justicia social.

Debemos seguir trabajando por una cultura de igualdad, que no solo prevenga la violencia, sino que también elimine las estructuras que perpetúan la discriminación y la desigualdad en nuestra sociedad debemos seguir trabajando por una cultura de igualdad, que no solo prevenga la violencia, sino que también elimine las estructuras que perpetúan la discriminación y la desigualdad en nuestra sociedad.

En Costa Rica la democracia no existe sin las mujeres, no podemos permitir que se normalice la violencia y que se retrocedan derechos humanos conquistados para las mujeres en su diversidad. Exigimos acciones concretas en que puedan salvar vidas y justicia para todas las víctimas de femicidio, con reparación integral para sus familias.

Nos sumamos a las demandas de los diferentes movimientos de mujeres en Costa Rica, a marchar en todo el país este 8 de marzo, por los derechos humanos de las mujeres, porque la lucha contra la violencia género, es una tarea de todos y todas.

Solo mediante acciones concretas y presencia real del Estado, desde un enfoque integral, que involucre a la familia, las instituciones, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía, podremos garantizar un Estado de bienestar, un país realmente democrático.

¡Por una Costa Rica sin violencia y con justicia para todas las mujeres!

Pronunciamiento Ecofeminista

El modelo extractivista que rige el desarrollo en Costa Rica se sostiene sobre una lógica de explotación que somete tanto a la naturaleza como a los cuerpos de las mujeres. La misma mentalidad que permite la destrucción de bosques, ríos, mares y territorios en nombre del «progreso» es la que reduce a las mujeres a meros recursos dentro de un sistema económico que invisibiliza sus aportes y precariza sus vidas. En este 8 de marzo, denunciamos que la devastación ambiental y la opresión de las mujeres son dos caras de un mismo sistema patriarcal y colonial que debe ser desmontado.

El derecho a un ambiente sano es un derecho humano fundamental, pero su acceso no es equitativo. Las mujeres, especialmente en comunidades rurales, costeras y las mujeres indígenas en las recuperaciones de tierra, enfrentan mayores obstáculos para acceder a recursos naturales, tierras, mares y agua potable, a pesar de que son ellas quienes sostienen las economías de cuidado y la producción de alimentos. La justicia ambiental no puede lograrse sin justicia de género; por ello, exigimos políticas públicas que garanticen la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones ambientales y que reconozcan su rol esencial en la conservación de la biodiversidad y la protección de los bienes comunes.

Las mujeres en Costa Rica han estado al frente de innumerables luchas por la defensa del agua, los bosques, los mares y la soberanía de sus comunidades, enfrentándose a megaproyectos mineros, monocultivos y la expansión turística descontrolada. Sin embargo, muchas de ellas sufren amenazas, violencia y criminalización por resistir. Casos emblemáticos como el de María del Mar Cordero, asesinada en 1994 junto a otros ambientalistas de la Asociación Ecologista Costarricense (AECO), evidencian los riesgos que enfrentan las defensoras del medio ambiente en el país. De igual manera, la canadiense Kimberly Blackwell, reconocida por su trabajo en conservación, fue asesinada en su casa en Costa Rica en 2011.

La criminalización y las amenazas contra defensoras ambientales en Costa Rica son estrategias de intimidación utilizadas para silenciar la protesta y frenar la denuncia contra industrias extractivas. Casos como el de Sonia Torres, enjuiciada por la minera Posesiones Gran Galaxie S.A., o Marta Blanco, demandada por Ríos Minerales, evidencian esta realidad.

Las agresiones también incluyen ataques directos, como el sufrido por Erlinda Quesada, quien fue blanco de una bomba casera, después de una acción en la Ruta 32, tras denunciar el comercio ilegal de madera. Asimismo, activistas como Anacristina Rossi, Patricia Sánchez Lurueña, Marianela Fournier, Marta Castro Bolaños, y Kiana Waltraud, han recibido amenazas por su lucha en defensa del Refugio Gandoca-Manzanillo y la denuncia de proyectos destructivos.

Estos casos reflejan el riesgo que enfrentan las mujeres que defienden el medio ambiente y la urgencia de garantizar su seguridad y reconocimiento, y reflejan la impunidad que rodea la violencia contra defensoras ambientales y la urgencia de medidas de protección.

Este 8 de marzo, exigimos garantías para la seguridad de las defensoras ambientales, así como el reconocimiento de su labor como un pilar fundamental para la sostenibilidad del país. No puede haber justicia climática sin protección para quienes arriesgan sus vidas por el planeta.

El cambio climático no afecta a todas las personas por igual. En Costa Rica, las mujeres de comunidades costeras y rurales son de las más golpeadas por la erosión, la sequía y los desastres naturales que ponen en riesgo su seguridad alimentaria, su vivienda y su salud. Sin embargo, las estrategias gubernamentales siguen ignorando este impacto diferenciado, perpetuando la desigualdad de género en la crisis ecológica. Demandamos políticas climáticas con enfoque de género que atiendan las necesidades de las mujeres, fomenten su autonomía económica y garanticen su acceso a recursos esenciales.

Frente a la crisis ambiental y social, las mujeres han construido alternativas basadas en el cuidado de la vida, la agroecología y el manejo comunitario de los recursos naturales. Las redes de mujeres productoras, las guardianas de semillas y las defensoras de la soberanía alimentaria demuestran que es posible otro modelo de desarrollo, uno basado en la regeneración de la naturaleza y la equidad social. Apostamos por una economía feminista y ecológica que ponga en el centro la vida y no la acumulación de riqueza; una economía que valore el trabajo de las mujeres y su conocimiento ancestral para la protección de los ecosistemas.

Bloqueazul

Bloqueverde

Defensores de la Casa Común

Eco Bichotas

COVIRENA Caribe Sur

Costa Rica por el Océano

Grupo Organizado de Cabuya, Montezuma

Talamanca Siempre Verde

ProBae Cuencas Hidrológicas Ojo de Agua, Belén

Voces de fe contra la violencia de género

Denunciamos los femicidios, la violencia y la invisibilización de las mujeres en Costa Rica.

“No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch 4,20).

Carta abierta a las Iglesias y comunidades de fe, en especial a las jerarquías de la Iglesia Católica, Iglesia Luterana, Iglesia Adventista, Federación de Alianza Evangélica, Iglesia Episcopal Costarricense, Comunidad Bahaí, Asociación Budista, Comunidad Musulmana, Comunidad Judía, Sociedad Bíblica de Costa Rica, Gedeones Internacionales, y a la comunidad costarricense en general.

Costa Rica vive una ola de violencia sin precedentes contra las mujeres. Los medios de comunicación han dado a conocer los recientes casos de femicidio, desaparición, maltrato y otras formas de violencia contra las mujeres. Aunque hay casos que permanecen ocultos, ya sea por las instituciones, las personas familiares o la vecindad, muchas veces por temor a represalias o de la exposición pública.

Esta realidad responde a una coyuntura que fortalece y promociona valores del sistema dominante, caracterizado por el autoritarismo, la verticalidad, la imposición, el machismo, el racismo, la xenofobia y la homofobia, todos rasgos de “la militarización de la sociedad”, violencia patriarcal que se proyecta en las relaciones de pareja, familiares, laborales, deportivas, político/económicas y por supuesto en lo religioso.

Esta violencia alcanza todos los estratos sociales, lugares geográficos, Instituciones del Estado, organizaciones, partidos y liderazgos; que conllevan a “un” pensamiento único que desprecia, discrimina, persigue y reprime lo diferente y diverso.

Esta promoción sistémica y sistemática, se une a la campaña solapada pero abierta con discursos de odio, hacia personas extranjeras y de preferencia sexual diversa, lo que promueve y justifica la violencia, el femicidio y el etnocidio. Lo más lamentable es que muchas de estas destructivas acciones provienen de personas ubicadas en las estructuras de gobierno, cúpulas político/religiosas, que envían una señal equivocada, con lo que alientan a los responsables de la violencia, incluso usando la falsa y criminal premisa de la inexistente e imaginaria “Agenda de Género”. De esta forma, impiden avanzar y fortalecer derechos, apadrinan y son cómplices – por acción y por omisión – de la violencia y la impunidad femicida.

Las acciones en favor de la violencia y el silencio cómplice, nos esclaviza la consciencia como sociedad y nos vuelve esclavistas y opresores de nuestras hermanas y hermanos más débiles.

Un clamor de liberación debe brotar de nuestras voces, por esto, como personas de fe, condenamos enérgicamente los femicidios y su escalada, en el país. Y al mismo tiempo expresamos nuestra preocupación ante los factores que se mantienen como catalizadores del silencio y la inacción sobre las siguientes acciones:

  • La persistencia de las estructuras de poder patriarcal presentes en las organizaciones religiosas, las iglesias, instituciones públicas y privadas, en las comunidades, las organizaciones y las familias.
  • La responsabilidad personal de cada creyente en no practicar los valores evangélicos que nos liberan de toda opresión y nos envía a liberar.
  • La responsabilidad institucional, social, familiar, es también de las cúpulas religiosas (mayoría masculinas) que, desde su silencio, se hacen cómplices.
  • La indiferencia como personas creyentes, cristianas o de fe, a prestar atención a la pregunta “¿Dónde está tu hermana, donde está tu hermano?” (Gn 4,9).

Convocamos e instamos a las iglesias y comunidades de fe, en particular, y a la sociedad en general, a formalizar acciones propositivas y concretas como parte de su agenda de evangelización, capaces de promover relaciones humanas y ecológicas respetuosas, horizontales, inclusivas, en especial en este momento crucial para las mujeres, quiénes además son mayoría en la sociedad costarricense.

Proponemos:

Referirse a esta realidad de violencia en los momentos de Asamblea, en los Cursos de Formación Pastoral, Escuelas Dominicales; Oraciones cotidianas y liturgias, entre otras.

Invitamos a aprovechar el tiempo litúrgico de la Cuaresma, para visibilizar esta ola femicida, de violencia contra las mujeres y otras personas, teniendo en cuenta que somos personas creadas y amadas por Dios. Por eso, nos resuena en estos tiempos el llamado a «ser embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros» (2Cor 5,20), es decir, como si el mismo Dios nos rogara a las personas de fe, ser el clamor de las mujeres que sufren violencia. Dicho de otra manera, es preparar el corazón para abrirnos a la gracia de Dios Padre-Madre. Es poder “tocar siquiera el borde del manto de Jesús y conseguir sanación” (Mc 6,56). Porque una sociedad marcada por la violencia no está sana.

Nos unimos a las diversas voces y sentires de personas creyentes de Dios en una sociedad multicultural, en la cual solo la inclusión de estos valores puede garantizar una convivencia pacífica, justa y respetuosa hacia las mujeres.

Estamos convencidas y convencidos, de que con sus y nuestras actitudes, podemos optar y señalar un camino distinto a la violencia contra las mujeres, que promuevan espacios y acciones que contengan valores permanentes, inclusivos, amorosos, respetuosos y equitativos.

Nos alegra la existencia en muchas de nuestras Iglesias y Movimientos, de grupos de personas, que cada vez son más con la misma Esperanza, que coinciden con estos pensamientos y propuestas. Seguiremos acompañando estos procesos, nos colocamos al servicio de las comunidades de fe, a fin de apoyar las acciones concretas que nos liberen del pecado de la violencia contra las mujeres y contra toda injusticia y discriminación.

¡Ni una menos!

Suscriben

Equipo de trabajo:

Voces de Fe contra el femicidio en CR

Red Ecuménica de Lectura Popular de la Bíblica de Costa Rica

Foro de Educación Religiosa

Servicio de Paz y Justicia – Costa Rica

Coordinación de Comunidades Cristianas de Costa Rica – COCRIC.

Coordinación Oscar Romero de Centroamérica – Capítulo Costa Rica.

Universidad Bíblica Latinoamericana. UBL

Departamento Ecuménico de Investigaciones. DEI

Movimiento Reflexión en Acción

Colectiva Coexistir. Cartago

Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense

No más violencia contra defensoras de Derechos Humanos en Honduras

La defensa de los Derechos Humanos no tiene fronteras

Comunicado

En el marco del 8M – Día Internacional de las Mujeres – manifestamos nuestra preocupación por la situación de vulnerabilización que sufren en Honduras las defensoras de Derechos Humanos Hedme Castro, directora ejecutiva de la organización ACI-participa y la periodista Wendy Funez, directora del medio de comunicación digital Reporteros de Investigación.

Lo anterior frente a las sistemáticas acciones violentas contra su integridad profesional y emocional por parte del funcionario Samuel Varela, director de Aduanas de Choluteca y candidato a la alcaldía en el actual momento de elecciones internas en el ámbito nacional.

Dicho funcionario impulsa una campaña mediática a nivel de redes sociales tendiente a socavar y deslegitimar su legítimo accionar; en especial al unirse para exigir justicia por el asesinato del defensor ambiental Juan López, coordinador del Comité Municipal de Bienes Comunes y Públicos de Tocoa Colón (CMDBCPT), acribillado el 14 de setiembre, 2024, y cuyo crimen permanece en impunidad.

Reiteramos nuestro reconocimiento a nivel nacional e internacional al conjunto de acciones impulsadas por las defensoras Hedme Castro y Wendy Funez en su trayectoria impecable y coherente en favor de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables, desde sus respectivos campos.

Instamos al Ministerio Público a actuar como corresponde para detener esta ola de violencia institucional, ejercida por dicho funcionario público.

A su vez, tenemos la certeza de que las autoridades correspondientes actuarán a favor de la justicia y garantizarán la seguridad física y reparación del daño emocional que han recibido ambas compañeras, en un contexto político que debe ser favorable para el pleno ejercicio de los Derechos Humanos dentro de un sistema político que se autodenomina socialista democrático.

Movimiento de Trabajadores y Campesinos (MTC)
Partido Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT)
Casa El Migrante, Derechos Humanos (Costa Rica)
Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos
Asociación Costarricense de Derechos Humanos

El gobernante ignorante

Marco Tulio Araya Barboza

Había una vez un gobernante que juraba que su país era el más feliz y próspero del mundo porque cuando viajaba en tren, observaba por la ventana, las casitas bien pintadas y la gente saludándolo con alegría.

Lo que el gobernante no se sabía, es que un grupo de sus seguidores, montaban las fachadas del pueblo por donde iba a pasar y pagaba a la gente para que lo saludara, para hacerle creer que todo andaba bien. Una vez que el gobernante pasaba, se adelantaban y hacían lo mismo en otro y en otro pueblo, de tal manera que el gobernante siempre miraba felicidad y bienestar en toda la nación.

Rodrigo Chaves, al igual que ese gobernante, ignora mucha de la realidad de la Costa Rica que gobierna. Lo engañan los expertos en mercadeo político, lo engañan sus seguidores fanatizados y se engaña solo. Los troles pagados son los que pintan las fachadas de los pueblos prósperos y de gente alegre, en las redes sociales y en los medios comprados.

La Costa Rica, que no conoce, la que no tiene fachadas, es orgullosa de su paz, de su democracia, es de costumbres sencillas y valores profundos como el respeto, la solidaridad, el buen trato… es una Costa Rica desigual, con gente viviendo en pobreza, pero con ganas de luchar.

Rodrigo Chaves y su grupo de expertos, aprovecharon el malestar y la impotencia de la gente ante la corrupción y la impunidad que gozan sectores políticos y económicos tradicionales, recogen esa frustración y utilizan la estrategia de aparecer como el líder fuerte, valiente, confrontativo, justiciero… el que se va a comprar todas las broncas y va a vengar todas las injusticias.

Pero esa imagen se aleja del ser costarricense porque en lugar de paz, genera violencia con su forma de hablar y tratar a los demás. No dialoga, no soluciona, impone. Golpea la democracia burlándose de las instituciones del Estado. Amenaza y humillan a los ganaderos y agricultores, desconoce las carencias y luchas de la gente en los campos, sueña con grupos militares y con un ejército. Le quita el valor y el presupuesto a la cultura, a las artes, a la música. Quiere desmantelar la educación y el seguro social, insiste en vender el Banco de Costa Rica… ese es el tren por el que transita el presidente Chaves y cree que está haciendo las cosas bien, por las fachadas de reverencias y aplausos que observa en cada visita.

El presidente Chaves no acepta que está equivocado, que no es “pura vida” y que la mayoría de la gente rechaza esa manera de gobernar. El problema es que está envuelto en esa estrategia de mercadeo, que no le permite reconocer el error pues sería señal de debilidad y porque cree que está en el camino correcto por los aplausos que recibe de los aduladores y serviles, que lo tienen rodeado y que le colocan fachadas que ocultan la realidad en la que vive la gente.

La noviolencia como acción política

Cambio global frente al militarismo y la violencia rectora

En el aniversario de la muerte de Gandhi es una gran noticia la próxima publicación del libro «La Noviolencia como acción política. Cambio global frente al militarismo y la violencia rectora», de Juan Carlos Rois, que publicará la editorial La Imprenta a finales de febrero. Es un soplo de esperanza en un contexto de militarización creciente de las sociedades, donde se nos anuncia la inminencia de una guerra inevitable, se nos anima a aumentar el gasto militar, a comprar más armamento, a producir más armas y a mentalizarnos para la llegada de la guerra. Ahora, ya abiertamente, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, nos dice que para aumentar el gasto militar hay que recortar en pensiones, sanidad y otros «lujos» del bienestar, como si todos ellos no fueran lo que nos da la verdadera seguridad y por tanto, el objetivo a defender. Ya conocemos la destrucción, la muerte, la violencia y la clausura de todos los derechos que supusieron las dos grandes guerras mundiales. Ya hemos visto en Gaza, Ucrania o Sudán la barbarie militar convertida en costumbre, orgullo y «heroismo», ayudada por la inteligencia artificial y militar.

¿Qué puede ser peor que la guerra? ¿Qué valores pueden justificar el riesgo de otra gran guerra? ¿Por qué preparar guerras, que nos destruyen?

Frente a este fatalismo interesado que sólo beneficia a los Señores de la Guerra, el libro nos anima a desentrañar las violencias para poder combatirlas y superarlas, nos anima a quitar poder a lo militar y nos aporta las herramientas y estrategias para empoderarnos como sociedad civil, construir sociedades justas y pacíficas y organizar colectivamente la defensa de lo que realmente importa, la defensa y construcción de los servicios comunes, los derechos humanos, el cuidado de las personas y del planeta, para poder vivir todas una vida digna y solidaria. Nos anima a desmilitarizar mentes, economías, territorios… Nos anima a la reconversión de lo militar y su industria en investigación, tecnología y trabajo de utilidad civil, consciente de que si no superamos el militarismo la propia vida está en peligro.

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2025/02/la-noviolencia-como-accion-politica/